viernes, 13 de febrero de 2009

Conéctate al intento

“Fuerzas latentes, facultades y talentos cobran vida y te descubres por ti mismo como una grandiosa persona mucho más allá de lo que alguna vez hayas podido imaginar llegar a ser”.
Patanjali.

¿Por qué hago lo que hago? Si respondo a esa pregunta, en ese preciso instante puedo conectarme al intento y sentir la energía que me mantiene realizando lo necesario para lograr mi objetivo. Eso es a lo que yo llamo “El Poder del Intento”. El diccionario de la real academia española define la palabra ‘poder’ como capacidad para actuar. Y sí, eso es precisamente lo que se necesita para generar un resultado, ¡acción! Necesitamos hacer algo para producir determinado resultado, pero para hacer ese algo, necesitamos a su vez la energía que nos impulse y mantenga para hacerlo, y esa energía proviene de “El Poder del Intento”. ¿Cómo hago para que surja ese poder con su energía que me impulsa? Simple y mágicamente, mediante una pregunta que recomiendo hacerse con frecuencia: ¿Por qué hago lo que hago? Y al responderla, surge automáticamente el flujo de energía necesario para actuar. Por eso te quiero recomendar algo tremendamente poderoso: descubre tu misión, conéctate al intento y disfrutarás.
No sé lo que quieras lograr en tu vida, pero de que necesitarás energía para realizarlo, sin duda. Podrás tener acceso a toda la energía que necesites mediante tu capacidad para conectarte con la Fuente. Lo primero que debes saber es que la Fuente de esa energía es inconmensurablemente abundante, es infinita y está disponible para ti en todo momento. Lo único que necesitas es conectarte. La forma para conectarnos con esa Fuente es mediante un sincero deseo de corazón, y los deseos del corazón se llaman motivos. Los motivos son las causas que surgen dentro de nosotros mismos, directamente a través de nuestro corazón. Cuando te preguntas “¿Por qué hago lo que hago?”, pueden surgir dos clases de respuestas, motivos o razones. Los motivos son los deseos de tu corazón, mientras que las razones son causas ajenas a ti que haces obedeciendo lo que alguien más te pide que hagas. Todos nosotros hacemos cosas por ambas causas, motivos y razones. Sin embargo, solo la gente más feliz y realizada hace más cosas por motivos que por razones. Se trata de que inclines la balanza más hacia tu corazón y entonces el poder para emprender la acción con toda la energía necesaria, surgirá como hermosa consecuencia a través de ti. Es hasta entonces que comprendes que hacer las cosas obedeciendo razones hace que quizá logres terminar tareas útiles y productivas, pero solo hasta que haces las cosas responsabilizándote por tus motivos, descubres que estarás haciendo la tarea más importante de tu vida. La más. Y esa tarea, la más importante de tu vida, jamás te será asignada. El surgimiento de la tarea más trascendente de tu vida es privilegio de la Fuente interior, tus motivos, tus deseos de corazón. En las razones por las cuales haces lo que haces pueden existir errores en los resultados, pero en los motivos por los cuales actúas, cuando obedeces sinceramente los deseos de tu corazón, no existe índice de error; ahí todos tus resultados, sean como sean, son parte de la perfección hacia la cual estamos destinados todos. Cuando te conectas al motivo no hay error, cuando te conectas al motivo tus acciones tienen la hermosura que la perfección confiere y por ello lógicamente se te admira. Hace muchos años yo creía en esto, hoy lo sé, hoy vivo en la certeza de lo aquí expuesto.
Las razones por las cuales haces lo que haces siempre te las dirá alguien. En cambio, tus motivos nadie te los podrá decir, tú solo los debes encontrar. Y esa búsqueda es apasionante. Por supuesto que es mucho más fácil y cómodo hacer las cosas porque alguien nos dice que las hagamos, ahí hay comodidad, ahí podemos endosar responsabilidad y sentirnos exentos de ella, pero también ahí hay posible fuente de aburrimiento, ahí puede existir la cuna de la apatía con su máxima consecuencia: el vacío existencial. En cambio, la búsqueda y el encuentro de un motivo hace que tu vida tenga sentido, sientes que vives inmerso en un propósito, es cuando la energía que fluye a través de ti hace que quieras hacer las cosas, surge el poder de un deseo de corazón. “Surge”, esto es, pasa a través de ti. Cuando te conectas al motivo, la emoción por existir es lógica y hermosa consecuencia. Y no, no te estoy pintando un cuento de hadas, te estoy diciendo que esto existe en verdad. Hoy sé que existe otra realidad a la que nuestros 5 sentidos nos acostumbraron, hoy sé perfectamente que existe un campo de influencia y energía presente en todo de forma invisible como una realidad muy superior y a la que se puede acceder o llamar en tiempos de necesidad.
El intento surge a través de ti, es una fuerza, una energía universal. Esta energía es infinitamente creadora, es El poder del Intento. El intento es la fuente a la que los chamanes se conectaban para crear aparentemente de la nada. El gran maestro chamán de Castaneda, Don Juan Matus, le enseña esto: “Los chamanes llaman al intento cuando pronuncian la palabra intento en voz fuerte y clara. El intento es una fuerza que existe en el universo. Cuando los chamanes llaman al intento, les llega y les prepara el camino para sus logros, lo cual quiere decir que los chamanes siempre logran lo que se proponen”.
En nuestra primitiva cultura, cuando alguien habla de un intento se suele entender como el esfuerzo por realizar algo en virtud de lo que queremos, es tratar de hacer algo. Pero hoy, aquí y ahora, quiero que aprendas que el intento es verdaderamente una energía del universo así llamada y que puede fluir a través de nosotros tan solo si conectamos con ella. Algo importante es que podemos lograr cosas conectándonos al intento. Sé que esto no es facil de aceptar, pues el paradigma del ego es: luchar para obtener, sufrir para merecer. El Poder del Intento cambia este paradigma: conectarse para obtener, disfrutar para merecer. Lo único que tuve que hacer es conectarme al intento, comprender el poder de un deseo de corazón, vivir mi motivo y quitarme de en medio. Así las cosas empezaron a fluir en mi vida de una manera inexplicablemente mágica al principio, pero luego descubres la fuerza del intento chamánico aplicable a nuestros días. La clave para conectarse al intento, para atraer la poderosa fuerza chamánica del intento es: desprenderse del ego. El ego es lo que el mismo Juan Matus llama: “la instalación foránea”. Algo que no somos en verdad, sino que creemos o nos han hecho creer que somos desde afuera. Cuando el ser humano se desprende de las trampas del ego empieza a vivir quien verdaderamente es, de lo contrario viviría como lo que Carlos Castaneda concluyó en un diálogo que tuvo con su maestro: “…un ser que vive su vida de forma indirecta en términos de lo que debería ser”. Y no, no se trata de vivir así, de cómo debería ser, sino de ser simplemente quien en verdad somos, ahí es cuando uno se conecta al intento. Y es precisamente por esta razón que no todos tienen acceso a esta fuerza del universo. En el esfuerzo que hacen las personas por defender la idea que tienen de sí mismos es por lo que no se dan el tiempo y la inclinación para darse cuenta de nada.

El poder de un deseo de corazón con toda su energía proviene de conectarte al intento, el intento ahí fluye a través de ti y sorpresivamente empiezas a crear tu universo de la forma en que deseas. Para tener acceso a esta alta dimensión del ser, a esta espectacular experiencia de la vida, necesitas recorrer un camino perfectamente posible para cualquiera de nosotros, un camino de verdadero crecimiento interior con sorprendentes manifestaciones externas y que puedes iniciar mediante…

1. Saber que existe una fuerza en el universo que actúa en la creación de todo. Es fundamental que te des cuenta de que existe otra realidad muy diferente a la que has estado acostumbrado durante quizá toda tu vida, pero que esa misma realidad superior influencia a la que tus sentidos ven. El intento existe, esa fuerza del universo que afecta nuestra tercera dimensión. Hoy me sorprendo cómo he sido atraído recientemente mediante mis conferencias al estado de Sonora, viajando a Guaymas, Obregón, Hermosillo, todos los lugares donde caminó Carlos Castaneda en la búsqueda de Juan Matus. Hoy me sorprendo al suponer por qué fue precisamente en Guaymas mi primer curso público de manejo de energía, algo que nunca había hecho antes. Hoy sé por qué mi atracción hacia esos mágicos lugares. Hoy me estoy dando cuenta de que se necesitan chamanes del siglo XXI. Tú y yo tenemos la herencia y el legado de estos seres que habitaron nuestro México. Hoy debemos comprender la enorme dicha y oportunidad de conectar con su sabiduría y hacer uso de ella para el bien que estamos destinados a hacer. El primer gran paso es darse cuenta de que una realidad superior a la que estamos acostumbrados a percibir, existe. Una vez que sabes que existe, debes…

