sábado, 16 de octubre de 2010

Técnicas de éxtasis en el mundo celta

Existen muchos métodos para alcanzar el trance éxtasico, para llegar a un estado alterado de conciencia. Algunos de ellos provienen de épocas antiguas, relacionados con los ritos chamánicos, mientras que otros surgen de otro tipo de rituales religiosos (no directamente relacionado con el chamanismo, sino con otras cuestiones humanas, como el culto a los dioses o la sexualidad).

El druidismo, por ejemplo, pone énfasis en el viaje a través de los Tres Reinos: el Mar (correspondiente al pasado, al Inframundo), la Tierra (el mundo en el que residimos los seres humanos) y el Cielo (el lugar de residencia de los dioses). Para alcanzar estos mundos, el druida, heredero de muchas tradiciones chamánicas, accede a estados alterados de conciencia. Michael Harner, antrópologo dedicado al chamanismo define estos períodos como Estado Chamánico de Conciencia. En este estado, el chamán es capaz de acceder a voluntad al estado alterado partiendo del mundo ordinario. Las técnicas utilizadas por el chamanismo para ello son la privación sensorial, el ayuno, la fatiga, la hiperventilación, el baile, el canto, el uso de tambores y música, exposición a temperaturas extremas, la ejecución escenificada de actos mitológicos y el uso de psicotrópicos y alucinógenos. Si bien la mayoría de estos métodos eran utilizados en el mundo celta, los druidas no sólo usaban éstos, sino que recurrían a otros métodos no directamente chamánicos, como la sexualidad y la meditación.

La meditación

Estatua de Bouray
La meditación tiene una relevancia importante en el mundo celta. Si bien no tenemos constancia de los métodos meditativos de los celtas, el arte céltico nos ha dejado varias figuras que desarrollan esta
técnica. Una de ellas es la figura encontrada en Bouray, Seine-et-Oise. Esta estatua, que data entre los siglos I o II a.d.C, es una imagen humana, posiblemente un dios, en la que se encuentra un hombre sentado en posición meditativa. Los pies de la estatua están finalizados en forma de posibles pezuñas, lo que une a esta figura con la de Cernunnos. Y es que el Dios Astado, Cernunnos, es representado en más de una ocasión y en más de un lugar en esta misma posición. Otros ejemplos del Astado en posición meditativa son el Cernunnos esculpido en el altar pagano encontrado en Reims, Francia, en el que Cernunnos aparece sentado en posición contemplativa y flanqueado por Mercurio y Apolo o el Cernunnos que está representado en el caldero Gundestrup, en el que el Dios se encuentra sentado en una posición similar a la del loto y sosteniendo una serpiente cornuda en una de sus manos, datado también entre los siglos primero y segundo antes de Cristo; estos son solo algunos ejemplos de esta aspecto del Dios Astado.

Altar pagano de Reims
Esta postura tomada por el Dios Cornudo es la misma que se dice que adoptó Buda para alcanzar la Iluminación. Si bien, no es una posición propia únicamente de la religión budista o del Zen, ya que aparecen muestras de la misma en la estatuaria primitiva ajena a oriente. En Irlanda, en el siglo IX D.C., se esculpieron varias esculturas en el condado de Fermanagh, con las manos y mentón en poses similares a las adoptadas en el Zen para meditar, si bien las figuras no conservan las piernas completas. En varias monedas aparecen mujeres sentadas en la misma posición, como la encontrada en Reims, perteneciente a un pueblo celta belga, con un aro en la mano y una serpiente en otra, asemejándose al Cernunno tallado en el caldero Gundestrup.

Detalle del caldero Gundestrup
Los antecedentes de este Dios Cornudo meditante se podrían rastrear hasta la India, hasta uno de los más antiguas representaciones del Dios Astado, como la del dios fálico en Harappa, en la India, en la que se muestra a un dios con tres cabezas, rodeado de animales en la misma pose; este dios está vinculado al arquetipo divino de la fertilidad masculina. Estos dioses pre-védicos están asociados a la masculinidad y a la fertilidad y son asimilados en los devas por la figura de Shiva; quien de igual manera es representado en fechas anteriores a Buda en la posición contemplativa del loto y bajo idéntico árbol que Buda, como arquetipo del dios de la meditación y del Yoga.

