domingo, 18 de noviembre de 2007

El Druidismo.

La religión tiene su base en la naturaleza: el sol, la luna, las estrellas, el mar, las montañas, fuentes, bosques, ... todo tiene para el celta voces y misterios, todo encierra algo del espíritu divino. La naturaleza es un ser activo del cual no se cree separado. Hay dioses para todas las cosas, como es normal en todas las religiones celtas. La religión fue el medio de organización social de los celtas. Los sacerdotes o druidas fueron quienes fundamentaron esta doctrina sobre las bases de la inmortalidad, la moral, la mitología, los ritos ceremoniales y el respeto a la naturaleza. Los druidas formaban una institución poderosa y abarcaban en sus conocimientos los principios religiosos, la medicina y también la ley. Si bien no había ninguna ley que prohibiera a las mujeres formarse en estos conocimientos, se cree que las druidesas sólo aparecían en tiempos de guerra. Ellas eran curanderas y protectoras de los hombres en batalla. En tiempos normales, sin embargo, había cinco tipos de druidas: los vacíos, que se relacionaban directamente con los dioses; los saronidos, que instruían a los jóvenes y enseñaban ciencias; los bardos, poetas y músicos que alentaban a los guerreros; los adivinos, que predecían el futuro; y los causídicos, árbitros y jueces en los conflictos.

AWEN: EL ESPIRITU SANTO DEL DRUIDISMO
Por Greywolf
La búsqueda de lo que llamamos Awen es una búsqueda en pos del espíritu mismo del druidismo, y como tal, abarca muchos caminos. Podemos seguir la búsqueda como historiadores, lingüistas, poetas, filósofos, sacerdotes, magos, chamanes, y bajo muchos otros aspectos. Cada uno, a su propio modo, puede ganar en comprensión y, mientras caminamos por el sendero del druidismo, una de las cosas que descubrimos es que en el entendimiento yace la fuerza.

La primera referencia que tenemos de lo que llamamos Awen la hallamos en la Historia Brittonum de Nennius, un texto latino de alrededor del año 769 de la era cristiana, basado en escrituras anteriores hechas por el monje galés Gildas. Después de aludir al rey Ida de Northumbria, que reinó desde el año 547 al 559, Nennius dice :

"Luego, Talhearn Tad Awen ganó la fama por su poesía."

Tad significa 'padre', así que Talhearn es el padre de lo que llamamos Awen. Esto no nos dice mucho a cerca de lo que puede ser realmente, pero si aceptamos a Nennius como una fuente fiable, sí demuestra que Awen existía como concepto en una época en la que Diarmait mac Cerbaill todavía reinaba como el último rey supremo semi-pagano de Irlanda, y esto tan sólo un siglo, más o menos, después de la misión de San Patricio para conducir a los irlandeses a la Cristiandad. Los últimos lugares de culto Romano-Británicos habían caído en desuso a lo largo de las dos o tres últimas generaciones; San Columba, en sí el bisnieto de un rey supremo pagano, todavía no había fundado su monasterio en la isla de Iona, desde el cual salía para convertir a los Pictos paganos, y a la misión de San Agustín entre las tribus paganas de los Anglos le faltaban unos cincuenta años para comenzar su andadura. Nuestra primera referencia a lo que llamamos Awen, pues, data de un periodo en que Gran Bretaña e Irlanda estaban todavía en transición desde el Paganismo a la Cristiandad. Esto, junto con las demás pruebas abajo expuestas, indica que es un concepto que permaneció intacto desde el druidismo pagano hasta la tradición de los bardos cristianos.

Para descubrir qué es lo que llamamos Awen, deberíamos considerar primero el significado de la palabra. El sustantivo femenino Awen (y como tal, a partir de ahora la Awen) ha sido traducido como 'inspiración', 'musa', 'genio', e incluso como 'frenesí poético'. La palabra en sí se forma por la combinación de dos palabras, aw, que significa 'fluido, flujo', y en, que significa 'principio vivo, ser, espíritu, esencial'. Así que se puede traducir como 'esencia fluida' o 'espíritu que fluye'. La próxima etapa de nuestra búsqueda nos lleva a lo que sobrevive de la obra de los Bardos de la Gran Bretaña medieval, que fueron los legados de los restos de la tradición de los Druidas, y los responsables de su transmisión posterior.

Los "así llamados" (so-called) cuatro libros antiguos del país de Gales; El Libro Blanco de Rhydderch, El Libro Rojo de Hergest, El Libro Negro de Caermarthen, y especialmente El Libro de Taliesín (siglo XIII), contienen un número de poemas que se refieren a la Awen. Hay mucha variedad en las fechas de origen de estos versos. Algunos pueden ser tan antiguos como la época de los Cynfeirdd o 'antiguos bardos', que empezó en el siglo VI, mientras que otros son muy posteriores, compuestos poco tiempo antes de la compilación de los manuscritos en los que han sido hallados. La poesía más antigua consiste en gran parte en elegías a héroes fallecidos, y contiene pocas alusiones a religión de cualquier tipo, pero a lo largo de la mayor parte del periodo en cuestión, los bardos eran declaradamente cristianos, y esto se debe tener en cuenta cuando buscamos referencias en su obra a la tradición pagana. El hecho de que el estilo poético de los bardos es a menudo enigmático y alusivo nos dificulta para establecer qué entendieron los bardos del medievo por el término Awen. No les hacía falta explicar lo que Awen significaba para ellos, ya lo tenían bastante claro, y es evidente que no se molestaron por una posible falta de comprensión en este punto por parte de los que no eran expertos en el arte poético. No obstante, sí hay pistas esparcidas por su obra. El poeta del siglo XII, Llywarch ap Llywelyn (c.1173-1220), también conocido por su espléndido apodo de bardo, Prydydd y Moch, o el poeta de los cerdos', dice:

"El señor me dará la dulce Awen como si desde el caldero de Ceridwen."

CERIDWEN Y TALIESÍN: LA DIOSA Y EL BARDO
Aquí, aunque el bardo identifica la Awen como un regalo de Dios, afirma que se le es dado "como fruto del caldero de Ceridwen." ¿Quién, pues, es Ceridwen? En otro lugar, Prydydd y Moch se refiere a ella como "la regenta de los bardos (rvyf bardoni), un título que varios otros también acreditan. Nuestra fuente más extensa de información sobre ella viene de un tardío cuento en prosa llamado Chwedl (La historia de) Taliesín. Un bardo histórico llamado así ha sido identificado como alguien que vivió hacia finales del siglo VI, aunque, de los 77 poemas que le han sobrevivido y que se le atribuyen, incluidos los que componen el Libro de Taliesín, la mayoría fueron compuestos mucho después. La versión más antigua de Chwedl Taliesín que tenemos se encuentra en un manuscrito del siglo XVI que evidentemente contiene material mucho más antiguo, dado que se refiere a motivos encontrados en poemas fechados incluso en el siglo IX.

