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lunes, 27 de octubre de 2008

El espectro de la conciencia

Ken Wilber es uno de los principales teóricos de la Psicología Transpersonal. Destacándose por su lúcido intento de sintetizar las disciplinas modernas de la psicología occidental, las principales corrientes de la filosofía y las grandes tradiciones espirituales del mundo. Estudioso como pocos, investigó las escuelas psicológicas más importantes llegando a la conclusión de que Freud, Jung, James, Perls, Maslow, Assagioli no se contradicen sino que abordan diferentes niveles del "espectro de la conciencia". Wilber piensa la conciencia como un espectro formado por múltiples niveles, como las capas de una cebolla. Algunas corrientes se detienen a trabajar en un nivel, otras en otros. De ahí que no se contradigan sino que se complementen. Muy interesado también en la sabiduría oriental y en ciertos teólogos occidentales, logra presentar una integración cautivante en su primera obra "El espectro de la Conciencia".

El espectro de la conciencia: Un modelo que incluye la espiritualidad

Hasta la aparición de "El Espectro de la Conciencia" no existía un modelo psicológico que, no solo se apoyara en los conocimientos aportados por la comunidad científica occidental, así como, en los obtenidos a partir de las grandes tradiciones espirituales, sino que, además, encarara de una forma convincente y prometedora las difíciles contradicciones que parecían surgir en el intento.
La espiritualidad, aunque no es una disciplina exclusivamente oriental, ha sido siempre el motivo central de los estudios orientales acerca de la conciencia, constituyendo también su propia fuente inspiradora. De hecho, Ken Wilber, en este libro, usa como referente básico de la espiritualidad los enfoques orientales del estudio de la conciencia, pero sin limitarse, por ello, únicamente a los mismos. Sin embargo, salvo muchas e importantes excepciones, el consenso general de la comunidad científica occidental ha calificado a la mente oriental, y al misticismo en general y sus manifestaciones - de regresiva, primitiva, o en el mejor de los casos, débil. Según psicoanalistas como Franz Alexander:
"Similitudes entre las regresiones esquizofrénicas y la práctica del Yoga y el Zen, indican la tendencia general de las culturas orientales a retraerse hacia el interior de uno mismo, ante una realidad social y física abrumadoramente difícil".
(El famoso psicoanalista Franz Alexander, conocido como uno de los fundadores de la medicina psicosomática, escribió un artículo en el cual la meditación budista es descrita en términos psicopatológicos y aludida como “catatonia artificial”.)

La dificultad se agrava todavía más cuando, a su vez, el filósofo oriental acusa al materialismo científico occidental de ser la forma más basta de ilusión, ignorancia y carencia espiritual, llegando incluso a ridiculizar el intento de establecer un ego sano por parte de la psicología occidental, teniendo en cuenta que cualquier forma de ego es causa de sufrimiento desde el punto de vista oriental. Pero como señala Wilber:
Aunque desde su nivel de conciencia tengan razón, incluso desde el punto de vista hindú, la vida es un ciclo de involución y evolución del yo absoluto, y se reconoce que, la mayoría de nosotros viviremos como un jivatman, o ego aislado (aunque ilusorio), enfrentado a un universo desconocido. Es precisamente en dichos casos en los que las psicoterapias occidentales pueden ofrecer una liberación por lo menos parcial del sufrimiento que supone el hecho de vivir como jivatman y no hay razón para no utilizarlas en dichos casos.
Posteriormente, agrega que:
La inmensa mayoría de la gente, especialmente en la sociedad occidental, no está preparada, dispuesta o capacitada para seguir una experiencia mística, ni es conveniente empujarla a dicha aventura.
La Tesis que Wilber expone en su primer trabajo consiste en considerar a la conciencia, en un sentido estrictamente metafórico, como un espectro formado por distintos niveles, al igual que la radiación electromagnética constituye una gama de ondas de distinta longitud, frecuencia y energía, tal como puede comprobarse, por ejemplo, al observar el arco iris. Así, en el caso de que distintos abordajes de la conciencia utilicen diferentes hipótesis de trabajo, instrumentos, y medios, es muy probable que acaben conectando con distintos niveles del espectro, como ocurriría, sí diversos investigadores de la radiación usaran distintos técnicas experimentales en sus estudios respectivos, llegando a resultados diferentes. Actualmente, esto último no representaría ningún problema para los científicos, ya que serían conscientes de estar tratando con el mismo fenómeno físico, pero desde ángulos diferentes.
Concretamente, en lo que concierne a la espiritualidad, este modelo permite aprovechar su profundo valor psicológico en armonía con los conocimientos aportados por los enfoques considerados como ortodoxos.
De forma genérica, Ken Wilber concluye que, si bien los enfoques orientales intentan trascender el sueño del yo, los occidentales tratan de repararlo para evitar que el sueño se convierta en una pesadilla. Añade que, éstos últimos pueden ser utilizados como preparación preliminar y ayuda complementaria, ya que todo método encaminado a producir relajación y reducción de tensión favorece la experiencia mística, citando ejemplos como el de Suzuki en el San Francisco Zen Center, donde se patrocinaban seminarios de conciencia sensorial.

El conocimiento espiritual
En principio, parece natural advertir que en todo proceso de conocimiento es imprescindible la presencia de un sujeto conocedor frente a un objeto que represente lo conocido. Esto, a su vez, implica que el sujeto permanece ajeno a lo conocido, ya que, en tanto que observador, no puede formar parte de lo que va a ser observado. Además, en el caso de que quisiéramos conocer al observador, no habría más remedio que convertirlo, dentro de lo posible, en un objeto de conocimiento, para lo cual, se requiere, entre otras cosas, un segundo sujeto capaz de poder observarlo. (Para ver como sucede esto último, ir a la parte dedicada a la forma del desarrollo de la sección de psicología).
Por lo que se ve, estamos atrapados en un círculo vicioso sin solución, ya que, esencialmente, nos encontramos otra vez en la misma situación y ante el mismo problema; a saber, un nuevo observador separado de aquello que observa. Esto, es lo que se conoce como el dualismo sujeto-objeto, o en términos más técnicos, el dualismo epistemológico, del que básicamente se desprenden el resto de dualismos, algunos de los cuales, son analizados por Wilber en el capítulo titulado Dos modos de saber, en donde dice:
No obstante, es curioso que este tipo de conocimiento dualista según el cual el universo se divide en sujeto y objeto (así como verdad y mentira, bueno y malo, etcétera) constituya la base fundamental de la filosofía, la teología y la ciencia en occidente.
Sin embargo, Ken Wilber, también nos recuerda que ha existido un consenso filosófico de alcance universal denominado Filosofía Perenne afirmando que es posible experimentar una forma de conocimiento que está libre de dualismos, un modo de saber no dual, el cual constituye el auténtico conocimiento espiritual.


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El primer libro de Wilber se llamó "The Spectrum of Consciousness" (El Espectro de la Consciencia) y trató sobre el desarrollo psicológico (o mejor: psico-espiritual) del individuo. La primera parte de este "espectro" ofrece una síntesis de estadios de evolución acordes con las escuelas occidentales de psicología, las de Piaget, las escuelas de psicología profunda de Jung, Freud y otros, las escuelas humanísticas/transpersonales de Maslow y Grof y finalmente las escuelas del comportamiento y cognitivas. El resultado es una síntesis del desarrollo del ser humano desde su nacimiento, a través de la niñez y hasta la racionalidad básica de la edad adulta.

Este modelo de estadios es instrumental para entender como las distintas contradicciones en los modelos teóricos de los diferentes psicólogos actualmente tienen sentido y pueden ser considerados complementarios (antes que contrarios). Pero es en la segunda parte del libro donde el espectro de estados de consciencia es más innovador. De hecho, su mapa no se para en el nivel racional, que abarca los logros de nuestra cultura occidental, sino que mira a un desarrollo posterior de la psique a través de varios estados transracionales y transpersonales, que se describen mejor en los textos sobre yoga y meditación transcendental del Oriente (principalmente Budismo e Hinduismo). Lejos de la compleja mezcla de creencias mágicas y míticas que constituyen la mayoría de las religiones populares y que dan forma a los sistemas "pre-racionales" de creencias y maneras de pensar y concebir el mundo, Wilber desenreda el núcleo "trans"-racional de las psicotecnologías de la atención y la consciencia (las prácticas contemplativas y meditativas) y lo que revelan acerca del desarrollo de la psique humana. En efecto, entonces se obtiene un estadio modelo de las fases transracionales y como se ajustan a las distintas tradiciones espirituales. El libro contribuye a co-crear e inspirar el nuevo campo de la psicología transpersonal, el dominio donde el nombre de Wilber es más familiar. Este libro, que por sí solo sintetiza y racionaliza el conjunto de los conocimientos psicológicos y espirituales y establece los perfiles básicos de una "ciencia" de lo espiritual (definido en este contexto como crecimiento dentro de los estadios transpersonales), sería suficiente para inscribir el nombre de Wilber en el panteón de los grandes pensadores del siglo, revelando una nueva parte de la realidad al ojo moderno que podría ser investigada según los procedimientos científicos y racionales. Este esfuerzo de síntesis ya fue intentado antes, pero nunca en una escala de comprensión tan amplia que integrara tan amplio espectro del pensamiento humano.