Dios fálico de Harappa
Y es que se puede concluir que la meditación resulta una de las maneras primordiales utilizadas por el ser humano para llegar a estados alterados transcendentes. Resulta casi imposible no hacer una relación directa entre el Cernunnos meditativo en la postura de Buda con la serpiente en la mano y el yoga Kundalini. A través de la meditación se realiza el despertar de la energía, energía que es representada como serpiente de fuego. El desarrollo de esta energía conduce irrevocablemente, llevada a su fin último, a la iluminación. El místico Ramakrishna define el estado alterado alcanzado por la meditación y el despertar de la energía Kundalini de esta manera:
"Cuando Ella despierta, experimento a veces una sensación de hormigueo desde los pies a la cabeza. Hasta que no llega al cerebro, conservo la conciencia, pero en cuanto llega ahí, permanezco muerto para el mundo exterior. Las funciones de ver y oír cesan. Y ¿quién va a hablar entonces? La distinción entre «yo» y «tú» se desvanece. Algunas veces trato de deciros todo lo que veo y siento cuando ese poder misterioso asciende hasta aquí [señala el corazón] o hasta aquí [señala la garganta]. Desde este estado es posible hablar, lo cual yo hago. Pero cuando kundaliní sube más de aquí [señala la garganta] alguien me tapa la boca, por decirlo de alguna manera, y suelto las amarras. Más de una vez me propongo relataros todo lo que siento cuando kundaliní sube más arriba de la garganta, pero cuando pienso en ello la mente sube de un salto y el asunto queda terminado!"
Y es que la meditación Yógica tiene efectos alteradores de la conciencia y conlleva a un alejamiento del Yo, una percepción de unión con el cosmos.

La sexualidad


 El otro medio comentado, aparentemente ajeno a lo estrictamente chamánico, es la sexualidad, y es, tanto en su ejecución, como en su alteración, utilizada para llegar a un estado alterado de conciencia. La sexualidad, en sí misma, no es imprescindible en el ámbito chamánico, si bien es cierto que está presente en muchos de sus ritos, sobre todo en las iniciaciones chamánicas. En los tratados antropológicos respecto al chamanismo se reconoce a una figura que interactúa sexualmente con el chamán, que es la de las mujeres-espíritu. La función de estas "esposas celestes" es ayudar al chamán durante su experiencia extática y en el mayor de los casos, la de instruirles.

La sexualidad resultaba sagrada en el mundo celta, entendiendo las uniones de hombre y mujer como realidades sacras. Por escoger algún ejemplo como esbozo de esta sacralidad podemos mencionar los casos en los que los dioses se unían entre ellos en cópulas sagradas, los casos en los que yacían con los mortales sexualmente como precio por los favores otorgados o como adiestramiento sagrado o los de los sacerdotes druidas que realizaban actos sexuales, o emulando la sexualidad, para alcanzar estados alterados.
En el legado que nos ha llegado de los mitos celtas, el caso más conocido de sexualidad sagrada es el de la cópula sagrada entre Dagda y Morrigan en el río Boynne. Otras cópulas sagradas incluyen las ejercidas por la Reina-Diosa Maeve (también conocida como Reina Madb o Mebd). Medb o Maeve es la reina de Connatch. Como Morrigan es una diosa guerrera y profundamente sexual. Hasta tal punto llega su sacralidad sexual que ningún rey puede gobernar en Tara si no había cohabitado con la Reina Maeve. Está estrechamente unida a la concepción de la Realeza Sagrada y este ritual institucionalizaba la relación del Rey como símbolo de la fertilidad masculina y a la Reina-Diosa (diosa madre) como representante de la Tierra con la prosperidad futura de la tierra. Este acto de elección del nuevo rey se culminaba con otra ceremonia extática conocida como Tarbhfhess o Tarbh Feis, que se puede traducir como "el sueño del Toro". Este rito se ejecutaba tras el ceremonial en el que el pretendiente al trono pasaba la prueba del contacto con la piedra fálica de Fál (uno de los cuatro tesoros sagrados de los Thuata de Danaan).