En la historia, se dice que Ceridwen tiene su morada en mitad del lago Bala, en Powys (País de Gales), que comparte con su marido, Tegid Moel ("hermoso calvo"). Ellos tienen tres hijos: Morfran ('cormorán'); Creirwy ('huevo de cristal'), la más bella doncella del mundo; y Afagddu ('total oscuridad'), el menos favorecido de los hombres. Para compensarle su tremenda fealdad, Ceridwen decide hacerle sabio preparándole un brebaje mágico en su caldero de inspiración (es decir, la Awen), "según las artes de los Fferyllt (alquimistas o artesanos del metal). El brebaje debe prepararse a lo largo de todo un año y un día, y Ceridwen pone a dos personas a cuidarlo mientras ella sale a recoger hierbas: un ciego llamado Morda ("buen mar" o "gran bien"), y un niño llamado Gwion Bach ("pequeño inocente"). Durante el último día, tres gotas del líquido del caldero le salpican, quemándole el dedo. Lo mete en la boca y al instante gana los tres dones de la inspiración poética, la profecía, y el poder cambiar de forma a voluntad. Desgraciadamente, el resto del brebaje se vuelve mortalmente venenoso, y el caldero explota, rompiéndose en dos mitades. Con su don de la profecía, Gwion sabe que Ceridwen intentará matarle por haber probado lo que estaba destinado a su hijo, así que usa su don de cambiar de forma para huir en forma de liebre. Ceridwen le persigue en forma de galga, así que él se convierte en pez. Ella se convierte, a su vez, en nutria. El se hace pájaro, ella, halcón. El se convierte en un grano más de trigo entre los del suelo del molino, ella, sin embargo, convertida ya en gallina negra, le engulle.

'La Confederación Hostil', un poema del Libro de Taliesín, alude a esta parte del cuento como a continuación se cita:

"Una gallina me recibió,
Con robustas garras, (y)la cresta partida.
Descansé nueve noches
En su vientre un niño,
He sido madurado,
He sido una ofrenda ante el protector,
He estado muerto, he estado vivo...
De nuevo me aconsejó la protectora,
Con robustas garras; de lo que me dió
Apenas puede volver a contarse;
Mucho será alabado."

Después de nueve meses, Gwion vuelve a nacer del vientre de Ceridwen, quien no puede contemplar su asesinato "debido a su gran belleza", así que le ata dentro de una bolsa de cuero y le lanza al mar en la víspera de Mayo. El primer día de Mayo por la mañana, la bolsa es descubierta en un apostal de pesca, y abierta. La primera persona en contemplar al hermoso bebé dentro de la bolsa dice "Mirad, una frente radiante!". Y es así que el niño recibe el nombre de Taliesín, que en galés significa "frente radiante". Taliesín, a pesar de tener tan tierna edad, es capaz de improvisar unos versos perfectos por virtud de la Awen recibida del caldero de Ceridwen. Más tarde logrará la fama como jefe de los Bardos de Gran Bretaña.

Este cuento tiene su paralelo en muchos otros dentro de la literatura y folklore de los bardos de Gran Bretaña e Irlanda, en los que los individuos reciben dones de sabiduría, poder, o inspiración poética de parte de mujeres oriundas del Otro Mundo. El papel de Ceridwen en esta historia, junto con las referencias a ella en la poesía de los bardos, ha conducido a la mayoría de los comentaristas a la conclusión de que ella es una diosa pagana. Su nombre significa "Mujer Doblada", o "La Blanca Doblada", sugiriendo una asociación con las fases (especialmente el cuarto creciente y menguante) lunares.

EL CALDERO DE LA INSPIRACION
Existe la tentación de interpretar toda la historia como un manual de instrucciones para la iniciación bárdica. Gwion encuentra tres recipientes transformadores: el caldero, el vientre, y la bolsa de cuero de la cual finalmente sale como Taliesín. Encuentra a cada uno gracias a las acciones de Ceridwen, que actúa como iniciadora en cada caso. Podríamos incluso especular que los tres recipientes representan a una serie de iniciaciones a los tres grados de bardo, vate y druida: la bebida del caldero abre la mente del bardo al don de la Awen, la estancia en el vientre de la diosa da al vate sabiduría para entenderlo, la prueba de ser abandonado al mar dentro de la bolsa de cuero (¿quizá una barquilla de cuero?) capacita al druida para poder conquistar el último miedo: El de la muerte.

Los dones concedidos a Taliesín por las gotas mágicas del caldero pueden también equivaler a los tres `grados`: inspiración poética para los bardos; la profecía para los vates; cambiarse de forma para los druidas. Es tentador, además, imaginar al caldero de la inspiración almacenando algún brebaje embriagador. Apoyando esta idea hay varias referencias al aguamiel en los poemas de Taliesín, especialmente "La Silla de Taliesín", que se refiere a aspectos del proceso de elaboración de bebidas alcohólicas y también a una variedad de hierbas, acabando en las líneas que abajo siguen:

"Resplandor radiante ilumina al que elabora el brebaje,
Por encima del caldero de los cinco árboles,
Y el fluir de un río,
Y expandirse el calor,
Y la miel y el trébol,
Y la suprema aguamiel embriagadora,
Como el metal a un jefe guerrero,
El regalo de los Druidas."

Las tradiciones noreuropeas contienen muchos ejemplos de cómo beber aguamiel puede conferir dones espirituales o mágicos. El dios nórdico Odín bebe del aguamiel mágico llamado Kvasir, de un caldero llamado Odhroerir, 'Inspiración´, después de seducir a su guardiana, la hija de un gigante. La mitología irlandesa incluso nos presenta a una diosa llamada Meadhbh, cuyo nombre es igual que el de la bebida. No obstante, debería de tenerse en cuenta el hecho de que nuestros antepasados tenían una relación con el alcohol muy diferente a la nuestra; la cerveza y el aguamiel eran bebidas cotidianas, debido al hecho de que la bacteria que infectaba a los suministros de agua muere durante el proceso de elaboración. Aún así, es más probable que los bardos usaran la libación del caldero de Ceridwen como metáfora para la recepción de la inspiración poética.

Se menciona a Ceridwen y a su caldero en varios poemas, incluido uno que se conserva en el Libro de Taliesín, del cual se toman las líneas que a continuación se citan:

"¿No se defenderá a mi silla del caldero de Ceridwen?
Que mi lengua esté libre en el santuario de las alabanzas de Gogyrwen.
Las alabanzas de Gogyrwen son una ofrenda que ha satisfecho
A ellos con leche, y rocío, y bellotas."