SUMARIO DE EL ESPECTRO DE LA CONCIENCIA

The Spectrum of Consciousness
El espectro de la Conciencia
Part one

1. Prologue
2. Two modes of knowing
3. Reality as consciousness
4. Time/Eternity, Space/Infinity
5. Evolution of the spectrum
6. Surveying the traditions
Primera parte: Evolución

1. Prólogo
2. Dos modos de saber
3. La realidad como conciencia
4. Tiempo/Eternidad, Espacio/Infinidad
5. Evolución del espectro
6. Estudio de las tradiciones
Part Two

7. Integrating the shadow
8. The great filter
9. Man as centaur
10. A no-man's land
11. That which is always already
Segunda parte: Involución

7. Integración de la sombra
8. El gran filtro
9. El hombre como centauro
10. Una tierra de nadie
11. Aquello que está siempre listo

EXTRACTOS DE "EL ESPECTRO DE LA CONCIENCIA"

"Las estructuras básicas constituyen los ladrillos fundamentales de la conciencia: las sensaciones, las imágenes, los impulsos, los conceptos, etcétera. He señalado nueve grandes estructuras básicas que constituyen una versión ampliada de lo que la filosofía perenne denomina la Gran Cadena del Ser: material, cuerpo, mente, alma y espíritu. En orden ascendente, los nueve niveles son los siguientes:

Primer nivel, las estructuras físico-sensoriales. Incluyen los componentes materiales del cuerpo más la sensación y la percepción. Es lo que Piaget llamó inteligencia sensoriomotora; lo que Aurobindo denominó la sensoriofísico; lo que vedanta denomina annamaya-kosha, etcétera.
Segundo nivel, lo emocional-fantásmico. Se trata del nivel emocional y sexual, del nivel de los instintos, de la libido, del impulso vital, de la bioenergía y del prana más el nivel de las imágenes, las primeras formas mentales. Las imágenes -lo que Arieti denomina “nivel fantásmico”- empieza a aflorar en el niño en torno a los siete meses aproximadamente.
Tercer nivel, la mente representacional. Es lo que Piaget denomina pensamiento preoperacional. Está basada en los símbolos, que aparecen entre los dos y los cuatro años de edad y en los conceptos, que aparecen entre los cuatro y los siete años.
Cuarto nivel, la mente regla/rol, lo que Piaget denomina pensamiento preoperacional concreto, aparece alrededor de los siete y los once años de edad. Los budistas le llaman manovijñana, una mente que opera concretamente sobre la experiencia sensorial. Yo lo llamo regla/ rol, porque es la primera estructura auténticamente capacitada para llevar a cabo un pensamiento reglado, como la multiplicación o la división, y es también la primera estructura que puede asumir el rol de los demás, asumir realmente una perspectiva diferente de la suya propia. Se trata de una estructura muy importante denominada por Piaget estadio de las operaciones concretas porque, aunque puede llevar a cabo operaciones complejas, lo hace de forma muy concreta y literal. Quisiera subrayar, en este punto, que ésta es la estructura que piensa que los mitos son concretamente y literalmente ciertos.
Quinto nivel, al que llamo nivel reflexivo-formal, es la primera estructura que no sólo puede pensar, sino que también puede pensar sobre el pensamiento. Es, por consiguiente, la primera estructura capaz de llevar a cabo un razonamiento hipotético, o de cotejar propuestas con la evidencia empírica, lo que Piaget denomina de las operaciones formales. Suele aparecer en la adolescencia y es la responsable del desarrollo de la timidez y del desmedido idealismo propio de ese período. Aurobindo lo llama “mente razonadora” y el vedanta manomaya-kosha.
Sexto nivel, es el nivel existencia, el nivel visión-lógica, una visión que no es divisoria sino exclusiva, integradora, unificadora y creadora de redes de relaciones. Es lo que Aurobindo llama “ la mente superior” y el budismo, manas. Es una estructura muy integradora, tan integradora, en realidad, como para unificar la mente y el cuerpo en una unidad de orden superior que yo denomino “centauro” simbolizando, con ello, la fusión -no la identidad- entre la mente y el cuerpo.
Nivel siete, es el nivel psíquico, pero con ello no estoy afirmando que, en él, aparezcan ciertas facultades paranormales aunque éstas, obviamente, pueden empezar a desarrollarse a partir de ese nivel. Este nivel constituye el inicio del desarrollo transpersonal, espiritual o contemplativo, lo que Aurobindo denomina “mente iluminada”.
Nivel ocho, es el nivel sutil o intermedio del desarrollo espiritual, la morada de diversas formas luminosas y divinas llamadas yidam en el budismo e ishtadeva en el hinduismo (a las que no hay que confundir con las formas míticas colectivas propias de los niveles tres y cuatro). Se trata del hogar del Dios personal, de los arquetipos transpersonales “reales” y de las formas supraindividuales. Es la “mente intuitiva” de Aurobindo, el vijñamaya-kosha del vedanta y el alaya-vijñana del budismo.
Nivel nueve, es el nivel causal, la fuente pura y no manifestada del resto de los niveles inferiores. Se trata de la morada no de un Dios personal sino de una Divinidad o Abismo sin forma. Es la “supermente”, el supramental, de Aurobindo, y el anandamaya-kosha, el cuerpo de gloria del vedanta. Por último, el papel en que está representado todo el diagrama representa la realidad última, el Espíritu Absoluto, que no es un nivel más sino el Fundamente y realidad de todos los niveles. Es la “supramente” de Aurobindo, el alaya puro del budismo y turiya del vedanta."
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El ser y la conciencia se manifiestan en un espectro que va desde el cuerpo hasta la mente, el alma y el Espíritu. Y aunque el Espíritu sea, en cierto modo, la dimensión o nivel más elevado del espectro de la existencia, también es el fundamento o condición de todo el espectro. Es como si el Espíritu fuese tanto el peldaño superior de la existencia como la madera de la que está hecha toda la escalera. El Espíritu es, a la vez, total y completamente inmanente (como la madera) y total y completamente trascendente (como el escalón superior). El Espíritu es, de forma simultánea, Fundamento y Objetivo.

En su aspecto inmanente, el Espíritu es la Condición de todas las condiciones, el Ser de todos los seres y la Naturaleza de todas las naturalezas y, como tal, no evoluciona ni involuciona, crece ni se desarrolla, asciende ni desciende. Es la simple talidad o esencia -la esencia perfecta- de todo lo que es, de todas y cada una de las cosas manifestadas. No hay modo alguno de conectar con el Espíritu inmanente, no hay forma de alcanzarlo, ni modo alguno de establecer contacto con él, porque no hay nada ajeno al Espíritu. Al estar total y completamente presente en cualquier punto concreto del espacio y del tiempo, está total y completamente presente aquí y ahora y resulta tan imposible alcanzarlo como, pongamos por caso, alcanzar nuestros pies.

En su aspecto trascendente, sin embargo, el Espíritu es el peldaño superior de nuestra escalera de desarrollo y evolución, es algo que debemos trabajar para llegar a comprender e identificarnos y unirnos a ello. La realización de nuestra Identidad Suprema con el Espíritu sólo llega después de mucho crecimiento, de mucho desarrollo, de mucha evolución y de mucho trabajo interno. Sólo entonces nos damos cuenta de verdad que la Identidad Suprema ya estaba plenamente ahí, desde el mismo comienzo. Dicho en otras palabras, sólo desde el peldaño superior de la escalera podemos conocer la madera de la que está hecha toda la escalera.

Es esta paradoja del Espíritu -totalmente presente (como Fundamento del Ser) pero que, sin embargo, debe ser comprendida (como nuestro Objetivo más elevado)- la que subyace a la siguiente afirmación paradójica del zen:

"Si existe alguna disciplina que nos permite alcanzar el Espíritu, el logro de esa disciplina significa la destrucción del Espíritu, pero si no existe disciplina que nos permita alcanzar el Espíritu, seguimos sumidos en la ignorancia".

Dicho en otras palabras, mientras que, en su aspecto inmanente, el Espíritu simplemente es, en su aspecto trascendente evoluciona o se desarrolla. Todo el reino manifiesto, aunque permanezca plena y completamente asentado en el Espíritu, se esfuerza por despertar de la pesadilla del tiempo, por despertar el Espíritu en sí mismo como Espíritu y morar finalmente en la eternidad. La lucha del crecimiento y del desarrollo se presenta en el mundo como evolución y, en el caso del hombre y la mujer, como crecimiento y desarrollo de su propia conciencia (que no es más que el escenario de la evolución cósmica en los seres humanos). La evolución es el movimiento del Espíritu hacia el Espíritu, y como Espíritu, la resurrección consciente, en todos los hombres y mujeres, de la Identidad Suprema, una Identidad Suprema con todo, aunque oscurecida por la manifestación, aparentemente eclipsada por la visión limitada de un peldaño inferior de la escalera.

Cuando uno intuye el peldaño superior y más elevado de la escalera de la existencia, el Espíritu se ve a sí mismo como Espíritu, se ve a sí mismo por doquier, ve que nunca hubo un tiempo en que no haya existido, y entonces, pero sólo entonces, puede desprenderse de toda la escalera, una vez que ha cumplido con su propósito manifiesto, y uno comprende que, a lo largo de todo el proceso, no se ha alcanzado ninguna cosa.
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Ken Wilber en "El Espectro de la Conciencia" ha desarrollado con mucha precisión el parentesco entre la microgenia y el Bardo Thödol: "El mundo físico no es un lugar hecho de alguna substancia real y verdaderamente colocado en alguna parte, es solamente un modo de contemplar a Dios". La psicología humana, sobre todo la de los primeros años de la vida, se enriquece así de una tesis que suena extremadamente justa: el niño pequeño no hace sino aprender a que no puede captar directamente al Atman /Consciencia Universal y es así conducido a buscar sustitutos y gratificaciones en un mundo que - como lo descubre muy pronto - no se los proporciona obligatoriamente, y, en todo caso, no inmediatamente, mientras que en el mundo del Atman todo es simultáneo, todo llega en el acto.



Ken Wilber y el Ciberespacio

Tuvimos la oportunidad de conocer a Ken Wilber en su casa de Boulder, Colorado. Ignorado mayormente por los medios de comunicación de masas y el entorno académico, está considerado por algunos como el filósofo vivo más importante del momento, que está preparando nuestra cultura para una nueva síntesis de entendimiento científico y cultural que combina los descubrimientos de las ciencias del mundo material con una comprensión del desarrollo interno de los seres humanos basado en la psicología del desarrollo de Oriente y Occidente. Con ocasión de nuestro encuentro, una oportunidad muy difícil ya que Ken Wilber es una persona muy aislada, le pedimos que nos hablara de cómo sus ideas nos ayudarían a comprender la importancia del ciberespacio e Internet. Lo que sigue es una mezcla de las ideas de Ken wilber aplicadas al ciberespacio apoyadas por algunos comentarios hechos por mí. Pero primero, para el no iniciado, comenzaremos con un sumario de sus ideas. Los lectores que ya lo conozcan pueden saltarse esta parte.

- 1. El desarrollo de la civilización según Ken Wilber

El primer libro de Wilber se llamó "The Spectrum of Consciousness" (El Espectro de la Consciencia) y trató sobre el desarrollo psicológico (o mejor: psico-espiritual) del individuo. La primera parte de este "espectro" ofrece una síntesis de estadios de evolución acordes con las escuelas occidentales de psicología, las de Piaget, las escuelas de psicología profunda de Jung, Freud y otros, las escuelas humanísticas/transpersonales de Maslow y Grof y finalmente las escuelas del comportamiento y cognitivas. El resultado es una síntesis del desarrollo del ser humano desde su nacimiento, a través de la niñez y hasta la racionalidad básica de la edad adulta.

