viernes, 4 de febrero de 2011

La persecución y el escondrijo

"Son muchas y diferentes las vicisitudes que vamos atravesando en nuestra relación con los demás. Debido al gran desconocimiento que tenemos de nosotros mismos y, por consiguiente, de los otros, andamos casi siempre a tientas, sin comprender y sin hallar una solución profunda a los innumerables problemas de relación que nos aquejan."

La naturaleza de la Muerte tiene la extraña costumbre de aparecer en las relaciones amorosas justo en el momento en que creemos haber encontrado a un amante adecuado, en que creemos haber pescado "un pez muy gordo". Es entonces cuando aflora a la superficie la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida y pega un susto a todo el mundo. Surge cuando los amantes hacen toda suerte de equilibrios y se preguntan por qué razón el amor no va a "dar resultado" para cualquiera de los componentes de la pareja. Es entonces cuando uno se esconde en la madriguera en un esfuerzo por hacerse invisible. ¿Invisible para el amante? No. Invisible para la Mujer Esqueleto. Es entonces cuando empiezan las carreras y la búsqueda de escondrijos. Pero, tal como veremos, no hay ningún lugar donde ocultarse.
La psique racional sale de pesca en la esperanza de lograr una buena pieza y no sólo la consigue sino que, además, se lleva un susto tan grande que apenas puede resistirlo. Los amantes tienen la sensación de que algo los persigue. A veces piensan que es el otro quien los persigue. Pero, en realidad, es la Mujer Esqueleto. Al principio, cuando aprendemos a amar de verdad, interpretamos erróneamente muchas cosas. Creemos que es el otro quien nos persigue cuando, en realidad, lo que atrapa a la Mujer Esqueleto de tal forma que no puede escapar de nosotros es nuestra intención de relacionarnos de una manera especial con otro ser humano. Siempre que nace el amor, emerge a la superficie la fuerza de la Vida/ Muerte/Vida. Siempre.
Así pues, el pescador y la Mujer Esqueleto se enredan el uno con el otro. Mientras la Mujer Esqueleto avanza a trompicones detrás del aterrorizado pescador, se inicia su primitiva participación en la vida; le entra apetito y come pescado seco. Más tarde, cuando cobra más vida, apaga su sed con la lágrima del pescador.
Este extraño fenómeno se produce en todas las relaciones amorosas: cuanto más corre el amante, más acelera ella. Cuando uno de los componentes de la pareja intenta huir de la relación, ésta se llena paradójicamente de vida. Y, cuanta más vida se crea, tanto más se asusta el pescador. Y, cuanto más corre, más vida se crea. El fenómeno es una de las tragicomedias más esenciales de la vida.
Una persona que se encontraba en esta situación soñó que encontraba a una amante cuyo suave cuerpo se abría como un armario. En el interior de la cavidad de su cuerpo había unos embriones relucientes y palpitantes, unas dagas en unos anaqueles que chorreaban sangre y unas bolsas llenas del primer verdor de la primavera. El sujeto se quedó perplejo, pues se trataba de un sueño acerca de la naturaleza de la Vida/Muerte /Vida.
Estas fugaces visiones del interior de la Mujer Esqueleto inducen a los amantes en ciernes a tomar su equipo de pesca y echar a correr a toda velocidad en un intento de interponer la mayor distancia posible entre su persona y la Mujer Esqueleto. Ésta es inmensa, enigmática y deslumbradoramente numinosa. Desde un punto de vista psíquico, se extiende de horizonte a horizonte y del cielo al infierno. Es tan enorme que cuesta mucho abrazarla. Y, sin embargo, no es de extrañar que la gente corra a echarse en sus brazos. Aquello que uno teme es capaz de fortalecer y sanar.

La fase de la persecución y el escondite es el período durante el cual los amantes intentan racionalizar su temor a los ciclos de la Vida/Muerte/Vida del amor. Se dicen "Con otra persona me irán mejor las cosas", o "No quiero renunciar a (llénese el espacio en blanco)...", o "No quiero cambiar de vida", o "No quiero enfrentarme con mis heridas o con las de otra persona", o "Aún no estoy preparado", o "No quiero que me transformen sin antes averiguar con todo detalle qué pareceré/sentiré después".
Es un período en el que los pensamientos están todos revueltos, en el que uno busca desesperadamente un refugio y el corazón le late con fuerza no porque ama y es amado sino de puro miedo. ¡Mira que haber sido atrapado por la Dama de la Muerte! ¡Ay! ¡Qué horror encontrarse cara a cara con la fuerza de la Vida/Muerte/Vida! ¡Doble ay!
Algunos cometen el error de pensar que escapan corriendo de la relación con su amante. Pero no es así. No se escapan del amor ni de las presiones de la relación. Intentan dejar atrás la misteriosa fuerza de la Vida/Muerte/Vida. La psicología diagnostica esta situación como "temor a la intimidad, temor al compromiso". Pero eso no son más que síntomas. La cuestión más profunda es la incredulidad y la desconfianza. Los que andan siempre huyendo temen en realidad vivir de acuerdo con los ciclos de la naturaleza salvaje e integral.
Así pues, la Dama de la Muerte persigue al hombre a través del agua y cruza la frontera que separa el inconciente de la conciencia de la mente. La psique conciente se da cuenta de lo que ha atrapado e intenta desesperadamente dejarlo atrás. Lo hacemos constantemente en nuestra vida cuando aparece algo temible. No prestamos atención y seguimos tirando de ello hacía arriba, en la creencia de que es un gran trofeo. Y es efectivamente un tesoro, pero no de la clase que nosotros habíamos imaginado. Es un tesoro que, por desgracia, nos han enseñado a temer. Y entonces intentamos huir o desprendernos de él o embellecerlo para que parezca lo que no es. Pero no da resultado. Al final, todos tenemos que besar a la vieja bruja.
En el amor tiene lugar el mismo proceso. Nosotros sólo queremos la belleza, pero acabamos enfrentándonos con lo malo. Tratamos de apartar de un empujón a la Mujer Esqueleto, pero ella sigue adelante. Echamos a correr y nos sigue. Es la gran maestra que siempre habíamos afirmado querer. "¡Pero no ésta!", gritamos cuando la vernos aparecer. Queremos otra. Lástima. Ésta es la maestra que a todos nos toca.
Hay un dicho según el cual, cuando el alumno está preparado, aparece la profesora. Quiere decir que la maestra interior aflora a la superficie cuando el alma, no el ego, está preparada. La maestra se presenta siempre que el alma la llama... menos mal, pues el ego nunca está del todo preparado. Si la aparición de la maestra dependiera exclusivamente del ego, nos quedaríamos toda la vida sin maestra. En eso tenemos suerte, pues el alma sigue transmitiendo sus deseos sin tener en cuenta las opiniones perennemente cambiantes de nuestros egos.
Cuando las cosas en las relaciones amorosas se enredan y adquieren un cariz alarmante, la gente teme que el final esté cerca, pero no así. Dado que se trata de una cuestión arquetípica y dado que la Mujer Esqueleto cumple la función del destino, el héroe se tiene que perder por el horizonte, la Dama de la Muerte tiene que presentarse inmediatamente después y el amante en período de adiestramiento tiene que entrar a gatas en su pequeña choza, ladeando y confiando en salvarse. y la Mujer Esqueleto tiene que seguirlo al interior de su seguro refugio. A continuación, él tiene que desenredarla, etc., etc.
Para los amantes modernos, la idea de "ocupar un espacio" es como el iglú del pescador, donde éste cree que se encuentra a salvo. A veces este temor a enfrentarse con la naturaleza de la muerte se distorsiona en una "excusa", mediante la cual se intentan conservar tan sólo la, facetas agradables de la relación sin tener que enfrentarse con la Mujer Esqueleto. Pero eso jamás da resultado.
Y hace que los amantes que no "ocupan un espacio" experimenten una enorme ansiedad, pues desearían conocer a la Mujer Esqueleto. Se han preparado a Conciencia, se han fortalecido, están intentando mantener a raya sus temores. Y ahora, justo en el momento en que están a punto de desentrañar el misterio, cuando uno de ellos se dispone a tocar el tambor del corazón y a entonar un canto a la vida en común, el otro componente de la pareja le grita "Todavía no, todavía no" o "No, jamás".
Hay una gran diferencia entre la necesidad de soledad y renovación y el deseo de "ocupar un espacio" para evitar la necesaria relación con la Mujer Esqueleto. Pero esta relación, entendida como la aceptación de la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida y el intercambio con ella, es el siguiente paso para fortalecer la propia capacidad de amar. Los que entablan una relación con ella adquirirán una capacidad duradera de amar. Y los que no, no la adquirirán. No hay vuelta de hoja.
Todos los "No estoy preparado", todos los "Necesito tiempo" son comprensibles, pero sólo durante un breve período. La verdad es que la gente nunca está "completamente preparada" y nunca hay un "momento adecuado". Tal como ocurre con todos los descensos al inconciente, llega un momento en que uno se limita a confiar en la suerte, se tapa la nariz y se lanza al abismo. Si no fuera así, no habría sido necesario crear las palabras heroína, héroe o valentía.
La tarea de conocer la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida se tiene que llevar a cabo. Si se retrasa, la Mujer Esqueleto se sumerge en el agua pero volverá a salir una y otra vez y seguirá persiguiendo una y otra vez. Ésta es su misión. Y nuestra misión es aprender. Si uno quiere amar, no hay más remedio. El hecho de abrazar a la Mujer Esqueleto es una tarea. Sin una tarea que suponga un reto, no puede haber transformación. Sin una tarea, no se puede experimentar una auténtica satisfacción. Amar el placer exige muy poco esfuerzo. Para amar de verdad hay que ser un héroe capaz de superar el propio temor.
Es cierto que muchas personas alcanzan la fase de la "fuga y el escondrijo". Por desgracia, algunas la alcanzan una y otra vez. La entrada de la madriguera está llena de huellas de los que han entrado apresuradamente a gatas. Pero los que quieren amar de verdad emulan al pescador. Se esfuerzan en encender el fuego y en enfrentarse con la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida. Contemplan cara a cara lo que temen y, paradójicamente, responden con convicción y asombro.




