viernes, 3 de octubre de 2008

La visión integral de Ken Wilber.

“En lugar de una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer
efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala cuna
de abundancia pasivamente recibida. En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y
preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuento de todo, verdad
revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente si han existido.”


Elogio de la dificultad, Estanislao Zuleta


El Modelo Integral (AQAl: All Quadrants, All Levels ...) propuesto inicialmente por Ken Wilber supone una transformación en el modo que representamos la realidad. Constituye en sí un cambio epistemológico de amplio alcance, cuyo objetivo primordial es la integración de perspectivas en un sistema de conocimiento coherente y comprensivo. Más allá de las dicotomías propuestas por el pensamiento cientificista moderno, el Modelo Integral propone la integración de saberes, aceptando que la realidad a la que ellos refieren es, a final de cuentas, la misma. De este modo, el Modelo AQAL, presupone que aceptamos y comprendemos la compleja constitución de nuestra realidad, así como la posibilidad de acercarnos a dicha complejidad en pos de un conocimiento más abarcativo sobre los procesos que le dan forma y contenido. Pensar desde el Paradigma Integral requiere asumir que existen 5 aspectos constitutivos del gran mapa de la realidad: Cuadrantes, Niveles, Lineas, Estados y Tipos. Cada uno de estos aspectos de la realidad y su dinamismo intrínseco formaran parte de lo que llamaremos un mapa comprensivo de las capacidades humanas. El Modelo AQAL exigirá que abordemos la tarea de comprender los fenómenos de la realidad teniendo en consideración que para hacerlo tendremos que evitar reducir nuestro estudio a un solo aspecto de la gran trama propuesta.


Los tres ojos del conocimiento.

Lo que intento en este breve comentario es revisar el modelo de "Los tres ojos del conocimiento" de Ken Wilber. Este modelo forma parte del Modelo AQAL (All Quadrants, All Levels, All lines...), justamente en uno de los aspectos más importantes del mismo: los niveles de conocimiento disponibles para la experiencia humana.

Desde John Locke hasta nuestros días, la experiencia humana ha sido homologada a la recepción de información proveniente de nuestro medio a través de nuestros sentidos. El Empirismo (o Sensualismo) supone que todo conocimiento válido provendrá de la experiencia directa que tiene el observador (sujeto) en relación a aquello que observa (objeto), en tanto que estando ambos separados, aquél puede acceder directamente a las características fundamentales (materiales, observables) de éste, sin que medie la superstición ni sus prejuicios en el ejercicio del conocer. La separación sujeto-objeto asumida por la tesis del Realismo aboga por un acercamiento observacional, sensualista, que se limite a describir lo observado, y no a elucidar explicaciones provenientes de la "fantasía" del observador.
El mundo material, compuesto por objetos separados entre sí y, así mismo, del sujeto que los observa, constituiría, de acuerdo a esta corriente principal del pensamiento moderno, la única fuente válida de información sobre la realidad. Aquello que es aprehensible por medio de nuestros sentidos es real, mientras que las ideas, el alma, el espíritu y otras entidades abstractas, inobservables, carecerían de dicha propiedad.
Si nos damos cuenta, este es el modo en que la ciencia moderna ha operado desde que Kepler y Galileo fundaron el método propio de la disciplina. El método experimental, sustentado en el conocimiento vía experienciar los fenómenos que se despliegan en la realidad física, ha sido la quintaesencia del desarrollo de la producción de conocimientos de Occidente (y desde hace ya bastante tiempo, del Oriente occidentalizado). Wilber desarrollará en su excelente libro "Ciencia y Religión: El matrimonnio entre el alma y los sentidos" de 1998 su crítica a este modelo de experiencia, afirmando que su gran debilidad (y profundo error) tiene que ver con que colapsa todo el potencial de la experiencia humana a un solo nivel de conocimiento (el sensoriofísico), obviando el hecho de que diversas tradiciones tanto orientales como occidentales, tanto filosófico-epistemológicas como místico-religiosas, han dado cuenta en su praxis de niveles de experiencia distintos al material; a saber, los niveles mental y espiritual de la conciencia humana.
De este modo, el nivel sensoriofísico, integrado al mental y el espiritual, daría paso, según Wilber, a un modelo más comprensivo de la experiencia humana. Sin reducir toda la experiencia a la sola aprehensión sensorial, el hombre tiene ante sí un abanico de posibilidades enorme en cuanto a las dimensiones de la realidad a las que puede acceder. Esta idea, que supone estar de acuerdo con la premisa de que existen realidades más allá de la sensoriofísica (se pueden revisar los argumentos en pro de esta premisa en el libro recién citado), ha sido sintetizada por Wilber en su modelo de los "Tres ojos del conocimiento".
Estos Tres Ojos se corresponden con cada nivel de experiencia:

1- El ojo de la carne, con el nivel sensoriofísico;
2- El ojo de la mente, con el nivel mental; y
3- El ojo del espíritu o contemplativo, con el nivel espiritual.