Hay una considerable falta de acuerdo en cuanto al significado de la palabra Goryrwen, o Ogyrwen. Iolo Morganwg la identificó con el símbolo de los tres rayos de luz (/l) que él y otros también identifican como símbolo de la Awen. El Diccionario Galés de Pughe define a Gogyrwen como un ser o una forma espiritual; una idea personificada.` W.F. Skene afirma que es sinónimo de la diosa Ceridwen. Más recientemente, John Matthews ha sugerido que puede ser un título aplicado a las diosas en general, y a Ceridwen en particular. Una referencia en `La Confederación Hostil` a "siete veintenas de Ogyrwens en la Awen" ciertamente indica que el término podría usarse en plural. Se puede interpretar como él joven bello`, un título bastante apropiado para una diosa con la que uno espera llevarse bien. De las líneas arriba citadas, parece que se puede propiciar a la o las Gogyrwen con ofrendas de "leche, y rocío, y bellotas", todas ellas ofrendas asociadas con la gente menuda, o las hadas.

Otro poema de Taliesín, `La Silla del Soberano` hace referencia a la

"Altura desde la que vino la Sabia del caldero.
Ogyrwen de las tres Awen."

"La Sabia del caldero" es, presuntamente, Ceridwen. Un poema que se atribuye al bardo Cuhelyn empieza:

"Según la decorosa oda de Ceridwen, la Ogyrwen de semilla mezclada,
La semilla mezclada de la poesía, habla a los extensos cielos encerrando a la belleza."

Las referencias a las "tres Awen" y "la oda de Ceridwen" nos recuerdan que entonar la palabra Awen tres veces es uno de los métodos empleados por algunos grupos de druidas para abrir el espíritu individual al espíritu de la diosa como fuente de inspiración. El cántico tiene la forma de un mantra largo vibrado en tono bajo, parecido al del Om o Aum Hindú. Que la Awen se cantaba o se entonaba en tiempos pasados es algo que queda claro después de una lectura de varios poemas medievales, incluido "La Confederación Hostil", donde el bardo dice:

"La Awen canto yo,
Desde las profundidades la traigo,
Un río mientras fluye,
Conozco su extensión;
Sé cuando desaparece;
Sé cuando se llena;
Sé cuando se sobrepasa;
Sé cuando se encoge;
Sé qué base
Hay debajo del mar."

Se refiere aquí a la Awen, "el espíritu que fluye", como a un río, aparentemente traído del mar por el cántico del poeta. El mar` puede tomarse como referencia al espíritu que nos rodea y que lo abarca todo, el `río` siendo aquella porción que el bardo, a través de su invocación, atrae a sí mismo.

LA CELDA DEL CANTICO

La Awen, pues, puede obtenerse bebiendo del caldero de la diosa, o cantando o entonando cánticos. Otras referencias, aunque muy posteriores, nos dan más maneras en las que se puede obtener la inspiración o la Awen. Las Memorias del Marqués de Clanricarde, publicadas en 1722, contienen una descripción de una escuela de bardos en Irlanda, que nos dice que:

"Era...necesario que el lugar se ubicara en un rincón solitario de un jardín, o dentro de un Sept o terreno encerrado lejos del alcance de cualquier ruido. La estructura era una choza baja y compacta, con camas dentro de una distancia conveniente cada una respecto a la siguiente, cada una dentro de un pequeño departamento sin muchos muebles, salvando una mesa, algunos asientos, y un aparato para colgar a la ropa. No había ventanas para dejar entrar el día, ni ninguna luz en absoluto, salvando la de las velas, y éstas fueron traídas solamente en el momento fijado ya de antemano... Los profesores.... impartían una asignatura adecuada a la capacidad de cada clase, determinando el número de rimas, y aclarando lo que se tenía que observar en cuanto a las sílabas, estrofas, concordancia, correspondencia, terminación y unión, cada una de las cuales era regentada por sus normas particulares. El tema en cuestión... habiendo sido impartido a lo largo de la noche, cada uno luego lo trabajó individualmente tendido en su propia cama, durante todo el día siguiente, en la más completa oscuridad, hasta que, a cierta hora de la noche, después de traer velas, lo consagraron por escrito. Vestidos y reunidos después en una gran sala donde les esperaban sus maestros, cada escolar hizo su actuación, la cual sería corregida o aprobada... o bien el mismo o bien otro tema nuevo se les daba para el día siguiente...La razón por la que dicho estudio se llevaba a cabo en la oscuridad era, sin dudas, la de evitar las distracciones que la luz y la variedad de objetos representadas ocasionarían normalmente. Estas distracciones siendo previstas, las facultades del alma se ocuparon solamente con el tema en cuestión, y el tema impuesto; de manera que rápidamente se llegaba a perfeccionar, en menor o mayor grado, según las nociones o capacidades de los estudiantes."

Las condiciones aquí descritas son claramente una forma de lo que hoy día llamaríamos depravación sensorial. Las investigaciones del doctor John Lilly (El Centro del Ciclón, Granada, 1973) y otros han mostrado que esta técnica puede dar lugar a experiencias sensoriales extremadamente nítidas. Un tal Martin Martin aporta una descripción de una práctica similar usada entre los bardos de las islas occidentales de Escocia hacia finales del siglo XVII.

"Ellos (los bardos) cierran sus puertas y ventanas durante todo un día, y se tumban de espaldas con una piedra encima del estómago, y la cabeza tapada con diversas telas, y sus ojos estando tapados, estrujan sus sesos en busca de rétorica o lenguaje poético; y por cierto logran tal habilidad desde esta celda oscura que hay muy pocos que lo entienden..."

Quizá la piedra a la que se refiere aquí sea la mítica Glain Naddair, o ´piedra de víboras', que se creía engendrada por aquelarres de serpientes copulando en la víspera de la noche de san Juan, acreditada con dones protectores y sanadores.

"En cuanto a los bardos posteriores, no eran hombres normales, y tenían una sociedad y compartían unas normas, y varios géneros poéticos y una especie de poesía lírica, todo ello anotado con exactitud en La Gramática Galesa o Británica del sabio doctor John David Rhees. Allí, hacia el final del libro, hay una descripción muy curiosa de estas cosas. Este tipo de poesía le llaman Awen, que en su idioma significa tanto como raptus, o furor poético; y de verdad, puedo afirmar que todos los que he conocido lo poseen como un don o una inspiración. Me contó una persona muy sabia y además sobria (ya fallecida), que en sus tiempos hubo un joven huérfano tan pobre que se vio obligado a mendigar; pero al final fue recogido por un rico que tenía un gran rebaño de ovejas en las montañas no muy lejos de donde hoy habito, quien le dió ropa y le mandó al monte a cuidar sus ovejas. Allí, durante el verano, siguiendo a las ovejas y cuidando a sus corderos, se quedó profundamente dormido, y tuvo un sueño en el que vió a un bello joven coronado de hojas verdes y con un halcón en la mano, y un carcaj lleno de flechas colgado del hombro, acercándose (silbando, mientras tanto, varias estrofas o melodías a medida que avanzaba). Al final soltó al halcón, que se metió en la boca del chico y llegó hasta sus entrañas, y de repente éste se despertó presa de un gran pánico, pero poseído de tal don de poesía que dejó a las ovejas y llegó a ser en aquel entonces el bardo más famoso de todo su país."

