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miércoles, 15 de octubre de 2008

Física moderna y budismo apelan por igual a la compasión universal.

El físico Victor Mansfield analiza la concordancia
entre ambas líneas de conocimiento y sus aplicaciones.

El físico norteamericano de la universidad estadounidense de Colgate, Victor Mansfield, publicó recientemente un libro titulado: Tibetan Buddhism and Modern Physics: Toward a Union of Love and Knowledge, en el que se aborda el tema de la relación existente entre la religión budista y la física cuántica. Principios como el vacío y la indivisibilidad o interconexión de todas las realidades aparecen en ambas líneas de conocimiento, señala el autor. Enmarcada en la ya tradicional síntesis entre cuántica y espiritualidad oriental, esta obra concluye que, dado que la religión budista apela a la compasión y que la ciencia moderna también ha descubierto valores similares, esta última debería servir para mejorar el mundo y garantizar la felicidad de todos. El prólogo ha sido escrito por el Dalai Lama.

Víctor Mansfield, profesor de física y de astronomía de la Universidad de Colgate del estado de Nueva York, en Estados Unidos, acaba de publicar un libro titulado Tibetan Buddhism and Modern Physics: Toward a Union of Love and Knowledge (Budismo tibetano y física moderna: hacia la unión entre amor y conocimiento), en el que se vuelve a abordar la relación que, para diversos autores y pensadores, existe entre la religión budista y la física moderna.

Publicada por la editorial Templeton Foundation Press de la Fundación John Templeton, la obra se centra en las complejas cuestiones del diálogo y la colaboración entre budismo y ciencia, revelando las conexiones y diferencias existentes entre ambas cosmovisiones, que a priori podría parecer que no tienen nada en común.

Asimismo, el libro responde a la sincera petición del Dalai Lama de que se desarrolle una colaboración entre ciencia y Budismo, tal y como se muestra en la introducción a la obra, escrita por el propio Tenzin Gyatso. Por otro lado la llamada Oficina de Su Santidad se encargará de la traducción de la obra al chino y al tibetano.

El principio del vacío

Con un lenguaje claro y atractivo, Tibetan Buddhism and Modern Physics describe cómo el principio del vacío o sunyata (lo carente de realidad, sin identidad, lo deshabitado), núcleo filosófico del budismo tibetano, está íntimamente relacionado con la no-localidad cuántica y otras características fundacionales de la mecánica de la física subatómica.

Detalladas conexiones entre el vacío, el principio de la relatividad, y la naturaleza del tiempo también han sido exploradas por el autor. Para los budistas tibetanos, la interconexión profunda que implica el vacío demanda la práctica de la compasión universal.

Dada la relación que Mansfield y otros pensadores han visto entre dicho sunyata y el vacío descrito por la física cuántica, esta rama de la ciencia debería animar también a una actitud compasiva hacia todo lo que nos rodea.

Pero el libro no se centra sólo en las similitudes entre física cuántica y budismo, sino que también explora un conflicto significativo que surge entre ambas líneas de conocimiento: las consideraciones acerca de la causalidad. En física, la causalidad se limita a describir la relación entre causas y efectos.

En el budismo, por el contrario, la causalidad ha tenido siempre un significado espiritual, esto es, jamás es ciega sino que está llena de sentido (los actos de cada sujeto tienen efectos y estos efectos volverán siempre al sujeto por la interdependencia entre éste y la totalidad del cosmos). En resumen, nadie puede librarse de su karma.

Ciencia y compasión

Según publica Templeton Press, el libro concluye con una respuesta a la pregunta: ¿cómo podría el viaje a través de la física moderna y el budismo tibetano aplicarse a un mundo en la actualidad dolorosamente polarizado? Es decir, que el mensaje central de la obra es que la compasión universal puede acompañar la expansión de la visión científica, uniendo de esta manera el amor al conocimiento más profundo de la realidad.

