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lunes, 22 de diciembre de 2008

Sobre la Uniformidad

"Todos los elementos de juicio disponibles indican que, en la vida de los individuos y las sociedades, la herencia no es menos importante que la cultura. Cada individuo es biológicamente único y distinto de todos los otros individuos. La libertad es por tanto un gran bien, la tolerancia una gran virtud y la uniformidad una gran desdicha. Por razones prácticas o teóricas, los dictadores, los Hombres de Organización y ciertos hombres de ciencia ansían reducir la enloquecedora diversidad de las naturalezas de los hombres a una u otra clase de gobernable uniformidad."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 119


"Genéticamente, cada ser humano es único y, en muchos aspectos, diferente de otro ser humano cualquiera. El campo de la variación individual respecto de la norma estadística es asombrosamente amplio. Y la norma estadística, recordémoslo, es útil únicamente en los cálculos actuariales, no en la vida real. En la vida real, no existe eso que se llama el hombre medio. Sólo existen hombres, mujeres y niños particulares, cada uno de ellos con sus idiosincrasias natas de mente y de cuerpo, y todos ellos dedicados (u obligados) a comprimir sus diversidades biológicas en la uniformidad de tal o cual molde cultural."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 115


"Según lo ha demostrado el señor William Whyte en su notable libro 'The Organization Man', nuestro sistema ético tradicional, el sistema en el que lo primordial es el individuo, está siendo reemplazado por una nueva Ética Social. Las palabras clave de esta Ética social son 'ajuste', 'adaptación', 'conducta socialmente orientada', 'pertenencia', 'adquisición de aptitudes sociales', 'trabajo de equipo', 'vida de grupo', 'lealtad de grupo','dinámica de grupo', 'ideología de grupo', 'creatividad de grupo'. Su supuesto básico es que el conjunto social vale más y tiene más importancia que sus partes individuales, que las diferencias biológicas natas tienen que ser sacrificadas en aras de la uniformidad cultural, que los derechos de la colectividad tienen precedencia sobre lo que el siglo XVIII llamaba los Derechos del Hombre."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 34


"Durante el pasado siglo, los sucesivos avances en tecnología han estado acompañados por correspondientes avances en organización. La maquinaria complicada tenía que ser hermanada con complicados arreglos sociales, destinados a un funcionamiento tan sin tropiezos y eficiente como los nuevos instrumentos de producción. Con objeto de encajar en estas organizaciones, los individuos han tenido que desindividualizarse, renunciando a su diversidad nativa y teniendo que ajustarse a módulos uniformes; es decir, han tenido que hacer todo lo posible para convertirse en autómatas."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 32


"El deseo de imponer el orden a la confusión y de obtener armonía de la disonancia y unidad de la multiplicidad es una especie de instinto intelectual, un prurito primordial y fundamental de la mente. En las esferas de la ciencia, el arte y la filosofía, los resultados de lo que yo llamaría esta 'Voluntad de Orden' son en su mayor parte benéficos. Verdad es que la Voluntad de Orden ha producido muchas síntesis prematuras basadas en pruebas insuficientes, muchos absurdos sistemas de metafísica y teología, muchas pedantes asunciones de ideas por realidades, de símbolos y abstracciones por datos de la experiencia inmediata. Pero estos errores, lamentables, desde luego, no hacen mucho daño, por lo menos directamente, aunque a veces un mal sistema filosófico puede dañar indirectamente, si es utilizado como justificación de actos insensatos e inhumanos. Es en la esfera social, en el campo de la política y la economía, donde la Voluntad de Orden se hace realmente peligrosa. En este caso, la reducción teórica de una multiplicidad ingobernable a una unidad comprensible se convierte en la reducción práctica de la diversidad humana a subhumana uniformidad, de la libertad a servidumbre. En política, el equivalente de la aplicación completa de una teoría científica o de un sistema filosófico es una dictadura totalitaria. En economía, el equivalente de una obra de arte bellamente compuesta es la fabrica de funcionamiento perfecto en la que los trabajadores están perfectamente ajustados a las máquinas. La Voluntad de Orden puede convertir en tiranos a quienes meramente aspiran a salir de un lío. La belleza de la pulcritud suele ser utilizada como una justificación del despotismo."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 31


"En el curso de la evolución, la naturaleza se ha tomado muchísimo trabajo para que todo individuo sea distinto de cualquier otro individuo. Nos reproducimos poniendo en contacto los genes del padre con los de la madre. Estos factores hereditarios pueden combinarse en un número de modos casi infinito. Física y mentalmente, cada uno de nosotros es único. Cualquier cultura que en interés de la eficiencia o en nombre de cualquier dogma político o religioso trate de uniformar al individuo humano, comete un ultraje contra la naturaleza biológica del hombre."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 30


"En cada período histórico de la Humanidad nacen seres humanos de toda condición que aprovechan al máximo sus dotes naturales dentro de un ambiente cultural que puede serles favorable o desfavorable. Ningún simple individuo puede jamás ser representativo de un período, ni siquiera tan sólo por razones fisiológicas, pues un Falstaff no puede representar a un grupo de Cassiuses, ni un Scrooge a unos cuantos Pickwicks. Las personas que vivan en un determinado país a un mismo tiempo se semejarán unas a otras de un modo superficial, en cuanto exhiban las mismas peculiaridades, fácilmente reconocibles, de estilo cultural. En los estratos más bajos de la psiquis y el temperamento, de los talentos, gustos y adquisiciones serán profundamente desemejantes unas de otras. Las semejanzas empiezan otra vez sólo en el estrato más profundo de todos, el del espíritu: del algo ajeno a nosotros mismos y que es el fundamento de nuestro ser."
Temas y Variaciones (Variaciones sobre un Filósofo), pag. 916

Sobre las Transformaciones Sociales

"El problema de la reforma es, en consecuencia, el problema de destruir un círculo vicioso y de construir otro, virtuoso, que lo reemplace."
El Fin y los Medios, pag. 196


"Las buenas intenciones y la devoción personales no bastan para salvar al mundo; si bastasen, hace rato que el mundo se hubiera salvado, por cuanto nunca han escaseado los santos. Pero algunas veces los buenos resultan estúpidos, y muy a menudo están mal informados. Son pocos los santos que hayan sido, a la vez, hombres de ciencia y organizadores. E inversamente, pocos han sido los hombres de ciencia y los organizadores que hayan sido santos. Para que el mundo pueda salvarse, deberán combinarse los métodos científicos con la consagración y las buenas intenciones. Ni la bondad ni la inteligencia, si se las deja libradas a ellas solas, pueden hacer frente a la tarea de cambiar a la sociedad y a los individuos, mejorándolos."
El Fin y los Medios, pag. 173


"Todos deseamos un estado social mejor. Pero la sociedad no podrá mejorarse mientras no se efectúen dos grandes tareas. Si no se establece la paz sobre bases firmes, y si no se modifican profundamente las obsesiones dominantes con respecto al dinero y al poder, no hay ninguna esperanza de que pueda realizarse transformación deseable alguna."
El Fin y los Medios, pag. 150


"En el capítulo que se refiere a las Reformas Sociales y la Violencia, establecí claramente que la mayor parte de los seres humanos son conservadores; que hasta los mismos cambios deseables suscitan oposición y que ningún plan que, para implantarse, requiera violencia intensa y prolongada, tiene probabilidades de realizar los resultados deseables que se esperan de su aplicación. De esto resulta, primero, que solamente deben emprenderse las reformas que sean estrictamente necesarias; segundo, que por deseables que pareciesen, solamente podrá pensarse en imponer los cambios, en forma gradual y progresiva, si resulta probable que deban suscitar oposición violenta y numerosa; que, cuando sea posible, los cambios deseables deberían realizarse extendiendo a campos más amplios la aplicación de los procedimientos que ya aprueba la gente y que les son familiares."
El Fin y los Medios, pag. 54


"No debemos olvidar que las reformas pueden liberar a los hombres de un sistema de males, solamente para inducirlos en males de otra naturaleza. Sucede a menudo que las reformas tienen meramente el efecto de cambiar el curso de las tendencias individuales no deseables, desviándolas de un cauce a otro cauce. Se cierra el antiguo desagüe de una perversidad especial; pero un nuevo desagüe se abre. La perversidad no queda abolida; simplemente, se le suministra un nuevo sistema de oportunidades para que se manifieste."
El Fin y los Medios, pag. 25


"No es por medio de alimentos cutáneos, alisadores de asperezas y depiladores eléctricos, como se hermoseará la raza humana, como tampoco lo conseguirá haciéndose más saludable. Hombres y mujeres se embellecerán tan solo cuando la organización social conceda a cada uno de ellos una oportunidad de vivir completa y armoniosamente, cuando no se hallen cercados de incentivos y de tendencias hereditarias que los empujen a viciosas monomanías. En otras palabras, ni la totalidad de los hombres ni la de las mujeres será hermosa nunca. Tal vez a lo único que pueda llegarse es a que disminuya el número de los feos. Contentémonos, pues, con modestas esperanzas."
Música en la Noche (La industria de la belleza) , pag. 202


