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lunes, 16 de marzo de 2009

¿Cuáles son los requisitos del intento o voluntad?

Un abandono y una frialdad totales.

La continuidad es tan importante en nuestra vida que, si se rompe, siempre se repara instantáneamente. En el caso de los brujos, en cambio, una vez que sus puntos de encaje llegan al sitio donde no hay compasión, la continuidad ya no vuelve a ser la misma.

El conocimiento silencioso es una posición general del punto de encaje, que milenios antes había sido la posición normal, del genero humano, pero que por motivos imposibles de determinar, el punto de encaje del hombre se había alejado de esa posición especifica para adoptar una nueva, llamada la “Razón”.

Don Juan Matus observó que la mayoría de los seres humanos no son representativos de esa nueva posición, porque sus puntos de encaje no están situados exactamente en la posición de la razón en sí, sino en su vecindad inmediata. Lo mismo había sucedido en el caso del conocimiento silencioso: tampoco los puntos de encaje de todos los seres humanos estaban situados directamente en esa posición.

También dice que otra posición del punto de encaje, el “sitio donde no hay compasión”, es la vanguardia del conocimiento silencioso; y que existe aún otra posición clave llamada el “sitio de la preocupación”, la antesala de la razón.

¿Qué es la conciencia de ser o la conciencia de la vida cotidiana?

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La conciencia de ser es como una inmensa casa. La conciencia de la vida cotidiana es como un cuarto herméticamente cerrado durante toda la vida se entra por medio de una abertura mágica: el nacimiento y se sale por medio de otra abertura mágica: la muerte.

Sin embargo, los brujos son capaces de hallar una abertura más y salir de ese cuarto herméticamente cerrado estando vivos. Un logro estupendo. Pero un logro más estupendo todavía es que, al escapar de ese cuarto sellado, los brujos son capaces de elegir la libertad. Eligen abandonar por completo esa casa inmensa, en vez de perderse en otras partes de ella.

El rito obliga al hombre común y corriente a construir enormes iglesias que son monumentos a la importancia personal, también obliga a los brujos a construir edificios de morbidez y obsesión. La tarea de todo nagual es, por lo tanto, guiar a la conciencia para que vuele hacia lo abstracto, libre de cargas e hipotecas.

Los brujos de hoy en día, en un esfuerzo por evitar pagar este exorbitante precio de dolor, habían desarrollado un código de conducta llamado “el camino del guerrero”, o la acción impecable. Un código de conducta que los preparaba realzando su cordura y su prudencia.

Don Juan explica que en otros tiempos, en el pasado remoto, los brujos estuvieron profundamente interesados en el vínculo de conexión general que el intento posee con todas las cosas. Al concentrar su segunda atención en ese vínculo, adquirieron no sólo el conocimiento directo, sino también la capacidad de manejar ese conocimiento y ejecutar asombrosas hazañas. Sin embargo, no adquirieron el buen juicio necesario para manejar todo ese poder.

Los brujos, mostrando más cordura, decidieron entonces concentrar su segunda atención solamente en el vínculo de criaturas que poseen conciencia de ser. Estas excluyeron la gama entera de los seres orgánicos existentes, así como la gama total de los que los brujos llaman seres inorgánicos o aliados, a los que describen como entes que poseen conciencia de ser pero no vida, por lo menos, de la manera en que nosotros entendemos la vida. Esta solución tampoco tuvo éxito, porque una vez más, no les trajo ni sabiduría ni buen juicio.

Don Juan dice que a pesar de existir una gran diferencia entre estas cuatro áreas de interés, todas ellas eran igual de peligrosas. Así pues, al final los brujos acabaron por enfocar sólo la capacidad que posee cada vínculo de conexión con el intento para moverse más allá de todo lo concebible y permitir, así, la percepción de mundos inimaginables. Todo lo demás, pertinente al movimiento del punto de encaje lo echaron a lado.

Todos los brujos modernos debían luchar con ferocidad inigualada para lograr el buen juicio. La lucha de un nagual es especialmente feroz, porque un nagual es más fuerte, controla mejor los campos de energía que determinan la percepción y tiene más entrenamiento y más familiaridad con el conocimiento silencioso, el cual no es más que el contacto directo con el intento o la voluntad.

Ser demasiado racional es una desventaja. Los seres humanos tienen un sentido muy profundo de la magia. Somos parte de lo misterioso. La racionalidad es sólo un barniz, un baño de oro en nosotros. Si rascamos esa superficie encontramos que debajo hay un brujo. Algunos de nosotros, sin embargo, tenemos una gran dificultad para llegar a ese nivel bajo la superficie; otros, en cambio, lo hacen con absoluta facilidad.

El punto de encaje, con el más ínfimo movimiento crea islas de percepción totalmente aisladas. Información acerca de la complejidad de la conciencia de ser se puede acumular allí.

La mente es igualmente vaga y tampoco tiene forma, sin embargo confiamos en ella, porque nos es familiar.

La vista humana esta adiestrada para enfocarse solamente en los rasgos más salientes de un objeto, y que estos rasgos salientes son conocidos de antemano. Por lo tanto, el arte de acechantes es crear una impresión, presentando rasgos que ellos eligen, rasgos que ellos saben que los ojos del espectador están destinados a notar. Al reforzar ingeniosamente ciertas impresiones, los acechantes logran crear en el espectador una impugnable convicción acerca de lo que perciben.

La apariencia es la esencia del desatino controlado; por lo tanto, los acechantes crean la apariencia intentándola, en vez de lograrlo con la ayuda de disfraces. Los disfraces crean apariencias artificiales que la vista nota consciente o inconscientemente. En ese sentido, intentar apariencias es exclusivamente un ejercicio para el manejo del intento. Las apariencias se solicitan al espíritu o se les llama a la fuerza, pero nunca se las inventa racionalmente.

Los brujos pasan años en el limbo, donde no son ni hombres comunes y corrientes ni brujos. Al final, todo ellos se dan cabal cuenta de lo que son: brujos. La dificultad consiste en que el espejo de la imagen de sí es sumamente poderoso y sólo suelta a sus victimas después de una lucha feroz.

Don Juan describe el problema de los brujos en general como una doble imposibilidad. Una es la imposibilidad de restaurar la destrozada continuidad cotidiana; y la otra, la imposibilidad de utilizar la continuidad dictada por la nueva posición del punto de encaje. Esa nueva continuidad, dijo él, es siempre demasiado tenue, demasiado inestable, y no ofrece a los brujos la seguridad que necesitan para actuar como si estuvieran en el mundo de todos los días.



domingo, 15 de febrero de 2009

La acción consiste en vivir con plenitud

"El mundo de la magia dispone de una barrera natural que disuade las almas tímidas. Siempre que el diálogo interno cesa, el mundo se desploma y afloran extraordinarias facetas nuestras, como si hubieran estado celosamente guardadas por nuestras palabras. Pero solo cuando se unen los muchos, se crea lo invencible: el poder de uno. Recuerda que las aparentes sincronicidades y coincidencias son los puntos de iluminación en el tapiz de la magia."

Extractos del Pensamiento Olmeca.
Dr. Miguel Ruiz
"Los Cuatro Acuerdos"



La inacción es nuestra forma de negar la vida y consiste en sentarse delante del televisor cada día durante años porque te da miedo estar vivo y arriesgarte a expresar lo que eres. Expresar lo que eres es emprender la acción.
Puede que tengas grandes ideas en la cabeza, pero lo que importa es la acción.
Una idea, si no se lleva a cabo, no producirá ninguna manifestación, ni resultados ni recompensas.
La historia de Forrest Gump es un buen ejemplo. No tenía grandes ideas, pero actuaba. Era feliz porque hacía lo máximo que podía en todo lo que emprendía. Recibió importantes recompensas que no había esperado. Emprender la acción es estar vivo.
Es arriesgarse a salir y expresar tu sueño. Esto no significa que se lo impongas a los demás, porque todo el mundo tiene derecho a expresar su propio sueño.
Hacer lo máximo que puedas es un gran hábito que te conviene adquirir. Yo hago lo máximo que puedo en todo lo que emprendo y siento. Hacerlo se ha convertido en un ritual que forma parte de mi vida, porque yo escogí que así fuese. Es una creencia, como cualquier otra de las que he elegido tener. Lo convierto todo en un ritual y siempre hago lo máximo que puedo. Para mí, ducharse es un ritual; con esta acción le digo a mi cuerpo lo mucho que lo amo. Disfruto al sentir el agua correr por mi cuerpo.