Piedra fálica de Fál
El ritual del Tarbh Fesis, de trazas evidentemente chamánicas, consistía en el sacrificio ritual de un toro. El encargado del ritual, generalmente un druida, consumía su carne y sangre y posteriormente un caldo preparado con los restos del animal sacrificado. Más tarde, se envolvía en su piel para dormir, con el fin de soñar con el rey apropiado. El Tarbh Feis está profundamente unido a la idea del coito sagrado de la diosa Maeve por dos motivos: uno es la asociación de la diosa con el toro, puesto que el episodio mitológico asociado a la diosa es el Robo de ganado narrado en el Táin Bó Cuailnge del ciclo del Ulster (La guerra por el toro de Cooley). La ingesta de la carne y sangre de Toro sería una forma de comunión con la divinidad. La segunda traza respecto a la unión sexual con la diosa y su relación con el Sueño del Toro es la traducción de Feis, que quiere decir tanto fiesta festival como relación sexual.
Una diosa parecida a Maeve en este tipo de funciones es la diosa Scatagh o Scathach. Ésta, al igual que la Reina Maeve, es una diosa guerrera. La iniciación necesaria para un guerrero, como podemos ver en el rito de Llew, era triple: Conferir un nombre al guerrero, proporcionarle las armas al futuro combatiente, e iniciación sexual. Cu Chulainn, tras recibir su nuevo nombre y abandonar el de Setanta, se dirige a la Isla de Skye (Isla de las sombras) donde moraba Scatah con el fin de completar su formación e iniciación en el arte de la guerra. Allí, tras conseguir alcanzar la morada de Scatagh, la diosa, en conjunción con su hermana, la diosa Aife, proporcionaría dicho adiestramiento al hijo de Lugh. Scatagh le enseño artes marciales, lo armó otorgándole el arma de su padre Lugh, la Gae Bolga e iniciándole en los secretos de la magia y su hermana Ainé lo aleccionó en las artes amatorias y cumplen la figura, anteriormente mencionada, de la amante celestial, proveniente del Otro Mundo para formar al chamán-brujo, en este caso Cu Chulainn.
Los propios druidas tendrían ritos sexuales extáticos. Posidonius, historiador y filósofo estoico, lo describía de esta manera: "Muestran gran veneración por los árboles, de los que se sirven después de que realicen cantos, caricias y otras obscenidades que prefiero no relatar". Plinio también realiza una descripción al respecto: "Mientras los druidas apoyan sus virilidades con gran devoción y ceremonial sobre las cortezas de los árboles, las druidesas parecen encontrar deleite en el roce de las piedras".

Por último cabe reseñar el cambio ceremonial de sexo, pues resulta una costumbre chamánica bastante común, probablemente con el fin de alcanzar la trascendencia del género sexual y de superar la polaridad
propia del ejecutor de la ceremonia chamánica. En las tribus antiguas de prácticamente todo el mundo, los hombres que adoptaban las maneras y el vestido de las mujeres disfrutaban de alta estima como chamanes o ejercían el sacerdocio sagrado. Como ejemplo podemos nombrar a los Yakut siberianos, en los que existen dos categorías de chamanes, los "blancos", que representaban las fuerzas creativas, y los "negros", que representaban las fuerzas destructivas, comportándose estos últimos como mujeres. Los yakut tomaban como propios el peinado y ropajes femeninos e incluso llegaban a portar unos aros de hierro sobre la ropa evocando los pechos femeninos. Esta costumbre no es exclusiva de los Yakut, puesto que el cambio de sexo estaba muy extendido entre las tribus paleo-siberianas, con énfasis especial entre los Chukchee, o los esquimales asiáticos. Los Chukchees, poseían una rama especial de chamanismo en el que tanto hombres como mujeres se sometían a un cambio de sexo parcial, o incluso completo. Los hombres que se hacían mujeres eran llamadas "hombres suaves" o "similares a mujeres" y a las mujeres que se hacían hombres se los llamaba "mujeres transformadas". La transformación tenía lugar durante la adolescencia.
En la mitología Nórdica se le atribuye este tipo de comportamiento a Odín, hasta tal punto que existe la figura del dios Ullr o Ullin, que es un dios cazador, y de quien algunos autores afirman que sustituye a Odín durante varios años como gobernante de los dioses debido a la incapacidad de Odín para dirigirlos. Esta incapacidad está motivada porque Odín ha perdido su majestad al haberse travestido, o haberse acercado a la figura femenina, aprendiendo el Seidr. Esto está ligado de raíz a la enseñanza del Seidr por parte de Freya al padre de los dioses nórdicos. Es probable que fuera motivado a que el propio Seidr es un trance chamánico de origen matriarcal y profundamente vinculado al papel femenino. De hecho, los chamanes nórdicos históricamente siempre eran mujeres y aunque posteriormente personajes masculinos fueron aceptados en el oficio, conservaron las ropas femeninas.