"La sociedad no podrá ser jamás grandemente mejorada hasta que la mayor parte de sus miembros resuelvan ser santos teocéntricos. Entretanto, los pocos santos teocéntricos que existan en cualquier momento dado, serán capaces, en cierta escasa medida, de calificar y mitigar las ponzoñas que la sociedad genera dentro de sí misma por sus actividades políticas y económicas. Según la frase del Evangelio, los santos teocéntricos son la sal que preserva al mundo social de derrumbarse en un irremediable decaimiento."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 356


Sobre la Violencia

"Como siempre, el principal resultado de la violencia es la necesidad de emplear mayor violencia."
El Fin y los Medios, pag. 43


"Cuanto más se prolongue la violencia, tanto más difícil les resulta, a aquellos que la han empleado, encontrar la forma de realizar actos compensatorios no violentos. Se crea una tradición de violencia y los hombres aceptan escalas de valores, de acuerdo con las cuales los actos de violencia se computan como hechos heroicos o virtuosos."
El Fin y los Medios, pag. 35


"La historia parece demostrar con toda claridad que cuando las revoluciones van acompañadas por más que pequeñas violencias, no se logran los resultados deseables que anticipaban los que las realizaron, sino más bien, algunos o todos los resultados realmente indeseables que fluyen del empleo de la violencia."
El Fin y los Medios, pag. 158


"Cuando las circunstancias históricas dadas suscitan tanta oposición como para que sea necesario recurrir a la violencia a fin de implantar una reforma social, acometerla resulta criminalmente temerario. Ya que son muchas las probabilidades de que no solamente fallen los buenos resultados que se anticiparon para toda reforma que necesite de la violencia para ser implantada, sino también de que las cosas se pongan peor de lo que estaban antes. (...) Más aun, los resultados de la violencia van siempre mucho más lejos que los sueños más disparatados de los que recurren a ella, muchas veces con buena intención."
El Fin y los Medios, pag. 36


" 'Cuanto mayor sea la violencia, tanto menor resultará la revolución.' Puede sacarse provecho meditando esta sentencia de Barthélemy de Ligt. Para que pueda considerarse que una revolución ha tenido éxito, ella debe significar la realización de algo nuevo. Pero la violencia y los resultados de la violencia -la contraviolencia, la suspicacia y el resentimiento por parte las víctimas, y la creación por parte de los que la perpetran de una tendencia a usar de violencias mayores- son cosas demasiado conocidas y demasiado desesperadamente antirrevolucionarias. Una revolución violenta sólo puede obtener los inevitables resultados de la violencia, que son tan viejos como el mundo."
El Fin y los Medios, pag. 33


"Cuando Maine de Biran contemplaba el futuro, veía desagradables visiones de insubordinación, revolución, anarquía y, finalmente, dictadura militar. Y vio con claridad, después de cada revuelta de violencia colectiva siempre resulta una más o menos prolongada disminución de la libertad individual."
Temas y Variaciones (Variaciones sobre un Filósofo), pag. 921

Sobre la Propaganda

"El boicot de las noticias deportivas y de las crónicas policiales, de las transmisiones de variedades y de jazz, de los films amorosos, de los estremecimientos y de la lujuria cinematográfica, constituye simultáneamente el boicot de las propagandas de carácter político, económico y ético."
El Fin y los Medios, pag. 232


"En ningún momento de la historia del mundo, la mentira organizada se ha practicado con menos vergüenza, o por lo menos, gracias a la tecnología moderna, más eficientemente o en una escala tan amplia, que por los dictados políticos y económicos de este siglo."
El Fin y los Medios, pag. 13


"Los principios en que se funda esta clase de propaganda son en extremo simples. Hállese algún deseo corriente, algún difundido temor o ansiedad inconsciente; imagínese algún modo de relacionar este deseo o miedo con el producto que se quiere vender; constrúyase un puente de símbolos verbales o pictóricos por el que el cliente pueda pasar del hecho a un sueño compensatorio y del sueño a la ilusión de que nuestro producto, una vez adquirido, convertirá el sueño en realidad."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 65


"La propaganda racional efectiva sólo es posible cuando hay una clara comprensión por parte de todos los interesados de la naturaleza de los símbolos y de sus relaciones con las cosas y los hechos simbolizados. La propaganda irracional depende para su eficacia de que haya una incomprensión general de la naturaleza de los símbolos. La gente sencilla tiende a igualar el símbolo con lo que el símbolo representa, a atribuir a las cosas y los hechos algunas de las cualidades que se expresan en las palabras con que el propagandista ha optado, para sus propios fines, por hablar de ellos."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 65


"La filosofía nos enseña a sentir incertidumbre ante las cosas que nos parecen evidentes. La propaganda, en cambio, nos enseña a aceptar como evidentes cosas sobre las cuales sería razonable suspender nuestro juicio o sentir dudas. (...) El propagandista demagógico debe, por tanto, ser consecuentemente dogmático. Todas sus declaraciones deben hacerse sin calificación alguna. No hay grises en su cuadro del mundo: todo es diabólicamente negro o celestialmente blanco. Como dijo Hitler, el propagandista debe adoptar 'una actitud sistemáticamente unilateral frente a cualquier problema que aborde'. Nunca debe admitir que tal vez esté equivocado o que las personas con una opinión distinta tal vez tengan parcialmente razón. No se debe discutir con los adversarios: hay que atacarlos, callarlos a gritos o, si molestan demasiado, liquidarlos. El intelectual moralmente remilgado, tal vez se escandalice de una cosa así. Pero las masas siempre están convencidas de que 'el derecho está de parte del agresor activo'."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 58


"En su propaganda, los dictadores de hoy confían principalmente en la repetición, la supresión y la racionalización: la repetición de las consignas que desean que sean aceptadas como verdades, la supresión de hechos que desean que sean ignorados y el fomento y la racionalización de las pasiones que puedan ser utilizadas en interés del Partido o del Estado."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 49


"En relación con la propaganda, los antiguos abogados de la instrucción universal y la prensa libre preveían únicamente dos posibilidades: la propaganda podía ser cierta o podía ser falsa. No previeron lo que en realidad ha sucedido, sobre todo en nuestras democracias capitalistas occidentales: el desarrollo de una vasta industria de comunicaciones en masa, interesada principalmente, no en lo cierto ni en lo falso, sino en lo irreal, en lo más o menos totalmente fuera de lugar. En pocas palabras, no tuvieron en cuenta el casi infinito apetito de distracciones que tiene el hombre."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 47


"A cargo de la publicidad, vemos al antidemocrático, por antirracional, señor Hyde o, mejor dicho, doctor Hyde, pues Hyde es actualmente doctor en psicología y tiene también un título universitario en ciencias sociales. (...) Pues este Hyde es un analista de motivaciones, un 'Motivation Analyst', y su misión es estudiar las debilidades y flaquezas humanas, investigar esos deseos y miedos inconscientes que determinan parte tan importante del pensar consciente y el obrar abierto de los hombres. Y hace esto, no con el espíritu moralista que trata de hacer mejor a la gente, o del médico que desearía mejorar la salud del paciente, sino simplemente con objeto de abusar de la ignorancia de los demás y explotar su falta de racionalidad en beneficio de quienes lo han contratado."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 62

Sobre la Religión

"Además de muchas otras cosas, la religión es un sistema educativo mediante el cual los seres humanos pueden adiestrarse, en primer lugar, para lograr transformaciones convenientes en su propia personalidad y al mismo tiempo en la sociedad, y en segundo lugar, para conseguir elevar el conocimiento consciente de si mismo, estableciendo de esta manera relaciones más adecuadas entre su propia personalidad y el universo de que forman parte."
El Fin y los Medios, pag. 243


"Vale la pena recordar que la orden benedictina debe su existencia a la aparente locura de un joven, que, en lugar de hacer lo que le correspondía, lo razonable, que era estudiar en las escuelas romanas y llegar a ser un administrador bajo los emperadores góticos, se aisló, y, durante tres años, vivió sólo en una cueva en las montañas. Cuando se hubo hecho 'un hombre de mucha oración', volvió, fundó monasterios y estableció una regla para llenar las necesidades de una orden que se perpetua a sí misma, de contemplativos que trabajaran intensamente. En los siglos siguientes, esta orden civilizó el Noroeste de Europa, implantó o restableció los mejores métodos agrícolas de su tiempo, proporcionó los únicos elementos de educación entonces disponibles y conservó y diseminó los tesoros de la literatura antigua. Durante generaciones, el benedictinismo fue el principal antídoto contra la barbarie. Europa tiene una incalculable deuda con ese joven que, porque estaba más interesado en conocer a Dios que vivir y aun 'hacer el bien' en el mundo, abandonó Roma por esa madriguera, en la ladera de la colina sobre Subiaco."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 362


"Puede existir o no un Reino de los Cielos en la otra vida, pero lo que sí existe con toda certeza, como repitió Jesucristo, es un Reino de los Cielos dentro de nosotros, al que nos es posible llegar en el curso de la vida. La salvación, dentro de este reino interior, consiste en un cierto sentimiento de la rectitud personal, en una colmada y profundamente apacible conciencia de estar 'en regla'."
Música en la Noche (Sobre la Gracia) , pag. 87