Hago lo máximo que puedo para que las necesidades de mi cuerpo se vean satisfechas, para cuidarlo y para recibir lo que me da.
En la India celebran un ritual denominado puja. En él cogen unas imágenes que representan a Dios de muy diversas maneras y las bañan, les dan de comer y les ofrecen su amor.
Incluso les cantan mantras. Las imágenes no son importantes en sí. Lo que importa es la forma en que celebran el ritual.
Es dejar de ir al pasado y vivir el momento presente, aquí y ahora. Sea lo que sea que la vida te arrebate, permite que se vaya. Cuando te entregas y dejas ir el pasado, te permites estar plenamente vivo en el momento presente. Dejar ir el pasado significa disfrutar del sueño que acontece ahora mismo.
Si vives en un sueño del pasado, no disfrutas de lo que sucede en el momento presente, porque siempre deseas que sea distinto. No hay tiempo para que te pierdas nada ni a nadie, porque estás vivo. No disfrutar de lo que sucede ahora mismo es vivir en el pasado, es vivir sólo a medias. Esto conduce a la autocompasión, al sufrimiento y las lágrimas.
Naciste con el derecho de ser feliz. naciste con el derecho de amar, de disfrutar y de compartir tu amor. Estás vivo, así que toma tu vida y disfrútala. no te resistas a que la vida pase por ti.
No necesitamos saber ni probar nada. Ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de nuestra vida, es lo único que importa. Di que no cuando quieras decir que no, y di que sí cuando quieras decir que sí.
Tienes derecho a ser tú mismo. Y sólo puedes serlo cuando haces lo máximo que puedes. Cuando no lo haces, te niegas el derecho a ser tú mismo. Esta es una semilla que deberías nutrir en tu mente.
No necesitas muchos conocimientos ni grandes conceptos filosóficos.
No necesitas que los demás te acepten.
Expresas tu propia divinidad mediante tu vida y el amor por ti mismo y por los demás. Los tres primeros acuerdos sólo funcionarán si haces lo máximo que puedas.
No esperes ser siempre impecable con tus palabras. Tus hábitos rutinarios son demasiado fuertes y están firmemente arraigados en tu mente. Pero puedes hacer lo máximo posible. No esperes no volver nunca más a tomarte las cosas personalmente; sólo haz lo máximo que puedas. No esperes no hacer nunca más ninguna suposición, pero sí puedes hacer lo máximo posible.
Si haces lo máximo que puedas, hábitos como emplear mal tus palabras, tomarte las cosas personalmente y hacer suposiciones se debilitará y con el tiempo, serán menos frecuentes. No es necesario que te juzgues a ti mismo, que te sientas culpable o que te castigues por no ser capaz de mantener estos acuerdos. Cuando haces lo máximo que puedes, te sientes bien contigo mismo aunque todavía hagas suposiciones, aunque todavía te tomes las cosas personalmente y aunque todavía no seas impecable con tus palabras.
Si siempre haces lo máximo que puedas, una y otra vez, te convertirás en un maestro de la transformación. La práctica forma al maestro. Cuando haces lo máximo que puedes, te conviertes en un maestro. Todo lo que sabes has aprendido mediante la repetición. Aprendiste así a escribir, a conducir e incluso a andar... Eres un maestro hablando tu lengua porque la has practicado. La acción es lo que importa.
Si haces lo máximo que puedas en la búsqueda de tu libertad personal y de tu autoestima, descubrirás que encontrar lo que buscas es sólo cuestión de tiempo. No se trata de soñar despierto ni de sentarse varias horas a soñar mientras meditas.
Debes ponerte en pie y actuar como un ser humano. Debes honrar al hombre o la mujer que es.
Debes respetar tu cuerpo, disfrutarlo, amarlo, alimentarlo, limpiar lo y sanarlo. Ejercítalo y haz todo lo que le haga sentirse bien. Esto es una puja para tu cuerpo, es una comunión entre el universo y tú.
Cuando des amor a todas las partes de tu cuerpo, plantarás semillas de amor en tu mente, y cuando crezcan, amarás, honrarás y respetarás tu cuerpo inmensamente.
Cuando honres estos cuatro acuerdos juntos, ya no vivirás más en el infierno. Definitivamente, no.
Los Cuatro Acuerdos son un resumen de la maestría de la transformación, una de las maestrías de los toltecas.
Transformas el infierno en cielo. El sueño del planeta se transforma en tu sueño personal del cielo.
El conocimiento está ahí; sólo espera a que tú lo utilices. Los Cuatro Acuerdos están ahí; sólo tienes que adoptarlos y respetar su significado y su poder.
Lo único que tienes que hacer es lo máximo que puedas para honrar estos acuerdos. Establece hoy este acuerdo: «Elijo respetar los Cuatro Acuerdos». Son tan sencillos y lógicos que incluso un niño puede entenderlos. Pero para mantenerlos, necesitas una voluntad fuerte. ¿Por qué? Porque vayamos donde vayamos descubrimos que nuestro camino está lleno de obstáculos. Todo el mundo intenta sabotear nuestro compromiso con estos nuevos acuerdos y todo lo que nos rodea está estructurado para que los rompamos. El problema reside en los otros acuerdos que forman parte del sueño del planeta. Están vivos y son muy fuertes.
Por esta razón es necesario que seas un gran cazador, un gran guerrero capaz de defender los Cuatro Acuerdos con tu vida. Tu felicidad, tu libertad, toda tu manera de vivir dependen de ello. El objetivo del guerrero es trascender este mundo, escapar de este infierno y no regresar jamás a él. La recompensa consiste en trascender la experiencia humana del sufrimiento. Esa es la recompensa.
Verdaderamente, para triunfar en el cumplimiento de estos acuerdos, necesitamos utilizar todo el poder que tenemos. Al principio, yo no creía que pudiera ser capaz de hacerlo. He fracasado muchas veces, pero me levanté y seguí adelante. No me compadecí de mí mismo. De ninguna manera iba a compadecerme de mí mismo. Dije: «Si me caigo, soy lo bastante fuerte, bastante inteligente, puedo hacerlo.
Me levanté y seguí adelante. Me caí y seguí adelante, y adelante, y cada vez me resultó más y más fácil. Sin embargo, al comienzo era tan duro y tan difícil...
De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu Juez la satisfacción de convertirte en una víctima. No, sé firme contigo mismo. Levántate y establece el acuerdo de nuevo: «Está bien, rompí el acuerdo de ser impecable con mis palabras. Empezaré otra vez desde el principio. Voy a mantener los Cuatro Acuerdos sólo por hoy. Hoy seré impecable con mis palabras, no me tomaré nada personalmente, no haré suposiciones y haré lo máximo que pueda».
Si rompes un acuerdo, empieza de nuevo mañana y de nuevo al día siguiente. Al principio será difícil, pero cada día te parecerá más y más fácil hasta que, un día, descubrirás que los Cuatro Acuerdos dirigen tu vida. Te sorprenderá ver cómo se ha transformado tu existencia.
Tu amor y tu respeto por ti mismo crecen incesantemente. Puedes hacerlo. Si yo lo hice, también tú puedes hacerlo. No te inquietes por el futuro; mantén tu atención en el día de hoy y permanece en el momento presente. Vive el día a día. Haz siempre lo máximo que puedas por mantener estos acuerdos, y pronto te resultará sencillo. Hoy es el principio de un nuevo sueño.

Los recursos con que creas tu realidad

Tú creas tu realidad a partir de:
a) las elecciones y decisiones,
b) los pensamientos y sentimientos,
c) las actitudes y creencias.

Eso es todo. No hay otras materias primas, no hay otros recursos que tú o nadie más utilice. Aquellos que están creando realidades más emocionantes que las que tú creas, lo están haciendo con las mismas "cosas".
Tus pensamientos y sentimientos son impulsados por tus elecciones y decisiones, y compelidos por tus actitudes y creencias, a manifestarse en el telar del deseo, la imaginación y la expectativa.
Veamos eso por partes:
Tu realidad es el producto de tus pensamientos y sentimientos, ya que ustedes simplemente no pueden sentir sin pensar. Ambas cosas trabajan juntas. Tu realidad es la manifestación sinérgica de lo que piensas y lo que sientes.
¿Qué impulsa lo que piensas y sientes? Las elecciones y las decisiones. Ser capaz de elegir es uno de los dones místicos del ser humano. Tú estás haciendo elecciones todo el tiempo. Incluso el elegir no elegir es una elección. Una vez que eliges nace una decisión. Una elección dinámicamente manifiesta aparece primero como una decisión.
Tus pensamientos y sentimientos no sólo son impulsados, también son compelidos hacia la manifestación sinérgica. Tus actitudes y creencias compelen a lo que piensas y sientes hacia la densidad que llamas fiscalidad.
La creencia precede a la ilusión que llamas realidad. Tu intelecto puede aceptar eso. Sin embargo, hasta que te apropies de ello a nivel emocional, hasta que te apropies de ello en cada célula de tu cuerpo, hasta que se vuelva parte de tu respiración, la metafísica y la espiritualidad serán sólo teoría para ti. Cuando de verdad te apropias de esto, te abres a un "conjunto" enteramente nuevo de la realidad.
¿Qué sucede cuando sostienes una determinada creencia?
He aquí un ejemplo usando la creencia "el amor duele".
El amor duele. Esta es una creencia básica que muchos de ustedes sostienen. Primero creas la creencia y luego procedes a crear la realidad para probarla. El amor duele. Esta creencia colorea tu lente de enfoque hacia el mundo. Produce tu actitud. Con esta actitud, a través de esta lente, verás el mundo de una manera singular.
El amor duele. La creencia y la actitud que engendra forman el manantial del cual brotan tus pensamientos y sentimientos. ¿Qué pensamientos esperarías que surjan de este manantial? ¿Qué sentimientos?
El amor duele. Los pensamientos y sentimientos se manifiestan de manera sinérgica hacia la forma física. ¿Qué clase de amistades esperas? Piensa en el nivel y la intensidad de dar, responder, respetar y conocer que ofrecerías cuando el amor duele. ¿Qué seguridad, qué placer, vulnerabilidad y confiabilidad proporcionarías?
El amor duele. De la actitud y la creencia brotan los pensamientos y sentimientos. De los pensamientos y sentimientos se forman las elecciones y las decisiones.
Los pensamientos y sentimientos son impulsados por las elecciones y decisiones y compelidos por las actitudes y creencias hacia la manifestación en el telar del deseo, la imaginación y la expectativa. Tú crearás relaciones en las que el amor duela.
He aquí otro ejemplo usando la creencia "el amor cura".
El amor cura. También esta creencia producirá una cierta coloración. "El amor cura" generará sus propias actitudes singulares.
El amor cura. Sentimientos y pensamientos totalmente diferentes brotarán de los manantiales de la actitud y la creencia. Habrá pensamientos y sentimientos de viveza anticipadores. Habrá pensamientos de amor, luz y risa y alegría. Habrá sentimientos de gratitud...
El amor cura. Los pensamientos y sentimientos formarán decisiones y elecciones poderosas que se estiren y alcancen hacia el futuro. Habrá elecciones de intimidad y compromiso. Habrá decisiones de amar.
El amor cura. Relaciones sanas serán creadas. El amor crecerá. Tú crecerás... ¡El amor cura!
La creencia antecede a la realidad. Tú creas tu propia realidad.
Haz un inventario de tus creencias, de tus recursos, de tus materias primas. Sin embargo, haz más que eso: reconoce, admite, perdónate a ti mismo y cambia esas materias primas que te están lastimando a ti y a otros.
Asimismo, reconoce, admite, felicítate a ti mismo y continúa con aquellas elecciones, aquellas creencias que están funcionando y que te están curando a ti, a otros y a tu mundo.
Además de tener estos recursos para crear tu realidad, tienes herramientas específicas con las cuales tallar y esculpir tu realidad personal.
El deseo, la imaginación y la expectativa son las herramientas de la creación de la realidad. ¿De dónde obtienes estas herramientas? De Soñar. Desde tus sueños despierto hasta tus sueños de noche, desde los estados alterados hasta los mundos que existen cuando meditas, ahí es donde las herramientas nacen, del Sueño más grande – el sueño consciente, personal y global del futuro. Las herramientas vienen de tu Visión. Todos los Sueños usan deseo, imaginación y expectativa, y surten con creces el abastecimiento y siempre lo aumentan.
Los pasos para llegar ahí son las cualidades de estar ahí. Lo que se requiere para Soñar es lo que el Soñar devuelve exponencialmente... Muchos de ustedes han aprendido sobre los recursos antes, pero verán, el Viaje sagrado implica más que memoria y listas. Implica no sólo conocer las verdades – implica vivirlas.

Crear tu realidad con elegancia

Elegancia significa crear el máximo beneficio con el mínimo gasto de energía. Hay cuatro pasos para lograrla:
1. Desear (soñar)
2. Clarificar el deseo (personalizarlo, hacerlo tuyo)
3. Tener visión (visualizarte ya con el deseo cumplido)
4. Tener Impecabilidad (no perder de vista el sueño)

Si honestamente deseas sin timidez alguna, si conviertes eso en tu deseo, si tienes visión y la sostienes con la tenacidad de la impecabilidad, sin soltar nunca lo que quieres, ¡entonces estarás creando con elegancia y te encontrarás en el viaje sagrado!
La gratitud es una herramienta poderosa. Si te permites sentirte agradecido, tu procesar y programar pueden funcionar ilimitadamente mejor. Tu éxito puede ser exponencial. Las "cosas" de la vida pueden mejorar marcadamente. Al sentirte agradecido por lo que tienes, empiezas a tener más cosas por las cuales sentir esa gratitud.


Parte de cómo creas tu realidad es esperando que ésta sea maravillosa. Cuando reduces esas expectativas, disminuyes tu habilidad de crear "el triunfo". El acto mismo de reducir tu anticipación para protegerte del dolor es exactamente lo que está produciendo el dolor.
¡Siempre espera lo mejor! Si esa anticipación entusiasta no asegura el éxito, te preparará proporcionándote mayor fuerza, para manejar la desilusión que haya. El fracaso dolerá, pero sorprendentemente menos.
Lo posible se vuelve probable mediante la alquimia misteriosa del amor que confía y la expectativa entusiasta. Lo probable se vuelve actual a través de la voluntad de recibir.
Fuentes:

Lazaris
"The sacred journey, you and your Higuer Self"



Sé impecablecon tus palabras

La vida de un guerrero no puede en modo alguno ser fría, solitaria y sin sentimiento por que se basa en su afecto, su devoción y dedicación a su ser amado. ¿Y quién, podrían ustedes preguntar, es ese ser amado? Esta Tierra, este mundo. Para un ser humano verdadero no puede haber amor más grande.

Los Cuatro Acuerdos.


