lunes, 22 de marzo de 2010

Entrevista al chamán Panchito y sus mensajes para la Humanidad.


"Un chamán es aquella persona que, a través del silencio interno, ha conectado con su Ser y es capaz de recibir conocimiento e información de todo el Cosmos para ayudar a la Humanidad.
El papel del chaman en el siglo XXI sería el de enlace. El de enlace entre la consciencia y la inconsciencia de toda la Humanidad.
El chaman del siglo XXI sería el Guerrero de la Luz que viene de enlace para trasportar la luz a todo aquel que la precise."

El hombre de la foto se llama Pancho aunque todos le conocen por Panchito, es un chamán de padre español y madre mexicana descendiente de una ancestral estirpe de chamanes y vive actualmente en un pueblo de Teruel, en un campamento llamado “Sol y Luna”.Y como Luz es precisamente algo de lo que actualmente necesitamos todos y en dosis extra, en "El dedo en la llaga" le hemos entrevistado y recogido en 42 interesantes preguntas sus mensajes y una muestra de sus enseñanzas.
  
1. No todas las personas saben qué es un chamán. ¿Nos puedes explicar qué es exactamente un chaman?
Un chaman, bajo mi punto de vista y mi comprensión, es aquella persona que se ha elegido a si mismo. Que, a través del silencio interno, ha conectado con su Ser y es capaz de viajar con su Ser y recibir conocimiento e información de todo el Cosmos para ayudar a la Humanidad.
Es aquel ser humano que nunca sabe lo que sabe ni por qué lo sabe, solo que cuando precisa un conocimiento, teniendo la gente que lo necesita delante, siempre sale esa sabiduría y conocimiento. Ese sería un chaman.

2. ¿Cuántos chamanes existen hoy en la Tierra?
No conozco ninguno físicamente

3. ¿Y cuál es el papel de un chaman en el siglo XXI?
El papel del chaman en el siglo XXI sería el de enlace. El de enlace entre la consciencia y la inconsciencia de toda la Humanidad.
¿El por qué? Digamos que en este caso el chaman del siglo XXI sería el guerrero de la luz que viene de enlace para trasportar la luz a todo aquel que la precise. Ese sería el chaman del siglo XXI. El resto son cursos para sacar dinero y engañar a la gente.

4. Uno de los chamanes más conocidos es Don Juan Matus de los libros de Carlos Castaneda. ¿Le conociste? ¿Qué os une y qué os separa?
Sí. Uno de los Maestros más grandes de toda la historia para esta Humanidad es Jesucristo, Jesús, ¿y los que han venido detrás?.

Nos fijamos simplemente en aquello que nos han informado, en aquello que nos han contado. ¿Por qué no averiguamos nosotros mismos la Verdad?

Chamanes somos todos, sanadores también, Maestros también, alumnos también. A pesar de que pongan títulos.

¿Qué me une con Don Juan Matus? Un camino paralelo en la búsqueda del vuelo de la libertad del espíritu.

Y ¿qué nos separa? Yo estoy aquí. Todavía me separa bastante.

5. Y ¿quién es Panchito? y ¿dónde está tu tribu?
PanchitoPanchito es un ser humano que, como muchos de su generación, tenía que haber despertado en el año 72 con consciencia, con un ímpetu de libertad y un espíritu en libertad para romper con todos los moldes establecidos y arquetipos de toda la sociedad. El problema, no se nos permitió la sociedad, ni nosotros tampoco.

Un ser humano que se quedó enganchado, como muchos de su generación, en el sexo, las drogas y el rock & roll. Pero que vió verdaderamente la oscuridad en un pozo negro y tomó impulso llegando al fondo para salir de todo ello.

A partir de salir de todo ello, renació otro ser humano distinto. Logró dejar las drogas, el alcohol, las enfermedades, los señores veterinarios y sus pastillas. Empezó a creer en si mismo, en amar a la Madre Tierra, en amar a toda forma existente de vida porque de alguna forma todo se comunicaba, formaba parte de mi. En esa integración total, renació verdaderamente un amor infinito a toda la Humanidad. A la Madre Tierra también, pero un rechazo a esta sociedad consumista que nos impide verdaderamente tomar la libertad de ser un
ser humano, simplemente un ser humano.
Y eso no solo le incumbe a Panchito, le incumbe a todos. Como ves, Panchito podría ser cualquiera.

¿Dónde está mi tribu? En el planeta tierra. La obligación de Panchito, y el deber de Panchito y el sentimiento de Panchito, es unificar todas las razas, culturas, religiones y pueblos, dentro de Panchito y al mismo tiempo dentro de cada uno, de cada ser humano. Yo pienso que cada uno vinimos aquí con una elección. La elección de aprender a ser un ser humano. El ser humano que el Creador siempre deseó para sus hijos, pero nos equivocamos. Nadie es perfecto.


1. No todas las personas saben qué es un chamán. ¿Nos puedes explicar qué es exactamente un chaman?
Un chaman, bajo mi punto de vista y mi comprensión, es aquella persona que se ha elegido a si mismo. Que, a través del silencio interno, ha conectado con su Ser y es capaz de viajar con su Ser y recibir conocimiento e información de todo el Cosmos para ayudar a la Humanidad.
Es aquel ser humano que nunca sabe lo que sabe ni por qué lo sabe, solo que cuando precisa un conocimiento, teniendo la gente que lo necesita delante, siempre sale esa sabiduría y conocimiento. Ese sería un chaman.

2. ¿Cuántos chamanes existen hoy en la Tierra?
No conozco ninguno físicamente

3. ¿Y cuál es el papel de un chaman en el siglo XXI?
El papel del chaman en el siglo XXI sería el de enlace. El de enlace entre la consciencia y la inconsciencia de toda la Humanidad.

¿El por qué? Digamos que en este caso el chaman del siglo XXI sería el guerrero de la luz que viene de enlace para trasportar la luz a todo aquel que la precise. Ese sería el chaman del siglo XXI. El resto son cursos para sacar dinero y engañar a la gente.

4. Uno de los chamanes más conocidos es Don Juan Matus de los libros de Carlos Castaneda. ¿Le conociste? ¿Qué os une y qué os separa?
Sí. Uno de los Maestros más grandes de toda la historia para esta Humanidad es Jesucristo, Jesús, ¿y los que han venido detrás?.

Nos fijamos simplemente en aquello que nos han informado, en aquello que nos han contado. ¿Por qué no averiguamos nosotros mismos la Verdad?

Chamanes somos todos, sanadores también, Maestros también, alumnos también. A pesar de que pongan títulos.

¿Qué me une con Don Juan Matus? Un camino paralelo en la búsqueda del vuelo de la libertad del espíritu.
Y ¿qué nos separa? Yo estoy aquí. Todavía me separa bastante.

5. Y ¿quién es Panchito? y ¿dónde está tu tribu?
PanchitoPanchito es un ser humano que, como muchos de su generación, tenía que haber despertado en el año 72 con consciencia, con un ímpetu de libertad y un espíritu en libertad para romper con todos los moldes establecidos y arquetipos de toda la sociedad. El problema, no se nos permitió la sociedad, ni nosotros tampoco.

Un ser humano que se quedó enganchado, como muchos de su generación, en el sexo, las drogas y el rock & roll. Pero que vió verdaderamente la oscuridad en un pozo negro y tomó impulso llegando al fondo para salir de todo ello.

A partir de salir de todo ello, renació otro ser humano distinto. Logró dejar las drogas, el alcohol, las enfermedades, los señores veterinarios y sus pastillas. Empezó a creer en si mismo, en amar a la Madre Tierra, en amar a toda forma existente de vida porque de alguna forma todo se comunicaba, formaba parte de mi. En esa integración total, renació verdaderamente un amor infinito a toda la Humanidad. A la Madre Tierra también, pero un rechazo a esta sociedad consumista que nos impide verdaderamente tomar la libertad de ser un ser humano, simplemente un ser humano.

Y eso no solo le incumbe a Panchito, le incumbe a todos. Como ves, Panchito podría ser cualquiera.

¿Dónde está mi tribu? En el planeta tierra. La obligación de Panchito, y el deber de Panchito y el sentimiento de Panchito, es unificar todas las razas, culturas, religiones y pueblos, dentro de Panchito y al mismo tiempo dentro de cada uno, de cada ser humano. Yo pienso que cada uno vinimos aquí con una elección. La elección de aprender a ser un ser humano. El ser humano que el Creador siempre deseó para sus hijos, pero nos equivocamos. Nadie es perfecto.

6. ¿Cómo has acabado en el monte cerca de Castellote , un pueblo perdido de Teruel: una provincia popularmente infravalorada y políticamente olvidada de España?
Sigo mi voz interior. Sigo un impulso del Camino y del Destino. Hay personas que se sientan a esperar que el Destino les alcance. Yo decidí ir a su encuentro. Era más directo, al fin y al cabo todo el mundo se tiene que crear su propio Destino.
Fue el Arco Iris y el Destino el que me atrajo aquí. Yo antes vivía en un pueblo de piedra, el último castro celta de toda Europa, en Sanabria (Zamora, España). Yo y mis 18 perros. Pero nunca pensé que la cacería y la sociedad energética o cibernética (cinegética) esta de los animales moviera tanto dinero. A mi me echaron del pueblo prendiéndole fuego. Y me trajo aquí.

Aquí me dio la respuesta el Arco Iris. Aquí me regalaron esta casa, una jubilación que nunca busqué y una vida que estaba buscando al salir de la otra que estaba dejando.

Para mí, mi vida ha sido, digámoslo así, una parte en inframundo y otra en la Luz Divina. Pero no se puede conocer una, si antes no conoces la otra. Primero tienes que entrar en un pozo negro, llegar al fondo para tomar impulso para poder salir de él. Si te resistes, no puedes salir. Tienes que salir.

Este es el motivo por el cual llegué a este lugar concreto. De alguna manera, es aquí el punto neurálgico, central elegido para poder recibir a la gente que llegue hasta aquí desde todas partes.


6.1. ¿Esta zona que has elegido para vivir es una zona templaria?
Esto no es sólo una zona templaria. Es el corazón del Temple. Desde aquí se expandió toda la Orden del Temple. Pero la Orden del Temple no fue lo que nos cuenta la Historia. Voy a explicar un poco esto:

Los Templarios fueron una Orden de Caballería cuya finalidad más conocida era la unificación de las razas, las culturas y las religiones. Pero su verdadera función, su más sagrado objetivo, era proteger y venerar la Fe en La Madre. Y, La Madre, no entiende de separaciones de familia, sino de hijos, por eso los abraza y los unifica a todos.

Esos monjes que crearon la Orden del Temple, se convirtieron al mismo tiempo en guerreros: los monjes sabios se vieron obligados, para defender su fe, a desenfundar una espada, y todo ello porque sus palabras no eran escuchadas. Fue después de esto que se creó el ejército del Temple, ese sí es el que ustedes conocen, el que les han contado.

Hay mucho fanatismo e idolatría en el mundo. Con la mitad de las religiones de este planeta han hecho lo mismo. Como perdimos esa fe, esa consciencia, nos han educado en medias mentiras y medias verdades, incluso con la historia de los Templarios. ¿Por qué no escuchan a un guerrero Templario? Solo tienen que llamarle en meditación y que les cuente la verdad sobre la Orden del Temple.

Debido al poder que la Orden del Temple llegó a obtener, y al miedo que, como consecuencia de este poder, cogieron las instituciones externas, éstas se confabularon para quitárselos de en medio, y así fue. Pero si no llega a ser porque los traicionaron, ni siquiera el ejército de todos los reyes hubiera podido con ellos. Pero tenía que ser así.

Desde aquí, desde toda esta comarca, se expandió la Orden del Temple por toda Europa hasta Jerusalén, allí también estuvieron. Y en Sudamérica también, ¿quién te crees que trajo las vírgenes negras a Europa? ¿El Vaticano? ¿Los Reyes de España? No tenían ni idea de esto.

En este tiempo presente, en esta zona donde vivo, yo he encontrado muchas grutas interiores donde La Madre era venerada por aquellos monjes guerreros, ellos adoraban a la Diosa Madre, La Madre de todos.

7. ¿Cuál es el papel de España en los actuales momentos históricos?
Si nos fijamos en España, es la entrada de Europa. Digámoslo así, sería el corazón de una nueva unificación de razas, culturas… porque aquí se están unificando y mezclando todas las razas, culturas y pueblos.

España sería, el corazón de la unificación, y de esta nueva esperanza y libertad para la Humanidad.

Algo que los políticos no suelen ver, ellos solo ven una masa, multitud de personas que vienen a buscarse la vida. Pero ellos han creado, digámoslo así, es la “llamada rebote”: si yo abro la puerta porque necesito trabajadores y no lo hago adecuadamente, estoy llamando a todo el mundo. Eso es lo que han hecho los políticos hasta ahora. Sin embargo, el papel de España, para mí puede ser muy importante y decisivo en todo el planeta.

Si España aprendiera, de sus propios errores y de sus propias decisiones y actitudes del camino, se darían cuenta que España estuvo viviendo al amparo de todo el mundo con las manos abiertas. Ahora no puede ser racista. Ahora tiene que aceptar y abrirse de corazón y con humildad. Y lo que tiene que practicar es tolerancia, no racismo. Ese sería el papel verdaderamente de los españoles, más que de España de todos los españoles.