"Desde el punto de vista humano, las prácticas religiosas son ponderables, en tanto que proporcionan métodos que los hombres puedan utilizar para transformar su carácter y para extender su conocimiento. "
El Fin y los Medios, pag. 250


"Buda señaló que el ritualismo es uno de los diez grillos que mantienen a los hombres encadenados a sus ilusiones y que les impiden alcanzar el esclarecimiento. Sin embargo, tomando en consideración el hecho de que la mayor parte de las personas no han de querer lograr el esclarecimiento, o dicho de otro modo, no han de querer desarrollar su personalidad hasta alcanzar los límites de la capacidad humana, puede alegarse algo a favor del ritualismo. El apego a las ceremonias tradicionales y la fe en la eficacia mágica de los ritos puede resultar un impedimento para que los hombres alcancen el esclarecimiento; pero, por otra parte, puede también que ayude a aquellos que no tienen ni deseos ni condiciones para alcanzarlo a conducirse mejor de lo que de otra manera se conducirían."
El Fin y los Medios, pag. 244


"Es un hecho realmente significativo que virtualmente no hayan existido persecuciones en la India antes de la llegada de los mahometanos. (...) los hindúes y los budistas vivían unos al lado de los otros sin dar ninguna señal de violencia. Cada parte intentaba la conversión de la otra; pero los procedimientos que utilizaban eran los de la persuasión y de la argumentación y no los de la fuerza. Ni el hinduismo, ni el budismo, se han mancillado con nada que se parezca a la Inquisición; ni jamás se hicieron responsables de iniquidades tales como las cruzadas contra los albigenses, ni de locuras criminales como las Guerras Religiosas de los siglos XVI y XVII."
El Fin y los Medios, pag. 264


"[Buda] No quería hacer afirmaciones acerca de la naturaleza de la realidad última porque no le parecía que la serie correspondiente de experimentaciones místicas admitiría una interpretación teológica. Las experimentaciones místicas, creía, proporcionaban una respuesta suficiente a preguntas psicológicas como ¿qué es la liberación? o ¿qué es iluminación? No proporcionaban, en su opinión, respuesta suficiente a las preguntas ¿qué es brahmán? o ¿qué es Dios?"
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 75

Sobre la Producción en masa

"En un mundo de producción en masa y distribución en masa, el Hombre Modesto, con su insuficiente capital, está en seria desventaja. En la competencia con el Hombre Poderoso, pierde su dinero y finalmente su misma existencia como productor independiente: el Hombre Poderoso se lo ha tragado. A medida que los Hombres Modestos desaparecen, un número de hombres cada vez más reducido maneja un poder económico cada vez mayor. Bajo una dictadura, la Gran Empresa, hecha posible por el avance de la tecnología y la consiguiente ruina de la Pequeña Empresa, suele ser gobernada por el Estado, es decir, por un reducido grupo de jefes de partido y los soldados, policías y los funcionarios públicos que cumplen sus órdenes. En una democracia capitalista, como la de los Estados Unidos, suele ser gobernada por lo que el profesor C. Wright Mills ha llamado la Élite del Poder. Esta Élite del Poder procura directamente ocupación en sus fábricas, oficinas y comercios a varios millones de los trabajadores del país, domina a muchos millones más prestándoles dinero para la compra de lo que ella produce y, como dueña de los medios de comunicación en masa, influye en el pensar, el sentir y el obrar de virtualmente todo el mundo. Parodiando la frase de Wiston Churchill, podríamos decir que nunca tantos han sido tan manipulados por tan pocos. Estamos realmente muy lejos del ideal de Jefferson de una sociedad genuinamente libre compuesta de una jerarquía de unidades autónomas: 'las repúblicas elementales de los barrios o poblados, las repúblicas de condado, las repúblicas estatales y la República de la Unión, formando un escalonamiento de autoridades'. "
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 28


"No podemos librarnos de las máquinas, por la sencilla razón de que el proceso de la liberación nos forzaría a librarnos de esa mitad de la raza humana cuya existencia en el planeta sólo es posible debido a la existencia de las máquinas. (...) la producción mecánica no puede abolirse; está definitivamente establecida. La cuestión estriba en saber si está establecida para que sea un instrumento de esclavitud o un medio de liberación. Un interrogante análogo se plantea con respecto a la riqueza que crea la producción mecánica. ¿Debe distribuirse esa riqueza de manera que asegure el máximo o el mínimo de injusticia?"
El Fin y los Medios, pag. 172


"Merced al auge del maquinismo, la producción sobrepasa al consumo. La primera condición de nuestra producción industrial es organizar el despilfarro por parte de los consumidores. Cuanto antes deseche el consumidor el objeto que haya adquirido y vaya en busca de otro, será mucho mejor para el que los produce. Al propio tiempo, como es natural, el productor tiene que esforzarse en no producir sino artículos que sean lo más perecederos posible."
Música en la Noche (Esnobismos selectos), pag. 171


"Si por algún milagro, los sueños de los educacionistas se hubieran realizado y la mayoría de los seres humanos empezaran a interesarse exclusivamente por las cosas del espíritu, todo el sistema industrial se paralizaría de súbito. Dado el maquinismo moderno, no puede existir una prosperidad industrial sin que la producción se realice a gran escala. Pero esta última resulta imposible, a su vez, si el consumo no se realiza, del mismo modo en gran escala también. El consumo varía universalmente en relación a la intensidad de la vida mental. Un hombre que se halle interesado de manera exclusiva por las cosas del espíritu, será completamente feliz, de acuerdo con la frase de Pascal, permaneciendo sin moverse de su cuarto. Un hombre que carezca de este interés por las cosas del espíritu, sentirá un hastío de muerte si se ve obligado a estarse quieto en una habitación. Careciendo de pensamientos con los que distraerse, necesita adquirir aquellas cosas que pueden ocupar su puesto; incapaz de viajar mentalmente, necesita ir de un lado a otro por la realidad. En una palabra, constituye el consumidor ideal, el consumidor en gran escala de los productos y los transportes."
Música en la Noche (El esnobismo de la estupidez y la ignorancia), pag. 156


"La única clase de esnobismo, en cambio, permitida al adorador de la nueva divinidad es el esnobismo de la posesión de bienes materiales. El dios de la Industria provee de objetos a sus adoradores y no puede existir sino a condición de que sus dones sean aceptados con gratitud. A los ojos de un industriólatra la primera obligación del hombre es la de coleccionar la mayor cantidad de objetos que sea posible. (...) El santo del nuevo orden de cosas tiene que odiar, irremisiblemente, la historia. Y no sólo a ésta, sino que, procediendo en buena lógica, odiará del mismo modo a la literatura, la filosofía, las ciencias puras, las artes y cualquier otro orden de actividades mentales que desvíen a la humanidad de una preocupación adquisitiva con relación a los objetos."
Música en la Noche (Sobre los atractivos de la historia y el futuro del pasado), pag. 119

Sobre el Progreso

"El progreso tecnológico ha reducido el número de los contactos físicos y ha empobrecido las relaciones espirituales que se mantenían entre los miembros de una comunidad."
(...) La vida en una gran ciudad es atomística. ¿Cómo sería posible llegar a conferirle cierto carácter comunal? ¿Cómo incorporar los individuos a grupos autónomos responsables?"
El Fin y los Medios, pag. 90


"Toda colectividad (...) puede prever las consecuencias sociales probables de un adelanto tecnológico determinado, muchos años antes de que efectivamente se difunda. Hasta ahora, las transformaciones sociales originadas por los progresos tecnológicos han tomado de sorpresa a las colectividades, pero no porque se hayan puesto en evidencia repentinamente, sino porque ninguna persona autorizada se tomó jamás la molestia de meditar con respecto a cuáles serían las transformaciones probables, o a cuales serían los métodos más apropiados para prevenir los males evitables que pudiesen originar."
El Fin y los Medios, pag. 61


"Este es el mundo en el que nos encontramos: un mundo que, si se juzgase a partir del único criterio aceptable de progreso, se encuentra en regresión manifiesta. El adelanto tecnológico es rápido. Pero sin progreso en caridad, el adelanto tecnológico es inútil. En realidad es peor que si fuera inútil. El adelanto tecnológico nos ha suministrado medios más eficaces para retroceder."
El Fin y los Medios, pag. 14


"'El progreso verdadero' si nos atenemos a las palabras del Dr. R. R. Marett, 'es el progreso en caridad, siendo menos importantes que éste, todos los demás adelantos'."
El Fin y los Medios, pag. 12


"'La perfección de las máquinas - dicen los profetas - nos traerá un incremento en la liberación del trabajo, con lo que se obtendrá un mayor desarrollo de la felicidad.' Pero el descanso también está sujeto a la ley de disminución en la utilidad. Más allá de cierto límite, un aminoramiento del trabajo trae consigo una disminución de la felicidad."
Música en la Noche (Notas sobre la libertad), pag. 110