Fuentes:

Clarissa Pinkola Estés
"Mujeres que Corren con los Lobos"

jueves, 3 de febrero de 2011

Del mecanicismo y otros males

El Planeta Tierra es una verdadera obra de arte que nos demuestra día tras día el valor de todos sus elementos. Es un sistema maravilloso que vale la pena conocer, cuidar y proteger. 

Parece una ironía suprema que tuviéramos que salir de nuestro planeta antes de que realmente pudiéramos verlo tal como es. Cuando los astronautas nos mostraron el aspecto que tenía nuestro mundo desde el espacio, fue como si nos hubieran acercado un espejo para que contemplásemos nuestro reflejo. La imagen de la Madre Tierra, bella, frágil, bailando en el espacio se grabó de forma indeleble en nuestro cerebro.
Este acontecimiento fue como una señal de aviso que nos indicaba que acababa de llegar el momento, la hora de decidir como debemos contemplar nuestro mundo y la relación que tendremos con él.
En este sentido sería conveniente recordar algunas de las declaraciones de aquellos astronautas que han tenido la oportunidad de ver la Tierra desde el espacio, en particular las de Neil Amstrong, pero también las del cosmonauta ruso Aleksandr Alexsandrov:

"Entonces me cruzó la mente la idea de que todos somos hijos de nuestra Tierra. Tanto da que país se está mirando. Todos somos hijos de la Tierra y deberíamos tratarla como a nuestra madre".

O las del norteamericano Donald Williams:

"Para aquellos que han visto la Tierra desde el espacio, y para los centenares, quizás millares que la verán, esa experiencia indudablemente hace cambiar de perspectiva. Las cosas que compartimos de nuestro mundo son mucho más valiosas que las que nos dividen".

En general todos ellos coincidieron en señalar que:

"Aquel planeta es la casa común de toda la Humanidad, así como de todas las especies animales y vegetales que lo habitan".

Desde ese momento, la creencia de que la Tierra es una estructura muerta y de que puede explotarse de forma indefinida, tal como lo sostenía la ciencia mecanicista, no concordaba, con lo que sentimos al ver las imágenes del planeta azul y blanco flotando en el espacio.
Fue como si la vida reconociera a la vida. Esta toma de conciencia ha provocado un aceleramiento de la preocupación ecológica, aquello que últimamente convenimos en denominar la conciencia verde. Frente a la visión mecanicista - economicista que domina ampliamente el panorama político-social, la más arraigada, que nos dice que podemos y debemos explotar el planeta en aras del progreso y que, cambiar los procedimientos, aún siendo conveniente y necesario, resultaría demasiado caro, la conciencia verde nos señala, que lo caro va a ser el no cambiar nuestra forma de proceder, porque el tejido de la vida en nuestro planeta, ese tejido fino y lleno de vinculaciones intrincadas, corre un peligro obvio; se percibe un desastre en potencia, que se acerca hacia nosotros a mayor velocidad de la que la mayoría de la gente quisiera creer.
Para llegar a modificar toda una actitud cultural dominante, tenemos que llegar a cambiar nuestra forma de pensar. Día a día, son más las personas, que se dan cuenta de que en el fondo, esta nueva forma pensar es muy antigua; es una sabiduría que arranca de la noche de los tiempos y que sobrevive a lo largo de los milenios y de las civilizaciones, y que afirma que la Tierra nuestro planeta azul y blanco está, en algún sentido, viva.
Los que tienen que tomar las decisiones, ésta generación, es decir ¡nosotros!, Ha sacado ya la ramita más corta... ¡Ahora mismo!, Hemos de buscar las nuevas actitudes mentales que se necesitarán para sostener los cambios tanto materiales, exteriores, como interiores que se deberán producir.
En la cúspide del milenio, o bien hacemos cambios que abran todo un campo nuevo al potencial humano y planetario, o perderemos la última oportunidad y, no nos recuperaremos de la caída ecológica, que cuando empiece se sucederá como si se tratase de una avalancha de fichas de dominó..
Pero para llegar a cambiar actitud mental dominante a nivel mundial, si es que eso es posible, hay que empezar por cambiar nuestra propia manera de pensar. Afortunadamente, somos cada día más los que descubrimos que en realidad esa nueva manera de pensar, es en realidad muy antigua... Se trata de un conocimiento que surgió en la más remota noche de los tiempos y que ha sobrevivido a lo largo de los siglos y milenios, atravesando todas y cada una de las civilizaciones habidas hasta hoy. Ésta sabiduría nos dice que la Tierra, nuestro planeta, está en mas de un sentido vivo.
La idea de una Tierra viva, aún hoy, constituye un anatema total para la ciencia y para el pensamiento convencional de la sociedad contemporánea, sin embargo, la idea de una Tierra viva, hubiese sido un concepto absolutamente normal para la mayoría de los hombres que vivían hace tan sólo unos cientos de años.
De la misma manera que las ideas de Giordano Bruno, Galileo o Miguel Servet, fueron rechazadas por la ciencia de su tiempo, también las teorías o pruebas científicas que sostienen que nuestro planeta es un ser vivo, que el desastre es inminente, son censuradas, reprimidas, ocultadas o perseguidas, por esa ciencia cancerbero de los intereses de las multinacionales, de los estados y de los ejércitos.

Fuentes:

Vivir de acuerdo con tu Contrato Sagrado - III

"Los mitos y cuentos de hadas constituyen un tesoro de sabiduría acerca de estos procesos. La tarea de un héroe es siempre reclamar su propia vida en lugar de tener su vida y su lugar en el mundo determinado por otros. Llamamos a los arquetipos cuando aprendemos a cuidar de nosotros mismos, cuando luchamos contra los dragones (expectativas que los otros tienen sobre nosotros) y encontramos nuestros tesoros, cuando descubrimos nuestra identidad profunda y regresamos a compartirlos con nuestra comunidad."