Dice al respecto Wilber:

"Así pues, de la misma manera que existe un empirismo sensorial (del mundo sensoriomotor), también existe un empirismo mental (que incluye la lógica, las matemáticas, la semiótica, la fenomenología y la hermenéutica) y un empirismo espiritual (que incluye las experiencias místicas y las experiencias espirituales).
Dicho en otras palabras, existe una evidencia que puede verse con el ojo del la carne (los rasgos intrínsecos del mundo sensoriomotor), una evidencia que puede verse con el ojo de la mente (las matemáticas, la lógica y la interpretación simbólica) y una evidencia que puede verse con el ojo de la contemplación (es decir, satori, nirvikalpa, samadhi, gnosis)".

De este modo, existirían dos grandes concepciones de empirismo: Por un lado, el empirismo estricto, que se corresponde con el modelo cientificista tradicional; y por otro lado, un empirismo amplio o profundo, que incluye los tres ámbitos del conocimiento (los tres ojos). El Modelo AQAL, según es practicado por los miembros asociados del Integral Institute, asume este segundo tipo de empirismo, haciendo lo posible por observar (en el sentido amplio del término) los fenómenos de su interés sin dejar fuera ninguno de estos tres niveles de experiencia. De este modo, por ejemplo, la práctica de la Psicoterapia Integral supondrá que el terapeuta intentará acceder a su paciente entendiéndolo como un ser no sólo físico (dominio de la psiquiatría y el conductismo ortodoxo), sino también mental (psicoanáloisis, terapia humanista, gestalt, etc.) y espiritual (corrientes transpersonales).



El sistema propuesto por Ken Wilber presenta las siguientes características:

Es integral, pero no es ecléctico. Wilber va entresacando los hilos de diversos campos del saber y los va entretejiendo en una urdimbre que presenta una coherencia y, por decirlo así, una tersura elegante. El tejido se nutre de aportaciones de la física, la biología, la medicina, la neurofisiología, la bioquímica, las teorías sistémicas, la teoría del caos, el arte, la poesía, la estética, la Psicología evolutiva, el psicoanálisis (desde Freud hasta Lacan), los teóricos de la gran cadena del ser y del conocimiento (desde Aristóteles, Platón y Plotino en Occidente hasta Shankara, Lao Tsé y Nagarjuna en Oriente), los filósofos modernistas (desde Descartes y Locke hasta Kant), los filósofos idealistas (desde Schelling hasta Hegel) los posmodernistas (desde Focault y Derrida hasta Taylor y Habermas), los grandes movimientos hermenéuticos (desde Dilthey hasta Heidegger y Gadamer), los pensadores de los sistemas sociales (desde Comte y Marx hasta Parsons y Luhmann).

Es integral porque es integrador, inclusivo y equilibrado. ¿Cómo se realiza esta integración, inclusividad y equilibrio? Jack Crittenden nos muestra el método de Wilber:

* A partir de tener a la vista un variado número de temas, habrá que ubicar el nivel de abstracción en que las variopintas posturas e ideas coinciden entre sí. Para llegar al nivel adecuado de abstracción se emprende la búsqueda correcta e ir de una parcela específica a un campo y de ahí al bosque.
Entonces Wilber recurre a los diversos saberes (tradicionales, modernos y posmodernos) para encontrar en esa maraña discursiva, el hilo conector que dará luz a una verdad esencial. El producto de este primer paso es la construcción de las generalizaciones orientadoras.
s integral porque es integrador, inclusivo y equilibrado. ¿Cómo se realiza esta integración, inclusividad y equilibrio? Jack Crittenden nos muestra el método de Wilber:

* El segundo paso consiste en el entretejido de dichas orientaciones generalizadoras formando entonces una cadena de conocimiento. No se trata de un burdo ensamblaje de las piezas (Mary Shelley dixit) sino un fino trabajo de orfebrería. La guía clave de este paso estriba en dar respuesta a la pregunta: “¿Cuál es el sistema que podría incorporar, de manera coherente, el mayor número de estas verdades?”

