lunes, 22 de diciembre de 2008

Sobre el Nacionalismo

"En el mundo moderno, la ignorancia en lo que se refiere a la naturaleza del universo, se nos presenta como una negativa a especular a su respecto, y como una insistente afirmación de que sólo tienen significación o valor, partes reducidas y arbitrariamente seleccionadas del todo, como puede ser la nación, el Estado, la clase y el partido. Creer que la nación es Dios es un error tan grotesco como lo era la suposición de que el sol moriría si no le suministraban víctimas (...)"
El Fin y los Medios, pag. 304


"Esencialmente, todas las nuevas morales comunista, fascista, nazi o meramente nacionalista, se parecen mucho entre sí. Todas afirman que los buenos fines justifican los medios; y para todas, los fines consisten en el triunfo de una parte de la especie humana sobre las demás. Todas justifican el uso ilimitado de la astucia y de la violencia. Todas predican la subordinación de los individuos a una oligarquía gobernante, endiosada, que denominan 'el Estado'. Todas predican las virtudes menores, como la temperancia, la prudencia, el coraje y otras; pero todas desacreditan la caridad y la inteligencia, virtudes superiores sin las cuales las virtudes menores son meros instrumentos para hacer el mal con una eficiencia cada vez mayor."
El Fin y los Medios, pag. 305


"Para satisfacer sus ansias de significación y de valores, las gentes se inclinan hacia doctrinas como el Nacionalismo, el Fascismo, o el Comunismo revolucionario. Filosófica y científicamente, estas doctrinas son absurdas, pero para las masas de todas las comunidades tienen este gran mérito: atribuirle todo el significado y el valor que le han sido quitados al mundo como un todo."
El Fin y los Medios, pag. 289


"Tanto el capitalismo como el nacionalismo son frutos de la obsesión por el poder, el éxito y la posición social."
El Fin y los Medios, pag. 151


"El designio de la propaganda nacionalista moderna consiste en transformar el afecto normal del hombre por su patria en la veneración excluyente y feroz por la nación divinizada. Las disputas entre naciones están empezando a tomar ese aspecto inflexible y fanático, que fue característico en tiempos pasados del trato que se daban unos a otros los sectarios de los distintos grupos religiosos o políticos."
El Fin y los Medios, pag. 113


"Actualmente la idea política más poderosa es la del nacionalismo. Esta idea es la que presta justificación y la que transforma toda una serie de emociones, constituyendo la permanente motivación de acciones individuales y colectivas de la mayor importancia."
Música en la Noche (Creencias y acciones), pag. 99

Sobre el Misticismo

"El místico manifiesta el grado más elevado de desinterés de que sean capaces los seres humanos y por ello puede trascender las limitaciones comunes en forma más completa de lo que pueden hacerlo los hombres de ciencia, los filósofos o los artistas. Lo que él descubre más allá de las fronteras del universo del hombre sensual medio, es la realidad espiritual que subyace y que une a todas las cosas que existen, y que son aparentemente distintas: una realidad en la que él mismo puede fundirse y de la que puede extraer fuerzas morales y hasta físicas que, comparadas con las comunes, sólo podrían calificarse de supernormales."
El Fin y los Medios, pag. 318


"Los no místicos han negado validez a la experiencia mística, señalándola como una cosa meramente subjetiva e ilusoria. Pero debiera recordarse que, a todo el que no la haya experimentado efectivamente, cualquier intuición directa debe parecerle subjetiva e ilusoria. Al sordo le resulta imposible hacerse a la idea de la naturaleza o de la significación de la música."
El Fin y los Medios, pag. 307


"La bondad es el procedimiento por el cual podemos distraer nuestra atención de este tema especialmente cansador de nuestra animalidad o de nuestra separatividad individual. El recogimiento y la meditación colaboran de dos maneras con la bondad: produciendo, como dice Babbitt, 'una concentración suprarracional de la voluntad', y haciendo que la mente comprenda, no sólo teóricamente, sino también por intuición directa, que el universo particular del hombre sensual medio no es idéntico al universo en conjunto."
El Fin y los Medios, pag. 319


"La circunstancia de que tantos filósofos y místicos pertenecientes a tantas culturas diferentes hayan estado convencidos, por inferencia o por intuición directa, de que el mundo posee significación y valor, es un hecho suficientemente llamativo como para que por lo menos valga la pena investigar la creencia en cuestión."
El Fin y los Medios, pag. 297


"La técnica de la inhibición tiene que aprenderse en todos los planos de la existencia. En el plano intelectual, por cuanto no podemos esperar ser capaces de pensar con inteligencia, o de lograr la forma más sencilla de recogimiento, sino aprendemos a inhibir todo pensamiento inoportuno. En el plano emotivo, porque nunca podremos alcanzar ni tan siquiera el grado más bajo de desprendimiento sin que seamos capaces de contener, a medida que se presentan, los impulsos constantes de la malicia y de la vanidad, de la lujuria y de la molicie, de la avaricia, la cólera y el miedo. En el plano físico, por cuanto si estamos descompaginados -como lo estamos los más, dadas las circunstancias actuales de la vida urbana- no debemos esperar poder lograr nuestra integración, mientras no inhibamos la tendencia a obrar en la forma desorganizada que acostumbramos a hacerlo."
El Fin y los Medios, pag. 240


"Todos los místicos orientales insisten con respecto a que la salud corporal es necesaria. Un hombre enfermo no puede alcanzar el esclarecimiento. También indican ellos que es sumamente difícil que un hombre pueda adquirir el arte contemplativo sin que observe determinadas reglas de alimentación y sin que adopte determinadas actitudes."
El Fin y los Medios, pag. 238


"Es difícil encontrar una palabra que por sí sola describa adecuadamente al hombre ideal de los filósofos libres, de los místicos, de los fundadores de la religión. Desapegado es tal vez la mejor. (...) la ética del desprendimiento ha estado siempre correlacionada con cosmologías que afirman la existencia de una realidad espiritual subyacente al mundo de los fenómenos, y que le confiere cualquier valor o significado que pueda poseer."
El Fin y los Medios, pag. 9


"Si un hombre quiere llegar lejos en el camino místico, debe aprender a desear a Dios intensamente pero en quietud, pasivamente, aunque con todo su corazón, su espíritu y su fuerza."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 325


"Al terminar el siglo XVIII, el misticismo ha perdido su antigua importancia en la cristiandad y actualmente está casi muerto. 'Bueno, ¿y que hay con ello? -puede preguntárseme-. ¿Por qué no debía morir? ¿De qué sirve, aun cuando viva?' La respuesta a estas preguntas es que donde no hay visión los hombres perecen, y que, si aquellos que son la sal de la tierra pierden su sabor, nada queda para mantener la tierra desinfectada, para impedir que se suma en un completo decaimiento. Los místicos son canales a través de los cuales un pequeño conocimiento de la realidad filtra al universo humano de ignorancia y de ilusión. Un mundo totalmente no místico sería un mundo totalmente ciego, un mundo de locos. Desde principios del siglo XVIII en adelante, el número de fuentes del conocimiento místico ha ido disminuyendo constantemente en todo el planeta. Estamos peligrosamente adelantados en la oscuridad."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 123


"Este trabajo consiste en el cultivo del arte de amar a Dios por sí mismo solamente y tal como es en sí mismo, no por aquello que el adorador pueda obtener para sí y no tal como es, luego de pasar por el intermedio refractor de una personalidad humana. 'Eleva tu corazón a Dios con una ciega agitación de amor y piensa en Él mismo y no en sus bondades'. Esas 'agitaciones de amor' deben ser ciegas, porque si quiere percibirse a Dios como es en Sí, debe amárselo con un acto puro de la voluntad no matizado por el razonamiento discursivo. No debe haber intentos vanos y perturbadores de comprender aquello que por su naturaleza es incomprensible."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 84