En esta línea, en la introducción que antes hemos mencionado a la obra, el Dalai Lama declara “no tengo ninguna duda de que la ciencia y la tecnología pueden contribuir a la felicidad de todos nosotros, y de que la ciencia es una vasta y hermosa fuente de conocimiento. Sin embargo, a pesar de sus logros en numerosos campos, aún no hemos dado con la forma de aplicar la ciencia y la tecnología a la erradicación de la infelicidad que atenaza a tanta gente en el mundo”.

El Dalai Lama añade, “ciertamente, creo que el remedio básico para el sufrimiento anímico, por naturaleza, radica en la mente misma y que el potencial para la resolución real de los problemas de la mente existe sólo en el nivel mental. Por consiguiente, aunque necesitamos evidentemente de la ciencia y de la tecnología, también necesitamos de nuestra espiritualidad, del trabajo en el corazón y en la compasión que apuntalan nuestra felicidad esencial”.

Tanto la tradición budista como la ciencia moderna están ocupadas en conocer la realidad a diversos niveles, a través de la investigación, y no sólo teóricamente sino también en la práctica. Tanto si nos acercamos al mundo a través de la ciencia como si lo hacemos a través de la espiritualidad, debemos aceptarlo tal y como es, señala el Dalai Lama.

Verdad en ambas direcciones

Antes de Mansfield, otros físicos han explorado la conexión entre la física moderna y las filosofías orientales. El primero en hacerlo fue el norteamericano de origen austriaco Fritjof Capra, que en 1975 publicó “El Tao de la Física”, en el que se exploraban las correspondencias entre las teorías de la física cuántica y tradiciones místicas como el Hinduismo, el Budismo o el Taoísmo. En esta obra, Capra demostró que la visión que poseen físicos y místicos presenta ciertos paralelismos y que la religión o el misticismo pueden acercarse a la ciencia, aunque sean aparentemente irreconciliables.

Otros textos que han analizado el estrecho vínculo entre física moderna y filosofías orientales han sido “La Danza de los Maestros de Wu Li”, de Gary Kuzav o “El infinito en la palma de la mano”, de Matthieu Ricard y Xuan Thuan Trinh.

Todos estos autores coinciden en señalar los puntos de concordancia entre filosofías orientales y ciencia moderna. Entre ellos, además de la concepción del vacío, se encuentra la idea del universo como una totalidad indivisible, es decir, la interconexión entre todas las cosas, particularmente entre el observador y lo observado, eje central de la teoría de la relatividad y de la mecánica cuántica.

Las causas de estas similitudes podrían encontrarse, según algunos, en que en ambas líneas de investigación se hace un esfuerzo igualmente riguroso por avanzar y profundizar en el conocimiento de la realidad y, por lo tanto, se alcanzarían conclusiones igualmente verdaderas en ambas direcciones.




viernes, 3 de octubre de 2008

La Realidad Cuántica y la Conciencia.

En el plano más profundo del mundo natural, encontramos el campo cuántico. Se considera hasta ahora que el cuanto es la unidad más pequeña de luz, electricidad u otra energía que pueda existir. En ese nivel no hay materia sólida sino que son meras vibraciones de energía que han tomado cierto aspecto de solidez.

La física cuántica demostró que todo lo que vemos está conectado por infinitos, eternos, ilimitados campos cuánticos, una especie de red invisible en la cual está entrelazada toda la creación, y los límites de cada objeto son ilusiones que nos impone nuestra limitada percepción.

Einstein trabajó en la teoría del campo unificado, sosteniendo la idea de un universo totalmente relacionado, pero todavía no se ha logrado demostrar con una única fórmula matemática toda la realidad del cosmos.

David Bohm, eminente hombre de ciencia en el campo de la física, mantiene su postura sobre la existencia de un orden implicado presente en todos los seres vivos y las cosas.

Rupert Shaldrake, biólogo inglés, partiendo de los conceptos de campos morfogenéticos y resonancia mórfica, trata de explicar el proceso en que los organismos se forman por influencia de campos mórficos similares del pasado y cómo el conocimiento se transmite en forma instantánea entre miembros de una misma especie.

Estos descubrimientos e investigaciones produjeron un inevitable cambio en la visión del mundo y en la conciencia, porque permite a la mente captar la verdadera dimensión de si mismo, no sólo como un cuerpo en el espacio y el tiempo sino como alguien que forma parte de algo mayor, inteligente y con poder organizador.