Aprender a interpretar los modelos arquetípicos que influyen en tu energía es el complemento natural para trabajar con la energía de los Chakras. Al igual que las energías de tus chakras interactúan para componer un mapa de información física y energética, el cuerpo colectivo de tus arquetipos genera una imagen de las fuerzas dominantes de tu psique y tu alma. Esta interrelación de fuerzas explica por qué pude pasar de forma tan natural de la interpretación de la energía de los Chakras a la interpretación de la energía de los arquetipos. El cuerpo energético que te rodea —que está formado por los Chakras— contiene todos los datos de tu biología y de tu biografía, por ello resulta lógico que esa energía se manifieste en modelos de arquetipos que influyen en tu vida.
Por lo tanto, para trabajar con esas grandes energías, con esos modelos arquetípicos, debes apartarte de tu vida y mirar de lejos los detallados trazos de tu autorretrato energético para poder ver la imagen en su totalidad. Trabajar con tus arquetipos supone contemplar la vida a través de símbolos desde una vista panorámica. Gracias a esa perspectiva privilegiada, tendrás en cuenta todas las partes de tu existencia. No te centrarás sólo en los acontecimientos más importantes ni en las heridas más significativas.
En los años noventa empecé a impartir seminarios sobre esas energías arquetípicas. A medida que mis alumnos aprendían a identificar sus modelos arquetípicos y a relacionar las características de cada arquetipo con comportamientos y relaciones cruciales, a menudo obtenían soluciones inmediatas para averiguar cuál era su misión en la vida. La energía del arquetipo y su manifestación en nuestra psique y en nuestra vida estan penetrante e íntima que ni un soló aspecto de nuestra existencia se manifiesta sin contar con la participación de un modelo arquetípico. Doce de estos arquetipos son nuestros compañeros constantes. Cada uno de ellos tiene una historia que contarte, y a través de ella te confieren el poder del mundo de los mitos y leyendas en el que ésta se ha elaborado con el tiempo y la energía de los modelos de creencia y comportamiento a partir de los cuales fue creada.
Los arquetipos son los arquitectos de nuestra vida. Son los compañeros energéticos que nos ayudan a comprender nuestra existencia, al igual que hizo Laura. Estos modelos psicológicos y emocionales —cómo vivimos y a quién amamos— pueden aportarnos un profundo conocimiento de nuestro objetivo vital. Su energía tiene la capacidad de ponernos en contacto con nuestro Contrato Sagrado, con nuestra misión más importante sobre la faz de la Tierra.Tal como descubrí durante la lectura realizada a Laura, ninguna relación es insignificante. Cada una de las experiencias que vivimos tiene un propósito y un significado. Cada acontecimiento, cada persona presente en nuestra vida representa una parte energética de nuestra psique y nuestra alma. La labor espiritual de cada uno consiste en reconocer e integrar todos esos elementos en la conciencia para que el modelo general de nuestra misión pueda irradiar su luz en todo su esplendor.
Este descubrimiento se convirtió en la semilla creativa de este libro. En "El Contrato Sagrado" describo un proceso que te ayudará a descubrir y asimilar los fragmentos de tu psique. Este libro es una guía para que te sometas a una intensa autoevaluación con el fin de encontrar tus compañeros arquetípicos individuales y trabajar con ellos para descubrir tu misión en la vida y tu Contrato Sagrado.
Es más, este libro te abrirá las puertas a un misterioso aprendizaje. Es el estudio del concepto espacial y temporal que experimentamos mediante nuestras relaciones, que en realidad son nuestros contratos con los demás. El lenguaje de este misterioso aprendizaje es el de la alquimia espiritual. Gracias a él aprenderás a transformar las relaciones de gran carga física y emocional en oro espiritual. Este proceso incluye oración y contemplación, y requiere, además, la evaluación de todos los fragmentos de tus experiencias y relaciones vitales.Vas a iniciar el estudio de la química energética de tus arquetipos, de la forma en que se expresan y se afirman en tu vida y a través de ella. Mediante el descubrimiento de tus compañeros arquetípicos individuales y el trabajo con ellos —que son tus conexiones con las fuerzas cósmicas que rigen tu existencia—, influirás de forma consciente en el curso de tu vida.
Estás a punto de emprender un viaje hacia la dimensión arquetípica de la vida, una dimensión consciente que nos contiene a todos de forma colectiva y, al mismo tiempo, y en cierto modo, de forma individual. Porque, aunque la manera en que expresas tus arquetipos es única, esas energías se corresponden con los arquetipos de las personas presentes en tu vida. Existe una interacción entre ellos. Por ejemplo, todos tenemos el arquetipo del Niño; y, por ello, tu niño interior te pone en contacto con el niño interior de los demás. Además, aprender a interpretar tus arquetipos te permite interpretar los arquetipos de las personas que te rodean y mejora tu capacidad para comprender y amar a tus seres queridos, familiares, amigos, colegas, incluso a los desconocidos.
Carl Jung creía que los arquetipos existen en un inconsciente colectivo a través del cual se relacionan las almas. El inconsciente colectivo contiene la energía de todos los que han participado de un arquetipo a lo largo de la historia, a través de las narraciones, los mitos, las leyendas y los prototipos. Sus anécdotas e historias, presentadas en el Apéndice del final del libro, te permitirán descubrir qué energías arquetípicas tienen mayor influencia en ti. El conocimiento de los arquetipos te ayudará a entender por qué han sido necesarias determinadas relaciones en tu vida y por qué has tenido que realizar tareas específicas que te han sorprendido y deleitado o que te han parecido agotadoras y destructivas. Al trabajar con los arquetipos, aprendes que todo tiene su porqué, al margen de lo doloroso o placentero que pueda resultar.
Cuando ya sepas cuáles son tus arquetipos y hayas trabajado con ellos durante un tiempo, la serie de revelaciones que te aportarán te desvelará un descubrimiento más importante: tu misión emergerá en su forma más pura. "He nacido para servir a los pobres de Dios", declaró la Madre Teresa. Sin embargo, antes de poder afirmarlo tuvo que enfrentarse a enormes dificultades y aguantar dolorosas críticas que fueron necesarias para reafirmar su decisión, mejorar su facilidad para la socialización y sus contactos, y confirmar su crecimiento espiritual. Las personas que se enfrentaron a ella en su juventud, que pusieron a prueba su valor y querían impedir su evolución, fueron en realidad quienes contribuyeron más a que consiguiera perfeccionar su objetivo. Por ejemplo, las dos primeras órdenes religiosas en las que ingresó la Madre Teresa la hicieron infeliz, porque ninguna de ellas había sido creada para realizar la labor caritativa a la que ella aspiraba. Al final fundó su propia y nueva comunidad al servicio de los pobres, y de su Contrato Sagrado.
Así pues, este libro es fruto de mi deseo de compartir mis descubrimientos sobre el objetivo de la vida individual y colectiva después de más de dos décadas de trabajo con las energías del espíritu humano. En esta obra encontrarás un nuevo lenguaje de interpretación espiritual que te ayudará a entender mejor tu forma de ser y tu misión en la vida. Primero, aprenderás algo sobre los "nombres" de tu psique: tus compañeros arquetípicos. También comprenderás cómo su energía trabaja al servicio de tu vida —los "verbos" de la energía arquetípica y la manifestación— y cómo sus acciones expresan tu misión en oraciones breves y largas. Por último, aprenderás a construir visiones verbales cada vez más amplias de tu vida hasta que, a partir de ellas, surja un todo, una nueva visión de tu potencial, tu objetivo en la vida y tu más elevado Contrato Sagrado.
El Contrato Sagrado es un libro interactivo. Deberás reaccionar a sus historias y enseñanzas de una forma que te ayudará a entender la naturaleza y el objetivo de tus contratos y el papel que desempeñan tus arquetipos personales. Por eso, te pido que leas el libro con un diario o una libreta en la que anotarás tus observaciones y las asociaciones que se te ocurran en cada capítulo.Te pediré que recuerdes intuiciones y otras corazonadas que hayas tenido con personas que estabas destinado a conocer y con cosas que debías hacer. Y, a partir del capítulo 5, necesitarás tener una lista de tus respuestas a una serie de preguntas, y tus anotaciones sobre los descubrimientos e impresiones que te asalten cuando empieces a explorar tus modelos arquetípicos. Si es posible, destina una libreta exclusivamente a la información que recopiles y a los descubrimientos que hagas al trabajar con este libro, y utilízala mientras sigas trabajando con tus arquetipos y tu Contrato Sagrado.
Al desarrollar la visión simbólica y el lenguaje arquetípico, serás capaz de ver tu vida con un grado de claridad espiritual que puede curar las heridas emocionales y espirituales que has acumulado. Además, te invadirá la sensación de que tu vida es muy importante para todas las personas que se
crucen en tu camino. Tendrás la certeza de que todo lo que debe ocurrirte llegará a su debido tiempo, que estarás con las personas adecuadas en el momento justo y que la guía divina residirá eternamente en tu alma. No puede ser de otra forma: nosotros somos los responsables de nuestros contratos, pero lo Divino es quien se ocupa de lo Sagrado.




Fuentes:

Caroline Myss
"El Contrato Sagrado"

Vivir de acuerdo con tu Contrato Sagrado - II

"En la búsqueda de la felicidad todos los caminos son válidos y diferentes pero se superponen en un punto, el de la necesidad humana de encontrar respuesta a las preguntas más importantes, aquellas que todos nos hacemos en algún momento.
El primer desafío es el de descubrir quién soy. El encuentro definitivo con uno mismo. El trabajo de aprender a no depender.
El segundo es el desafío de decidir a dónde voy. La búsqueda de plenitud y de sentido. Encontrar el propósito fundamental de nuestra vida.
Y, el tercero, el desafío de elegir con quién. El encuentro con el otro y el coraje de dejar atrás lo que no está. El proceso de abrirse al amor y de hallar nuestros verdaderos compañeros de ruta."