2. Saber que puedes conectarte con esa fuerza. Tú eres parte de esa fuerza del universo que crea constantemente. Eres capaz de unirte a esta poderosa fuerza y manifestar lo que desees de corazón en tu vida. Aquí me atrevería a planteártelo de otra forma diciéndote lo mismo: tú eres parte de Dios. Cuando te das cuenta de esta gran verdad, es cuando te puedes conectar a Él y co-creas por y a través de Él. Tengo la idea de que Dios, esta energía creadora y vivificante siempre está conectada con nosotros, siempre, pero nosotros haciendo uso de nuestro libre albedrío, podemos conectar con El o no. Una de las creencias que más te desconectan de Dios, de esta inconmensurable e infinita energía creadora, es la que algunas religiones dan: tu estás aquí y Él allá, tu eres el hijo y Él el Padre, tú aquí abajo y Él allá arriba, todas estas ideas que favorecen poderosamente la conciencia de separación. Y la conciencia de separación es útil para justificar la existencia de un mediador que te puede re-unir, apuntándose como la única via para volver a ligar lo que con sus creencias separó, y es así como entiendo que surge el papel de la religión. De hecho, la misma palabra ‘religión’ proviene de raíces que significan re-ligar, religión. En determinados estados de conciencia, la religión es extremadamente útil y buena, pero cuando avanzas hacia nuevos estados de conciencia comprendes que la religión es una institución mientras que la espiritualidad es una experiencia. Si te atreves a dar el brinco de conciencia, podrás eliminar la previa idea de separación e iniciarte en la conexión directa con la energía creadora del universo. Vamos, explico de nuevo así: Dios siempre está conectado con nosotros, pero nosotros no siempre estamos conectados a Él. Puedes conectarte con esta fuerza del universo y permitir que así fluya a través de ti creando milagros por, para y a través de ti. Estos son los momentos en que dejas de esperar un milagro y mejor te conviertes en uno. Claro que la pregunta se antoja: ¿Cómo me puedo conectar? Para ello, lo primero que debes hacer es…

3. Desprenderte de tu ego. Como ya te lo he dicho, nuestro ego, la instalación foránea, es la falsa idea que tienes de ti y que favorece constantemente la conciencia de separación. Palabras como mejor, superior, diferente, más, etc., son comunes en el lenguaje del ego, y todo ello favorece la separación. Así es imposible conectarte. Pero si decides desprenderte de tu ego, surge naturalmente tu verdadero yo. Ese ser que realmente eres está constantemente conectado con la Energía del universo, ese ser que en verdad eres, lo que yo identifico como tu espíritu, es la forma de conexión directa y pura con la Energía universal, con Dios. Para desprenderte de tu ego se requiere un cambio profundo en tu estado de conciencia, para ello escribí todo un libro que con amor y respeto te recomiendo encarecidamente, el más extenso que he escrito hasta el momento, llamado: El verdadero éxito en la vida. Abre la puerta que te lleva más allá del ego. Ya son muchas las personas que me escriben diciéndome cómo les ha transformado la vida este libro. Igual que a mí. Se cambia de la necesidad de ganar y competir a la dicha de vivir en paz y compartir. Se cambia del miedo al amor, del odio al perdón, del control y dominación a la tolerancia y aceptación, de la maldad a la bondad. En una palabra, de la oscuridad a la luz. Todos los seres humanos estamos destinados a ese cambio. Solo que algunos deciden iniciar ya y otros todavía no. Pero una vez que decides desprenderte de tu ego, cuando decides identificarte plenamente con tu espíritu, descubres sorprendentemente que tienes…

4. El poder de un deseo de corazón. En este nivel, conectado ya con el motivo, descubres asombrosamente que tu fuerza de voluntad es mucho menos efectiva que tu imaginación, misma que es precisamente tu puerta de entrada al poder de un deseo de corazón. Durante años nos acostumbraron a creer que para lograr las cosas se requería de fuerza de voluntad acompañada de una férrea disciplina. Pero luego te das cuenta de que no es así y que de hecho, la fuerza de voluntad ya poco cuenta. Descubres que lo único que necesitas para obtener algo es simple y sencillamente desearlo, y se aparece. Empiezas a darte cuenta de que todo aquello que imaginas se te cristaliza frente a ti, empiezas a descubrir tu poder para manifestar, empiezas a llorar de la emoción al ver lo que eres capaz de crear en beneficio de los demás. Surgen fuerzas latentes, facultades y talentos cobran vida, y te descubres por ti mismo como una grandiosa persona mucho más allá de lo que alguna vez hallas podido imaginar llegar a ser, tal cual lo afirmó Patanjali, un gran pensador de la antigüedad y gran maestro de Yoga mental. Cuando vives la gran facilidad para ser feliz manifestando lo que tus deseos de corazón querían en verdad, vives asombrado de esta Nueva Conciencia que nunca pensaste existiera y solo resta mantenerse en esta dicha y felicidad cuando continuamente…

5. Agradeces. Es la más lógica consecuencia luego de lo que has sido capaz de experimentar. No se puede hacer otra cosa que agradecer infinitamente a la vida, a Dios, a todo y a todos, por la oportunidad de estar vivos y en esta vida haber tenido el tiempo de darse cuenta de que se trata precisamente. Se agradece la iluminación. Todos vamos hacia allá. Solo que algunos ya se dieron cuenta y hacen algo para lograrla. Vale la pena. A todos los seres humanos les llega su momento de despertar, y tan solo espero que Nueva Conciencia favorezca el tuyo. Agradezco la oportunidad que me das al leerme, agradezco la inspiración que llegó a mí para escribirte, agradezco la oportunidad de estar vivos en forma de humanos para encontrarnos aquí. Verás que pronto, al agradecer todo lo que llega a ti y fluye a través de ti para los demás, te transforma en alguien amable. Y amabilidad dada es amabilidad recibida. Y ahora esa misma amabilidad en la que te has convertido deseas agradecerla. Se cierra un hermoso círculo virtuoso.

He llegado a pensar que en esencia nosotros no hacemos nada, todo se hace mediante el Poder del Intento, mientras nosotros podemos elegir tan solo la divina experiencia de ser testigos. Es cuando se comprende que la forma más eficiente de hacer es el no hacer, esto significa cuando no hacemos con nuestro ego, sino que permitimos que se haga a través de nosotros al conectar con el intento, el intento hecho energia creadora y divina.

“Vende tu inteligencia y compra perplejidad;
la inteligencia es mera opinión, la perplejidad intuición."
Jelaluddin Rumi. Masnavi

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Patanjali Inspiration





miércoles, 11 de febrero de 2009

Las Alas del Intento

"No necesitamos que nadie nos enseñe brujería, porque en realidad no hay nada que enseñar. Lo que necesitamos es un maestro que nos convenza de que existe un poder incalculable al alcance de la mano, escondido dentro de nuestro ser, y que podemos alcanzarlo. Una vez que lo alcancemos, empezamos a ver, es decir, a percibir algo más, no como una cosa de la imaginación, sino como algo real y concreto. Y después comenzamos a saber de manera directa, sin tener que usar palabras... Es una percepción acrecentada, un conocimiento silencioso..."
Don Juan Matus

En el universo hay una fuerza inconmensurable e indescriptible que nos hace percibir y que los brujos llaman intento, con la cual absolutamente todo cuanto existe está enlazado mediante un vínculo de conexión. La brujería de don Juan podría definirse como el proceso de limpiar, desempolvar nuestro vínculo con el intento.
Carlos Castaneda nos introduce al enigma del espíritu que es la maestría del intento.

En Relación con las Metas

Es casi imposible definir el intento. Es una fuerza abstracta del universo que lo guía todo. Los seres humanos somos maestros en manipular el intento. El intento es el lado activo del infinito y sobre sus alas podemos navegar y adentrarnos en el mar oscuro de la conciencia.
Movernos sobre las alas del intento quiere decir tomar decisiones sin ninguna duda y sin remordimiento. Según los chamanes del México antiguo los seres humanos no toman decisiones sino que llevan a cabo las decisiones que la sociedad ha tomado por ellos.
"La auto confianza del guerrero no es la auto confianza del hombre corriente. El hombre corriente busca aprobación en los ojos del que lo mira y llama a esto auto confianza. El guerrero busca impecabilidad a sus propios ojos y llama a esto humildad. El hombre corriente está atado a sus semejantes, mientras el guerrero solo está atado al infinito".
La atención da energía y la intención transforma. Cualquier cosa a la que prestemos atención crecerá con más fuerza en nuestra vida. Cualquier cosa a la que dejemos de prestar atención, se marchitará, se desintegrará y desaparecerá. Por otra parte, la intención estimula la transformación de la energía y de la información. La intención organiza su propia realización.