Existen distintas formas de conectarse con este campo unificado; una de ellas es por medio del sonido. El sonido de nuestra voz, que representa una vibración, es capaz de ordenar los desequilibrios energéticos de nuestro cuerpo. El canto por ejemplo, es una vibración, así como la oración o la repetición de un mantra, todas ellas, expresiones que tienden a restablecer el equilibrio.

No es correcto que nos consideremos organismos aislados en el tiempo y en el espacio, más bien cada uno es como una célula de todo el Universo, con derecho a participar del perfecto equilibrio cósmico, incluida la salud perfecta, porque dentro de cada uno de nosotros se encuentra la sabiduría cósmica.

Para la conciencia del hombre actual, la enfermedad no es una necesidad, sino una elección. La gran mayoría de las dolencias son creaciones del hombre; por lo tanto, todo lo que el hombre ha creado puede él mismo destruirlo.

Recién cuando la humanidad pueda darse cuenta de que somos únicos e irrepetibles y de la importancia que tiene cada uno de nosotros para continuar con la creación, el mundo podrá dejar de ser lo que es para convertirse en en lugar digno de compartir.

Fuentes:


viernes, 19 de octubre de 2007

Diferentes realidades, ¿diferentes universos?

¿Cómo funciona el mundo? ¿Existe alguna metáfora que de significado a esta pregunta?. La vieja metáfora de la física clásica era “el mundo es como un reloj gigantesco”. Los físicos modernos hoy en día no poseen una sino varias imágenes tentativas que les permiten dar una explicación con sentido a los fenómenos que ocurren en el mundo de la física cuántica. Hoy sabemos que nuestro mundo no es determinístico como el funcionamiento del reloj donde causa-efecto se suceden en ese orden. Las diferentes realidades que aquí se mencionaran son diferentes modelos del mundo consistentes con la teoría cuántica. Vale aquí algunas aclaraciones acerca del significado de lo que es un modelo. Los físicos al estudiar el mundo cuántico en particular, no pueden hacer replicas de cartón o madera de aquellas cosas que están estudiando tales como un fotón, por lo tanto sus modelos son una combinación de ecuaciones matemáticas y discernimientos físicos, los que les permiten tener cierta imagen de lo que pasa en ese mundo cuántico. Algunos de esos modelos son representaciones muy precisas de los fenómenos en cuestión, descriptos en términos de ecuaciones que pueden ser procesadas en una computadora para simular como un sistema o una entidad cuántica responderá a un determinado estímulo. Otros son mucho más vagos, menos precisos, en el sentido que solo intentan ayudar a la limitada imaginación humana a describir lo que está sucediendo. Una de los puntos más importantes que se debe apreciar acerca de los modelos, es que ninguno de ellos es “la verdad”. Por eso, a pesar de que un determinado modelo sea muy preciso en describir y explicar lo que está ocurriendo en un contexto; otro modelo, completamente diferente al anterior, puede ser igualmente preciso en describir el comportamiento de la misma entidad o sistema cuántico bajo diferentes circunstancias, es decir en otro contexto. ¿Cuál de los dos representa a la realidad? ¿Cuál es la verdad? Ambos modelos son igualmente válidos.

Un ejemplo clásico de esta situación es la dualidad de la luz onda-partícula. A veces la luz debe describirse como una onda porque así es como se comporta, y en otras ocasiones como una partícula. No significa esto que la luz es realmente una onda o una partícula, sino que es algo para lo cual no hay una analogía en el mundo cotidiano de nuestros sentidos; es algo que bajo ciertas circunstancias parece comportarse como una onda, y bajo ciertas otras circunstancias, parece comportarse como una partícula.