Esta descripción tiene mucho que ver con la búsqueda del espíritu o visión para obtener poderes, llevado a cabo por `brujos` y curanderos tradicionales en diversas culturas. Tales búsquedas frecuentemente suponen viajes hasta las montañas o zonas desiertas, donde se experimentan sueños iniciáticos, junto con encuentros con animales totémicos o guías espirituales que aparecen bajo forma animal. Éstos, como el halcón de Vaughan, a veces se adentran en el cuerpo del chamán. El halcón fué, por supuesto, una de las formas asumidas por Ceridwen en su persecución de Taliesín, pero, ¿Qué hay del "joven bello, coronado de hojas verdes"? Quizá sea algún dios del bosque veraniego, quizá sea el mismo Taliesín.

La aparición de la inspiración divina en forma de pájaro no es un tema inaudito dentro del paganismo europeo. Un oráculo fue fundado en Dodona después de que el dios Zeus eligió el lugar para hablar, desde las ramas de un roble, en forma de paloma. A la sacerdotisa cuyo oficio era interpretar a la voz del dios en este lugar, a través del susurro de las hojas del roble sagrado, se le conocía como Peliai, o 'palomas.'

El genio poético de Taliesín, obtenido del caldero de la diosa, fué venerado por generaciones de bardos que, a lo largo de varios siglos, continuaban atribuyéndole poesías, viéndole como el maestro supremo de su arte.

LA POESIA PROFETICA de los AWENYDDIONAWENYDDION

El segundo regalo que concede el caldero es el de la profecía, y profecía mediante la Awen, tal y como fué practicada entre un grupo especializado en su práctica es descrita por Girladus Cambrensis en su Descripción de Gales (traducido por Lewis Thorpe, editado por Penguin Books, 1978, p246ff.), escrita hacia finales del siglo doce. Geraldus afirma que:

"...entre los Galeses hay ciertos individuos llamados Awenddion que se comportan como si estuvieran poseídos.. Cuando les consultas acerca de algún problema, de inmediato se ponen en trance y pierden el control de sus facultades... No contestan a la pregunta que uno les hace de manera lógica. Las palabras fluyen de sus bocas de manera incoherente y aparentemente sin sentido, pero aún así bien expresadas, y si escuchas atentamente a lo que dicen recibirás la solución a tu problema. Cuando todo se ha acabado, se recuperarán de su trance, como gente ordinaria despertándose de un sueño profundo, pero tienes que sacudirlos bien para que recuperen el control de sí mismos. .. Cuando vuelven en sí, no se acuerdan de nada de lo que hayan dicho mientras tanto... Parecen recibir el don de la adivinación a través de visiones que ven en sueños. Algunos tienen la impresión que la miel o leche azucarada ha sido frotada en sus labios, otros dicen que una hoja de papel inscrita de palabras es apretada contra sus labios. Nada mas salir de su trance y recuperarse de sus profecías, eso es lo que afirman que les ha pasado. ..

"De la misma manera, en un tiempo en que todavía existía el reino de Bretaña, los dos Merlín, Caledonius y Ambrosio, predecían su destrucción, y la llegada primero de los Sajones, luego de los Normandos. ..

"Si se pregunta... por qué intervención sobrenatural tales profecías se hacen posibles, no digo necesariamente que sea por brujería o por la intervención de espíritus malvados. Es cierto que el conocimiento de lo que trae el futuro se dice que es propiedad tan sólo de Dios, porque solamente él puede predecir el futuro por virtud de su omnisciencia, libremente dispensada desde arriba...

"No debe de extrañar a nadie... si los que de repente reciben el espíritu de Dios como señal de gracia del cielo parecen durante una temporada haber perdido el uso de su razón."

Los últimos dos párrafos nos recuerdan que Giraldas fué miembro del clero cristiano pero también galés nativo, y por lo tanto no puede permitirse acusar a sus paisanos de comercio con "espíritus malvados", poniendo el don de la Awen que inspiraba a estos médium dados al trance profético a la par con "el espíritu de Dios." Parece, según la descripción de Girladus que los Awenddion podían entrar en trance por voluntad propia, sin echar mano de la percusión rítmica, los cánticos, bailes, o las plantas psicotrópicas recurridas por otras tradiciones.

Profetas inspirados como los descritos por Giraldas eran ampliamente conocidos a lo largo y ancho del mundo Griego - Romano. Sus profecías normalmente tomaron forma poética, a veces siendo revisadas por bardos profesionales empleados con ese propósito en el lugar de los oráculos. Los profetas en sí podían ser hombres o mujeres. En Grecia, se consideraba que las mujeres recibieron con frecuencia la inspiración del dios Apolo, los hombres de las musas, y las doncellas de éste.

Se celebran los dones poéticos de Taliesín en varios poemas, en los que da un repaso a lo sucedido desde la Creación y predice el destino de los Británicos hasta el fin de los tiempos, como en 'Los Cuatro Pilares del Cántico', donde canta a erca de la conquista sajona de Gran Bretaña. :

"¡Ay ¡ Qué miseria,
Atravesando extremos de aflicciones,
La profecía mostrará
A la raza de Troya.

Una serpiente amenazante,
Orgullosa y sin merced,
Con sus alas doradas,
Desde Alemania,

Ella Dominará
Inglaterra y Escocia,
Desde la orilla marina de Lychlyn
Hasta el (río)Severn.

Entonces los Británicos serán
Como prisioneros,
Dominados por extraños
De Sajonia.

A su señor le alabarán,
A su lengua la mantendrán,
A su tierra la perderán,
Excepto a la salvaje Gales."

Esto nos recuerda que el conocimiento del futuro no es solamente un don sino también una losa, dado que el futuro abarca a la tristeza junto con la dicha. Con conocimientos del futuro, el don de la Awen también trae recuerdos del pasado, y Taliesín no sólo reclama conocimientos de sucesos pasados, sino también que estaba él presente como testigo de ellos, como en los versos que siguen, donde recuerda sucesos bíblicos, episodios de la antigüedad clásica, y escenas de la mitología Británica:

"Primer jefe supremo de bardos soy yo para Elffin,
Y mi país originario era la región de las estrellas estivales;
Idno y Henin me llamaron Myrddin,
Con el tiempo todo rey me llamará Taliesín.
Estaba con mi señor en la esfera más alta,
Al caer Lucifer a las profundidades del infierno;
He llevado una bandera delante de Alejandro;
Conozco los nombres de las estrellas desde el norte hasta el sur;
He estado en la galaxia en el trono del Distribuidor;
Estaba en la tierra de Canaan cuando se mató a Absalom;
Conduje al espíritu divino al lugar del valle de Hebron;
Estaba en la corte de Don antes del nacimiento de Gwydion;
Fui instructor de Eli y Enoch;
He sido alado por el genio de la espléndida Arca;
He sido locuaz antes de recibir el don del habla;
Estaba en el lugar de la crucifixión del bondadoso hijo de Dios;
He estado tres periodos en la cárcel de Arianrhod;
He sido director jefe de las obras de la torre de Nimrod;
Soy una maravilla cuyos orígenes no son conocidos;
He estado en Asia con Noé en el arca,
He visto la destrucción de Sodoma y Gomorra;
He estado en la India cuando se construyó Roma,
Ahora he venido aquí a los restos de Troya;
He estado con mi señor en la cuadra del asno;
Di fuerzas a Moisés a través de las aguas del Jordan;
He estado en el firmamento con María Magdalena;
He obtenido la Awen del caldero de Ceridwen;
He sido el bardo del arpa para Lleon de Lochlin;
He estado en la colina blanca, en la corte de Cynfelyn,
Un año y un día prisionero del cepo,
He sufrido el hambre por el Hijo de la Virgen,
He sido nutrido en la tierra de la Deidad,
He sido profesor de todas las inteligencias,
Soy capaz de instruir al universo entero;
Estaré hasta el último día en la faz de la tierra,
Y no se sabe si mi cuerpo es carne o pescado.
Entonces estuve durante nueve meses
En el vientre de la harpía Ceridwen;
Originalmente era el pequeño Gwion,
Con el tiempo, soy Taliesín."

Este poema puede leerse como una serie de encarnaciones por las que el poeta ha pasado. Tal lectura nos recuerda el comentario de Julio Cesar que:

"La doctrina cardinal que (los druidas) buscan enseñar es que las almas no mueren, sino que después de la muerte pasan de un cuerpo a otro."

"HE TENIDO MUCHAS FORMAS"

Otros poemas recuerdan transformaciones no humanas, como en la obra más famosa de todas las atribuidas a Taliesín, Cad Godeu, `La Batalla de los Arboles` donde el bardo dice que:

"He estado en muchas formas
Antes de tomar esta forma congénita;
He sido una espada, estrecha de forma;
Yo creo, dado que es aparente, que
He sido una lágrima en el cielo,
He sido una estrella refulgente,
He sido una palabra en una letra,
He sido un libro en mi origen,
He sido un rayo resplandeciente de luz,
Un año y medio,
He sido un puente estable
Por encima de confluencias de compasión,
He sido un camino, he sido un águila,
He sido un barco de cuero en el mar,
He sido la dirección de un bastón,
He sido una bala de paja en un campo cerrado,
He sido una espada en una brecha fácil,
He sido un escudo en el conflicto abierto,
He sido una cuerda en un arpa,
Cambiando de forma durante nueve años,
En las aguas, en la espuma,
He sido consumido por el fuego,
He sido la pasión en una cabaña.
¿No soy yo él que cantará
a la belleza de lo pequeño? ;
Belleza en la Batalla de los Copos de los Árboles
Contra el país de Prydein."

Alan y Brinley Rees (Celtic Heritage, p.230) han indicado que "Taliesín lo es todo, y es una deducción sensata que entre los Celtas, como en la India y otros países, existía junto con la creencia en la reencarnación individual, una doctrina que sostiene esencialmente la existencia de un sólo Transmigrante." En otras palabras, Taliesín, a través del contacto con la Awen, descubre su identidad con lo divino, llegando a ser, en efecto, un dios supremo, omnisciente y omnipresente. He aquí paralelos claros con las tradiciones espirituales Hindúes, donde una manera de obtener la iluminación es fundir la propia identidad con la de la deidad elegida.

El Hinduismo tiene un espíritu de diosa que tiene mucho en común con la Awen. En su aspecto universal, a este espíritu le llaman Shakti, y se le representa como una diosa que es el espíritu activo, creativo, de la deidad, emparejada con y dirigida por la sabiduría del dios Shiva. El poder de Shakti se manifiesta en muchas o todas las demás diosas, incluida la temerosa Kali, con su rosario de calaveras humanas, y la bella diosa Sarasvati, patrona de la música y el aprendizaje. En la tradición tántrica, las mujeres se identifican con Shakti, los hombres con Shiva, y se encuentra en la unión de los dos a la más elevada dicha espiritual. Esta doctrina se formó durante los mismos siglos que vieron la composición de los poemas atribuidos a Taliesín.

En la tradición bárdica, las mujeres pueden llegar a ser encarnaciones individualizadas de la Awen, o de la diosa como musa. En 'El Dialogo entre Myrddin y Gwendydd', el bardo y su musa se refieren el uno a la otra en términos de reverencia:

"Pido de mi Llallogan,
Myrddin, hombre sabio, profeta,
Una canción de dispensación, y de mí,
La doncella que te convoca, una canción de verano."

Hablaré con Gwendydd,
Dado que se ha dirigido a mí en mi escondite.
Con sus secretos en la primera de las lenguas,
Los libros de la Awen: cuentan invocaciones,
Y el cuento de una doncella, y el sueño de sueños.

Vuelvo a afirmar los movimientos de tu Creador,
El jefe de todas las criaturas,
La bella Gwendydd, refugio del cántico.":

Los poemas arriba citados sugieren que los bardos buscaban identificarse con lo divino, y algunos podrían haberlo hecho identificándose con Taliesín como el arquetípo del bardo inspirado por la Awen. Su papel en relación con Ceridwen parece indicar que Taliesín debería verse también como una deidad pagana, o al menos como semi-divino. Ceridwen se ve como la que concede la Awen, la divina creadora energía, y, por lo tanto, como iniciadora y musa. Su papel se ve reflejado en el de muchas mujeres de la mitología Celta que causan, provocan o inspiran las acciones de los héroes masculinos, a quienes ellas también amamantan, nutren y a menudo enseñan. Los hombres de las leyendas con frecuencia buscan el poder y el conocimiento, que a menudo se personifican en, o aparecen bajo el control de, las mujeres. Presuntamente las bardas habrían intentado identificarse con la diosa, directamente, o quizá a través de la devoción a Taliesín, de una manera parecida a la de las mujeres Hindúes que se acercan a la deidad a través de la devoción a Shiva, quizá en su encarnación como el amante divino, Krisna. Tales búsquedas de la realización del ser como unido con lo divino dan sentido a la afirmación del texto irlandés medieval, Senchus Mor, que:

"los druidas... dijeron que eran ellos los que hicieron al cielo y a la tierra, y al mar, etc., y al sol y a la luna, etc..."