Este modelo de estadios es instrumental para entender como las distintas contradicciones en los modelos teóricos de los diferentes psicólogos actualmente tienen sentido y pueden ser considerados complementarios (antes que contrarios). Pero es en la segunda parte del libro donde el espectro de estados de consciencia es más innovador. De hecho, su mapa no se para en el nivel racional, que abarca los logros de nuestra cultura occidental, sino que mira a un desarrollo posterior de la psique a través de varios estados transracionales y transpersonales, que se describen mejor en los textos sobre yoga y meditación transcendental del Oriente (principalmente Budismo e Hinduismo). Lejos de la compleja mezcla de creencias mágicas y míticas que constituyen la mayoría de las religiones populares y que dan forma a los sistemas "pre-racionales" de creencias y maneras de pensar y concebir el mundo, Wilber desenreda el núcleo "trans"-racional de las psicotecnologías de la atención y la consciencia (las prácticas contemplativas y meditativas) y lo que revelan acerca del desarrollo de la psique humana. En efecto, entonces se obtiene un estadio modelo de las fases transracionales y como se ajustan a las distintas tradiciones espirituales. El libro contribuye a co-crear e inspirar el nuevo campo de la psicología transpersonal, el dominio donde el nombre de Wilber es más familiar. Este libro, que por sí solo sintetiza y racionaliza el conjunto de los conocimientos psicológicos y espirituales y establece los perfiles básicos de una "ciencia" de lo espiritual (definido en este contexto como crecimiento dentro de los estadios transpersonales), sería suficiente para inscribir el nombre de Wilber en el panteón de los grandes pensadores del siglo, revelando una nueva parte de la realidad al ojo moderno que podría ser investigada según los procedimientos científicos y racionales. Este esfuerzo de síntesis ya fue intentado antes, pero nunca en una escala de comprensión tan amplia que integrara tan amplio espectro del pensamiento humano.

Su segundo trabajo más importante es probablemente, "Up from Eden" (Después del Edén), en el que aplica su comprensión de la evolución de la sociedad y la civilización. El trabajo está basado en la hipótesis, que parece ser bastante fructífera, de que la socio-génesis sigue las directrices básicas de la psico-génesis. En otras palabras, la totalidad de la evolución natural parece replicarse igual que los embriones humanos, de este modo la cultura humana parece emular los estados del crecimiento individual. Existe así una amplia equivalencia entre los estados de la sociedad humana con los del crecimiento psicológico del individuo. "Up from Eden" describe la evolución desde las sociedades mágicas (dominadas por estados de consciencia tribales, mágicos), a las civilizaciones míticas (las formas de sociedad que van desde el nacimiento de la civilización a la Iluminación Oriental y la Revolución Industrial) hasta el auge del estadio actual basado en la racionalidad instrumental. La conclusión del libro, después de haber convencido a los lectores de la validez de la hipótesis, pondera el futuro, prediciendo que si la hipótesis de la evolución social es válida, la comprensión de los siguientes estados psicológicos proporcionará algunas pistas acerca de como la civilización actual se moverá en el futuro próximo.

En sus siguientes libros Wilber refinará la espitemiología y la "cientificidad" de su trabajo, centrándose en afirmaciones válidas y en la naturaleza de la iniciativa científica. Definir esto nos llevará muy lejos, pero Wilber llega básicamente a una estructura en la que la realidad debería ser mirada como un cuadrante de aspectos. Cada fenómeno con sus aspectos interiores y exteriores, individuales y colectivos. Por lo tanto se obtienen cuatro lineas de desarrollo diferentes (la evolución de la naturaleza -- individual y colectiva, la evolución de las sociedades humanas y la evolución del ser humano individual). Cada uno de estos dominios, el dominio del Ello (ciencia material y ciencia social objetiva), el Nosotros (estudios culturales), y el Yo (el desarrollo de la consciencia), requieren una metodología científica adaptada y tienen sus propias afirmaciones para distinguir lo verdadero de lo falso. Este trabajo nos permite ir desde un estrecho empirismo, solo aceptando datos que representan a las cosas con una localización en el espacio, al empirismo amplio, que puede aceptar datos culturales y psico-espirituales; y moverse desde una ciencia estrecha, basada en el examen de cosas materiales que pueden ser medidas y cuantificadas fácilmente, a una ciencia de amplias miras que puede examinar racionalmente las interioridades psicológicas y culturales. Su conjunto de libros está dedicado a desenmascarar el reduccionismo de gran parte de la ciencia contemporánea con intentos de traducir todas las cosas sin "exteriorismos" y también a varios intentos "holísticos" y relacionado con la "new age" de regresar a un estado pre-racional sobre los temas.

Estas ideas llegan a formar parte de un sistema filosófico más completo en su tercer gran trabajo, titulado extrañamente "Sex, Ecology and Spirituality" (Sexo, Ecología y Espiritualidad), donde, después de explicar las leyes básicas de una dialéctica expandida de cambio (las 20 leyes que gobiernan la evolución de los "holons", por ejemplo, los agujeros que constituyen nuestro universo) se acerca a un diálogo con la filosofía moderna contemporánea y la postmoderna, dando sentido a nuestro momento postmoderno en la historia y a donde se dirige. Es un complejo trabajo de casi 800 páginas, pero que merece la pena leer como texto básico sobre el pensamiento humano. Para aquellos que se sientan intimidados por su extensión, Wilber ha creado "A Brief History of Everything" (Una Breve Historia de Todo), que traza un perfil, de una manera fácil de leer, de los cimientos básicos de sus teorías. Este libro también contiene bastantes páginas con comentarios sobre el ciberespacio, Internet y la Era de la Información. Su publicación más nueva "The Spirit of Ken Wilber" (El Espíritu de Ken Wilber) cumpliría la misma función.

- 2. Internet como una tecnología que facilita las cosas.

Una hipóstesis básica de "Up from Eden" es la distinción de dos líneas de desarrollo en términos de crecimiento de consciencia. Wilber distingue el nivel de alcanzar lo que él llama la élite espiritual, que evoluciona desde el chamanismo y su maestría en el dominio de la consciencia a Buda (y los exploradores espirituales posteriores), con su descubrimiento de los estados sutiles y no duales. Esto nos llevaría muy lejos a la hora de detallar estos estados, que tienen asociaciones empíricas verificables atentiendo a la visión global, la psicología, etc. Obviamente, el "estado medio de consciencia", por ejemplo, el nivel del resto de nosotros, no se desarrolla bastante rápido. De hecho, va terriblemente despacio, también de mágico a mítico y a racional hasta el estado presente. Wilber añade, acorde al Marxismo, que la base tecno-social de la sociedad es el factor clave que determina este "estado medio de consciencia" y apunta que las tecnologías de la comunicación son claves determinantes de esa base tecno-social.

Para dar algunos ejemplos: parece claro que la escritura fue importante en el paso de la sociedad mágica a la mítica; que la imprenta fue determinante para poder crear la consciencia de nación y el dominio eventual de la racionalidad.

Por ejemplo, la escritura y las tecnologías relacionadas de la comunicación permitieron la consolidación del conocimiento y por lo tanto la creación de imperios, de formas de identificarse con más grupos sociales (aquellos que compartían el mito del imperio), con la consciencia espacial expandida (la consciencia tribal tenía limitada la cantidad de espacio que podía comprender), etc. El papel del libro y la imprenta (por ejemplo, la revolución Gutemberg) ha sido discutida ampliamente por los historiadores. Así, podemos hablar de tecnologías que permiten cambios, en el sentido de que permiten el crecimiento a nuevos estados de consciencia y hacen posible que ese estado se convierta en dominante en la sociedad. Sin embargo, Wilber hace hincapié en que no existe nada determinista o automático en estos procesos. Aunque estas tecnologías "objetivamente" permiten un impulso en el crecimiento de la civilización, la intencionalidad de los individuos es la que tiene que hacer esto realidad.

Entrar en Internet. Está claro que Internet, en el amplio contexto de las tecnologías de la información y las redes mundiales de comunicación, es precisamente una tecnología clave. Se puede decir que Internet, como red mundial de comunicaciones de-muchos-a-muchos, que extiende nuestros sentidos para abarcar eventos y realidades dispersas por la mayoría del mundo conectado, objetivamente hace posible un nuevo nivel de consciencia en el cual los individuos pueden extender su sentido de identidad más allá, por ejemplo, de la identificación con la nación o el estado. La "envergadura" de nuestra consciencia media en términos de "espacio" puede llegar a ser al menos potencialmente mucho mayor. Este aspecto cultural de Internet tiene por supuesto una correlación tecno-social que influye no solo en la forma en la que vemos el mundo, sino también la forma en que funciona nuestra sociedad, y muchos están de acuerdo en que estamos evolucionando hacia una "Era de la Información" con una estructura social basada en la red en la que las instituciones como la nación-estado se están erosionando, tal como se puede ver en hechos objetivos como la privatización de muchas empresas estatales, erosión del control de las corrientes financieras, una des-jerarquización de los modelos de las organizaciones, etc. Ken Wilber estaría de acuerdo en que en un cierto grado, el estado objetivo del ser influye en la consciencia.

En "Sex, Ecology and Spirituality" da su propio ejemplo de este cambio cuando habla de la situación de la mujer en la sociedad. En tanto en cuanto nuestra posición en la sociedad estuvo determinada por cierto grado de fuerza física, era normal que el hombre fuera el sexo dominante. Pero según evolucionamos a la sociedad de la información, donde ese factor es irrelevante, el dominio patriarcal se hace más contradictorio con las necesidades de la sociedad y así comienza a desaparecer y la sociedad se prepara para aceptar nuevos roles en los que la liberación social, política y sexual de la mujeres es una posibilidad. Y esto es precisamente lo que está ocurriendo con los movimientos de las mujeres y sus logros, aunque todavía la dificultad para alcanzar la igualdad real muestra que eso no lo pueden hacer ellas solas.

Así, una y otra vez, durante nuestra conversación, Ken Wilber recalcaría que el proceso no es automático. La revolución Gutemberg fue de todo menos suave y tuvo muchas consecuencias negativas dando lugar a guerras religiosas y civiles, estados absolutistas, etc. La fórmula a la que recurre Ken Wilber es: dale Internet a los fascistas y la convertirán en una herramienta de opresión, no de liberación. En otras palabras, los cambios en el mundo material objetivo, la base tecno-científica de la sociedad, no llevan automáticamente al cambio y al crecimiento humano. Crean tensión en la sociedad y el individuo, que aún necesita estar integrado en síntesis mayores para que se tome consciencia de lo nuevo. El mundo cultural de la sociedad y la visión del mundo intencional-subjetiva del individuo tienen que cambiar también. Y este tipo de cambio no es sólo asunto de mayor "envergadura", por ejemplo, ver el mundo como un todo y elegir una identificación más planetaria, sino que se trata de algo más profundo, una reorganización de nuestra psique en algo más amplio, profundo, integrador. Y este proceso nunca es automático, sino que requiere intencionaliad y esfuerzo humano.