Dr. Miguel Ruiz
"Los Cuatro Acuerdos"


El primer acuerdo:
"SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS"

El primer acuerdo es el más importante y también el más difícil de cumplir. Es tan importante que sólo con él ya serás capaz de alcanzar el nivel de existencia que yo denomino “El cielo en la tierra”.
Este primer acuerdo parece simple, pero es sumamente poderoso.
Tu intención se pone de manifiesto a través de tus palabras. lo que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las palabras.
Las palabras son la herramienta más poderosa que tiene como ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: Pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crean un infierno en vida. El otro es la impecabilidad de las palabras, qué sólo engendrará belleza, amor...
Según cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que te imaginas. Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Son pura magia y si las utilizas mal, se convierten en magia negra. Esta magia es tan poderosa, que una sola palabra puede cambiar una vida o destruir millones de personas. Hace años, en Alemania, mediante el uso de las palabras, un hombre manipuló a un país entero de gente muy inteligente. Los llevo a una guerra mundial sólo con el poder de sus palabras.
Convenció a otros para que cometieran los más atroces actos de violencia. Activó el miedo de la gente y, de pronto, como una gran explosión, empezaron las matanzas y el mundo estalló en guerra.
Tú plantas una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son como semillas ¡y la mente humana es muy fértil!
Fíjate en el ejemplo de Hitler: Sembró todas aquellas semillas de miedo, que crecieron muy fuertes y consiguieron una extraordinaria destrucción masiva.
Debemos comprender cuál es el poder que emana de nuestra boca. Una palabra es como un hechizo, y los humanos utilizamos las palabras como magos de magia negra, hechizándonos los unos a los otros imprudentemente.
Todo ser humano es un mago y, por medio de las palabras, puede hechizar a alguien o liberarlo de un hechizo. Continuamente estamos lanzando hechizos con nuestras opiniones. Por ejemplo, me encuentro con un amigo y le doy una opinión que se me acaba de ocurrir. Le digo: “¡Mmmm! Veo en tu cara el color de los que acaban teniendo cáncer”. Si escucha estas palabras y está de acuerdo,
desarrollará un cáncer en menos de un año. Ese es el poder de las palabras.
Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian, para bien o para mal, nuestras creencias.
Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo. Si te veo en la calle y te llamo estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra contra ti, pero en realidad la utilizo contra mí
mismo, porque tú me odiarás por ello y tu odio no será bueno para mí.
Si te amo tú me amarás, si te doy odio tú me odiarás. Acción y reacción. Si siento gratitud por ti, tú la sentirás por mí. Si soy egoísta contigo tú lo serás conmigo.
Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y el amor por ti mismo.
Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior. Pero llegar a este acuerdo es difícil porque hemos aprendido a hacer precisamente todo lo contrario. Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al comunicarnos con los demás y, aún más importante, al hablar con nosotros mismos. No somos impecables con nuestras palabras.
Muchas veces usamos las palabras para maldecir, para culpar, para reprochar, para destruir. en general, utilizamos las palabras para propagar nuestro veneno personal: para expresar rabia, celos, envidia y odio.
Con el uso erróneo de las palabras, nos perjudicamos los unos a los otros y nos mantenemos mutuamente en estado de miedo y duda. Los chismes son magia negra de la peor clase, porque son puro veneno. Aprendimos a contar chismes por acuerdo. Contar chismes se ha convertido en la principal forma de comunicación en la sociedad humana. El chismorreo es comparable a un virus informático. Pero con una intención dañina. Uno ni se percata de ello pero es mucho el daño que hace.
Si eres impecable con tus palabras verás cuantos cambios ocurren en tu vida. En primer lugar, cambios en tu manera de tratarte y en tu forma de tratar a otras personas, especialmente a aquellas a las que más quieres.
La impecabilidad en tus palabras también te proporcionara inmunidad frente a cualquier persona que te lance un hechizo. Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.
Tú decides si llegas o no a establecer un acuerdo contigo mismo: soy impecable con mis palabras. Este es el primer acuerdo al que debes llegar si quieres ser libre, ser feliz y trascender el nivel de existencia del infierno.
Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas. Utilizas las palabras para romper todos esos acuerdos que te hacen sufrir.

El segundo acuerdo:
"NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE"

Suceda lo que suceda a tu alrededor, no te lo tomes personalmente.
Si te encuentro en la calle y te digo: “Eh, eres un estúpido", sin conocerte, no me refiero a ti, sino a mí. Si te lo tomas personalmente, tal vez te creas que eres un estúpido.
Te lo tomas personalmente porque estás de acuerdo con cualquier cosa que se diga. Tan pronto como estás de acuerdo, el veneno te recorre y te encuentras atrapado en el sueño del infierno.
El motivo de que estés atrapado es lo que llamamos "la importancia personal".
La importancia personal, o el tomarse las cosas personalmente, es considerar que todo gira a nuestro alrededor.
Creemos que somos responsables de todo. ¡Yo, yo, yo y siempre yo! Nada de los que los demás hacen es por ti. Lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente; los demás están en un mundo completamente distinto de aquel en que vive cada uno de nosotros. Cuando nos tomamos personalmente lo que alguien nos dice, suponemos que sabe lo que hay en nuestro mundo.
Incluso cuando una situación parece muy personal, por ejemplo, cuando alguien te insulta directamente, eso no tiene nada que ver contigo. Lo que esa persona dice, lo que hace y las opiniones que expresa responden a los acuerdos que ha establecido en su propia mente.
Si alguien te da una opinión y te dice ¡Oye, estás muy gordo!, no te lo tomes personalmente, porque la verdad es que se refiere a sus propios sentimientos, creencias y opiniones.
Esa persona intentó enviarte veneno y si tú lo tomas personalmente, lo recoges y se convierte en tuyo.
Hay gente que te atrapa fácil con una simple opinión, después te alimentan con el veneno que quieren, y como te lo tomas personalmente, te lo tragas sin rechistar.

Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te lo tomas personalmente, serás inmune a todo veneno que te encuentres. Esa inmunidad es un don de este acuerdo.
Cuando te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo tus creencias y creando conflictos. Haces una montaña de un grano de arena porque sientes la necesidad de tener la razón y de que los demás estén equivocados. También te esfuerzas en demostrarles que tienen la razón dando tus propias opiniones.
Lo que dices, lo que haces y las opiniones que tienes se basan en los acuerdos que tú has establecido, y no tienen nada que ver conmigo.
Pienses lo que pienses, sientas lo que sientas, sé que se trata de tu problema y no del mío. Es tu manera de ver el mundo. Te refieres a ti mismo y no a mí.
Los demás tienen sus propias opiniones según su sistema de creencias. Sea lo que sea lo que la gente haga, piense o diga, no te lo tomes personalmente.
Únicamente si hacemos un inventario de nuestros acuerdos destaparemos todos los conflictos de la mente y con el tiempo llegaremos a extraer el orden del caos.
No te tomes nada personalmente por que si lo haces te expones a sufrir por nada.
Los seres humanos somos adictos al sufrimiento en diferentes niveles y distintos grados; nos apoyamos los unos a los otros para mantener esa adicción. Hemos acordado ayudarnos mutuamente a sufrir. Si tienes la necesidad de que te maltraten, será fácil que los demás lo hagan.
Del mismo modo si estás con personas que tienen necesidad de sufrir, algo en ti hará que las maltrates. Piden una justificación para su sufrimiento. Su adicción al sufrimiento no es más que un acuerdo que se refuerza a diario.
Vayas donde vayas, encontrarás gente que te mentirá, pero a medida que tu conciencia se expanda, descubrirás que tú también te mientes a ti mismo. No esperes que los demás te digan la verdad, porque ellos también se mienten a sí mismos. Tienes que confiar en ti y decidir si crees o no lo que alguien te dice.
Cuando realmente vemos a los demás tal como son sin tomárnoslo personalmente, lo que hagan o digan no nos dañará. Aunque los demás te mientan no importa. Te mienten porque tienen miedo.
Tienen miedo de que descubras que no son perfectos. Quitarse la máscara social resulta doloroso.
Si los demás dicen una cosa, pero hacen otra cosa, y tú no prestas atención a tus actos, te mientes a ti mismo. Pero si eres veraz contigo mismo, te ahorrarás mucho dolor emocional. Decirte la verdad quizá resulte doloroso, pero no necesitas aferrarte al dolor.
La curación está en camino; que las cosas te vayan mejor es sólo cuestión de tiempo.
Si alguien no te trata con amor y respeto que se aleje de ti es un regalo. Si esa persona no se va lo más probable es que soportes muchos años de sufrimiento con ella.
Para elegir correctamente, más que confiar en los demás, es necesario que confíes en ti mismo.
Cuando no tomarte nada personalmente se convierta en un hábito firme y sólido, te evitará muchos disgustos en la vida. Tu rabia, tus celos, tu envidia desaparecerán, y si no te tomas nada personalmente, incluso tu tristeza desaparecerá.
Si conviertes el segundo acuerdo en un hábito, descubrirás que nada podrá volverte al infierno.
Escribe este acuerdo en un papel y engánchalo a tu nevera, en tu oficina en tu lugar de trabajo para recordarlo en todo momento: no te tomes nada personalmente.
Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan los demás. Basta que confíes en ti mismo para elegir con responsabilidad.
Nunca eres responsable de los actos de los demás; sólo eres responsable de tus actos. Cuando comprendas esto, de verdad, y te niegues a tomarte las cosas personalmente, será muy difícil que los comentarios insensibles o los actos negligentes de los demás te hieran.
Si mantienes este acuerdo, viajarás por todo el mundo con el corazón abierto por completo y nadie te herirá. Dirás te amo, sin miedo a que te ridiculicen o rechacen. Pedirás lo que necesites. Dirás sí o dirás no. Lo que tú decidas, sin culparte ni juzgarte.

El tercer acuerdo:
"NO HAGAS SUPOSICIONES"

El tercer acuerdo consiste en no hacer suposiciones.
Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan, nos lo tomamos personalmente y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras.

Todas las tristezas y los dramas que has experimentado tienen sus raíces en las suposiciones que hiciste y en las cosas que te tomaste personalmente.
Toda cuestión del dominio entre los seres humanos gira alrededor de suposiciones.
Producimos mucho veneno emocional haciendo suposiciones y tomándonoslas personalmente, porque por lo general empezamos a chismorrear a partir de nuestras suposiciones.
Recuerda que chismorrear es nuestra forma de comunicarnos y enviarnos veneno los unos a los otros.
Como tenemos miedo de pedir una aclaración hacemos suposiciones y creemos que son ciertas, después las defendemos, e intentamos que sea otro el que no tenga la razón, siempre es mejor preguntar que hacer una suposición, porque las suposiciones crean sufrimiento.
Sólo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír. no percibimos las cosas tal como son.
Tenemos la costumbre de soñar sin basarnos en la realidad.
Hacer suposiciones en nuestras relaciones significa buscarse problemas. Hacer suposiciones en las relaciones conduce a muchas disputas, dificultades y malentendidos con las personas que supuestamente amamos. Muchas veces suponemos que la otra persona sabe lo que queremos.
El funcionamiento de la mente humana es bastante interesante. Necesitamos justificarlo, explicarlos y comprenderlo todo para sentirnos seguros.
Si los demás nos dicen algo hacemos suposiciones, y si no nos dicen nada también. Las hacemos para satisfacer nuestra necesidad de saber y reemplazar la necesidad de comunicarnos. Incluso si oímos algo y no lo entendemos, hacemos suposiciones sobre lo que significa, y después, creemos en ellas. Hacemos todo tipo de suposiciones porque no tenemos el valor de preguntar.
Cuando creemos algo, suponemos que tenemos la razón hasta el punto de llegar a destruir nuestras relaciones por defender nuestra posición.
Suponemos que todo el mundo ve la vida del mismo modo que nosotros. Suponemos que los demás piensan, sienten, juzgan y maltratan como nosotros lo hacemos. Esta es la mayor suposición que podemos hacer y esta es la razón por la cual nos da miedo ser nosotros mismos ante los demás, porque creemos que nos juzgarán, nos convertirán en sus víctimas, nos maltratarán. Y nos culparán como nosotros mismos lo hacemos.
De modo que antes de que los demás tengan la oportunidad de rechazarnos, nosotros mismos ya nos hemos rechazado. Así es como funciona la mente.
También hacemos suposiciones sobre nosotros mismos y esto crea muchos conflictos internos. Por ejemplo, supones que eres capaz de hacer algo y después descubres que no lo eres. Te sobreestimas o te subestimas a ti mismo porque no te has tomado el tiempo necesario para hacerte preguntas y contestártelas a ti mismo.
No es necesario que justifiquemos el amor; está presente o no lo está. El amor verdadero es aceptar a los demás tal como son sin tratar de cambiarlos. Si intentamos cambiarlos significa que en realidad no nos gustan.
Si no entiendes algo, en lugar de hacer suposiciones es mejor que preguntes y que seas claro. El día que dejes de hacer suposiciones, te comunicarás con habilidad y claridad, libre de veneno emocional. Cuando ya no hagas suposiciones tus palabras se volverán impecables.
Con una comunicación clara todas tus relaciones cambiarán, no sólo las que tienes con tu pareja, sino también con todos los demás. No será necesario que hagas suposiciones porque todo se volverá muy claro. Esto es lo que yo quiero y esto es lo que tú quieres.
Lo que realmente hará que las cosas cambien es la acción.