El acto de dirigir la intención sobre el objeto de la atención desencadenará una infinidad de sucesos espacio-temporales orientados a producir el resultado buscado. Esto se debe a que la intención, dirigida sobre el campo fértil de la atención, tiene un infinito poder organizador, lo que significa poder para organizar una infinidad de sucesos espacio-temporales, todos al mismo tiempo.

La intención es el verdadero poder detrás del deseo. La sola intención es muy poderosa, porque es deseo sin apego al resultado. El solo deseo es débil, porque en la mayoría de los casos es atención con apego.

La intención combinada con el desapego lleva a una consciencia del momento presente centrada en la vida. Y cuando la acción se realiza teniendo consciencia del momento presente, su eficacia es máxima. La intención mira hacia el futuro, pero la atención está en el presente. Mientras la atención esté en el presente, la intención hacia el futuro se cumplirá porque el futuro se crea en el presente. Aceptemos el presente y proyectemos el futuro. El futuro es algo que siempre podremos crear por medio de la intención desapegada.

El pasado es recuerdo, memoria; el futuro es expectación; el presente es consciencia. El tiempo es el movimiento del pensamiento. Tanto el pasado como el futuro nacen en la imaginación; sólo el presente, que es consciencia, es real y es eterno. Es la potencialidad para el mundo del espacio y del tiempo, la materia y la energía. Cuando nos liberamos de la carga del pasado, la acción en el presente se convierte en suelo fértil para la creación del futuro.

La intención, apoyada en esta libertad indiferente del presente, actúa como catalizador para la mezcla correcta de materia, energía y sucesos espacio-temporales para crear cualquier cosa que deseemos.

La intención focalizada es la atención que no se aparta de su propósito. Tener una intención focalizada significa mantener nuestra atención en el resultado que perseguimos, con un propósito tan inflexible que impida completamente que cualquier obstáculo consuma o disipe la concentración de nuestra atención. Se eliminan de la consciencia todos los obstáculos, de manera total y completa. Así podemos mantener una serenidad inconmovible, a la vez que mantenemos con pasión intensa el compromiso con nuestro objetivo. Este es, simultáneamente, el poder de la consciencia sin apego y la intención focalizada.

Aprendamos a aprovechar el poder de la intención, y podremos crear cualquier cosa que deseemos. Al seguir los cinco pasos para poner en práctica la Ley de la Intención y el Deseo, la intención generará su propio poder:

1.- Entremos en el espacio de la consciencia pura. Esto significa ubicarnos en medio de ese espacio silencioso que hay entre los pensamientos, entrar en el silencio, en ese nivel de sólo ser que es nuestro estado esencial.

2.- Una vez establecidos en ese estado de sólo ser, liberemos nuestras intenciones y nuestros deseos. Cuando uno está realmente en ese espacio, no hay pensamiento, no hay intención; pero cuando se sale de él - en esa unión entre el espacio silencioso y un pensamiento - es posible introducir la intención. Si tenemos una serie de metas, escribámoslas y concentremos nuestra intención en ellas antes de entrar en el espacio silencioso. Debemos entrar en el espacio silencioso con una intención, y así ella ya estará allí como una tenue llama vacilante en nuestra consciencia. Liberar las intenciones y los deseos en este espacio significa sembrarlos en el suelo fértil de la potencialidad pura y esperar que florezcan en el momento propicio. No es conveniente desenterrar las semillas de los deseos para ver si están creciendo, o aferrarse rígidamente a la manera como deberán desarrollarse. Lo único que hay que hacer es dejarlas libres.

3.- Permanezcamos en el estado de auto-referencia. Esto significa permanecer establecidos en la consciencia de nuestro verdadero yo, nuestro espíritu, nuestra conexión con el campo de la potencialidad pura. También significa no vernos a nosotros mismos a través de los ojos del mundo, o dejarnos influir por las opiniones o críticas de los demás. Una buena manera de mantener el estado de auto-referencia es no divulgar nuestros deseos; no compartirlos con nadie, a menos que la otra persona tenga exactamente los mismos deseos que nosotros y entre los dos exista una unión fuerte.

4.- Renunciemos a nuestro apego al resultado. Esto significa renunciar a nuestro rígido interés por un resultado específico y vivir en la sabiduría de la incertidumbre. Significa disfrutar cada momento de la jornada de la vida, aunque desconozcamos el desenlace.

5.- Dejemos que el universo se encargue de los detalles. Nuestras intenciones y nuestros deseos, una vez liberados en el espacio silencioso, tienen un infinito poder organizador. Confiemos en que ese infinito poder de la intención orquestará todos los detalles por nosotros.

Recordemos que nuestra verdadera naturaleza es el espíritu puro. Llevemos la consciencia de este espíritu a donde quiera que vayamos, liberemos suavemente nuestros deseos, y el universo manejará los detalles por nosotros.


Mi Talento Único

Es nuestra capacidad más importante, la que nos hace más valiosos. La usamos para nuestro crecimiento personal y para ayudar a los otros a crecer. Cuando estamos desarrollando esta actividad, perdemos la noción del tiempo. La expresión de este talento único nos introduce en un estado de consciencia atemporal.

Como Aplicar la Ley de la Intención y del Deseo:

l.- Haré una lista de mis deseos, y la llevaré a donde quiera que vaya. Miraré la lista antes de entrar en mi silencio y mi meditación. La miraré antes de dormir por la noche. La miraré al despertar en la mañana.

2.- Liberaré esta lista de mis deseos y la entregaré al seno de la creación, confiando en que cuando parezca que las cosas no están saliendo bien, hay una razón, y es que el plan cósmico tiene para mí unos designios mucho más importantes que los que yo he concebido.

3.- Recordaré practicar la consciencia del momento presente en todos mis actos. No permitiré que los obstáculos consuman o disipen la concentración de mi atención en el momento presente. Aceptaré el presente tal como es, y proyectaré el futuro a través de mis intenciones y mis deseos más profundos y queridos.

Los requisitos del intento

Don Juan dice que lo único que hizo con Castaneda fue que éste destruyera su imagen de sí mismo; esa es la única ayuda real que Castaneda recibió de Don Juan; si acaso, enseñarle que el mundo es algo más que lo que está ahí enfrente, y que el hombre posee inconmensurables poderes que no desarrolla. La brujería no es cuestión de palabras e ideas, es cuestión de actos y percepciones de energía.
Lo que requiere un aprendiz es tan sólo una mínima oportunidad de llegar a tener consciencia del espíritu; consciencia de que el mundo es un todo de energía y que el hombre es un "huevo luminoso" con un delicado capullo que contiene una mínima parte de la energía que hay afuera; que el hombre percibe "el mundo" a partir de que alinea la energía de afuera con la interior y que a eso se le llama "el punto de encaje"; que la importancia personal requiere un gasto extremo de energía para fijar el punto de encaje en un lugar determinado del capullo y que si reduce la importancia personal puede liberar energía, y que con esa energía liberada puede mover el punto de encaje y que a eso se le llama "intento", y que el intento es hacer que los comandos del Águila puedan dirigirse con intención propia; y que al hacer esto se crea un vínculo con el espíritu que puede lanzar al guerrero a la tercera atención, a consumirse en el fuego interno, a recibir el "don del Águila", a la libertad total, a la consciencia total; que para cada uno de estos niveles los nuevos videntes toltecas han elaborado, a partir de los conocimientos milenarios de los antiguos videntes toltecas, una estrategia que llamaron "el camino del guerrero" que, a su vez, tiene diversas técnicas, pero que la mayoría tratan por diversos medios de liberar la imagen que tiene el aprendiz de sí mismo y que no es otra cosa que mover el punto de encaje.
La Toltequidad es un viaje de retorno al espíritu, a lo abstracto, al conocimiento silencioso. La humanidad hace mucho tiempo tenía su centro en lo abstracto y el guerrero debe luchar inflexiblemente para regresar a él. Los guerreros y los hombres comunes no necesitan maestros, guías o ayudas. Todo empieza en ellos, está en ellos y termina en ellos. Lo importante es que el individuo esté consciente de sus posibilidades, que posea una disciplina férrea, que mantenga un esfuerzo sostenido y un intento inflexible. Su campo de batalla está en el mundo cotidiano y el enemigo a vencer es él mismo.
(Nuestros abuelos toltecas lo decían poéticamente a través de la lucha que debían entablar los guerreros tigres y águilas en la guerra florida, para hacer "florecer su corazón". Estos hombres de aquellas épocas se llamaban a sí mismos "la hermandad del Sol" o "la hermandad blanca". Eran los sostenedores espirituales del quinto Sol, los alimentadores del Águila-Sol, con su sacrificio espiritual.)
La imagen que tiene el hombre de sí mismo es lo que lo ha alejado de lo abstracto, del espíritu. El mundo de la imagen de sí mismo es el mundo de la mente, por cierto muy frágil. El mundo de la mente se sostiene por unas cuantas ideas claves que le sirven de orden básico y son ideas aceptadas tanto por el conocimiento silencioso como por la razón.
Cuando esas ideas fracasan, el orden básico se derrumba, dejando de operar.
Una de esas ideas claves es que somos un bloque sólido, que somos inmutables. La mente puede aceptar que nuestra conducta pueda cambiar, que nuestra forma de pensar y actuar también cambien; pero la idea de que podamos cambiar nuestro aspecto físico hasta llegar a parecer otra persona, no forma parte del orden básico de nuestra propia imagen. Cuando el guerrero tolteca altera o interrumpe este orden básico, el mundo de la razón se desploma.
Los seres humanos somos infinitamente más complejos y misteriosos -así como el mundo que nos rodea- que la más desarrollada fantasía que se pueda concebir. El problema de ser racional enfrenta muchas desventajas; en principio, porque el mismo hombre moderno no usa su racionalidad en toda su dimensión; bástenos ver el caótico mundo contemporáneo en el que vivimos, que dista mucho de llevarse en forma racional. Y, por otra parte, nuestra razón es muy limitada frente al inconmensurable misterio de la vida y del mundo. El hombre debería ser más humilde con su razón y usarla en forma más eficaz. La razón es muy frágil y limitada. Don Juan sostiene que la razón es un barniz, un baño de oro muy tenue sobre el hombre que, si se rasca levemente, se encontrará a un brujo.