Por consiguiente, Ken Wilber se opone a cualquier clase de ciber-utopía ingenua que prometa un mundo paradisíaco en el que mentes sin cuerpo y todas iguales, morando en el ciberespacio, creen un mundo de paz y fraternidad. Dad más poder y control a las mentes que no están por la labor de integrar esa responsabilidad en uno mismo y en su sentido del deber y se obtendrá destrucción, si no regresión. Como dice el dicho francés: "science sans conscience n’est que ruine de l’âme"; "Ciencia sin conciencia la ruina del alma" (F. Rabelais).

Uno de los conceptos importantes que se pueden encontrar en la obra de Ken Wilber es lo que él llama la falacia pre/trans. Si ves el desarrollo humano como crecimiento (magia, mito, racional, transracional), es obvio que existen dos clases de no-racionalidad. Están las formas pre-racionales de pensamiento, las mágicas y las míticas (donde la razón aún no existe o está abandonada) y están las formas transracionales (donde la razón permanece intacta, pero es transcendida en estados transmentales). Por ejemplo, en la meditación eres consciente del funcionamiento de la mente, lo trasciendes, pero no lo "abandonas" o regresas a estadios más infantiles. De acuerdo con el análisis de Ken Wilber, sin embargo, gran parte de la espiritualidad contemporánea es precisamente eso: regresión a los estados pre-racionales, donde el pensamiento crítico es abandonado. Y obviamente, la tensión inducida por los cambios tecno-sociales, bases de la sociedad, pueden llevar a algunas personas a trascenderse a ellos mismos a estados más elevados de consciencia, pero puede hacer regresar a otros y buscar soluciones en los nacionalismos y tribalismos (en la esfera político-cultural).

¡Y estas tendencias están ocurriendo!. Internet de por sí puede convertirse en un medio donde esa consciencia fracturada se expanda, que estimule la creación de comunidades tribales de interés sin el corolario de una consciencia planetaria y parecida a las instituciones globales. Igualmente, Internet puede fortalecer el renacimiento de formas de religión mágicas o míticas. Y finalmente, si aceptamos que el ciberespacio es un producto cultural que también refleja nuestra mente inconsciente, se puede convertir en negociador de nuestras tendencias regresivas y lugar para nuestro lado más oscuro, incluyendo conductas criminales.

- 3. Hacia una visión-lógica en una sociedad basada-en-la-red No obstante, a pesar de estos peligros y limitaciones, Internet y el ciberespacio representan ese cambio en la base tecno-social de la sociedad, por lo tanto son tecnologías que dan a la sociedad y la cultura una oportunidad de moverse a planos más elevados de integración y consciencia. Por supuesto, para Ken Wilber, esto no significa que todos llegaremos a la iluminación. Para ver donde nos lleva el siguiente paso en la evolución de la cultura humana tenemos que analizar el desarrollo de individuos avanzados. Recordamos a los lectores el sumario en la primera sección: según Wilber, la socio-génesis es un espejo de la psico-génesis. De acuerdo con esto, muy pocas personas están preparadas para moverse a los estados puros transracionales, como los estados mediúmnicos (por ejemplo los chamanes), causales (los santos), sutiles (profetas) y no-duales (mentes-Buda completamente realizadas), pero un grupo considerable está listo y de hecho ya se ha movido a un nuevo estado fronterizo entre la razón y el estadio transracional. Este estado se llama visión-lógica (vision-logic) y es un paso adelante con respecto al estado racional.

No hay que decir, por supuesto, que toda la sociedad y sus miembros han alcanzado el estado completo de racionalidad, pero en conjunto, nuestras sociedades están dominadas por modelos racionales de pensamiento, tal como lo manifiestan las comunidades científicas, culturales, políticas y económicas. Y dentro de estos círculos, un grupo importante se está moviendo desde la racionalidad instrumental -- una estrecha visión de la racionalidad que es capaz solamente de ver los intereses de los individuos o su grupo, a la visión-lógica, una visión expandida de la razón que es capaz de integrar múltiples puntos de vista e intereses. Si el modo racional de operar puede explicar la psicología y logros de la mayoría de nosotros, no es adecuado explicar así lo que han conseguido grandes científicos, filósofos y artistas. Esto es porque la mayoría de psicólogos evolucionistas están haciendo sus postulaciones en un estado superior a la racionalidad, algo que está muy documentado. Con la racionalidad instrumental normal y la lógica podemos tener una visión centrada en un mundo donde predominarán los intereses personales. La racionalidad es usada para lograr objetivos personales. Por ejemplo, el interés de la mayoría de los negocios en su propio beneficio, los políticos interesados en ser elegidos a toda costa, particulares queriendo hacer carrera a cualquier coste usarán la racionalidad instrumental para alcanzar sus objetivos sin tener en cuenta el efecto que sus acciones tendrán sobre los demás o su entorno. La realidad se suele ver en términos de sí o no.

Por ejemplo: "si esto es verdad, entonces lo otro no puede serlo". Con la visión-lógica se pueden integrar fácilmente múltiples perspectivas llegando a más independencia de la que ofrece el razonamiento egocéntrico. La visión-lógica se expresa por ejemplo en la preparación de guiones, donde se preparan múltiples situaciones futuras al mismo tiempo; también en estudios medioambientales y de impacto donde el resultado sobre los otros de las acciones propias son tomadas en cuenta en su totalidad; y en general en muchas actividades que contemplan de manera creciente el impacto sobre los demás. El individuo puede llegar fácilmente más allá de sus propios intereses o los de su grupo.

Desde esta perspectiva de cambio en las mentalidades, cambio en las estructuras personales, podemos ver como Internet proporciona muchas herramientas y posibilidades que pueden fortalecer ese cambio. No ofrece sólo una perspectiva planetaria, la posibilidad de encontrarse con múltiples puntos de vista en una misma fuente (sin la intromisión y distorsión de los medios de comunicación) y la capacidad de entrar en contacto con ellos. Crea múltiples redes de relaciones que están alterando profundamente la estructura de la sociedad. Internet ayuda a crear una "sociedad de mentes" donde tiene lugar un constante diálogo entre iguales.

Por otro lado, Internet crea un espacio sin cuerpo donde perderse de la realidad física y corporal; crea un medio donde un constante flujo de información insustancial hipnotiza al usuario y lo hace regresar a formas de ser puramente reactivas y, mediante el juego y la pornografía, puede activar los niveles instinto-emocionales y sobre-desarrollar estos aspectos de la psique en detrimento de otros y en detrimento de una integración coherente de los diferentes aspectos de la persona. Internet puede ayudar a pasar a una nueva fase de transcendencia y también llevarnos a nuevas formas de regresión. Para Ken Wilber, la conclusión está clara. No es suficiente basar nuestras esperanzas en la base material-lógica de Internet, no es suficiente con basarnos en las meras posibilidades de diálogo colectivo sin que esto tenga correlación en forma de una más integrada visión-lógica basada en uno mismo y en la atención a la cultura planetaria. Si las organizaciones globales no se comprometen con con la actual crisis general, Internet será sólo un instrumento para la crisis. De hecho, si la base tecno-social se mueve más rápido que nuestro estado de consciencia surgirá una dicotomía y una crisis cultural de la sociedad. En el pasado, las grandes reformas espirituales han tenido lugar (como el "periodo axial" en el siglo 6 Antes de Cristo, el ascenso del Cristianismo y el Islam y como la Reforma Protestante tras Gutemberg) de manera dolorosa y las transiciones sociales, económicas y políticas han creado estragos en la sociedad. Estamos ahora precisamente en medio de una de esas crisis, tal como evidencia la crisis de la ciencia y la racionalidad, el surgir de la nueva era, los fundamentalismos y el cinismo postmoderno. Cuantos más sean los que estén capaces de crecer a un nivel personal más íntegro, más suave será la transición. Es por esto por lo que la obra de Ken Wilber es tan importante, ya que refleja un nuevo nivel de integración que puede servir como modelo.



jueves, 23 de octubre de 2008

La transformación integral

"Simplifica las cosas todo lo que puedas, pero no por ello las trivialices".
Albert Einstein