Otro ejemplo ocurre con el modelo del átomo. Históricamente la idea de átomo se desarrolló pensando primero a los mismos como pequeñas esferas indivisibles, luego se avanzó en la idea de un átomo compuesto por diferentes partículas. Usando el modelo de los átomos como “bolas de billar”, se pudieron hacer descripciones matemáticas muy precisas acerca del comportamiento de los gases, por ejemplo la relación entre presión y temperatura en un recipiente lleno de gas. Mas tarde cuando se desarrolló el modelo de átomo de Bohr con electrones considerados como pequeñas “ bolitas de billar” en órbita alrededor de un núcleo que es como una “bola de billar” más grande, este sirvió muy bien para poder explicar el origen de las líneas espectrales que producen los elementos. Mas adelante en el tiempo, la naturaleza de los enlaces o uniones químicas necesarios para formar diferentes compuestos, se pudo explicar utilizando el modelo de los electrones como “nubes” (distribución de probabilidades) alrededor del núcleo. A pesar de que hay una línea histórica en el desarrollo de los modelos, esto no significa que los últimos son correctos y los otros no. Los físicos aún hoy en día, utilizan el modelo de las “bolas de billar” para calcular la presión de los gases, y los químicos utilizan el modelo de Bohr para estudiar el espectro producido por diferentes elementos. Cada modelo es correcto en su propia área de aplicación, a pesar de que los diferentes modelos parecen ser incompatibles entre ellos.

Por eso la mejor manera de pensar a los diferentes modelos, que se presentan en la física (¿y en la vida cotidiana?), es considerarlos como diferentes herramientas para diferentes trabajos a realizar. Cuando utilizamos herramientas equivocadas, es imposible realizar el trabajo; de la misma forma si pretendemos explicar ciertos fenómenos con el modelo inapropiado, poco será lo que podamos explicar o bien las conclusiones serán erróneas.

Esta explicación es muy válida en términos de la física cuántica, porque en realidad todas las diferentes interpretaciones que dan lugar a diferentes realidades cuánticas, son modelos. Ninguno de ellos representa la verdad última acerca del mundo cuántico, y muy probablemente no hay manera de que el cerebro humano pueda alguna vez aprehender /comprender las verdades últimas del mundo cuántico. Todas las interpretaciones son simples ayudas para percibir lo que pasa realmente. Nadie sabe lo que el mundo cuántico realmente es, todo lo que podemos saber es como es.

Pero ¿qué quiero significar con todo esto? Como comentaba un autor, si vemos una película con huevos que están a punto de ser abiertos por el nuevo ser a nacer, nuestra imagen de la realidad nos hace esperar pollitos, si por el contrario surgen viboritas o cocodrilitos, experimentaremos la idea de que la realidad no es lo que imaginábamos de acuerdo a nuestras experiencias pasadas. Esto es lo que les ocurrió a los físicos cuando se encontraron con los fenómenos cuánticos. Este mundo en el cual vivimos no es lo que parece ser exteriormente. Ahora bien ¿cómo lo explicamos?.

Ya Kant creía que la apariencia del mundo estaba fuertemente condicionada por los sentidos humanos y por el aparato intelectual. Otros seres diferentes a nosotros los humanos, experimentarían el mismo mundo en una forma radicalmente diferente. Los hechos que llamamos científicos son tanto producto de la naturaleza humana del observador, como de la realidad intrínseca del hecho o fenómeno. Vemos al mundo a través de unos anteojos humanos. El hombre está destinado, según Kant, a conocer ya sea directamente o a través de la creación de conceptos, solo las apariencias del mundo, y de ellas solo aquella parte que tiene origen humano. Kant es un ejemplo del pesimismo en la investigación de la realidad.

La teoría cuántica ha sido universalmente exitosa en describir fenómenos a todo nivel accesibles mediante experimentos, la teoría cuántica funciona como un libro de cocina perfecto para cualquier cosa que queramos realizar dentro del mundo físico, sin embargo acompañando a esta precisión, existe un total desacuerdo acerca de lo que significa y de que clase de realidad está sustentando. Existen varias “realidades” cuánticas que diferentes físicos defienden como “La realidad real o verdadera” que sustenta la apariencia externa. Algunas de estas “realidades” son además contradictorias entre sí, pero todas producen los mismos resultados ante los mismos experimentos. Veamos cuales son y que dice cada una de ellas; son las visiones de algunos físicos de renombre que se expresan en la forma de ocho realidades distintas, las cuales representan ocho aproximaciones importantes a lo que realmente ocurre detrás de la escena, ocho modelos diferentes:

Realidad Cuántica # 1: La interpretación de Copenhague parte 1. Representada por Niels Bohr, que dice:

En el mundo físico, no existe una realidad profunda

Bohr no niega la evidencia de nuestros sentidos, el mundo que nos rodea es real, pero flota en un mundo mas profundo que no es real. Algunos físicos que se oponían a esta interpretación por ejemplo Einstein, decían que seguramente Bohr quería significar no extender las especulaciones por fuera del rango de los experimentos que se realizan, sino que existirían ciertas realidades escondidas y no conocidas por el momento con la tecnología existente. Pero Bohr no aceptaba esta interpretación, sino que insistía diciendo: “ no hay un mundo cuántico, solo existe una descripción cuántica abstracta”. Heinserberg, el Cristóbal Colón de la teoría cuántica escribió:

la esperanza de que nuevos experimentos nos guiarán hacia hechos objetivos en el tiempo y el espacio tiene tanto fundamento como esperar descubrir el final del mundo conocido en las zonas inexploradas de la Antártida.

Para dar una metáfora de la postura de esta realidad 1, muchos utilizaron las siguientes preguntas ¿La luna existe si no la observamos? O mejor, si una rama de un árbol cae en el bosque ¿hace ruido si nadie esta escuchando?. Es decir ¿existen realidades físicas objetivas o estas dependen de la existencia de un observador externo?. Los defensores de esta realidad cuántica # 1 responden que no, no existen realidades objetivas en el mundo cuántico.

Realidad Cuántica # 2: La interpretación de Copenhague, parte 2.

La realidad es creada por el acto de observar

Algo así como decir las cosas existen solo cuando son observadas (recordemos las metáforas de la luna y la rama que cae en el bosque)

Es así que la interpretación de la escuela de Copenhague consiste en dos partes:

1. No existe la realidad en ausencia de observación.

2. La observación crea la realidad.

Pero surge la pregunta entonces de ¿qué es una observación? O ¿cuáles son las características que una observación debe tener para poder crear la realidad?. La respuesta a estas surge con la máxima del físico John Wheeler, que separa lo real de lo no real diciendo: Ningún fenómeno es un fenómeno real hasta que el mismo es observado. Esta creencia de que la realidad es creada por el observador si bien puede ser común en el campo de la filosofía, no lo es en el campo de la física, por lo menos no lo era hasta la aparición de la física cuántica.

Realidad Cuántica # 3: Que dice

La realidad es un todo indivisible

El mundo físico, a pesar de mostrarse como un conjunto de partes con límites entre dichas partes constitutivas, es un todo inseparable e indivisible, todo afecta a todo. Es así que si bien el observador puede crear la realidad, el observador es parte del todo y no algo separado. No se puede mantener según dicen los partidarios de este concepto de realidad, una separación en el mundo entre una realidad objetiva y nosotros observadores conscientes; objetos y sujetos se han convertido en inseparables unos de otros. Esta no separabilidad del mundo cuántico no tiene nada que ver con la idea sistémica de los clásicos donde todo estaba interconectado. Por ejemplo a través de las teorías de los campos; aunque dichas interconexiones decaían y finalmente desaparecían con la distancia entre las partes. Las conexiones distantes eran irrelevantes, ¿cuánto afecta el campo gravitatorio de la tierra si estoy en la luna? ¿y si estoy fuera de la galaxia?

Esta realidad de un todo indivisible es diferente, de manera tal que no estará relacionada ni espacial ni temporalmente. Es como si armáramos un cubo de resortes, donde no importa donde toquemos, repercute en toda la estructura así armada instantánea o cuasi instantáneamente.

Esta idea de realidad está en línea con una visión holística propia de los orientales.

Realidad Cuántica # 4: Muchos mundos, muchos universos que coexisten.

La realidad consiste en una gran cantidad de universos paralelos.

Para cualquier situación en la cual existen diferentes resultados posibles (por ejemplo lanzar una moneda al aire), algunos físicos defensores de esta idea dicen que todos los resultados ocurren pero en diferentes universos, cada universo es igual al anterior salvo en lo que respecta al resultado de la situación analizada en cuestión.(¿raro no?)