Don Juan enseñaba una forma de romper el condicionamiento psicológico de la clasificación cognitiva, que nos mantiene aislados de nuestro origen. El mundo, tal como lo percibimos fue formado a priori, fue dado a nosotros.
La cosa más importante que Don Juan decía es que toda nuestra energía está comprometida en defender nuestro yo, todo nuestro esfuerzo se va en esto.
Estamos involucrados en defender nuestro concepto de yo-mismo desde hace tanto tiempo que ya no recordamos que un día empezamos a actuar así.
Es hora de que empecemos a averiguar por nosotros mismos. Empiecen a recapitular sus vidas, cualquier acción, cualquier evento, pera encontrar la "bisagra" que representa nuestra vida; nuestra bisagra es la forma en que nos relacionamos con la gente.
Cuando empecé a recapitular encontré que me relacionaba con el mundo como un bebé. Mi vida por entero no era otra cosa que una repetición incesante de este hecho. Don Juan me hizo recapitular mi vida y vi como la había desperdiciado defendiendo esa postura; fue un darse cuenta horrible, ya que todo lo que yo quería era encontrar a alguien que escuchara mi triste historia y me compadeciera.
Estas ideas de la importancia personal nos ciegan tanto que no podemos ver nada más; pero es posible sacar esas ideas de nosotros mismos.
Otra manera de permanecer ciegos, es pensar que la plenitud llegará cuando encontremos un compañero/a; podemos estar incluso casados y todavía seguiremos buscando algo que colme nuestras necesidades: "ella es sólo mi esposa".
Nosotros, los seres humanos, no queremos dar. Somos increíblemente egoístas, sólo queremos recibir. Los guerreros, videntes, naguales, aman sin preguntar, en este mundo o más allá, a cambio de nada. Nosotros no percibimos la importancia personal que gobierna nuestra existencia, si lo hiciéramos no trataríamos a nuestros cuerpos como lo hacemos. La idea del yo no es nuestra, es hora que nos deshagamos de ella. Don Juan nos dio una serie de premisas para que empecemos a ver qué nos ha ocurrido, que nos han hecho, no como una comparación, pero si como una investigación.
Una vez trabajé para un psiquiatra como asistente de investigación transcribiendo historiales de cintas. Él tenía unas tres mil. Cuando las escuché descubrí que todas eran yo, sus historias eran mis historias. Don Juan solía preguntarme cuál era mi peculiaridad para sentirme único. No había nada único en mí, había tres mil personas diferentes en esas cintas y todas ellas eran yo. La comprensión fue brutal para mí.
No hay nada único, pero sí hay algo mágico en nosotros, todos vamos a morir. Esto nos está destruyendo, ¿por qué adherirnos a este absurdo orden social que sólo nos guía a la destrucción? Afecto, amor, son una necesidad.
Si examinamos el orden social a través de nosotros mismos, veremos que no nos conduce a ningún lugar; observen el orden social no como una comparación pero sí como un examen.
Una comprensión total y veremos que el orden social no tiene significado ni finalidad. ¿Tiene realmente valor el dinero u otras cosas? ¿O es el imperativo biológico?
Recapitular es el camino para atacar a la importancia personal. Necesitamos la energía que nos provee un examen sin grietas, de nuestra liberada "mierda de caballo", nuestra importancia personal.
¿Drogas recreativas, éxtasis de San Pedro?, (planta alucinógena), esto no tiene ningún significado, el dopaje nos hace incapaces de soportar la presión. Don Juan usó plantas para curar y entrenar mi atención porque yo no tenía una pizca de ella.
En lugar de usar drogas para encontrar lo mágico de la vida, hay algo mejor: autodisciplina; es la única salida del orden social. Con autodisciplina podemos hacer maravillas.
El guerrero que es consciente de su muerte, es consciente de la trampa del orden social, y de la trampa de la importancia personal y la razón, y sólo quiere la libertad. La libertad es un salto a lo inconcebible.
La autodisciplina no es un concepto del catolicismo, es un fluido y libre gozo que viene de veinticinco horas de conciencia al día.
Estos son los modelos básicos de responsabilidad para un guerrero: no hacer preguntas estúpidas, no decir que no entiende o no preguntar por qué, no hay explicación racional. Si quieren conocer, tienen que probarlo, experimentarlo.

1.- Acepten la responsabilidad de que van a morir, y que la muerte no es negociable: todo lo que vive muere. Grábense esta idea y asuman la responsabilidad de que van a morir. Decirlo en voz alta es la fuerza primordial que obedece nuestro llamado y que nunca usamos. Díganlo en voz alta: "¡Quiero la responsabilidad de que voy a morir!" Esto debe ser dicho en voz alta, no puede ser pensado; el poder no es un lector mental.
Conforme progresen habrá un ajuste. Hagan que sus palabras sean finales. Un guerrero tiene la consistencia de cumplir su palabra. Comprométanse a hacer algo por una vez en sus vidas aunque eso suponga su muerte. Un guerrero muere por su palabra.
Decir algo en voz alta es misterioso y mágico, pero muy sutil; el grito alto y claro de nuestro intento es el secreto de los secretos. Háganlo.
Busquen en sitios desconocidos, no lo hagan débilmente. Asuman la responsabilidad de permanecer frente a lo ilimitado. El intento no responde a súplicas, si le suplican, los meará encima.
No importa, sólo con la primera premisa pueden tener una experiencia estupenda. Nunca hemos sido capaces de explicar con palabras solamente. Debemos demandar el término índice. Nosotros cargamos el mundo con nosotros; la respuesta debe ser construida y debemos aceptarla. Un guerrero debe parar justo aquí.

2.- La cosa más importante para un guerrero es expresar la responsabilidad de percibir. No tenemos objetivos, nada que esperar salvo la senilidad.
Todo es posible, somos verdaderos magos. Vayan al nivel más bajo y formulen el mundo que hay ahí. En lo más bajo está la muerte.
Soy un ser humano, por lo tanto soy sublime. Expresen el intento de ser algo más para curarse a ustedes mismos.
Cuando yo estaba enfermo simplemente salté. Hice lo que Don Juan me dijo, la enfermedad es simplemente una indulgencia, y yo amaba mi sufrimiento.
Cambiamos de canal expresando nuestro intento, entonces viene el manto de confianza.
La timidez y la rigidez son nuestros enemigos, no es razonable creer que las alas son el único camino para volar; hay otras opciones, búsquenlas, pregúntenle al ser que va a morir, pregúntenle al espejo, algo sucederá.