Parece, pues, que entre el 1 y el 2% de la población mundial se halla en un estadio integral propio del pensamiento de segundo grado, pero que cerca del 20% está en el meme verde, a punto de experimentar la transformación integral a la que Clare Graves ha calificado de auténtico "salto cuántico".
¿Cuáles son las condiciones que pueden fomentar esa transformación? Los teóricos del desarrollo han aislado decenas de factores que contribuyen a la transformación vertical (en tanto que algo opuesto a la traslación horizontal). Desde mi punto de vista, no obstante, para que realmente se produzca la transformación deben hallarse presentes varios factores procedentes de diferentes dimensiones.'
Digamos, para comenzar, que el individuo debe poseer una estructura orgánica (lo cual incluye una estructura cerebral) que pueda soportar esa transformación, un requisito que no suele suponer ningún tipo de problema porque, a esta altura de la evolución, la mayor parte de los individuos poseen las condiciones biológicas necesarias para soportar una conciencia integral.
Pero el sustrato cultural también debe estar en condiciones de sustentar tal transformación o, en el peor de los casos, de no oponerse a ella. Tal vez, hace treinta años, este requisito hubiera supuesto un auténtico problema, pero son muchos los indicadores que parecen señalar que, en la actualidad, existe una predisposición cultural hacia un abrazo más integral. Digamos, en este sentido, que las últimas tres décadas de meme verde han preparado el camino para que un elevado porcentaje de la población (los integrantes del meme verde que, como sugiere la investigación realizada a este respecto -véase figura 6.2- incluye a unos cuarenta millones de norteamericanos y aproximadamente el mismo porcentaje de la población europea) esté preparada para experimentar esa transformación. A fin de cuentas, ésa es, según Clare Graves, la principal función del meme verde, sensibilizar a la espiral del desarrollo (por algo se le denomina el estadio del yo sensible) y, de ese modo, prepararlo para dar el paso que conduce hasta el pensamiento de segundo grado.
Pero, para que tal cosa ocurra, la conciencia debe ir más allá de verde. Parafraseando a Graves, podríamos decir que «El meme verde debe fracasar y liberar la energía necesaria para realizar el salto al pensamiento de segundo grado. Y es ahí, precisamente, donde se halla hoy en día la vanguardia de la evolución». Y, puesto que la principal causa de fijación al meme verde radica en boomeritis, hay que remediar prontamente esa perturbación, al menos hasta cierto punto. (El lector interesado puede encontrar en Boomeritis varias sugerencias a este respecto.) En cualquier caso, si uno cobra conciencia del problema que supone boomeritis y reconoce sus peligros, ya ha dado un importante paso hacia adelante.
En lo que respecta a las instituciones sociales y al fundamento tecno-económico concretos, se requieren profundos avances tecnológicos en una o más áreas que acicateen a la conciencia individual. (Se trata, obviamente, del viejo argumento marxista -una verdad parcial pero todavía válida- según el cual el cambio de las fuerzas de producción provoca profundas transformaciones culturales.)
Recientemente hemos experimentado varios de estos avances en la estructura tecnoeconómica, entre los cuales cabe destacar la revolución digital/microchip. Nadie duda hoy de que la nuestra es la "era de la información", una de las grandes revoluciones sociales que -junto a la recolectora, la hortícola, la agraria y la industrial- han estimulado la marcha de la historia, y también suele aceptarse que no necesitamos seguir morando en ella. Debemos damos cuenta de que la globalización de las comunicaciones han abierto la puerta a la posibilidad de una conciencia global e integral. Pero esta red tecnológica global, este nuevo sistema nervioso de la conciencia colectiva, no garantiza, en modo alguno, el desarrollo del individuo hasta el estadio integral. Es cierto que lo facilita, pero en modo alguno lo garantiza. Además, global o planetario no significa necesariamente integral. Después de todo, el meme rojo, el meme azul y el meme naranja también pueden utilizar Internet, pongamos por caso. Así pues, por más planetarios o globales que puedan ser los condicionantes externos, el nivel o estadio de conciencia no está exclusivamente determinado por ellos sino -como luego veremos más detenidamente- por factores interiores.
Así es como llegamos a la última dimensión, la de la conciencia individual, y a los factores que posibilitan la transformación personal (puesto que los otros requisitos ya se hallan más o menos a punto). Y es en este ámbito donde creo que debemos resaltar cuatro factores que, en mi opinión, son especialmente importantes: el logro, la disonancia, la visión y la apertura.
Con el término logro me refiero al hecho de que el individuo tiene que haber satisfecho las exigencias básicas de un determinado estadio u ola, que haya consolidado ya una competencia básica en cualquiera de las líneas del desarrollo propias de ese nivel. Y con ello no quiero decir que la persona tenga que dominar a la perfección un determinado nivel o estadio, sino simplemente que debe funcionar de un modo lo suficientemente adecuado como para poder dar un paso hacia adelante. En el caso de que la persona no dé ese paso, experimenta un estancamiento evolutivo que torna improbable el salto. Desde una perspectiva más subjetiva, podríamos decir que, para que el individuo esté en condiciones de dar un paso hacia adelante, debe haber degustado antes lo suficientemente el estadio en que se halla como para haberse hartado de él o, lo que es lo mismo, que quien todavía tenga hambre del alimento propio de un determinado, estadio estará en condiciones de buscarlo en otra parte.
Quien, por el contrario, haya degustado lo suficiente un determinado estadio como para haberse hartado de él, estará en condiciones de aventurarse a sufrir una transformación. Pero, para que ello ocurra, debe experimentar algún tipo de disonancia. Es como si la nueva ola estuviera luchando por emerger al tiempo que la vieja se esforzase en permanecer y el individuo experimentara, en consecuencia, la tensión de esos dos impulsos como una disonancia que lo empujase en direcciones diferentes. Así pues, la insatisfacción profunda, la desazón o incluso el hartazgo con el nivel presente genera una insidiosa y conflictiva disonancia. (Digamos de paso en este sentido que una de las razones por las que escribí Boomeritis fue la de generar algún tipo de disonancia en el meme verde que, por cierto, ha acabado indisponiéndome con ellos.)
En cualquier caso, uno debe estar en condiciones de renunciar -o de morir- al nivel presente. Tal vez uno haya tropezado con sus limitaciones y contradicciones intrínsecas (como diría Hegel), haya comenzado a desidentificarse de él (como diría Assagioli) o quizás simplemente se haya cansado de permanecer en la misma situación. Llegados a este punto, para que el individuo pueda dar un paso hacia delante es necesaria algún tipo de visión de la situación como, por ejemplo, la comprensión de lo que uno quiere y de lo que la realidad realmente ofrece. Así pues, la afirmación, la volición y la intención de cambiar pueden ser elementos fundamentales de la visión de la situación que alienten el proceso de desarrollo de la conciencia. Esta visión, además, puede verse estimulada por la introspección, por las conversaciones con los amigos, por la terapia, por la meditación -o incluso, más frecuentemente de lo que creemos-, por el simple hecho de vivir.
Cuando todos esos factores, finalmente, están a punto, se toma posible la apertura a la siguiente ola más profunda, más elevada, más amplia y más abarcadora del desarrollo de la conciencia.
Los factores, pues, que favorecen el "salto cuántico" a la siguiente ola integral -que el individuo se haya hartado del meme verde hasta el punto de estar dispuesto a abandonarlo, que experimente algún tipo de disonancia con el estado presente, que esté buscando algo más profundo, más amplio y más significativo- pueden resumirse en dos puntos fundamentales: una visión integral y una práctica integral.
La primera de ellas nos proporciona una cierta comprensión y, en este sentido, nos ayuda a superar la disonancia y a aventurarnos a experimentar una apertura más amplia y más profunda. La práctica integral, por su parte, consolida más concretamente todos esos factores para que no terminen convirtiéndose en meras ideas abstractas y nociones vagas.
Debo señalar aquí que, en la medida en que la conciencia comienza a asentarse en el pensamiento de segundo grado, aparece la posibilidad de una auténtica TOE (Theory Of Everything] ) o, en el peor de los casos, se convierte en algo sumamente interesante porque suele expresarse en los términos holísticos propios de la conciencia de segundo grado.
En los próximos capítulos esbozaré mi propia versión de una visión integral (de una TOE) y también exploraré su utilidad en una serie de ámbitos que van desde la medicina integral hasta los negocios integrales, la política integral y la espiritualidad integral. (Con ello no pretendo decir que se trate de la única visión integral posible ni tampoco de que sea la mejor. Lo único que afirmo, por el contrario, es que es la mejor que yo conozco.) Comenzaremos, pues, considerando esta visión integral y luego echaremos un vistazo al aspecto que podría asumir una práctica integral para que, quien lo desee, pueda actualizar esta visión integral en su propio caso y aportar un enfoque más comprehensivo a los muchos modos en que podemos tratar de ayudar a los demás.

La visión integral en el mundo en general

Permítanme concluir este capítulo con la siguiente estimación, realizada por el doctor Phillip Harter, de la Facultad de Medicina de la Stanford University. Si consideramos a toda la población de la tierra como una aldea de sólo cien personas, ésta se asemejaría a lo siguiente:

57 de ellos serían asiáticos
21 europeos
14 americanos (tanto de Norteamérica como de Sudamérica)
8 africanos 30 blancos 70 no blancos
6 poseerían el 59% de la riqueza del mundo
(y los 6 serían estadounidenses)
80 viviría en condiciones infrahumanas
70 serían analfabetos
50 sufrirían desnutrición
1 tendría educación universitaria
1 poseería ordenador

Como ya he señalado, pues, la resolución de los problemas más urgentes que aquejan a nuestro planeta depende del desarrollo de una visión integral. Por ello nuestra principal exigencia ética consiste en sanar la espiral completa del desarrollo y, más concretamente, de sus olas más tempranas.
No obstante, la ventaja de la conciencia visión-lógica de segundo grado es que nos proporciona una visión más creativa para abordar esos apremiantes problemas, porque la comprensión de la imagen global puede ayudarnos a encontrar soluciones más inteligentes. En este sentido, es el cuerpo gobernante el que más necesita de un abordaje integral; son nuestras instituciones educativas, desbordadas por el postmodernismo deconstructivo, las que necesitan desesperadamente de una visión más integral; es nuestra práctica comercial, centrada en los logros fragmentarios, la que requiere de un enfoque más equilibrado; son nuestras instituciones sanitarias las que más podrían beneficiarse de la visión compasiva de un abordaje más integral; y son los gobernantes los que más claramente podrían advertir sus propias posibilidades. De todas estas formas -y de muchas otras más- podríamos utilizar una visión integral para cambiar el rumbo de un mundo que está enloqueciendo poco a poco.

Fuentes:

Extractos de "Una Teoría de Todo"
Por Ken Wilber


miércoles, 22 de octubre de 2008

Una Teoría de Todo

A Theory of Everything

Una Teoría de Todo
Una visión integral de la empresa, la política, la ciencia y la espiritualidad.
Trad. de David González Raga.

Una teoría de todo ofrece una visión general, concisa y exhaustiva del revolucionario pensamiento de Ken Wilber. Con un lenguaje claro, ameno y exento de tecnicismos, Wilber presenta un modelo de "dinámica espiritual" que integra las esferas del cuerpo, la mente, el alma y el espíritu. Este innovador enfoque logra integrar sin fisuras el mundo de la ciencia y el de la religión y posee unas repercusiones practicas inestimables.

Wilber muestra, ademas, la manera de aplicar esta visión integral a los problemas de la vida cotidiana, en campos como los negocios, la política, la medicina o la educación. Para ilustrarlo, utiliza distintos mapas del Kosmos que aúnan las visiones del mundo que se han ido desarrollando a través de los tiempos.

Una teoría de todo proporciona, así, practicas diarias que combinan la meditación con técnicas psicológicas sofisticadas, destinadas a ayudar a los lectores a desarrollar esta visión integral en sus propias vidas.