La privación sensorial


Centrándonos ya en los medios puramente chamánicos, podemos abordar la privación sensorial, que no es menos importante en el mundo celta, en particular en el mundo druídico ya que observamos que en su
primera formación druídica, los aspirantes, entrenados para ser bardos, se enfrentaban a esta privación con el fin de alcanzar la Awen, la inspiración.
Los efectos de la privación sensorial son profundos en la psique humana. La privación sensorial induce alteraciones que van desde la pérdida parcial de memoria, la disminución del coeficiente intelectual o los cambios de personalidad a las alucinaciones y en definitiva la despersonalización y el estado alterado de conciencia; en definitiva sensación de unidad con Dios, pérdida del yo, pérdida del sentido del tiempo y del espacio, sensación de entrar en contacto con lo sagrado.

Los chamanes americanos realizan este ritual para alcanzar dichos estados, pues existe la idea de que los antiguos brujos americanos descubrieron que una manera de obtener energía de la Tierra era enterrándose, y mientras más energía necesitaban mayor era el tiempo que se mantenían enterrados. Don Juan, el maestro de Castaneda lo describe así:
"Dije que en otro tiempo los guerreros se enterraban aquí. Quise decir que venían a enterrarse una noche, o dos días, o el tiempo que necesitaran."
El método consistía, en las palabras de Castaneda, en lo siguiente:
"Rió como un niño travieso y empezó a juntar ramas secas. No me dejó ayudarlo; dijo que me sentara y aguardase. Echó las ramas que juntaba dentro del círculo despejado. Luego me hizo acostarme con la cabeza hacia el este, puso mi saco bajo mi cabeza e hizo una jaula en torno a mi cuerpo. La construyó clavando en la tierra suave trozos de ramas, de unos 75 centímetros de largo; las ramas, terminadas en horquetas, sirvieron de soportes para unos palos largos que dieron a la jaula un marco y la apariencia de un ataúd abierto. Cerró esa especie de caja colocando ramas pequeñas y hojas sobre las varas largas, encajonándome de los hombros para abajo. Dejó mi cabeza fuera, con el saco como almohada.Luego tomó un trozo grueso de madera seca y, usándolo como coa, aflojó la tierra en torno de mí y cubrió con ella la jaula. El marco era tan sólido y las hojas estaban tan bien puestas que no entró tierra. Yo podía mover libremente las piernas y, de hecho, entrar y salir, deslizándome. Don Juan dijo que por lo común el guerrero construía la jaula y luego se metía en ella y la sellaba desde adentro."
"Viaje a Ixtlan", Carlos Castaneda


Para lograr este efecto, los bardos se enfrentaban al Imbás Forosnai, uno de los pocos rituales druídico-bárdicos que han sobrevivido en descripciones históricas. Lo practicaban los Filidh, los herederos irlandeses de los bardos (continuadores de la tradición druídica, incluyendo actos mágicos) y consistía en la privación total de los sentidos. El Filí (singular de Filidh) se aislaba del mundo, bien entrando dentro de una habitación totalmente sellada, bien accediendo a una cueva en la que taponaba cualquier entrada de luz o sonido. Entonces, el ejecutor del rito entonaba un encantamiento sobre las palmas de las manos y posteriormente, finalizada la salmodia, se llevaba las manos sobre el rostro y los ojos. Se podía acompañar el aspirante a la iluminación de figuras de los dioses a los que pedía la bendición o de símbolos ogham. Cuando alcanzaba el estado alterado apropiado, se daba una señal para que las puertas o las trabas puestas con anterioridad fueran apartadas, de tal manera que la transición repentina de la oscuridad a la luz proporcionaría las visiones buscadas, o bien la inspiración poética. La llave a la técnica parece haber estado en los cambios repentinos de los estímulos. De oscuridad a luz, de privación a superexposición repentina. El Imbas Forosnai era practicado frecuentemente masticando la carne de un animal, generalmente de los totem asociados al Otro Mundo como el perro, el cerdo o el toro (lo que lo liga a otros rituales extáticos, como el Tarbh Feis anteriormente mencionado).


Un ritual relacionado a la idea de aislamiento por enterramiento, y vinculado a los otros dos ritos mencionados, es la costumbre celta de dormir en un sepulcro. Este ritual se combina con el acceso, eternamente presente en la tradición chamánica, al mundo onírico. Hay varios ejemplos de esta costumbre en los cuentos y leyendas celtas. Uno de ellos es la leyenda del sepulcro de Taliesin ubicado en Dovey, Gales. Cuenta la tradición que quien duerma sobre esta tumba despertará convertido en poeta... o bien despierta loco. Esta locura es el precio que se paga por un viaje imprudente al Otro Mundo y de ella se puede hablar más extensamente. El propio Imbas Forosnai, en las ocasiones importantes, se realizaba junto a la tumba de un rey o de un gran druida cuando lo que se pretendía era recibir alguna señal que permitiera identificar a un elegido para la realeza.

