Carl Gustav Jung
La gente se dedica a la meditación para descubrir su orientación psíquica, obrar un trabajo de transmutación o alquimia espiritual.
*El Proceso de Individuación, nombre dado por Jung a la tendencia innata de la psique humana a encontrar su centro, su Sí-Mismo, es un camino progresivo de autoconocimiento, de desvelamientos de las proyecciones que nuestro inconsciente personal emana de forma natural, lo que supone una recuperación consciente de tales proyecciones y, consiguientemente, un gradual mayor conocimiento de uno mismo. Y ese Proceso de Individuación conlleva igualmente ser consciente de la acción de los arquetipos psíquicos en nuestra vida en varias etapas.*
Por eso se hace psicoterapia y psicoanálisis, se analiza los sueños y se crea arte.
*Imaginemos la psiquis humana como una esfera enorme, con una superficie consciente llena de facetas con marcas y colores, rellena de contenidos inconscientes, y con un núcleo central que es el YO interior o sí-mismo. Imaginemos en ese núcleo anidando las verdaderas necesidades y posibilidades de "ser". Podemos decir que la creatividad es lograr conectarse desde la superficie con ese YO, con ese sí-mismo, con ese núcleo luminoso interior, y descubrir o escuchar lo que allí tenemos. Así de simple y así de difícil.
Como nos ha enseñado el psicoanálisis, una gran porción de nuestro psiquismo se mantiene alejado de la conciencia. El famoso inconsciente, que Jung diferencia entre inconsciente personal, generado por nuestra propia historia, nuestra propia vida, y el inconsciente colectivo que sería el heredado donde recibimos la experiencia acumulada de la especie. El mismo Jung define también el sí-mismo, como el centro de nuestro yo, pero el centro real, que abarca tanto el consciente como inconsciente.
Heidegger, desde la filosofía, en el análisis existencial que hace del humano en su obra "El Ser y el Tiempo" nos habla exactamente de lo mismo. También las escuelas espirituales de Oriente coinciden en esto. Podemos decir entonces, con fundamento, que en la psiquis humana se distingue ese yo esencial o sí-mismo, una especie de centro de gravedad del yo total. Es como la concentración de lo que somos.
Tanto el psicoanálisis como la filosofía existencialista nos dicen que en ese centro están concentradas las posibilidades básicas de cada uno, sintetizadas en una especie de misión a desarrollar. Se nace con una tarea a cumplir de acuerdo a las posibilidades, al momento y lugar. Esa tarea se construye a lo largo de la vida, con la capacidad innata; condicionada por la herencia recibida, por el momento del nacimiento, por el ámbito familiar de los primeros meses y finalmente por el ámbito que rodea en los primeros años. Todo esto forman las posibilidades que puedo, o debo desarrollar. Cuando en el discurso cotidiano nos referimos a "estar realizados", ambiguamente nos referimos a esta situación: Hacer lo que debemos hacer para sentirnos mas YO, o más auténticos. Heidegger habla del vivir propio y del vivir impropio. La existencia es propia cuando nuestro accionar está alineado con necesidades esenciales. Para sentirme auténticamente "yo" necesito conectarme con esas necesidades que son flechas indicando hacia donde y con qué. Es una linda manera de entenderlo, imaginarnos que desde ese sí-mismo parten flechas apuntando en varias direcciones, y la tarea como seres humanos consiste en descubrirlas, en conocerlas y luego realizarlas*
Por eso algunas personas estudian las cartas del tarot, se hacen el I Ching, bailan, tocan el tambor, se dedican al teatro, tratan de desentrañar el significado de la poesía y rezan oraciones. Por eso hacemos las cosas que hacemos.
Lo hacemos para recoger los huesos.
Después tenemos que sentarnos junto al fuego y decidir qué canción utilizaremos para cantar sobre los huesos, qué himno de la creación, qué himno de la re-creación elegiremos. Y las verdades que digamos constituirán la canción.
