En toda la hoya amazónica, el verdadero chamán se inicia mediante técnicas precisas y rigurosas en las cuales se compromete totalmente, utilizando su propio cuerpo como receptor del macrocosmos y de las fuerzas que lo animan y a la vez inductor de una auto-exploración de sus bloqueos personales ligados a su historia personal, sus herencias familiares, culturales, colectivas : en suma del microcosmos del cual es portador.
El acercamiento puramente racionalista de la realidad chamánica deja oculto el mundo llamado "mágico" demasiado rápidamente encasillado bajo conceptos o sistematizaciones reduccionistas que no hacen más que aplicar un discurso sobre una realidad que no encaja en la estrechez del vocabulario convencional o del logos lineal causalista.
2. Qué propone el maestro?
La enseñanza del maestro no se hace a través de las palabras, del discurso: el maestro habla muy poco y sólo controla las experiencias para evitar al aprendiz perderse en los laberintos de su inconsciente o del espacio-tiempo mítico en el cual recién se adentra su discípulo.
Por lo tanto, la enseñanza es un auto-descubrimiento conseguido mediante técnicas cuya finalidad es provocar modificaciones de estados mentales que dan al alumno la capacidad de percibir directamente, sin intermediario, los aspectos de la realidad que generalmente escapan a su conciencia ordinaria, cotidiana y "normal", especialmente cuando se trata de personas que viven en un medio urbano, occidentalizado donde se han perdido los vínculos con la naturaleza.
Se acrecientan las percepciones de los sentidos habituales para permitir ver, escuchar, oler, tocar y saborear más allá de la realidad fenomenal, el mundo de las apariencias o maya de la filosofía hindú, y descubrir tras de ella los otros aspectos de la realidad invisible, ocultos, enmascarados solamente en la medida que hemos apagado las funciones del cerebro derecho.
Para una persona que ha sido educada en un medio formal, racionalista, positivista, el acceso a un nuevo pensamiento exige una gimnasia mental muy exigente. El instrumento de la lógica causalista no permite abarcar todo los aspectos del universo mitológico que hace sumamente difícil la aventura del aprendizaje en este campo obligando al abandono momentáneo de su formación para ir hacia una verdadera "información" en el sentido etimológico de la palabra que es "formación desde adentro", donde surge la "verdad" del conocimiento ancestral gravado en las profundidades de nuestras células en el código genético, arraigado en las estructuras básicas de las zonas prehistóricas de nuestro cerebro como el rinencéfalo, el paleo-cerebro, los núcleos grises y lo que se considera clásicamente y en forma atrevida como vestigios atrofiados de nuestro pasado biológico.
Se nos ha enseñado que lo mental tiene que ver con el cerebro o el sistema nervioso y en base a ello se ha estructurado especialidades como la psiquiatría, la psicología, la psico-farmacología, etc.
Sin embargo, lo que llama la atención es que el chamán nunca se refiere a esta dualidad de cuerpo y mente sino que evoca únicamente el cuerpo, como receptáculo a la vez de la materialidad como de la psique. Agrega además una tercera dimensión, la del espíritu que trasciende a ambas, constituye la esencia del ser humano y si bien esta vinculado al soma, en otras palabras está encarnado, preexiste a éste y no depende definitivamente de él. En otros términos el enfoque sumamente pragmático del chamán considera que el cuerpo es el mental localizado, que el pensamiento, los afectos, las emociones están ubicados dentro del espacio-tiempo en la materialidad del cuerpo. Más bien el espíritu es inmaterial, inalterable, trascendental y por lo tanto permanece cuando desaparecen cuerpo y mente.
Ahí es sumamente importante distinguir mente y espíritu (o alma). El espíritu no se deja perturbar o afectar por las emociones, los sentimientos, no tiene localización en el espacio-tiempo de Euclides, pertenece al tiempo-espacio mítico caracterizado por su infinidad, su eternidad que en otros términos diríamos como a-temporal, carente de la noción de distancia y de duración.
3. Métodos de enseñanza y trabajo
En su vida terrestre, el individuo tiene por única posesión su propio cuerpo. Este constituye la materia prima que permite acceder a la plena consciencia, al espíritu realizado e iluminado si es que se utiliza en forma correcta.
En la zona amazónica, la iniciación chamánica "trabaja" sobre el cuerpo mediante técnicas empíricas cuyo núcleo es el empleo de sustancias psicotrópicas. La más importante es el Ayahuasca o Banisteriopsis caapi, liana amarga que se prepara en una mezcla con otras plantas cocinadas hasta conseguir un brebaje espeso y amargo que se toma en sesiones nocturnas.
Esta preparación se llama comúnmente la "purga" porque produce una intoxicación controlada permitiendo limpiar el "cuerpo-mente".
La toma de Ayahuasca para fines curativos o iniciáticos supone una serie de reglas muy estrictas, períodos de aislamiento en la selva, ayunos, dietas, evitamiento del sol, de la lluvia, del contacto con el fuego, la abstinencia sexual, el evitamiento de olores fuertes, dieta sin sal...Todos esos métodos no son meramente simbólicos, no constituyen una manera metafórica de concebir la vida, una simbología con alcances culturales...sino expresan un conocimiento sumamente fino y elaborado del manejo del cuerpo, un conocimiento también de los riesgos, de los peligros de la intoxicación descontrolada para la cual existe todo un cuerpo de técnicas preventivas y de emergencia.
La ingestión de estos brebajes inducen nuevos estados mentales sin pérdida de la consciencia, sin desubicación en el espacio-tiempo, sin desvanecimiento de la identidad de sí mismo, sino más bien una amplificación de esa, una superación del ego freudiano al gran Ego impersonal (Ello) en el cual el mundo mítico presenta cualidades siempre ambivalentes (y no ambiguas).