El ayuno


El ayuno es otra técnica chamánica conocida para alcanzar estados de trance. Los expertos en yoga comentan que ayunar es uno de las técnicas más antiguas conocidas para reacondicionar, purificar y curar el cuerpo. El doctor Lorenzo Maceiras indica respecto al ayuno: "Es uno de los caminos más rápidos, antiguos, probados e infalibles para incrementar los poderes psíquicos" El ayuno ha sido práctica común a todos los chamanismos y sigue siéndolo, tanto para que el chamán alcance estados de trance, como para practicar ciertos ritos o en otras circunstancias muy especiales. Hoy día se sigue utilizando el ayuno para llegar a cierta exaltación del espíritu.
Un uso actual y tradicional del ayuno en el ámbito chamánico es la purificación. Esto se hace en diversas circunstancias: la preparación a los ritos iniciatorios chamánicos, la toma de plantas sagradas o la búsqueda del neófito para convertirse en chamán. Los Naguales practicaban este tipo de práctica antes de la ingesta de peyote. Esto tiene dos motivaciones: por una parte, la purificación del cuerpo para recibir el espíritu maestro de la planta y por otra parte, potenciar los efectos psicotrópicos y alucinógenos de la misma, al ingerirlos en ayunas. En las Antillas, los chamanes llegaban al trance mediante una combinación de ayuno, ingestión de tabaco, vómitos y aspiración de polvo alucinógeno. Los chamanes caribes lo realizaban durante su instrucción de varios años de duración, en los cuales tienen que pasar periodos de retiro en los que guardan ayunos . En los rituales extáticos y mistéricos más conocidos, los Misterios de Eleusis, en Atenas, también se practicaba esta abstinencia como parte de la purificación necesaria para recibir los misterios, en este caso durante los Misterios Menores.
En las iniciaciones chamánicas la práctica del ayuno era frecuente, ya que la privación de alimentos prolongada conduce a un estado de abandono y de acercamiento a la muerte que conduce al estado de
trance necesario. Los indios Sioux, por poner un ejemplo de las múltiples tribus de América del Norte que lo realizaban, lo llevaban a cabo durante la búsqueda espiritual del neófito pero también durante algunos rituales, como la Danza del Sol, en las que conjugaban la mortificación física, mediante auto-tortura por penetraciones e su cuerpo, con el ayuno, las danzas, o las temperaturas extremas.

En el mundo celta, no es extraña esta técnica, hasta tal punto que trasciende el uso ritual y espiritual para convertirse en un medio de justicia social. La Ley de Brehon comenta dos nombres para el ayuno: el "troscad" y el "cealacha". Troscad se entiende como "ayunando contra otra persona" y el cealacha como "alcanzando la justicia por el hambre". El Troscad estaba abierto a cualquier miembro de la sociedad celta, por lo que cualquiera (druidas, guerreros, campesinos, hombres y mujeres) podían ejecutarlo. De hecho, el Troscad era uno de los medios más eficaces que alguien de una posición social más baja podía utilizar para solicitar justicia contra alguien de una posición social más alta. Muchos ven un origen común indo-ario entre el Troscad y la costumbre india del prayopavesana (que significa "esperando a la muerte") descrita en las fuentes védicas hindúes y concluyen en que para el antiguo mundo pagano, la práctica de la privación de alimentos estaba sustentada por fuerzas sobrenaturales, como lo es en el caso de la costumbre oriental. La ejecución del Troscad se llevaba a cabo mediante la notificación del reclamante sobre su propósito a aquél al que reclamaba justicia para después sentarse frente a su puerta y permanecer sin comer hasta que se resolviera el tema.
Un ejemplo de la naturaleza sobrenatural de este rito se puede rastrear buscando en los principios del primer cristanismo celta pues se efectuaba de igual manera este ayuno, llamado en este caso Aíne Frithaire, y se ejecutaba "contra Dios". Así, los sacerdotes cristianos efectuaban el ayuno para solicitar el favor de su dios.