Tal nivel de identificación personal con la deidad no es parte de la tradición cristiana popular en occidente, aunque la iglesia oriental ortodoxa siempre ha abrazado el concepto de teosis, o la apoteosis. En el siglo durante el cual se compuso el Libro de Taliesín, había un monasterio en el monte Athos en el norte de Grecia donde los monjes usaron medios físicos, incluyendo el dominio de la respiración, para acceder a estados más elevados de consciencia, culminando en una visión de la luz divina, y la unión total del sujeto con Dios. Ideas similares eran conocidas en Occidente gracias a las enseñanzas de místicos como Bernardo de Clairvaux (1115 - 1153), que enseñaba que la suma de la vida mística yacía en la consciencia de lo divino dentro de uno mismo.

Este aspecto de la tradición bárdica no puede, pues, verse como una herejía en términos del siglo XIII. Lo que sigue siendo problemático es cómo los bardos de la Gran Bretaña Cristiana del periodo podrían haber reconciliado una aparente reverencia por la diosa pagana Ceridwen con su fe cristiana. Se ha sugerido que las referencias por parte de los bardos a Ceridwen no demuestran más que un interés de anticuarios para con sus propias tradiciones. Personalmente, siento que las referencias son tan extrañas, y tan en consonancia con el concepto místico y oculto de la Awen, que sólo pueden representar a una genuina supervivencia pagana, o quizá sería mejor describirlas como representando una notable síntesis semi-pagana, basada parcialmente en el pasado Celta, pero mezclado con ideas espirituales sostenidas por otras tradiciones del periodo.

LA DIOSA BARDICA

El equivalente más cercano a la Awen en la tradición de los bardos Irlandeses es Dan, o Dana, un término que tiene varios significados relacionados, incluyendo ' un don, tesoro, don espiritual u ofrenda', 'arte, ciencia, vocación,' 'el arte de la poesía,' 'poema' o 'canción.' En Irlanda, el término Aos Dana (literalmente 'la gente del arte') denominaba a cualquiera que practicaba las artes bárdicas. La palabra también puede estar relacionada a Danu, Dana, o Anu, la epónima madre diosa del panteón pagano de los Irlandeses, los Tuatha de Danaan, o 'Tribu de Danu.' Uno de los textos más antiguos describe a la poesía (es decir, a Dana) como 'de forma múltiple, de facetas variadas, de magias multitudinarias, una doncella bien abrazada y noble" que se les aparece a los bardos durante el proceso de composición.

Sin embargo, la diosa más asociada con el orden de bardos en Irlanda es Brighid, cuyo nombre significa 'Doncella,' o 'Mujer Bella,', aunque también se puede interpretar como 'el Poder del Destino.' Según el manuscrito Irlandés del siglo nueve, El Glosario de Cormac, Brighid era la diosa de las filidecht (es decir, de las artes de los bardos, de la sanación, y de la fragua. La misma fuente se refiere a ella como:

"Una Diosa alabada por los poetas debido a la gran y afamada protección que ella les presta."

Con la llegada de la Era Cristiana, la diosa pagana de los Irlandeses fue reemplazada por un santo del mismo nombre, que asumió muchos de los atributos de su predecesor. Esto está claro por los epítetos dados al nombre de la santa en la tradición folclórica Escocesa, que incluyen 'Brighid de la Boca Melodiosa,' 'Brighid de la Profecía,' 'de la Arpa,' 'de la Delgada Raza de las Hadas,' y 'de la Tribu de las Mantas Verdes (es decir, las Hadas).' Esta diosa canonizada también está vinculada con una llama sagrada, con el parto, con una misteriosa serpiente blanca, y con una bebida embriagadora. Su festival al principio de Febrero marcaba los primeros movimientos de la Primavera, cuando la serpiente de Bride salía de su nido, donde se suponía que pasaba el invierno; lo cual sugiere que representa el poder del crecimiento de la diosa dentro de la naturaleza.

El poder de Shakti, que hemos comparado con la Awen, se identifica en su forma microcósmica con la diosa Kundalini, cuya energía, representada en forma de serpiente, duerme en los más bajos de los centros sutiles del cuerpo hasta que sea despertada por la práctica del Yoga Kundalini. Neiddred, 'víbora o `serpiente' son términos tradicionalmente intercambiables por 'druida', y en el poema de Taliesín, El Redil del Ganado de los Bardos, el poeta se identifica a la vez como druida y como serpiente:

"Soy una canción hasta el final; soy claro y brillante;
Soy duro; soy Druida;
Soy artesano; estoy bien hecho;
Soy una serpiente; soy la reverencia, que es un receptáculo abierto."

Hemos visto que uno de los principales atributos de Ceridwen, la equivalente Británica de Brighid, Ceridwen, es su caldero de la inspiración. En la mitología irlandesa la principal deidad asociada con un caldero mágico parecido al ya mencionado es el padre de Brighid, el Dagda (`buen dios'), que en un texto es nombrado 'el dios del druidismo.'

¿Qué hemos aprendido, pues, acerca de la Awen? Sabemos que es un espíritu que fluye, una especie de esencia vital, una fuente de fuerza espiritual, sabiduría profética e inspiración poética, asociada con deidades llamadas Ceridwen y Taliesín en Gran Bretaña, y Brighid y el Dagda en Irlanda, todas éstas siendo asociadas con calderos mágicos y bebidas embriagadoras. Es bastante probable que los grupos de las diferentes tribus tuviesen sus propias deidades asociadas con 'el espíritu que fluye.' Meadhbh y Dana ya han sido mencionadas, y parece razonable sugerir que nuestros antepasados los druidas vieron a todas las deidades como fuentes de, o conductas para, la Awen. Hemos visto que la Awen también puede manifestarse en una variedad de formas, como un líquido, un halcón, una mujer, o el sabor de la miel en los labios. También sabemos que se puede contactar con la Awen bebiendo del caldero de la Diosa, cantando o entonando cánticos o mantras, mediante la inducción controlada del trance, por la visualización creativa que se suele llamar la búsqueda de visiones, o por el aislamiento de los sentidos. Los grupos modernos de druidas emplean también varios tipos de meditación, visualización y rituales.

La Awen tiene equivalentes en otras culturas. Ya hemos mencionado a la Shakti hindú, llamada la gran madre del universo, y el espíritu santo de los cristianos, que el escritor Gnóstico Irenaeus llamó 'la primera mujer,' o ``la madre de todo ser vivo. A una tanto como otra se las ve como la energía empleada por la deidad para crear el Universo, y se les vincula con la sanación y la profecía, dones también asociados con la Awen. En Tendencias en la Religión Comparativa (página 21), Mircea Eliade manifiesta:

"Los Sioux (Lakota) llaman Wakan a esta fuerza; existe en todo el universo, pero solamente se manifiesta a través de fenómenos extraordinarios (como el sol, la luna, los truenos, el viento, etc.) y de las personalidades fuertes (brujos o hechiceros... figuras de los mitos y las leyendas, o parecidas)."

El término Maná, originalmente de los Melanesios, ha sido empleado como término universal para tales fuerzas espirituales.