En otros términos, la solución de continuidad, la separación que introduce la sistematización racionalista, desaparece y se reconstruye una unidad del ser, una reintegración de la persona al cosmos; borra la neurosis y los aspectos disociativos psicoides. La exploración de su micro-cosmos vuelve a ser a la vez una lectura también del macro-cosmos, el ser humano siendo portador en su cuerpo-mente de todas las fuerzas y estructuras del universo.
El conocimiento de si mismo es ante todo un conocimiento de su propio "cuerpo" o como lo llaman las tradiciones de "sus cuerpos"; a veces llamados cuerpo vital, astral, energético, espiritual...
El restablecimiento de la continuidad con el macrocosmos permite entonces comunicarse con las "energías, fuerzas, espíritus, genios..." que animan la naturaleza, las plantas, los animales y el mundo calificado en forma abusiva de inanimado.
Son entonces las plantas o mejor dicho el "espíritu" de las plantas, sus "madre", que enseña directamente al iniciado, que le reintroduce en un estado de estrecha empatía en el cual el "lenguaje" de la naturaleza se vuelve de nuevo comprensible.
Desde un punto de vista médico diríamos que se echa de nuevo un puente entre los dos cerebros, el izquierdo y el derecho. El izquierdo es el único utilizado y educado, adiestrado en la sociedad occidental contemporánea. El cerebro derecho, el cerebro de la intuición, del arte, de la capacidad mediumnica, divinatoria, queda generalmente atrofiado.
Las pócimas que caracterizamos peyorativamente de alucinógenas permiten despertar y reeducar el cerebro derecho. Entonces, las funciones latentes, el potencial dormido se anima de nuevo y nos da acceso a un conocimiento complementario de la realidad.
El uso de las sustancias psicotrópicas en el marco ritual, con las precauciones de la iniciación, no induce jamás una dependencia o una adicción.
El ser moderno funciona de manera destabilizada, con un solo cerebro hipertrofiado y otro atrofiado. Es un cojo mental como lo es el "diablo" o satanás de la biblia o el "chullachaki" en la mitología selvática.
Los sueños y la visiones inducidos por el ayahuasca son representaciones de la realidad profunda que tienen un carácter pedagógico para quién sabe manejarlas. Ese es el trabajo del maestro. Sólo son accesibles con el enfoque del cerebro derecho. La interpretación racionalista del cerebro izquierdo lo reduce a conceptos "folclóricos", poéticos... en fin lo traduce como un conocimiento vano, inútil e ineficaz.
El chamán es un ser ante todo pragmático y realista, sumamente eficaz y concreto cuando tuvo una seria iniciación y se comprometió con ella. El trabajo sobre el cuerpo es de gran exigencia y el crecimiento del poder se conquista, no se puede robar.
4. Uso del cuerpo
Su cuerpo siendo "preparado", las energías circulan, el chamán las consigue desde la naturaleza (los aliados). Luego utilizan su propio cuerpo para curar, asimilando las energías desubicadas de su paciente y equilibrando, armonizando la fuerza vital del paciente.
Su cuerpo se vuelve receptor o emisor de "energías".
Las energías perturbadas provocan disturbios a la vez físicos y mentales. Un disturbio mental necesita en primer lugar de un cuidado "físico". Nos encontramos al punto exactamente opuesto a las técnicas convencionales de psicoterapia que se mantienen generalmente a distancia del cuerpo (control de la transferencia y contra-transferencia) y se focalizan en la mente, el discurso del paciente, el logos, la palabra, el verbo.
Dichas energías pueden ser perturbadas también por elementos de la naturaleza: cargas energética de sitios especiales, de ciertos animales, de olores, de objetos..., o voluntariamente en actos de brujería que consisten a introducirse en forma sutil en el "cuerpo" del enemigo para desestabilizarlo.
La curación del chamán considera entonces no solamente el cuerpo del individuo pero también el lugar donde esta su casa, la limpieza de su negocio...La mala suerte vuelve a ser un elemento constitutivo del cuerpo de uno y se puede igualmente curar en base de un trabajo físico.
5. Conclusiones
El entender las prácticas y representaciones del chamanismo pasa en forma obligatoria por un trabajo con su propio cuerpo, o sea por una auto-experimentación.
Los conceptos de los chamanes pueden ser experimentados por cualquiera y por lo tanto constituyen un cuerpo de conocimiento asequible al estudio científico mediante la auto-experimentación controlada.
Los discursos "simbólicos", las explicaciones "socio-económicas" o la interpretación metafórica del mundo chamánico no dan cuenta de la realidad pragmática, realista, concreta, eficiente y coherente de la práctica chamánica y tienden a reducirla a una poesía obsoleta, un cuento cultural, una religiosidad primitiva cuyos alcances no presentan mayor interés para nuestra sociedad "civilizada".
Todo ello, lo formulamos luego de haber practicado con los curanderos, experimentado sobre nuestro cuerpo, vivido íntimamente el proceso iniciático y comprobado en carne y hueso los conceptos expresados por los curanderos a través de su discurso mitológico, poetizado...en fin sensible y bello.
Existe una necesidad de revisar los instrumentos conceptuales que utilizamos tanto en medicina como en ciencias sociales para comprender las medicinas tradicionales. Las nociones de "bio-energía", el cerebro holográfico de Karl Pribam, los Campos morfogenéticos de Rupert Sheldrake, la Psicología Traspersonal...Por ejemplo pueden constituir pistas a explorar para profundizar un campo que nos queda ampliamente desconocido.
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