"El progreso es otra de las grandes ideas contemporáneas. Gran parte de las ambiciones personales, de la rapacidad y codicia de poder se encuentra santificada y, al propio tiempo, convertida en activamente eficaz por esta idea. En la idea del progreso unida con mucha frecuencia la humanitaria idea del bienestar de todos y del servicio social, es en la que los hombres de negocios del día encuentran las excusas de su actividad. ¿Por qué trabajan con tanto ahínco? ¿Por qué luchan tan rudamente contra sus rivales? "Para obtener el poder y enriquecerse" dirá el cínico realista. 'Nada de eso - responde indignado el industrial -, trabajo y lucho por el progreso, por la prosperidad, por la sociedad'."
Música en la Noche (Creencias y acciones), pag. 99


"Mas en un mundo de técnica avanzada, la actividad tiende a convertirse en fin para alcanzar el cual son medio los hombres y las mujeres. La máquina establece un standard subhumano inasequible; y se espera que tanto las organizaciones como los individuos se conformen con este standard. El no alcanzarlo se castiga. Bajo exenciones democráticas el castigo es relativamente suave, y consiste en ser relegado a la clase de los inhábiles o aun a la de los inempleables. Bajo la moderna dictadura totalitaria -régimen dedicado a la prosecución de la eficiencia militar- la ineficacia recibe una absolución más corta."
Temas y Variaciones (Variaciones sobre un Filósofo), pag. 922


Sobre el Poder y la Ambición

"La codicia del poder y la avaricia son vicios que por estar totalmente disociados del cuerpo, pueden manifestarse en formas desorientadoras y múltiples, y con una energía tal, que las inmuniza contra la saciedad que a veces logra interrumpir los sometimientos físicos. Las permutaciones y las combinaciones de la lujuria o de la gula, son estrictamente limitadas, y sus manifestaciones resultan tan discontinuas como las de los apetitos físicos. Son cosa muy distinta, la codicia del poder y la codicia de poseer. Estos son anhelos espirituales, y por ello resultan irremisiblemente separativos y malignos; no dependen del cuerpo, y por ello pueden asumir casi cualquier aspecto. En el orden y en las circunstancias actuales, la moralidad popular no condena la codicia del poder, ni los anhelos de preeminencia social. (...) En otras palabras, la ambición y la molicie, dos vicios que están ligados entre sí, se les exhiben como si fuesen virtudes. No puede haber mejoramiento en este mundo mientras no se convenza la gente de que el ambicioso que codicia el poder es tan repugnante como el glotón o el avaro; (...) y que en el plano de lo humano, son un sometimiento tan sórdido como puede serlo cualquier sometimiento físico, la bebida, o la perversión sexual.
Los vicios humanos o espirituales son los que resultan más nocivos y más difíciles de resistir. (...) Más aún, su naturaleza espiritual hace que en algunas de sus manifestaciones sea difícil distinguirlos de las virtudes. Esta dificultad se agranda especialmente cuando el poder, la riqueza o la situación social se hacen pasar como si fuesen medios para lograr fines deseables. (En la narración de la tentación en el desierto, Satanás intenta, precisamente, confundir de esta manera el fin moral.) Pero los buenos fines, es decir, el mayor estado de unificación posible, sólo pueden conseguirse mediante el bien, es decir, por procedimientos intrínsecamente unificadores. (...) La codicia del poder es esencialmente separativa; en consecuencia, no será consintiendo en esta codicia que los hombres puedan llegar a lograr los buenos resultados a que todos dicen aspirar."
El Fin y los Medios, pag. 340


"La ambición podrá ser suprimida, pero no podrá suprimirla ninguna clase de instrumento legal. Para que pueda extirpársela, debe extirpársela en su misma fuente, por medio de la educación, en el más amplio sentido de la palabra. En nuestras sociedades los hombres son paranoicamente ambiciosos, porque la ambición paranoica se admira como una virtud, y los trepadores que alcanzan el éxito son adorados como si fueran dioses. Se han escrito más libros sobre Napoleón que respecto a cualquier otro ser humano. El hecho es profunda y alarmantemente significativo. (...) Los Duces y los Fuehrers dejaran de ser una plaga para el mundo solamente cuando la mayoría de sus habitantes consideren a tales aventureros en el mismo plano en que ahora colocan a los estafadores y a los alcahuetes. Mientras los hombres veneren a los Césares y los Napoleones, los Césares y Napoleones aparecerán con razón, y los harán desgraciados.(...) Mientras tanto, tendremos que contentarnos, simplemente, con disponer obstáculos legales y administrativos en el camino de los ambiciosos. Es muchísimo mejor que no hacer nada; pero no podrán ser nunca totalmente efectivos."
El Fin y los Medios, pag. 100


"Los gobernantes están generalmente movidos por el amor del poder; a veces, ocasionalmente, por un sentimiento de deber social; más a menudo, y asombra que así sea, por las dos razones a la vez.(...) La mayor parte de los gobernados aceptan, con tranquilidad, su posición de subordinados y hasta la opresión efectiva y la injusticia.
(...) La paciencia demostrada por el hombre medio es el hecho tal vez más sorprendente y más importante de la historia. La mayor parte de los hombres y de las mujeres están listos a tolerar lo intolerable.
(...) Los gobernados obedecen a sus gobernantes, además de por todas las demás razones, porque dan por verdadero determinado sistema metafísico o teológico que les enseña que el Estado debe ser obedecido y es intrínsecamente digno de obediencia."
El Fin y los Medios, pag. 65


"Es posible organizar de tal manera una sociedad que ni siquiera pueda manifestarse fácilmente en ella una tendencia tan fundamental como la codicia del poder. Entre los indios Zuñis, por ejemplo, los individuos no tienen oportunidad de ser inducidos en tentaciones como las que incitan a los hombres de nuestra civilización a trabajar por la obtención de fama, riqueza, posición social o poder. Nosotros siempre veneramos el éxito."
El Fin y los Medios, pag. 27


"Retrospectivamente, hombres como Richelieu, Luis XIV y Napoleón son más admirados por la breve gloria que lograron, que odiados por las duraderas miserias que fueron el precio de dicha gloria."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 339


"Y mientras la ambición personal está considerada por todos los moralistas como indeseable, sólo los más avanzados teocéntricos han percibido lo pernicioso de la ambición vicaria por una secta, nación o persona. A la inmensa mayoría de la humanidad, tal ambición le parece enteramente loable. Esto es lo que la hace tan peculiarmente peligrosa en los hombres de buena voluntad, aun en los aspirantes a la santidad, tales como nuestro capuchino."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 196


"Muchos historiadores, sociólogos y psicólogos han escrito largo y tendido y con honda preocupación acerca del precio que el hombre occidental ha tenido que pagar y tendrá que seguir pagando por el progreso tecnológico. Señalan, por ejemplo, que la democracia difícilmente puede florecer en sociedades donde el poder político y económico se concentra y centraliza progresivamente. Y he aquí que el progreso de la tecnología ha llevado y sigue llevando todavía a esa concentración y centralización del poder."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 27


"La naturaleza del poder es tal que hasta aquellos que no lo han buscado, sino que han tenido necesariamente que aceptarlo, se sienten inclinados a aumentarlo más y más."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 19


Sobre Pacifismo

"Los únicos procedimientos de que puede valerse un pueblo para protegerse a si mismo, contra la tiranía de gobernantes que cuenten con fuerzas modernas de policía, son los procedimientos no violentos, como la no cooperación en masa y la desobediencia civil.
(...) Confrontado con grandes masas decididas a no cooperar, e igualmente decididas a no emplear la violencia, el más cruel de los dictadores resulta confundido."
El Fin y los Medios, pag. 169


"Una de las principales funciones de las asociaciones modernas de individuos consagrados, tendrá que ser la de cultivar sistemáticamente el comportamiento no violento en todas las relaciones comunes de la vida diaria: las relaciones personales, las relaciones económicas, las relaciones de las colectividades o de los grupos entre sí, y la de éstos con sus gobiernos. Los procedimientos mediante los cuales las comunidades y los miembros que las constituyen pueden afianzar su comportamiento no violento, son esencialmente los mismos que deben emplear todos los reformadores. La estructura social de la comunidad puede disponerse de tal modo, que los individuos no se vean tentados a pretender el poder, a atropellar a los demás, a hacerse rapaces; y al mismo tiempo puede llevarse un ataque directo a las fuentes de la voluntad individual; dicho de otro modo, puede enseñarse al individuo y enseñársele a enseñarse a sí mismo, a contener sus tendencias a la rapacidad, a la fanfarronería, al afán de dominación y a otras cosas parecidas.
(...) El que pretenda ser miembro de nuestra hipotética asociación debe ser capaz de encontrarse frente a la violencia sin responder violentamente y sin asustarse ni quejarse; y debe ser capaz de hacerlo, no sólo en los momentos de entusiasmo, sino también en sangre fría y cuando no media el apoyo emotivo que proporcionan los amigos y los simpatizantes.
(...) Tan difícil es, que resulta prácticamente imposible, a no ser para los que se han sometido, con ese objeto, a un adiestramiento sistemático.
(...) Los individuos adiestrados tendrán que realizar dos funciones principales: Primero, tendrán por misión mantener la vida de la asociación en un nivel más elevado que el que le corresponde a la sociedad en que vivan; mostrándole así a esa sociedad un modelo en funcionamiento de un tipo de organización social superior. Segundo, tendrán que 'andar en el mundo', donde sus condiciones y su adiestramiento pueden ser útiles para mitigar la violencia cuando hubiese estallado, y para organizar la resistencia no violenta a la opresión interna, y contra la preparación bélica y la guerra."
El Fin y los Medios, pag. 163