En mis lecturas intuitivas he tenido la oportunidad de ayudar a las personas a vivir de forma más consciente en sintonía con su energía, mediante la identificación de traumas y otros acontecimientos de su vida que han persistido en su campo energético. Cuando consigo que recuerden esas experiencias de forma consciente, suelen descubrir que habían perdido su energía o poder por la excesiva importancia que le habían dado a esas heridas o vivencias. Una vez que identifican esas "filtraciones de energía", pueden empezar a recuperar su espíritu. Aunque esta forma de recordar resulta útil, la mayoría de personas son capaces de rememorar experiencias importantes sin mi ayuda. Sin embargo, estoy convencida de que gracias a mis lecturas he ayudado a las personas a identificar e interpretar las pautas subyacentes de los pensamientos y creencias que caracterizan sus recuerdos. En esas pautas se encuentran las interpretaciones y los significados que cada uno asigna a sus experiencias, lisas interpretaciones se convierten en recuerdos "celulares" y contienen la carga emocional y energética que influye en tu biografía y, por tanto, en tu biología.
Por ejemplo, si en el colegio eras excelente en matemáticas, recordar ese éxito puede tener un efecto positivo e inspirador en tu cuerpo y mente. Sin embargo, si ese éxito generaba resentimientos o te distanciaba de compañeros o hermanos celosos, el recuerdo será una carga emocional negativa. Esa carga negativa puede manifestarse en todos los episodios de éxito de tu vida, y empezarás a asociar la culpa con los logros. No obstante, es posible que tu experiencia en estas complejidades emocionales te haya preparado para enfrentarte a desafíos futuros. En lugar de sentirte molesto con esos amigos o hermanos celosos, podrías sentirte agradecido con ellos por haberte preparado para la vida. Al interpretar tu energía, al ser consciente de las lentes a través de las cuales ves el mundo, puedes cambiar de mentalidad y transformar tu vida.
Cuando identifiques la carga emocional de tu biografía, empezarás a ver cómo los fragmentos de tu historia se han combinado de forma que han afectado a tu pasado, tu presente y a tu estado de salud. Esta perspectiva es lo que yo llamo "visión simbólica". La visión de tu vida como un dibujo de trazos gruesos y fragmentos coloridos te permite replantearte la concepción del futuro y trazar las delgadas líneas expresivas de forma más consciente. La visión simbólica te permite recuperar tu energía o tu espíritu y curarte emocional y espiritualmente, a veces, incluso, físicamente. La visión simbólica es un método esencial que te permitirá utilizar tu energía para entender con claridad tu Contrato Sagrado.
Cuando realizo una lectura simbólica, veo cómo la energía del paciente —en todos sus papeles individuales— fluye hacia el exterior y alrededor de él. Al mismo tiempo, veo al paciente como la suma unificada de todas sus partes y como una célula conectada con una matriz energética de mayores dimensiones. Durante mis lecturas, los pacientes se convierten en hologra- mas humanos. Su modelo de distribución de la energía se refleja en las células individuales, al igual que nuestras almas vibran en una especie de alma global que contiene toda la vida del planeta. Nuestras palabras, pensamientos, acciones y visiones influyen en nuestra salud y afectan a la salud de quienes nos rodean. Como partes vitales de un espíritu universal superior, hemos sido puestos en la Tierra para cumplir nuestro Contrato Sagrado, que favorece nuestra madurez espiritual al tiempo que contribuye a la evolución de la totalidad del alma global.
Sin embargo, nuestra misión o contrato vital no puede definirse ni medirse simplemente por la forma en que vivimos. Tu objetivo en la vida no es sólo tu profesión, ni tu afición preferida, ni tu relación amorosa. Un contrato es tu relación con tu poder personal y espiritual. Es la forma en que trabajas con tu energía y cómo la transmites. También es la intensidad con la que deseas ponerte en manos de la guía divina. Aunque un contrato no son los detalles físicos de tu existencia, puedes servirte de ellos para averiguar cuál es tu contrato.Tu vida está compuesta por diversas facetas que reflejan tu energía física y tu energía interior. Si intentas contemplar ese reflejo en conjunto, puedes discernir y definir tu misión. Al igual que cada uno de los fragmentos de un holograma contiene la totalidad de la imagen, tu misión se refleja, aunque tal vez lo haga desde un ángulo un tanto diferente, en cada uno de esos numerosos rayos energéticos individuales.
Aun así, aprender a ver la imagen total que componen esos fragmentos, aprender a unirlos para obtener como resultado la suma de tu misión,requiere mucha práctica. El descubrimiento de tu contrato te dará sorpresas; tus cimientos se estremecerán y averiguarás cosas que te conmocionarán. No obstante, durante el proceso aprenderás a ver de forma simbólica, a utilizar tu poder personal y a cumplir tu Contrato Sagrado.
En mis libros anteriores, "Anatomía del espíritu" y "La medicina de la energía", he explicado algunas de las formas en las que actúa la energía, cómo se distribuye en nuestros siete centros emocionales o chakras, y cómo puedes aprender a interpretar tu energía y a agudizar tu intuición para saber dónde se originan tus trastornos espirituales y físicos o enfermedades. He hablado de cómo y por qué la energía queda bloqueada o distorsionada y de qué forma se rompe ese bloqueo —que suele estar relacionado con algún asunto pendiente del pasado— para que la persona en cuestión se cure. Por lo general, la curación emocional y espiritual se basaba en el aprendizaje de las lecciones del centro emocional implicado en la enfermedad. En algunas ocasiones, la lección era la enfermedad en sí, y aprender a trabajar con esa forma de energía suponía el descubrimiento de los cambios mentales y sentimentales que debían producirse.
Tras miles de lecturas diagnósticas, llegué a la conclusión de que un principio superior incluso a la interacción de los chakras distribuye nuestra energía interior, y al hacerlo, da forma a nuestras vidas. Empecé a descubrir formas universales de inteligencia cósmica relacionadas de forma directa con la organización de nuestro día a día. En realidad, en cada una de las lecturas que realicé a partir de 1989, lo que sólo podría calificar como modelo arquetípico se revelaba a través de los detalles y fragmentos de la existencia de cada paciente y adoptaba una forma definida. Esto me ofrecía una visión clara de la psique de esa persona y de por qué su vida era como era. Estos modelos, que suelen tener un origen antiguo, pueblan nuestra mente y nuestra vida de formas que nos afectan de un modo notable. No obstante, no solemos ser conscientes de su existencia. Esos modelos de inteligencia son arquetipos, formas vivientes y dinámicas de energía presentes en los pensamientos y sentimientos de muchas personas de diversos países y culturas.
Por ejemplo, hace unos diez años, durante una lectura, estuve a punto de pasar por alto una "descarga" energética que percibí mientras analizaba la información emocional de una mujer llamada Laura. Aunque en ese momento no le di mucha importancia, vi unos ojos que reflejaban una mirada severa e hipercrítica. Le hablé de la imagen a Laura, y ella dijo que su marido siempre la miraba así, de forma crítica, como si fuera su amo y ella su sirvienta. En realidad, Laura también tenía siempre una mirada concreta, la mirada de alguien que suplica sin palabras merecer la aprobación de su marido. Así pues, para Laura, las miradas condescendientes de su esposo eran el símbolo de la energía de su doloroso matrimonio.
Después de hablar con ella, Laura decidió participar en varios grupos de ayuda y, al final, entendió que no podía estar a la espera de obtener el permiso de su marido para autorrealizarse o convertirse en quien deseaba. Se dio cuenta de que estaba permitiendo que su esposo la hiciera sentirse incompetente e indefensa, y que sus miradas condescendientes simbolizaban su actitud hacia ella; ella no era su igual. También percibió que él tenía tanto miedo de que lo abandonara que necesitaba hacerla sentir indefensa, o metafóricamente "desnuda". Pasado un tiempo, ambos se pusieron en manos de un consejero matrimonial y realizaron una serie de cambios que mantuvo vivo su matrimonio al tiempo que les permitió evolucionar juntos.
El verse atrapada en el modelo energético de Sirvienta y Amo ayudó a Laura a romper con esa pauta y convertirse en dueña de sí misma. Al trabajar con este arquetipo, también aprendió a actuar con mayor eficacia. Laura llegó a personificar el aspecto positivo de la Sirvienta; su actitud sirvió para hacer un bien aún mejor, ayudó a su marido a ver más allá de sus temores y transformó su matrimonio para lograr que mejorara.


Fuentes:

Caroline Myss
"El Contrato Sagrado"

miércoles, 2 de febrero de 2011

Vivir de acuerdo con tu Contrato Sagrado - I

"La sabiduría más ancestral nos dice que podemos unirnos con lo divino mientras estemos en este cuerpo; el hombre ha nacido para ello. Si el hombre incumple su destino, la naturaleza no se apura; algún día lo atrapará y lo obligará a satisfacer su secreto propósito."
Sarvepalli Radhakrishnan