* El último tramo del proceso consiste el desarrollo de una nueva modalidad de teoría crítica en donde la crítica se avoca en rastrear la parcialidad de las diferentes teorías pero se extrae la imparcialidad de los sistemas teóricos. Es un filtro fenomenológico del conocimiento que deja correr las arenas y piedras estrechas pero abraza los metales preciosos, en suma, se trata de captar e incorporar las verdades más trascendentes en un sistema de pensamiento integrador, inclusivo y equilibrado.
Fuentes:
REVISTA CIENTÍFICA ELECTRÓNICA DE PSICOLOGÍA

Descargar el articulo completo:


La visión integral de Ken Wilber

Ken Wilber explicita la visión integral en "El ojo del Espíritu" (1997) aunque toda su obra prefigura esta modalidad. En obras como "Sexo, ecología y espiritualidad" (1996), "Breve historia de todas las cosas" (1997) , "Una teoría de todo" (2000) y fundamentalmente en "Una visión integral de la Psicología" (2000) expone el concepto de integral (omnicuadrante y omninivel) también conocido en inglés como AQAL.

Para acceder a una visión integral se necesita reconsiderar las verdades parciales de la premodernidad (todos los niveles), de la modernidad (todos los cuadrantes) y de la posmodernidad (la visión del mundo no está predeterminada sino que sigue pautas evolutivas), integración que permitirá una visión auténticamente integral.

Ken Wilber señala tres olas por las que ha pasado el movimiento del potencial humano:

* La primera ola se centró en las experiencias cumbre y los talleres de fin de semana.
* En la seguna ola la gente se comprometía con prácticas de varios años (zazen, yoga y diferentes psicoterapias), pero estas prácticas se centraban en una determinada capacidad.
* La tercera ola se acaba de iniciar y se basa en la práctica transformadora integral (PTI) en donde la intención es trabajar cada uno de los cuadrantes y niveles para un desarrollo integral del ser humano con las tecnologías adecuadas para cada una.

Es en el proceso que va de la segunda a la tercera ola del MPH donde Wilber genera un sisma dentro de la psicología transpersonal y se separa de ésta, criticando el romanticismo de sus líderes y el habitual sesgo new age de sus prácticas. Es así que funda un movimiento llamado INTEGRAL, el cual recientemente cuenta con un instituto de formación para sus seguidores (Integral Institute).

La visión integral permitiría descubrir aspectos que antes no se vislumbraban, de manera que se podría decir que se trata de un mundo nuevo. Pero ese nuevo mundo a percibir no es dado de antemano, más bien es co-creado por la nueva profundidad del "nivel de conciencia" alcanzado por cada sujeto. En cada nueva dinámica de conciencia, ese nuevo mundo incluye también nuevas modalidades de identidad, de necesidades y de actitudes morales, entre otras cosas. De esta forma, el mundo no se considera un reflejo mental sino como una interpretación efectuada desde el nivel de ser alcanzado.

Integrando recientemente el modelo Spiral Dynamics, Wilber describe retomando a Graves, un "centro de gravedad" social alrededor del cual se tejen las concepciones éticas, legales, religiosas, institucionales, que aportan cohesión e integración a determinada cultura. Según la Dinámica Espiral, este centro gravitatorio atraería a cada sujeto que nace en su seno asegurando su acceso a ese nivel promedio. Pero a su vez, esa misma fuerza gravitatoria le dificulta el ascenso más allá del mismo, ya que dicho sujeto no se percata de lo condicionado que está por la "visión de mundo" (vMeme) de la cultura en que nació.

El abordaje integral intenta superar la parcialidad de las visiones humanas y contribuye a un proceso cuyas facetas se potencian, originando una sinergia que conduce a un desarrollo más armónico. Una visión integral, para cada sujeto, sólo podría alcanzarse si es llevada a la práctica, para ello Ken Wilber siempre ha subrayado la importancia de asumir una práctica transformativa integral que contemple simultáneamente - dentro de lo razonable y de nuestras facetas que más requieren atención - a los cuatro cuadrantes, los diversos niveles y las distintas líneas y tipos. Todo este trabajo contribuiría a la transformación interior, principal objetivo de una teoría que desea ser una base para la acción. Indudablemente, la parte fundamental para tal transformación es el compromiso con una práctica meditativa, como por ejemplo la práctica del zazen o del yoga integral (Aurobindo). Este debe ser el núcleo de la práctica integral ya que de nada servirá un buen mapa que no incluya la transformación del cartógrafo.




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