No todas las personas y cosas están dotadas en igual medida de esta fuerza espiritual; algunas la poseen en gran cantidad, y por lo tanto llegan a ser objetos de poder y de reverencia, mientras que otras parecen padecer su casi total falta. Los individuos pueden acumular esta energía dentro de sí, y canalizarla a otra gente u objetos, con los propósitos de sanar, inspirar, o fortalecer.

Quizás los ejemplos que hemos dado de la Awen en este ensayo hacen que parezca algo misterioso, oculto, y en realidad así es, aunque su energía inspiradora nos rodea del todo, una vez que podamos sentir su presencia y abrirnos a los dones que conceda. Puede experimentarse en la emocionante sensación que uno siente encontrándose en la cima de un monte azotado por los vientos, o paseando por un bosque bañado por la luz de la luna, o en las orillas del mar, o estando al aire libre durante una tormenta eléctrica, o realizando ceremonias en los antiguos lugares santos, donde se acumula como agua discurriendo por un hueco entre rocas. Se la siente en ese extraño estremecimiento que uno tiene al oír por primera vez una música inspirada, o un poema, o al ver un cuadro magnífico. Es una respuesta al espíritu inspirador que el artista ha logrado canalizar y materializar en su obra. El poeta Robert Graves la describió como un hormigueo en la nuca. Algunos la experimentan como un picor en las palmas de las manos, otros como contraer una carga estática, o como un calor reconfortante en la región del plexo solar. Al sujeto le deja inspirado y lleno de energía.

Una vez, en una tarde de verano, me encontraba en medio de un bosque, acompañado por una docena de druidas. Juntamos las manos y pedimos al Espíritu que nos guiara. Un gran cuenco plateado, de cerca de ocho pies de diámetro, apareció encima de nuestro círculo. Del aire sobre el cuenco emergió una mano femenina, delgada y pálida.. Desde los dedos fluía un líquido plateado que llenó rápidamente el cuenco poco profundo hasta que éste se desbordó, dejando caer una lluvia plateada por encima de los presentes en el círculo. Tal fué mi visión de la Awen en esta ocasión.

Pero esta visión me fué personal. Es la tarea de cada individuo descubrir la manera en que la Awen se manifiesta para sí, de qué manera (o maneras), exactamente como debemos encontrar a nuestros talentos personales para poder materializar su don de inspiración, y cómo también debemos encontrar a nuestra propia relación con la deidad. Y así vemos que la Awen yace en el corazón de la tradición druídica, siendo el espíritu sagrado del druidismo, y aportando no solamente nuestro vínculo real con el pasado, sino también con la realidad más profunda del presente, y las infinitas posibilidades del futuro. En el último análisis, la Awen nos concede como don postrero el reconocimiento de nuestra propia divinidad.

Este artículo se tomó de Druidismo: Volviendo a encender a la llama sagrada, copyright del BDO, 1.999

viernes, 16 de noviembre de 2007

El Druidismo y otras sexualidades.

Uno de los principales motivos de alegría y de desasosiego, de pesar y de gozo, es precisamente el sexo entre personas y su sublimación, que no es otra cosa que el amor. Los seguidores druídicos, en general, entendemos el sexo como la manifestación última de la unión amorosa entre las personas.

Es decir, fuera aparte del placer puramente físico de la sexualidad, entendemos que el sexo es la manifestación física de algo superior, de la unión de dos almas y de la fusión de sus energías.

Cuando hablamos de sexualidad, sin embargo, tenemos que tener en cuenta que hay todo un abanico de sexualidades. Se entiende, generalmente, que esta unión de dos almas, se da entre un hombre y una mujer. Pero tenemos en cuenta, o deberíamos hacerlo, que la sexualidad del hombre va más allá de la unión monogámica y heterosexual.

Actualmente tanto los druídicos, como gran parte del mundo occidental, entendemos como una relación sexual sana aquella que se da entre dos o más seres humanos, independientemente de su genero sexual, y lo hace de mutuo acuerdo entre ellos.

La libertad sexual de las mujeres, así como de los hombres es patente en la sociedad celta.

Citando un artículo de Iolair Faol en el que se estudia las relaciones sentimentales del mundo celta:

“Ahora bien, como hecho diferencial, se admitía la poligamia y poliandria, la admisión no significaba que todo celta la practicara, sino que era permitida legalmente por quien deseaba practicarla y siempre con pleno consentimiento del cónyuge. En Irlanda este concubinato o casamiento contractual, expiraba coincidiendo con alguna de las grandes festividades druídicas. En el caso de concubinato se contrataba a una segunda o tercera o más, mujeres por un año, y recibían el nombre de “ben urnadma”. Dicho contrato podía ser renovado al cabo de ese tiempo y también debía contar con la aprobación de la primera esposa. Si ésta no daba su consentimiento y el hombre persistía en su intención, era tal hecho, motivo de divorcio. De todas maneras este concubinato amparado por las leyes, no mermaba en nada los derechos de la primera mujer o de la esposa legítima, llamada “cet muinter”o matrona, la cual conservaba sus privilegios e incluso estaba por encima de las concubinas, de las cuales le servían de soporte y ayuda en las diferentes tareas que la matrona debía asumir.”

En el caso de los celtas, parece cierta la idea de que creían en relaciones más allá de la monogamia heterosexual, puesto que al menos parece comprobado que se admitía la poliandria y la poligamia y no fue abolida hasta pasado el siglo XI.

Citando otro extracto del estudio de Iolair Faol citado anteriormente sobre el matrimonio celta:

“Pero ni en estos casos, ni en los casos de poliandria o poligamia, la pareja del cónyuge se veía menospreciada socialmente. La sociedad pagana celta no conoció afortunadamente el concepto de pecado hasta la invasión espiritual cristiana. Por lo tanto, ni en el matrimonio, ni en la sexualidad, ni en el amor, conceptos que podían ir ligados entre sí o no, se admitía en esas combinaciones la noción cristiana de escándalo social o pecado religioso condenado por un dios. En primer lugar, porque los dioses celtas, sus actos e interacción entre ellos mismos eran reflejo de la misma sociedad que pensaba en ellos.”

El celibato es igualmente otra opción perfectamente viable. La personas que permanecen castos y sin relaciones, guardan para ellos el poder de la energía sexual. Lejos de intentar llegar a una ascensión a través del sexo, a través de la entrega de su energía optan por dedicar esa fuerza, ese poder en otro esfuerzo.

Efectivamente, por poner un ejemplo alejado de los ascetas y misóginos santos cristianos, los chamanes realizan abstinencias sexuales antes de la ingesta de plantas de poder. Los Videntes Toltecas, y en este ejemplo en particular Don Juan, el mítico maestro nagual de Castaneda, en "El Fuego interno", le habla a su aprendiz respecto a la energía sexual y a la opción de no gastar energía en el sexo y dice al respecto:

"-A partir del momento de la concepción -contes­tó-. Yo siempre te he dicho que la energía sexual es algo de extrema importancia y que debe ser controlada y usada con mucho tino. Nunca te gustó esa proposición porque, crees que yo hablo de control en términos de moralidad; control para mí significa el ahorro y la recanalización de la energía.