Todos queremos saber por qué estamos aquí. ¿Cuál es nuestra misión en la vida? Las personas que lo saben son fáciles de identificar: sus vidas están llenas de sentido. Su percepción del propósito existencial les da fuerzas para superar los malos momentos y para disfrutar de los buenos. Sin embargo, muchas personas se sienten confusas —o totalmente perdidas— en lo referente al sentido de la vida.
A lo largo de mis años como intuitiva médica —alguien que puede "leer" la condición fisiológica interna de una persona de forma intuitiva, y no mediante el examen físico o el diagnóstico médico— me han hecho con frecuencia esta pregunta: "¿Por qué estoy enfermo y cómo me puedo curar?" Y, más a menudo, y con mayor insistencia, me han preguntado: "¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi verdadero objetivo? ¿Qué debería hacer con mi vida?" En cierto sentido, esta falta de orientación y de comprensión de la propia existencia es un problema de salud en sí, porque puede generar toda clase de estrés emocional, incluyendo depresión, ansiedad y fatiga.Y cuando estos tipos de estrés o sentimientos negativos se consolidan, pueden contribuir al desarrollo de una enfermedad. Tu mente no es la única que quiere saber cuál es tu misión; este conocimiento es de una importancia vital para tu cuerpo y tu espíritu.
Una vida confusa o desorientada tiene otras consecuencias. La falta de conocimiento de tu misión puede convertirse en una fuerza destructiva para tus relaciones. Tal como decía con frecuencia el fallecido teólogo, místico y profesor de la Universidad de Harvard Howard Thurman, hay dos preguntas que debemos hacernos: "La primera es ¿Adonde voy? y la segunda es ¿Quién irá conmigo? Si te haces estas preguntas en el orden equivocado, estás perdido."
Si no entendemos nuestra existencia, si no tenemos objetivos, podemos perjudicar a quienes nos rodean y a nosotros mismos. Si no sabemos cómo identificar "lo realmente importante" cuando algo va mal, no podremos reaccionar de forma adecuada ante los acontecimientos o las personas presentes en nuestra vida. Un hombre llamado Philip me contó una vez que podría haber seguido felizmente casado de haber tenido más claro cuál era su objetivo y a qué lugar pertenecía. Se había sentido frustrado durante años, y su infelicidad crónica le suponía tanto esfuerzo a su mujer que al final ella lo dejó. Sin embargo, incluso tras el divorcio, Philip fue incapaz de hacer los cambios que necesitaba en su vida personal y profesional. "El problema del cambio —me dijo Philip— es que uno sólo no es suficiente. Una vez que empieza el proceso, no se puede parar."
Sin duda tenía razón, y aun así, tal como afirmó en una ocasión el famoso psicólogo junguiano James Hillman: "Debes abandonar la vida que tienes para conseguir la vida que te espera." Si Philip hubiera visto hacia adonde se dirigía, habría podido actuar de forma más apropiada. No se habría sentido tan confuso y, tanto su mujer como él, se habrían encontrado mejor. Pero no supo encontrar una forma de seguir adelante.
Después de intentar ayudar a las personas a encontrar y utilizar su brújula interna durante más de diecisiete años, he llegado a pensar que esa falta de orientación espiritual y emocional se ha convertido en una epidemia. Además de ser un problema personal para mucha gente, es una preocupación global. Por eso, desde un punto de vista cósmicamente práctico, me pregunto: ¿qué bien le hace al universo contar con un planeta lleno de almas que no tienen ni la menor idea de lo que están haciendo en este mundo?
Cuando mis pacientes me preguntaban qué hacer para "arreglar" o sanar su vida —cómo encontrar la dirección adecuada—, solía aconsejarles que rezaran para encontrar el camino. Sin embargo, pese a lo valiosa que pueda ser una oración, me preguntaba si no existiría otra forma o proceso mediante el cual lograrían exclarecer su vida y encontrar su propósito. Nadie puede preverlo todo, pero si tuviéramos acceso al significado simbólico de nuestras experiencias, estariamos mejor preparados para enfrentarnos yarnos y adaptarnos a los cambios inevitables. En lugar de luchar contra el cambio —y provocar una herida en el tejido emocional—.podríamos ver los acontecimientos desde una perspectiva diferente, aceptar los cambios y seguir adelante con nuestra vida.
Teniendo en cuenta la importancia personal y global de saber cuál es nuestra misión, ¿por qué resulta tan difícil encontrar la respuesta a esta cuestión? ¿Cuál es la mejor forma de averiguarlo? ¿Por qué algunas personas encuentran su misión con facilidad y otras tienen que luchar por dar con la solución? ¿Qué podemos hacer para encontrarla?
Por nuestro bien, debemos aprender cómo responder a la pregunta de cuál es nuestra misión, porque la forma en que vivimos la vida genera salud o enfermedad. Tal como he descubierto tras realizar más de ocho mil lecturas como intuitiva médica a lo largo de diecisiete años: "Nuestra biografía se convierte en nuestra biología", frase que escribí en mi libro "Anatomía del espíritu". En otras palabras, los pequeños problemas y los grandes traumas que experimentamos se instalan en nosotros, viven en nuestro cuerpo y afectan o bloquean el flujo de energía. Por ello, resulta razonable que, cuanto más nos alejemos de nuestra misión en la vida, mayor será nuestra frustración y menor la sintonía de nuestra energía.
Al conocer tu misión, podrás vivir aprovechando al máximo tu energía. Cuando sacas partido de tu energía, expresas de la forma más óptima tu poder personal; es lo que yo llamo "vivir de acuerdo con tu Contrato Sagrado".


Fuentes:

Caroline Myss
"El Contrato Sagrado"

El Contrato Sagrado

"Este libro de Caroline Myss, autora de "Anatomía del espíritu" y "La medicina de la energía", está basado en los celebres talleres que dirige, y constituye una brillante amalgama de psicología y revelación espiritual. En su prolongada experiencia en el campo de la medicina energética, Myss ha comprobado que un gran número de personas no aciertan a definir cuál es su objetivo en la vida. Esta inquietud espiritual, tan extendida como poco comprendida, genera una multitud de malestares y suele derivar en depresión, ansiedad, fatiga y, por último, dolencias físicas. En este contexto, nuestra misión -nuestro contrato sagrado individual- es difícil de entender. Por ello, Myss ha creado un entretenido e ingenioso proceso que nos permitirá descifrar nuestro contrato, único e intransferible, mediante el uso de una nueva teoría de los arquetipos basada en la obra de Platón, Jung y diversos pensadores contemporáneos. Con sus anécdotas y estilo característicos, la autora explica cómo identificar nuestras energías personales y utilizarlas para realizar nuestro potencial máximo, que, en realidad, es nuestro potencial divino. "El Contrato Sagrado" es un libro visionario y práctico, un proceso sin precedentes para el auto descubrimiento y una poderosa obra de sabiduría espiritual."
Contraportada de "El Contrato Sagrado"

martes, 1 de febrero de 2011

La verdad absoluta

"Conocemos la verdad,
no sólo por la razón,
sino también por el corazón."
Blaise Pascal


Todos nacemos con la necesidad de forjarnos una identidad propia que nos separe de nuestra espiritualidad. En consecuencia, llevamos una carga psicológica que nos hace sentir el peso del mundo.