"Se considera tan frecuentemente que la no violencia es un recurso poco práctico, o un procedimiento que sólo pueden emplear hombres y mujeres excepcionales, que resulta indispensable que demostremos, primero, que aun cuando se emplea esporádicamente y sin sistematización (como ha sido el caso hasta ahora), el procedimiento obra efectivamente; y segundo, que puede ser empleado hasta por gente perfectamente común y ocasionalmente hasta por seres que desde el punto de vista de su capacidad profesional son subhumanos, como los reyes, los políticos, los diplomáticos y otros representantes de los grupos nacionales. (Durante las horas que no dediquen a sus funciones, estos seres, subhumanos desde el punto de vista moral, pueden llevar una vida conforme con las reglas morales más estrictas.)"
El Fin y los Medios, pag. 163


"En India se han registrado muchos éxitos importantes, y se ha demostrado que es posible preparar cantidades enormes de hombres y mujeres, para que respondan al trato más brutal con valor sereno y con una ecuanimidad que impresiona profundamente a los perseguidores, a los espectadores más próximos y, mediante la prensa, a la opinión pública del mundo entero. "
El Fin y los Medios, pag. 159


"La no violencia es una consecuencia práctica de la creencia en la unidad fundamental de los seres. Pero dejando totalmente de la doble validez de su base filosófica, la no violencia puede demostrar todo su valor, pragmáticamente, funcionando. Todos hemos tenido oportunidades para observar y experimentar como actúa en la vida privada. Hemos comprobado todos como la cólera proporciona alimento a la cólera y como se la desarma con suavidad y con paciencia. Todos hemos sabido alguna vez lo que es transformar nuestra mezquindad en magnanimidad ante la magnanimidad ajena; lo que es sentir como se funden nuestras antipatías ante un acto de consideración; lo que es experimentar como se transforma en solicitud nuestra frialdad y nuestra aspereza ante un ejemplo de desinterés ajeno. El empleo de la violencia siempre va acompañado por la cólera, el odio y el temor, o por el regocijo malicioso o la crueldad consciente. Los que quieren practicar la no violencia tienen que aprender a adquirir el dominio de si mismos; tienen que aprender a tener tanto valor moral como valor físico; deben oponer a la cólera y la malicia una firme buena voluntad y una determinación paciente de comprender y de simpatizar."
El Fin y los Medios, pag. 154


"Los mecanismos para las transformaciones pacíficas están listos y esperando; pero nadie hace uso de ellos porque nadie quiere hacerlo. Hacia donde miremos, encontraremos que los verdaderos obstáculos para la paz son la voluntad y los sentimientos de los hombres, las convicciones humanas, los prejuicios y las opiniones. Si queremos librarnos de las guerras, tendremos antes que librarnos de todas sus causas psicológicas.
(...) Es necesario transformar la sociedad militarista en otra sociedad que aspire a la paz, y que demuestre la intrínseca verdad de sus deseos, siguiendo solamente aquellas políticas que sean capaces de crear la paz."
El Fin y los Medios, pag. 134

Sobre el Nacionalismo

"En el mundo moderno, la ignorancia en lo que se refiere a la naturaleza del universo, se nos presenta como una negativa a especular a su respecto, y como una insistente afirmación de que sólo tienen significación o valor, partes reducidas y arbitrariamente seleccionadas del todo, como puede ser la nación, el Estado, la clase y el partido. Creer que la nación es Dios es un error tan grotesco como lo era la suposición de que el sol moriría si no le suministraban víctimas (...)"
El Fin y los Medios, pag. 304


"Esencialmente, todas las nuevas morales comunista, fascista, nazi o meramente nacionalista, se parecen mucho entre sí. Todas afirman que los buenos fines justifican los medios; y para todas, los fines consisten en el triunfo de una parte de la especie humana sobre las demás. Todas justifican el uso ilimitado de la astucia y de la violencia. Todas predican la subordinación de los individuos a una oligarquía gobernante, endiosada, que denominan 'el Estado'. Todas predican las virtudes menores, como la temperancia, la prudencia, el coraje y otras; pero todas desacreditan la caridad y la inteligencia, virtudes superiores sin las cuales las virtudes menores son meros instrumentos para hacer el mal con una eficiencia cada vez mayor."
El Fin y los Medios, pag. 305


"Para satisfacer sus ansias de significación y de valores, las gentes se inclinan hacia doctrinas como el Nacionalismo, el Fascismo, o el Comunismo revolucionario. Filosófica y científicamente, estas doctrinas son absurdas, pero para las masas de todas las comunidades tienen este gran mérito: atribuirle todo el significado y el valor que le han sido quitados al mundo como un todo."
El Fin y los Medios, pag. 289


"Tanto el capitalismo como el nacionalismo son frutos de la obsesión por el poder, el éxito y la posición social."
El Fin y los Medios, pag. 151


"El designio de la propaganda nacionalista moderna consiste en transformar el afecto normal del hombre por su patria en la veneración excluyente y feroz por la nación divinizada. Las disputas entre naciones están empezando a tomar ese aspecto inflexible y fanático, que fue característico en tiempos pasados del trato que se daban unos a otros los sectarios de los distintos grupos religiosos o políticos."
El Fin y los Medios, pag. 113


"Actualmente la idea política más poderosa es la del nacionalismo. Esta idea es la que presta justificación y la que transforma toda una serie de emociones, constituyendo la permanente motivación de acciones individuales y colectivas de la mayor importancia."
Música en la Noche (Creencias y acciones), pag. 99

Sobre el Misticismo

"El místico manifiesta el grado más elevado de desinterés de que sean capaces los seres humanos y por ello puede trascender las limitaciones comunes en forma más completa de lo que pueden hacerlo los hombres de ciencia, los filósofos o los artistas. Lo que él descubre más allá de las fronteras del universo del hombre sensual medio, es la realidad espiritual que subyace y que une a todas las cosas que existen, y que son aparentemente distintas: una realidad en la que él mismo puede fundirse y de la que puede extraer fuerzas morales y hasta físicas que, comparadas con las comunes, sólo podrían calificarse de supernormales."
El Fin y los Medios, pag. 318


"Los no místicos han negado validez a la experiencia mística, señalándola como una cosa meramente subjetiva e ilusoria. Pero debiera recordarse que, a todo el que no la haya experimentado efectivamente, cualquier intuición directa debe parecerle subjetiva e ilusoria. Al sordo le resulta imposible hacerse a la idea de la naturaleza o de la significación de la música."
El Fin y los Medios, pag. 307


"La bondad es el procedimiento por el cual podemos distraer nuestra atención de este tema especialmente cansador de nuestra animalidad o de nuestra separatividad individual. El recogimiento y la meditación colaboran de dos maneras con la bondad: produciendo, como dice Babbitt, 'una concentración suprarracional de la voluntad', y haciendo que la mente comprenda, no sólo teóricamente, sino también por intuición directa, que el universo particular del hombre sensual medio no es idéntico al universo en conjunto."
El Fin y los Medios, pag. 319


"La circunstancia de que tantos filósofos y místicos pertenecientes a tantas culturas diferentes hayan estado convencidos, por inferencia o por intuición directa, de que el mundo posee significación y valor, es un hecho suficientemente llamativo como para que por lo menos valga la pena investigar la creencia en cuestión."
El Fin y los Medios, pag. 297


"La técnica de la inhibición tiene que aprenderse en todos los planos de la existencia. En el plano intelectual, por cuanto no podemos esperar ser capaces de pensar con inteligencia, o de lograr la forma más sencilla de recogimiento, sino aprendemos a inhibir todo pensamiento inoportuno. En el plano emotivo, porque nunca podremos alcanzar ni tan siquiera el grado más bajo de desprendimiento sin que seamos capaces de contener, a medida que se presentan, los impulsos constantes de la malicia y de la vanidad, de la lujuria y de la molicie, de la avaricia, la cólera y el miedo. En el plano físico, por cuanto si estamos descompaginados -como lo estamos los más, dadas las circunstancias actuales de la vida urbana- no debemos esperar poder lograr nuestra integración, mientras no inhibamos la tendencia a obrar en la forma desorganizada que acostumbramos a hacerlo."
El Fin y los Medios, pag. 240


"Todos los místicos orientales insisten con respecto a que la salud corporal es necesaria. Un hombre enfermo no puede alcanzar el esclarecimiento. También indican ellos que es sumamente difícil que un hombre pueda adquirir el arte contemplativo sin que observe determinadas reglas de alimentación y sin que adopte determinadas actitudes."
El Fin y los Medios, pag. 238


"Es difícil encontrar una palabra que por sí sola describa adecuadamente al hombre ideal de los filósofos libres, de los místicos, de los fundadores de la religión. Desapegado es tal vez la mejor. (...) la ética del desprendimiento ha estado siempre correlacionada con cosmologías que afirman la existencia de una realidad espiritual subyacente al mundo de los fenómenos, y que le confiere cualquier valor o significado que pueda poseer."
El Fin y los Medios, pag. 9