3.- La tercera premisa para un guerrero es el endeudamiento, ¿por qué ahora estoy endeudado con esto? Tienen que ser responsables de lo que se les ha dado, deben adquirir un nuevo equipo.
Al adquirir una nueva enseñanza somos responsables de eso, estamos endeudados para el resto de nuestras vidas, sólo algo fuera de nosotros puede cancelarlo. Somos responsables de ver qué nos sustenta, en pago nos volvemos libres; si lo rechazamos nos veremos enredados en esto.
Un ser que se va a morir asume las responsabilidades, sin esas responsabilidades, sólo somos egomaníacos.

Lo digo como testigo, he estado allí. He visto cosas increíbles. Son como lágrimas en la lluvia.


Alas

Alas, todos pedimos alas; pero ninguno
sabe arrojar el lastre en el tiempo oportuno...
A todos nos aqueja un ímpetu de vuelo,
una atracción de espacio, una obsesión de cielo;
tendemos nuestras manos codiciosas de lumbre
a la divina llama de la olímpica cumbre;
mas al hacer impulsos de volar, nos aferra
el misterioso lazo que nos ata a la tierra...
Un amor, un recuerdo, un dolor es bastante
para apagar las ansias de la pasión errante...
¡Oh, la cruz afrentosa, los efectos humanos!...
¿Cuándo desclavaremos nuestros pies, nuestras manos?
¿Cuándo sacudiremos la pesadumbre infecta?
¿Cuándo revestiremos la desnudez perfecta
de nuestro propio espíritu? ¿Cuándo daremos con
la ruta que nos marque nuestra liberación? ...
!Y pensar que no es fuerza desandar el camino¡ ...
Que sea cada cosa el escalón divino
que nos preste su apoyo para dar aquel salto
de todo lo que es hondo a todo lo que es alto;
sólo que es necesario esquivar, primero,
todo lo que es inestable, lo que es perecedero,
para tomar lo eterno, lo que no se consume,
el alma de la piedra y el alma del perfume,
hasta lograr, por último que vaya confundida
con nuestras propias almas el alma de la vida...
Alas, todos pedimos alas; pero ninguno
sabe arrojar el lastre en el tiempo oportuno...
¡Oh, la cruz afrentosa, los afectos humanos!
¿Cuándo desclavaremos nuestros pies, nuestras manos?
Poema de Enrique González Martínez
 


Las alas son para volar

..Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, me parece que sería penoso que te limitaras a caminar, teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.

- Pero yo no sé volar - contestó el hijo.

- Es verdad... - dijo el padre y caminando lo llevó hasta el borde del abismo en la montaña.

- Ves, hijo, este es el vacío. Cuando quieras volar vas a pararte aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo y extendiendo las alas, volarás.

El hijo dudó:
- ¿Y si me caigo?

- Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que te harán más fuerte para el siguiente intento - contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida. Los más pequeños de mente le dijeron:

- ¿Estás loco? ¿Para qué? Tu viejo está medio zafado... ¿Qué vas a buscar volando? ¿Por qué no te dejas de pavadas? ¿Quién necesita volar?

Los más amigos le aconsejaron:

- ¿Y si fuera cierto? ¿No será peligroso? ¿Por qué no empiezas despacio? Prueba tirarte desde una escalera o desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la copa de un árbol y, con coraje, saltó... Desplegó las alas, las agitó en el aire con todas sus fuerzas pero igual se precipitó a tierra...

Con un gran chichón en la frente, se cruzó con su padre:

- ¡Me mentiste! No puedo volar. Probé y ¡mira el golpe que me di! No soy como tú. Mis alas sólo son de adorno.

- Hijo mío - dijo el padre - Para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como para tirarse en un paracaídas, necesitas cierta altura antes de saltar.

Para volar hay que empezar corriendo riesgos.

Si no quieres, quizás lo mejor sea resignarse y seguir caminando para siempre.
Por Jorge Bucay

martes, 10 de febrero de 2009

La Masa Crítica (2) - "La Teoría de Los Campos Morfogenéticos"

El saber humano es el resultado de un largo proceso de aprendizaje de la humanidad, que no conoce principio. Sea cual fuere la aportación innovadora el individuo se apoya en un saber ya existente y lo prolonga: no otra cosa sucede en el saber sobre el tiempo". De otra manera, y con ánimo generalizador, John Archibald Wheeler expresa: "De algún extraño modo el universo es un universo participativo".
Juan Luis Martínez Ledesma
Profesor-Investigador de la
Universidad Autónoma
de la Ciudad de México


"La aproximación que estoy proponiendo es muy similar a la idea junguiana de inconsciente colectivo. La diferencia principal es que la idea de Jung se aplicaba principalmente a la experiencia humana y a la memoria colectiva humana. Lo que estoy sugiriendo es que un principio muy similar opera en todo el universo, no sólo en los seres humanos. Si el tipo de cambio radical de paradigma del que estoy hablando sigue adelante dentro de la biología –si la hipótesis de resonancia mórfica es siquiera aproximadamente correcta– entonces la idea de Jung de inconsciente colectivo se convertiría en una idea dominante: los campos morfogenéticos y el concepto de inconsciente colectivo cambiarían completamente el contexto de la moderna psicología."
Rupert Sheldrake

Cuando el libro de Rupert Sheldrake Una nueva ciencia de la vida apareció en Inglaterra, un editorial de Nature, la prestigiosa revista científica, le consideró "el mejor candidato a la hoguera que ha habido en muchos años", y sostenía que sería una pérdida de tiempo y dinero el contrastar sus conjeturas. El Dr. Sheldrake introdujo en este libro la teoría de los campos morfogenéticos, como él llama a los campos no-locales, aquellos no relacionados causalmente. Estos campos, según el investigador, permiten la transmisión de información entre organismos de la misma especie sin mediar efectos espaciales. Es como si dentro de cada especie del universo, sea ésta una partícula o una galaxia, un protozoo o un ser humano, existiese un vínculo que actuara instantáneamente en un nivel sub-cuántico fuera del espacio y el tiempo. Este vínculo es lo que Sheldrake denomina campo mórfico o morfogenético. Al tratarse de una transmisión de información y no de energía, ello no contradice la Teoría de la Relatividad. Por ejemplo, un roedor australiano puede conocer sin que exista transmisión material, simplemente por resonancia mórfica, algo aprendido por un roedor de su misma especie en Leningrado. Siguiendo con el ejemplo, si llevásemos desde Leningrado a Australia un enemigo natural del citado roedor, el pariente australiano del roedor reconocería al momento a su enemigo al igual que lo hacía su pariente ruso.

Rupert Sheldrake es uno de los biólogos más controvertidos de nuestra época. Sus teorías están revolucionando no sólo la rama científica de su campo sino que desbordan hacia otras disciplinas como la física y la psicología. Los científicos ortodoxos lo acusan de introducir la filosofía en la ciencia. En su libro "Una Nueva Ciencia de la Vida", Sheldrake toma posiciones en la corriente organicista u holística clásica, sustentada por nombres como Von Bertalanffy y su Teoría General de Sistemas o E.S. Russell, para cuestionar de forma tajante la visión mecancista que da por explicado cualquier comportamiento de los seres vivos mediante el estudio de sus partes constituyentes y posterior reducción de los mismos a leyes químicas y físicas.

Sheldrake, en cambio, propone la idea de los campos morfogenéticos, los cuales ayudan a comprender como los organismos adoptan su formas y comportamientos característicos. "Morfo viene de la palabra griega morphe, que significa forma. Los campos morfogenéticos son campos de forma; campos, patrones o estructuras de orden. Estos campos organizan no solo los campos de organismos vivos sino también de cristales y moléculas. Cada tipo de molécula, cada proteína por ejemplo, tiene su propio campo mórfico -un campo de hemoglobina, un campo de insulina, etc. De igual manera cada tipo de cristal, cada tipo de organismo, cada tipo de instinto o patrón de comportamiento tiene su campo mórfico. Estos campos son los que ordenan la naturaleza. Hay muchos tipos de campos porque hay muchos tipos de cosas y patrones en la naturaleza..."

La gran contribución de Sheldrake ha consistido en reunir nociones vagas sobre los campos morfogenéticos (Weiss 1939) y formularlos en una teoría demostrable. Desde que escribió el libro en el que presenta la hipótesis de la Resonancia Mórfica, en 1981, se han llevado a cabo numerosos experimentos que, en principio, deberían demostrar la validez, o invalidez, de esta hipótesis.