8. ¿Qué está ocurriendo en el mundo? ¿Cómo interpreta la actualidad un chaman?
Lo que está ocurriendo en el mundo es que la gente está despertando. Como dice Panchito cuando habla desde el niño interno: “por fin las semillas están madurando”. Y esas semillas, despertando y madurando ellos, ayudarán a despertar a otros seres humanos. Esa sería digamos la labor más importante que puede hacer toda la Humanidad.

El mundo está viviendo el camino del Iniciado. En este camino de espiritualidad, toda la Humanidad estaría ahora en el mismo lugar que estaría un Iniciado. Es decir, nos toca despertar. De muchas maneras.

Mucha gente no lo entiende, pero si se observaran a ellos mismos y viesen el cambio que están dando en sus costumbres, actitudes, conocimientos y lo que está sucediendo en todo su alrededor, se darían cuenta del cambio que está viviendo toda la Humanidad.

Todo este cambio es para darle la oportunidad a la Madre Tierra y al resto de la Humanidad de ocupar el lugar que le corresponde. Durante muchísimos eones de años, muchísimo tiempo, más del que podríamos calcular aquí, de toda la galaxia cada vez que un planeta elevaba su vibración para cambiar de consciencia y Luz, aquellos seres humanos que no alcanzaban esa vibración, encarnaban en el planeta “Escuela” que le tocaba, en este caso el planeta Tierra. Y aquí estamos de toda la galaxia. Los buenos y los malos. Ahora nos toca despertar.

Y como digo yo, todo el mundo tiene conocimiento de lo que significa ser bueno y amaros los unos a los otros. Hay librerías y bibliotecas por todo el planeta. Pero ¿de qué nos sirve saberlo?

Llegó el momento de unificar el cuerpo físico, el cuerpo de materia y la luz del alma, nuestro espíritu. No sirve de nada tener muchos libros si no aprendemos de ellos. No sirve de nada tener muchos Maestros si hacemos oídos sordos. No sirven de nada los milagros si no queremos recibirlos. Eso es lo que tiene que hacer la Humanidad.

Yo le aconsejo a la Humanidad, que tome la decisión de cambiar. Cada uno individualmente.


Si tu cambias todo aquello que no te gusta, cambia tu casa, cambia tu familia, cambia tu pueblo, tu barrio, tu ciudad. Si cambiamos todos de golpe, cambia el planeta entero. La sociedad también.

Esto es lo que sucederá. Porque todo esto esta preparándose para ese cambio cíclico y cósmico de una nueva era con consciencia.

9. ¿Qué pasa en el 2012?
El 2012. ¿Qué tenemos que esperar? Depende de nosotros. Pero la mejor manera de recibir, es no esperar nada.

Si no esperamos nada y confiamos en que aquello que nos viene, sabremos recibir, resulta que encontramos todo: luz, paz, armonía, consuelo y bendición.

10. ¿Cuáles son los errores de los seres humanos según tus conocimientos?
Bajo mi criterio personal, el error más grande de esta Humanidad es que nos educaron mal. Nos educaron en el miedo, en el sufrimiento, en el dolor, en la enfermedad, en los pecados, en la mentira, en la hipocresía. No nos equivocaron, los equivocados ya estaban ellos. Pero no nos enseñaron a decidir. Si nos hubiesen enseñado y educado a decidir, hubiésemos comprendido desde muy pequeñitos que solo tenemos que vivir y disfrutar viviendo y amando la vida que vivimos.

Porque no hay que elegir. La elección ya la hizo nuestro Ser cuando nos otorgó la oportunidad de encarnar con cuerpo físico para vivirlo, para experimentarlo. Ahora lo que tenemos que hacer es
alinearnos, alinearnos con esa elección y esa decisión que ya tomó nuestro Ser.

Si tomamos la decisión de servir a nuestro Ser, estamos todos haciendo lo que tenemos que hacer que es lo que vinimos a experimentar. No se trata de tener más conocimientos ni ser más sabio.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta para comprender a nosotros mismos desde nuestro interior es:


“Tengo una vida que es un regalo. Lo único que tengo que hacer es ser yo mismo y aquello que siento llevarlo a cabo, pero en el momento que lo siento”

Si somos nosotros mismos, aprendemos a mostrarnos, sentir y pensar y decidir por nosotros mismos, no por lo que nos cuenten los demás. Esa es la primera obligación que tendría toda la Humanidad.

11. ¿Por qué está la Humanidad en esta situación y no viviendo en un paraíso terrenal, sin hambre e injusticias?
El motivo es este: la ignorancia. Nos educaron precisamente en la ignorancia. Es la guerra que tenemos todos los guerreros de la luz: combatir la ignorancia. Y todo porque, yo pienso que la oscuridad no existe, simplemente es una falta de luz, es ignorancia.

Pero si tu tienes ignorancia y de alguna manera, otro ser humano te ayuda a ver esa ignorancia y tu pones remedio a ello, deja de haber ignorancia y ya no hay oscuridad.


Porque allí donde llega la luz y el amor, todo es luz.

Ese sería el mensaje más importante para la Humanidad. Que aprendan a ser ellos mismos con humildad y sencillez y brillar con su propia luz, no con la luz de los demás, con la suya. Y sobre todo, que aprendan a no otorgar su poder a los demás. Su poder es suyo. El de los demás ya lo tienen ellos.

12. ¿Cuál es el verdadero papel de la mujer en los cambios que está atravesando la Humanidad?
Aquí has hecho una pregunta muy bonita: ¿cuál es el verdadero papel de la mujer en los cambios que está atravesando la Humanidad?

El papel más importante de la mujer es despertar como mujer. No solo ser una copia. Despertar como mujer pero con la creatividad, la fuerza, el poder, la belleza, la voluntad y el empuje y el coraje que ella tiene. Que vuelva a recuperar su poder. Es lo más importante de todo: que no se deje reprimir nunca más.

La mujer es la Madre de toda la Humanidad. Si la mujer está dormida, el resto de sus hijos no puede despertar porque la educación que reciben de su madre es dormida.

Si la mujer se diese cuenta del poder tan grande que tiene con su propia energía creadora… es fertilidad y abundancia. Es prosperidad total. Es renovación cíclica para todo el planeta. Y la mujer y la base primordial de todo ello es que aprenda a ser una Madre Cósmica, y para eso necesita una re-educación, una des-programación mental para poder, digámoslo así, recoger la educación que tiene en sus propios genes dentro.

¿Qué se consigue con eso? Liberar la niña, su niña interior. Liberar la mujer, la esposa, la madre y la Diosa. Y todo en la misma decisión, en el mismo camino, en la misma voluntad y el mismo precio.

El único problema es: ¿está dispuesta la mujer?. Los hombres estamos dispuestos a ayudar a la mujer porque la energía femenina también la trasportamos los hombres.

12.1. Pero ahora estamos muy esclavas de los valores masculinos. ¿Cómo podemos escapar?
Ustedes están esclavas de vosotras mismas. Hay que liberarse, desprogramar esto. Solo deben darse la libertad de ser ustedes mismas y pasar por encima de toda la sociedad. Es tomar la decisión y decir: “eh, esta vida que llevo no me gusta. Esta actitud que tengo no me gusta. Y ahora que me he observado a mi misma, voy a ser yo misma, la mujer que yo siento que debo ser”. Y en el momento que ella tome esa decisión y se lo crea ella misma, se convierte en un pilar de fe y un pilar de decisión y coraje que no lo rompe nadie.

Por eso es necesario que se unan ellas en grupos, en Circulos de mujeres. ¿Sabes por qué? Si tu tienes una debilidad y, digámoslo así, baja tu autoestima, si estás sola te va a costar levantarte, pero si estás en el Circulo, el mismo Circulo te levanta.

Mi intención es enseñar a las mujeres a trabajar y a formar un grupo, un equipo como si fuese un corazón, una mente, un cuerpo y un alma grupal para todas. Ese es el papel más importante que tiene la Humanidad, de por sí toda la Humanidad y el planeta dependen de esa decisión y la libertad de las mujeres.

13. Recomendaciones prácticas para los ciudadanos de a pie. ¿Qué consejos puedes dar a los ciudadanos normales, que trabajan de sol a sol, con hipoteca y otras deudas, y que no tienen más información que la propaganda oficial? ¿Cómo podemos mejorar nuestras vidas?
Se lo estoy diciendo, tienen que ser ellos mismos y ¡aquel que no le guste la vida que lleva, que la cambie¡
Las hipotecas, todo esto son acomodamientos. Hablas de las deudas, las hipotecas, el trabajar de sol a sol. Son acomodamientos. Si ellos no se dan cuenta, cuanto más hipoteca, más acomodamiento tengan, más dinero ganarán pues más trabajo. Sí, menos tendrán.

Aquí no hay humildad en la vida que estamos llevando. No hay sencillez. Hay una hipocresía. ¿Sabes la cantidad de personas que tienen una hipoteca en un piso que no lo usan, no lo disfrutan, no lo viven, solo van a dormir? Y yo digo, ¿para que quieren la hipoteca?.

¿Para comer?
No, la hipoteca no es para comer. Para que coman los bancos. Para comer es el alimento. La hipoteca es una comodidad simplemente para presumir.

¿Sabes? Cuando un ser humano tiene sueño, lo único que necesita es dormir y le da igual dormir en un palacio que en el suelo. Cuando el cuerpo pide dormir, está agotado y necesita descanso, lo que quiere es dormir. Le da igual dónde.
¿Usted tiene una hipoteca?

Sí, tenemos un piso porque necesitamos paredes para vivir, pero intentaré no tenerla, ese es mi camino.
Todos tenemos 4 paredes para vivir. Pero tenemos también algo que debemos cambiar: el Yo y el Mí.

Hay muchísima gente que no tiene pisos de hipoteca. Pero no se los des, que ellos no quieren pisos de hipoteca.
Solo tienen que aprender a ser un ser humano con humildad y sencillez y de corazón abierto. Y créeme, se puede perfectamente vivir comiendo garbanzos aunque sea en casa de Panchito que no tiene un piso de lujo. Eso lo puede hacer cualquier ser humano.

Abrirnos a nuestro conocimiento es simplemente eso. Es observar, escucharnos a nosotros mismos y aquello que no nos guste, cambiarlo.

14. La OMS advierte que en el 2020 la depresión será la 2ª enfermedad en los países occidentales y “ellos” sólo nos ofrecen Prozac y fármacos similares. ¿Qué nos sugieres tu para no caer en ella?
Esto va a ser bonito. Dime una cosa, ¿tu sabías que la enfermedad no existe?

Sabía que era un camino la enfermedad, un mensajero.
Sí, para el que quiere verlo, la enfermedad es una liberación porque es una oportunidad para poder liberar todo eso. Pero nadie quiere verlo así.

Sin embargo la enfermedad solo son atascos energéticos. Como enfermedad y sufrimiento no existen. Ni física ni mental. Simplemente son manchas energéticas que a través de nuestros cuerpos se han ido materializando cuerpo por cuerpo hasta que por inconsciencia e ignorancia de nosotros mismos, se materializan en el cuerpo físico.

Pero, si en el momento que se materializa nosotros estuviésemos preparados y capacitados para escuchar a nuestro cuerpo, sabríamos lo que le está sucediendo y cómo evitar que eso siguiese adelante. Si hiciéramos eso y se lo enseñásemos a todos esos señores de la Organización Mundial de la Salud, lo primero que dirían es: “no les hagan caso porque estos quieren mandarnos al paro, porque nosotros somos los doctores y ustedes son los enfermos”. Y yo pretendo demostrarles a esos señores que no es así, porque lo que ellos llaman “enfermos” pueden darle la vuelta a la tortilla y dejar de ser enfermos.

Solo hay un problema para estos “farmacológicos”, que si no le damos la vuelta a la tortilla, los que nos quemamos somos los enfermos. Y así no se aprovecha la tortilla. Pues, démosle la vuelta a la tortilla y si alguien se tiene que quemar que sean ellos, al fin y al cabo, quienes se están poniéndose al servicio de la Humanidad para egoísmo propio de ellos, son ellos, no para servir a la Humanidad. Desde doctores, químicos, gobiernos, y todo lo que quieran.

Por lo tanto, que se olviden de la enfermedad del 2020. Si todos despiertan no habrá enfermedad ninguna. Nos vamos todos a la Paz y Armonía.

15. ¿Cómo podemos sintonizarnos con el gran cambio que viene?
Fluyendo como un pececillo a los cambios que nos llegan día a día. Y lo importante es olvidar el mañana y el ayer y centrarnos en el único momento que es verdad.
El ayer ya pasó, por lo tanto no existe. El mañana tampoco existe. Nos queda simplemente el presente, aquí y ahora. Y en el presenta aquí y ahora, si fluimos en vez de oponer resistencia, no sufrirá ni la mente ni el cuerpo. Solo tenemos que fluir como un pececillo.

¿Sabéis que los peces nacen en montaña y van contentos y alegres porque saben que les espera el mar para vivir una aventura?