"El dogma es la expresión del pensamiento que desea imponer y elevar una interpretación intelectual al nivel de verdad absoluta e indiscutible. Dogmáticos son aquellos que se encuentra poseídos por una mente temerosa, la cual adopta al dogma para tener un sostén que realice las veces de una muleta donde apoyarse intelectual y psicológicamente con el fin de evadir el miedo. Los dogmas se encuentran en casi todos los sistemas de pensamientos: religiosos, políticos, filosóficos, sociales, científicos.
Toda especulación e interpretación intelectual de un hecho, que se postule cómo verdad, es mentira. En ello se sustenta el dogma. Hacer de un hecho o de una experiencia personal, una interpretación intelectual y pretender convertir dicho análisis especulativo en verdad, es el dogma en sí mismo, es lo dogmáticamente correcto.
El dogma es insalvable, solo el dogmático se puede salvar. Al ser el dogma establecido por la tradición, la propaganda y la cultura de la sociedad a través de versiones visuales, auditivas y escritas, las cuales conforman la comunicación y la educación, el dogma se transforma en la publicidad obsesiva inevitable de ver, oír o leer, lo que significa la influencia y el sometimiento constante de la mente a las verdades reveladas o interpretadas.
Todo dogmático es básicamente un fundamentalista en términos, minimamente, psicológicos e intelectuales, lo que expone a la mente del dogmático a ser potencialmente un ser que esta predispuesto a matar o morir por su causa. De modo que sí la política, la religión y toda expresión de pensamientos, no se hubiese dedicado a expandir sus dogmas particulares, no existirían fundamentalistas, que propagandizan sus especulaciones y deducciones intelectuales con el propósito de que quien los acepte, pase a integrar su "secta", sabiéndose dueño de la verdad.
El dogma petrifica y cristaliza la mente en un punto de vista fijo, esquemático, estático, muerto, inamovible, lo que solo permite la evolución de la mente a través de la ampliación de los mismos argumentos que justifiquen con más certeza la verdad del dogma. O sea, la mente evoluciona en un circulo vicioso basada en el propósito de convertir en verdad sus propias mentiras.
Cuando la mente no percibe la mentira cómo mentira, es evidente que existe la posibilidad de que acepte dicha mentira como una verdad, de modo que la aceptación de lo falso se convertirá en el esfuerzo y la tarea de la mente en demostrar con nuevos argumentos, análisis e interpretaciones que ello es verdadero. Esta es la tarea de la mente esclava al circulo vicioso; tratar que, en lo que se cree, se convierta en verdad.
El deseo de que sea verdad, aquello en lo que se cree, es lo que refuerza el criterio que se le da al dogma de veracidad absoluta, lo que significa que ello es la piedra que tiene el hombre para apoyar su cabeza, por ser ese deseo de veracidad lo que debe ser protegido, resguardado, y para ello nada mejor que la mayor cantidad de argumentos, análisis y justificativos, con el fin de que la estructura y esquema mental que permite tener el dogma, no sea destruido de forma alguna, por el peligro que ello significa para la mente teme-rosa que no puede vivir en libertad.
El dogma que contiene toda doctrina, creencia, ideología, es la piedra donde se apoya la mente del hombre temeroso con el fin de escapar de la locura que presiente tener cuando su mente es cómo la del hijo del hombre, el cual no tiene una piedra donde apoyar su mente -cabeza- o sea, no tiene doctrina, creencia, ideología, teoría, argumento alguno para sostener su libertad intelectual, psicológica, emocional, sentimental, en definitiva, la libertad de su mente. Es obvio que ello lo convierte en un pobre de espíritu.
El dogma adoptado convierte a todo aquel que lo acepta en millonario ilustrado, en poseedor de fortuna intelectual, en hombre perteneciente al status-quo cultural, o sea, lo convierte en un hombre superior por pertenecer a la clase de los cerebralmente eruditos.
El dogmático defiende aquello que no sabe que es así cómo él cree, o sea, defiende su duda y la eleva al nivel de verdad, lo que significa que la única verdad que tiene para defender el fanático, el fundamentalista, el dogmático, el que tiene la mente adoctrinada, es su duda. Esto hace que deba poner toda su confianza en que dicha duda se concrete algún día en verdad, de modo que lo único que posee cómo real, es la esperanza y su autoconvencimiento; autoconvencimiento que tiene la tarea de tratar de vencer y doblegar a la duda para confirmarla psicológicamente en estado de verdad. La duda es necesaria elevarla al nivel de verdad, y ello solo es posible mediante el dogma.
El dogma es la expresión intelectual que le da forma de amoldamiento psicológico de verdad a la duda. Cuando el trasfondo psicológico es satisfecho por medio de la interpretación intelectual, es cuando surge el autoconvencimiento de que la duda es verdad, y en ese momento es donde se cristaliza el dogma en la mente; con el consecuente fanatismo posterior y el circulo vicioso del pensar.
Cuando el dogmático eleva de categoría su duda, es también cuando inconscientemente sella su mente, siendo la inteligencia y la comprensión las primeras expulsadas del hogar, de modo que el pensamiento crea sus intereses psicológicos, intelectuales, emocionales, materiales, en torno de su verdad dogmática, abriendo la mente solo para el entendimiento intelectual que tenga relación con el dogma aceptado cómo verdad.
El temor es el motor que impulsa a la mente a identificarse con el dogma, con el fin de escapar de la inseguridad, y encontrar en ese sistema de pensamiento particular la seguridad que le permita sostener la sensación de orden psicológico que da el sentir cuando se pertenece a algo. El dogmático sintiendo que pertenece a algo se aferra a su nueva verdad y evidentemente que se convence que debe protegerla, resguardarla. Ello da nacimiento a la violencia que se ejercita a través de la defensa de la causa.

"Tenía motivos para desear que el mundo no tuviera significado; consecuentemente, daba por sentado que no lo tenía y que era capaz, sin ninguna dificultad, de hallar razones satisfactorias para esta suposición. La mayoría de la ignorancia es ignorancia vencible. No sabemos porque no queremos saber. Es nuestra voluntad la que decide cómo y sobre qué materias usaremos nuestra inteligencia. Quienes detectan carencia de significado en el mundo generalmente lo hacen porque, por una u otra razón, cuadra bien con sus libros que el mundo debe ser sin sentido."
Aldous Huxley

El ser humano acepta el dogma por temor, o sea, con la finalidad de escapar de la inseguridad termina por esconder y sumergir el miedo en el fondo de su conciencia. En las capas más superficiales de la mente se encuentra presente la apariencia de seguridad, lo cual es la imagen de seguridad que vende el hombre con mente dogmatizada. Esta apariencia es la que motiva a la mente a amar el dogma, por ser la modeladora de una sensación de orden en el pensar."

...Nietzsche en su escrito "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral" redacta: “El intelecto, como medio para la conservación del individuo, desarrolla fuerzas primordiales en la ficción”, argumentando que el hombre con debilidad pero con la capacidad de aprovechar la razón que tiene para sobrevivir, se ha colocado por arriba de toda especie animal o vegetal viva para darse el título como centro del todo, nombrándose la medida de las cosas (ser él quien nombre: de sustantivos y adjetivos, quien diga qué sí y qué no…), de tal manera que en su ego desarrolla un arte de ficción sobre la superficie de las cosas engañándose de su debilidad y a través de su razonamiento para creerse que es el único y capaz de conocer la realidad, ignorando, como explica Nietzsche que un mosquito haría lo mismo si se le preguntara qué pasa en su cabeza.
No sólo se vuelve egocéntrico, sino además se niega a reconocer que su capacidad de percepción está limitada, tan limitada que le es imposible conocerse a sí mismo (conocer su naturaleza salvaje y animal)...
... Esta complejidad que el mismo hombre ha creado en su lenguaje es por su necesidad de querer abarcar todo lo que pasa en la realidad y que su nombramiento sea el correcto, el más adecuado. Se ha colocado en un antropocentrismo en el que hace a fin de él que todo gire, se mida y sea nombrado en tanto él, en convención con los de su especie, una decisión...

"El dogmático encuentra esta sensación de orden en el pensar cuando adopta alguno de los tantos dogmas particulares y colectivos que están en oferta en el mercado de las ideas que ofrece la sociedad: políticos, religiosos, cientificistas, económicos, psicológicos, sociales. La necesidad de darle un cierto orden y orientación a la obsesión mental -que trabaja calladamente a través del parloteo incesante de la mente, lo cual se asemeja a la locura- es la motivación principal para predisponerse a la adopción de cualquier dogma que satisfaga la ansiedad psicológica y la necesidad imperiosa de frenar la irracionalidad del conflicto interno que crea el parloteo.
Lo peligroso del dogma es que cuando a logrado lavar el cerebro de cualquier vestigio de duda y producir la seguridad psicológica en el dogmático de que se encuentra en lo cierto, de que posee la verdad. A partir de ahí, la mente se sumerge en la enajenación y, dicha enajenación es la que produce placer por la posibilidad que brinda el poder depositar el pensamiento en una sola idea obsesiva. Al cerrarse la mente a un punto de vista exclusivo, sectario, el dogmático va aceptando la evolución de su violencia cómo algo normal y necesario. Normal por lo que debe ser defendido y necesario porque lo que merece ser resguardado no puede desaparecer, de manera que la aplicación de la violencia se encuentra justificada por el fin que siempre justifica los medios. La violencia siempre es la reacción a la defensa de un dogma particular o colectivo, ya sea para la defensa del ego herido -dogma particular- o la defensa de la doctrina, la creencia, la patria -dogma colectivo- y ese fin justifica todo y cualquier medio sectario y violento. Ello es el dogma en la acción, ello es el peligro placentero del dogma, ello es el producto final del dogma.
La mente al interrelacionar al intelecto con el pensamiento dogmático, pasa a ser intrínsecamente violenta, bajo la expresión exterior o interior, por estar esclava a la trinchera ideológica, comandada a la defensa de su verdad. Este constante estado de defensa de su verdad es lo que arrastra a la mente a la marginalidad de la alineación enajenante, con el consecuente estado de paranoia que ve como enemigo a todo aquel que no acepte sus postulados cómo única y exclusiva verdad, de manera que la violencia pasa a ser una herramienta tan útil como el argumento, ya que la violencia es la respuesta inevitable que provoca la defensa necesaria que debe tener una mentira convertida en verdad.
El dogmático tiene la posibilidad de liberarse del dogma, pero el dogma no tiene la cualidad de poder enseñarle al hombre a ser libre. Cuando el dogma habla de libertad, en realidad esta sometiendo a la mente a la esclavitud de la mentira que es todo concepto verbalístico, puesto que la palabra libertad no es la libertad, ya que la palabra no es la cosa en sí.
El ideal de libertad encierra tanto dogmatismo cómo los oscurantistas ideales dictatoriales y déspotas, por ser todo ideal, doctrina, teoría, un sistema de pensamiento basado en la creencia; y lo que uno cree no es sino que meras creaciones del pensamiento, del intelecto, o sea, dogmas.
Las ideologías que sostienen cómo principios la igualdad, la justicia, la fraternidad, la libertad, el amor, la bondad como virtudes a cultivar y metas a conquistar, expresan la ignorancia de sus ideólogos ante la incomprensión que tienen para comprender que todo aquello que sea virtud no puede ser cultivado, ejercitado, idealizado, puesto que todo concepto idealizado es dogma, es creencia, no realidad, y precisamente la virtud es una realidad ajena a toda verbalización intelectual.
La ideología de la fraternidad, del amor, de la libertad, de la igualdad, no es la fraternidad, el amor, la libertad, la igualdad, es simplemente la inconsciencia de los ideólogos de lo que es. Y es la incomprensión de lo que es lo que lleva a los ideólogos a convertir en dogma todo aquello que se encuentra fuera de la órbita del pensamiento, aquello que la mente no puede atrapar.
El intelecto, el pensamiento, la conciencia, la memoria, o sea, la mente, tiene la capacidad de convertir en dogma todo lo que ella desee, se proponga o considere que debe ser traducido a la verbalización intelectual, de modo que cuando el intelecto estructura determinadas virtudes en doctrinas, es obvio que corrompe dichas virtudes al convertirlas en idealizaciones dogmáticas, lo cual es corrupción por ser toda virtud intocable por el pensamiento.