Realidad Cuántica # 5: La lógica diferente.

El mundo obedece a una clase de razonamiento diferente al que estamos acostumbrados los seres humanos y que definimos como lógico.

La lógica es el esqueleto de nuestro cuerpo de conocimientos. Desde hace mas de dos mil años la lógica está basada en el molde de los silogismos de Aristóteles.

Si cambiamos las reglas de dicha lógica podremos entonces ver la nueva física o los hechos que esta describe como lógicos dentro de esta nueva lógica. Es difícil de entender pero, pensemos en algo similar que ya ocurrió con la geometría. Durante dos mil años la geometría que existía era la euclidiana, la ciencia de los puntos y las líneas. Hubo algunos matemáticos locos como Nicolai Lobachevski, Gauss y Riemann que crearon una nueva geometría, esta fue considerada como un juego de altas matemáticas, pero fuera de la realidad (de nuevo observemos el concepto realidad). La geometría verdadera era la euclidiana que, después de todo no es mas que el sentido común aplicado a las figuras geométricas. Sin embargo en 1916, Einstein propuso una nueva teoría de la gravedad que demolió el monopolio euclidiano. Einstein declaró que la gravedad no es una fuerza sino una curvatura en el espacio-tiempo, un objeto entonces cuando cae no lo hace por ser atraído por una fuerza (la gravedad), sino que se mueve por una línea recta según los estándares de estas nuevas geometrías. Esta apreciación de Einstein pudo ser comprobada por vía experimental al medir la deflexión de un rayo de luz de una estrella al pasar cerca de la deformación del espacio-tiempo provocada por el sol. La lección de los partidarios de la nueva lógica cuántica es la siguiente: la cuestión de la verdadera geometría, o la verdadera lógica que gobierna al mundo no está fijada por el sentido común de los seres humanos, sino por las experiencias reales que se pueden observar y medir. Para determinar las reglas de la correcta razón, no hay que buscar en el interior de nuestra propia cabeza, sino en el laboratorio.

Realidad cuántica # 6: Neorrealismo.

El mundo esta compuesto por objetos ordinarios, los cuales poseen atributos propios sea que son observados o no.

Einstein es el representante por excelencia de esta realidad, sus disputas con Bohr duraron hasta su muerte. Según escribió:

“Todavía creo en la posibilidad de un modelo de la realidad; esto es, de una teoría que represente los fenómenos en sí mismos y no meramente la probabilidad de su ocurrencia”.

Realidad cuántica # 7:

La conciencia crea la realidad.

Los partidarios de este modelo, dicen que solamente algo dotado de conciencia tiene le privilegio de crear la realidad. El único observador que cuenta es el observador consciente.

Realidad cuántica # 8: El mundo dúplex de Heisenberg.

El mundo tiene dos partes, la de los potenciales, lo que está en potencia lo que puede ser; y la de las realidades de las cosas que pasan.

La mayoría de los físicos defienden una de las dos primeras realidades cuánticas: la realidad cuánticas 1 (no hay realidades profundas) y la 2 (la observación crea la realidad. Lo que ambas tienen en común, es que solo los fenómenos son reales, pero debajo de esos fenómenos no hay realidad.

Ahora bien si la observación crea la realidad, ¿en qué se basa dicha observación para crear la realidad? ¿Desde donde la crea?. Dado que la teoría cuántica describe la realidad que sé mide/observa con una exactitud perfecta, debe contener (la teoría cuántica) algunas claves desde donde surgen o en que se basan los fenómenos observados. Tal vez usando la imaginación podemos intuir el basamento en el cual se sustenta nuestro mundo familiar, el que vemos todos los días.