Pues el ser humano lo mismo. Encarnó en este cuerpo físico, en este vehículo que es su vehiculo para vivir una aventura, no una pesadilla como nos están haciendo vivir.
Es decir, estamos viviendo una ilusión al revés. Lo estamos convirtiendo en una pesadilla, ¿dónde está la alegría de estar vivos?. Eso es lo que tienen que hacer

16. ¿Y cuál es el papel de Panchito ante este panorama?
Seguir siendo Panchito. Y con los pies en la tierra, que no me toquen los cojones porque yo quiero ser Panchito. Y un cascarrabias.

Pero con los pies la tierra, yo pretendo simplemente que los demás que vengan hacia mi o lleguen a cruzarse en mi camino, vean simplemente un hermano en el camino. El que quiera que siga a su hermano y el que no, pues que se de la vuelta.

17. Estamos en "Sol y Luna", tu campamento, que es un lugar sumamente austero y sencillo. ¿Qué puede ofrecer un lugar así a los que se acerquen a conocerte?
Humildad, luz, amor, paz y armonía. Lujos no. Pero del resto, tenemos de todo, hasta un almacén de paciencia.

18. ¿Qué tipo de personas visitan "Sol y Luna" y por qué motivos? ¿Qué buscan? ¿Lo encuentran?
Pues como muchos seres humanos, aquellos que buscan y se han cansado de picar estúpidamente de curso en curso, de diploma en diploma, Maestro tras Maestro que no sirven de nada. Yo a esos Maestros les diría: “Bájense ustedes del pedestal, señores. Porque les puedo recordar que Maestros somos todos, alumnos también. Y ya de paso, que lo que gratis se le ha dado, gratis tendrá que retransmitirlo porque es un regalo de crecimiento para toda la Humanidad. Y sino, que no lo hubieran pedido.”

Esos son las personas que vienen aquí. Los que buscan, los que se han cansado de estar picando. Los que hacen caso a Panchito. Los que encuentran una herramienta, algo, alguien que les llene, que les haga vibrar desde el corazón y lo siguen.

En vez de ir comiendo tapas de lugar en lugar sin dejarse alimentar, no, a mi me llega algo al corazón que me nutre, que me alimenta, y me sigo alimentando. Dejo de buscar.
Los que vienen a "Sol y Luna", vienen a recoger. Dejan de buscar. A eso se llama Conciencia Crística.

19. Tenéis un programa de 10 días en grupos de 12 personas como iniciación hacia la Conciencia Crística ¿En qué consiste?
Muestro a las personas un camino de Iniciación por los lugares de poder de la Madre Tierra para que con consciencia aprendan a hacer el camino por si mismos. Simplemente les ayudo a recoger la integridad de su Ser y su consciencia.

El por qué es muy sencillo. Debido al poco tiempo que tiene la Humanidad o que se da la Humanidad, les cuesta muchísimo entrar dentro a recoger. Sí, tienen muchas técnicas para meditar, yo diría más bien muchas técnicas para evadirse.

Aquí enseñamos a las personas a meditar y recoger el conocimiento depositado en cada lugar dentro de ellos mismos. Como fuera les cuesta trabajo entrar dentro, aquí, como si fuese un juego, día tras día van entrando dentro. Total, cuando quieren darse cuenta al cabo de los 10 días, están conectados con su Ser Interno. Ese es el propósito.


20. ¿Qué tiene que hacer una persona para llegar aquí?. ¿Estás en la guía campsa o guías de turismo rural?
Como dice Panchito, no estoy en la guía campsa ni en las guías de viajes, pero aquel que sabe leer las señales y estar receptivo, seguro que de una manera o de otra, le llega la clave para llegar hasta aquí. Y si no, bien sencillo, que pregunte a su Ser Interno.

Las personas que vienen aquí, no pueden venir, digámoslo así, a divertirse como si fuesen cotillas a ver lo que hay aquí. Porque yo no voy buscando a nadie, pero el Ser Interno de cada persona les da las respuestas que yo les pido para llegar hasta aquí.

Uno solo tiene que aprender a seguir las señales y leerlas. Es bien fácil. El Cosmos nos ayuda a todos.
El problema es: ¿quién está dispuesto a abrirse al Cosmos? ¿Tu lo estás?


Yo también

21. ¿No os da miedo que venga una avalancha de personas en busca de sensaciones y algo exótico, y no de corazón puro?
No va a llegar la avalancha de cotillas.

22. ¿Se toma ayahuasca o sustancias enterógenas en los trabajos contigo?
Yo no sé lo que harán los demás, pero aquí no se toman sustancias alucinógenas ni enterógenas, ni ayahuasca, ni San Pedro, ni mescalito, ni peyote.

¿El por qué.? Muy sencillo. Si yo les enseño y les muestro un camino para liberarse y trabajar con el espíritu, si todos somos energía y todos salimos de la misma fuente de la Vida, todos incluso la forma animada como son las plantas, animales, minerales, todos salimos de allí, si uno se une con su Ser íntegramente hacia la Unidad, ya forma parte de todo. Y trabajando con el espíritu de la planta, como yo trabajo, no necesito consumir ninguna planta. Pero ni yo ni nadie.

Las plantas son plantas de poder pero tienen también, digámoslo así, una efectividad de poder cuando no se les honra con respeto. Los seres humanos que están consumiendo ayahuasca tontamente u otros opiáceos sin honrar ni trabajar directamente con el espíritu de la planta, están creciendo en un ego de poder que les está devorando. Ese animal de poder los está consumiendo.

Sí, de acuerdo, pueden conectarse con el Más Allá y ver muchísimas cosas extraordinarias. Sí, se quedan simplemente con la fotografía o el vídeo. Y ¿por qué se lo han mostrado?. ¿Para qué se lo han mostrado? ¿Qué tienen que aprender de ello?. No les interesa: “voy a divertirme”.
Yo no juego a esos juegos. Primero porque yo tengo consciencia de que trabajo con seres humanos, también con Alma entera, y no puedo ver sufrir a un Alma.

Además, llegó el momento de que los seres humanos, todos los guerreros de la luz que están despiertos se muestren, dejen de estar ocultos. Basta ya de ocultarse. Bien sea por familia, por represiones, por chorradas, por tonterías. ¿Tu no has crecido, tu no estás en paz contigo mismo, no te sientes un guerrero de la luz? Sí, pues a la calle.


Un guerrero de la luz tiene un deber que hacer: combatir la ignorancia.

¿A las barricadas?
Totalmente. Por lo tanto, aquí no se toma nada de eso.

23. ¿Cuánto dinero cuesta la estancia en "Sol y Luna"?
Dinero no cuesta, solamente cuesta decidir venir a "Sol y Luna". El llegar hasta aquí le cuesta a la persona esa decisión y a mi me permite recoger la bondad de la gente cuando cada uno dentro de su corazoncito valora aquello que aquí se le da. De ello vive Panchito.

24. ¿Y por qué lo haces? ¿Por qué ofreces tu tiempo y sabiduría altruistamente a los demás? ¿Tanto karma tienes?
Esta pregunta me ha hecho gracia: “¿Por qué lo haces? ¿Por qué ofreces tu tiempo y sabiduría altruistamente a los demás? ¿Tanto karma tienes?”

No cariño, no pienso que tenga karma. Pero yo, lo mismo que algunas personas que espero que haya más locos como yo en el mundo, que no yo solo, tenemos muy claro que nosotros elegimos servir: servir al Plan Divino, a la Madre Tierra y a la Humanidad. No elegimos otra cosa. Y servir cuando se nos precise. No elegimos ni dónde ni cómo. Simplemente servir. Y en eso estamos. Altruistamente. Es que yo entendí que lo que el Cosmos me había dado gratis, era para toda la Humanidad, no era para mí. Por eso lo hago, porque me lo hicieron entender así.

25. Veo que hay miles de cuarzos por toda esta zona estratégicamente colocados y dicen que estamos en la 5º dimensión. ¿Qué es la 5º dimensión?
Aquí hay muchos cuarzos. Tu misma me lo dices aquí. Yo estoy muy contento y satisfecho que esta casa sea un Templo y una parrilla de luz energetizadora para irradiar desde aquí a toda la Humanidad y al Planeta.

Cada uno de esos cristales de cuarzo que hay ahí, conoce el ser humano y el corazón del ser humano al que viene destinado a trabajar. Y ¿sabes que los cristales están trabajando con el ser humano aunque el ser humano esté en la otra panza del planeta? Aunque no esté aquí. Aunque esté dormido, están ayudándole. Es así.
Están tratando de bajar y de unir Cielo y Tierra a través de los seres humanos. Eso es bajar 5º dimensión a la Tierra. O elevar la Tierra a 5º dimensión, ¿como lo queréis?
...
Pues nos juntaremos a mitad de camino para que todos hagan el mínimo esfuerzo

26. ¿Cuál es la labor de los cuarzos?
El papel de los cuarzos es limpiar, sanar, educar, instruir y activar. Unos activan y otros desactivan. Unos codifican y otros descodifican. En una palabra, son herramientas de re-educación y digámoslo así, de desprogramación psicológica y mental. Y todo porque nos dieron unos educadores y educaciones erróneas que están llenas de arquetipos increíbles. Y todo ello para estropear una educación que traíamos.

Algún día, alguno de estos niños les dirá a sus padres: “Gracias por ser mis padres, por haberme aceptado, por haberme educado pero no os puedo dar las gracias por la educación que me habéis jodido. Pues ahora tendréis trabajo: desprogramarse para poder recuperarla”. Es decir, lo que estamos haciendo ahora nosotros: desandar el camino andado. Por tanta educación falsa.
(Suspiro)

27. En tu casa hay una foto de Omraam Michael Ainvanhov. ¿Le conociste? ¿Fue Maestro tuyo? ¿Trabajáis juntos?
Sí, tengo una foto aquí de él y la verdad, no sé quien llegó primero, si su Ser y su luz o la foto. Vive aquí conmigo. Aquí vivimos todos. Es lo bueno que tiene esta casa que yo estoy invitado en la casa de mi Padre, y aquí están los hijos de mi Padre, todos. Dispuestos para servir a la Humanidad. Y aquí trabajan todos, desde plumas, cristales, plantas, animales, elementales: elfos, ondinas, … aquí estamos todos. Al servicio de la Humanidad.

No, no le conocí.
Sí, me imagino que en algún tiempo tuvo que ser mi Maestro y también mi alumno. Tu también y él y el resto de la Humanidad. Siempre somos los mismos.

28. ¿Quién o quiénes son tus Maestros o guías?
Mira, yo solo veo, siento y recibo energía. No hay rostros, no hay nombres. Y si tuviese que poner o buscar un Maestro y un guía sería la luz del cristal. Esos cristales que tanto te llaman la atención serían mis Maestros y mis guías.

Yo paseando por encima de los cristales descalzo, a mi me han dado regalos increíbles. Ellos han sanado a Panchito, ellos despertaron a Panchito. Ellos han codificado, descodificado, programado, desprogramado… Me han hecho nuevo. Ahora me encuentro más joven y más fuerte que nunca. A veces con más frío que un cristal, otras veces con más fuego que un volcán.
Pero es la vida. Yo fluyo como un pececillo. Hoy tengo buen humor, canto. Estoy de mala leche, salgo corriendo, es igual.

29. ¿Eres amigo de Drunvalo Melchizedek? ¿Compartís Maestro? Uno de los suyos es Thot y el tuyo Hermes, ambos la misma entidad.
Yo no conozco a este ser. Fuera de esta casa, persona física no conozco a ninguna, personas energéticas sí, pero como les pregunto el nombre… Para mi todo es energía, todo es luz. Depende del color de la luz, la vibración que traiga sé moverme en las entidades estas.

¿Qué si compartimos Maestro? Me imagino que sí, al fin y al cabo, todos crecemos con lo mismo. ¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Quién es Hermes Trismegisto?

Lo dijiste tu en agosto. El 3 veces grande, el 3 veces sabio. Una de las entidades más importantes, luminosas y amorosas del Universo.
Aja… Pues debe ser Maestro mío. Seguro, si tiene tanta luz, yo también.

30. Tocas el tambor, cantas y también he visto a tus colaboradores con cuencos de cuarzo. Háblanos de estos elementos.
Sí, trabajo con unos amigos. Mejor dicho, no trabajamos, colaboramos al servicio. Entre unos cuantos amigos decidimos unir nuestros instrumentos para crear la Espiral de Sonido, una espiral de sonido vibracional para elevar la consciencia, los miedos, … y ayudar, digámoslo así, a limpiar al ser humano. Y se trabaja pues muy bien, fantástico.

Yo toco el tambor, otros tocan los cuencos, tanto de cuarzo como metálicos, otros el violín, otros un saxo, una travesera, … Aquí somos como dirían ustedes de ciudad: una farándula. Estamos 3 y a veces 300. Pues sí, me encanta el sonido y la percusión.