Se debe hacer una mención respecto al tema iniciatorio en la tradición druídica. Se atribuyen a las ceremonias iniciatorias druídicas elementos de los mencionados anteriormente, como el ayuno o la privación sensorial, asi como otros elementos chamánicos, como la muerte ritual. Autores como Robert Hamway mencinonan ritos iniciatorios, como el ritual a Bardo, en el que comenta que el postulante era conducido al Bosque de los Carnutos, en el que permanecería siete días y siete noches sin alimento y sin contacto humano y bebiendo una poción realizada con hidromiel y muérdago. Pedro Palau Pons menciona que el aspirante a druida, tras varios ritos previos, era conducido hasta un árbol sagrado e introducido en un saco (o pellejo de animal). Era sellado dentro de él y colgado boca debajo de una de las ramas del árbol, donde permanecía toda la noche colgado. Tras permanecer durante un tiempo indeterminado suspendido de esta manera, se abriría el saco con una hoz y el aspirante renacería como "hijo del árbol", debido a la semejanza entre salir del fardo y salir del útero materno. Sin embargo, no podemos asegurar la veracidad de dichos ritos, pues estas ceremonias no proceden de textos certificables como históricamente reales, y es que no conocemos de primera mano prácticamente ninguna ceremonia druídica y las pocas referencias hitóricas a ritos reales de los druidas proceden del mundo romano y griego y posteriormente del cristiano, entre las que no se encuentran los mencionados ritos iniciatorios.

El uso de tambores y música

Volviendo al examen de los elementos de trance, el uso de la música, y en particular de los tambores, es ampliamente conocido en el mundo chamánico. El tambor es una de la herramientas por antonomasia de los chamanes. Con él, el chamán accede al trance necesario para acceder a otros mundos. Típicamente, es el sonido del tambor el método más común que ayuda al chamán a entrar en los estados alterados de conciencia.
 A nivel científico, sabemos que existen cuatro tipo de frecuencias de nuestras ondas cerebrales: delta, theta, alfa y beta. Las más bajas son las ondas delta, por debajo de los 4 Hz, que está asociada a los estados de sueño profundo e inconsciencia. Las ondas de ciclos comprendidos entres os 4 y 8 Hz son denominadas theta, y asociadas a los estados de ensueño, sueño lúcido, e imágenes hipnológicas, así como a la creatividad y los estados de éxtasis. Las ondas alfa, de los 8 a los 13 Hz de ciclo, están asociadas a estados de relajación y bienestar mientras que las ondas más altas, las situadas por encima de los 13 Hz de ciclo, denominadas beta, están asociadas al estado de vigila y de atención activa en el mundo exterior, así como de miedo, tensión o ansiedad. Está científicamente demostrado que escuchar el ritmo monótono de los tambores facilita la producción de ondas cerebrales de rangos alfa y theta. Muchos americanos nativos se refieren al sonido del tambor como a "el latido de la tierra". En este aspecto, es de destacar que la frecuencia de la resonancia electromagnética de la tierra, que ha sido medida en 7,5 ciclos por segundo, resulta equivalente a las ondas cerebrales theta. Parece que el sonido del tambor permite a los chamanes alinear sus ondas cerebrales con el latido de la tierra. Para propiciar un estado mental que ayude a realizar el viaje chamánico, es necesario escuchar un sonido rítmico de 205 a 220 golpes por minuto. Este ritmo induce al cerebro a producir ondas cerebrales lentas, de entre 7 a 4 ciclos por segundo, o menos.
Los chamanes describen el sonido del tambor como "la voz de los espíritus". Mitológicamente, el chamán realiza la caja del tambor con un trozo del Árbol de la Vida, del Axis Mundi, proporcionado por sus guías. Así pues, cada vez que el chamán toca el tambor, accede al Eje del Mundo. Posteriormente, el chamán anima el espíritu del tambor y entablando una relación personal con el hombre-medicina que es su dueño.


Mircea Eliade describe así la relación chamán-tambor:
"Todas las imágenes de los tambores están dominadas por el simbolismo del viaje extático, esto es, por los viajes que suponen una ruptura de nivel y, por tanto, un "Centro del Mundo". El redoble inicial de la sesión, destinado a evocar los espíritus "encerrarlos" en el tambor del chaman, constituye el momento preliminar del viaje extático. Por este motivo se dice que el tambor es el "caballo del chamán". …La idea del viaje extático se encuentra también el nombre que dan a su tambor los chamanes de los Yurak de la tundra: arco o arco cantante. Según Lehtisalo y Harva, el tambor chamánico servía originariamente para echar a los malos espíritus, cosa que se podía hacer también valiéndose de un arco. Es totalmente exacto que el tambor se utiliza a veces para expulsar los malos espíritus, pero en semejantes casos su empleo particular se ha olvidado y se acude a la "magia del ruido" con la que se expulsa a los demonios. Tales ejemplos de modificación de función son bastante frecuentes en la historia de las religiones. Pero no creemos que la función originaria del tambor haya sido la de expulsar espíritus. El tambor chamánico se distingue precisamente de los demás instrumentos de la "magia del ruido", porque hace posible una experiencia extática. Que ésta, en sus orígenes, fueron preparada por el encanto de los sonidos del tambor, encanto que era valorado como "voz de los espíritus", o que se haya llegado a una experiencia extática después de la extrema concentración suscitada por un redoble prolongado, es un problema que no afrontamos de momento. Pero hay un hecho cierto; es la magia musical la que ha decidido la función chamánica del tambor, y no la antidemoníaca magia del ruido."