"El sentimiento de lo místico es la emoción más hermosa y profunda que puede experimentarse."
Albert Einstein

La mente corrompe a las virtudes y a los valores más puros de la vida al convertirlos en dogmas ideológicos que pueden ser pensados, analizados, interpretados de acuerdo al punto de vista particular de cada uno, y es evidente que ninguna virtud puede ser interpretada por el pensamiento porque ella es lo que es, por lo tanto, se encuentra fuera de la órbita del pensamiento y de aquello que la mente puede atrapar, capturar, guardar y registrar, ya que nada de ello es un recuerdo. La virtud es algo vivo, sustancial, que tiene la cualidad de la acción por sobre las palabras, lo que significa que es un hecho antes que una idea, de forma que su idealización es la destrucción de la virtud cómo hecho, y ello es la perversión del dogma doctrinario.
Es obvio que toda mente adoctrinada es dogmática, supersticiosa, enajenada, sectaria, alienada, o sea, aislada en su propia sistema ideológico de pensamiento, o sea, en su verdad absoluta, o sea, en su creencia milagrera, o sea, en sus certezas absolutas, o sea, es una mente que garantiza la miseria de la violencia y su consecuente alimentación." 

Para cerrar: ¿Y la verdad? Es el conjunto de aspectos similares que el Hombre ha aceptado y les ha dado un concepto, de tal manera que entre varios hombres explicaron diferentes aspectos que cada uno percibió y que aún siendo diferentes hay algo que los mantiene en común… eso es la verdad:

“No conocida en sí, sino solamente en sus efectos […] como suma de sus relaciones”
Nietzsche




Fuentes:

viernes, 28 de enero de 2011

El hallazgo accidental del tesoro

"La confrontación con la muerte -y haberse librado de ella- hace que todo parezca tan precioso, tan sagrado, tan hermoso, que siento con mas intensidad que nunca el impulso de amarlo todo, de abrazarlo todo y de dejarme avasallar por todo. Mi rió nunca me pareció más bello... la muerte y.su posibilidad siempre presente hace más posible el amor, el amor apasionado. Me pregunto si podríamos amar apasionadamente, si sería posible el éxtasis, si supiéramos que nunca habríamos de morir."
Abraham Maslow

La primera tarea, el hallazgo del tesoro, figura en docenas de cuentos de todo el mundo en los que se narra la pesca de una criatura del fondo del mar. Cuando eso ocurre en una narración, siempre sabemos que muy pronto se producirá una lucha entre lo que vive en el mundo de arriba y lo que vive o se ha reprimido en el mundo subterráneo. En este cuento, el pescador pesca mucho más de lo que esperaba. "Es uno de los gordos", piensa mientras se da la vuelta para recoger la red.
No se da cuenta de que está izando a la superficie el tesoro más terrorífico que pueda imaginar, que está izando a la superficie algo muy superior a sus fuerzas. No sabe que tendrá que llegar a un entendimiento con él y que está a punto de poner a prueba todos sus poderes. Y lo peor es que no sabe que no sabe. Éste es el estado de todos los enamorados al principio: están tan ciegos como los murciélagos.
Los seres humanos que no tienen demasiados conocimientos al respecto muestran una cierta tendencia a acercarse al amor tal como el pescador del cuento se acerca a la caza: "Espero pescar uno muy gordo que me alimente durante mucho tiempo, me llene de emoción y me facilite la vida y del que pueda presumir delante de todos los demás cazadores cuando vuelva a casa."
Es el comportamiento natural del cazador ingenuo o muerto de hambre. Los muy jóvenes, los no iniciados, los hambrientos y los heridos tienen unos valores que giran en torno al hallazgo y la ganancia de trofeos. Los muy jóvenes aún no saben realmente lo que buscan, los hambrientos buscan sustento y los heridos buscan consuelo de sus anteriores pérdidas. Pero a todos les "caerá encima" el tesoro.
Cuando alguien está en compañía de los grandes poderes de la psique, en este caso de la mujer de la Vida/Muerte/Vida, y es muy ingenuo, lo más seguro es que pesque más de lo que esperaba. A menudo acariciamos la fantasía de recibir el alimento de la profunda naturaleza a través de una relación amorosa, un trabajo o el dinero, y esperamos que el alimento nos dure mucho tiempo. Nos gustaría no tener que trabajar más. Hay veces en que incluso nos gustaría que nos dieran de comer sin apenas tener que trabajar. En realidad, sabemos muy bien que, de esta manera, no conseguiremos nada que merezca la pena. Pero, aun así, lo deseamos.
Es fácil permanecer tendidos soñando simplemente con el amor perfecto. Es una anestesia de la cual tal vez jamás nos recuperemos como no sea para apropiarnos despiadadamente de algo valioso que se encuentra, sin embargo, fuera de nuestra conciencia. Para los ingenuos y heridos el milagro de la actuación de la psique consiste en que, aunque uno esté desanimado, aunque se muestre irreverente, no quiera hacerlo, no lo espere en realidad, no le apetezca, aunque se sienta indigno o no esté preparado, tropezará accidentalmente y de todos modos con el tesoro. Entonces al alma le corresponde la tarea de no pasar por alto lo que se ha encontrado, reconocer que el tesoro lo es efectivamente y reflexionar cuidadosamente acerca de lo que debe hacer a continuación.
La figura del pescador comparte un poco el simbolismo arquetípico de la del cazador y ambas representan entre otras muchas cosas los elementos psicológicos de los seres humanos que intentan saber y se esfuerzan por alimentar el yo por medio de la fusión con la naturaleza instintiva. En los cuentos como en la vida el cazador y el pescador inician su búsqueda mediante una de estas tres maneras: de una manera sagrada, con mezquindad o a trompicones. En el cuento de la Mujer Esqueleto vemos que el pescador anda un poco a trompicones. No es mezquino, pero tampoco pone de manifiesto una actitud o intención sagrada.
A veces los amantes empiezan también de esta manera. Al principio de una relación sólo intentan pescar un poco de emoción o una especie de antidepresivo del tipo "ayúdame a pasar la noche". Sin darse cuenta entran en una parte de su propia psique y en la de la otra persona en la que habita la Mujer Esqueleto. Aunque sus egos sólo busquen un poco de diversión, el espacio psíquico es un territorio sagrado para la Mujer Esqueleto. Si navegamos por estas aguas, la pescaremos con toda seguridad.
El pescador cree que sólo anda en busca de un poco de alimento, pero de hecho está sacando a la superficie toda la naturaleza femenina elemental, la olvidada naturaleza de la Vida/Muerte/Vida y ésta no se puede pasar por alto, pues, siempre que empieza una nueva vida, se presenta la Reina de la Muerte. Y cuando eso ocurre, por lo menos en un primer tiempo, la gente le presta una extasiada y temerosa atención.
Sedna, diosa oceánica de la mitología Inuit
En el tema inicial -el de la mujer que yace bajo la superficie del mar-, la Mujer Esqueleto se parece a Sedna, una figura de la Vida/Muerte/ Vida de la mitología Inuit. Sedna es la gran diosa deforme de la creación que habita en el mundo subterráneo Inuit. Su padre la arrojó por la borda de su kayak, pues, a diferencia de otras obedientes hijas de la tribu, ella se había escapado con un hombre-perro. Como el padre del cuento de hadas "La doncella manca", el padre de Sedna le amputó las manos. Sus dedos y sus miembros se hundieron hasta el fondo del mar, donde se convirtieron en peces y focas y otras formas de vida que a partir de entonces alimentaron a los Inuit.
Lo que quedó del cuerpo de Sedna también se hundió hasta el fondo del mar. Allí se convirtió en huesos y en cabello muy largo. En el rito Inuit, los chamanes de la tierra descienden nadando hasta ella y llevan comida para apaciguar a su furioso consorte-perro y guardián. Los chamanes le peinan el larguísimo cabello, le cantan y le suplican que sane el alma o el cuerpo de alguna persona de arriba, pues ella es la gran angakok, la maga; es la gran puerta norteña de la Vida y la Muerte.
La Mujer Esqueleto que se pasó siglos bajo el agua también se puede interpretar como la fuerza de la Vida/Muerte/Vida no utilizada y mal utilizada de una mujer. En su forma vital y resucitada, gobierna las facultades intuitivas y emotivas que completan los ciclos vitales de los nacimientos y los finales, de las penas y las celebraciones. Es la que examina las cosas, la que puede decir cuándo es el momento de que muera un lugar, una cosa, un grupo o una relación. Este regalo de la percepción psicológica espera a todos aquellos que la hacen aflorar a la conciencia a través del acto de amar a otra persona.