"Si un hombre quiere llegar lejos en el camino místico, debe aprender a desear a Dios intensamente pero en quietud, pasivamente, aunque con todo su corazón, su espíritu y su fuerza."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 325


"Al terminar el siglo XVIII, el misticismo ha perdido su antigua importancia en la cristiandad y actualmente está casi muerto. 'Bueno, ¿y que hay con ello? -puede preguntárseme-. ¿Por qué no debía morir? ¿De qué sirve, aun cuando viva?' La respuesta a estas preguntas es que donde no hay visión los hombres perecen, y que, si aquellos que son la sal de la tierra pierden su sabor, nada queda para mantener la tierra desinfectada, para impedir que se suma en un completo decaimiento. Los místicos son canales a través de los cuales un pequeño conocimiento de la realidad filtra al universo humano de ignorancia y de ilusión. Un mundo totalmente no místico sería un mundo totalmente ciego, un mundo de locos. Desde principios del siglo XVIII en adelante, el número de fuentes del conocimiento místico ha ido disminuyendo constantemente en todo el planeta. Estamos peligrosamente adelantados en la oscuridad."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 123


"Este trabajo consiste en el cultivo del arte de amar a Dios por sí mismo solamente y tal como es en sí mismo, no por aquello que el adorador pueda obtener para sí y no tal como es, luego de pasar por el intermedio refractor de una personalidad humana. 'Eleva tu corazón a Dios con una ciega agitación de amor y piensa en Él mismo y no en sus bondades'. Esas 'agitaciones de amor' deben ser ciegas, porque si quiere percibirse a Dios como es en Sí, debe amárselo con un acto puro de la voluntad no matizado por el razonamiento discursivo. No debe haber intentos vanos y perturbadores de comprender aquello que por su naturaleza es incomprensible."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 84


"Bajo la forma literaria, la tradición mística hace su primera aparición en los Upanishads, los primeros de los cuales se remontan, según se supone, hasta el siglo VIII antes de Cristo. En estos escritos hindúes hallamos cierta teoría metafísica del universo y de su relación con el hombre. Esta teoría se resume en la frase 'Tat tvam asi' -tú eres eso. La realidad última es a la vez trascendental e inmanente. Dios es el creador y el protector del mundo, pero el reino de Dios está también en nosotros, como una especie de conciencia que se halla, por decirlo así, por debajo de la conciencia ordinaria individualizada de la vida diaria, incomparable a ésta y diferente en su clase aunque perceptible para cualquiera que esté preparado a 'perder la vida para salvarla'."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 73


"Hacer la voluntad de Dios, la voluntad exterior, la voluntad interior, la voluntad esencial. Cumplirla por amor a Dios sólo y sin referencia alguna a lo que él mismo deseara y esperara o pudiera lograr en este mundo o en el próximo."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 14


Sobre la iluminación

"Ningún ser personal puede traspasar los límites de su 'yo', sea moralmente (por la práctica de las virtudes que quebrantan el apego), sea místicamente (por la unión cognoscitiva directa de la última realidad), si no tiene plena conciencia de lo que es, y de por qué es lo que es. Se trasciende del ser personal a través del conocimiento consciente de uno mismo."
El Fin y los Medios, pag. 344


"La última realidad que llegan a descubrir los que se resuelven a modificar su propia existencia con el objeto de alcanzar su conocimiento directo, no es, como ya lo hemos visto, una personalidad. Desde que no es personal, resulta ilegítimo atribuirle cualidades éticas. 'Dios no es bueno -decía Eckhart-. Yo soy bueno.' (...) La última realidad es 'la paz del Señor que pasa todo entendimiento'; la bondad es el medio por el cual uno puede aproximársele."
El Fin y los Medios, pag. 318


"Una última identidad física subyace en toda la aparente diversidad física del mundo. Más aún, todas las existencias aparentemente independientes son en realidad interdependientes. Mientras tanto, los místicos han demostrado que todo investigador adiestrado en el recogimiento y la meditación, puede alcanzar la experimentación directa de una unidad espiritual subyaciendo la aparente diversidad de las conciencias independientes. Ellos han hecho ver que lo que parecía ser el último hecho de la personalidad no es en realidad un hecho final, y que les es posible a los individuos trascender las limitaciones de la personalidad y mezclar su propia conciencia en una conciencia impersonal mayor, que subyace a toda mente personal."
El Fin y los Medios, pag. 315


"[los fundadores de la religión] han dividido a los seres humanos en dos grupos: una minoría constituida por personas capaces de realizar los esfuerzos que son necesarios para alcanzar el esclarecimiento, y una gran mayoría que es incapaz de semejantes esfuerzos. Esta concepción es fundamental en el hinduismo, en el budismo, y por lo general en todas las filosofías de la India. Se encuentra implícitamente en todas las enseñanzas de Lao-Tsé y también en las de los estoicos. Jesús de Nazareth enseñaba que 'muchos son los llamados y pocos los elegidos', y también que hay ciertas personas que constituyen 'la sal del mundo' y que por ello son capaces de preservarlo y de impedir su decaimiento. (...) En la práctica, el cristianismo, del mismo modo que el hinduismo o el budismo, no es una sola religión, sino varias religiones que se adaptan a las necesidades de los distintos tipos de seres humanos."
El Fin y los Medios, pag. 244


"Las inteligencias que pueden deleitarse en lo que podría denominarse el conocimiento en gran escala -esto es, el conocimiento de las relaciones que subsisten entre cosas y hechos que distan considerablemente en el espacio y en el tiempo y que aparentemente no tienen atingencia entre si- son raras."
El Fin y los Medios, pag. 214


"El aprender a vivir en abnegación activa constante es probablemente la más difícil y más ardua de todas las tareas humanas pero aquellos que la realizan tienen la recompensa que recibieron (...) todos los grandes místicos; el vivir simultáneamente en el tiempo y en la eternidad, entre los hombres y en dios, y la paz y la bienaventuranza, en esta vida terrena, de la visión beatífica."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 109


"'Perfección' es el estado de autoabnegación total y continua en la Realidad -el estado de aquellos que pueden decir 'vivo, pero no soy yo sino Dios quien vive en mí'. De sus biografías, surge claramente que los hombres y las mujeres que han llegado a tal perfección, reciben, entre los demás frutos del espíritu, un extraordinario aumento de fuerza moral. Es, por su calidad, una fuerza totalmente distinta de esa inflexibilidad propia de la tensa y egocéntrica voluntad personal del estoico y de los luciferes mezquinos 'enemigos de lo justo', según la expresiva frase de Blake, y enemigos de lo injusto. La voluntad de la persona autoabnegada es floja y lánguida, porque no es su voluntad propia sino un gran río de fuerza que corre a través de ella desde un mar de conciencia subliminal que se abre a su vez al océano de la realidad. Irradia alegría y una serenidad hermosa aunque arredradora; obra con suavidad irresistible, y, siendo completamente humilde, ejerce la autoridad de un poder infinitamente mayor que ella misma, y del cual es mero instrumento."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 205


"Una aniquilación violenta de su yo frustraría su propio propósito, ya que esa violencia pertenecería a la mera voluntad humana y el usar de ella no haría sino robustecer esa voluntad contra la voluntad de Dios. En ese acto de autonegación, el hombre tiene que obrar de algún modo sin esfuerzo, o, mejor dicho, permitir que su yo sea dirigido, pasivamente, por la voluntad divina."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 21


Sobre las Guerras

"En épocas semejantes, se percibe claramente el fin que persigue el esfuerzo colectivo; los deberes son sencillos y explícitos; la vaguedad y la incertidumbre de los ideales de los tiempos de paz desaparecen ante la agudeza con que se presenta definido el ideal en tiempos de guerra, ideal que se expresa así: vencer cueste lo que cueste; las asombrosas complejidades de los moldes sociales de tiempos de paz son reemplazados por el molde, de hermosa sencillez, de una colectividad que lucha por su existencia. El peligro fortalece el sentimiento de solidaridad social y precipita el entusiasmo patriótico. La vida adquiere sentido y significado y se vive en un diapasón elevado de intensidad emotiva."
El Fin y los Medios, pag. 136


"Todos los métodos existentes para prevenir las guerras se caracterizan por uno o dos defectos principales. O son intrínsecamente malos, como las sanciones militares, y por ello incapaces de obtener resultados que no sean nocivos (los resultados del empleo de la violencia de la astucia ilimitada son siempre exactamente los mismos, ya sea cuando el procedimiento se le denomina simplemente guerra o cuando se emplean eufemismos tan encantadores como los de 'sanciones', 'seguridad colectiva', 'acción de policía internacional'), o son solamente piezas de una maquinaria más o menos bien ideada, incapaces de afectar por si solos las causas fundamentales de las guerras."
El Fin y los Medios, pag. 130


"La guerra moderna destruye con el máximo de eficiencia y el máximo de indiscriminación, y en consecuencia, implica injusticias mucho más numerosas y mucho más graves que las que se pretendan enmendar. (...) Las guerras no concluyen con las guerras; las más de las veces terminan por una paz injusta, que hace inevitable otra guerra de venganza."
El Fin y los Medios, pag. 123