"Bajo la forma literaria, la tradición mística hace su primera aparición en los Upanishads, los primeros de los cuales se remontan, según se supone, hasta el siglo VIII antes de Cristo. En estos escritos hindúes hallamos cierta teoría metafísica del universo y de su relación con el hombre. Esta teoría se resume en la frase 'Tat tvam asi' -tú eres eso. La realidad última es a la vez trascendental e inmanente. Dios es el creador y el protector del mundo, pero el reino de Dios está también en nosotros, como una especie de conciencia que se halla, por decirlo así, por debajo de la conciencia ordinaria individualizada de la vida diaria, incomparable a ésta y diferente en su clase aunque perceptible para cualquiera que esté preparado a 'perder la vida para salvarla'."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 73


"Hacer la voluntad de Dios, la voluntad exterior, la voluntad interior, la voluntad esencial. Cumplirla por amor a Dios sólo y sin referencia alguna a lo que él mismo deseara y esperara o pudiera lograr en este mundo o en el próximo."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 14


Sobre la iluminación

"Ningún ser personal puede traspasar los límites de su 'yo', sea moralmente (por la práctica de las virtudes que quebrantan el apego), sea místicamente (por la unión cognoscitiva directa de la última realidad), si no tiene plena conciencia de lo que es, y de por qué es lo que es. Se trasciende del ser personal a través del conocimiento consciente de uno mismo."
El Fin y los Medios, pag. 344


"La última realidad que llegan a descubrir los que se resuelven a modificar su propia existencia con el objeto de alcanzar su conocimiento directo, no es, como ya lo hemos visto, una personalidad. Desde que no es personal, resulta ilegítimo atribuirle cualidades éticas. 'Dios no es bueno -decía Eckhart-. Yo soy bueno.' (...) La última realidad es 'la paz del Señor que pasa todo entendimiento'; la bondad es el medio por el cual uno puede aproximársele."
El Fin y los Medios, pag. 318


"Una última identidad física subyace en toda la aparente diversidad física del mundo. Más aún, todas las existencias aparentemente independientes son en realidad interdependientes. Mientras tanto, los místicos han demostrado que todo investigador adiestrado en el recogimiento y la meditación, puede alcanzar la experimentación directa de una unidad espiritual subyaciendo la aparente diversidad de las conciencias independientes. Ellos han hecho ver que lo que parecía ser el último hecho de la personalidad no es en realidad un hecho final, y que les es posible a los individuos trascender las limitaciones de la personalidad y mezclar su propia conciencia en una conciencia impersonal mayor, que subyace a toda mente personal."
El Fin y los Medios, pag. 315


"[los fundadores de la religión] han dividido a los seres humanos en dos grupos: una minoría constituida por personas capaces de realizar los esfuerzos que son necesarios para alcanzar el esclarecimiento, y una gran mayoría que es incapaz de semejantes esfuerzos. Esta concepción es fundamental en el hinduismo, en el budismo, y por lo general en todas las filosofías de la India. Se encuentra implícitamente en todas las enseñanzas de Lao-Tsé y también en las de los estoicos. Jesús de Nazareth enseñaba que 'muchos son los llamados y pocos los elegidos', y también que hay ciertas personas que constituyen 'la sal del mundo' y que por ello son capaces de preservarlo y de impedir su decaimiento. (...) En la práctica, el cristianismo, del mismo modo que el hinduismo o el budismo, no es una sola religión, sino varias religiones que se adaptan a las necesidades de los distintos tipos de seres humanos."
El Fin y los Medios, pag. 244


"Las inteligencias que pueden deleitarse en lo que podría denominarse el conocimiento en gran escala -esto es, el conocimiento de las relaciones que subsisten entre cosas y hechos que distan considerablemente en el espacio y en el tiempo y que aparentemente no tienen atingencia entre si- son raras."
El Fin y los Medios, pag. 214


"El aprender a vivir en abnegación activa constante es probablemente la más difícil y más ardua de todas las tareas humanas pero aquellos que la realizan tienen la recompensa que recibieron (...) todos los grandes místicos; el vivir simultáneamente en el tiempo y en la eternidad, entre los hombres y en dios, y la paz y la bienaventuranza, en esta vida terrena, de la visión beatífica."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 109


"'Perfección' es el estado de autoabnegación total y continua en la Realidad -el estado de aquellos que pueden decir 'vivo, pero no soy yo sino Dios quien vive en mí'. De sus biografías, surge claramente que los hombres y las mujeres que han llegado a tal perfección, reciben, entre los demás frutos del espíritu, un extraordinario aumento de fuerza moral. Es, por su calidad, una fuerza totalmente distinta de esa inflexibilidad propia de la tensa y egocéntrica voluntad personal del estoico y de los luciferes mezquinos 'enemigos de lo justo', según la expresiva frase de Blake, y enemigos de lo injusto. La voluntad de la persona autoabnegada es floja y lánguida, porque no es su voluntad propia sino un gran río de fuerza que corre a través de ella desde un mar de conciencia subliminal que se abre a su vez al océano de la realidad. Irradia alegría y una serenidad hermosa aunque arredradora; obra con suavidad irresistible, y, siendo completamente humilde, ejerce la autoridad de un poder infinitamente mayor que ella misma, y del cual es mero instrumento."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 205


"Una aniquilación violenta de su yo frustraría su propio propósito, ya que esa violencia pertenecería a la mera voluntad humana y el usar de ella no haría sino robustecer esa voluntad contra la voluntad de Dios. En ese acto de autonegación, el hombre tiene que obrar de algún modo sin esfuerzo, o, mejor dicho, permitir que su yo sea dirigido, pasivamente, por la voluntad divina."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 21


Sobre las Guerras

"En épocas semejantes, se percibe claramente el fin que persigue el esfuerzo colectivo; los deberes son sencillos y explícitos; la vaguedad y la incertidumbre de los ideales de los tiempos de paz desaparecen ante la agudeza con que se presenta definido el ideal en tiempos de guerra, ideal que se expresa así: vencer cueste lo que cueste; las asombrosas complejidades de los moldes sociales de tiempos de paz son reemplazados por el molde, de hermosa sencillez, de una colectividad que lucha por su existencia. El peligro fortalece el sentimiento de solidaridad social y precipita el entusiasmo patriótico. La vida adquiere sentido y significado y se vive en un diapasón elevado de intensidad emotiva."
El Fin y los Medios, pag. 136


"Todos los métodos existentes para prevenir las guerras se caracterizan por uno o dos defectos principales. O son intrínsecamente malos, como las sanciones militares, y por ello incapaces de obtener resultados que no sean nocivos (los resultados del empleo de la violencia de la astucia ilimitada son siempre exactamente los mismos, ya sea cuando el procedimiento se le denomina simplemente guerra o cuando se emplean eufemismos tan encantadores como los de 'sanciones', 'seguridad colectiva', 'acción de policía internacional'), o son solamente piezas de una maquinaria más o menos bien ideada, incapaces de afectar por si solos las causas fundamentales de las guerras."
El Fin y los Medios, pag. 130


"La guerra moderna destruye con el máximo de eficiencia y el máximo de indiscriminación, y en consecuencia, implica injusticias mucho más numerosas y mucho más graves que las que se pretendan enmendar. (...) Las guerras no concluyen con las guerras; las más de las veces terminan por una paz injusta, que hace inevitable otra guerra de venganza."
El Fin y los Medios, pag. 123


"La guerra no es una ley natural, ni siquiera una ley de la naturaleza humana. Existe porque los hombres así lo desean; y sabemos, así nos lo enseña la historia, que la intensidad de ese deseo ha variado desde el cero absoluto hasta el máximo frenesí. "
El Fin y los Medios, pag. 106