Entre los celtas, el bodhram es uno de los instrumentos más importantes en la música tradicional irlandesa y escocesa. Este instrumento se menciona desde un principio en la tradición de los países de habla céltica. Se cree que este tambor, el bodhram, era uno de los instrumentos esenciales para las ceremonias druídicas.
El bodhram es un pandero redondo, realizado en piel de cerdo u oveja, y para su percusión se utiliza el stick, que es una pequeña baqueta de doble cabeza. Este trance mediante percusión era llevado al campo de batalla. Cuando los celtas acudían a la guerra, lo hacían desnudos y profiriendo alaridos. Cuentan las descripciones históricas la presencia de mujeres que en la guerra precedían a los hombres en la lucha (habitualmente calificadas como bandruid),desnudas, gritando y aullando, haciendo sonar diversos instrumentos e insultando al enemigo con palabras hirientes (lo que nos hace recordar el Glam Dicín (encantaciones en forma de maldición), empuñando teas e imitando a la diosa guerrera Morrigan. Los hombres golpeaban sus escudos rítmicamente.
Otro instrumento utilizado en dichas acciones bélicas, además de la propia percusión, es el carnyx, que ayudaría con su sonido estridente a alcanzar el estado extático bélico adecuado. El Carnyx era una trompeta céltica larga hecha del bronce batido y se sostenía verticalmente de modo que el sonido viajaba a más de tres metros de altura sobre la tierra. Es conocido en gran parte de Europa y representado comunamente, como por ejemplo en el caldero Gundestrup, donde hay imágenes de tres carnyces que son tocados simultáneamente. El extremo del instrumento tiene la forma de cabeza de jabalí salvaje. El uso sacramental del carnyx podemos hallarlo en Deskford, donde entre otras ofrendas realizadas en hoyos votivos, podemos encontrar un carnyx; el modo de ofrendarlo debió ser toda una ceremonia, ya que antes de ser ofrecido a los dioses, fue "sacrificado", desmontándolo, y solamente la cabeza fue puesta en el pantano.

Carnyx - Detalle del caldero Gundestrup
El uso mágico de la música no solo se limitaba a la percusión, pues la música formaba una parte sustancial de la cultura celta. No en vano, un druida comenzaba su formación como bardo y la subsistencia del druidismo se realizó durante muchos siglos en la figura de los Filidh. En realidad, la música celta es compleja y sus pluralidad varía desde ritmos que evocan la guerra a otros que nos recuerdan el mundo oriental, conectando una vez más con un posible origen común indo-europeo. Algunos de las canciones celtas tienes una estructura común y un sonido similar a las ragas hindúes, donde se conjuga una percusión constante con variantes líricas. Respecto a los Ragas, se dice que es el mismo Brahma quien los transmite y son considerados como códigos de acceso a los diferentes estados del ser. Por ejemplo cierto raga solo se puede tocar o cantar en la mañana, inspirando el estado de animo y favoreciendo la actitud que corresponde a esta hora del día. Otro se utiliza siempre que hay una iniciacion, también los hay para el anochecer, preparando para el descanso y la meditación. También hay relación entre cada nota y los chakras.