"La guerra no es una ley natural, ni siquiera una ley de la naturaleza humana. Existe porque los hombres así lo desean; y sabemos, así nos lo enseña la historia, que la intensidad de ese deseo ha variado desde el cero absoluto hasta el máximo frenesí. "
El Fin y los Medios, pag. 106


"La guerra es un fenómeno exclusivamente humano. (...) El hombre es único en eso de organizar matanzas en masa dentro de su especie. (...) Las guerras tienden a eliminar a los jóvenes y a los fuertes y perdonan a los enfermizos (...) desde el punto de vista del individuo, la guerra es una selección a la inversa; (...) Existen hoy algunas sociedades humanas primitivas -la de los esquimales, por ejemplo-, para las cuales la guerra es algo desconocido y hasta inconcebible. Sin embargo, todas las sociedades civilizadas son guerreras."
El Fin y los Medios, pag. 101


"Todo país que pretenda utilizar la guerra moderna como instrumento para realizar un programa político, debe tener un ejecutivo todopoderoso y altamente centralizado. De aquí que resulte absurdo hablar de defender a las democracias por la fuerza de las armas. Una democracia que haga, o que, sin más, pretenda prepararse eficazmente para la guerra científica moderna, debe necesariamente dejar de ser una democracia. (...) Los tragadores de fuego de las izquierdas, que en el transcurso de los dos últimos años han estado pidiendo que los países democráticos contesten con firmeza (es decir, acción militar) las agresiones fascistas, han estado pidiendo en realidad que se acelere el proceso mediante el cual los países democráticos se están transformando, gradual pero sistemáticamente, en la imagen de los países fascistas que tanto detestan."
El Fin y los Medios, pag. 73


"Los pueblos se preparan para la guerra, entre otras razones, porque la guerra forma parte de las grandes tradiciones; porque la guerra los estimula y les proporciona algunas satisfacciones personales o sustitutivas; porque viven en una sociedad dentro de la cual se venera el éxito cualesquiera hayan sido las formas en que se ha obtenido, y dentro de la cual la competencia parece más 'natural' que la cooperación, porque en las circunstancias actuales es más habitual."
El Fin y los Medios, pag. 53


"Casi todos desean la paz y la libertad, pero son muy pocos los que tienen gran entusiasmo por las ideas, sentimientos y actos que hacen factibles esos ideales. Inversamente, casi nadie quiere la guerra o la tiranía, pero son muchos los que hallan un placer intenso en las ideas, sentimientos y actos que llevan a esas calamidades."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 64


"La idea de que la guerra entre naciones es justa, adecuada e inevitable continúa siendo una especie de axioma y, por así decirlo, una necesidad del pensamiento. Las espantosas experiencias de los últimos treinta años no le han enseñado a la humanidad colectiva precisamente nada. Las naciones del mundo continúan pensando, sintiendo y obrando según los antiguos modos - los modos que son positiva garantía de una caída en la catástrofe. Si los aglomerados sociales son incapaces de aprender aun con la más amarga clase de experiencia, ¿de qué modo comunicar la lección indispensable?"
La Doble Crisis, pag. 27


Sobre los Fines y Medios

"Los buenos fines no pueden realizarse por medios inadecuados."
El Fin y los Medios, pag. 201


"Los medios por los cuales tratamos de realizar una cosa tienen por lo menos tanta importancia como los mismos fines que tratamos de lograr. En rigor, son en verdad más importantes todavía. Puesto que los medios de que nos valemos determinan inevitablemente la índole de los resultados que se logran; ya que por bueno que sea el bien a que aspiremos, su bondad no basta para contrarrestar los efectos de los medios perniciosos de que nos valgamos para alcanzarlo."
El Fin y los Medios, pag. 60


"El fin no puede justificar los medios, por la sencilla y clara razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines obtenidos."
El Fin y los Medios, pag. 15


Sobre las Evasiones

"[los europeos] Se mueven sin rumbo a través de la falsedad de la vida, tratando de llenar su vacío interior por medio de estimulantes externos, leyendo diarios, soñando despiertos en el cine, escuchando música y charlas por la radio, tomando parte activa en los juegos y, sobre todo, presenciándolos, pasando toda clase de 'buenos ratos'. Entretanto, se da la bienvenida y se acoge con avidez cualquier doctrina que parezca conferirle una finalidad o un objeto a la vida."
El Fin y los Medios, pag. 137


"El tono emocional de las multitudes es esencialmente orgiástico y dionisiaco. Por virtud de su inclusión en una multitud, el individuo se encuentra liberado de las limitaciones propias de su personalidad, y participa del mundo subhumano, subpersonal, que es inherente a los sentimientos desenfrenados y a las creencias no analizadas. Formar parte de una multitud resulta una experimentación muy semejante a la intoxicación alcohólica. La mayor parte de los seres humanos ansían evadirse de las limitaciones de su propio ser y descansar periódicamente de su personalidad escuálida, mezquina y para cada cual demasiado conocida. Como no saben hacer lo necesario para ascender desde su propia personalidad hasta una región suprapersonal, y como no tienen voluntad suficiente para hacerlo, aunque sepan satisfacer las condiciones éticas, psicológicas y fisiológicas necesarias para trascender del propio ser, se dirigen naturalmente hacia el camino descendente, el camino que conduce, desde la personalidad, hacia las tinieblas del sentimentalismo subhumano y del pánico animal. De aquí el ansia persistente por los narcóticos y los estimulantes, y también la atracción infalible de las multitudes."
El Fin y los Medios, pag. 83


"Pocos son los hombres que quieren algo muy intensamente, y, de estos pocos, sólo una ínfima minoría es capaz de combinar la fuerza de voluntad con una continuidad invariable. La mayor parte de los seres humanos son criaturas espasmódicas e intermitentes a quienes les gustan por encima de todo los placeres de la indolencia mental. "Por este motivo", dice Bryce, "una voluntad enérgica e invariable se convierte a veces en un poder tan tremendo, casi en una fuerza hipnótica". Lucifer es la encarnación mitológica más alta de esta intensa voluntad personal, y los Grandes Hombres que la han tenido en la escena de la historia, participan, hasta cierto punto, de su fuerza y de su magnificencia satánicas. Debido a esta fuerza y a esta magnificencia, tan diferente de nuestra propia debilidad y flojedad mental, nos volvemos nostálgicamente hacia las biografías de hombres como Alejandro, César y Napoleón, y, a cada nuevo imitador de Lucifer que surge, nos prosternamos ante él pidiéndonos que nos salve. Y, por supuesto, a muchos de estos grandes hombres les gustaría verdaderamente salvar a sus semejantes. Pero puesto que son lo que son, no santos sino mezquinos luciferes, sus bienintencionados esfuerzos sólo pueden llevar, en alguna forma temporaria más o menos desagradable, a la perpetuación de aquellas condiciones por cuya supresión reza la humanidad. Los Grandes Hombres han dejado invariablemente de "entregar las mercaderías", pero porque admiramos sus cualidades y envidiamos sus triunfos, seguimos creyendo en ellos y sometiéndonos a su poder. Al mismo tiempo, sabemos muy bien con parte de nuestro ser que los luciferes no pueden hacernos bien alguno; entonces nos alejamos por un momento de esas encarnaciones de la voluntad personal y nos volvemos hacia esos seres humanos muy diferentes, que encarnan la voluntad de Dios. Los Santos tienen aun más voluntad de ayudar que los Grandes Hombres, pero el consejo que dan es propio a parecer deprimente a los hombres y a las mujeres que quieran gozar de los placeres de la indolencia. "Dios", dicen los Santos, "ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos"; y comienzan a prescribir los métodos por los cuales es posible ayudarse a sí mismo. Pero no queremos tener que ayudarnos a nosotros mismos; queremos ser ayudados, tener a alguien que haga el trabajo por nosotros. Entonces nos volvemos de nuevo hacia las encarnaciones de la voluntad personal. Estos Grandes Hombres no tienen ni la menor duda acerca de su habilidad para darnos exactamente lo que queremos: un sistema político que hará buenos y felices a todos, una religión de Estado que nos asegure los favores de Dios aquí en la tierra y una bienaventurada eternidad en el paraíso. Aceptamos su ofrecimiento, e inmediatamente la otra parte de nuestro ser se vuelve hacia los Santos, de donde volvemos de nuevo a nuestros desastrosos Grandes Hombres. Y así, siglo tras siglo. La patética indecisión ha dejado sus rastros acumulados en nuestras bibliotecas, en que la vida de los Grandes Hombres y sus actividades en la historia llenan tantos estantes como las vidas de los Santos y sus relaciones con Dios."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 202


"El Padre José se veía distraído de la perfección mística por una serie de tentaciones estrechamente relacionadas entre sí: la tentación de hacer lo que le parecía su deber, cumplir lo que parecía ser la voluntad exterior de Dios; la tentación de elegir un deber inferior a expensas de uno superior y la tentación de creer que una tarea desagradable tenía que ser buena por lo mismo que era desagradable."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 194