"La guerra es un fenómeno exclusivamente humano. (...) El hombre es único en eso de organizar matanzas en masa dentro de su especie. (...) Las guerras tienden a eliminar a los jóvenes y a los fuertes y perdonan a los enfermizos (...) desde el punto de vista del individuo, la guerra es una selección a la inversa; (...) Existen hoy algunas sociedades humanas primitivas -la de los esquimales, por ejemplo-, para las cuales la guerra es algo desconocido y hasta inconcebible. Sin embargo, todas las sociedades civilizadas son guerreras."
El Fin y los Medios, pag. 101


"Todo país que pretenda utilizar la guerra moderna como instrumento para realizar un programa político, debe tener un ejecutivo todopoderoso y altamente centralizado. De aquí que resulte absurdo hablar de defender a las democracias por la fuerza de las armas. Una democracia que haga, o que, sin más, pretenda prepararse eficazmente para la guerra científica moderna, debe necesariamente dejar de ser una democracia. (...) Los tragadores de fuego de las izquierdas, que en el transcurso de los dos últimos años han estado pidiendo que los países democráticos contesten con firmeza (es decir, acción militar) las agresiones fascistas, han estado pidiendo en realidad que se acelere el proceso mediante el cual los países democráticos se están transformando, gradual pero sistemáticamente, en la imagen de los países fascistas que tanto detestan."
El Fin y los Medios, pag. 73


"Los pueblos se preparan para la guerra, entre otras razones, porque la guerra forma parte de las grandes tradiciones; porque la guerra los estimula y les proporciona algunas satisfacciones personales o sustitutivas; porque viven en una sociedad dentro de la cual se venera el éxito cualesquiera hayan sido las formas en que se ha obtenido, y dentro de la cual la competencia parece más 'natural' que la cooperación, porque en las circunstancias actuales es más habitual."
El Fin y los Medios, pag. 53


"Casi todos desean la paz y la libertad, pero son muy pocos los que tienen gran entusiasmo por las ideas, sentimientos y actos que hacen factibles esos ideales. Inversamente, casi nadie quiere la guerra o la tiranía, pero son muchos los que hallan un placer intenso en las ideas, sentimientos y actos que llevan a esas calamidades."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 64


"La idea de que la guerra entre naciones es justa, adecuada e inevitable continúa siendo una especie de axioma y, por así decirlo, una necesidad del pensamiento. Las espantosas experiencias de los últimos treinta años no le han enseñado a la humanidad colectiva precisamente nada. Las naciones del mundo continúan pensando, sintiendo y obrando según los antiguos modos - los modos que son positiva garantía de una caída en la catástrofe. Si los aglomerados sociales son incapaces de aprender aun con la más amarga clase de experiencia, ¿de qué modo comunicar la lección indispensable?"
La Doble Crisis, pag. 27


Sobre los Fines y Medios

"Los buenos fines no pueden realizarse por medios inadecuados."
El Fin y los Medios, pag. 201


"Los medios por los cuales tratamos de realizar una cosa tienen por lo menos tanta importancia como los mismos fines que tratamos de lograr. En rigor, son en verdad más importantes todavía. Puesto que los medios de que nos valemos determinan inevitablemente la índole de los resultados que se logran; ya que por bueno que sea el bien a que aspiremos, su bondad no basta para contrarrestar los efectos de los medios perniciosos de que nos valgamos para alcanzarlo."
El Fin y los Medios, pag. 60


"El fin no puede justificar los medios, por la sencilla y clara razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines obtenidos."
El Fin y los Medios, pag. 15


Sobre las Evasiones

"[los europeos] Se mueven sin rumbo a través de la falsedad de la vida, tratando de llenar su vacío interior por medio de estimulantes externos, leyendo diarios, soñando despiertos en el cine, escuchando música y charlas por la radio, tomando parte activa en los juegos y, sobre todo, presenciándolos, pasando toda clase de 'buenos ratos'. Entretanto, se da la bienvenida y se acoge con avidez cualquier doctrina que parezca conferirle una finalidad o un objeto a la vida."
El Fin y los Medios, pag. 137


"El tono emocional de las multitudes es esencialmente orgiástico y dionisiaco. Por virtud de su inclusión en una multitud, el individuo se encuentra liberado de las limitaciones propias de su personalidad, y participa del mundo subhumano, subpersonal, que es inherente a los sentimientos desenfrenados y a las creencias no analizadas. Formar parte de una multitud resulta una experimentación muy semejante a la intoxicación alcohólica. La mayor parte de los seres humanos ansían evadirse de las limitaciones de su propio ser y descansar periódicamente de su personalidad escuálida, mezquina y para cada cual demasiado conocida. Como no saben hacer lo necesario para ascender desde su propia personalidad hasta una región suprapersonal, y como no tienen voluntad suficiente para hacerlo, aunque sepan satisfacer las condiciones éticas, psicológicas y fisiológicas necesarias para trascender del propio ser, se dirigen naturalmente hacia el camino descendente, el camino que conduce, desde la personalidad, hacia las tinieblas del sentimentalismo subhumano y del pánico animal. De aquí el ansia persistente por los narcóticos y los estimulantes, y también la atracción infalible de las multitudes."
El Fin y los Medios, pag. 83


"Pocos son los hombres que quieren algo muy intensamente, y, de estos pocos, sólo una ínfima minoría es capaz de combinar la fuerza de voluntad con una continuidad invariable. La mayor parte de los seres humanos son criaturas espasmódicas e intermitentes a quienes les gustan por encima de todo los placeres de la indolencia mental. "Por este motivo", dice Bryce, "una voluntad enérgica e invariable se convierte a veces en un poder tan tremendo, casi en una fuerza hipnótica". Lucifer es la encarnación mitológica más alta de esta intensa voluntad personal, y los Grandes Hombres que la han tenido en la escena de la historia, participan, hasta cierto punto, de su fuerza y de su magnificencia satánicas. Debido a esta fuerza y a esta magnificencia, tan diferente de nuestra propia debilidad y flojedad mental, nos volvemos nostálgicamente hacia las biografías de hombres como Alejandro, César y Napoleón, y, a cada nuevo imitador de Lucifer que surge, nos prosternamos ante él pidiéndonos que nos salve. Y, por supuesto, a muchos de estos grandes hombres les gustaría verdaderamente salvar a sus semejantes. Pero puesto que son lo que son, no santos sino mezquinos luciferes, sus bienintencionados esfuerzos sólo pueden llevar, en alguna forma temporaria más o menos desagradable, a la perpetuación de aquellas condiciones por cuya supresión reza la humanidad. Los Grandes Hombres han dejado invariablemente de "entregar las mercaderías", pero porque admiramos sus cualidades y envidiamos sus triunfos, seguimos creyendo en ellos y sometiéndonos a su poder. Al mismo tiempo, sabemos muy bien con parte de nuestro ser que los luciferes no pueden hacernos bien alguno; entonces nos alejamos por un momento de esas encarnaciones de la voluntad personal y nos volvemos hacia esos seres humanos muy diferentes, que encarnan la voluntad de Dios. Los Santos tienen aun más voluntad de ayudar que los Grandes Hombres, pero el consejo que dan es propio a parecer deprimente a los hombres y a las mujeres que quieran gozar de los placeres de la indolencia. "Dios", dicen los Santos, "ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos"; y comienzan a prescribir los métodos por los cuales es posible ayudarse a sí mismo. Pero no queremos tener que ayudarnos a nosotros mismos; queremos ser ayudados, tener a alguien que haga el trabajo por nosotros. Entonces nos volvemos de nuevo hacia las encarnaciones de la voluntad personal. Estos Grandes Hombres no tienen ni la menor duda acerca de su habilidad para darnos exactamente lo que queremos: un sistema político que hará buenos y felices a todos, una religión de Estado que nos asegure los favores de Dios aquí en la tierra y una bienaventurada eternidad en el paraíso. Aceptamos su ofrecimiento, e inmediatamente la otra parte de nuestro ser se vuelve hacia los Santos, de donde volvemos de nuevo a nuestros desastrosos Grandes Hombres. Y así, siglo tras siglo. La patética indecisión ha dejado sus rastros acumulados en nuestras bibliotecas, en que la vida de los Grandes Hombres y sus actividades en la historia llenan tantos estantes como las vidas de los Santos y sus relaciones con Dios."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 202