*El ser humano se compone de tres Fuerzas: el yo instintivo, el ego personal y el ser espiritual. El yo instintivo, es nuestra parte más primitiva, más material. Se trata de las fuerzas primarias de la vida, que luchan ciegamente por existir siguiendo unas pautas comunes con todas las formas vivientes. Se trata de un poder en bruto que se si no se le domina nos arrastra, nos consume e incluso nos destruye finalmente. Rige la vida y la muerte de todas las cosas materiales. Pero también es la materia prima energética que permite cristalizarse a las otras dos fuerzas. Nuestro yo instintivo es la individuación de una fuerza de la que somos inconscientes y que se extiende por toda la Tierra. Es la fuerza ciega y poderosa de la vida. Un poder gigantesco y eterno que en los arquetipos de la mitología universal se le ha denominado comúnmente como El Dragón. Ese monstruo temible, ese poder de la tierra, de la vida y de toda materia, vive también dentro de cada uno de nosotros y a veces incluso puede devorarnos. La parte instintiva del yo individual o personal siempre permanece conectada, en un nivel profundo, con la Fuerza Universal del Dragón. Y ahí hay un gran misterio. Es una cacería. Se trata de un tipo de cazador muy especial. No un cazador de pobres e indefensos animales, sino un cazador espiritual. Un cazador que llama a su espíritu para cazar. Un cazador que adiestra y se hace amigo de su yo instintivo. Un cazador que caza las manifestaciones negativas de su ego personal para que mueran y ese ego sirva al espíritu. Ese campo de caza es el universo. Ese campo de caza eres tú mismo, cuando comprendas que el universo y tú sois una misma cosa. *
* La parte de nuestro cerebro que es más primitiva es el hoy llamado cerebro básico, instintivo o reptiliano. Es esa parte en la que estoy mientras me ocupo de cosas puntuales: fregar, lavar o coser. Alojado en el tronco cerebral, es la parte más antigua del cerebro y se desarrolló hace unos 500 millones de años. Se encuentra presente primordialmente en los reptiles. Los reptiles son las especies animales con el menor desarrollo del cerebro. El suyo, está diseñado para manejar la supervivencia desde un sistema binario: huir o pelear, con muy poco o ningún proceso sentimental. Tiene un papel muy importante en el control de la vida instintiva. Se encarga de autorregular el organismo. En consecuencia, este cerebro no está en capacidad de pensar, ni de sentir; su función es la de actuar y hacer. En los seres humanos, esto incluye conductas que se asemejan a los rituales animales como el anidarse o aparearse. Se trata de un tipo de conducta instintiva programada y poderosa y, por lo tanto, es muy resistente al cambio. Es el impulso por la supervivencia: comer, beber, temperatura corporal, sexo, territorialidad, necesidad de cobijo, de protección... Es nuestro instinto funcional, territorial, responsable de conservar la vida y el que también, es capaz de cometer las mayores atrocidades. Nos sitúa en el puro presente, sin pasado y sin futuro y por tanto es incapaz de aprender o anticipar. No piensa ni siente emociones, es pura impulsividad. En el cerebro reptiliano se procesan las experiencias primarias, no verbales, de aceptación o rechazo. Aquí se organizan y procesan las funciones que tienen que ver con el hacer y el actuar, lo cual incluye: las rutinas, los hábitos, la territorialidad, el espacio vital, condicionamiento, adicciones, rituales, ritmos, imitaciones, inhibiciones y seguridad. Es el responsable de la conducta automática o programada, tales como las que se refieren a la preservación de la especie y a los cambios fisiológicos necesarios para la sobrevivencia. En síntesis: este cerebro se caracteriza por la acción. Su carácter más específico desde el punto de vista temporal es su adecuación al presente. Este primitivo cerebro es sobre todo como un guardián de la vida, pues en él están los mayores sentidos de supervivencia y lucha. Por su interrelación con los poros de la piel, los cuales son como una especie de interfase que poseemos con el mundo externo, es nuestro agente avisador de peligros para el cuerpo en general. Permite con rapidez la adaptación por medio de respuestas elementales poco complicadas emocional o intelectualmente. Esta conducta no está primariamente basada en consideraciones basadas en las experiencias previas ni en los efectos a medio o largo plazo. Es en este primer cerebro donde las adicciones son muy poderosas, tanto a algo como a alguien o a una forma de actuar. Sustenta una parte de la mente inconsciente, o subconsciente, donde se graba, se aloja y se desarrolla aquello que determina la mayoría de miedos y fobias que conforman la mente reactiva, la cual, en algunas ocasiones, lleva al ser humano a comportarse como un animal salvaje. Este es el cerebro que da origen a la Tríada del Instinto. *
* Todo ser es guiado por la voz interna. Esta voz es llamada instinto, impulso natural, sentimiento interior e intuición. Esta voz silenciosa es muy perceptible, en el corazón y no espera a que la consulten, sino que ella siempre anticipa el hecho y si no es oída, a veces es porque la voz de la mente, del deseo en el hombre la acalla. Tratar de oír esta voz y vivir sus consejos es elevarse sobre el ritmo; es eludir el sufrimiento y ver el ciclo abierto ante sí a cada momento. *
*
Seré veraz, pues hay quienes confían en mí.