"Amar significa abrirnos a lo negativo como a lo positivo, a la aflicción, al dolor y al desengaño, así como al júbilo, al goce y a una intensidad de conciencia que antes no nos parecía posible. Describiré primero esta experiencia, desde el punto de vista fenomenológico, en su forma ideal, como paradigma.
Cuando nos enamoramos el mundo se sacude y todo cambia alrededor, no sólo en su aspecto, sino en la experiencia de lo que estamos haciendo en el mundo. Generalmente se siente esa sacudida conscientemente, en sus aspectos positivos, como un maravilloso y nuevo cielo que el amor produjo súbitamente con su milagro y su misterio. El amor es la respuesta a todo, cantamos. Independientemente de la trivialidad de semejante descripción, nuestra cultura occidental parece empeñada en una romántica -aunque desesperada- conspiración para imponer la ilusión de que todo lo que hay en ese estado es Eros. La vehemencia misma del esfuerzo para sostener tal ilusión revela la presencia del polo opuesto reprimido.
Ese elemento opuesto es la conciencia de la muerte. Pues la muerte está siempre a la sombra de los deleites del amor. Como un débil presagio siempre está presente la tremenda pregunta: "¿No nos destruirá esta nueva relación?" Cuando amamos abandonamos el centro de nosotros mismos. Somos arrancados de nuestro anterior estado de existencia y arrojados a un vacío; y aunque esperamos alcanzar un nuevo mundo, una nueva existencia, nunca podemos estar seguros de lograrlo. Nada parece lo mismo y bien pudiera ocurrir que ya nunca volviera a tener el mismo aspecto. El mundo está como aniquilado; ¿cómo podemos saber si volverá a construirse de nuevo? Nos entregamos y renunciamos a nuestro propio centro; ¿cómo sabemos que lo recuperaremos? Nos despertamos para encontrar al mundo sacudiéndose: ¿cuándo volverá a recobrar la calma?
El júbilo amoroso más exaltado está acompañado por la conciencia de la inminencia de la muerte... y esa conciencia tiene la misma intensidad que el júbilo. No parece posible que una cosa exista sin la otra."
Rollo May; "Amor y Voluntad"


Una parte de todas las mujeres y de todos los hombres se niega a saber que en todas las relaciones amorosas la Muerte también tiene que intervenir. Fingimos poder amar sin que mueran nuestras ilusiones acerca del amor, fingimos poder avanzar sin que jamás tengan que morir nuestros vehementes arrebatos de emoción. Pero en el amor, desde un punto de vista psíquico, todo, absolutamente todo se desmenuza. El ego no lo quisiera, pero así tiene que ser y toda persona dotada de una profunda naturaleza salvaje se muestra inclinada a aceptarlo.
¿Qué es lo que muere? La ilusión, las expectativas, el ansia de tenerlo todo, de querer tan sólo lo bello, todo muere. Puesto que el amor siempre da lugar a un descenso a la naturaleza de la Muerte, se comprende por qué razón es necesario tanto dominio sobre uno mismo y tanta fuerza espiritual para entregarse a este compromiso. Cuando uno se compromete con el amor, se compromete también con la resurrección de la esencia de la Mujer Esqueleto y de todas sus enseñanzas.
El pescador del cuento tarda en comprender la naturaleza de lo que ha pescado. Es lo que le ocurre a todo el mundo al principio. Si uno es inexperto, no sabe que allí abajo habita la naturaleza de la Muerte. En cuanto el sujeto averigua qué es lo que tiene delante, su impulso es intentar rechazarlo. Nos convertimos en unos seres semejantes a los padres mitológicos que arrojan al mar a sus hijas salvajes por la borda del kayak.
Sabemos que a veces las relaciones fallan cuando pasan de la fase de anticipación a la fase de enfrentamiento con lo que hay realmente en el extremo del anzuelo. Ocurre en la relación de una madre con su hijo de dieciocho meses lo mismo que entre los padres y su hijo adolescente, entre los amigos y entre los amantes de toda la vida y los que llevan muy poco tiempo juntos. Una relación iniciada con la mejor voluntad vacila, se agita y a veces se tambalea cuando termina la fase del enamoramiento. Entonces, en lugar de llevar a la práctica una fantasía, empieza en serio el desafío de la relación y uno tiene que echar mano de toda su habilidad y prudencia.
La Mujer Esqueleto que habita bajo el agua representa una forma inerte de una profunda vida instintiva que se conoce de memoria la creación de la Vida y la creación de la Muerte. Si los amantes insisten en llevar una vida de forzada alegría, perpetuos placeres y otras formas de nefasta intensidad, si se empeñan en que haya constantes alegres polkas, Donner und Blitz, truenos y relámpagos sexuales, o un torrente de cosas agradables y ningún conflicto, arrojarán por el acantilado la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida y ésta se volverá a ahogar en el mar.
El hecho de excluir de la relación amorosa todos los ciclos de la vida y la muerte da lugar a que la naturaleza de la Mujer Esqueleto sea arrancada de su alojamiento psíquico y se ahogue. Entonces la relación amorosa adopta una forzada expresión de "no nos pongamos tristes, procuremos divertirnos todo lo que podamos" que se esfuerza en mantener a toda costa. El alma de la relación desaparece y se hunde en el agua, inútil y sin sentido.
Siempre se arroja por el acantilado a la Mujer Esqueleto cuando uno o los dos componentes de la pareja no la soportan o no la entienden. La arrojamos por el acantilado cuando no aprendemos bien el uso de los ciclos transformativos: cuando las cosas tienen que morir y ser sustituidas por otras. Si los amantes no pueden soportar estos procesos de la Vida/Muerte/Vida, tampoco se pueden amar el uno al otro más allá de las aspiraciones hormonales.
El hecho de arrojar por el acantilado esta misteriosa naturaleza siempre da lugar a que la amante y la fuerza espiritual del amante se conviertan en unos esqueletos privados de auténtico amor y alimento, puesto que la mujer suele vigilar muy de cerca los ciclos biológicos y emocionales, los ciclos de la vida y la muerte constituyen el centro de su interés. Y, puesto que no puede haber mucha vida si no se produce un declive de lo que antes había, los amantes que se empeñan en mantenerlo todo al máximo nivel de esplendor psíquico vivirán una relación cada vez más osificada. El deseo de obligar al amor a vivir sólo en su forma más positiva es la causa de que, al final, el amor muera definitivamente.
El desafío del pescador es el de enfrentarse con la Dama de la Muerte, su abrazo y sus ciclos de vida y muerte. A diferencia de otros cuentos en los que se captura una criatura subacuática a la que después se deja en libertad y el pescador recibe en prenda de gratitud el cumplimiento de un deseo, a la Dama de la Muerte no se la puede soltar y ésta no accede amablemente a ningún deseo. Emerge a la superficie tanto si uno quiere como si no, pues sin ella no puede haber ningún auténtico conocimiento de la vida y, sin este conocimiento, no puede haber lealtad ni verdadero amor o afecto. El amor cuesta caro. Cuesta el precio de la valentía. Cuesta tomarse una molestia, tal como veremos más adelante.
Una y otra vez observo en los amantes, cualquiera que sea su sexo, un fenómeno de este tipo: dos personas inician una danza para ver si les interesa amarse. De repente, pescan accidentalmente a la Mujer Esqueleto. Algo en la relación empieza a disminuir y resbala hacia la entropía. A menudo se reduce el doloroso placer de la excitación sexual o uno de los componentes de la pareja ve la frágil y herida parte oculta del otro o ve al otro como algo que "no es precisamente un trofeo" y es entonces cuando emerge a la superficie la vieja con su calva y sus amarillentos dientes.
Parece espantoso y, sin embargo, es el momento privilegiado en que existe una auténtica oportunidad de dar muestras de valentía y conocer el amor. Amar significa permanecer al lado de alguien. Significa salir de un mundo de fantasía y entrar en un mundo en el que es posible el amor duradero, cara a cara, hueso a hueso, un amor hecho de afecto. Amar significa quedarse cuando todas las células gritan: "¡Echa a correr!"
Cuando los amantes son capaces de soportar la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida y de entenderla como un continuo -como una noche entre dos días- y como la fuerza capaz de crear un amor para toda la vida, pueden enfrentarse con la presencia de la Mujer Esqueleto en su relación. Entonces se fortalecen juntos y ambos se sienten llamados a una comprensión más profunda de los dos mundos en los que viven, el mundo material y el mundo del espíritu.







Fuentes:

Clarissa Pinkola Estés
"Mujeres que Corren con los Lobos"
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Según Platón, el conocimiento es un subconjunto de lo que forma parte a la vez de la verdad y de la creencia.
Integral Philosopher Michel Bauwens "Vision"