"El Padre José se veía distraído de la perfección mística por una serie de tentaciones estrechamente relacionadas entre sí: la tentación de hacer lo que le parecía su deber, cumplir lo que parecía ser la voluntad exterior de Dios; la tentación de elegir un deber inferior a expensas de uno superior y la tentación de creer que una tarea desagradable tenía que ser buena por lo mismo que era desagradable."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 194


"La naturaleza aborrece el vacío, incluso en la mente. El doloroso vacío del aburrimiento actual es llenado y perpetuamente renovado por el cine, la radio, la televisión y las historietas cómicas."
Los Demonios de Loudun, pag. 28


"Los espectáculos públicos representan actualmente un papel comparable al que representó en la Edad Media la religión."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 98


"Cuando, por una razón cualquiera, los hombres y las mujeres no logran trascender de sí mismos por medio del culto, las buenas obras y los ejercicios espirituales, se sienten inclinados a recurrir a los sustitutivos químicos de la religión: el alcohol y las "píldoras" en el moderno Occidente, el alcohol y el opio en el Este, el hachís en el mundo mahometano, el alcohol y la marihuana en la América Central, el alcohol y la coca en los Andes y el alcohol y los barbitúricos en las regiones más al día de la América del Sur."
Las Puertas de la Percepción, pag. 65


"El afán universal y permanente de autotrascendencia, no puede ser abolido cerrando de golpe las más populares Puertas del Muro. La única acción razonable es abrir puertas mejores, con la esperanza de que hombres y mujeres cambien sus viejas malas costumbres por hábitos nuevos y menos dañinos. Algunas de estas puertas mejores podrán ser de naturaleza social y tecnológica, otras religiosas o psicológicas, y otras más dietéticas, educativas o atléticas. Pero subsistirá indudablemente la necesidad de tomarse frecuentes vacaciones químicas del intolerable sí mismo y del repulsivo ambiente."
Las Puertas de la Percepción, pag. 62


"La mayoría de los hombres y mujeres llevan vidas tan penosas en el peor de los casos y tan monótonas, pobres y limitadas en el mejor, que el afán de escapar, el ansia de trascender de sí mismo aunque solo sea por breves momentos es y ha sido siempre uno de los principales apetitos del alma."
Las Puertas de la Percepción, pag. 60


Sobre la Educación

"Los educacionistas deberían hacer, mientras sea tiempo todavía, todo lo que esté a su alcance para crear en las mentes de sus discípulos hábitos de resistencia a la sugestión.
(...) La resistencia a la sugestión puede crearse de dos modos. Primero puede enseñárseles a los niños a contar solamente con sus propios recursos interiores, y a no tener que depender de estímulos exteriores incesantes.
(...) La segunda manera de fortalecer la resistencia a la sugestión es de carácter puramente intelectual, y consiste en acostumbrar a la gente a someter al análisis crítico los procedimientos que emplean los propagandistas."
El Fin y los Medios, pag. 229


"Existe cierto peligro de que a los niños se les consienta más libertad de la que pueden ejercitar con provecho, y más responsabilidad de la que desean o de la que pueden cargar."
El Fin y los Medios, pag. 194


"Los primeros reformadores en cuestión educacionales creían que la instrucción primaria universal, y de ser posible la secundaria, librarían al mundo de sus cadenas y lo harían 'propicio a las democracias'. Si no ha resultado así; si, a la inversa, ha preparado al mundo para las dictaduras y la guerra universal, la razón es sumamente sencilla. Cuando se camina en sentido contrario, no puede alcanzarse objetivo histórico alguno. Si la meta que uno se propone es la libertad y la democracia, entonces corresponde instruir a la gente en las artes de la libertad y la autonomía. Si se les enseña por lo contrario el arte de atropellar y el de obedecer pasivamente, no podrá lograrse la libertad y la democracia que se pretenden conseguir."
El Fin y los Medios, pag. 201


"La disciplina no es el único instrumento formativo del carácter. Uno de los descubrimientos psicológicos más importantes de los tiempos modernos, fue el descubrimiento de que los juegos no sólo de los niños, sino también (lo que es más significativo) de los adolescentes y de los adultos, podían aprovecharse con propósitos educativos."
El Fin y los Medios, pag. 203


"El hombre es el único tema que logra interesar a todos los hombres, cualesquiera sean sus tipos o el grado de sus inteligencias. El futuro ingeniero puede no querer internarse profundamente en el estudio de las leyes del universo material, o puede no ser capaz de hacerlo. No será sin embargo nada difícil interesarlo en las cuestiones humanas. Es en consecuencia relacionando su educación técnica con cuestiones humanas como podrá llegarse mejor a liberalizarla. No implicaría ninguna dificultad el proceder a la integración de una cuestión técnica cualquiera, en un amplio conjunto de relaciones que estuviese contenido dentro de la estructura humana y ético-psicológica a que nos hemos referido. El curso técnico iría unido a un curso explicativo de los efectos de esta técnica, con relación al bien y al mal, al bienestar y al sufrimiento. Nuestro hipotético joven, no solamente aprendería a ser mecánico, sino también a comprender las distintas maneras en que las máquinas afectan, han afectado y probablemente afectarán en el futuro la vida de los hombres y las mujeres."
El Fin y los Medios, pag. 217


"Educamos a los niños menores como si quisiéramos que fuesen seres libres, inteligentes, responsables y que cooperen por propia voluntad; educamos a los niños mayores como para que acepten pasivamente la tradición y para que dominen a los demás o sean dominados.
(...) La antigua tradición patriarcal coexiste en nuestras inteligencias con cierto anhelo de libertad y de democracia más reciente, pero incompatible con ella. En nuestro entusiasmo por lo segundo, educamos a los niños más pequeños como para que resulten seres libres, que se gobierne cada cual por si mismo; y una vez que lo hemos hecho nos asustamos, y recordamos que nuestra sociedad sigue siendo jerárquica, sigue siendo altamente autoritaria, y consagramos todas nuestras energías a educarlos con el fin de que puedan ser por una parte dirigentes y por la otra subordinados obedientes."
El Fin y los Medios, pag. 194


"Se ha considerado con mucha atención en el transcurso de los últimos años, la influencia que puede ejercer el arte sobre la educación de las emociones. En varios colegios y escuelas, la música, el teatro, la poesía y las artes visuales han sido utilizadas, más o menos sistemáticamente, como un procedimiento para extender los conocimientos y para orientar en una dirección conveniente la corriente emotiva."
El Fin y los Medios, pag. 221


"No es menos importante enseñarles a los niños a examinar todas las personificaciones, todas las metáforas, todas las abstracciones que encontrasen en los artículos que leyesen o en los discursos que escuchasen. Deben aprender a traducir todas esas palabras desprovistas de contenido en términos que se refieran a la realidad concreta contemporánea."
El Fin y los Medios, pag. 233


"Empleando un sistema de clasificación arbitrario pero inevitable, me he referido sucesivamente a la educación como adiestramiento del carácter, a la educación como instrucción, a la educación como adiestramiento de las emociones. Tengo que referirme ahora a otra clase de educación; una educación que debe acompañar y sustentar a todas las demás; es la educación del cuerpo.
En el mundo, tal como lo conocemos nosotros, la mente y el cuerpo forman un solo conjunto orgánico. Lo que sucede en la mente afecta al cuerpo; lo que acontece en el cuerpo afecta a la mente. La educación tiene que ser, entonces, tanto un proceso de adiestramiento físico como uno mental."
El Fin y los Medios, pag. 237