El cuarto acuerdo:
"HAZ SIEMPRE LO MÁXIMO QUE PUEDAS"

Sólo hay un acuerdo más, pero es el que permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados. El Cuarto Acuerdo se refiere a la realización de los tres primeros: Haz siempre lo máximo que puedas.
Bajo cualquier circunstancia, haz siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos.
Pero piensa que eso va a variar de un momento a otro. Todas las cosas están vivas y cambian continuamente, de modo que, en ocasiones, lo máximo que podrás hacer tendrá una gran calidad y en otras no será tan bueno. Cuando te despiertas renovado y lleno de vigor por la mañana tu rendimiento es mejor que por la noche cuando estás agotado. Lo máximo que puedas hacer será distinto cuando estés sano que cuando estés enfermo o cuando estés sobrio que cuando hayas bebido.
Tu rendimiento dependerá de que te sientas de maravilla y feliz o disgustado, enfadado o celoso.
En tus estados de ánimo diarios lo máximo que podrás hacer cambiará de un momento a otro de una hora a otra de un día a otro. También cambiará con el tiempo. A medida que vayas adquiriendo el hábito de los cuatro nuevos acuerdos tu rendimiento será mejor de lo que solía ser.
Independientemente del resultado sigue haciendo siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos. Si intentas esforzarte demasiado para hacer más de lo que puedes gastarás más energía de la necesaria y al final tu rendimiento no será suficiente.
Cuando te excedes agotas tu cuerpo y vas contra ti y por consiguiente te resulta más difícil alcanzar tus objetivos.
Por otro lado si haces menos de lo que puedes hacer te sometes a ti mismo a frustraciones, juicios, culpas y reproches.
Limítate a hacer lo máximo que puedas, en cualquier circunstancia de tu vida.
No importa si estás enfermo o cansado, si siempre haces lo máximo que puedas, no te juzgarás a ti mismo en modo alguno.
Y si no te juzgas, no te harás reproches, ni te culparás ni te castigarás en absoluto.
Si haces siempre lo máximo que puedas, romperás el fuerte hechizo al que estás sometido.

Había una vez un hombre que quería trascender su sufrimiento, de modo que se fue a un templo budista para encontrar a un maestro que le ayudase. Se acercó a él y le dijo:
«Maestro, si medito cuatro horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?».
El maestro le miró y le respondió: «Si meditas cuatro horas al día, tal vez lo consigas dentro de diez años».
El hombre, pensando que podía hacer más, le dijo: «Maestro, y si medito ocho horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?».
El maestro le miró y le respondió: «Si meditas ocho horas al día, tal vez lo lograrás dentro de veinte años».
«Pero ¿por qué tardaré más tiempo si medito más?» Preguntó el hombre.
El maestro contestó: «No estás aquí para sacrificar tu alegría ni tu vida. Estás aquí para vivir, para ser feliz y para amar».

Si puedes alcanzar tu máximo nivel en dos horas de meditación pero utilizas ocho sólo conseguirás agotarte, apartarte del verdadero sentido de la meditación y no disfrutar de tu vida. Haz lo máximo que puedas y tal vez aprenderás que independientemente del tiempo que medites puedes vivir amar y ser feliz.
Si haces lo máximo que puedas vivirás con gran intensidad. Serás productivo y serás bueno contigo mismo porque te entregarás a tu familia, a tu comunidad, a todo. Pero la acción es lo que te hará sentir inmensamente feliz. Siempre que haces lo máximo que puedes, actúas.
Hacer lo máximo que puedas significa actuar en cada momento como un fin en si mismo no porque esperas una recompensa. La mayor parte de las personas hacen exactamente lo contrario: sólo emprenden la acción cuando esperan una recompensa y no disfrutan de ella. Y ese es el motivo por el que no hacen lo máximo que pueden.
Por ejemplo, la mayoría de las personas van a trabajar y piensan únicamente en el día de pago y en el dinero que obtendrán por su trabajo. Están impacientes esperando a que llegue el viernes o el sábado, el día en el que reciben su salario y pueden tomarse unas horas libres. Trabajan por su recompensa y el resultado es que se resisten al trabajo.
Intentan evitar la acción; ésta entonces se vuelve cada vez más difícil y esas personas no hacen lo máximo que pueden.
Trabajan muy duramente durante toda la semana, soportan el trabajo, soportan la acción, no porque les guste, sino porque sienten que es lo que deben hacer.
Tienen que trabajar porque han de pagar el alquiler y mantener a su familia.
Son personas frustradas, y cuando reciben su paga, no se sienten felices. Tienen dos días para descansar, para hacer lo que les apetezca, ¿y qué es lo que hacen? Intentan escaparse. Se emborrachan porque no se gustan a sí mismos. No les gusta su vida. Cuando no nos gusta cómo somos, nos herimos de muy diversas maneras. Sin embargo, si emprendes la acción por la honestidad y continuar por puro placer de hacerlo, Haces lo máximo que puedes.

Te debes el aceptarte a ti mismo, tienes que arriesgarte a expresarte y aprender de tus errores.
Cuando haces lo máximo que puedes no parece que trabajes, porque disfrutas de todo lo que haces. Sabes que haces lo máximo que puedes cuando disfrutas de la acción o la llevas a cabo de una manera que no te repercute negativamente.
Haces lo máximo que puedes porque quieres hacerlo, no porque tengas que hacerlo, ni por complacer a los demás.
Si emprendes la acción porque te sientes obligado, entonces, de ninguna manera harás lo máximo que puedas. En ese caso, es mejor no hacerlo. Cuando haces lo máximo que puedes, siempre te sientes muy feliz; por eso lo haces. Cuando haces lo máximo que puedes por el mero placer de hacerlo, emprendes la acción porque disfrutas de ella.

Los Cuatro Acuerdos - I

El guerrero debe, pues, ser cazador para no ser cazado. ¿Y que caza el guerrero? Sus propias debilidades, es decir, su tendencia a dejarse arrastrar por los hábitos de sus semejantes. El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad. El hombre común está enganchado a sus prójimos mientras que el guerrero solo depende de si mismo.

Extractos del Pensamiento Olmeca.
Dr. Miguel Ruiz
"Los Cuatro Acuerdos"

Los cuatro acuerdos


"Los toltecas eran un pueblo de cultura milenaria del centro de México. Comparables a los Aztecas, aunque menos numerosos y también menos conocidos. Eran considerados "hombres y mujeres de conocimiento"... algunos antropólogos les definieron como una nación o raza, sin embargo, algunos estudios les consideran científicos y artistas que formaron una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados. Después de la colonización se vieron dispersados, pero su sabiduría ancestral fue transmitida de generación a generación. El Dr. Miguel Ruiz lo que hace en su libro "los cuatro acuerdos" es resumirla y darla a conocer. Los párrafos entre comillas son trozos textuales del libro.
El conocimiento tolteca surge de la misma unidad esencial de la verdad de la que parten todas las tradiciones esotéricas sagradas del mundo. Aunque no es una religión, respeta a todos los maestros espirituales que han enseñado en la tierra, y si bien abarca el espíritu, resulta más preciso describirlo como una manera de vivir que se distingue por su fácil acceso a la felicidad y el amor."
"Los adultos que nos rodeaban captaron nuestra atención y, por medio de la repetición, introdujeron información en nuestra mente. Así es como aprendimos todo lo que sabemos. Utilizando nuestra atención aprendimos una realidad completa, un sueño completo. Aprendimos cómo comportarnos en sociedad: qué creer y qué no creer; qué es aceptable y qué no lo es; qué es bueno y qué es malo; qué es bello y qué es feo; qué es correcto y qué es incorrecto. Ya estaba todo allí: todo el conocimiento, todos los conceptos y todas las reglas sobre la manera de comportarse en el mundo."
"Tú no escogiste tu lengua, ni tu religión ni tus valores morales: ya estaban ahí antes de que nacieras. Nunca tuvimos la oportunidad de elegir qué creer y qué no creer. Nunca escogimos ni el más insignificante de estos acuerdos. Ni siquiera elegimos nuestro propio nombre.
De niños no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias, pero estuvimos de acuerdo con la información"
"El resultado es que nos rendimos a las creencias mediante nuestro acuerdo".

Con esta introducción nos lleva a ver que nada elegimos: idioma, creencias, religión, conceptos, comportamientos sociales, etc… Defiende (me refiero siempre al libro) el agradecimiento a lo recibido basándose en que nos ofrecieron lo mejor que supieron y pudieron. Nos enseñaron lo que sabían y aquello en lo que creían... Así que, teniendo en cuenta esto, hemos de agradecer lo recibido.
Lo cual no quita que todo lo anterior es cierto y también las personas a título individual consideren que muchas de las cosas que nos enseñaron y en las que creemos sean erróneas. Esto es referido a la "domesticación (enseñanzas recibidas) del individuo".
Insiste en la idea de que fuimos enseñados en base al miedo, la culpa, la censura de que somos malos y hemos de ser buenos... etc.
La atención es la capacidad que tenemos de discernir y centrarnos en aquello que queremos percibir.
Utilizando la atención aprendimos una realidad completa. aprendimos cómo compórtanos en sociedad: qué creer y que no creer. La necesidad de atención se vuelve muy fuerte y continua en la edad adulta. El lenguaje es el código que utilizamos los seres humanos para comprendernos y comunicarnos. Cada letra, cada palabra de cada lengua, es un acuerdo.
Nunca tuvimos la oportunidad de elegir que creer y qué no creer.
Ni siquiera elegir nuestro propio nombre. La única forma de almacenar es por acuerdo. Tan pronto como estamos de acuerdo con algo, nos lo creemos y a eso le llamamos fe. Tener fe es creer incondicionalmente.
Aprendemos a juzgar: nos juzgamos a nosotros mismos, juzgamos a otras personas a nuestros vecinos...
Armamos un sistema de creencias y aunque esté mal armado nos sentimos culpables por lo que hacemos o dejamos de hacer de acuerdo a este sistema y éste es el que nos genera miedo.
A los seres humanos les resulta normal sufrir, vivir con miedo y crear dramas emocionales.
Si observamos la sociedad humana, comprobamos que es un lugar en el que resulta muy difícil vivir, porque está gobernado por el miedo. en el mundo entero vemos sufrimiento, cólera, venganza, adicciones, violencia en las calles y una tremenda injusticia.
Seguimos buscando cuando todo ya está en nosotros. No hay ninguna verdad que encontrar.
Donde quiera que miremos todo lo que vemos es la verdad pero, debido a los acuerdos y creencias que hemos almacenado en nuestra mente, no tenemos ojos para verla.
No vemos la verdad porque estamos ciegos. lo que nos ciega son todas esas falsas creencias que tenemos en la mente. necesitamos sentir que tenemos razón y que los demás están equivocados. confiamos en lo que creemos, y nuestras creencias nos invitan a sufrir.
Nos resulta imposible ver que no somos libres.
Estar vivos es nuestro mayor miedo. no es la muerte; nuestro mayor miedo es arriesgarnos a vivir: correr el riesgo de estar vivos y de expresar lo que realmente somos.
Hemos aprendido a vivir intentando satisfacer las exigencias de otras personas. hemos aprendido a vivir según los puntos de vista de los demás por el miedo a no ser aceptados y de no ser lo
suficientemente buenos para otras personas.
Intentamos complacer especialmente a las personas que nos aman, como papá y mamá, nuestros hermanos o hermanas mayores, nuestros maestros, sacerdotes. al tratar de ser lo suficientemente bueno para ellos, creamos una imagen de perfección, pero no encajamos en ella.
Nos da mucho miedo que alguien descubra que no somos lo que pretendemos ser. también juzgamos a los demás según nuestra propia imagen de perfección y, naturalmente, no alcanzan nuestras expectativas.
Nadie en toda tu vida, te ha maltratado más que tú mismo. Si cometemos un error delante de los demás, intentamos negarlo y taparlo.
Los acuerdos que surgen del miedo requieren un gran gasto de energía, pero los que surgen del amor, de lo emotivo nos ayudan a conservar nuestra energía e incluso a aumentarla.
Si somos capaces de reconocer que nuestra vida está gobernada por nuestros acuerdos y el sueño de nuestra vida no nos gusta, necesitamos cambiar los acuerdos. Cuando finalmente estemos dispuestos a cambiarlos, habrá cuatro acuerdos que nos ayudaran a romper aquellos otros que surgen del miedo y agotan nuestra energía.