31. Hasta aquí llegan muchas personas con enfermedades varias.
Dices que hasta aquí llegan muchas personas. Es cierto, llegan personas y muchas vienen enfermas. Es la mayor satisfacción y alegría que me han dado en estos años. Llegó un momento que en vez de venir personas buscando conocimiento, vinieron enfermos buscando sanación.
Les enseñé y les hablé de lo que era la desprogramación mental y luego, les mostré a cada uno lo que era la enfermedad y cómo quitársela de encima. Y ¡sabes que funciona¡.

Los que verdaderamente comprenden a Panchito son aquellos enfermos que están viviéndolo ellos mismos, cuando lo experimentan por si mismos y desprograman y desatascan todo su cuerpo, la enfermedad se da la vuelta. ¡No existe¡.

32. ¿Cómo sana Panchito a los enfermos vienen a "Sol y Luna"?
No sana Panchito. Panchito solamente es un canal al servicio de todos los hijos de la Luz Eterna, y son ellos los que trabajan a través de Panchito. Pero verdaderamente quien se sana es uno mismo.
¿Tu deseas sanarte? Si deseas sanarte, tu fe te sanará. Es como el teléfono, todo es polaridad y recíproco. Tu llamas a la luz y la luz viene hacia ti. Hace como un imán: te lleva hacia donde está la luz. Solo hay que fluir en ello. Es muy fácil

33. ¿Nos puedes hablar sobre los niños indigos, cristal, arco iris y tantos niños que son incomprendidos por sus padres, la escuela y la sociedad? ¿Quiénes son? ¿Cómo debemos criarlos y educarlos?
Esta pregunta tiene tela. ¿Quiénes son? Niños. ¿Cómo debemos criarlos y educarlos? Empecemos por recibirlos. Si cada padre y cada madre tomara conciencia de la satisfacción y la alegría y el regalo que es traer un hijo al mundo, y lo recibiera con los brazos abiertos en vez de quejarse tanto, tratando al niño con cariño, con paciencia, con dulzura, respeto como si fuese un adulto puesto que es un ser humano y hablándole despacito, todos los niños son comprensibles. Todos.

Pero hay un problema. El problema es que la mitad de los padres, por no decir todos, no se dan cuenta que el niño crece en el momento que es germinado. Mientras está creciendo dentro de su madre, el niño es consciente y recibe todo aquello que tiene en su entorno y alrededor, desde las inquietudes de sus padres, la armonía, desarmonía, discusiones, alegrías, tristezas, especialmente las emociones y sensaciones de su madre. Todo eso incumbe en la educación y personalidad de cómo nazca ese niño, de cómo ese niño sea recibido en este plano físico. Ahí empieza verdaderamente el trabajo de los padres con todos sus hijos. Hablo de padres, tanto el padre como la madre.

El error más grande que puede hacer un padre es lo que están haciendo hoy en día los padres y esta sociedad. Es cargar su responsabilidad de padres como educadores en la sociedad y en la escuela.

Perdónenme señores padres, en la escuela no educan a sus hijos. Les preparan para gastar. La sociedad no educa a sus hijos. Les preparan para que sigan siendo sociales y consumistas. Los padres son los que tienen que dar la educación a sus hijos. Pero teniendo en cuenta que sus hijos aprenden perfectamente el ejemplo de sus padres.

34. ¿Y los adolescentes? Muchos andan desorientados en la vida y las cifras de consumo de alcohol y embarazos no deseados son altísimas ¿Qué nos dices sobre ellos?
Esta tiene miga también. Adolescentes desorientados y las cifras de alcohol y embarazos no deseados. Sí, es normal.

Nos quejamos de los adolescentes que tenemos y ¿no nos quejamos de la educación que nosotros les dimos? Les dimos una educación que no está basada en el amor porque si estuviera basada en el amor, no habría hijos no deseados. Si estuviese basada en el amor, no nos hubiesen enseñado a hacernos daño consumiendo alcohol u otras drogas. Especialmente en España que todo está permitido y legalizado. Se quejan del alcohol y lo siguen autorizando. Que se pongan de acuerdo de una vez. ¿Van a cuidar a la Humanidad? ¿Nos van a permitir ser seres humanos o simplemente votos? Para seguir cobrando, claro. Ese es el truco de los políticos. Cuantos más votos tengan, más millones cobran.

Por lo tanto, los adolescentes lo único que tienen que hacer es vivir su vida que han venido a experimentarla y cuidarse. Amarse uno a si mismo. Aprendiendo a amarse a si mismo, no se hace daño. Si están pasando por esto que le den la vuelta. Que aprendan a amarse a si mismos.

35. Te han hecho un blog llamado: "DESANDANDO EL CAMINO ANDADO". ¿Qué queréis trasmitir con este nombre y qué tipo de información ofrece el blog?


Me hablas de un blog que han hecho unos amigos. Sí, un día hablando con los amigos les dije lo que yo entendía que es volver a la esencia de uno mismo. En esta vida hemos andado y hecho un camino. ¿Equivocado? Sí, pues ahora hay que ir para atrás. ¿Cómo? Desandando el camino andado.
Y los amigos se quedaron con ese nombre y han hecho un blog. El propósito del blog es compartir las experiencias que reciben aquí. Sus inquietudes, motivaciones, … todo lo que quieran compartir unos con otros, para eso se ha hecho el blog.

36. Nos recomiendas algún autor y algún libro para profundizar en las enseñanzas sobre la vida y espiritualidad.
Sí. Este: “
La rueda del tiempo” de Carlos Castaneda.
En “La rueda del tiempo” de Carlos Castaneda viene una síntesis total, digámoslo así, del conocimiento ancestral de los chamanes del pasado, que aunque ustedes no lo crean, es el conocimiento que todos tenemos dentro, pero ese conocimiento no es sabiduría.
La comprensión de ese conocimiento sí es sabiduría. Así que todos aquellos que están buscando más conocimiento, se están equivocando porque están buscando fuera un conocimiento que está cerrando el paso al conocimiento que ya traen dentro. Pero la comprensión del conocimiento que ya tenemos dentro es lo que nos convierte en sabiduría, que es la herramienta del futuro y de este tiempo presente, claro.

37. ¿Te duele el mundo Panchito?
Sí me duele el mundo. Un día tuve un sueño, con un mundo diferente. Un mundo lleno de luz, amor, comprensión, donde no hacía falta estudiar idiomas porque solo había uno para todos, donde los niños jugaban con los perros y con los árboles, donde no existían enfermedades, donde no había ni más ricos ni más pobres, todos éramos iguales. Y ¿sabes una cosa? Todos íbamos vestidos de lo mismo. Ese es el mundo.

Me duele este mundo porque no es el que yo soñé, pero puede serlo, todo depende de nosotros.


Cada ser humano debería hacerse una pregunta:
¿en qué mundo quiero vivir? ¿qué mundo es el que yo quiero tener?
Y a partir de aquí, ¿cómo puedo contribuir a que eso sea así?.
El resto es fácil.

38. ¿Te decepcionan los humanos?
Hasta cierto punto sí. Me decepciona el comportamiento y actitud de esta sociedad que está impidiendo que despierten los seres humanos. Pero bueno, hay que aceptarlo, son humanos, lo mismo que yo.

Y decepcionar, … bueno, también me dan recompensas. Unos te decepcionan y otros te dan satisfacciones. Es un compendio, está equitativo, digámoslo así.

39. Ya tienes casi 60 años ¿Te compensa estar haciendo esto en vez de cobrando una jubilación y jugando al golf en el Mediterráneo?
Mira mi niña, la jubilación ya me la pagan. No es muy grande, pero bueno. Lo de jugar al golf, creo que aprender a jugar al golf se llevaría toda la pensión. No vale la pena.
Prefiero dedicar mi tiempo a ayudar a despertar a mis hermanos. Ayudarles a recordarles el amor que han olvidado me da más satisfacciones que jugar al golf, además si eso es para pringaos gilipollas.

40. ¿De qué depende que las cosas salgan como el Cielo espera?
Me haces una pregunta que tiene mucha miga. ¿De qué depende que las cosas salgan como el Cielo espera? De que la respuesta sea escuchada.
¿Qué respuesta? Si cada ser humano se escuchara su corazoncito recibiría este mensaje: la Madre llama a sus hijos y espera su respuesta. De eso depende todo, de la respuesta de sus hijos. Y ¿sabes una cosa? Yo tengo una respuesta para ellos: que quieran o no están condenados a salvarse. El problema es: ¿lo van a hacer en esta vida o dentro de 250.000 vidas?
A mi me da igual, yo me pienso ir para Casa.

41. ¿Cuál es la relación entre el libre albedrío y el destino colectivo de la humanidad?
Decidir. La Humanidad tiene que darse la libertad a si misma de ser libre. Solo tiene que decidir. No elegir mentalmente. La elección ya la hizo su Ser. Solo tiene que decidir. Ponerse en alineación con él. Es así.

Cada vez que tu estás alegre y contenta, estás unida con tu Alma, con tu Camino. Cada vez que no estás así, estás desunida ¿verdad?
Entusiasmo significa: Dios en ti
Sí, y sería maravilloso que todo el mundo aprendiera y pudiese ver no solo la oscuridad de su Alma sino su parte divina, a lo mejor le ayudaría a su hermano a mostrársela. Sería estupendo.

42. ¿Confías en la humanidad? ¿Tienes esperanzas? ¿Cuál es tu pronóstico y tu deseo para el futuro?
Confio en la Humanidad porque deseo de todo corazón que cada uno se de la libertad de saltarse esta sociedad y las leyes físicas de esta Humanidad por encima.
Esperanzas, sí. Tengo esperanzas de que consigan su libertad. Que cada uno se de la libertad a si mismo de ser libre.

El pronóstico y deseo…, lo más bonito de todo. Mi amado Maestro Saint Germain me dio un consejo muy bonito. Diles Panchito que cada uno consiga sus victorias y que aquel que se caiga y desee levantarse, tiene la fuerza de todo el Cosmos para poder levantarse. Pero aquel que se quiera quedar sentado, que no pide ayuda al Cosmos porque ya está acomodado, ya está atascado.

Es muy fácil. Todos tenemos que entender que ya hemos elegido. Ahora nos toca decidir. Nuestro Ser ya eligió. Unos deciden seguir creciendo y evolucionando en el camino de evolución hacia el Ser. Es otra evolución distinta, ya no es causa y efecto, ya no es ley kármica, es una ley evolutiva. Y otros han decido quedarse como están.

La elección ya está hecha, ahora falta decidir. Y queda decidir que cada uno decida hacer el camino de su Alma, el camino de su Ser o el camino de comodidad física. La elección ya está hecha, la hizo nuestro Niño Interno.
Una esperanza muy bonita para la Humanidad es que cada uno abriera la puerta a su niño interno y a partir de ahí, volver a recuperar el sueño y la inocencia y la fantasía del niño. Y que nos permitan ser niños. Que nos equivocamos. Sí, bueno, si no hay errores, todo es perfecto. Venimos a experimentar. Y si no nos equivocamos, no experimentamos.

Te advierto que se caen muchos niños en el parque y las madres están alrededor. Se caen, y se levantan. Al caerse, miran a su madre, la madre no le presta atención, él se levanta y no llora. La madre sale corriendo a coger al niño y ya está llorando.

Pues ahora que se lo apliquen los adultos y si es posible que aprendan a soñar como los niños.
Gracias por la entrevista.
...



lunes, 1 de marzo de 2010

El Estado Natural - III


Espaciosidad

Desapego, libertad y espaciosidad son términos sinónimos. El reconocimiento de la espaciosidad inherente a nuestras actividades mentales es sumamente importante en todas las áreas de la vida. Para ello, se recomienda comenzar tratando de percibir el espacio que hay entre los pensamientos y, a partir de ahí, el espacio que se cierne no sólo entre nuestras sensaciones y nuestras emociones, sino también el inasible espacio que hay dentro de ellas, el espacio que hay entre nosotros y las cosas, las situaciones y las personas. En ocasiones estamos demasiado encima de nuestras situaciones, preocupaciones, en suma, de nosotros mismos y sólo sabemos ver las cosas desde una perspectiva constreñida, agobiante, en una atmósfera irrespirable. Nos parece que no tenemos la opción de contemplarnos a nosotros mismos desde diferentes distancias y posiciones, sino tan sólo desde una misma posición.

Por otro lado, también es importante que la contemplación-meditación sea espaciosa en lugar de constreñirla de mil modos. A diferencia de otras tradiciones meditativas, el Budismo no aconseja concentrarse unilateralmente sobre el objeto meditativo. Por ejemplo, el Rajasamadhi-sutra, afirma que no hay que concentrarse unilateralmente sobre el objeto meditativo porque eso sólo consigue generar más actividad e inquietud mental.

Según las enseñanzas tradicionales del Budismo y el Bön, los dioses moran en estados de absoluto gozo más allá del pensamiento pero están tan identificados, tan apegados a esos estados, que no dejan ningún espacio entre ellos y el gozo que experimentan. Y, en el extremo opuesto, en los reinos inferiores de la existencia —infiernos, pretas, animales—, el sufrimiento es tan intenso y claustrofóbico que tampoco hay posibilidad de crear espacio entre la situación y uno mismo. En suma, en ninguno de ambos casos existe la suficiente distancia o el espacio adecuado donde pueda tener lugar una relación flexible con la realidad.