"Para los que han vagado por las ciudades universitarias, el profesor fósil es un objeto demasiado conocido. Tal vez pudiese retardarse el proceso de fosilización si a los profesores se les diese periódicamente, no sólo años de descanso, sino también años de trabajo, durante los cuales tuviesen que ocuparse de tareas completamente ajenas al mundo académico."
El Fin y los Medios, pag. 221


"La educación está sujeta, lo mismo que el vino, la prosperidad y los abonos artificiales, a la misma ley de disminución en la reiteración. El exceso, la cantidad e intensidad de la enseñanza resulta útil porque desarrolla la eficacia del pensamiento y la excelencia moral; pero después de alcanzarse un cierto máximum, variable según los individuos, esa utilidad disminuye invariablemente e incluso puede llegar a adquirir un resultado negativo."
Música en la Noche (Notas sobre la libertad), pag. 109


"De aquí la importancia de preservar a toda costa la irrazonada tradición de conducta civilizada, la convención social de decencia ordinaria. Destrúyase éstas, e inmediatamente un gran número de hombres y de mujeres que no descubran en sí mismos razón alguna por la cual no deban comportarse como diablos, se comportarán como diablos, y seguirán haciéndolo hasta que se consuman físicamente o se cansen de la tensión y de la incertidumbre de la vida diabólica, o, también, por cualquier razón providencial, hasta que descubran en lo profundo de sus almas los ocultos pujos de compasión, la bondad potencial, latente aun en el peor de los hombres, y, en el mejor de los casos, plenamente realizado en el esplendor sobrehumano de la santidad."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 308


"La educación para la libertad debe comenzar exponiendo hechos y anunciando valores y debe continuar creando adecuadas técnicas para la realización de los valores y para combatir a quienes deciden desconocer los hechos y negar los valores por una razón cualquiera."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 119


"Desgraciadamente, la educación superior no garantiza necesariamente una virtud superior o una superior sabiduría política."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 38

Sobre la Divinidad

"Probablemente no existe argumento que pueda probar de manera convincente el teísmo, el deísmo o el panteísmo, en sus formas pancósmicas o acósmicas. Lo más que pueden hacer los 'razonamientos abstractos' (empleando la frase de Hume) es crear presunciones a favor de tal o cual hipótesis; y estas presunciones pueden fortalecerse mediante 'razonamientos experimentales que se refieran a hechos evidentes o demostrables'. El convencimiento final sólo puede llegarles a los que hacen un acto de fe. La sola idea nos parece a la mayor parte de nosotros desconsoladora. Pero puede dudarse de que este acto de fe especial sea intrínsecamente más difícil que los que tenemos que hacer cada vez que tenemos que hacer una hipótesis, por ejemplo, o cada vez que de la consideración de unos cuantos fenómenos sacamos en consecuencia inferencias que conciernen al pasado, el presente y el futuro. En base a una evidencia muy reducida, y ello no obstante, sin escrúpulos de nuestra conciencia intelectual, presumimos que nuestros anhelos de explicación de las cosa tienen un objeto real dentro de un universo explicable; que la satisfacción estética que ciertos argumentos nos proporcionan es una señal de su verdad; que las leyes del pensamiento son también las leyes de las cosas. Parecería no haber razón ninguna para que, si hemos podido tragarnos esto, no podamos tragarnos lo otro, cosa que en realidad no es tanto más difícil. Las razones que nos violentan cuando se trata de aquello ya han sido enumeradas. Desde que las conocemos, por lo mismo dejan de existir y estamos en libertad para estimar, de acuerdo con sus méritos, las demostraciones y los argumentos que justificarían que hiciésemos ese acto final de fe y que presumiésemos la verdad de una hipótesis que no somos capaces de poder demostrar totalmente."
El Fin y los Medios, pag. 305


"Los que se toman la molestia de adiestrarse en las duras técnicas del misticismo, concluyen siempre, si llegan bastante lejos en su recogimiento y en sus meditaciones, por perder toda intuición de un dios personal y por lograr directamente la experiencia de una última realidad que es impersonal. Las experimentaciones de todos los grandes místicos de todas las épocas y todos los países, están ahí, para demostrar que la teología asociada con el 'bhakti marga' es impropia, y representa falsamente la naturaleza de la última realidad. Los que persisten en mantener relaciones de carácter emocional con un dios que creen personal, son personas que nunca se han molestado en emprender el difícil adiestramiento que constituye el único medio de lograr la unión mística del alma con el principio integrante de toda existencia."
El Fin y los Medios, pag. 254


"La devoción y la imitación de una divinidad personal, proveen a los fieles de mayor fuerza de voluntad que cualquier otra educación religiosa de si mismo, para el objeto de proceder a su propia transformación, y a la transformación del mundo que lo rodea. Ahora bien, la fuerza de voluntad es una gran cosa, con tal de que esté bien dirigida. La devoción a una divinidad personal produce gran cantidad de energía; pero, ¿determinará también un sentido satisfactorio en la energía producida?"
El Fin y los Medios, pag. 256


"Pero, ¿qué es esta 'deidad'? ¿Cómo definir un 'dios'? Expresado en términos psicológicos, un dios es algo que nos sugiere una especie de estados anímicos a los que el profesor Otto ha denominado 'numinosos' -del latín 'numen', ser sobrenatural-. Los sentimientos numinosos constituyen el material originario de donde los espíritus teorizantes extraen los dioses individuales de las Teogonías, los diversos atributos de la Divinidad única. Una vez formulada, una Teogonía sugiere a su vez sentimientos numinosos. Así, el terror de los hombres frente a los peligrosos enigmas del universo les lleva a postular la existencia de dioses irritados; y más tarde, pensando en tales dioses, llegan a sentir miedo, incluso cuando el universo no les proporciona, por el momento, ningún motivo de alarma. Emoción, racionalización, emoción nuevamente: el proceso es circular y continuo."
Música en la Noche (Meditación sobre la luna), pag. 76


"Dios es un producto del artesanado ético y espiritual de los individuos; no puede ser producido en masa."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 345

Sobre las Dictaduras

"Cada dictador tiene una jerga que le es propia. Los vocabularios son distintos, pero sus propósitos son los mismos en todos los casos: legitimar un despotismo local hace aparecer a un gobierno 'de facto' como un gobierno de derecho divino. Tales jergas resultan, para las tiranías, instrumentos no menos indispensables que el espionaje policial y la censura de la prensa. Suministran un surtido de vocablos con los que llegan a justificarse ampliamente los crímenes más monstruosos y pueden racionalizarse las políticas más extraviadas. Sirven de molde para los pensamientos, sentimientos y deseos de pueblos enteros. Valiéndose de ellos, se puede llegar a persuadir a los oprimidos a que toleren y hasta veneren a sus insanos y criminales opresores.
Resulta bastante sugestivo que una palabra se encuentre en el vocabulario de todos los dictadores y que la empleen indistintamente los fascistas, los nazis y los comunistas con propósitos de justificación y racionalización. Ésa es la palabra 'histórico'.
(...) Apelar a la historia es algo que les resulta especialmente cómodo a los dictadores; pues el postulado que sustenta ese recurso es, en el idioma hegeliano, que lo real es racional: lo que sucede es, en último análisis, lo mismo que lo que debiera suceder.
Ocurre a menudo, por ejemplo, que la fuerza triunfe sobre el derecho; por ello la fuerza es 'histórica' y digna de conquistas.
(...) La 'historicidad' está pasando a ser aceptada como uno de los valores supremos, por multitudes cada vez más numerosas de hombres y mujeres. Esta identificación implícita de lo que debiera ser con lo que realmente es, vicia todo pensamiento que se refiera a la moral, a la política, al progreso, a las reformas sociales y hasta al arte mismo.
(...) Contemplando al mundo, ellos creen ver que las circunstancias parecen conspirar para llevar a la gente en una dirección determinada. Este movimiento es 'histórico', por ello tiene valor; existe y en consecuencia es indispensable que exista. Aceptan lo existente. En verdad, hacen mucho más que aceptar; aplauden y dan testimonios. Si lo real es lo racional y lo equitativo, se sigue que la acción 'histórica' tiene que tener los mismos resultados que tendría una acción dictada por la razón y el más sublime idealismo.
(...) Pero creyendo, como él cree, que lo real es lo racional, se convence a sí mismo de que el cambio que las circunstancias conspiran a imponerle tiene que ser, necesariamente, el que conduce a la meta que se desea. Cree que en todas partes la tiranía llegará de algún modo a convertirse en democracia, la cautividad en liberación individual, la concentración del poder político y económico en el gobierno de cada cual por sí mismo. En una palabra, está dispuesto a tolerar y hasta a complicarse en cualquier maldad o en cualquier imbecilidad, porque está convencido de que existe una providencia 'histórica', que hará que medios inadecuados y nocivos resulten en fines benéficos."
El Fin y los Medios, pag. 76