El primer acuerdo"SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS"
El segundo acuerdo
"NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE"
El tercer acuerdo"NO HAGAS SUPOSICIONES"
El cuarto acuerdo"HAZ SIEMPRE LO MÁXIMO QUE PUEDAS"




sábado, 14 de febrero de 2009

Practicando la Impecabilidad

Extractos del Pensamiento Olmeca
"Un guerrero sabe que no puede cambiar y, sin embargo, se dedica a intentar cambiar, pese a todo. El guerrero jamás se decepciona cuando fracasa en cambiar. Esa es la única ventaja que tiene un guerrero sobre el hombre corriente."
Carlos Castaneda
"Segundo Anillo de Poder"


Relatos de Poder

Los brujos dicen que estamos dentro de una burbuja. En una burbuja en la que somos colocados en el momento de nacer. Al principio está abierta, pero luego empieza a cerrarse hasta que nos ha cerrado en su interior. Esa burbuja es nuestra percepción. Vivimos dentro de ella toda la vida. Y lo que presenciamos en sus paredes redondas es nuestro propio reflejo. La cosa reflejada es nuestra visión del mundo. Esa visión es primero una descripción que se nos da desde el instante en que nacemos y cada día se va solidificando hasta que toda nuestra atención queda atrapada en ella y entonces la descripción se transforma en visión, en nuestro mundo tridimensional.

La diferencia básica entre un hombre común y un guerrero, es que el guerrero toma todo como un desafío, mientras que un hombre ordinario toma todo como una bendición o maldición.
La impecabilidad es hacer lo mejor que puedas en lo que fuese.
El mundo es así como es por que hablamos con nosotros mismos acerca de que es así como es.
Eres como eres por que te dices a ti mismo que eres así.

El guerrero debe, pues, ser cazador para no ser cazado. ¿Y que caza el guerrero? Sus propias debilidades, es decir, su tendencia a dejarse arrastrar por los hábitos de sus semejantes. El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad. El hombre común está enganchado a sus prójimos mientras que el guerrero solo depende de si mismo.

Lo importante es la gracia con que manejas las cosas.
La respiración funciona tanto en el nivel físico como en el etéreo y lo mantiene fuerte y flexible.
La importancia personal no es sólo un enemigo acérrimo de los guerreros sino también de la humanidad entera.

La vida de un guerrero no puede en modo alguno ser fría, solitaria y sin sentimiento por que se basa en su afecto, su devoción y dedicación a su ser amado. ¿Y quién, podrían ustedes preguntar, es ese ser amado? Esta Tierra, este mundo. Para un ser humano verdadero no puede haber amor más grande.

El temperamento del guerrero corta la mierda. Poco importa lo que tú ves. Lo importante es lo que sientes. El guerrero no quiere ser una presa, ni de sus semejantes ni de las ideas que éstos propagan. El guerrero evita deliberadamente cansarse y cansar a los demás.
El hombre corriente no puede hacer otra cosa que intentar hacer a los hombres semejantes a él: no forzosamente a su idiosincrasia, sino a este "hombre social" del que se le ha persuadido que es el único que existe, que su conocimiento es el único válido, excluyendo, de esta manera, toda otra forma de percepción. No hace sino transmitir lo que le ha sido transmitido; nadie se hace "responsable" de este estado de hecho; la ilustración racional despliega sus propias posibilidades y el hombre encadenado desde su nacimiento se convierte a su vez en el guardián del otro.
La condición de un guerrero es darse cuenta de todo, en todo momento.
Tratar de obtener la perfección del guerrero es la única tarea digna de nuestra dimensión humana.

El silencio interno es la matriz necesaria para dar un gigantesco paso evolutivo.
"Morimos por que la posibilidad de ser transformados no forma parte de nuestros conceptos. Dicha transformación tiene que lograrse mientras estemos vivos y llevar a cabo con éxito esta tarea, es el único propósito verdadero que un ser humano puede tener." "Tienes que evitar todo lo que debilite y dañe tu cuerpo y tu mente." "Si no luchas por evitarlo, el mundo es en verdad ordinario. La mayoría de la gente vive tan preocupada por si misma que se ha idiotizado, y los idiotas no desean luchar para evitar la ordinariez."

"Lo que pensamos es nuestro yo personal es en realidad solo una idea, y la mayor parte de nuestra energía se consume defendiendo esa idea." "El llegar a un punto de abandono donde el yo es tan solo una idea que puede ser cambiada a voluntad, es un verdadero acto de magia, de alquimia, el mas difícil de todos. Cuando se aleja la idea del yo, las personas tienen la energía para alinearse con el intento y ser mas de lo que creemos constituye lo normal."
"El mundo de la magia dispone de una barrera natural que disuade las almas tímidas."

"Siempre que el diálogo interno cesa, el mundo se desploma y afloran extraordinarias facetas nuestras, como si hubieran estado celosamente guardadas por nuestras palabras."
"Pero solo cuando se unen los muchos, se crea lo invencible: el poder de uno."
"Recuerda que las aparentes sincronicidades y coincidencias son los puntos de iluminación en el tapiz de la magia."

Ocuparse demasiado de uno mismo produce una terrible fatiga. Un hombre en esta posición esta ciego y sordo a todo lo demás. La fatiga misma le impide ver las maravillas que le rodean.
Un guerrero debe tener siempre presente que un camino es solo uno entre un millón de caminos; si siente que no debería seguirlo, no debe permanecer en el bajo ninguna circunstancia. Su decisión de mantenerse en ese camino debe de estar libre de miedo o ambición. Y hay una pregunta que un guerrero debe hacerse, obligatoriamente: ¿tiene corazón ese camino?
Un camino sin corazón nunca es agradable. Sin embargo, un camino con corazón resulta sencillo; El viaje se hace gozoso; mientras un hombre lo sigue, es uno con el.
El hombre tiene cuatro enemigos naturales: el miedo, la claridad, el poder y la vejez. El miedo, la claridad y el poder pueden superarse, pero no la vejez. Su efecto puede ser pospuesto, pero nunca vencido.

El modo más eficaz de vivir es vivir como guerrero. Puede que un guerrero piense y se preocupe antes de tomar una decisión, pero una vez que la ha tomado, prosigue su camino libre de preocupaciones o pensamientos; todavía habrá un millón de decisiones esperándolo. Ese es el camino del guerrero.
Un guerrero, primero debe saber que sus actos son inútiles y, a pesar de ello, proceder como si no lo supiera. Un guerrero vive de actuar, no de pensar en actuar ni de pensar que pensará cuando haya actuado.
Un guerrero acepta la responsabilidad hasta en el más trivial de sus actos. El hombre corriente actúa según sus pensamientos y nunca asume la responsabilidad por lo que hace. El espíritu de un guerrero no está hecho a la entrega y a la queja, ni a ganar o perder. Está hecho sólo a la lucha y cada lucha es la última batalla del guerrero sobre la tierra. Por eso el resultado le importa muy poco.

Mantenemos el mundo con nuestro incesante dialogo interno. También escogemos nuestros caminos al hablarnos a nosotros mismos. Un guerrero es consciente de ello y lucha por detener su dialogo interno. Lo más difícil en este mundo es adoptar el ánimo del guerrero. De nada sirve estar triste, quejarse y sentirse justificado de hacerlo creyendo que alguien nos está haciendo algo siempre.


Un guerrero acepta su suerte, sea cual sea, y la acepta con total humildad. Se acepta a si mismo tal como es; no como base para lamentarse, si no como un desafío vital. Un guerrero debe cultivar el sentimiento de que tiene todo cuanto necesita para ese viaje extravagante que es su vida. Lo que cuenta para un guerrero es estar vivo. La vida es suficiente y completa en si misma.
Ser un guerrero no es sólo cuestión de desearlo. Es más bien una lucha interminable que seguirá hasta el último instante de nuestras vidas. Nadie nace guerrero como nadie se hace hombre corriente. Somos nosotros quienes nos hacemos o lo uno o lo otro.

viernes, 13 de febrero de 2009

Conéctate al intento

“Fuerzas latentes, facultades y talentos cobran vida y te descubres por ti mismo como una grandiosa persona mucho más allá de lo que alguna vez hayas podido imaginar llegar a ser”.
Patanjali.