Asimismo, llenamos la espaciosidad natural con toda clase de máscaras personales y sociales, con sentimientos de apego y rechazo, con artefactos ideológicos y credenciales espirituales. No podemos soportar fácilmente la claridad y la desnudez de esa espaciosidad aparentemente vacía. Necesitamos atiborrar con nuestros prejuicios la claridad natural y dejar en ella la huella tiznada de nuestro ego, por más que la espaciosidad natural no se manche nunca.

En esa espaciosidad natural todo tiene cabida y nada se obstruye entre sí puesto que, en última instancia, todas las cosas, y también nosotros mismos, albergamos la misma esencia espaciosa y abierta. Aquí no pueden existir el mal ni el egoísmo, pues están basados en la estrechez y en la autolimitación. A la luz de la espaciosidad, nuestras preocupaciones y pasiones habituales pueden parecernos muy pequeñas y mezquinas. Por tanto, parece aconsejable cultivar ese sentido de espaciosidad tanto en la meditación como fuera de ella, porque esa espaciosidad no está limitada a ninguna situación específica sino que nos acompaña todo el tiempo.

Las seis paramitas clásicas del budismo Mahayana también pueden ser mejor comprendidas desde el punto de vista de la espaciosidad. Así, al dejar suficiente espacio, podemos cultivar la recomendable actitud de la paciencia porque nada hay más paciente que la absoluta receptividad del espacio. Obviamente, al dejar espacio, al percibir el espacio natural de los fenómenos, las situaciones y las personas también podemos ser sumamente generosos. ¿Y qué es la práctica de la ética y la moralidad sino saber dejar espacio entre nuestros objetos de apego o nuestras pasiones y nosotros mismos. Por su parte, la física moderna afirma que, a mayor vacío o espacio, mayor energía. Y la concentración trascendental se describe en los textos tradicionales como crear espacio entre la mente y el objeto de meditación. Por eso, en la meditación budista, se recomienda mantener algún tipo de espacio entre la conciencia y el objeto de meditación. Ese espacio también recibe el nombre de vigilancia. La falta de espacio implica no saber qué estamos haciendo porque estamos demasiado apegados, muy encima del objeto, tan apegados a él que no podemos discernir si estamos prestándole atención de la manera adecuada. La espaciosidad es sinónimo de apertura. Una meditación carente de apertura es una meditación constreñida, fanatizada, que sólo nos encierra más en nosotros mismos y en nuestros propios prejuicios.

En lo que se refiere a la última paramita —la sabiduría trascendental—, no sólo la inteligencia o la capacidad de tener en cuenta varios puntos de vista al mismo tiempo está relacionada con la cualidad de la espaciosidad, sino que también es la esencia de lo que se denomina vacuidad. Es más, en el contexto del Budismo Mahayana, para que todas esas actividades sean genuinamente “transcendentales” deben ser fusionadas con el espacio primordial del que estamos hablando, más allá de objeto, sujeto y acción.

En esa inmensa espaciosidad esencial caben la ignorancia y la sabiduría, el samsara y el nirvana. Cabe incluso Dios en cualquiera de sus infinitas manifestaciones o epifanías. No podemos albergar ninguna expectativa ni prejuicio sobre lo que es capaz de reflejar el amplio espejo de la apertura sin reservas de la mente despierta. La realidad está vacía de identidad definitiva, así pues ¿por qué no iba a poder manifestarse la divinidad en esa espaciosidad primordial? El budismo es no-teísta, pero eso no significa que sea ateo. Los dioses de los que hablaba el Buda y, en general, el hinduismo tradicional son entidades sutiles y muy poderosas dotadas de una vida increíblemente larga, pero no tienen nada que ver con el Dios de los filósofos y, mucho menos con el Dios de los místicos, que es la fuente misma del ser y no con ninguna entidad, suprema, eso sí, pero entidad al fin y al cabo. La solidificación no es el polo opuesto de la espaciosidad, puesto que la verdadera espaciosidad, al ser capaz de contenerlo todo, carece de contrarios. De modo similar, la libertad no es lo opuesto a la esclavitud, ni es un movimiento de reacción en contra de nada, sino nuestro modo de ser original, autónomo y auténtico.

La falta de libertad evoca la estrechez, la paranoia. Según la metáfora tradicional budista, esa atmósfera agobiante e irrespirable es el ambiente propio de los reinos infernales, donde el sufrimiento extremo no deja espacio alguno para descansar, ningún resquicio donde respirar. En el extremo contrario, los profundos deleites experimentados por los dioses —o por los grandes meditadores completamente apegados a sus excelsos estados de conciencia— tampoco les dejan el menor espacio para la duda, la reflexión, la libertad y el aburrimiento.

Porque libertad y espaciosidad también implican aburrimiento, períodos de discreta indiferencia. El tedio y la libertad van de la mano. Es la llamada “mente ordinaria” que —en palabras del maestro Lopön Tenzin Namdak— no es nada en especial. Es lo que hay a cada momento. Es tan ordinaria que se la suele despreciar. A este respecto, uno de los obstáculos que nos impide realizar nuestra verdadera naturaleza es la falta de confianza, es decir, el pecado consistente en no creer que nuestra naturaleza es intrínsecamente libre.

Buscamos el secreto y no comprendemos que el secreto somos nosotros. Aspiramos a la libertad y olvidamos que ya somos libres o, mejor dicho, que somos la libertad misma. Sin embargo, la libertad no es un tesoro que todo el mundo pueda tolerar. Hay libertades aparentes que no son sino esclavitudes encubiertas. La libertad o la liberación no se conquistan y tampoco pueden ser otorgadas por ningún maestro, doctrina o libertador externo. La libertad es lo que somos. Pero, ¿quién es capaz de soportar la indeterminación, la apertura, el espacio, el humor e incluso la inseguridad absoluta que son inherentes a la libertad y a la vida?

Libertad no significa hacer lo que nos venga en gana o lo primero que se nos pase por la mente sino tan sólo disponer del espacio suficiente como para poder adoptar una decisión, si es que esto resulta necesario. Libertad es lo opuesto a compulsión y precipitación. Libertad también significa no asignar etiquetas definitivas a las personas ni a los acontecimientos, es decir, no ser esclavos de nuestros propias perspectivas, juicios y prejuicios. Pero la libertad tampoco es indeterminación o carencia de forma y contenido, sino que es la posibilidad tanto de la forma como de la no-forma, de la determinación y de la indeterminación.

En el cristianismo se dice “La verdad os hará libres”, pero no se puede arribar a la verdad sin libertad, de modo que sólo la libertad trae la verdad o, mejor dicho, la libertad es la verdad. Pero la libertad no es ni una conquista ni un don. La libertad no está al final del camino, sino que es el reconocimiento desnudo y falto de temor de nuestra verdadera esencia.

La tradición refiere las claves de la conducta o la no-acción del dzogchen de un modo bastante lírico. Al principio, al igual que un ciervo herido, hay que cortar con cualquier tipo de dependencia material, emocional o intelectual y retirarse en soledad con el fin de evitar las experiencias que puedan entorpecer la contemplación, abandonando también toda expectativa concerniente al éxito o el fracaso en este empeño.

Posteriormente, cuando la contemplación es suficientemente estable, como el león que va de cacería por la selva sin temer el ataque de otras fieras, hay que ir al encuentro de las circunstancias positivas o negativas sin albergar esperanza ni temor alguno, con plena confianza en que uno es capaz de percibir la naturaleza esencialmente libre de todas las experiencias.

Asimismo, como el viento que sopla en el cielo con entera libertad, no hay que apegarse, externamente, a ningún objeto externo ni a las numerosas o escasas posesiones mientras que, internamente, debemos permitir que las experiencias internas fluyan libremente.

Al modo del espacio que carece de todo fundamento, no hay que buscar ningún soporte para la mente y tampoco aspirar a la ejecución de acciones específicas.

Por último, al igual que un loco, cuya mente no se halla sujeta a los convencionalismos, hay que sumergirse enteramente en la espontaneidad carente de ego que emana del estado de pura y total presencia de la cognición primordial.

De ese modo, haya reposo o movimiento, placer o dolor, alegría o tristeza, felicidad o sufrimiento, se debe permanecer siempre en el estado en el que todo se deja tal cual es. La acción del Dzogchen no se atiene, en consecuencia, a ninguna regla fija ni persigue ningún propósito preconcebido, sino que se adapta naturalmente a las necesidades del momento.

El yo es una superimposición efectuada sobre un flujo de imágenes mentales, conceptos y sensaciones más o menos sutiles, de manera que hay que dejar que el pensamiento sutil que sostiene la identificación del yo se relaje por sí mismo, al igual que el resto de pensamientos.

Existen estados meditativos de profunda calma mental carente de pensamientos burdos donde, sin embargo, todavía persiste la conciencia o el pensamiento sutil de que no hay presente ningún pensamiento. Así, una vez identificado dicho pensamiento sutil, debemos permitir que también se libere o se relaje en el estado natural de la mente. Lo único que hay que hacer —o mejor dicho no hacer— es no interferir para que todas las experiencias, incluidas la conciencia pura, el gozo, la conciencia-testigo y la ausencia de pensamientos, se relajen en el estado natural.

El pensamiento, la percepción, siempre son reconocidos en el instante posterior a su aparición. De ese modo, el reconocimiento de un pensamiento siempre se produce sobre la base del pensamiento o del momento de conciencia precedente. En ese sentido, el término tibetano drenpa se traduce muchas veces por "atención", pero también recoge el significado de memoria o de captación del pensamiento pasado inmediato y se define, en ese sentido, como: "El recuerdo constante de una imagen que es la reproducción o la proyección de lo que retiene la memoria" (Moonbeams of Mahamudra). Es decir, prestar atención significa observar al momento de conciencia inmediatamente precedente. Tal es así que Chögyam Trungpa titula "Recordar el presente" un capítulo de uno de sus libros, donde explica las técnicas de atención que se aplican en la meditación budista.

Dado que cualquier momento de conciencia se sustenta en el momento anterior, el pasado es inherente a la conciencia. De ese modo, la conciencia siempre necesita un momento pretérito sobre el que sustentarse. Todo momento de conciencia se apoya en el momento anterior. Si no existiese el momento de conciencia precedente no podríamos cobrar conciencia del momento presente. También podría decirse que, desde la perspectiva de la conciencia dual, el pasado siempre ha existido. Esta perspectiva, dicho sea de paso, aporta la base filosófica depara la doctrina budista de la reencarnación y de la afirmación de que el samsara —la rueda condicionada del nacimiento y la muerte— carece de un principio en el tiempo. Por eso, al abordar la aparente continuidad de la conciencia, es importante no olvidar que la conciencia se asienta sobre el pasado. Así pues, lo que consideramos como el presente no es sino la imagen inmediata del pasado. El verdadero instante o ahora carece de todo punto de referencia.

En el ámbito microscópico de la conciencia, donde el tiempo se descompone aparentemente en diferentes puntos-instantes, ocurre el fenómeno contrario —aunque con consecuencias ilusorias similares— al que tiene lugar cuando la luz procedente de una estrella recorre colosales distancias astronómicas, llegándonos su imagen cuando la estrella hace mucho tiempo que se apagó, por más que sigamos viéndola en el firmamento.


En el caso de los procesos mentales, por el contrario, la estrecha distancia existente entre los distintos momentos de conciencia y la gran velocidad a la que se desarrollan los procesos mentales, da lugar a la ilusión de la continuidad del pensamiento y, especialmente, a la continuidad o duración del pensador sin que, de hecho, podamos demostrar nunca ni en modo alguno que el pensamiento o el supuesto pensador estén dotados de verdadera existencia independiente.

De acuerdo al budismo, es la rápida sucesión de instantes de conciencia la que crea la aparente solidez o continuidad de los pensamientos y las percepciones y, en definitiva, la sensación de solidez espaciotemporal del pensador y de su realidad.

De ese modo, si la distorsión temporal de las grandes distancias astronómicas nos hace percibir en el cielo astros que hace miles de años dejaron de existir, la distorsión que tiene lugar en el intervalo microscópico que separa a los distintos momentos de conciencia, nos lleva a anticipar —o a superponer— la existencia de un yo que nunca llega a existir realmente sino tan sólo imaginariamente. El budismo sostiene en ese sentido que la realidad del yo —así como de cualquier fenómeno— es no-nacida.

Otra interesante noción, relacionada con lo anteriormente dicho, es la simultánea emergencia y desaparición de cada momento de conciencia. De ese modo, también es posible afirmar que el pensamiento que surge no es el pensamiento que parece permanecer ni tampoco el pensamiento que pasa o desaparece. Los objetos, los eventos, las experiencias, los pensamientos, no se disuelven ni desaparecen porque son no-nacidos y nunca llegan a ser, al menos no del modo en que nosotros los concebimos. Es lo que, en la tradición tibetana del mahamudra quintaesencial denomina la coemergencia de la ignorancia y la sabiduría. En el dominio relativo de la existencia no hay continuidad alguna sobre la que podamos establecer una identidad sólida y permanente. No podemos asentarnos ni fijarnos sobre ningún punto y, sin embargo, no dejamos de asentarnos y de tomar forma. No podemos saber si vamos o venimos, si estamos naciendo o muriendo. Nacer y morir, surgir y desaparecer, ignorancia e iluminación, son coemergentes.