"La Teoría de Los Campos Morfogenéticos"

Todas las veces que un miembro de una especie aprende un comportamiento nuevo, cambia el campo morfológico o productor para la especie. Este cambio es, al principio, apenas perceptible, pero si el comportamiento se repite durante cierto lapso de tiempo, su resonancia mórfica afecta a la especie entera. La matriz invisible es un campo morfogenético, capaz de producir un efecto remoto tanto en el espacio como en el tiempo.

Esta sorprendente idea que ha introducido el científico inglés Rupert Sheldrake, pronto va a revolucionar muchos de nuestros conceptos fundamentales acerca de la naturaleza y la ciencia. Lanzó la hipótesis de que el universo no está funcionando de acuerdo a "leyes inmutables" sino más bien a modelos de hábitos creados por la repetición de ciertos sucesos en el tiempo.

Rupert Sheldrake propone en su libro "Una nueva ciencia de la vida" que todos los sistemas se regulan no por factores materiales o mediante energías conocidas sino que también por campos organizadores invisibles. Estos campos no tienen energía y sin embargo desempeñan un rol de producción de formas. Funcionan como si fuesen modelos para la forma y el comportamiento.

Según esta hipótesis sucede lo siguiente: todas las veces que un miembro de una especie aprende un comportamiento nuevo, cambia el campo morfológico o productor para la especie. Este cambio es, al principio, apenas perceptible, pero si el comportamiento se repite durante cierto lapso de tiempo, su "resonancia mórfica" afecta a la especie entera. La matriz invisible es un "campo morfogenético". Así por ejemplo, todas las veces que se genera un átomo, una molécula u otra "unidad mórfica", esta produce primero un "campo morfogenético" que regula todas las posteriores unidades del mismo tipo.La influencia del "campo morfogenético" produce un efecto remoto tanto en el espacio como en el tiempo. Aparentemente la forma no está determinada por las leyes físicas fuera del tiempo, sino depende de la "resonancia mórfica" a través del tiempo.

Según Sheldrake esta nueva manera de pensar nos lleva a un territorio para el cual no existe todavía un mapa. Parece ser la única esperanza para una nueva comprensión científica de la forma y organización en general y de los organismos vivos en particular.Muchos campos morfogenéticos se hallan tan sólidamente establecidos que ya no experimentan cambios. Así, por ejemplo, el primer átomo de hidrógeno ha sido la causa para que todos los subsiguientes átomos adoptasen la misma forma de comportamiento.

La evolución nos muestra la formación de nuevos campos morfogenéticos. El aparato genético, por ejemplo, se puede concebir como el mecanismo físico que recibe la información del campo morfogenético, en forma comparable a como recibe un aparato de radio o de televisión las señales invisibles.

La hipótesis explica muchos fenómenos enigmáticos en la investigación científica cuando ocurre un cambio en una unidad y sus efectos se trasladan vía los respectivos campos morfogenéticos a todos los campos existentes y a los que existirán en el futuro.

Ya que el sistema nervioso también está gobernado por campos morfogenéticos, la hipótesis de Sheldrake tiene poderosas implicaciones para la teoría del aprendizaje.Así, por ejemplo, se podría postular que si un número de ratas aprende a cumplir una tarea nunca antes realizada por ratas, entonces otras ratas en cualquier parte del mundo deberían aprender la tarea más fácilmente y en ausencia de cualquier tipo de conexión física o de comunicación.

En realidad, existe evidencia de que ocurre esta resonancia del aprendizaje. Ya en 1920, el fisiólogo McDougall encontró que generaciones sucesivas de ratas aprendieron a escapar de un laberinto especialmente diseñado más rápidamente que la primera generación. Incluso cuando las ratas procedían de crías de ratas con aprendizaje particularmente lento, persistía el efecto.

La aparición de un campo promotor apropiado puede ser facilitada por la resonancia mórfica procedente de animales o personas similares, o bien puede surgir un campo totalmente nuevo, no sólo por primera vez en la historia de un individuo, sino por primera vez en el mundo.

Sheldrake comenta la teoría de Jung del Iconsciente Colectivo. Si los recuerdos no se limitan a un almacenamiento en el cerebro físico, sino que nos llegan a través de "resonancia mórfica", la experiencia acumulativa de la humanidad bien podría incluir los arquetipos descritos por Jung.

La ciencia no necesita tampoco negar la posibilidad de la ocurrencia de fenómenos paranormales, ya que éstos pueden ser, en parte, explicables con la "resonancia mórfica".Un apoyo adicional de la teoría de Sheldrake se encuentra en el libro de Lyall Watson (Lifetide: The Niology of Consciousness). En este libro Watson relata el sorprendente suceso que pudo observar en una colonia de monos en una isla cercana al Japón.

El fenómeno observado por él puede explicar la manera de cómo algunos elementos mnésticos, ideas y costumbres se propagan por toda nuestra cultura. "Es posible" dice Watson "que si un número suficientemente grande, entre nosotros, cree que algo es cierto, esto se torne en verdad para todo el mundo".

La noción de "campos morfogenéticos" será particularmente bienvenida para los que creen en el efecto acumulativo de una idea sostenida por un número grande de individuos.

© Lola Hofmann
¿Qué es un campo morfogenético?

Los campos morfogenéticos o campos mórficos llevan información, no energía, y son utilizables a través del espacio y del tiempo sin pérdida alguna de intensidad después de haber sido creados. Son campos no físicos que ejercen influencia sobre sistemas que presentan algún tipo de organización inherente.

"La teoría de la causación formativa se centra en como las cosas toman sus formas o patrones de organización. Así que cubre la formación de galaxias, átomos, cristales , moléculas, plantas, animales, células, sociedades. Cubre todas las cosas que tienen formas, patrones o estructuras o propiedades auto-organizativas.

Todas estas cosas se organizan por sí mismas. Un átomo no tiene que ser creado por algún agente externo, se organiza solo. Una molécula y un cristal no es organizado por los seres humanos pieza por pieza sino que cristaliza espontáneamente. Los animales crecen espontáneamente. Todas estas cosas son diferentes de las máquinas, que son artificialmente ensambladas por seres humanos.
Esta teoría trata sistemas naturales auto-organizados y el origen de las formas. Y asumo que la causa de las formas es la influencia de campos organizativos, campos formativos, que llamo campos mórficos. El rasgo principal es que la forma de las sociedades, ideas, cristales y moléculas dependen de la manera en que tipos similares han sido organizados en el pasado. Hay una especia de memoria integrada en los campos mórficos de cada cosa auto-organizada. Concibo las regularidades de la naturaleza como hábitos mas que cosas gobernadas por leyes matemáticas eternas que existen de alguna forma fuera de la naturaleza"

¿Como funcionan los campos morfogenéticos?

Los campos morfogenéticos actúan sobre la materia imponiendo patrones restrictivos sobre procesos energéticos cuyos resultados son indeterminados o probabilísticos. Por ejemplo, dentro de un sistema dado un proceso físico-químico puede seguir diversos caminos posibles. ¿Qué es lo que hace al sistema optar por uno de ellos? Desde el punto de vista mecanicista esta elección estaría en función de las diferentes variables físico-químicas que influyen en el sistema: temperatura, presión, sustancias presentes, polaridad, etc, cuya combinación decantaría el proceso por un camino determinado. Si fuese posible controlar todas las variables en juego se podría predecir el resultado final del proceso. Sin embargo no es así, sino que el resultado final queda sujeto al azar convirtiéndose en un suceso probabilístico, algo cuantificable únicamente mediante análisis estadístico.

Pues bien, el campo morfogenético relacionado con el sistema reducirá considerablemente la amplitud probabilística del proceso llevando el resultado en una dirección determinada.

"Los campos mórficos funcionan, tal y como explico en mi libro, La Presencia del Pasado, modificando eventos probabilísticos. Casi toda la naturaleza es inherentemente caótica. No es rígidamente determinada. La dinámica de las olas, los patrones atmosféricos, el flujo turbulento de los fluidos, el comportamiento de la lluvia, todas estas cosas son propiamente indeterminadas, como lo son los eventos cuánticos en la teoría cuántica. Con el decaimiento del átomo de uranio no puedes predecir si el átomo declinará hoy o en los próximos 50.000 años. Es meramente estadístico, Los campos mórficos funcionan modificando la probabilidad de sucesos puramente aleatorios. En vez de una gran aleatoriedad, de algún modo la enfocan, de forma que ciertas cosas ocurren en vez de otras. Así es como creo que funcionan."

¿De dónde vienen los campos morfogenéticos?