"La naturaleza aborrece el vacío, incluso en la mente. El doloroso vacío del aburrimiento actual es llenado y perpetuamente renovado por el cine, la radio, la televisión y las historietas cómicas."
Los Demonios de Loudun, pag. 28


"Los espectáculos públicos representan actualmente un papel comparable al que representó en la Edad Media la religión."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 98


"Cuando, por una razón cualquiera, los hombres y las mujeres no logran trascender de sí mismos por medio del culto, las buenas obras y los ejercicios espirituales, se sienten inclinados a recurrir a los sustitutivos químicos de la religión: el alcohol y las "píldoras" en el moderno Occidente, el alcohol y el opio en el Este, el hachís en el mundo mahometano, el alcohol y la marihuana en la América Central, el alcohol y la coca en los Andes y el alcohol y los barbitúricos en las regiones más al día de la América del Sur."
Las Puertas de la Percepción, pag. 65


"El afán universal y permanente de autotrascendencia, no puede ser abolido cerrando de golpe las más populares Puertas del Muro. La única acción razonable es abrir puertas mejores, con la esperanza de que hombres y mujeres cambien sus viejas malas costumbres por hábitos nuevos y menos dañinos. Algunas de estas puertas mejores podrán ser de naturaleza social y tecnológica, otras religiosas o psicológicas, y otras más dietéticas, educativas o atléticas. Pero subsistirá indudablemente la necesidad de tomarse frecuentes vacaciones químicas del intolerable sí mismo y del repulsivo ambiente."
Las Puertas de la Percepción, pag. 62


"La mayoría de los hombres y mujeres llevan vidas tan penosas en el peor de los casos y tan monótonas, pobres y limitadas en el mejor, que el afán de escapar, el ansia de trascender de sí mismo aunque solo sea por breves momentos es y ha sido siempre uno de los principales apetitos del alma."
Las Puertas de la Percepción, pag. 60


Sobre la Educación

"Los educacionistas deberían hacer, mientras sea tiempo todavía, todo lo que esté a su alcance para crear en las mentes de sus discípulos hábitos de resistencia a la sugestión.
(...) La resistencia a la sugestión puede crearse de dos modos. Primero puede enseñárseles a los niños a contar solamente con sus propios recursos interiores, y a no tener que depender de estímulos exteriores incesantes.
(...) La segunda manera de fortalecer la resistencia a la sugestión es de carácter puramente intelectual, y consiste en acostumbrar a la gente a someter al análisis crítico los procedimientos que emplean los propagandistas."
El Fin y los Medios, pag. 229


"Existe cierto peligro de que a los niños se les consienta más libertad de la que pueden ejercitar con provecho, y más responsabilidad de la que desean o de la que pueden cargar."
El Fin y los Medios, pag. 194


"Los primeros reformadores en cuestión educacionales creían que la instrucción primaria universal, y de ser posible la secundaria, librarían al mundo de sus cadenas y lo harían 'propicio a las democracias'. Si no ha resultado así; si, a la inversa, ha preparado al mundo para las dictaduras y la guerra universal, la razón es sumamente sencilla. Cuando se camina en sentido contrario, no puede alcanzarse objetivo histórico alguno. Si la meta que uno se propone es la libertad y la democracia, entonces corresponde instruir a la gente en las artes de la libertad y la autonomía. Si se les enseña por lo contrario el arte de atropellar y el de obedecer pasivamente, no podrá lograrse la libertad y la democracia que se pretenden conseguir."
El Fin y los Medios, pag. 201


"La disciplina no es el único instrumento formativo del carácter. Uno de los descubrimientos psicológicos más importantes de los tiempos modernos, fue el descubrimiento de que los juegos no sólo de los niños, sino también (lo que es más significativo) de los adolescentes y de los adultos, podían aprovecharse con propósitos educativos."
El Fin y los Medios, pag. 203


"El hombre es el único tema que logra interesar a todos los hombres, cualesquiera sean sus tipos o el grado de sus inteligencias. El futuro ingeniero puede no querer internarse profundamente en el estudio de las leyes del universo material, o puede no ser capaz de hacerlo. No será sin embargo nada difícil interesarlo en las cuestiones humanas. Es en consecuencia relacionando su educación técnica con cuestiones humanas como podrá llegarse mejor a liberalizarla. No implicaría ninguna dificultad el proceder a la integración de una cuestión técnica cualquiera, en un amplio conjunto de relaciones que estuviese contenido dentro de la estructura humana y ético-psicológica a que nos hemos referido. El curso técnico iría unido a un curso explicativo de los efectos de esta técnica, con relación al bien y al mal, al bienestar y al sufrimiento. Nuestro hipotético joven, no solamente aprendería a ser mecánico, sino también a comprender las distintas maneras en que las máquinas afectan, han afectado y probablemente afectarán en el futuro la vida de los hombres y las mujeres."
El Fin y los Medios, pag. 217


"Educamos a los niños menores como si quisiéramos que fuesen seres libres, inteligentes, responsables y que cooperen por propia voluntad; educamos a los niños mayores como para que acepten pasivamente la tradición y para que dominen a los demás o sean dominados.
(...) La antigua tradición patriarcal coexiste en nuestras inteligencias con cierto anhelo de libertad y de democracia más reciente, pero incompatible con ella. En nuestro entusiasmo por lo segundo, educamos a los niños más pequeños como para que resulten seres libres, que se gobierne cada cual por si mismo; y una vez que lo hemos hecho nos asustamos, y recordamos que nuestra sociedad sigue siendo jerárquica, sigue siendo altamente autoritaria, y consagramos todas nuestras energías a educarlos con el fin de que puedan ser por una parte dirigentes y por la otra subordinados obedientes."
El Fin y los Medios, pag. 194


"Se ha considerado con mucha atención en el transcurso de los últimos años, la influencia que puede ejercer el arte sobre la educación de las emociones. En varios colegios y escuelas, la música, el teatro, la poesía y las artes visuales han sido utilizadas, más o menos sistemáticamente, como un procedimiento para extender los conocimientos y para orientar en una dirección conveniente la corriente emotiva."
El Fin y los Medios, pag. 221


"No es menos importante enseñarles a los niños a examinar todas las personificaciones, todas las metáforas, todas las abstracciones que encontrasen en los artículos que leyesen o en los discursos que escuchasen. Deben aprender a traducir todas esas palabras desprovistas de contenido en términos que se refieran a la realidad concreta contemporánea."
El Fin y los Medios, pag. 233


"Empleando un sistema de clasificación arbitrario pero inevitable, me he referido sucesivamente a la educación como adiestramiento del carácter, a la educación como instrucción, a la educación como adiestramiento de las emociones. Tengo que referirme ahora a otra clase de educación; una educación que debe acompañar y sustentar a todas las demás; es la educación del cuerpo.
En el mundo, tal como lo conocemos nosotros, la mente y el cuerpo forman un solo conjunto orgánico. Lo que sucede en la mente afecta al cuerpo; lo que acontece en el cuerpo afecta a la mente. La educación tiene que ser, entonces, tanto un proceso de adiestramiento físico como uno mental."
El Fin y los Medios, pag. 237


"Para los que han vagado por las ciudades universitarias, el profesor fósil es un objeto demasiado conocido. Tal vez pudiese retardarse el proceso de fosilización si a los profesores se les diese periódicamente, no sólo años de descanso, sino también años de trabajo, durante los cuales tuviesen que ocuparse de tareas completamente ajenas al mundo académico."
El Fin y los Medios, pag. 221


"La educación está sujeta, lo mismo que el vino, la prosperidad y los abonos artificiales, a la misma ley de disminución en la reiteración. El exceso, la cantidad e intensidad de la enseñanza resulta útil porque desarrolla la eficacia del pensamiento y la excelencia moral; pero después de alcanzarse un cierto máximum, variable según los individuos, esa utilidad disminuye invariablemente e incluso puede llegar a adquirir un resultado negativo."
Música en la Noche (Notas sobre la libertad), pag. 109


"De aquí la importancia de preservar a toda costa la irrazonada tradición de conducta civilizada, la convención social de decencia ordinaria. Destrúyase éstas, e inmediatamente un gran número de hombres y de mujeres que no descubran en sí mismos razón alguna por la cual no deban comportarse como diablos, se comportarán como diablos, y seguirán haciéndolo hasta que se consuman físicamente o se cansen de la tensión y de la incertidumbre de la vida diabólica, o, también, por cualquier razón providencial, hasta que descubran en lo profundo de sus almas los ocultos pujos de compasión, la bondad potencial, latente aun en el peor de los hombres, y, en el mejor de los casos, plenamente realizado en el esplendor sobrehumano de la santidad."
Eminencia Gris: Estudio sobre Religión y Política, pag. 308


"La educación para la libertad debe comenzar exponiendo hechos y anunciando valores y debe continuar creando adecuadas técnicas para la realización de los valores y para combatir a quienes deciden desconocer los hechos y negar los valores por una razón cualquiera."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 119


"Desgraciadamente, la educación superior no garantiza necesariamente una virtud superior o una superior sabiduría política."
Nueva visita a un Mundo Feliz, pag. 38

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