El budismo afirma, en suma, que no se puede clavar un cuadro en una pared que está desmoronándose.



Fuentes:

Por Fernando Mora Zahonero
Enlace: http://yoganatural.blogspot.com/


El Estado Natural - II

Libertad: elogio de la no-acción

La no-acción, dejar las cosas tal cual son, relajar, disolver o autoliberar la mente, integrar la conciencia con el espacio, no concentrarse en nada, no reposar la mente sobre ningún objeto, son expresiones habituales en el contexto de la meditación Dzogchén, que tratan de presentarnos el llamado Estado Natural de la mente desde diferentes perspectivas. La no-acción constituye una noción capital que, como tantas veces se ha repetido, nada tiene que ver con la pasividad y la indiferencia ni tampoco con una mal entendida espontaneidad en la que uno se ve impulsado a hacer de manera irreflexiva lo primero que le viene en gana. La no-acción del Dzogchen es equivalente a lo que se conoce, en la tradición Taoísta y en la del Zen, como wei-wu-wei o "la acción sin acción". Del mismo modo que los esquimales distinguen hasta catorce matices de blanco, el dzogchen nos habla de diferentes tipos de no-acción como, por ejemplo, los distintos matices de la no-acción del cuerpo, la palabra y la mente. No se trata, pues, de un concepto plano, sino multidimensional.

¿Pero cómo practicar la no-acción? ¿Acaso no es una contradicción en los términos? La no-acción significa, básicamente, el descubrimiento de que la libertad es consubstancial al ser, es decir, que no es algo creado, fabricado o conquistado. La libertad no es una elección. No se trata —como explica el gran maestro Sardzha Tashi Gyaltsen— de hacer o de no-hacer, sino de que todo se libera igualmente en el estado natural de la mente. La no-acción también se denomina, en el contexto del dzogchen, la gran decisión carente de acción (Recordemos que una de las claves del dzogchen consiste en tomar una decisión profunda e inequívoca con respecto a la verdadera naturaleza de todos los fenómenos y la mente).

Las acciones condicionadas no pueden procurarnos la iluminación. Cualquier tentativa de liberarnos, de iluminarnos o, simplemente, de ser "mejores", nos aleja de lo que realmente somos. Mientras no percibamos a través del entramado del yo y de su falta de existencia independiente, todas nuestras actividades estarán motivadas por nuestro ego y, por tanto, sólo tenderán a alimentarlo y reforzarlo. No es que, en sí mismo, el ego sea negativo, pero siempre es mejor saber lo que uno lleva entre manos. A veces, es necesario alimentar al yo y, cuando está sobrealimentado, también conviene de vez en cuando dejarlo en ayunas.

Debemos recordar que el Dzogchen no es algo separado de lo que ya somos, que su contemplación no es una actividad especial de la mente y que la visión del mundo que propone no es superior ni inferior a otros sistemas meditativos y contemplativos.

Lo que caracteriza propiamente al llamado perfecto estado humano es la libertad. La libertad no consiste en llevar a cabo una determinada decisión y acción, sino que es más bien el espacio, la apertura o la flexibilidad que hacen posible la toma de cualquier decisión equilibrada. La libertad es la esencia del estado humano y, en consecuencia, según las distintas tradiciones espirituales, sólo los humanos tienen la posibilidad de alcanzar la verdadera libertad. Esto es así tanto en las religiones monoteístas como en el budismo y el taoísmo. Según el islam y el cristianismo, por ejemplo, hay ángeles que se hallan tan absortos en la contemplación divina que ni siquiera se han percatado de que la creación ha tenido lugar y, de ese modo, tienen vedado un amplio abánico de experiencias como, por ejemplo, la experiencia de equivocarse y desobedecer.

La libertad sólo es posible allí donde no hay temor. De acuerdo al Dzogchen, "la libertad no es lo opuesto a la determinación, sino a la compulsión, a la obligación de actuar". La libertad es consubstancial a la existencia. Todos los fenómenos —incluido el propio yo— se liberan espontáneamente por sí mismos. ¿Pero que quiere decir exactamente que se liberan por sí mismos? Hablando en términos relativos, significa que todas las experiencias internas y externas surgen, se mantienen y desaparecen en la base-de-todo, el Dharmakaya, la unión de vacuidad y claridad, que es la verdadera naturaleza de la mente.

En el contexto del Dozgchen, la llamada integración o liberación natural —que es sinónimo de no-acción— consiste en la comprensión de que no hay necesidad de eliminar, potenciar o alterar en modo alguno las posibles experiencias positivas o negativas ya que, en última instancia, todos los pensamientos, emociones, sensaciones y apariencias surgen y desaparecen simultáneamente en el estado natural de la base, como dibujos en el agua o nubes en el cielo. Todas las experiencias del cuerpo y la mente son reintegradas en el estado natural de la base.

La capacidad inferior se denomina "liberación de todas las experiencias mediante la pura atención" (gcer-grol) y se compara al encuentro con un viejo amigo. Cuando se descubre que la mente se distrae con algún pensamiento, emoción, sensación o apariencia, se retorna de inmediato a la contemplación y, sin dejarse arrastrar por esa experiencia, se ve cómo se disuelve por sí sola en la simplicidad y la claridad. Ese método también se compara con la acción de los rayos del sol, cuyo calor evapora el rocío matinal y, del mismo modo, se afirma que la intensidad del reconocimiento del rigpa es capaz de disolver en su verdadera naturaleza a las diferentes experiencias externas e internas.

La capacidad intermedia recibe el nombre de "liberación en el mismo momento de emergencia" (shar-grol) y se compara al cuerpo de una serpiente que se enrosca y desenrosca simultáneamente. En este caso, se comprende que tanto lo que se pretende liberar como el estado natural de la mente comparten la misma esencia —al igual que las olas y el océano—, constatándose de ese modo que las múltiples y variadas experiencias no son más que la mente misma.


El grado más avanzado de liberación natural recibe el nombre de "liberación espontánea" (rang-grol) y, en este caso, no transcurre lapso alguno entre la emergencia del pensamiento y su liberación en el estado primordial. Este grado de liberación natural se compara, alegóricamente hablando, al ladrón que entra a robar en una casa completamente vacía y también al fuego que acaba consumiendo todo lo que le sirve de combustible, una imagen en la que el fuego representa la comprensión profunda de la naturaleza de la mente mientras que los pensamientos, emociones, sensaciones y apariencias serían el combustible que alimenta las llamas de la sabiduría. De ahí que un conocido adagio budista aplicable a este particular rece así: "A mayor intensidad de las emociones conflictivas, mayor sabiduría".

La tradición sostiene que, primeramente, debe intentarse la liberación natural en el dharmakaya de los pensamientos, emociones, palabras y acciones positivas; a continuación, la liberación de las experiencias de carácter neutro; y, finalmente, también la liberación de los pensamientos, las emociones e incluso las palabras y las acciones negativas.

En el primer caso, se trata de no perder de vista la contemplación del estado natural mientras se llevan a cabo actividades positivas tales como visualizar a una deidad meditativa, recitar mantras, hacer postraciones, dedicar a todos los seres los posibles méritos de nuestras acciones, etcétera. Posteriormente, se debe intentar mantener el mismo estado contemplativo cuando se efectúan actos que no son considerados positivos ni negativos como, por ejemplo, andar, comer, dormir o hacer el amor. En tercer y último lugar, también debe tener lugar el reconocimiento del estado intrínsecamente libre de los pensamientos, emociones y acciones negativas como mentir, robar, cazar, etcétera.

Todas las virtudes y cualidades positivas, etcétera, se hallan incluidas en ese pequeño atisbo de apertura y espaciosidad, inseparable de la compasión y el amor. La medida de la sabiduría es la medida de nuestro amor que es el acto puro por excelencia, el acto de libertad más grande que le es posible al ser humano. El amor es el ser; amar es ser. Sólo donde no hay yo, puede haber verdadero amor. Por eso, la vacuidad del yo, el desapego, el amor y la compasión son indisociables. El amor es un don que no espera nada a cambio y que ni siquiera es consciente de sí mismo ni de que ama. Es confianza sin reservas, don sin expectativa...


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Fuentes:

Por Fernando Mora Zahonero
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El Estado Natural - I

Yoga natural

En contraste con otros métodos o técnicas meditativas, que implican esfuerzo, concentración, ejercicio de la voluntad, visualización, etcétera, el yoga natural que proponen en general el Budismo y el Bön y, en especial, la tradición del Dzogchén, se basa precisamente en la ausencia de esfuerzo y de cualquier tipo de concentración o meditación deliberada, tal como se entienden habitualmente dichos términos. El yoga natural se refiere, pues, a la plena relajación en nuestra verdadera naturaleza o en lo que la tradición tibetana denomina "estado natural".

En el yoga natural no tenemos que hacer nada en especial con el cuerpo, la respiración, o la mente, sino sencillamente relajarnos en nuestra propia condición. Si partimos de la base de que estamos sumidos en la ignorancia, cualquier cosa que hagamos será como dar palos de ciego. Por eso, es mejor abstenerse de manipular las situaciones externas e internas en la medida de lo posible. Sólo dejando tal cual son las olas de la mente, sin agitar el agua con más olas, podrá ésta aquietarse por sí misma. Y, si se trata de conocer cómo son las cosas y lo que somos nosotros mismos, la no-manipulación o la no-acción, es un requisito indispensable para ver las cosas tal cual son porque, cuando manipulamos o alteramos las situaciones y las personas, nos es imposible que se expresen tal como son. De ese modo, la no-acción es recomendable desde muchos puntos de vista.

Por supuesto que no se trata —como podría objetar algún crítico superficial— de abstenerse de toda acción porque tal cosa es manifiestamente absurda e imposible. El Dzogchen no pretende acabar con la acción y tampoco aspira a erradicar el pensamiento, sino que tan sólo afirma que la acción no está separada de la no-acción, que la palabra no está separada del silencio, que el pensamiento no esta separado del no-pensamiento. En esencia, tanto acción como no-acción, tanto pensamiento como no-pensamiento, son manifestaciones puras del potencial creativo de la base de la mente. La base es un término fundamental en el presente contexto, puesto que la comprensión fundamental del Dzogchen consiste en el reconocimiento de la base y de las manifestaciones de la base.

El enfoque contemplativo del Dzogchen se denomina propiamente no-meditación. De igual modo que no hay nada que hacer, tampoco hay nada en lo que meditar y, sobre todo, tampoco hay nadie que medite.

La esencia del Dzogchen consiste, pues, en tratar de no cambiar, alterar ni manipular nada, es decir, la no-acción y la no-meditación. Sin embargo, no se trata, insistamos nuevamente en ello, de un no-hacer premeditado o que uno se proponga de antemano sino de una relajación a la que se llega, por así decirlo, tras el completo agotamiento de todas las experiencias.

En ese sentido, la contemplación Dzogchen es el verdadero y profundo descanso que sólo puede acaecer una vez que se descubre al núcleo, la base o la esencia de todas las experiencias, incluida la experiencia del experimentador. Sin embargo, no se trata de un reposo o una relajación torpe u oscurecida, sino de una relajación completamente abierta, espaciosa y despierta. Es una relajación que no se opone a la tensión sino que la incluye en un espacio de conocimiento no limitado por condicionamientos de ninguna clase.

La palabra tibetana Dzogchen se refiere al verdadero estado —o el estado natural— de cada individuo y se halla compuesta por el término dzog (que, en tibetano, significa "perfección") y por el término chen (que quiere decir "grande"). El significado que nos transmite esta palabra es que todo es perfecto tal y como es. Somos completos, plenos y perfectos tal cual somos. No hace falta buscar nada fuera de nosotros mismos. No es necesario cambiar nada. La perfección se halla justo donde estamos en este mismo instante. El estado natural —la base de nuestro ser— posee todas las riquezas y cualidades imaginables. La motivación con la que muchas personas solemos relacionarnos con la espiritualidad refleja una actitud de profunda carencia y temor, como si a través de las llamadas prácticas espirituales fuésemos a conseguir algo que no poseyésemos ya. Esa actitud de carencia está en abierta oposición con el significado del término dzog, si es que hay algo que pueda estar en oposición al Dzogchen.

Por su parte, el término chen alude a la grandeza y vastedad del espacio primordial de nuestro ser, capaz de contenerlo todo sin verse afectado, aumentado ni disminuido en su esencia clara y transparente por ninguna experiencia positiva ni negativa. Todo tiene cabida en ese estado de plenitud intrínseca, más allá de sujeto y objeto, donde uno no posee nada ni es poseído por nada. Es tan grande, tan vasto, que en él caben toda clase de pensamientos y emociones, aunque nada pueda perturbarlo porque nada puede hacer mella ni dejar huella en su clara espaciosidad. Por eso, en la contemplación o no-meditación del Dzogchén no aspiramos a alcanzar estado concreto alguno porque nuestro propio estado puede ser todos los estados y ningún estado. No buscamos ser más positivos porque somos lo positivo y lo negativo y porque estamos más allá de ambos.