Seré puro, pues hay quienes se interesan.
Seré puro, pues hay quienes se interesan.
Seré fuerte, pues hay mucho que sufrir.
Seré valiente, pues hay mucho que osar.
Howard Arnold Walter* Todos tenemos nuestra propia Leyenda Personal. Es aquello que siempre has deseado hacer.
Todos hemos estado en contacto con la propia Historia Personal; y esa información está presente durante la adolescencia y la primera juventud; cuando nada parece imposible y no tenemos miedo a soñar. Pero a medida que transcurre el tiempo, vamos cediendo terreno a otras voces; y una fuerza misteriosa trata de demostrarnos que es muy difícil o casi imposible realizar la Historia Personal. Entonces dejamos de creer en los propios sueños, de soñar y nos dejamos llevar por la rutina, las obligaciones y las cadenas que nos hemos labrado, olvidándonos que cumplir la Historia Personal es la única obligación de los seres humanos.
Reconoce los Ecos de tu Leyenda
Para ello, debes remitirte a las actividades y momentos plenos de su vida. Toma un tiempo para recordar todo lo que te gustaba y te gusta hacer, desde niñ@ hasta el presente. Date permiso para reconocer todo ello.
No necesariamente deben ser acciones con resultados tangibles: puede ser escuchar, contemplar, relajarse, mirar; e incluso las no valoradas por los otros, por no ser redituables o prácticas
No las juzgue con ojos de adulto. Busca las palabras claves que las definan
Anota todo lo que te viene a la memoria; aún las actividades que te parezcan triviales: pueden ser claves importantes, pues representan partes de tu vida y habilidades o recursos que pueden encontrar nuevas formas en el momento actual. Por ejemplo, cosas que anhelabas hacer, aunque no las haya concretado.
Escribe todo aquello que definas tus gustos personales, pasiones y elecciones. Deja que la memoria despliegue su magia trayendo esos momentos
Piensa en tu Visión
Es decir, aquello que quieres hacer, tu legado.
Considera la visión proyectándote en el futuro, de manera audaz y ambiciosa, pensando en grande. Es una acción en el mundo que sea beneficiosa para los otros; y no los objetivos puntuales (metas). Para distinguir la sustancial diferencia, ten en cuenta que:
Los objetivos, están relacionados con uno mismo, beneficios personales, reconocimientos, dinero, etc...
En cambio, la visión es siempre algo que termina impactando en la sociedad, que tiene beneficio comunitario o social. Pero no significa que estén desconectados de los beneficios materiales o la profesión. Personas muy exitosas han alcanzado sus propósitos por tener una clara visión de lo que querían lograr.
Para conseguirlo, debes viajar en el futuro a fin de responderte: ¿Que me gustaría estar haciendo en algunos años? ¿Que me causaría placer, que me haría sentir complet@, que me haría feliz?. Y es fundamental que puedas encontrar todas las respuestas necesarias sin condicionamientos ni razonamientos.
Ten presentes estos consejos mientras hace tu investigación personal. No tengas miedo de soñar y de reconocer tus sueños. Proyéctate, sueña, expande los horizontes y date todos los permisos.