De acuerdo a Heisenberg no existía una realidad profunda, el mundo no medido es semirreal y solo alcanza realidad total durante el acto de observación:

En los experimentos acerca de eventos atómicos debemos tratar con cosas y hechos concretos, con fenómenos que son tan reales como cualquier fenómeno en la vida diaria. Pero los átomos y las partículas elementales no son reales, estas forman un mundo de posibilidades, de cosas en potencia, mas que uno de cosas o hechos... La onda de probabilidades significa una tendencia por algo. Es la versión cuantitativa del viejo concepto Aristotélico de potencia. Introduce algo en el medio entre la idea de un evento y la realización de dicho evento, una clase extraña de realidad física justo en el medio entre la posibilidad y la realidad.

El mundo de todos los días en el cual vivimos, tiene un aspecto bien concreto del cual carece el mundo cuántico, solo ocurren eventos uno por vez. Por el contrario el mundo cuántico no es un mundo de eventos reales sino un mundo lleno de tendencias de acción que no se concretan, que no ocurren; estas tendencias están constantemente en “movimiento” de las posibilidades. Los dos mundos, el dúplex, que menciona Heisenberg, se une a través de un puente que denominamos medición. Durante este acto “mágico”, una de las posibilidades entre todas las existentes, es la que se concreta y así aparece en el mundo de las acuerdo a exactas leyes de movimiento. Nada ocurre sino que todo permanece en el ámbito de realidades como un evento concreto. Todo lo que ocurre entonces en nuestro mundo de realidades, surge de las posibilidades preexistentes en el mundo cuántico de las potencias. El mundo no observado consiste en un racimo de posibilidades cada una con su valor probabilístico de ocurrencia.

Una característica asombrosa de estas 8 realidades cuánticas, es que para cualquier tipo de experimento que se pueda concebir, cada una de estas predice exactamente los mismos resultados observables. En la actualidad cada una de estas realidades cuánticas puede ser considerada como la que explica con certeza como es el mundo realmente.

¿¿¿Física que qué???... ... Cuántica

Un Enfoque Personal Conceptual e Histórico, aunque no Matemático
por: Eduardo Yvorra

Guía de lectura

En primer lugar algo sobre el nombre de este trabajo. Murray Gell-Mann el descubridor de los quarks o componentes fundamentales y últimos (hasta el momento) de la materia, opinaba que muchas ideas y teorías abstractas y complejas, se podían hacer mas atractivas si venían empaquetadas bajo un nombre gracioso o extravagante. Es así como aparecen en el mundo de los átomos, subpartículas denominadas, quarks, encanto, belleza, verdad, arriba, abajo. Éste fue, salvando las distancias entre MG-M y yo, el objetivo de este titulo. Cuando a alguien le mencionaba que estaba escribiendo acerca de física cuántica, inexorablemente venia la pregunta ¿¿¿física que???... y mi tímida respuesta: ... cuántica. Ese fue entonces el titulo elegido.

Para todos aquellos que se topen con este trabajo, les pido que al menos lean, además de esta guía, la introducción y las conclusiones porque a través de ellas intento explicar porque lo escribí, y que siento haber aprendido al terminarlo. Aquellos con mas inquietud, pueden hacer una aproximación mayor al tema leyendo: "un recorrido histórico a vuelo de pájaro", para tener una descripción somera del inicio y posterior avance de esta física. También sin necesidad de contar con conocimientos o gusto por la ciencia, pueden recorrer la "guía de monstruos" donde aparecen algunos datos biográficos de los personajes que hicieron esto posible.

El resto lo dejo librado a lo que cada uno pueda o quiera leer, no hay garantías de que todo les resultara comprensible o ameno. No obstante, creo que tal como este trabajo fue escrito, de acuerdo a la forma en que yo fui entendiendo los fundamentos, puede ser una ayuda para introducirse en el tema conceptualmente, y sin necesidad de contar con conocimientos matemáticos avanzados.

Contenidos

Estos serán los temas a desarrollar y sobre los que pretendo escribir y explicar. Los mismos son aquellos que me resultaron interesantes para esforzarme en entenderlos y así poder explicarlos no sin cierto esfuerzo, y no logrando muchas veces, lograr una comprensión acabada del tema. Queda entonces claro que otros tópicos aquí no desarrollados, no lo fueron porque no sean importantes, sino porque: o no me topé con ellos, o me superaron totalmente, no capturando por lo tanto mi atención.

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