¿Por qué hago lo que hago? Si respondo a esa pregunta, en ese preciso instante puedo conectarme al intento y sentir la energía que me mantiene realizando lo necesario para lograr mi objetivo. Eso es a lo que yo llamo “El Poder del Intento”. El diccionario de la real academia española define la palabra ‘poder’ como capacidad para actuar. Y sí, eso es precisamente lo que se necesita para generar un resultado, ¡acción! Necesitamos hacer algo para producir determinado resultado, pero para hacer ese algo, necesitamos a su vez la energía que nos impulse y mantenga para hacerlo, y esa energía proviene de “El Poder del Intento”. ¿Cómo hago para que surja ese poder con su energía que me impulsa? Simple y mágicamente, mediante una pregunta que recomiendo hacerse con frecuencia: ¿Por qué hago lo que hago? Y al responderla, surge automáticamente el flujo de energía necesario para actuar. Por eso te quiero recomendar algo tremendamente poderoso: descubre tu misión, conéctate al intento y disfrutarás.
No sé lo que quieras lograr en tu vida, pero de que necesitarás energía para realizarlo, sin duda. Podrás tener acceso a toda la energía que necesites mediante tu capacidad para conectarte con la Fuente. Lo primero que debes saber es que la Fuente de esa energía es inconmensurablemente abundante, es infinita y está disponible para ti en todo momento. Lo único que necesitas es conectarte. La forma para conectarnos con esa Fuente es mediante un sincero deseo de corazón, y los deseos del corazón se llaman motivos. Los motivos son las causas que surgen dentro de nosotros mismos, directamente a través de nuestro corazón. Cuando te preguntas “¿Por qué hago lo que hago?”, pueden surgir dos clases de respuestas, motivos o razones. Los motivos son los deseos de tu corazón, mientras que las razones son causas ajenas a ti que haces obedeciendo lo que alguien más te pide que hagas. Todos nosotros hacemos cosas por ambas causas, motivos y razones. Sin embargo, solo la gente más feliz y realizada hace más cosas por motivos que por razones. Se trata de que inclines la balanza más hacia tu corazón y entonces el poder para emprender la acción con toda la energía necesaria, surgirá como hermosa consecuencia a través de ti. Es hasta entonces que comprendes que hacer las cosas obedeciendo razones hace que quizá logres terminar tareas útiles y productivas, pero solo hasta que haces las cosas responsabilizándote por tus motivos, descubres que estarás haciendo la tarea más importante de tu vida. La más. Y esa tarea, la más importante de tu vida, jamás te será asignada. El surgimiento de la tarea más trascendente de tu vida es privilegio de la Fuente interior, tus motivos, tus deseos de corazón. En las razones por las cuales haces lo que haces pueden existir errores en los resultados, pero en los motivos por los cuales actúas, cuando obedeces sinceramente los deseos de tu corazón, no existe índice de error; ahí todos tus resultados, sean como sean, son parte de la perfección hacia la cual estamos destinados todos. Cuando te conectas al motivo no hay error, cuando te conectas al motivo tus acciones tienen la hermosura que la perfección confiere y por ello lógicamente se te admira. Hace muchos años yo creía en esto, hoy lo sé, hoy vivo en la certeza de lo aquí expuesto.
Las razones por las cuales haces lo que haces siempre te las dirá alguien. En cambio, tus motivos nadie te los podrá decir, tú solo los debes encontrar. Y esa búsqueda es apasionante. Por supuesto que es mucho más fácil y cómodo hacer las cosas porque alguien nos dice que las hagamos, ahí hay comodidad, ahí podemos endosar responsabilidad y sentirnos exentos de ella, pero también ahí hay posible fuente de aburrimiento, ahí puede existir la cuna de la apatía con su máxima consecuencia: el vacío existencial. En cambio, la búsqueda y el encuentro de un motivo hace que tu vida tenga sentido, sientes que vives inmerso en un propósito, es cuando la energía que fluye a través de ti hace que quieras hacer las cosas, surge el poder de un deseo de corazón. “Surge”, esto es, pasa a través de ti. Cuando te conectas al motivo, la emoción por existir es lógica y hermosa consecuencia. Y no, no te estoy pintando un cuento de hadas, te estoy diciendo que esto existe en verdad. Hoy sé que existe otra realidad a la que nuestros 5 sentidos nos acostumbraron, hoy sé perfectamente que existe un campo de influencia y energía presente en todo de forma invisible como una realidad muy superior y a la que se puede acceder o llamar en tiempos de necesidad.
El intento surge a través de ti, es una fuerza, una energía universal. Esta energía es infinitamente creadora, es El poder del Intento. El intento es la fuente a la que los chamanes se conectaban para crear aparentemente de la nada. El gran maestro chamán de Castaneda, Don Juan Matus, le enseña esto: “Los chamanes llaman al intento cuando pronuncian la palabra intento en voz fuerte y clara. El intento es una fuerza que existe en el universo. Cuando los chamanes llaman al intento, les llega y les prepara el camino para sus logros, lo cual quiere decir que los chamanes siempre logran lo que se proponen”.
En nuestra primitiva cultura, cuando alguien habla de un intento se suele entender como el esfuerzo por realizar algo en virtud de lo que queremos, es tratar de hacer algo. Pero hoy, aquí y ahora, quiero que aprendas que el intento es verdaderamente una energía del universo así llamada y que puede fluir a través de nosotros tan solo si conectamos con ella. Algo importante es que podemos lograr cosas conectándonos al intento. Sé que esto no es facil de aceptar, pues el paradigma del ego es: luchar para obtener, sufrir para merecer. El Poder del Intento cambia este paradigma: conectarse para obtener, disfrutar para merecer. Lo único que tuve que hacer es conectarme al intento, comprender el poder de un deseo de corazón, vivir mi motivo y quitarme de en medio. Así las cosas empezaron a fluir en mi vida de una manera inexplicablemente mágica al principio, pero luego descubres la fuerza del intento chamánico aplicable a nuestros días. La clave para conectarse al intento, para atraer la poderosa fuerza chamánica del intento es: desprenderse del ego. El ego es lo que el mismo Juan Matus llama: “la instalación foránea”. Algo que no somos en verdad, sino que creemos o nos han hecho creer que somos desde afuera. Cuando el ser humano se desprende de las trampas del ego empieza a vivir quien verdaderamente es, de lo contrario viviría como lo que Carlos Castaneda concluyó en un diálogo que tuvo con su maestro: “…un ser que vive su vida de forma indirecta en términos de lo que debería ser”. Y no, no se trata de vivir así, de cómo debería ser, sino de ser simplemente quien en verdad somos, ahí es cuando uno se conecta al intento. Y es precisamente por esta razón que no todos tienen acceso a esta fuerza del universo. En el esfuerzo que hacen las personas por defender la idea que tienen de sí mismos es por lo que no se dan el tiempo y la inclinación para darse cuenta de nada.

El poder de un deseo de corazón con toda su energía proviene de conectarte al intento, el intento ahí fluye a través de ti y sorpresivamente empiezas a crear tu universo de la forma en que deseas. Para tener acceso a esta alta dimensión del ser, a esta espectacular experiencia de la vida, necesitas recorrer un camino perfectamente posible para cualquiera de nosotros, un camino de verdadero crecimiento interior con sorprendentes manifestaciones externas y que puedes iniciar mediante…

1. Saber que existe una fuerza en el universo que actúa en la creación de todo. Es fundamental que te des cuenta de que existe otra realidad muy diferente a la que has estado acostumbrado durante quizá toda tu vida, pero que esa misma realidad superior influencia a la que tus sentidos ven. El intento existe, esa fuerza del universo que afecta nuestra tercera dimensión. Hoy me sorprendo cómo he sido atraído recientemente mediante mis conferencias al estado de Sonora, viajando a Guaymas, Obregón, Hermosillo, todos los lugares donde caminó Carlos Castaneda en la búsqueda de Juan Matus. Hoy me sorprendo al suponer por qué fue precisamente en Guaymas mi primer curso público de manejo de energía, algo que nunca había hecho antes. Hoy sé por qué mi atracción hacia esos mágicos lugares. Hoy me estoy dando cuenta de que se necesitan chamanes del siglo XXI. Tú y yo tenemos la herencia y el legado de estos seres que habitaron nuestro México. Hoy debemos comprender la enorme dicha y oportunidad de conectar con su sabiduría y hacer uso de ella para el bien que estamos destinados a hacer. El primer gran paso es darse cuenta de que una realidad superior a la que estamos acostumbrados a percibir, existe. Una vez que sabes que existe, debes…

2. Saber que puedes conectarte con esa fuerza. Tú eres parte de esa fuerza del universo que crea constantemente. Eres capaz de unirte a esta poderosa fuerza y manifestar lo que desees de corazón en tu vida. Aquí me atrevería a planteártelo de otra forma diciéndote lo mismo: tú eres parte de Dios. Cuando te das cuenta de esta gran verdad, es cuando te puedes conectar a Él y co-creas por y a través de Él. Tengo la idea de que Dios, esta energía creadora y vivificante siempre está conectada con nosotros, siempre, pero nosotros haciendo uso de nuestro libre albedrío, podemos conectar con El o no. Una de las creencias que más te desconectan de Dios, de esta inconmensurable e infinita energía creadora, es la que algunas religiones dan: tu estás aquí y Él allá, tu eres el hijo y Él el Padre, tú aquí abajo y Él allá arriba, todas estas ideas que favorecen poderosamente la conciencia de separación. Y la conciencia de separación es útil para justificar la existencia de un mediador que te puede re-unir, apuntándose como la única via para volver a ligar lo que con sus creencias separó, y es así como entiendo que surge el papel de la religión. De hecho, la misma palabra ‘religión’ proviene de raíces que significan re-ligar, religión. En determinados estados de conciencia, la religión es extremadamente útil y buena, pero cuando avanzas hacia nuevos estados de conciencia comprendes que la religión es una institución mientras que la espiritualidad es una experiencia. Si te atreves a dar el brinco de conciencia, podrás eliminar la previa idea de separación e iniciarte en la conexión directa con la energía creadora del universo. Vamos, explico de nuevo así: Dios siempre está conectado con nosotros, pero nosotros no siempre estamos conectados a Él. Puedes conectarte con esta fuerza del universo y permitir que así fluya a través de ti creando milagros por, para y a través de ti. Estos son los momentos en que dejas de esperar un milagro y mejor te conviertes en uno. Claro que la pregunta se antoja: ¿Cómo me puedo conectar? Para ello, lo primero que debes hacer es…

3. Desprenderte de tu ego. Como ya te lo he dicho, nuestro ego, la instalación foránea, es la falsa idea que tienes de ti y que favorece constantemente la conciencia de separación. Palabras como mejor, superior, diferente, más, etc., son comunes en el lenguaje del ego, y todo ello favorece la separación. Así es imposible conectarte. Pero si decides desprenderte de tu ego, surge naturalmente tu verdadero yo. Ese ser que realmente eres está constantemente conectado con la Energía del universo, ese ser que en verdad eres, lo que yo identifico como tu espíritu, es la forma de conexión directa y pura con la Energía universal, con Dios. Para desprenderte de tu ego se requiere un cambio profundo en tu estado de conciencia, para ello escribí todo un libro que con amor y respeto te recomiendo encarecidamente, el más extenso que he escrito hasta el momento, llamado: El verdadero éxito en la vida. Abre la puerta que te lleva más allá del ego. Ya son muchas las personas que me escriben diciéndome cómo les ha transformado la vida este libro. Igual que a mí. Se cambia de la necesidad de ganar y competir a la dicha de vivir en paz y compartir. Se cambia del miedo al amor, del odio al perdón, del control y dominación a la tolerancia y aceptación, de la maldad a la bondad. En una palabra, de la oscuridad a la luz. Todos los seres humanos estamos destinados a ese cambio. Solo que algunos deciden iniciar ya y otros todavía no. Pero una vez que decides desprenderte de tu ego, cuando decides identificarte plenamente con tu espíritu, descubres sorprendentemente que tienes…

4. El poder de un deseo de corazón. En este nivel, conectado ya con el motivo, descubres asombrosamente que tu fuerza de voluntad es mucho menos efectiva que tu imaginación, misma que es precisamente tu puerta de entrada al poder de un deseo de corazón. Durante años nos acostumbraron a creer que para lograr las cosas se requería de fuerza de voluntad acompañada de una férrea disciplina. Pero luego te das cuenta de que no es así y que de hecho, la fuerza de voluntad ya poco cuenta. Descubres que lo único que necesitas para obtener algo es simple y sencillamente desearlo, y se aparece. Empiezas a darte cuenta de que todo aquello que imaginas se te cristaliza frente a ti, empiezas a descubrir tu poder para manifestar, empiezas a llorar de la emoción al ver lo que eres capaz de crear en beneficio de los demás. Surgen fuerzas latentes, facultades y talentos cobran vida, y te descubres por ti mismo como una grandiosa persona mucho más allá de lo que alguna vez hallas podido imaginar llegar a ser, tal cual lo afirmó Patanjali, un gran pensador de la antigüedad y gran maestro de Yoga mental. Cuando vives la gran facilidad para ser feliz manifestando lo que tus deseos de corazón querían en verdad, vives asombrado de esta Nueva Conciencia que nunca pensaste existiera y solo resta mantenerse en esta dicha y felicidad cuando continuamente…

5. Agradeces. Es la más lógica consecuencia luego de lo que has sido capaz de experimentar. No se puede hacer otra cosa que agradecer infinitamente a la vida, a Dios, a todo y a todos, por la oportunidad de estar vivos y en esta vida haber tenido el tiempo de darse cuenta de que se trata precisamente. Se agradece la iluminación. Todos vamos hacia allá. Solo que algunos ya se dieron cuenta y hacen algo para lograrla. Vale la pena. A todos los seres humanos les llega su momento de despertar, y tan solo espero que Nueva Conciencia favorezca el tuyo. Agradezco la oportunidad que me das al leerme, agradezco la inspiración que llegó a mí para escribirte, agradezco la oportunidad de estar vivos en forma de humanos para encontrarnos aquí. Verás que pronto, al agradecer todo lo que llega a ti y fluye a través de ti para los demás, te transforma en alguien amable. Y amabilidad dada es amabilidad recibida. Y ahora esa misma amabilidad en la que te has convertido deseas agradecerla. Se cierra un hermoso círculo virtuoso.