Respóndete qué harías desde este lugar si contara con infinitos recursos e infinita colaboración. Hay que poder imaginar un futuro ambicioso. Si crees que no puedes lograr tus sueños, piensa en personas que han hecho cosas similares, o han llegado desde cero hasta la cima de lo que anhelaban.
Si no sabes cual es tu sueño, trabaja con palabras directrices. A veces no aparece una actividad concreta, o el modo de expresar lo que se desea hacer, pero sí aparecen las palabras claves: comunicar, sembrar, construir, enseñar, divulgar, etcétera. ¿De que se trata tu sueño?
Para saber qué debes hacer, dónde encontrar inspiración y de qué elementos están compuestos tus sueños, haz de conectar los puntos de la información que escribistes de tu pasado, sin mirar al futuro. Confía en que, de alguna manera, se conectarán en tu futuro.
Los elementos que componen nuestra Leyenda Personal son como las semillas de nuestra vida. Representan todas aquellas cosas que amamos hacer, que nos son fáciles, que nos dan placer, que nos hacen felices, que nos dan identidad. Y cuando proyectamos la Visión encontramos que estas semillas dieron frutos allí en el futuro. Lo que hagamos en la vida debe estar nutrido de eso que somos.
Lo que hay que saber
El juego del niño es el recurso del adulto. Busca en tus actividades infantiles las semillas de aquello que te define hoy. Es fuente de habilidades y recursos. Al comparar los elementos que anotastes de tu pasado con los que componen tu visión, encontrarás similitudes. Estas similitudes te darán el perfil de la Leyenda que buscas; es decir eso que amas.
Lo que hagas en la actualidad -tu misión- debe estar compuesto de esos elementos. Son tus rayos de vida personal; y -para entusiasmarte y ser tu sueño- debes tenerlos en cualquier actividad que despliegues.
Busca en toda la información que escribistes sobre las semillas y los componentes de tu leyenda personal. Allí está desde lo que quieres hacer y/o haces; pero también todo lo que puede convertirte en un ser único y original.
Por ejemplo, las mejores películas de Steven Spielberg se refieren a lo que hacia, leía y le interesaban de niño y de joven; aquellas que están más cerca de su identidad y forman parte de su leyenda personal.
Volver a las fuentes
La enorme repercusión mundial del libro “El Alquimista”, de Paulo Coelho, ha despertado la conciencia de la importancia de la búsqueda y la realización personal, que parecía dormida en algún siglo mítico o edad dorada fuera de nuestro alcance.
Le pregunta Coelho a su maestro:
-¿Qué es la Leyenda Personal?
- Es tu bendición, el camino que Dios escogió para ti aquí en la Tierra. Siempre que hagas aquello que te entusiasma, es que estás siguiendo tu Leyenda.
Sucede que no todos tienen el valor de enfrentarse con sus propios sueños.*
He aquí algunas buenas preguntas que podemos hacernos hasta que decidamos cuál va a ser la canción, nuestra verdadera canción:
Reconoce los Ecos de tu Leyenda
Para ello, debes remitirte a las actividades y momentos plenos de su vida. Toma un tiempo para recordar todo lo que te gustaba y te gusta hacer, desde niñ@ hasta el presente. Date permiso para reconocer todo ello.
No necesariamente deben ser acciones con resultados tangibles: puede ser escuchar, contemplar, relajarse, mirar; e incluso las no valoradas por los otros, por no ser redituables o prácticas
No las juzgue con ojos de adulto. Busca las palabras claves que las definan
Anota todo lo que te viene a la memoria; aún las actividades que te parezcan triviales: pueden ser claves importantes, pues representan partes de tu vida y habilidades o recursos que pueden encontrar nuevas formas en el momento actual. Por ejemplo, cosas que anhelabas hacer, aunque no las haya concretado.
Escribe todo aquello que definas tus gustos personales, pasiones y elecciones. Deja que la memoria despliegue su magia trayendo esos momentos
Piensa en tu Visión
Es decir, aquello que quieres hacer, tu legado.