Un campo morfogenético no es una estructura inmutable sino que cambia al mismo tiempo que cambia el sistema con el que esta asociado. El campo morfogenético de un helecho tiene la misma estructura que el campo morfogenético de helechos anteriores del mismo tipo. Los campos morfogenéticos de todos los sistemas pasados se hacen presentes para sistemas similares subsecuentes e influyen en ellos de forma acumulativa a través del espacio y el tiempo.

La palabra clave aquí es "hábito", siendo el factor que origina los campos morfogenéticos. A través de los hábitos los campos morfogenéticos van variando su estructura dando pie así a los cambios estructurales de los sistemas a los que están asociados. Por ejemplo, en un bosque de coníferas se genera el hábito de extender las raíces a mayor profundidad para absorber más nutrientes. El campo morfogenético de la conífera asimila y almacena esta información que es heredada luego no solo por ejemplares en su entorno sino en bosques de coníferas a lo largo del planeta a través de la por resonancia mórfica.


La Realidad es una Ilusión



La Masa Crítica (1) - "La Teoría del Centésimo Mono"

"Si el cerebro fuera tan simple que pudiéramos entenderlo, seríamos tan simples que no lo entenderíamos."
Lyall Watson


"Una vez se aprende a pensar en la vida de esta forma más amplia, una vez que se puede resistir a la vieja tentación de dividir las cosas en pequeñas piezas convenientes y totalmente artificiales, algunas zonas de este rompecabezas que llamamos vida empiezan entonces a ponerse en su sitio por propio acuerdo, estableciendo conexiones que, de otra forma, son muy difíciles de ver. Rompemos las viejas barreras de percepción y comprensión, como las divisiones –creadas por nosotros- que hacemos entre plantas y animales, divisiones que nos fuerzan a afirmar que la zoología y la botánica son disciplinas separadas, que exigen diferentes profesores y diferentes departamentos universitarios. Todo este asunto es ridículo"


"La Teoría del Centésimo Mono"

Lyall Watson escribió un libro llamado "Lifetide: The Niology of Consciousness". Allí relata un sorprendente suceso que ocurrió cuando experimentaba con una colonia de monos en una isla cerca de Japón:
"El mono, Macaca Fuscata, fue observado en su estado salvaje durante un periodo de mas de 30 años. En 1.952, en la isla de Koshima, los científicos empezaron a proporcionarle a los monos patatas dulces, que dejaban caer en la arena. A los monos les gustó el sabor de aquellas patatas dulces y crudas, pero hallaban poco grata la arena. Una hembra de 18 meses de edad, llamada Imo, vió que podía solucionar el problema lavando las patatas en el océano. Le enseñó el truco a su madre. Sus compañeros de juego también aprendieron éste nuevo método y también se lo enseñaron a sus madres respectivas. Esta innovación cultural fue aprendida gradualmente por varios monos ante la mirada de los científicos. Entre 1.952 y 1.958, todos los monos jóvenes aprendieron a lavar las patatas dulces para que fuesen más sabrosas. Sólo los adultos que imitaron a sus hijos aprendieron ésta mejora social. Otros adultos continuaron comiendo las patatas dulces sucias de arena. Entonces, sucedió algo asombroso. En el otoño de 1.958, cierto número de monos lavaba sus patatas dulces. Si bien se desconoce el número exacto de ellos. Supongamos que cuando el sol saló una mañana, había 99 monos en la isla Koshima que ya habían aprendido a lavar las patatas dulces. Supongamos también que aquella mañana, el mono número 100 aprendió a lavar las patatas. Aquella tarde, todos los de la tribu de monos lavaron sus patatas antes de comerlas. ¡La suma de energía de aquel centésimo mono creó, en cierto modo, una masa crítica y a través de ella, una eclosión ideológica! Pero fíjense. Lo más sorprendente observado por los científicos era que la costumbre de lavar las patatas dulces cruzó espontáneamente el mar.... ¡Las colonias de monos de otras islas y el grupo continental de monos de Takasakiyama empezaron también a lavar su patatas dulces!".

Como si el nuevo conocimiento se hubiese expandido por el aire, alcanzando a toda la especie...

Watson consideró que cuando el mono número X había aprendido, se completó la Masa Crítica, es decir, el número de monos necesario para que toda la especie adquiera de pronto el nuevo conocimiento o la nueva conducta. Esto le hizo suponer que en la evolución de las especies hay mecanismos diferentes de aquellos que intervienen en la selección natural, lo cual tiende a mostrar que esos mecanismos también inciden sobre la manera como ideas y costumbres se propagan por toda la especie humana. A esto se llamo "Teoría del Centésimo Mono".

Aunque el número exacto puede variar, el fenómeno del centésimo mono significa que cuando un número limitado de personas adquieren un nuevo conocimiento, un nuevo método o forma de ver las cosas, sólo es propiedad consciente de tales personas; pero existe un punto en el que con una persona mas que se sintonice con el nuevo conocimiento, éste se propagará por toda la humanidad.

De esto se desprende que una sola persona podría completar la Masa Crítica, y desencadenar un nuevo conocimiento para toda la humanidad.

¿Será usted el centésimo "mono"?

La siguiente teoría es controversial. Hay documentos escritos que parecen corroborarla y también hay quienes argumentan su falta de veracidad. Lo cierto es que el término de "masa crítica" proviene de la física y con él se define la cantidad de masa necesaria para que suceda o nó un fenómeno. Por ejemplo, para que el universo en expansión detenga alguna vez su expansión y vuelva a colapsar, es necesario que exista al menos una cierta cantidad de masa, que se denomina crítica.

Si un número suficiente de almas aprenden o comprenden que el Amor es lo más importante de la vida, ¿se imagina usted cómo cambiaría súbitamente la humanidad?...

Estos son algunos ejemplos de lo que podría ocurrir:

* No importaría raza, nacionalidad, religión ni clase social, y todos seríamos fraternales con todos.
* No existiría el dinero, porque como en una gran familia, todo se compartiría.
* No viviríamos todos aislados, temiendo al vecino, y pasaríamos a formar un gran "clan" fraternal.
* No existirían los ejércitos, entonces se podrían destinar los descomunales recursos que hoy se dedican a la guerra o la investigación bélica (para matar al hombre), al bien de hombre.
* Los avances científicos se pondrían a disposición de todos quienes los necesiten (y estén capacitados para manejarlos).
* Todos tratarían de ayudar a la humanidad con sus mejores talentos, y nadie querría "aprovecharse", porque quien comprende lo que es el Amor, es naturalmente justo.
* Nadie pasaría hambre, porque si faltase comida en algún lugar, la solidaridad humana haría llegar los alimentos necesarios; y lo mismo con respecto a todas las necesidades humanas.
* No se contaminaría el planeta con fábricas de artículos innecesarios.
* No se consumirían millones de horas dedicadas a superficialidades, tonterías o actividades dañinas, y todos trabajarían en lo que le hiciese falta de verdad a la humanidad.
* Se emplearía la tecnología para liberar al hombre de pesos innecesarios y mejorar su vida.
* Se dispondría de mucho más tiempo para dedicarlo a la cultura, el esparcimiento y el crecimiento interior.
* Se enseñaría un idioma mundial en todas partes, además de los propios de cada región, con lo cual se haría innecesario tener que aprender varios idiomas, y todos podrían comunicarse entre sí.
* No habría conocimientos secretos, egoístamente en manos de empresas o naciones, y todo pasaría al acervo cultural de la humanidad, a disposición de quienes lo necesiten.
* Nadie sería dueño de nada, pero todos podrían beneficiarse de todo.
* El hombre dejaría de vivir aterrorizado por el hombre, pues no habría delincuencia ni gobiernos delincuentes ni religiosos perturbados, porque ante el Amor, todo es bueno, claro y transparente.

¿Es necesario apoyar la difusión del Amor, para que más pronto se llegué al "centésimo mono" y se alcance la Masa Crítica?

¿O dejamos que todo siga igual?

Todos los problemas de nuestra sociedad son, en definitiva, nuestros propios problemas. Cuando hablamos de la corrupción y de la manipulación existente, cuando nos quejamos de la insolidaridad y de la injusticia, de las desigualdades, de la necesidad de más apoyo a los desfavorecidos, de la falta de ética, de diálogo y de comprensión, del no cumplimiento de los derechos humanos y de la inexistencia de democracia participativa, de la ausencia de honestidad y coherencia, de justicia y de igualdad… ¿cuántos de nosotros estamos libres de estas culpas?... Yo no.