"Los políticos totalitarios exigen obediencia y conformidad en todas las esferas de la vida, incluso, por supuesto, la religiosa. Su propósito es utilizar la religión como instrumento de consolidación social, como una contribución a la mayor eficiencia militar del país. Por este motivo, la única clase de religión que fomentan es estrictamente antropocéntrica, excluyente y nacionalista."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 352


"A la larga, la ira y el odio son emociones que se derrotan a sí mismas. En lo inmediato, sin embargo, proporcionan altos dividendos en la forma de satisfacción psicológica y hasta (pues liberan grandes cantidades de adrenalina y noradrenalina) fisiológica. La gente puede tener al principio un prejuicio inicial contra los tiranos, pero, cuando los tiranos o aspirantes a tiranos le dedican una propaganda liberadora de adrenalina sobre la perfidia del enemigo -especialmente de un enemigo lo bastante débil para que pueda ser perseguido- muchos se inclinan a seguir con entusiasmo a quien así se expresa. En sus discursos, Hitler repetía insistentemente palabras como "odio", "fuerza", "implacable", "aplastamiento", "aniquilación", y acompañaba estas violentas palabras con ademanes todavía más violentos. Gritaba, daba alaridos, sus venas se hinchaban, su rostro se ponía violáceo. Una emoción violenta (como lo saben todos los actores y dramaturgos) es contagiosa en sumo grado. Envenenado por el maligno frenesí del orador, el auditorio bramaba, sollozaba y gritaba en una orgía de pasión sin inhibiciones. Y estas orgías eran tan gratas que la mayoría de quienes las habían experimentado volvían afanosamente en busca de más."
Nueva visita a un Mundo Feliz


"La finalidad de Hitler era en primer lugar mover a las masas y, luego, una vez apartadas las masas de sus fidelidades y su moral tradicionales, imponerles (con el hipnotizado consentimiento de la mayoría) un nuevo orden autoritario de propia creación personal. "
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 54


"Los regímenes totalitarios justifican su existencia mediante una filosofía de monismo político, según el cual el Estado es Dios en la tierra, la unificación bajo la planta del divino Estado es la salvación, y todos los medios tendientes a tal unificación, por más perversos que intrínsecamente sean, son justos y pueden emplearse sin escrúpulos."
La Filosofía Perenne (Eso eres tu), pag. 26


Sobre la Ciencia

"La ciencia y el arte son, desgraciadamente demasiado a menudo, una manera superior de 'doparse', que tiene esta ventaja sobre el alcohol y la morfina: uno puede entregarse a ellos con la mejor conciencia y con el convencimiento de que mientras los consiente está viviendo una 'vida superior'. Esto hasta cierto punto es, naturalmente, verdad. La vida del artista y la del hombre de ciencia son vidas superiores. Desgraciadamente, cuando la vida superior es vivida de un modo irresponsable y unilateral resulta posiblemente más perniciosa para el individuo que la vida inferior del hombre sensual medio y, sin duda, en el caso del hombre de ciencia, mucho más perjudicial para la sociedad en conjunto."
El Fin y los Medios, pag. 297


"Así, un artista o un hombre de ciencia, pueden profesar una filosofía de falta general de significación y, a pesar de ello, llevar una vida profundamente satisfecha. Las razones de ello deben buscarse en el hecho de que la creación artística y la investigación científica son ocupaciones deliciosamente absorbentes, que poseen además cierta significación particular, en virtud de sus relaciones con la verdad y la belleza. No obstante, la creación artística y la investigación científica pueden emplearse, y se emplean constantemente, como expedientes para escapar de las responsabilidades de la vida. Se las ha proclamado fines absolutamente buenos en sí mismos; fines tan dignos de admiración, que aquellos que los persiguen están excusados de tener que preocuparse de ninguna otra cosa. Esto es especialmente cierto de la ciencia contemporánea. La masa de conocimientos acumulados es tan grande que le resulta ahora imposible a un individuo cualquiera, abarcar firmemente más de un pequeño campo de estudio. Mientras tanto, no se hace ninguna tentativa para formular una síntesis comprensiva de los resultados generales de la investigación científica. Nuestras universidades no tienen cátedras de síntesis. Más aún, todas las subvenciones se destinan al estudio de temas especiales (...) En nuestras instituciones de enseñanza superior se gasta casi diez veces en ciencias naturales lo que se destina a las ciencias del hombre. Todos nuestros esfuerzos se dirigen, como de costumbre, a producir procedimientos perfeccionados para fines no mejorados. Mientras tanto, la especialización intensiva tiende a reducir cada rama de las ciencias a una condición que se aproxima a la carencia de significado. Hay muchos hombres de ciencia que se sienten verdaderamente orgullosos por este estado de cosas."
El Fin y los Medios, pag. 295


"Arbitrariamente, porque le resulta cómodo, desde que los métodos de que dispone no le permiten tratar con la complejidad inmensa de la realidad, el hombre de ciencia selecciona de su experimentación total solamente aquellos elementos que pueden pesarse, medirse y numerarse, o que se prestan de cualquier otro modo a los procedimientos matemáticos. Empleando esta técnica de la simplificación y de la abstracción, el hombre de ciencia alcanzó una comprensión y una dominación asombrosa del ambiente físico. El éxito fue embriagador, y, con una falta de lógica que dadas las circunstancias resultaba indudablemente disculpable, muchos hombres de ciencia y muchos filósofos llegaron a imaginarse que esta utilísima abstracción de la realidad era la realidad misma. La realidad tal cual se experimenta tiene un contenido de intuiciones valiosas y significativas; contiene amor, belleza, éxtasis místico, insinuaciones de divinidad. La ciencia no tenía, ni tiene todavía, instrumentos intelectuales que le permitan tratar con estos aspectos de la realidad. Consecuentemente, los ignoró y concentró toda su atención sobre aquellos aspectos del mundo que podía tratar valiéndose de la aritmética, la geometría y las distintas ramas de las matemáticas superiores.
(...) Es útil a este respecto citar las palabras con que Hume termina su "Enquiry": "Si tomamos un volumen cualquiera -de metafísica escolástica o divina, por ejemplo-, permítasenos preguntar, ¿contiene algún razonamiento abstracto que se refiere a las cantidades o a los números? No. ¿Contiene algún razonamiento experimental que se refiera a hechos reales o a la existencia? No. Entreguémoslo entonces a las llamas, pues nada puede contener que no sea sofistería e ilusión." Hume menciona sólo a la metafísica escolástica y divina, pero su argumentación podría aplicarse con igual fuerza a la música, a la poesía, a la pintura, a la escultura y a toda enseñanza ética y religiosa.
(...) No estamos viviendo ahora en la deliciosa embriaguez a que indujeron los primeros éxitos de la ciencia, sino más bien en el horroroso despertar del día siguiente, en el que se puede ver que todo lo que la ciencia triunfante ha hecho hasta ahora, es perfeccionar los medios para lograr fines no mejorados, o tal vez realmente deteriorados. En el estado de aprehensiva sobriedad en que nos encontramos, podemos ver que el contenido de la literatura, del arte, de la música -y hasta cierto punto de la metafísica escolástica y de la divina-, no son sofistería e ilusión, sino simplemente esos elementos de la experiencia que los hombres de ciencia habían resuelto no tener en cuenta en sus estimaciones, por la buena razón de que no disponían de métodos intelectuales para considerarlos. En el arte, en la filosofía, en la religión, los hombres tratan -es cierto que sin mayor éxito- de explicar y describir aquellos aspectos de la realidad que no pueden medirse, y los que son puramente cualitativos. Desde los tiempos de Galileo los hombres de ciencia han admitido, algunas veces explícitamente, pero mucho más a menudo por inferencia, que carecen de competencia para tratar tales materias. La representación científica del mundo es lo que es porque en los hombres de ciencia se combinan esa incompetencia con ciertas competencias especiales. No tienen derecho para pretender que este producto de la incompetencia y de la especialización sea una representación completa de la realidad. Sin embargo, históricamente es un hecho que esa pretensión ha sido constantemente mantenida.
(...) Todo lo que debo agregar es que, en los últimos años, varios hombres de ciencia han llegado ha comprender que la representación científica del mundo es parcial, producto de sus competencias especiales en matemáticas y de su incompetencia especial para tratar sistemáticamente con los valores estéticos y morales y con las experiencias y las intuiciones religiosas de alguna importancia."
El Fin y los Medios, pag. 286