Considera la visión proyectándote en el futuro, de manera audaz y ambiciosa, pensando en grande. Es una acción en el mundo que sea beneficiosa para los otros; y no los objetivos puntuales (metas). Para distinguir la sustancial diferencia, ten en cuenta que:
Los objetivos, están relacionados con uno mismo, beneficios personales, reconocimientos, dinero, etc...
En cambio, la visión es siempre algo que termina impactando en la sociedad, que tiene beneficio comunitario o social. Pero no significa que estén desconectados de los beneficios materiales o la profesión. Personas muy exitosas han alcanzado sus propósitos por tener una clara visión de lo que querían lograr.
Para conseguirlo, debes viajar en el futuro a fin de responderte: ¿Que me gustaría estar haciendo en algunos años? ¿Que me causaría placer, que me haría sentir complet@, que me haría feliz?. Y es fundamental que puedas encontrar todas las respuestas necesarias sin condicionamientos ni razonamientos.
Ten presentes estos consejos mientras hace tu investigación personal. No tengas miedo de soñar y de reconocer tus sueños. Proyéctate, sueña, expande los horizontes y date todos los permisos.
Respóndete qué harías desde este lugar si contara con infinitos recursos e infinita colaboración. Hay que poder imaginar un futuro ambicioso. Si crees que no puedes lograr tus sueños, piensa en personas que han hecho cosas similares, o han llegado desde cero hasta la cima de lo que anhelaban.
Si no sabes cual es tu sueño, trabaja con palabras directrices. A veces no aparece una actividad concreta, o el modo de expresar lo que se desea hacer, pero sí aparecen las palabras claves: comunicar, sembrar, construir, enseñar, divulgar, etcétera. ¿De que se trata tu sueño?
Para saber qué debes hacer, dónde encontrar inspiración y de qué elementos están compuestos tus sueños, haz de conectar los puntos de la información que escribistes de tu pasado, sin mirar al futuro. Confía en que, de alguna manera, se conectarán en tu futuro.
Los elementos que componen nuestra Leyenda Personal son como las semillas de nuestra vida. Representan todas aquellas cosas que amamos hacer, que nos son fáciles, que nos dan placer, que nos hacen felices, que nos dan identidad. Y cuando proyectamos la Visión encontramos que estas semillas dieron frutos allí en el futuro. Lo que hagamos en la vida debe estar nutrido de eso que somos.
Lo que hay que saber
El juego del niño es el recurso del adulto. Busca en tus actividades infantiles las semillas de aquello que te define hoy. Es fuente de habilidades y recursos. Al comparar los elementos que anotastes de tu pasado con los que componen tu visión, encontrarás similitudes. Estas similitudes te darán el perfil de la Leyenda que buscas; es decir eso que amas.
Lo que hagas en la actualidad -tu misión- debe estar compuesto de esos elementos. Son tus rayos de vida personal; y -para entusiasmarte y ser tu sueño- debes tenerlos en cualquier actividad que despliegues.
Busca en toda la información que escribistes sobre las semillas y los componentes de tu leyenda personal. Allí está desde lo que quieres hacer y/o haces; pero también todo lo que puede convertirte en un ser único y original.
Por ejemplo, las mejores películas de Steven Spielberg se refieren a lo que hacia, leía y le interesaban de niño y de joven; aquellas que están más cerca de su identidad y forman parte de su leyenda personal.
Volver a las fuentes
La enorme repercusión mundial del libro “El Alquimista”, de Paulo Coelho, ha despertado la conciencia de la importancia de la búsqueda y la realización personal, que parecía dormida en algún siglo mítico o edad dorada fuera de nuestro alcance.
Le pregunta Coelho a su maestro:
-¿Qué es la Leyenda Personal?
- Es tu bendición, el camino que Dios escogió para ti aquí en la Tierra. Siempre que hagas aquello que te entusiasma, es que estás siguiendo tu Leyenda.