He llegado a pensar que en esencia nosotros no hacemos nada, todo se hace mediante el Poder del Intento, mientras nosotros podemos elegir tan solo la divina experiencia de ser testigos. Es cuando se comprende que la forma más eficiente de hacer es el no hacer, esto significa cuando no hacemos con nuestro ego, sino que permitimos que se haga a través de nosotros al conectar con el intento, el intento hecho energia creadora y divina.

“Vende tu inteligencia y compra perplejidad;
la inteligencia es mera opinión, la perplejidad intuición."
Jelaluddin Rumi. Masnavi

http://ofearna.us/art/frizzell/SacredDrumming.jpg


Patanjali Inspiration





miércoles, 11 de febrero de 2009

Las Alas del Intento

"No necesitamos que nadie nos enseñe brujería, porque en realidad no hay nada que enseñar. Lo que necesitamos es un maestro que nos convenza de que existe un poder incalculable al alcance de la mano, escondido dentro de nuestro ser, y que podemos alcanzarlo. Una vez que lo alcancemos, empezamos a ver, es decir, a percibir algo más, no como una cosa de la imaginación, sino como algo real y concreto. Y después comenzamos a saber de manera directa, sin tener que usar palabras... Es una percepción acrecentada, un conocimiento silencioso..."
Don Juan Matus

En el universo hay una fuerza inconmensurable e indescriptible que nos hace percibir y que los brujos llaman intento, con la cual absolutamente todo cuanto existe está enlazado mediante un vínculo de conexión. La brujería de don Juan podría definirse como el proceso de limpiar, desempolvar nuestro vínculo con el intento.
Carlos Castaneda nos introduce al enigma del espíritu que es la maestría del intento.

En Relación con las Metas

Es casi imposible definir el intento. Es una fuerza abstracta del universo que lo guía todo. Los seres humanos somos maestros en manipular el intento. El intento es el lado activo del infinito y sobre sus alas podemos navegar y adentrarnos en el mar oscuro de la conciencia.
Movernos sobre las alas del intento quiere decir tomar decisiones sin ninguna duda y sin remordimiento. Según los chamanes del México antiguo los seres humanos no toman decisiones sino que llevan a cabo las decisiones que la sociedad ha tomado por ellos.
"La auto confianza del guerrero no es la auto confianza del hombre corriente. El hombre corriente busca aprobación en los ojos del que lo mira y llama a esto auto confianza. El guerrero busca impecabilidad a sus propios ojos y llama a esto humildad. El hombre corriente está atado a sus semejantes, mientras el guerrero solo está atado al infinito".
La atención da energía y la intención transforma. Cualquier cosa a la que prestemos atención crecerá con más fuerza en nuestra vida. Cualquier cosa a la que dejemos de prestar atención, se marchitará, se desintegrará y desaparecerá. Por otra parte, la intención estimula la transformación de la energía y de la información. La intención organiza su propia realización.

El acto de dirigir la intención sobre el objeto de la atención desencadenará una infinidad de sucesos espacio-temporales orientados a producir el resultado buscado. Esto se debe a que la intención, dirigida sobre el campo fértil de la atención, tiene un infinito poder organizador, lo que significa poder para organizar una infinidad de sucesos espacio-temporales, todos al mismo tiempo.

La intención es el verdadero poder detrás del deseo. La sola intención es muy poderosa, porque es deseo sin apego al resultado. El solo deseo es débil, porque en la mayoría de los casos es atención con apego.

La intención combinada con el desapego lleva a una consciencia del momento presente centrada en la vida. Y cuando la acción se realiza teniendo consciencia del momento presente, su eficacia es máxima. La intención mira hacia el futuro, pero la atención está en el presente. Mientras la atención esté en el presente, la intención hacia el futuro se cumplirá porque el futuro se crea en el presente. Aceptemos el presente y proyectemos el futuro. El futuro es algo que siempre podremos crear por medio de la intención desapegada.

El pasado es recuerdo, memoria; el futuro es expectación; el presente es consciencia. El tiempo es el movimiento del pensamiento. Tanto el pasado como el futuro nacen en la imaginación; sólo el presente, que es consciencia, es real y es eterno. Es la potencialidad para el mundo del espacio y del tiempo, la materia y la energía. Cuando nos liberamos de la carga del pasado, la acción en el presente se convierte en suelo fértil para la creación del futuro.

La intención, apoyada en esta libertad indiferente del presente, actúa como catalizador para la mezcla correcta de materia, energía y sucesos espacio-temporales para crear cualquier cosa que deseemos.

La intención focalizada es la atención que no se aparta de su propósito. Tener una intención focalizada significa mantener nuestra atención en el resultado que perseguimos, con un propósito tan inflexible que impida completamente que cualquier obstáculo consuma o disipe la concentración de nuestra atención. Se eliminan de la consciencia todos los obstáculos, de manera total y completa. Así podemos mantener una serenidad inconmovible, a la vez que mantenemos con pasión intensa el compromiso con nuestro objetivo. Este es, simultáneamente, el poder de la consciencia sin apego y la intención focalizada.

Aprendamos a aprovechar el poder de la intención, y podremos crear cualquier cosa que deseemos. Al seguir los cinco pasos para poner en práctica la Ley de la Intención y el Deseo, la intención generará su propio poder:

1.- Entremos en el espacio de la consciencia pura. Esto significa ubicarnos en medio de ese espacio silencioso que hay entre los pensamientos, entrar en el silencio, en ese nivel de sólo ser que es nuestro estado esencial.

2.- Una vez establecidos en ese estado de sólo ser, liberemos nuestras intenciones y nuestros deseos. Cuando uno está realmente en ese espacio, no hay pensamiento, no hay intención; pero cuando se sale de él - en esa unión entre el espacio silencioso y un pensamiento - es posible introducir la intención. Si tenemos una serie de metas, escribámoslas y concentremos nuestra intención en ellas antes de entrar en el espacio silencioso. Debemos entrar en el espacio silencioso con una intención, y así ella ya estará allí como una tenue llama vacilante en nuestra consciencia. Liberar las intenciones y los deseos en este espacio significa sembrarlos en el suelo fértil de la potencialidad pura y esperar que florezcan en el momento propicio. No es conveniente desenterrar las semillas de los deseos para ver si están creciendo, o aferrarse rígidamente a la manera como deberán desarrollarse. Lo único que hay que hacer es dejarlas libres.

3.- Permanezcamos en el estado de auto-referencia. Esto significa permanecer establecidos en la consciencia de nuestro verdadero yo, nuestro espíritu, nuestra conexión con el campo de la potencialidad pura. También significa no vernos a nosotros mismos a través de los ojos del mundo, o dejarnos influir por las opiniones o críticas de los demás. Una buena manera de mantener el estado de auto-referencia es no divulgar nuestros deseos; no compartirlos con nadie, a menos que la otra persona tenga exactamente los mismos deseos que nosotros y entre los dos exista una unión fuerte.

4.- Renunciemos a nuestro apego al resultado. Esto significa renunciar a nuestro rígido interés por un resultado específico y vivir en la sabiduría de la incertidumbre. Significa disfrutar cada momento de la jornada de la vida, aunque desconozcamos el desenlace.

5.- Dejemos que el universo se encargue de los detalles. Nuestras intenciones y nuestros deseos, una vez liberados en el espacio silencioso, tienen un infinito poder organizador. Confiemos en que ese infinito poder de la intención orquestará todos los detalles por nosotros.

Recordemos que nuestra verdadera naturaleza es el espíritu puro. Llevemos la consciencia de este espíritu a donde quiera que vayamos, liberemos suavemente nuestros deseos, y el universo manejará los detalles por nosotros.


Mi Talento Único

Es nuestra capacidad más importante, la que nos hace más valiosos. La usamos para nuestro crecimiento personal y para ayudar a los otros a crecer. Cuando estamos desarrollando esta actividad, perdemos la noción del tiempo. La expresión de este talento único nos introduce en un estado de consciencia atemporal.

Como Aplicar la Ley de la Intención y del Deseo:

l.- Haré una lista de mis deseos, y la llevaré a donde quiera que vaya. Miraré la lista antes de entrar en mi silencio y mi meditación. La miraré antes de dormir por la noche. La miraré al despertar en la mañana.

2.- Liberaré esta lista de mis deseos y la entregaré al seno de la creación, confiando en que cuando parezca que las cosas no están saliendo bien, hay una razón, y es que el plan cósmico tiene para mí unos designios mucho más importantes que los que yo he concebido.

3.- Recordaré practicar la consciencia del momento presente en todos mis actos. No permitiré que los obstáculos consuman o disipen la concentración de mi atención en el momento presente. Aceptaré el presente tal como es, y proyectaré el futuro a través de mis intenciones y mis deseos más profundos y queridos.

Los requisitos del intento

Don Juan dice que lo único que hizo con Castaneda fue que éste destruyera su imagen de sí mismo; esa es la única ayuda real que Castaneda recibió de Don Juan; si acaso, enseñarle que el mundo es algo más que lo que está ahí enfrente, y que el hombre posee inconmensurables poderes que no desarrolla. La brujería no es cuestión de palabras e ideas, es cuestión de actos y percepciones de energía.
Lo que requiere un aprendiz es tan sólo una mínima oportunidad de llegar a tener consciencia del espíritu; consciencia de que el mundo es un todo de energía y que el hombre es un "huevo luminoso" con un delicado capullo que contiene una mínima parte de la energía que hay afuera; que el hombre percibe "el mundo" a partir de que alinea la energía de afuera con la interior y que a eso se le llama "el punto de encaje"; que la importancia personal requiere un gasto extremo de energía para fijar el punto de encaje en un lugar determinado del capullo y que si reduce la importancia personal puede liberar energía, y que con esa energía liberada puede mover el punto de encaje y que a eso se le llama "intento", y que el intento es hacer que los comandos del Águila puedan dirigirse con intención propia; y que al hacer esto se crea un vínculo con el espíritu que puede lanzar al guerrero a la tercera atención, a consumirse en el fuego interno, a recibir el "don del Águila", a la libertad total, a la consciencia total; que para cada uno de estos niveles los nuevos videntes toltecas han elaborado, a partir de los conocimientos milenarios de los antiguos videntes toltecas, una estrategia que llamaron "el camino del guerrero" que, a su vez, tiene diversas técnicas, pero que la mayoría tratan por diversos medios de liberar la imagen que tiene el aprendiz de sí mismo y que no es otra cosa que mover el punto de encaje.
La Toltequidad es un viaje de retorno al espíritu, a lo abstracto, al conocimiento silencioso. La humanidad hace mucho tiempo tenía su centro en lo abstracto y el guerrero debe luchar inflexiblemente para regresar a él. Los guerreros y los hombres comunes no necesitan maestros, guías o ayudas. Todo empieza en ellos, está en ellos y termina en ellos. Lo importante es que el individuo esté consciente de sus posibilidades, que posea una disciplina férrea, que mantenga un esfuerzo sostenido y un intento inflexible. Su campo de batalla está en el mundo cotidiano y el enemigo a vencer es él mismo.
(Nuestros abuelos toltecas lo decían poéticamente a través de la lucha que debían entablar los guerreros tigres y águilas en la guerra florida, para hacer "florecer su corazón". Estos hombres de aquellas épocas se llamaban a sí mismos "la hermandad del Sol" o "la hermandad blanca". Eran los sostenedores espirituales del quinto Sol, los alimentadores del Águila-Sol, con su sacrificio espiritual.)
La imagen que tiene el hombre de sí mismo es lo que lo ha alejado de lo abstracto, del espíritu. El mundo de la imagen de sí mismo es el mundo de la mente, por cierto muy frágil. El mundo de la mente se sostiene por unas cuantas ideas claves que le sirven de orden básico y son ideas aceptadas tanto por el conocimiento silencioso como por la razón.
Cuando esas ideas fracasan, el orden básico se derrumba, dejando de operar.
Una de esas ideas claves es que somos un bloque sólido, que somos inmutables. La mente puede aceptar que nuestra conducta pueda cambiar, que nuestra forma de pensar y actuar también cambien; pero la idea de que podamos cambiar nuestro aspecto físico hasta llegar a parecer otra persona, no forma parte del orden básico de nuestra propia imagen. Cuando el guerrero tolteca altera o interrumpe este orden básico, el mundo de la razón se desploma.
Los seres humanos somos infinitamente más complejos y misteriosos -así como el mundo que nos rodea- que la más desarrollada fantasía que se pueda concebir. El problema de ser racional enfrenta muchas desventajas; en principio, porque el mismo hombre moderno no usa su racionalidad en toda su dimensión; bástenos ver el caótico mundo contemporáneo en el que vivimos, que dista mucho de llevarse en forma racional. Y, por otra parte, nuestra razón es muy limitada frente al inconmensurable misterio de la vida y del mundo. El hombre debería ser más humilde con su razón y usarla en forma más eficaz. La razón es muy frágil y limitada. Don Juan sostiene que la razón es un barniz, un baño de oro muy tenue sobre el hombre que, si se rasca levemente, se encontrará a un brujo.