NOTA PARA EL LECTOR

¿Cuál es, al despuntar el nuevo milenio, el más candente de los problemas intelectuales? ¿Cuál es el ítem que despierta el interés de la academia y de revistas tan eruditas como "Atlantic Review" y el "New Yorker"? ¿Cuál es el tema que atrapa la atención tanto del especialista como del gran público? ¿Acaso se esconden ahí los arcanos más secretos de la condición humana? ¿Cuáles son las nuevas ideas con que nos deslumbrarán quienes andan "en el ajo"?
Habría quien dirían que se trata de la psicología evolutiva, es decir, la aplicación de los principios de la evolución al estudio de la conducta humana: como usted sabe, los hombres somos sexualmente promiscuos, mientras que las mujeres, por su parte, son creadoras de nidos porque millones de años de selección natural nos han hecho así. Y es muy cierto que la psicología evolutiva se ha convertido en un ítem candente, porque ha logrado arrinconar al postmodernismo -el megahit de las últimas tres décadas- hasta el punto de que hoy en día sólo despierta bostezos. ¿No les parece irónico que el postmodernismo -que había logrado su enorme cohorte de seguidores gracias a su capacidad para deconstruir las ideas ajenas y proclamarse así en el rey del mundo académico- forme ya parte del ayer?
La psicología evolutiva consiguió "mover el piso" de los especialistas en "mover el piso", y lo hizo mostrando que los principios de la evolución nos proporcionan explicaciones mucho más sugestivas de la conducta humana que la monótona cantinela postmoderna de que toda conducta es culturalmente relativa y se ve socialmente construida. Porque el hecho es que la psicología evolutiva explicitó los principios universales de la condición humana, evidenció que sólo es posible negar la evolución abrazando la incoherencia... y puso de relieve que, a fin de cuentas, el postmodernismo tampoco resultaba tan divertido.
La psicología evolutiva es una de las ramas de una perspectiva radicalmente nueva sobre la evolución. La síntesis neodarwiniana anterior consideraba la evolución como el resultado de la acumulación de las mutaciones genéticas azarosas que tienen mayor valor de supervivencia, pero eran muchos los que no se hallaban satisfechos con esa explicación. ¿Cómo puede la extraordinaria vitalidad y diversidad de la vida proceder de un universo exclusivamente gobernado por las leyes de la física, leyes que afirman tajantemente -recordemos el segundo principio de la termodinámica- que el universo se halla sumido en un proceso de degradación continua y que el grado de desorden es cada vez mayor? Porque el hecho es que la simple observación pone de manifiesto que, en el mundo real, la vida genera orden por doquier, como si el universo no se hallara en proceso de descomposición sino, muy al contrario, de creación.
Las teorías del "caos" y de la "complejidad" aportaron una nueva y revolucionaria visión, según la cual el universo físico tiende a crear orden, como el remolino que genera el agua al irse por un desagüe. La vida biológica se halla inmersa en una serie de vórtices que parecen introducir orden en el caos y posibilitar la emergencia, a cada nuevo paso, de estructuras cada vez más ordenadas mediante diversos procesos de selección que operan a todos los nive¬les, desde el físico hasta el cultural. Ésta es, precisamente, en el dominio humano, la conducta estudiada por la nueva psicología evolutiva, un tópico realmente muy interesante.
Pero, por más interesante que sea, la psicología evolutiva no es el tema más candente de nuestro tiempo. Desde comienzos de los ochenta y a lo largo de un proceso que experimentó un crescendo a finales de los noventa, el mundo de la física se vio sacudido por el rumor de la aparición de una nueva teoría de todo [una TOE,
del término original inglés: Theory Of Everything], una teoría destinada a unificar todas las leyes conocidas del universo en un único y omniabarcador modelo que explicaría literalmente la totalidad de la existencia. Hubo incluso quienes dijeron que, en su formulación matemática, podía advertirse la misma mano de Dios, otros proclamaban que se había descorrido el velo que ocultaba el último misterio y la gran mayoría creía en silencio que la respuesta final a todas las preguntas no andaba muy lejos.
Conocida con el nombre de teoría de cuerdas (o, más exactamente, como teoría-M), esa visión prometía unificar todos los ámbitos conocidos de la física -el electromagnetismo, las fuerzas nucleares y la gravedad- en un supermodelo que lo abarcaría todo. Las unidades fundamentales de ese supermodelo son conocidas con el nombre de "cuerdas" (o cuerdas vibrantes unidimensionales) y su vibración da origen a las "notas" que constituyen la totalidad de partículas y fuerzas conocidas del cosmos.
La teoría-M (según se dice, la "M" lo representa todo, desde matriz hasta membrana, misterio o madre, configurando así una suerte de "madre de todas las teorías") es, de hecho, un modelo muy excitante y prometedor, y si finalmente se demuestra que funciona -y hay que decir, en este sentido, que la evidencia parece corroborarla-, se trataría de uno de los principales descubrimientos científicos de todos los tiempos. Por ello, para los entendidos, la teoría de cuerdas o teoría-M es el más candente de todos los modelos intelectuales, un revolucionario supermodelo que destierra a la psicología evolutiva al rincón de lo meramente anecdótico.
La teoría-M ha llegado incluso a influir en el mismo pensamiento de los intelectuales, es decir, les ha llevado a pensar de un modo diferente. Pero ¿qué significaría, a fin de cuentas, una teoría que lo explicase todo? ¿Y qué significa, exactamente, "todo"? ¿Acaso esta nueva teoría física puede llegar a explicar, pongamos por caso, la poesía humana, el funcionamiento de la economía o los distintos estadios del desarrollo psicosexual? ¿Es que acaso esta nueva física puede explicar el flujo de los ecosistemas, la dinámica de la historia o por qué las guerras siguen siendo tan lamentablemente frecuentes?
Según se dice, en el interior de los quarks existen cuerdas vibrantes que constituyen las unidades fundamentales que hay detrás de todo. Pero, si esto fuera así, se trataría de una totalidad extraña y más bien anémica, bastante ajena, por otra parte, a la riqueza del mundo cotidiano. Es muy posible que las cuerdas constituyan una parte importante -y hasta fundamental- del mundo, pero en ningún caso parece que se trate de un asunto muy significativo. Usted y yo sabemos que, si las cuerdas existen, sólo constituyen una pequeña parte de la imagen global, y lo sabemos cada vez que echamos un vistazo a nuestro alrededor, cada vez que escuchamos a Bach, hacemos el amor, nos asustamos por el fragor de un trueno, nos extasiamos ante una puesta de sol o contemplamos un mundo resplandeciente que parece compuesto por algo mucho mayor que esas delgadas bandas unidimensionales microscópicas...
Los griegos tenían una hermosa palabra -Kosmos- para referirse a la Totalidad ordenada de la existencia, una totalidad que incluía los reinos físicos, emocionales, mentales y espirituales. Desde su punto de vista, la realidad última, pues, no era tanto el cosmos (la dimensión estrictamente física) como el Kosmos (que incluye las dimensiones físicas, emocionales, mentales y espirituales). El Kosmos no se refería sólo a la materia inanimada e insensible, sino a la Totalidad viva compuesta por la materia, el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu. ¡Si debe existir una auténtica TOE, ésa no debe centrarse exclusivamente en el cosmos sino en el Kosmos! Lo que ocurre es que la modernidad ha acabado reduciendo el Kosmos al cosmos, la totalidad compuesta de materia-cuerpo-mente-alma-y-espíritu a la materia hasta el punto de que, en el mundo insípido y anodino del materialismo científico, nos conformamos con la idea de que una teoría que unifique la dimensión física realmente es una TOE...
Según se dice, la nueva física nos revela la mente de Dios y tal vez sea así... pero sólo cuando Dios esté pensando en la mera materia. Preguntémonos, pues -sin negar por ello, en modo alguno, la importancia de una física unificada- si acaso podemos disponer de una teoría que no se limite al cosmos sino que tenga realmente en cuenta al Kosmos. ¿Acaso puede haber una auténtica TOE?, ¿es legítimo preguntarse estas cosas? y, en tal caso ¿por dónde tendríamos que comenzar?
Una verdadera "visión integral" -una auténtica TOE- debería incluir la materia, el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu tal y como se nos presentan en su despliegue a través del yo, la cultura y la naturaleza. Debería tratarse de una visión comprehensiva, equilibrada e inclusiva, una visión que abrazase la ciencia, el arte y la moral, una visión que englobase todas las disciplinas (desde la física hasta la espiritualidad, la biología, la estética, la sociología y la oración contemplativa) y se expresase a través de una política integral, una medicina integral, una espiritualidad integral...
Este libro presenta un esbozo de tal TOE y, en este sentido, está plagado de limitaciones, es decir, de generalizaciones injustificadas que impiden, en consecuencia, que alcance su objetivo manifiesto de un abrazo auténticamente holístico. Pero no es sólo que la empresa se encuentre más allá de cualquier mente humana, sino que es prácticamente imposible de llevar a cabo, ya que el conocimiento crece a una velocidad mucho mayor que nuestra capacidad de conceptualizarlo. La búsqueda holística, pues, es una especie de quimera, un viaje interminable hacia un horizonte que se desplaza al mismo ritmo que nosotros, una marmita llena de oro al final de un arco iris que nunca alcanzaremos.
¿Pero por qué, si esto es así, deberíamos preocuparnos siquiera por embarcarnos en esa tarea? Porque, en mi opinión, un poco de totalidad es mejor que nada y cualquier visión integral nos brinda mucha más totalidad que la alternativa acostumbrada de las meras visiones chatas. Podemos estar más completos o menos completos, más fragmentados o menos fragmentados, más alienados o menos alienados y, en este sentido, una visión integral nos ayuda a sanar nuestra fragmentación y ser un poco más completos en nuestro trabajo, en nuestra vida y en nuestro destino.
Además, y como veremos en las próximas páginas, una visión integral puede proporcionarnos beneficios inmediatos. En los primeros cuatro capítulos presentamos una TOE y en los últimos tres hablamos de una política integral, de una educación integral, de una medicina integral, de una espiritualidad integral y de una visión integral del mundo de los negocios (campos en los que, por cierto, ya se está trabajando entusiásticamente), subrayando así su relevancia en el "mundo real". El último capítulo se centra en una "práctica transformadora integral", un abordaje integral a la transformación psicológica y espiritual que puede emprender cualquier lector interesado.
(Las notas finales son para los estudiantes avanzados o para una segunda lectura. Y, en el último capítulo, presento una serie de lecturas recomendadas para todos aquellos que quieran profundizar en una visión integral y en una TOE.)
Este libro es el hermano gemelo de "Boomeritis", porque creo que el mundo, en general, y mi generación, en particular, ha llegado a una encrucijada clave en la que, o bien seguimos el camino marcado por el materialismo científico, el pluralismo fragmentado y el postmodemismo deconstructivo o bien elegimos un camino más integral, global, abarcador e inclusivo. Así pues, "Boomeritis" y "Una teoría de todo" parten del mismo punto (el primer capítulo y la mitad del segundo son prácticamente idénticos), pero luego "Boomeritis" se ocupa de investigar el camino que hemos seguido hasta el momento, el camino de la fragmentación y la alineación, mientras que "Una teoría de todo" se dedica a explorar el camino alternativo del holismo y el abrazo integrador. La decisión final, obviamente, depende de todos nosotros.
Quisiera, para finalizar, señalar que las ideas esbozadas en las páginas siguientes no son más que meras sugerencias. Convendría, pues, que el lector viera si esas ideas tienen sentido para él, si puede enriquecerlas y si le ayudan a actualizar sus propias ideas y aspiraciones más integrales. En cierta ocasión tuve un profesor que decía que una buena teoría es aquella «que dura lo suficiente como para alcanzar otra todavía mejor» y lo mismo podríamos decir con respecto a "una buena TOE". Ésta no es una teoría fija y cerrada, sino simplemente una teoría que sólo habrá servido con su cometido cuando le permita alcanzar otra mejor. Entretanto, disfrutemos de la maravilla y la gloria de la misma búsqueda, una búsqueda saturada desde el comienzo del resplandor del ser y consumada antes incluso de haberla emprendido.
K. W.
Boulder, Colorado Primavera del 2000