La esencia de la contemplación dzogchen es, como ya hemos señalado, la no-manipulación. De acuerdo con el significado del término dzog (que, recordémoslo una vez más, en tibetano significa grande, perfecto o completo) todo es perfecto tal como es. Por eso, no hace falta cambiar nada, ni corregir los pensamientos, ni establecer ningún juicio respecto a lo que simplemente sucede.

Lo que ocurre en la contemplación dzogchen no es ni bueno ni malo. No es mejor no tener pensamientos o lo contrario. Es inadecuado afirmar que la meditación ha ido mal o que, por el contrario, ha transcurrido bien. También es una superstición identificar la meditación con la introspección y cerrar los ojos como si con ese simple acto —aparte de poder relajar más o menos la vista— pudiésemos desconectarnos del mundo que nos rodea, por no hablar de nuestra propia mente. ¿Qué ocurre entonces con el resto de las puertas sensoriales? ¿Acaso cerramos también nuestros oídos, nuestro olfato o las sensaciones táctiles? Y lo que es más, ¿cerramos con ello la percepción interna de los pensamientos, sensaciones y demás? La división de la realidad en exterior e interior es otra de las sacrosantas asunciones que debemos poner entre paréntesis.

El objetivo del dzogchen no es crear nada nuevo, sino ver simplemente lo que es. No se trata de profesar ninguna filosofía determinada —ni siquiera la budista— sino tan sólo de limpiar las puertas de la percepción para que la realidad se revele por sí misma. No es recomendable partir de ningún presupuesto establecido. La meditación es un descubrimiento continuo. Como afirma el maestro Lopön Tenzin Namdak: "Nadie sabe lo que es la meditación, sencillamente medita".

El dzogchen no tiene que ver con una doctrina filosófica oriental ni es una práctica exótica de meditación sino que atañe únicamente a la misma naturaleza de lo que somos, el ser desnudo, puro y despojado de todas sus máscaras religiosas, culturales y personales. De hecho, los maestros tibetanos de dzogchen no cesan de repetir que esta contemplación no es una actividad especial, no más de lo que pueda ser cortar leña, acarrear agua o abrazar a la persona amada.


El espacio inconmensurable de nuestra verdadera naturaleza es capaz de contener tanto la actividad como la no-actividad, la palabra y el silencio y el pensamiento y el no-pensamiento. El estado natural —la unión de claridad y vacuidad— está más allá de la tensión y la relajación, de la distracción y la atención, del pensamiento y el no-pensamiento. Es un puro reconocimiento que no depende de nada. Ese estado no se halla en los libros ni en las escrituras, ni es una condición mística alejada de lo que ya somos ahora mismo, sino que es nuestra más íntima naturaleza. Lo único que hacen las enseñanzas y los maestros es señalar dicho estado, pero es cada individuo quien debe reconocerlo.

De ese modo, según mantienen las enseñanzas, la extrema proximidad y simplicidad de nuestra propia naturaleza también puede suponer un importante obstáculo que impida su reconocimiento. La tradición enumera cuatro obstáculos que pueden impedir el reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza.

En primer lugar, dada su más que íntima proximidad, nos resulta imposible percibir nuestra verdadera naturaleza. El estado natural es intrínseco a todos nosotros, pero no podemos reconocerlo del mismo modo que no podemos reconocer nuestro rostro si no es con ayuda de un espejo.

En segundo lugar, es tal la profundidad de ese estado que nos es imposible sondearlo o comprenderlo en modo alguno. En ese sentido, se afirma que la vastedad y la profundidad del reconocimiento del estado natural es la fuente de todas las enseñanzas.

En tercer lugar, el estado natural es tan sencillo y simple que no lo creemos. Esta enseñanza afirma que, para alcanzar la iluminación, basta tan sólo con permanecer en el estado natural sin cambiar nada, pero no podemos creerlo porque nos parece demasiado fácil.

Por último, se dice que la extrema bondad o el carácter absolutamente positivo del estado natural nos resultan insoportables. Una vez que se reconoce y estabiliza el estado natural, se percibe que todas las cualidades aparecen espontáneamente a partir de él. Por esa razón se afirma que su nobleza y bondad exceden la capacidad de nuestra mente condicionada.

Así pues, nuestra verdadera naturaleza, la esencia de la realidad, es absolutamente próxima, profunda, simple y positiva, y éstas son las nobles cualidades que constituyen, paradójicamente, los principales obstáculos que impiden su reconocimiento.


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Fuentes:

Por Fernando Mora Zahonero
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domingo, 28 de febrero de 2010

Tapihritsa y las Enseñansas del Dzogchén

Tapihritsa suele ser representado como un adolescente de dieciséis años, una figura blanca y translucida como el cristal, rodeada por una esfera de arco iris, con el cuerpo completamente desnudo, sin ornamentos de ningún tipo y sentado sobre un loto que se halla suspendido en medio del cielo. Ésta es la forma en que, según la tradición, se manifestó a su discípulo Gyerpunga. Al principio de cualquier práctica de dzogchen, en la tradición bön, siempre se lleva a cabo su invocación.

Según recogen las antiguas crónicas, Gyerpungpa permanecía en retiro en una pequeña ermita, protegido por un rico nómada, llamado Mergyungpo Yungdrung Gyaltsen. Ese rico benefactor se encontró con un niño aparentemente perdido y vestido de manera andrajosa quien, tras declarar que era huérfano, pidió trabajo afirmando que era capaz de desempeñar cualquier tarea. El hombre acogió al niño y le encomendó la misión de cuidar el ganado.

Cierto día en que el pequeño estaba buscando leña, el ganado se dispersó y, con la excusa de ir en su busca, arribó portando un gran hatillo de leña sobre su espalda a la entrada de la gruta donde se encontraba meditando Gyerpungpa. Dejando caer su carga de golpe, el niño comenzó a proferir toda clase de alabanzas pero también algunas palabras de crítica dirigidas al meditador quien, tras la sorpresa inicial, dudó de la elocuencia y sinceridad de las palabras del pequeño. Entonces, Gyerpungpa se propuso examinar más detenidamente al extraño niño efectuándole cinco preguntas, cuyas respuestas contienen la esencia de la enseñanza dzogchen. Las preguntas de Gyerpungpa fueron las siguientes:

—¿Quién es tu maestro? ¿Cuál es tu práctica? ¿Cuál es tu meditación? ¿Cuál es tu carga? ¿Y por qué llevas a cabo esta actividad?

Y éstas fueron las respuestas que dio Tapihritsa:

—Mi maestro es la visión ordinaria. Si la visión ordinaria no fuera el maestro, entonces, ¿quién fue el maestro del primer buda, Kuntuzangpo?

»Mi práctica consiste en permanecer libre de pensamientos discursivos. Puesto que no podemos fijar ningún pensamiento en la base-de-todo, las visiones conectadas con los pensamientos no constituyen la práctica real.

»Mi meditación abarca la totalidad de los fenómenos de los tres reinos de la existencia, puesto que el auténtico significado de la verdad última trasciende cualquier tipo de parcialidad.

»Llevo sobre mí la carga de los pensamientos porque, una vez que los deseos han sido agotados, deja de haber pensamientos discursivos y se comprende que todo es una ilusión.

»Mi actividad es el trabajo al servicio de todos los seres. Dado que felicidad y sufrimiento tienen un solo sabor, mi conducta es actuar con ecuanimidad hacia todos ellos.

Estas respuestas no aplacaron el escepticismo de Gyerpungpa, por lo que le propuso que al día siguiente ambos entablaran un debate en presencia del rey y, de ese modo, quien saliese derrotado se convertiría en discípulo del otro. Ante esta propuesta el niño profirió tres sonoras carcajadas y dijo:

—Los debates son un juego de ciegos, los tantrikas sólo crean ilusiones con la mente, los eruditos sólo emiten palabras vacías y carentes de sentido. No merece la pena perder el tiempo con todo eso.

En ese momento, Gyerpungpa reconoció que el niño debía de ser una emanación espiritual, un mahasiddha. Se quedó en silencio sin saber qué decir y, cuando miró al pequeño, ya no vio al huérfano harapiento sino una gloriosa visión de un joven de dieciséis años de edad suspendido en el espacio en medio de una esfera de arco iris, con un cuerpo puro como el cristal, transparente, desnudo y carente de adornos. Cuando Gyerpungpa ofreció al joven oro a cambio de sus enseñanzas, éste replicó:

—Yo soy Tapihritsa, si ofreces oro a los pájaros, ¿acaso lo aceptarán?

Gyerpungpa se mostró nuevamente de acuerdo y Tapihritsa le dijo entonces que le enseñaría a liberarse de todas las acciones sin dejar rastro, como los pájaros que surcan el cielo.

Mientras tanto el rico terrateniente, advirtiendo que el niño había desaparecido con el ganado, partió en su busca y llegó a la cueva donde pudo presenciar lo que estaba sucediendo. Entonces Gyerpungpa explicó a su benefactor que el pequeño huérfano era en realidad un gran ser espiritual. De ese modo, ambos hicieron ofrendas a Tapihritsa y se postraron ante él. Entonces, el joven suspendido en el vacío les transmitió una serie de enseñanzas esenciales, subdividas en: las cuatro cosas buenas, las cuatro cosas aplicables a la mente, las cinco prácticas, los cuatro adiestramientos relacionados con el estado natural y la triple confianza. Se considera tradicionalmente que cada sección de esta enseñanza responde, sucesivamente, a las preguntas iniciales formuladas por Gyerpungpa: ¿Quién es tu maestro? ¿Cuál es tu práctica? ¿Cuál es tu meditación? ¿Cuál es tu carga? ¿Cuál es tu trabajo?

Las cuatro cosas buenas
—Cuando la mente no se apega a las apariencias externas e internas, éstas se liberan por sí mismas. De ese modo, debemos permitir que el reconocimiento intrínseco —que está más allá de toda parcialidad o prejuicio— libere todas las apariencias, sin conceptualizarlas ni juzgarlas. Dejarlas estar de ese modo es la primera cosa buena.

»Cuando la meditación está libre de pensamientos (conceptos), la mente permanece en un estado de claridad espontánea que la mantiene a salvo de las experiencias descontroladas. Así pues, la segunda cosa buena es mantenerse al margen de las distracciones.

»En lo que a la conducta se refiere, ésta debe carecer de apegos y expectativas permaneciendo alerta y relajada. En ese caso, debemos desconectar directamente todos los juicios y conceptos y todas las apariencias que puedan ocurrir dejándolas tal cual son. De ese modo, la tercera cosa buena consiste en cortar de manera inmediata todos los apegos y conceptos que surgen.

»En lo que respecta al fruto o la meta, ésta no ha de ser buscada ni sepultada bajo nuestras expectativas, sino que todo emerge espontáneamente tal como es. Cualquier expectativa o ansiedad concerniente al futuro es liberada en su propia condición original de vacuidad. Este proceso de liberación natural es la cuarta cosa buena.

»Debes observar cuidadosamente todos estos tópicos concernientes a la visión, la meditación, la acción y el fruto para comprobar si representan el sendero de la claridad o, por el contrario, de la ausencia de claridad —concluyó Tapihritsa mientras permanecía suspendido en el cielo.

Tanto Gyerpungpa como el benefactor permanecieron en silencio. Después de un rato Tapihritsa añadió:

Las cuatro cosas aplicables a la mente
Ninguna actividad externa o interna puede mermar o agotar la Realidad Última (Dharmata) porque ésta se halla más allá de la práctica. No existe nada material ni substancial en la Realidad Última que pueda ser objeto de disminución o incremento. Por tanto, en la práctica, la mente debe permanecer en la misma condición de no-substancialidad (que es su naturaleza vacía).

No se puede llegar a conocer el Dharmakaya con la conciencia convencional ni con las actividades mentales, puesto que está más allá de todas las causas primarias y secundarias y eso también es aplicable a la mente. Por eso, hay que practicar manteniendo la mente más allá de causas y condiciones.

No se puede encontrar la mente cuando se la busca porque ésta carece de existencia inherente. Por consiguiente, hay que practicar sin perder de vista la ausencia de existencia inherente de la mente.

No se puede cambiar el Estado Natural por ningún medio y, por esa razón, hay que practicar manteniendo la mente en dicha inmutabilidad.

Debes examinar detenidamente estos tópicos para comprobar si se aplican o no a tu propia mente.

Las cinco prácticas
Dado que no existe ninguna parcialidad o unilateralidad (como la dualidad de yo y otro) en el Estado Natural, ¿acaso todas las visiones no surgen igualmente sin parcialidad? Por tanto, hay que practicar sin parcialidad o unilateralidad con respecto a nada.

Dado que no existe ningún aferramiento (en el Estado Natural) ni aprehensión de objetos externos, ¿acaso éstos no se liberan por sí mismos en la vacuidad? Por eso, hay que practicar sin apegarse a las apariencias, emociones ni pensamientos, y sin tratar de liberarlos (sino dejándolos tal cual son en sí mismos).

Dado que el estado natural carece de nacimiento o muerte, ¿no se sigue de ello que todas las visiones y apariencias que surgen en ese estado, emergen y permanecen en esa misma naturaleza que no es producida por nada? Por eso, hay que practicar sin tratar de incrementar ni mermar las apariencias.