Don Juan enseñaba una forma de romper el condicionamiento psicológico de la clasificación cognitiva, que nos mantiene aislados de nuestro origen. El mundo, tal como lo percibimos fue formado a priori, fue dado a nosotros.
La cosa más importante que Don Juan decía es que toda nuestra energía está comprometida en defender nuestro yo, todo nuestro esfuerzo se va en esto.
Estamos involucrados en defender nuestro concepto de yo-mismo desde hace tanto tiempo que ya no recordamos que un día empezamos a actuar así.
Es hora de que empecemos a averiguar por nosotros mismos. Empiecen a recapitular sus vidas, cualquier acción, cualquier evento, pera encontrar la "bisagra" que representa nuestra vida; nuestra bisagra es la forma en que nos relacionamos con la gente.
Cuando empecé a recapitular encontré que me relacionaba con el mundo como un bebé. Mi vida por entero no era otra cosa que una repetición incesante de este hecho. Don Juan me hizo recapitular mi vida y vi como la había desperdiciado defendiendo esa postura; fue un darse cuenta horrible, ya que todo lo que yo quería era encontrar a alguien que escuchara mi triste historia y me compadeciera.
Estas ideas de la importancia personal nos ciegan tanto que no podemos ver nada más; pero es posible sacar esas ideas de nosotros mismos.
Otra manera de permanecer ciegos, es pensar que la plenitud llegará cuando encontremos un compañero/a; podemos estar incluso casados y todavía seguiremos buscando algo que colme nuestras necesidades: "ella es sólo mi esposa".
Nosotros, los seres humanos, no queremos dar. Somos increíblemente egoístas, sólo queremos recibir. Los guerreros, videntes, naguales, aman sin preguntar, en este mundo o más allá, a cambio de nada. Nosotros no percibimos la importancia personal que gobierna nuestra existencia, si lo hiciéramos no trataríamos a nuestros cuerpos como lo hacemos. La idea del yo no es nuestra, es hora que nos deshagamos de ella. Don Juan nos dio una serie de premisas para que empecemos a ver qué nos ha ocurrido, que nos han hecho, no como una comparación, pero si como una investigación.
Una vez trabajé para un psiquiatra como asistente de investigación transcribiendo historiales de cintas. Él tenía unas tres mil. Cuando las escuché descubrí que todas eran yo, sus historias eran mis historias. Don Juan solía preguntarme cuál era mi peculiaridad para sentirme único. No había nada único en mí, había tres mil personas diferentes en esas cintas y todas ellas eran yo. La comprensión fue brutal para mí.
No hay nada único, pero sí hay algo mágico en nosotros, todos vamos a morir. Esto nos está destruyendo, ¿por qué adherirnos a este absurdo orden social que sólo nos guía a la destrucción? Afecto, amor, son una necesidad.
Si examinamos el orden social a través de nosotros mismos, veremos que no nos conduce a ningún lugar; observen el orden social no como una comparación pero sí como un examen.
Una comprensión total y veremos que el orden social no tiene significado ni finalidad. ¿Tiene realmente valor el dinero u otras cosas? ¿O es el imperativo biológico?
Recapitular es el camino para atacar a la importancia personal. Necesitamos la energía que nos provee un examen sin grietas, de nuestra liberada "mierda de caballo", nuestra importancia personal.
¿Drogas recreativas, éxtasis de San Pedro?, (planta alucinógena), esto no tiene ningún significado, el dopaje nos hace incapaces de soportar la presión. Don Juan usó plantas para curar y entrenar mi atención porque yo no tenía una pizca de ella.
En lugar de usar drogas para encontrar lo mágico de la vida, hay algo mejor: autodisciplina; es la única salida del orden social. Con autodisciplina podemos hacer maravillas.
El guerrero que es consciente de su muerte, es consciente de la trampa del orden social, y de la trampa de la importancia personal y la razón, y sólo quiere la libertad. La libertad es un salto a lo inconcebible.
La autodisciplina no es un concepto del catolicismo, es un fluido y libre gozo que viene de veinticinco horas de conciencia al día.
Estos son los modelos básicos de responsabilidad para un guerrero: no hacer preguntas estúpidas, no decir que no entiende o no preguntar por qué, no hay explicación racional. Si quieren conocer, tienen que probarlo, experimentarlo.

1.- Acepten la responsabilidad de que van a morir, y que la muerte no es negociable: todo lo que vive muere. Grábense esta idea y asuman la responsabilidad de que van a morir. Decirlo en voz alta es la fuerza primordial que obedece nuestro llamado y que nunca usamos. Díganlo en voz alta: "¡Quiero la responsabilidad de que voy a morir!" Esto debe ser dicho en voz alta, no puede ser pensado; el poder no es un lector mental.
Conforme progresen habrá un ajuste. Hagan que sus palabras sean finales. Un guerrero tiene la consistencia de cumplir su palabra. Comprométanse a hacer algo por una vez en sus vidas aunque eso suponga su muerte. Un guerrero muere por su palabra.
Decir algo en voz alta es misterioso y mágico, pero muy sutil; el grito alto y claro de nuestro intento es el secreto de los secretos. Háganlo.
Busquen en sitios desconocidos, no lo hagan débilmente. Asuman la responsabilidad de permanecer frente a lo ilimitado. El intento no responde a súplicas, si le suplican, los meará encima.
No importa, sólo con la primera premisa pueden tener una experiencia estupenda. Nunca hemos sido capaces de explicar con palabras solamente. Debemos demandar el término índice. Nosotros cargamos el mundo con nosotros; la respuesta debe ser construida y debemos aceptarla. Un guerrero debe parar justo aquí.

2.- La cosa más importante para un guerrero es expresar la responsabilidad de percibir. No tenemos objetivos, nada que esperar salvo la senilidad.
Todo es posible, somos verdaderos magos. Vayan al nivel más bajo y formulen el mundo que hay ahí. En lo más bajo está la muerte.
Soy un ser humano, por lo tanto soy sublime. Expresen el intento de ser algo más para curarse a ustedes mismos.
Cuando yo estaba enfermo simplemente salté. Hice lo que Don Juan me dijo, la enfermedad es simplemente una indulgencia, y yo amaba mi sufrimiento.
Cambiamos de canal expresando nuestro intento, entonces viene el manto de confianza.
La timidez y la rigidez son nuestros enemigos, no es razonable creer que las alas son el único camino para volar; hay otras opciones, búsquenlas, pregúntenle al ser que va a morir, pregúntenle al espejo, algo sucederá.

3.- La tercera premisa para un guerrero es el endeudamiento, ¿por qué ahora estoy endeudado con esto? Tienen que ser responsables de lo que se les ha dado, deben adquirir un nuevo equipo.
Al adquirir una nueva enseñanza somos responsables de eso, estamos endeudados para el resto de nuestras vidas, sólo algo fuera de nosotros puede cancelarlo. Somos responsables de ver qué nos sustenta, en pago nos volvemos libres; si lo rechazamos nos veremos enredados en esto.
Un ser que se va a morir asume las responsabilidades, sin esas responsabilidades, sólo somos egomaníacos.

Lo digo como testigo, he estado allí. He visto cosas increíbles. Son como lágrimas en la lluvia.


Alas

Alas, todos pedimos alas; pero ninguno
sabe arrojar el lastre en el tiempo oportuno...
A todos nos aqueja un ímpetu de vuelo,
una atracción de espacio, una obsesión de cielo;
tendemos nuestras manos codiciosas de lumbre
a la divina llama de la olímpica cumbre;
mas al hacer impulsos de volar, nos aferra
el misterioso lazo que nos ata a la tierra...
Un amor, un recuerdo, un dolor es bastante
para apagar las ansias de la pasión errante...
¡Oh, la cruz afrentosa, los efectos humanos!...
¿Cuándo desclavaremos nuestros pies, nuestras manos?
¿Cuándo sacudiremos la pesadumbre infecta?
¿Cuándo revestiremos la desnudez perfecta
de nuestro propio espíritu? ¿Cuándo daremos con
la ruta que nos marque nuestra liberación? ...
!Y pensar que no es fuerza desandar el camino¡ ...
Que sea cada cosa el escalón divino
que nos preste su apoyo para dar aquel salto
de todo lo que es hondo a todo lo que es alto;
sólo que es necesario esquivar, primero,
todo lo que es inestable, lo que es perecedero,
para tomar lo eterno, lo que no se consume,
el alma de la piedra y el alma del perfume,
hasta lograr, por último que vaya confundida
con nuestras propias almas el alma de la vida...
Alas, todos pedimos alas; pero ninguno
sabe arrojar el lastre en el tiempo oportuno...
¡Oh, la cruz afrentosa, los afectos humanos!
¿Cuándo desclavaremos nuestros pies, nuestras manos?
Poema de Enrique González Martínez
 


Las alas son para volar

..Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, me parece que sería penoso que te limitaras a caminar, teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.

- Pero yo no sé volar - contestó el hijo.

- Es verdad... - dijo el padre y caminando lo llevó hasta el borde del abismo en la montaña.

- Ves, hijo, este es el vacío. Cuando quieras volar vas a pararte aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo y extendiendo las alas, volarás.

El hijo dudó:
- ¿Y si me caigo?

- Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que te harán más fuerte para el siguiente intento - contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida. Los más pequeños de mente le dijeron:

- ¿Estás loco? ¿Para qué? Tu viejo está medio zafado... ¿Qué vas a buscar volando? ¿Por qué no te dejas de pavadas? ¿Quién necesita volar?

Los más amigos le aconsejaron:

- ¿Y si fuera cierto? ¿No será peligroso? ¿Por qué no empiezas despacio? Prueba tirarte desde una escalera o desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la copa de un árbol y, con coraje, saltó... Desplegó las alas, las agitó en el aire con todas sus fuerzas pero igual se precipitó a tierra...

Con un gran chichón en la frente, se cruzó con su padre:

- ¡Me mentiste! No puedo volar. Probé y ¡mira el golpe que me di! No soy como tú. Mis alas sólo son de adorno.

- Hijo mío - dijo el padre - Para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como para tirarse en un paracaídas, necesitas cierta altura antes de saltar.

Para volar hay que empezar corriendo riesgos.

Si no quieres, quizás lo mejor sea resignarse y seguir caminando para siempre.
Por Jorge Bucay
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Según Platón, el conocimiento es un subconjunto de lo que forma parte a la vez de la verdad y de la creencia.
Integral Philosopher Michel Bauwens "Vision"