La visión integral en el mundo en general


Permítanme concluir este capítulo(
3. Una visión integral) con la siguiente estimación, realizada por el doctor Phillip Harter, de la Facultad de Medicina de la Stanford University. Si consideramos a toda la población de la tierra como una aldea de sólo cien personas, ésta se asemejaría a lo siguiente:

57 de ellos serían asiáticos
21 europeos
14 americanos (tanto de Norteamérica como de Sudamérica)
8 africanos 30 blancos 70 no blancos
6 poseerían el 59% de la riqueza del mundo
(y los 6 serían estadounidenses)
80 viviría en condiciones infrahumanas
70 serían analfabetos
50 sufrirían desnutrición
1 tendría educación universitaria
1 poseería ordenador

Como ya he señalado, pues, la resolución de los problemas más urgentes que aquejan a nuestro planeta depende del desarrollo de una visión integral. Por ello nuestra principal exigencia ética consiste en sanar la espiral completa del desarrollo y, más concretamente, de sus olas más tempranas.
No obstante, la ventaja de la conciencia visión-lógica de segundo grado es que nos proporciona una visión más creativa para abordar esos apremiantes problemas, porque la comprensión de la imagen global puede ayudarnos a encontrar soluciones más inteligentes. En este sentido, es el cuerpo gobernante el que más necesita de un abordaje integral; son nuestras instituciones educativas, desbordadas por el postmodernismo deconstructivo, las que necesitan desesperadamente de una visión más integral; es nuestra práctica comercial, centrada en los logros fragmentarios, la que requiere de un enfoque más equilibrado; son nuestras instituciones sanitarias las que más podrían beneficiarse de la visión compasiva de un abordaje más integral; y son los gobernantes los que más claramente podrían advertir sus propias posibilidades. De todas estas formas -y de muchas otras más- podríamos utilizar una visión integral para cambiar el rumbo de un mundo que está enloqueciendo poco a poco.


Fuentes:

Extractos de "Una Teoría de Todo"
Por Ken Wilber

SUMARIO

Nota para el lector

1. La espiral sorprendente
La fragmentación de la vanguardia
Boomeritis
Las olas de la existencia
El proyecto de la conciencia humana
El salto a la conciencia de segundo grado

2.Boomeritis
El desarrollo en tanto que disminución del egocentrismo ...
La espiral de la compasión
¡Luchemos contra el sistema!
Jerarquías de desarrollo versus jerarquías de dominio
Boomeritis
Los muchos dones proporcionados por el meme verde
Más allá del pluralismo
La cultura integral

3. Una visión integral
La transformación integral
Sexo, ecología, espiritualidad
Un enfoque espectral global
Omnicuadrante
Un mapa más integral
Transformar al cartógrafo
La directriz primordial
Moderar nuestras expectativas
La visión integral en el mundo en general

4. Ciencia y religión
La relación existente entre la ciencia y la religión
¿Dominios no solapados?
El cerebro de un místico
Omnicuadrante y omninivel
La buena ciencia
La religión profunda
La revelación integral
Vive la différence!
La religión estrecha
Espiritualidad y liberalismo

5. El mundo real
La política integral
El gobierno integral
La medicina integral
Una visión integral del mundo de los negocios
La educación integral
Los estudios sobre la conciencia
Una espiritualidad relacional y socialmente comprometida
La ecología integral
Llegar a las minorías
Omnicuadrante, omninivel y omnilínea: una visión global de la UNICEF
El terror del mañana
Integral Institute

6. Mapas del Kosmos
Un sistema de clasificación holístico
Visiones el mundo
Robert Bellah y Mark Gerzon
La profundidad vertical
Francis Fukuyama: El fin de la historia y el último hombre
Samuel P. Huntington: El choque de civilizaciones
Vertical y horizontal
El mal meme verde
La Civilización Mundial
Thomas L. Friedman: The Lexus and the Olive Tree
Las olas de la experiencia espiritual
¿Por qué no desembarazarnos simplemente de la religión?
La práctica integral

7. Un solo sabor
La práctica transformadora integral
Recomendaciones
Cierto pero parcial
Cuando todo ha concluido

Notas
Capítulo 1. La espiral sorprendente
Capítulo 2. Boomeritis
Capítulo 3. Una visión integral
Capítulo 4. Ciencia y religión
Capítulo 5. El mundo real
Capítulo 6. Mapas del Kosmos

Índice

Una visión integral de la psicología

Integral Psychology

Una visión integral de la psicología
Trad. de David González Raga.

En este libro, Wilber analiza el desarrollo del pensamiento occidental, desde las culturas ancestrales hasta la posmodernidad: demuestra que el conocimiento de las estructuras del ser que nos ligan con el universo y la divinidad no es incompatible con la ciencia moderna.

Inicialmente, la psicología surge como la rama de la filosofía que se encarga de estudiar la "psique" y el término psique significa mente o alma. De aquí se podría deducir como afirma Ken Wilber, que "las raíces de la psicología asientan en las profundidades del alma y del espíritu del ser humano". De aquí se podría deducir como afirma Ken Wilber, que "las raíces de la psicología asientan en las profundidades del alma y del espíritu del ser humano"Ken Wilber propone una visión integral de la psicología. Trata de integrar las diferentes visiones que existen en la psicología y configurar un todo armónico con un rostro humano. La psicología integral es la que busca tener en cuenta todos los factores en juego en la realidad de la persona.

A continuación se resumen los aspectos más importantes de esta perspectiva.
Kilber afirma que la psicología muestra aspectos parciales de la realidad de tal forma que muchas escuelas que estudian cada uno de dichos aspectos parecen contradecirse entre sí. Wilber habla de los reduccionismos y los denomina como una visión del hombre unidimensional

Según Wilber, cada una de las escuelas psicológicas ha centrado su atención exclusivamente en uno de los diferentes aspectos de la conciencia, afirmando que es el único estudiable e incluso el único que existe. Como por ejemplo el conductismo (sólo interés en la conducta observable), el psicoanálisis (impulsos, inconsciente, libido, etc.), el existencialismo (estructuras personales existenciales y diferentes modalidades de interpersonalidad), escuelas transpersonales (estados alterados de consciencia, trascendencia). Cada uno ve una parte de la realidad, mostrando así verdades parciales
como en el cuento sufí de los ciegos y el elefante en el que cuatro ciegos se acercan a un elefante y lo tocan para saber lo que es, y después de esto se reúnen y cada uno expresa lo que ha percibido. Uno dice que el elefante es como un muro ancho y sólido, otro que como un tubo blando y flexible, otro que como una gran hoja de un árbol y el cuarto que como una serpiente. Todos y ninguno tenían razón porque cada uno había tocado una parte diferente del elefante y creía que era la única posible y pensaba que era el único que tenía razón. Algo parecido nos sucede a los que estudiamos lo que es el Ser Humano y su psique.

Wilber también refiere que el método cuantitativo en psicología reduce lo complejo a lo simple y la totalidad a sus partes, por lo que el materialismo científico redunda en un estrechamiento de la conciencia y en una falta de profundidad.

A lo somático, lo psíquico y lo espiritual, Wilber añade los aspectos culturales y sociales. Es decir que la psicología ha omitido la realidad espiritual y por ello hay que tomar conciencia de esta dimensión e integrarla en la visión global del hombre.

Wilber considera la posibilidad de integrar los diferentes niveles desde lo subconsciente a lo autoconsciente y de ahí a lo supraconsciente o dimensión espiritual (en la que también estaría englobado lo demás). Para así abarcar de la forma más completa posible la conciencia humana. Para poder integrar de forma adecuada sería preciso partir de una lógica reticular que tiene una visión panorámica y es capaz de incluir a totalidades y partes en una visión global. Según Wilber la armonización de las diferentes dimensiones es lo único que puede favorecer un desarrollo equilibrado de la persona. También hace explícita la necesidad de buscar como entender lo espiritual e integrarlo a través del estudio de las diferentes tradiciones espirituales, ya que según él el nivel más superior ha sido descrito por numerosos sabios y santos.

La dimensión superior siempre abarca más y engloba e incluye a una dimensión inferior (que está conservada y elevada en la superior). Ejemplo: El ser humano sigue siendo animal y materia englobados por el espíritu. Cada nivel trasciende e incluye al siguiente en una estructura jerárquica en la que la más elevada (“el espíritu trasciende e incluye todo“)

Y supondría ir más allá de las psicologías que sólo ven un lado del ser del hombre . Y siempre teniendo en cuenta que las diferentes dimensiones siempre están estrechamente entrelazadas en la realidad y no separadas, hecho al se refiere Wilber. Además propone un esquema de cuadrantes que muestra las dimensiones existentes en la persona y su mundo y que han de ser tomadas en cuenta en una psicología integral

Wilber entiende que la realidad humana se puede esquematizar en cuatro cuadrantes, el que muestra el yo individual, el que muestra el ello o el exterior individual (conducta observable, lo material), el que muestra el nosotros (la cultura desde nuestra vivencia) y el que muestra el ellos (conducta de un pueblo observable objetivamente desde fuera). Si no se integran los cuatro cuadrantes la psicología queda con una visión parcial. Las diagonales serían las posibilidades de ir evolucionando a niveles cada vez más elevados dentro de cada uno de ellos.