Dado que el estado natural es inexpresable (e inaprensible mediante conceptos) ¿no sucede también que todas las apariencias emergen y permanecen en esa vasta expansión del espacio de una manera inefable? Por tanto, hay que practicar sin tratar de enfatizar ni de eliminar nada.

Dado que las apariencias y las visiones nunca se separan del estado natural desde el mismo principio, ¿no se sigue de ello que no hay necesidad alguna de unirlas a dicho estado? Por tanto, hay que practicar sin tratar de separar o de relacionar nada.

Debes examinar cuidadosamente estas cuestiones para ver si (las apariencias) surgen de la mente o no.

Los cuatro adiestramientos directos relacionados con el Estado Natural
Puesto que la mente no depende de largas sesiones de meditación y las oportunidades de éstas son muy escasas, debemos intentar permanecer en el estado natural allí donde nos encontremos y comprometernos a adiestrarnos directamente en dicho estado practicándolo sin dilación.

Puesto que en el estado del Gran Gozo no existen distracciones, debemos permanecer en el estado natural allí donde estemos y adiestrarnos directamente en esa disposición natural y practicar sin establecer diferencia alguna.

Puesto que el significado del estado natural es lo incondicionado, basado en el poder de la inseparabilidad (de apariencias y vacuidad), debemos permanecer en el estado de contemplación allí donde estemos, adiestrándonos directamente en la disposición natural (del estado de contemplación).

Puesto que en la esencia misma no hay nacimiento ni muerte (emergencia o cesación) sino que es un estado no producido por nada, debemos permanecer en el estado natural allí donde nos encontremos y adiestrarnos directamente en su contemplación.

Debes examinar cuidadosamente estos puntos para determinar si tu práctica es suficientemente estable o no.

La triple confianza
Cuando se comprende que el estado natural carece de existencia intrínseca, se tiene suficiente confianza para tomar una decisión irrevocable con respecto a todas las cosas.

Cuando comprendemos la inseparabilidad (de apariencia y vacuidad), tenemos la suficiente confianza para decidir que todo tiene un solo sabor.

Cuando se comprende que el estado natural carece de parcialidad (o juicios), se alcanza la confianza que está libre de todas las limitaciones.

Sólo aquel que posee estas tres confianzas puede llamarse practicante del dzogchen.

Al concluir, Tapihritsa les dijo que mantuviesen en secreto su enseñanza y añadió que, si no le olvidaban, volverían a encontrarse de nuevo. Luego desapareció en una masa de luz de arco iris. Cinco años después, Gyerpungpa se encontraba retirado en una isla situada en el lago Darok, cuando tuvo su segundo encuentro con Tapihritsa, quien se le apareció nuevamente rodeado de una masa de luz y le habló del siguiente modo:

—Has practicado lo que te he enseñado, de modo que te daré nuevas enseñanzas. Escucha con atención, esta enseñanza conduce a la liberación a los mejores de los seres humanos. Las tres importantes declaraciones que efectuaré ahora contienen la esencia de las ochenta y cuatro mil enseñanzas del Dzogchen y el Bön. Proceden del Dharmakaya, a través de los nueve seres iluminados y los veinticuatro maestros. Son las enseñanzas más importantes del Bön. Si no conoces esta enseñanza eres como un ciego tratando de guiar a otro ciego.

Entonces le transmitió todo lo concerniente a la visión última, una enseñanza contenida en el texto titulado Las Seis Lámparas.

A la postre, en su tercer y último encuentro Tapihritsa transmitió a Gyerpungpa las enseñanzas denominadas los Ocho Preceptos y los Veintiún Clavos [Zerbu]. El segundo capítulo de este texto se titula "El reconocimiento de la base de todo" y contiene algunos consejos para comprender la diferencia entre la mente y la naturaleza de la mente, para reconocer la base-de-todo (kunzhi) y para afianzar y desarrollar la experiencia de la contemplación. Merece la pena que nos detengamos en esas recomendaciones ya que contienen las claves de la contemplación dzogchen.

Según diferentes comentaristas, hemos de entender estos nueve métodos como una profundización creciente de la contemplación, puesto que siempre se trata, claro está, del reconocimiento, la familiarización y la completa integración del cuerpo, la palabra y la mente con el estado natural.

Renunciar a las distracciones mediante los tres votos
Los tres votos se refieren al control de las acciones relativas a las tres puertas de cuerpo, palabra y mente (es decir, los movimientos del cuerpo, el habla o la respiración y los pensamientos). El primer voto consiste en no hacer nada en especial con el cuerpo. El segundo consiste en no hacer nada con la palabra ni la respiración —como repetir mantras o tratar de controlar la respiración de algún modo—, mientras que el tercero consiste en no hacer absolutamente nada con respecto a los pensamientos y las emociones.

Sin embargo, el mantenimiento de este triple voto no implica que debamos tratar de detener deliberadamente nuestras acciones físicas, palabras y pensamientos, sino que se trata más bien de descubrir el modo en que las acciones, las palabras y los pensamientos cesan por sí mismos de manera natural. Es como el descanso o el abandono que sucede al completo agotamiento cuando hemos efectuado un gran esfuerzo. Es el agotamiento que tiene lugar cuando constatamos que hemos llevado a cabo todas las actividades, palabras y pensamientos posibles.

En ese sentido, el maestro Drugyalwa Yungdrung aconseja que, para poner en práctica los tres votos y las tres relajaciones conjuntamente, debemos reflexionar primeramente sobre todas las acciones que hemos podido llevar a cabo con el cuerpo, la palabra y la mente desde el sin principio de los tiempos y, a continuación, preguntarnos adónde nos ha conducido todo eso. Aquí se incluyen tanto las acciones negativas como las positivas, puesto que todo acaba deviniendo inútil y convirtiéndose en causa de insatisfacción. Comprendiendo que no queda nada de todas esas acciones inagotables, palabras absurdas y pensamientos perturbadores, relajamos completamente el cuerpo, la palabra y la mente en la Gran Relajación, como un anciano que mira despreocupadamente cómo corren los caballos salvajes. Por esa razón, para acometer la contemplación del dzogchen, al principio es necesario poner fin a todas las actividades de cuerpo, palabra y mente, negativas, positivas o neutrales, incluyendo plegarias, mantras, concentraciones y visualizaciones.

Reposar la mente en la triple relajación
La liberación del cuerpo consiste en relajar todas las acciones del cuerpo en la no-acción, la liberación de la palabra consiste en relajar completamente el habla en el silencio, mientras que la liberación de la mente consiste en relajar todos los pensamientos y actividades mentales en el estado de no-pensamiento. Eso no significa, como decíamos en el apartado anterior, que debamos cortar deliberadamente nuestras acciones, palabras y pensamientos, sino más bien reconocer el estado de no-acción dentro de la acción, reconocer el gran silencio en el seno del sonido y reconocer el no-pensamiento en el mismo pensamiento.

Afianzar el reconocimiento de la base (rigpa) mediante los tres modos de permanencia (bzhag thabs gsum)
Hay que dejar ser las cosas sin esfuerzo mental alguno, hay que dejarlas ser tal como son en la Gran Naturaleza, hay que dejarlas ser sin intentar ningún ajuste ni cambio. Dicho de otro modo, hay que permanecer en la mente tal cual es sin cambiar el movimiento mental, permanecer en la esencia del estado natural y permanecer sin limitaciones en el estado natural. En suma, hay que dejarlo todo tal como es.

Cortar las tendencias kármicas mediante los tres no-seguimientos
No hay que seguir las acciones del cuerpo, la palabra o la mente, ni las posibles visiones que surjan, sino permanecer plenamente en el estado natural.

Sostener la continuidad y la familiaridad del rigpa mediante las tres cuerdas
Las tres cuerdas —o continuidades de la práctica— se refieren al afianzamiento de la contemplación y la familiaridad con el estado natural. La primera cuerda consiste en no distraerse con los pensamientos ni las visiones, sino mantener la contemplación continuamente. La segunda es no tratar de cambiar el estado natural, mientras que la tercera consiste en mantener la frescura de la contemplación.

Proteger la adulteración del significado mediante los tres ocultamientos
Primeramente, es muy recomendable practicar en soledad, ocultando el propio cuerpo como un animal salvaje que ha sido herido y permaneciendo centrado en el estado natural hasta que éste ha sido estabilizado. En segundo lugar, es mejor mantenerse en silencio como una lámpara dentro de una hornacina que el viento no puede perturbar. En tercer lugar, hay que proteger la mente sin seguir los objetos de los seis sentidos, permitiendo que la mente y los sentidos permanezcan en la base-de-todo (kunzhi), ocultos como la tortuga que se sumerge en las profundidades del océano.

Ejercitar la energía dinámica (tsel) del rigpa mediante las tres emergencias
Cuando la contemplación es suficientemente estable, debemos comenzar a integrar todas las acciones con el estado natural ejecutando primeramente pequeñas acciones, en las que podemos ejercitarnos sin perder la presencia del estado natural moviéndonos, recitando mantras u otras oraciones o generando distintos pensamientos, y constatando que el estado natural los abarca a todos. Las tres emergencias se refieren, más concretamente, a la emergencia de las diferentes acciones del cuerpo en el estado carente de acción, a la emergencia de las diversas manifestaciones de la palabra en el estado de silencio y la emergencia de los diferentes movimientos de la mente en el estado carente de pensamiento.

Relajarse en la no-dualidad mediante las tres liberaciones
Significa, básicamente, que independientemente de lo que hagamos, permanecemos siempre en el estado natural. En ese estadio, no es posible establecer diferencia alguna entre la mente y la naturaleza de la mente, entre el pensamiento y el no-pensamiento. De ese modo, todas las acciones del cuerpo se liberan o se disuelven en el estado sin acción del cuerpo, todas las palabras se liberan en el silencio y todos los pensamientos se liberan en el estado más allá del pensamiento. Por medio de esta triple liberación podemos comprender la igualdad fundamental que subyace tanto a la mente como a la naturaleza de la mente.

Mantener el resultado mediante los tres no-oscurecimientos
Una vez que se arriba a ese nivel de integración, las acciones no oscurecen el estado sin acción del cuerpo, las palabras no oscurecen el silencio y los pensamientos no oscurecen el estado natural más allá del pensamiento.




Tapihritsa es el maestro axial de la denominada tradición del Linaje Experiencial de Zhang-zhung, ya que su figura sintetiza todas las enseñanzas y maestros de este linaje. Es el maestro vigésimoquinto de la línea de transmisión que, comenzando con el buda Samantabhadra, pasa por Tönpa Shenrab y llega hasta el propio maestro de Tapihritsa, llamado Tsepung Dagpa Gyaltsen. Todos esos maestros alcanzaron la realización del cuerpo de arco iris, que supone la disolución del cuerpo físico en el momento de la muerte. Dagpa Gyaltsen es el responsable de la estructuración de las enseñanzas del Zhang-zhung Nyen-gyüd en los ciclos externo, interno, secreto y muy secreto. Se dice que, cuando Tapihritsa recibió estas enseñanzas, se retiró durante nueve años a una zona situada al este del monte Kailash, en una caverna cerca de Taruk, un gran lago salado, donde practicó hasta alcanzar la realización del cuerpo de luz de la Gran Transferencia, disolviendo su cuerpo físico en la vasta expansión del cielo sin dejar ningún resto tras de sí.

Hasta la aparición de Tapihritsa, los preceptos del Dzogchén eran transmitidos oralmente a un solo discípulo en la forma de upadeshas o instrucciones secretas. Sin embargo, a partir de Gyerpungpa Nangzher Lopo —una figura de indudable historicidad y coetánea de Padmasambhava y de otros importantes maestros indios y tibetanos—, estas enseñanzas comenzaron a ser recogidas por escrito, una medida ciertamente previsora pues en los años siguientes las enseñanzas del Bön serían objeto de implacables persecuciones. Posteriormente, en el siglo X, las enseñanzas fueron traducidas definitivamente al tibetano por el último maestro del linaje de la Transmisión Experiencial nacido en Zhang-zhung y de nombre Ponchen Tsenpo.

Pero, si bien Gyerpungpa Nangzher Lopo —principal discípulo de Tapihritsa— era un adepto avezado en la práctica del tantra y poseía numerosos poderes mágicos, no había alcanzado el siddhi supremo de la iluminación. Entre los poderes mágicos de Gyerpungpa se cuenta la capacidad —asociada a la deidad meditativa Meri, deidad tutelar de las enseñanzas del Zhang-zhung Nyen-gyud— de lanzar misiles mágicos. Además, Gyerpungpa no sólo era un gran erudito y practicante, sino que también era el sacerdote personal del rey de Zhang-zhung. En esa época —en torno al siglo VII d.C.—, el reino de Zhang-zhung estaba a punto de ser anexionado definitivamente al Tíbet bajo el gobierno del célebre rey budista Trisong Detsen.
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Según Platón, el conocimiento es un subconjunto de lo que forma parte a la vez de la verdad y de la creencia.
Integral Philosopher Michel Bauwens "Vision"