"Desgraciadamente, en estos días de especialización, son pocos los hombres de ciencia que están llamados a trabajar en más de uno de los tan reducidos campos de investigación. De aquí el que los individuos especializados tengan tendencia a aceptar como ciertas, teorías particulares que en verdad sólo resultan transitoriamente útiles. Es realmente una desgracia que sean tan pocos los hombres de ciencia a quienes se llegue a enseñar algo de lo que concierne a los fundamentos metafísicos de la ciencia."
El Fin y los Medios, pag. 277


"Si la sociedad continúa desarrollándose por los mismos cauces que sigue actualmente, la especialización, de manera ineludible, irá en aumento. Los hombres serán considerados, más cada vez, no como individuos, sino como la personificación de determinadas funciones sociales."
Música en la Noche (Sobre los atractivos de la historia y el futuro del pasado), pag. 128


"La Ciencia pura no permanece pura indefinidamente. Tarde o temprano, suele convertirse en ciencia aplicada y finalmente en tecnología. La teoría se modula en práctica industrial, el conocimiento se convierte en poder, las fórmulas y los experimentos de laboratorio tienen una metamorfosis y surgen como la bomba H."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 98


"Porque la repugnancia a aceptar ideas preconcebidas y convertir la opinión de uno mismo en tesis antes que en hipótesis de trabajo es precisamente lo que constituye la marca de calidad de un científico genuino y lo que constituye la naturaleza ética esencial de la actividad científica."
La Situación Humana (Educación Integral), pag. 18


Sobre el Conocimiento

"Lo que pensamos determina lo que somos y lo que hacemos, y, recíprocamente, lo que hacemos y lo que somos determina lo que pensamos. Las ideas falsas tienen por consecuencia malas acciones; y el hombre que se acostumbra a obrar mal, limita con ello mismo el campo de su conciencia y hasta llega a hacérsele imposible pensar determinados pensamientos. En la vida, la ética y la metafísica son interdependientes."
El Fin y los Medios, pag. 349


"La estupidez es por cierto, un producto de la voluntad. Los tontos inteligentes son los que se han negado a aplicar su inteligencia al conocimiento de ellos mismos. Hay también seres tales como los tontos sabios. El tonto sabio es aquel que se conoce y sabe dominar sus impulsos y pasiones, pero es incapaz de comprender o de tratar esos problemas impersonales más amplios que sólo pueden ser resueltos por el intelecto lógico. El tonto sabio hace menos daño que el tonto inteligente, y es personalmente capaz de lograr el esclarecimiento. (...) Un hombre con inteligencia y sabiduría, no sólo puede lograr su propio esclarecimiento, sino también puede ayudar a toda una sociedad a considerar los problemas más importantes que se relacionan con sus creencias y con sus costumbres. En las actuales circunstancias, el sistema educacional está concebido como para que produzca el mayor número posible de tontos inteligentes. (...) No se puede proceder inteligentemente respecto de aquello que se ignora. Para que uno pueda proceder inteligentemente consigo mismo, uno debe estar advertido de los verdaderos móviles que lo animan, de las fuentes secretas de su pensamiento, de sus experimentaciones y de sus acciones, de la naturaleza de sus propios sentimientos, impulsos y sensaciones, y de las circunstancias en que uno es responsable de su buen o mal comportamiento."
El Fin y los Medios, pag. 343


"Hay una inteligencia que consiste en la captación e interpretación de las cosas y de los acontecimientos del mundo exterior, y en la habilidad especial para tratarlos; y hay esa otra inteligencia, que consiste en la captación e interpretación de los fenómenos del mundo interior, y en la habilidad para tratarlos. En otras palabras, hay una inteligencia que se refiere al 'no yo' y otra que se relaciona con el 'yo'. Las personas totalmente inteligentes son inteligentes tanto en relación a su mismo ser, como en relación al mundo exterior."
El Fin y los Medios, pag. 341


"Aun en nuestras sociedades existe una proporción asombrosa de personas que aceptan sin discusión los patrones de comportamiento, los modelos de maneras de pensar, los de maneras de sentir. Gran cantidad de hombres y mujeres, muchos hasta inteligentes, sólo emplean su inteligencia en el desempeño de la ocupación que consideran tradicionalmente su deber; muy rara vez o nunca la emplean para formular un juicio con respecto al deber considerado en si mismo. De aquí el triste espectáculo que ofrecen los hombres de ciencia y los técnicos, cuando utilizan toda su capacidad para ayudar a los gobernantes de sus respectivos países en las matanzas en masa que realizan cada vez con mayor eficiencia y con más indiscriminación; y los eruditos y los literatos que prostituyen su talento con el objeto de fortalecer el prestigio nacional con mentiras aprendidas y retóricas fascinantes. Hasta en las mismas democracias se emplea generalmente la inteligencia con el sólo objeto de crear -como lo dice Thoreau- instrumentos perfeccionados para lograr fines imperfectos, fines que son determinados por los prejuicios sociales sancionados y por las pasiones más bajas. Tal es, repito, el caso general, pero afortunadamente no siempre ocurre. Donde el libre ejercicio de la inteligencia se permite, siempre hay personas que están dispuestas a emplear su ingenio para juzgar los fines que tradicionalmente se persiguen y también para inventar procedimientos efectivos para lograrlos. Es gracias a estos individuos, que la esencia misma de la idea de las transformaciones necesarias germina."
El Fin y los Medios, pag. 228


"La mente humana tiene una tendencia invencible a reducir lo diverso a lo idéntico. Lo que nos proporcionan nuestros sentidos inmediatamente es numeroso y diverso. Nuestra inteligencia, que tiene hambre y sed de explicación, trata de reducir esta diversidad a la identidad. Cualquier proposición que estipule la existencia de una identidad subyacente común a fenómenos diversos, o que persista a través del tiempo y de los cambios, nos parece intrínsecamente plausible. Cualquier doctrina que reduzca la irracional multiplicidad a la unidad comprensible y racional, nos proporciona profunda satisfacción. A este hecho psicológico fundamental se debe la existencia de las ciencias, de la filosofía y de la teología. Si no estuviéramos tratando continuamente de reducir la diversidad a la identidad, nos parecería totalmente imposible pensar. El mundo sería simplemente un caos, o series distintas de fenómenos inconsecuentes, desconectados entre sí. (...) Nunca podremos tratar eficazmente nuestros problemas humanos, mientras no sigamos el ejemplo de los naturalistas y no moderemos nuestras ansias de simplificaciones racionales, reconociendo la existencia de cierto residuo de irracionalidad, diversidad y especificidad en las cosas y en los acontecimientos."
El Fin y los Medios, pag. 18