Sucede que no todos tienen el valor de enfrentarse con sus propios sueños.*
Fuentes:
Juego: "Descubra su Leyenda Personal"
Autores: Daniel Cuperman y Graciela Astorga
En la Web www.taquion.com.ar
Juego: "Descubra su Leyenda Personal"
Autores: Daniel Cuperman y Graciela Astorga
En la Web www.taquion.com.ar
He aquí algunas buenas preguntas que podemos hacernos hasta que decidamos cuál va a ser la canción, nuestra verdadera canción:
¿Qué ha ocurrido con la voz de mi alma?
¿Cuáles son los huesos enterrados de mi vida?
¿Cuál es mi relación con el Yo instintivo?
¿Cuándo fue la última vez que corrí libremente?
¿Cómo conseguiré que la vida vuelva a cobrar vida?
¿Adónde se fue La Loba?
¿Cuáles son los huesos enterrados de mi vida?
¿Cuál es mi relación con el Yo instintivo?
¿Cuándo fue la última vez que corrí libremente?
¿Cómo conseguiré que la vida vuelva a cobrar vida?
¿Adónde se fue La Loba?
La vieja canta sobre los huesos y, mientras canta, los huesos se recubren de carne. Nosotras también nos "hacemos" mientras derramamos alma sobre los huesos que hemos encontrado. Mientras derramamos nuestros anhelos y nuestros sufrimientos sobre los huesos de lo que éramos en nuestra juventud, de lo que sabíamos hace muchos siglos y sobre la aceleración que percibimos en el futuro, nos ponemos a gatas, bien asentadas. Mientras derramamos alma, nos sentimos renacer. Ya no somos una cosa frágil que se disuelve, estamos en fase de transformación.
Muchas veces empezamos en el desierto. Nos sentimos privadas de nuestros privilegios, alienadas, sin relación tan siquiera con un grupo de cactus. Para los antiguos, el desierto era el lugar de la revelación divina. Pero, para las mujeres, se trata de algo mucho más que eso.Un desierto es un lugar en el que la vida está muy condensada. Las raíces de las cosas vivas se aferran a la última gota de agua y la flor conserva la humedad, apareciendo tan sólo a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde. La vida en el desierto es pequeña pero brillante y buena parte de lo que ocurre tiene lugar bajo tierra. Como en las vidas de muchas mujeres.
El desierto no es tan exuberante como un bosque o una selva. En él las formas de vida son muy intensas y misteriosas. Muchas de nosotras hemos vivido vidas desérticas; pequeñas en la superficie y enormes bajo tierra. La Loba nos muestra lo valiosas que son las cosas que pueden surgir de esta clase de distribución psíquica.
Es posible que la psique de una mujer se haya abierto camino hacia el desierto por resonancia o como consecuencia de pasadas crueldades o porque no le permitieron vivir una vida más amplia en la superficie. Muy a menudo una mujer tiene la sensación de vivir en un lugar vacío en el que a veces sólo hay un cactus con una flor de brillante color rojo y nada más en mil kilómetros a la redonda. Pero, para la mujer que está dispuesta a recorrer mil y un kilómetros, hay algo más. Una valerosa casita muy antigua que lleva mucho tiempo esperándola.
Algunas mujeres no quieren estar en el desierto psíquico. Aborrecen su fragilidad y su frugalidad. Una y otra vez intentan poner en marcha su oxidado cacharro y bajar dando tumbos por el camino hacia la resplandeciente ciudad soñada de la psique. Pero sufren una decepción, pues lo exuberante y lo salvaje no está allí. Está en el mundo espiritual, en aquel mundo entre los mundos, en aquel Río Bajo el Río.
No te engañes, regresa junto a la roja flor del cactus y ponte en camino para recorrer resueltamente el último y duro kilómetro. Acércate y llama a la vieja puerta desgastada por la intemperie. Sube a la cueva. Trepa a la ventana de un sueño. Recorre cuidadosamente el desierto a ver qué encuentras. Es lo único que tenemos que hacer.
Fuentes:
Clarissa Pinkola Estés
"Mujeres que Corren con los Lobos"
NOTA: El texto entre asteriscos ha sido añadido.
Clarissa Pinkola Estés
"Mujeres que Corren con los Lobos"
NOTA: El texto entre asteriscos ha sido añadido.