Si asumimos a nivel personal, la frase " cambiar para crecer “, ¿por qué no creemos que, este mismo lema, hace falta también para cambiar nuestra sociedad?, ¿por qué no nos damos cuenta de que predicamos grandes principios ideológicos, que sin embargo no somos capaces de cumplir nosotros mismos en nuestra casa y en nuestra vida?, ¿cómo vamos a pretender un cambio de todo el sistema, sin empezar por nosotros mismos?.

Hoy, esta reflexión trata precisamente sobre cambios: ¿Importa que yo cambie, para que cambie la gestión política?.

Hay una teoría sobre el cambio que dice: “para que todo cambie, tiene primero que cambiar uno”, aunque muchas veces nosotros mismos hayamos hecho una reflexión a la inversa diciendo: “de qué vale que yo cambie, si el resto no lo hace”, y de esa manera nos justificamos para no esforzarnos en cambiar, permaneciendo todo como está.

Jung revolucionó el paradigma mecanicista de la psicología, recalcando la importancia del inconsciente por encima del consciente. Entendía el inconsciente como algo que iba mucho más allá de lo personal e individual; consideraba que existía un inconsciente colectivo, que es el mismo para toda la humanidad y que contiene la inmensa herencia psíquica de la evolución humana. Experiencias compartidas por los seres humanos en todas las épocas y que recogen una sabiduría común.

Al concepto de inconsciente colectivo se acerca también la idea de memoria genética que desarrolló el científico ruso Iván Efremov, según el cual, todo lo pensado, hablado y actuado por nuestros antepasados está grabado de alguna forma en el código genético.

En occidente, el primero que se acercó a este concepto fue el filósofo griego Platón. El registro akáshico proviene del término sánscrito “akasha” que significa éter: esa finísima sustancia que baña todo el universo. Los archivos en ese registro serían un espacio simbólico y parafísico, situado en el éter, en el que se recogerían todas las palabras emitidas y las acciones cometidas por los seres humanos a lo largo de los tiempos. Es la memoria del cosmos, la recopilación de la sabiduría universal, cuya naturaleza se extendería por todas partes, lo sostiene todo y lo irradia por todo el mundo.

Asimismo, el biólogo inglés Rupert Sheldrake lanzó la hipótesis de que el universo funciona de acuerdo a modelos de hábitos creados por la repetición de ciertos sucesos en el tiempo. Desarrolló la teoría de los campos morfogenéticos, que según el investigador, permiten la transmisión de información entre organismos de la misma especie, sin mediar efectos espaciales ni temporales.

A lo largo del tiempo, en muchas reflexiones sobre la transformación de la sociedad, distintos filósofos y pensadores han usado la forma de la pirámide, empezando el cambio desde su gran base hasta terminar en el punto del vértice; otros, en cambio, invirtiéndola, partieron del vértice para llegar a la gran base.

Vean la pirámide como quieran, pero yo hoy les propongo lo siguiente: sintámonos parte de esa pirámide y produzcamos los cambios, en nosotros mismos, por supuesto. Trataremos de ser mejores en todo, o mejor dicho trataremos de ser mejores; mejores padres, mejores hijos, mejores amigos, mejores ciudadanos, mejores trabajadores, mejores personas (más honestos, coherentes, generosos, comprensivos, solidarios y todas las cualidades que quieran añadir).

¿Y si probamos a ser cada uno de nosotros el centésimo mono para producir el cambio?..

Les invito a limpiar batatas…


Fuentes:
(1)

(2) Revista Digital San Borondón
El centésimo mono


Si solo crees lo que ves...conciencia de si


lunes, 9 de febrero de 2009

La importancia de la Naturaleza en la vida (2)

¿Qué es lo que llamamos Naturaleza sino un poema oculto bajo una escritura misteriosa?
Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling

Observa la sabiduría que se manifiesta en las palomas, en las flores, en los árboles y en toda la naturaleza. Es la misma sabiduría que hace por nosotros lo que nuestro cerebro es incapaz de hacer: que circule nuestra sangre, que funcione nuestro aparato digestivo, que lata nuestro corazón, que se dilaten nuestros pulmones, que se inmunice nuestro organismo y que curen nuestras heridas, mientras nuestra mente consciente se ocupa de otros asuntos.

Esta especie de sabiduría natural es algo que apenas estamos empezando a descubrir en los llamados "pueblos primitivos", tan sencillos y sabios como las palomas.

Nosotros, en cambio, que nos consideramos más avanzados, hemos desarrollado otra clase de sabiduría, la astucia del cerebro, porque hemos constatado que podemos perfeccionar la naturaleza y procurarnos una seguridad, una protección, una duración de la vida, una velocidad y un bienestar insospechados para los pueblos primitivos.

Todo ello, gracias a un cerebro plenamente desarrollado. El desafío que se nos presenta consiste, pues, en recobrar la sencillez y la sabiduría de la paloma sin perder la astucia de nuestro cerebro serpentino.

¿Cómo podemos lograrlo? Comprendiendo algo sumamente importante, a saber, que siempre que nos esforzamos por perfeccionar la naturaleza yendo contra ella, estamos dañándonos a nosotros mismos, porque la naturaleza es nuestro mismo ser.

Es como si tu mano derecha luchara contra tu mano izquierda, o tu pie derecho pisara a tu pie izquierdo: ambas manos o ambos pies saldrían perdiendo y, en lugar de ser creativo y activo y eficaz, te verías encerrado en un permanente conflicto.

Así es como está la mayoría de las personas en el mundo. Échales un vistazo: están como muertas, carentes de creatividad, bloqueadas, porque se hallan en conflicto con la naturaleza, tratando de perfeccionarse a base de ir contra las exigencias de la misma.

En cualquier conflicto entre la naturaleza y tu cerebro, trata de apoyar a aquélla; si la combates, acabará destruyéndote. El secreto, por lo tanto, consiste en perfeccionar la naturaleza en armonía con ella. Pero ¿cómo puedes alcanzar dicha armonía?

En primer lugar, piensa en algún cambio que deseas realizar en tu vida o en tu personalidad. ¿Estás tratando de forzar ese cambio en tu naturaleza a base de esfuerzo y de desear ser algo que tu ego ha proyectado? He ahí la serpiente en pugna con la paloma.

¿O te contentas, por el contrario, con observar, comprender y ser consciente de tu situación y tus problemas actuales, sin forzar las cosas que tu ego desea, dejando que la realidad efectúe los cambios de acuerdo con los planes de la naturaleza y no con tus propios planes?

Si es así, entonces posees el perfecto equilibrio entre la serpiente y la paloma. Echa, pues, un vistazo a algunos de esos problemas tuyos y de esos cambios que deseas que se produzcan en ti, y observa cuál es tu proceder al respecto.

Mira cómo tratas de provocar el cambio -tanto en ti como en los demás- a base de emplear el castigo y la recompensa, la disciplina y el control, la reprensión y la culpa, la codicia y el orgullo, la ambición y la vanidad... en lugar de hacerlo mediante la aceptación amorosa y la paciencia, la comprensión laboriosa y la conciencia vigilante.

En segundo lugar, piensa en tu cuerpo y compáralo con el de un animal en su hábitat natural. El animal nunca tiene exceso de peso, y sólo está en tensión antes de luchar o de volar. Jamás come ni bebe lo que no es bueno para él. Se ejercita y descansa cuanto necesita. No se expone más ni menos de lo debido a los elementos naturales (el viento, el sol y la lluvia, el frío y el calor).

Y ello se debe a que el animal escucha a su propio cuerpo y se deja guiar por la sabiduría del mismo. Compáralo con tu estúpida "astucia". Si tu cuerpo pudiera hablar, ¿qué diría? Observa la codicia, la ambición, la vanidad y el deseo de aparentar y de agradar a los demás que te hacen ignorar la voz de tu propio cuerpo, mientras corres tras los objetivos que te propone tu ego. Verdaderamente, has perdido la sencillez de la paloma.

En tercer lugar, pregúntate cuál es el contacto que tienes con la naturaleza, con los árboles, la tierra, la hierba, el cielo, el viento, la lluvia, el sol, las flores, las aves y demás animales... ¿Cuál es tu grado de exposición a la naturaleza? ¿Hasta qué punto comulgas con ella, la observas, la contemplas con asombro, te identificas con ella...?

Cuando tu cuerpo está demasiado alejado de los elementos, se marchita, se vuelve fofo y frágil, porque ha quedado aislado de su fuerza vital. Cuando estás demasiado alejado de la naturaleza, tu espíritu se seca y muere, porque ha sido violentamente separado de sus raíces.

© Anthony De Mello.
Fuentes:
"Una llamada al amor"
Meditación 13

Sanando al Planeta



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