Para Wilber la evolución se daría a través de los diferentes niveles que va atravesando el yo y sus subpersonalidades y dimensiones (moral, afecto, identidad, cognición, creatividad, etc., que pueden seguir cada una caminos independientes y por ejemplo, alguien que está muy evolucionado en lo cognitivo o intelectual puede estar muy poco evolucionado en lo moral).

Considera que hay nueve niveles posibles de evolución siendo 3 previos a la formación de la personalidad o prepersonales (son los que estudia el psicoanálisis), 3 dentro de la evolución de la personalidad o personales (contemplados por otras escuelas de psicoterapia) y los tres últimos más allá de la personalidad habitual o transpersonales (contemplados por diferentes tradiciones filosóficas y espirituales).

Cada uno de los niveles de desarrollo tendría una visión diferente del mundo que iría siendo más profunda y más amplia a medida que la persona evoluciona. La mayoría de las personas sólo llegarían a un determinado nivel. También destaca que es imposible entender un nivel superior para el que está en un nivel inferior que además creen que su visión es la única adecuada. Es importante resaltar que Wilber considera que la experiencia espiritual es posible en todos los niveles pero el interpretarla de forma adecuada sólo es posible en los niveles más altos (por ejemplo los niños pueden tener experiencias espirituales pero interpretarlas de forma equivocada por sí mismos, en ellos o en personas inmaduras hay riesgo de sentirse elegidos y únicos por la inflacción del ego, o bien caer en el fundamentalismo por un pensamiento muy literal en el que se piensa que sólo se salvan los que piensan igual). Las tensiones sociales se explicarían en parte por los conflictos entre las personas en diferentes niveles.

La patología y el conflicto puede originarse a un nivel biológico, mental o espiritual o en las diferentes fases de evolución de la conciencia según Wilber

La búsqueda de un sentido y la orientación a unos valores es una ayuda ante cualquier conflicto sobre todo si es de tipo existencial (destaca la importancia de intervenir al mismo nivel, pues sería por ejemplo un error tratar un conflicto espiritual recurriendo a tranquilizantes). También las ideas religiosas pueden ofrecer una posibilidad de sentido para algunas personas; definiendo la religión como: “la búsqueda del hombre del significado último”. Sin embargo Wilber plantea que esto sólo es útil cuando la persona ha llegado a resolver problemas de fases evolutivas previas y está en el nivel adecuado para entender estos planteamientos.
Por Mª Isabel Rodríguez Fernández,
"¿Es posible una Psicología Integral?"


Antología

Antología
Textos Escogidos
Selección e introducción de David González Raga.

El presente volumen contiene una amena selección de escritos, inteligentemente escogidos, para ofrecer la esencia del pensamiento de Ken Wilber, considerado como uno de los más grandes pensadores y intelectuales más profundos, polémicos y originales de nuestro tiempo, maestro indiscutible de la nueva espiritualidad. La obra abraza el enorme espectro de campos desgranados por Ken Wilber: la conciencia, la progresión espiritual, la regresión, la inteligencia del Kosmos, la meditación, la religión institucional, la mística, el cuerpo o la psicología. Una obra indispensable para la comprensión de Wilber y los movimientos que se han inspirado en su pensamiento. selección de los textos más importantes publicados por Ken Wilber hasta la fecha.
Gracias al excelente trabajo de David Gonzalez, gran experto de la obra de Wilber, el lector encontrará la quintaesencia del pensamiento del gran sabio americano.

*Hay muchos modos de explicar lo que es la meditación, es decir, qué es lo que hace y el modo en que funciona. Hay quienes la conciben como cualquier forma de evocar la respuesta de relajación, mientras que para otros meditar es una forma de entrenar y fortalecer la conciencia, o bien un método de concentración, una forma de detener el continuo parloteo mental y relajar el cuerpo y la mente, una técnica para sosegar el sistema nervioso central, una manera de liberar las tensiones, de reforzar la autoestima, de reducir la ansiedad o de aliviar la depresión. Y,efectivamente, todo eso es cierto, ya que se ha demostrado clínicamente que la meditación produce todos esos efectos. Pero quisiera destacar que, en esencia, la meditación es, y siempre ha sido, una práctica espiritual. La meditación, ya sea cristiana, budista, hinduista, taoísta o musulmana, ha sido una técnica diseñada para que el alma se aventure en su interior y alcance su identidad suprema con la Divinidad. "El Reino de los Cielos está dentro de ti", dicen las Escrituras y el camino real hacia ese Reino ha sido, desde siempre, la meditación. Sean cuales fueren sus efectos benéficos, y lo cierto es que son muchos, la meditación es, en primer lugar y por encima de todo, la búsqueda de Dios en el interior de uno mismo.
*Ken Wilber

Diario

One Taste
The Journals of Ken Wilber.

Diario
El Sabor unico.
Trad. de David González Raga.

En su trabajo "One Taste" presenta un diario personal del año 1997, relatando sus insights en relación a su vida y experiencias espirituales.

Ken Wilber ha escrito abundantemente sobre la vida anterior, la meditación o la psicoterapia, convirtiéndose en uno de los referentes fundamentales de la nueva espiritualidad y de la psicología transpersonal. Como era previsible, su carisma personal y la solidez de sus ideas han despertado una enorme curiosidad e interés por su trayectoria y su vida personal. Este Diario de Ken Wilber permite una incursión sin precedentes en su mundo privado. Wilber habla desenfadadamente de sus experiencias mas cotidianas; ofrece información detallada sobre su propia prctica espiritual y recomendaciones varias dirigidas a los lectores. Incluye también correspondencia con maestros espirituales; y hasta una amena crónica de la redacción y publicación de su libro "Ciencia y religión". Al mismo tiempo, el "Diario" es mucho mas que un anecdotario personal. La obra viene salpicada de interesantisimas reflexiones sobre su trabajo y sobre el de destacados intelectuales y terapeutas en el campo de la psicología transpersonal. Aporta material inedito tomado de seminarios impartidos en Colorado; observaciones criticas sobre distintos movimientos espirituales, desde la ecopsicología y el análisis junguiano hasta la Nueva Era; breves ensayos teóricos sobre el arte, el feminismo, la espiritualidad y la psicoterapia. En suma, el Diario de Ken Wilber representa una forma amena y didáctica de penetrar en el no siempre bien entendido mundo de la espiritualidad, la psicología profunda y la mística. Ken Wilber esta considerado como uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo. Su visión integradora de la ciencia, la religión y la psicología, en el marco de la filosofa perenne, constituye una de las síntesis más apasionantes del momento actual.

«Si estos diarios contienen un tema es que el, el cuerpo, la mente y el alma no son mutuamente excluyentes. Los deseos de la carne, las ideas de la mente y las iluminaciones del Espíritu son expresiones perfectas del Espíritu único que habita el universo, gestos sublimes de la Gran Perfección que resplandece sobre el mundo. En el Cosmos no hay más que Un Solo Sabor y ese sabor es Divino, ya se exprese a través de la carne, de la mente o del alma.”

“El cuerpismo…es de hecho, otro término para referirse al mundo chato, a la creencia de que las únicas realidades verdaderas son las sensoriales y empíricas, algo que afecta por igual a la cultura dominante y a la contracultura. Todos sabemos que el materialismo científico es la visión del mundo dominante, pero no deberíamos olvidar que las visiones contraculturales (como la ecopsicología, la ecología profunda, las terapias corporales, el ecofeminismo, las religiones de la Gran Madre, la espiritualidad inmanente y la terapia somática, por ejemplo) también comparten la creencia de que la única realidad existente es la que se halla circunscrita al mundo sensoriomotor ordinario”

“El cuerpo es básicamente narcisista y egocéntrico. Las sensaciones corporales no van más allá de su cuerpo, no pueden asumir el papel de los demás –una capacidad, por cierto, mental, y, en consecuencia, la conciencia sensorial no puede entrar en el discurso del respeto, la compasión, la ética y la espiritualidad porque todo ello requiere una conciencia que lo trasciende. [...] El primer error consiste en alentar una oposición entre lo experiencial y lo intelectual que reduce todas las modalidades experienciales a experiencias exclusivamente corporales. El segundo error consiste en reducir las experiencias espirituales a experiencias corporales, en la idea de que si uno permanece centrado en el cuerpo, centrado en sus sentimientos, podrá acceder a la espiritualidad, porque aquéllos trascienden la mente”
Ken Wilber, en Diario.

*"De modo que si quiere conocer la "verdad última" ...... sométase a estas tres pruebas (reconocer el Yo que Usted era cien años antes de que nacieran sus padres, el Yo que será dentro de cien años y el Yo que es en el sueño profundo sin sueños). ¿Practica la astrología?, ¿le interesa correr con los lobos?.......¿le interesa recordar sus últimas reencarnaciones?, ¿utiliza la dieta como una forma de limpieza espiritual?, ¿se ocupa de la sanación de su niño interno?...... Por que, en cualquiera de estos casos, debe saber que si usted no está presente (como testigo transpersonal) durante el dormir profundo sin soñar, antes del nacimiento de sus padres....... o dentro de cien años, no es real. Por más interesantes que resulten todas estas prácticas relativas y creencias traslativas, nunca debe olvidar que son secundarias con respecto al gran NO-nacido, al Rostro Original, al Rostro del Espíritu....."

*"Cualquier acercamiento integral a la realidad debería incluir la física, la biología, la psicología, la teología, y el misticismo.

La física se ocupa de la materia, la biología lo hace del cuerpo vivo, la psicología de la mente, la teología del alma y el misticismo de la experiencia directa con el espíritu.

Cada uno de estos niveles presenta una dimensión interna y una dimensión externa que pueden expresarse en formas tanto individuales como colectivas que podemos simplificar en “Yo”, “nosotros” y “ello”.

Existe un modo fácil de recordar estas tres dimensiones diciendo que la Belleza se encuentra en el ojo del espectador, en el “yo” del espectador; la Bondad se refiere a las acciones morales y éticas que ocurren entre usted y yo, entre “nosotros”; y que la Verdad tiene que ver con los hechos empíricos y objetivos o “ellos”. De ahí que las tres dimensiones básicas del “yo”, del “nosotros” y del “ello” sean también conocidas como la Belleza, la Bondad y la Verdad o, dicho de otro modo, como el arte, la moral y la ciencia.

De modo que una visión realmente integral de la realidad no debería centrarse exclusivamente en la materia, el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu, porque cada uno de esos niveles tiene también correlatos en el mundo del arte, de la moral y de la ciencia que también habría, en consecuencia, que incluir".


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Según Platón, el conocimiento es un subconjunto de lo que forma parte a la vez de la verdad y de la creencia.
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