"El modo en que empleamos la inteligencia, depende de nuestra voluntad. Cuando la voluntad no es desinteresada, el intelecto tiende a emplearse (a no ser que se trate de los campos extrahumanos de las tecnologías, las ciencias o las matemáticas puras), meramente como un instrumento para la racionalización de las pasiones y los prejuicios y la justificación de los intereses personales. "
El Fin y los Medios, pag. 9


"Una de las razones que tenemos para aceptar el universo tal y como es radica precisamente en el hecho de que nos plantea un enigma que no tiene solución. "
Música en la Noche (Sobre la Gracia), pag. 87


Sobre el Arte

"Discutir la naturaleza y la significación de la experimentación estética sería demasiado largo. Basta aquí con sugerir que las mejores obras de arte, sean literarias, plásticas o musicales, nos proporcionan algo más que un mero placer; nos informan respecto a la naturaleza del mundo."
El Fin y los Medios, pag. 306


"La pasión por las máquinas, tan característica del arte moderno, constituye una especie de retroceso a lo que acostumbro a llamar la segunda niñez. A los doce años nos volvíamos locos con las locomotoras, los barcos de vapor y las herramientas mecánicas; pero a medida que fuimos creciendo la mayoría de nosotros se percató de que el alma humana era algo realmente mucho más extraordinario e interesante que la más perfecta de las máquinas. El artista moderno parece haber vuelto para atrás, ha retrocedido a las preocupaciones de su niñez."
Música en la Noche (El nuevo romanticismo), pag. 166


"Resolver enigmas es ocupación que nos tienta a muchos. Toda poesía consiste, en mayor o menor grado, en enigmas, la repuesta a los cuales es, como en el caso de Dante, científica o metafísica. Uno de los atractivos que se desprende de la poesía es, precisamente, como el placer que se experimenta en resolver crucigramas. Este placer, para ciertas personas posee una intensidad peculiar. Para el crucigramista, el valor de la poesía se halla en relación directa a su oscuridad."
Música en la Noche (Ciencia y Poesía), pag. 53


"Vemos que las artes plásticas se despojan de todas sus cualidades literarias, reduciéndose cuadros y esculturas a sus elementos formales estrictos. Escuchamos una música de la que se ha excluido, casi por entero, la expresión de cualquier sentimiento trágico, tierno o doloroso -una música que, deliberadamente, se ha confinado a la expresión de la energía física, al lirismo de la velocidad y del movimiento mecánico-.
(...) Este proceso se justifica teóricamente por una especie de filosofía de la historia que afirma -de una manera por completo gratuita y, a mi entender, falsa- que la naturaleza humana ha cambiado radicalmente desde hace unos cuantos años y que el hombre moderno, es o debe ser, totalmente distinto de sus antecesores. Y no es tan sólo en los temas donde se manifiesta ese temor del escritor ante lo vulgar, sino que alcanza también a los propios materiales artísticos, llevándole a realizar los más laboriosos esfuerzos para destruir los instrumentos del lenguaje -perfeccionado gradualmente a lo largo del tiempo-, y conduciéndole a la más acabada y ruda ostentación de un absoluto nihilismo, como si deseara la abolición de todo arte, de toda la ciencia y de toda la sociedad para siempre. Resulta extraordinario hasta qué extremos puede conducir a sus víctimas un terror pánico. Casi todo lo que de más atrevido existe en el arte contemporáneo resulta ser así fruto del miedo ante lo evidente, en una época de inusitada vulgaridad. El espectáculo de tanta osadía inspirada por el temor es, para mí, uno de los más desalentadores."
Música en la Noche (El Arte y lo evidente), pag. 46


"La difusión de la cultura, del ocio y el bienestar económico han creado una inusitada demanda de arte popular. Como quiera que el número de buenos artistas es siempre muy limitado, tal demanda ha tenido que ser forzosamente satisfecha, en sustitución de aquellos, por los malos artistas.
(...) tales artistas actuales han rechazado no sólo el realismo exterior -por lo que, más bien, debemos quedarles agradecidos- sino también lo que pudiera llamarse el realismo interior, rehuyendo prestar aquiescencia con su arte a la mayoría de los hechos humanos auténticamente representativos. Los excesos del arte popular les han infundido un desmedido horror hacia lo evidente, incluso hacia la evidencia de lo sublime, lo bello y lo maravilloso."
Música en la Noche (El Arte y lo evidente), pag. 43


"Cuanto la música 'dice' acerca del universo lo hace en términos específicamente musicales. Cualquier intento de reproducir esas manifestaciones por medio de 'nuestras propias palabras' está condenado irremisiblemente a fracasar. No nos es posible aislar la verdad contenida en una pieza de música pues se halla fundida con su belleza y es totalmente imposible separarlas."
Música en la Noche (Música en la Noche), pag. 20


"No es tan sólo en los programas musicales y en los problemas pictóricos donde los músicos y los pintores expresan sus ideas acerca del universo. Las creaciones artísticas más puras y abstractas pueden ser, dentro de su propio y peculiar lenguaje, tan elocuentes a este respecto como las más deliberadamente tendenciosas."
Música en la Noche (Música en la Noche), pag. 17


"La pintura ilustra un hecho demasiado frecuentemente ignorado por los historiadores 'filosóficos': que el arte puede ser casi completamente ajeno a la vida y que el estudio de las obras maestras de pintura, de poesía y de música arroja muy poca luz sobre el verdadero carácter de la época en que han sido producidas. (...) Muy a menudo el trabajo hasta de los artistas más 'representativos' muestra, en el mejor de los casos, lo que a sus contemporáneos les habría gustado ser, no lo que eran."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 302


"En arte, la sinceridad depende del talento. Un hombre sin talento es incapaz de expresar 'honestamente' sus sentires ni sus pensamientos, porque sus pinturas embadurnadas y sus aleluyas dejan por completo de corresponder a sus procesos mentales."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 287


"Se piensa en Keats: 'belleza es verdad y verdad belleza'. La identidad sólo existe, ¡ay!, en algún nivel último, supraterrenal. En las esferas de la política y la teología, la belleza es perfectamente compatible con la insensatez y la tiranía. Lo que es una gran suerte, pues si la belleza fuera incompatible con la insensatez y la tiranía, habría muy poco arte en el mundo. Las obras maestras de la pintura, la escultura y la arquitectura han sido productos de la propaganda religiosa o política, se han hecho a la mayor gloria de un dios, un gobierno o un sacerdocio. Y la mayoría de los reyes y sacerdotes han sido despóticos y todas las religiones han estado plagadas de supersticiones. El genio ha sido el servidor de la tiranía y el arte ha anunciado los méritos del culto local."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 67


"El poder arrobador de muchas obras de arte puede ser atribuido a que sus creadores han pintado escenas, personas y objetos que recuerdan al espectador lo que, consciente o inconscientemente, sabe del Otro Mundo en el fondo de su mente."
Las Puertas de la Percepción, pag. 115


El Pensamiento de Aldous Huxley

Esta página recopila una colección de citas de la obra literaria de Huxley organizada por temas:

ARTE FINES y MEDIOS PROGRESO
CIENCIA GUERRAS PROPAGANDA
CONOCIMIENTO ILUMINACIÓN PRODUCCIÓN EN MASA
DICTADURAS MISTICISMO RELIGIÓN
DIOS NACIONALISMO TRANSFORMACIONES
EDUCACIÓN PACIFISMO VIOLENCIA
EVASIONES PODER y AMBICIÓN UNIFORMIDAD


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Según Platón, el conocimiento es un subconjunto de lo que forma parte a la vez de la verdad y de la creencia.
Integral Philosopher Michel Bauwens "Vision"