El uso de vapores
 

Otra técnica chamánica es el uso de vapores y calor extremo como método de trance. Los baños de vapor han sido utilizados por muchas culturas; por ejemplo los escandinavos, turcos, africanos, hindúes; donde se cubrían con plantas y se exponían al sol durante largo tiempo para sudar. El método chamánico más conocido es el Temazcal. Éste es un baño prehispánico que se generalizó entre las culturas de meso América y cuyos restos más antiguos se hallan en las zonas arqueológicas de Palenque en México y Piedras Negras en Guatemala, aunque sus orígenes podrían ser más remotos: hoy en día se conocen y utilizan estructuras provisionales hechas con varas y hojas, o pieles o mantas. Su uso a través de la historia ha sido tanto terapéutico como ritual y ceremonial y su práctica sobrevive en la actualidad gracias a la tradición oral de las distintas comunidades indígenas de México.
Su nombre de raíz nahua significa casa de vapor. Técnicamente el temazcal sigue el mismo principio que otros baños de sudor: es una estructura cerrada de pequeñas dimensiones en la cuál se introducen piedras porosas previamente calentadas al rojo vivo. Sin embargo un primer elemento resalta para darle identidad propia al baño mexicano: en él, no se vierte agua sobre las piedras para producir el vapor sino una infusión de plantas medicinales. El vapor es manejado, dirigido y aprovechado gracias a la utilización de un ramo frondoso de plantas frescas con el que se abanica.

El mundo celta es famoso por sus baños de vapor. Su nombres es Tigh´n alluis o "casa de sudar". Hay restos de este tipo de estructuras en Inishmurray, en Donegal y algunas otras en el norte de Irlanda. Son pequeñas construcciones de piedra, de aproximadamente metro y medio por dos metros. En su interior se encendía un fuego hasta calentarlo como un horno y era en el momento en el que se alcanzaba un gran calor cuando se retiraba el fuego, se introducía al paciente, se le envolvía en una sábana y se cerraba la puerta. Permanecía en el interior y al salir, era introducido en agua fría y el paciente era invitado a realizar dercad (que se traduce como meditación). Se presupone este tipo de actos como religiosos, además de curativos. En ocasiones, se usaban también diferentes hierbas en conjunción con el Tigh´n alluis.

El uso de psicotrópicos


Por último, podemos mencionar el uso de psicotrópicos. En la galia se usaba el Beleño y la Belladona. Los druidas usaban una variedad de Beleño conocida como belinuncia o el eléboro negro. Generalmente eran utilizadas en uso ritual para bendecir el ganado y protegerlo de conjuros que pudieran dañarle. Un dato respecto al nombre de Beleño, que muchos le dan como declinanación de origen Belenus o Bel, el dios solar y de fuego celta. Hay quien lleva esta características al origen de palabras vascas, entre Belar (hierva) y beltz (negro) con Bel y el Beleño y su relación con Lugh, reafirmándola con la palabra Bele (cuervo en euskera) y el animal totémico de Lugh. Exite también una relación entre el uso que le daban los druidas al Beleño y la Noche de Beltaine (los fuegos de Bel), ya que en ambas se bendice al ganado contra malas influencias.
No es el único psicotrópico utilizado por los celtas, ya que Amiano Marcelino comenta que fabricaban otro tipo de bebidas con virtudes semejantes al vino, con Datura o Belladona. Otro psicotrópico utilizado por los celtas fue el Cannabis o Cáñamo. La costumbre proviene de los pueblos escitas, que la pasaron a los celtas. Los escitas lo utilizaban en baños de vapor, arrojando semillas (aunque se cree que sería o bien hachís o bien el fruto, el cogollo de la planta del cannabis). De hecho, el cannabis llega a Europa a través del Norte y los romanos y los griegos lo adquirían a través de los celtas, desde el siglo VII a.d.C. Uno de los usos que le daban, era recreativo, fumada en pipas. En Irlanda y Escocia se encuentran en monumentos funerarios pipas utilizadas con tal fin. Arqueólogos irlandeses comentan: "En Irlanda, el hábito de fumar es mucho anterior a la introducción del tabaco en Europa. En nuestros túmulos irlandeses, monumentos sepulcrales de la más remota antigüedad, es frecuente encontrar pipas de bronce. Es muy presumible que los autores de estas pipas fueran los artistas, fumadores de cáñamo, que dieron vida al fabuloso arte celtico-escita. El hecho de que las pipas se encuentren por lo general en las tumbas indica que también los antiguos irlandeses observaban la costumbre, común entre los escitas y los "Mound Builders" o constructores de montículos americanos, de dejar al difunto los efectos personales para gozar de ellos en el más allá".


Estos son, algunos de los métodos utilizados por los celtas para alcanzar el estado de éxtasis o trance necesario para acceder a Otros Mundos. Probablemente existen otro métodos; por ejemplo, hay otras
sustancias más poderosas, los enteógenos, que llevan a unión mística, pero requerirían un estudio mucho más profundo.

Fuentes:

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Según Platón, el conocimiento es un subconjunto de lo que forma parte a la vez de la verdad y de la creencia.
Integral Philosopher Michel Bauwens "Vision"