Don Juan miró a Genaro. Genaro asintió con la ca­beza.

-Genaro te va a contar lo que decía nuestro bene­factor, el nagual Julián, acerca del ahorro y la recanali­zación de la energía sexual -me dijo don Juan.

-El nagual Julián decía que el sexo era un asunto de energía -comenzó Genaro-. Por ejemplo, él nunca tuvo problemas, porque tenía energía hasta en los dedos gordos de los pies. Pero a mí me echó una sola mirada y de inmediato prescribió que mi chile era sólo para ori­nar. Me dijo que yo no tenía suficiente energía para el sexo. Dijo que mis padres habían estado demasiado aburridos y demasiado cansados cuando me hicieron dijo que yo era el resultado de una cogida muy aburrida, y que así nací, aburrido y cansado. El nagual Julián recomendaba que la gente como yo jamás tuviera rela­ciones sexuales, a fin de que pudiéramos almacenar la poca energía que tenemos.

A Silvio Manuel y a Emilio les dijo lo mismo. Vio que los demás compañeros tenían suficiente energía. No eran el resultado de cogidas aburridas. Les dijo que podían hacer lo que quisieran con su energía sexual, pero recomendó se controlaran y que entendieran que el comando del Águila es que el fulgor de la conciencia de ser se da a través del acto sexual"

Otro ejemplo de este tipo de relaciones, fuera de lo que se ha venido considerando la norma, se puede dar en el caso de la homosexualidad.

Los seguidores druídicos, y cualquier pagano en general, entiende que la homosexualidad es algo aceptable como relación sexual y más importante, como relación sentimental.

Entendemos la homosexualidad como la tendencia a amar a los hombres y se debe realizar, con el fin de entender de qué hablamos, gran énfasis en la palabra amar. También sabemos que no todo el mundo que mantiene relaciones homosexuales es homosexual. Ni todos los homosexuales odian al sexo contrario, ni a las mujeres. No siempre se mantienen relaciones puras. Si nos atenemos al mayor axioma druídico, que es el concepto trinario, si creemos que entre el blanco y el negro hay miles de facetas de gris, entendemos que entre la homosexualidad y la heterosexualidad más feroz existen miles de facetas y de sexualidades.

Si bien, buscar una causa para la homosexualidad parece complejo y decantarse por una opción de las posibles para su origen (motivos genéticos o mentales, educacional u otros) se antoja misión imposible. También es cierto, que parece que existe una inclinación en la medicina actual en inclinarse por el entorno como causa y lo vivido en la infancia como principal motivación y parece que no es menos cierto que los niños nacen sin una sexualidad marcada (quizás porque al ser niños están más cerca del ideal andrógino) y sin una tendencia clara y lo que vivimos nos conduce a una sexualidad o a otra. Pero más allá de esta creencia y sin darla totalmente como válida, cualquier teoría que marque enfermedad o desviación puede ser rechazada de plano, a pesar de que no haya sido impugnada hasta hace poco en esta sociedad patriarcal y con tendencias sexualmente represora y machista.

No se debe caer en la identificación de los homosexuales y a la homosexualidad en la imagen hedonista y rayando con la superficialidad extrema. Si bien es innegable que muchos homosexuales encajan perfectamente en esa descripción, en la vivencia de una sexualidad dedicada estrictamente para satisfacer el Ego , también lo es que no se da en mayor número que heterosexuales que hacen los mismo o hipotecan sus vidas en relaciones muertas y venden sus vidas al dinero, a una posición social o al miedo a estar solos. Podemos dar como válida la idea de que nivel de relaciones humanas es exactamente igual de fácil e igual de difícil mantener una relación de pareja. Todos, independientemente de la tendencia sexual tenemos el mismo potencial para vivir una relación plena lo mismo que para vivir sin seguir nuestro corazones y vender tu alma a la Nada.

Los seguidores druídicos entendemos que las almas cuando se desprenden del cuerpo, carecen de condicionamientos sexuales. El concepto druídico de amor se basa en el Anam Cara, es decir, la idea del alma gemela o amigo íntimo. Se dice que el "alma gemela” nos espera en algún lugar del tiempo o del espacio, del presente o del futuro para complementarnos sexual, mental y espiritualmente.

La idea se resume en la concepción de Anam Cara como Tríada, en un enlace cuerpo-mente-espíritu, pudiendo cabalmente, ser la persona amiga íntima que a la vez es nuestro/a amante, cónyuge o pareja. Y con ella poder fluir con la energía cósmica Universal. Una Verdadera Pareja, donde los espíritus de ambos se nutren mutuamente, donde las mentes y los cuerpos fluyen entre sí, constituyen un único ente creador de armonía.

Si partimos de esta idea, es decir un alma, no se si llamarla asexuada, andrógina o simplemente decir que trasciende al género sexual, si la relación es sincera, y busca esa alma gemela será una relación adecuada. Si no la busca y solo busca la autosatisfacción, no lo será. Y esto debería ser así, independientemente de si los miembros de la pareja sean hombre y mujer o sean dos hombres, o dos mujeres o la combinación que sea.

En cuanto a otros problemas que se pueden plantear, como la implicación energética, debemos abordar primero como ve el druidismo el tema de la energía sexual. Y creemos que la energía, como el Todo, es dual. Y por lo tanto, contiene ambos géneros.

Si bien se puede decir que una pareja heterosexual pueda tener mayor facilidad para alcanzar un punto de unión a nivel energético no me parece correcto decir que una pareja homosexual sea incapaz de hacerlo. Quizás sea similar a cómo le resulta a las mujeres más fácil sentir la energía creadora y femenina. Al igual, los hombres tenemos mayor facilidad para conectarnos con el Dios. Pero de igual manera no se niega el que un hombre sea un canal de la Diosa, igual a una mujer.

Creemos en la existencia de la energía, de la esencia. Puedo decir que hay una energía personal, la esencia de cada uno, el alma y que hay una energía más universal, esta energía que nos une a todos y a todo. Macrocosmos y microcosmos. Sabemos que es la misma energía, pero diferente.

Creemos que hay una energía masculina que es más agresiva, generadora de poder y una femenina que es curativa, sanadora, pacificadora. Aún así, sigue siendo la misma energía pero también sentida de diferente manera.

Creemos que esa energía se puede manejar, se puede canalizar hacia afuera y ofrecer esa energía a alguien o a algo o bien canalizarla hacia dentro o tomarla. Y un vez más sigue siendo lo mismo, pero de nuevo, usado de diferente manera.

En esas tres ideas en realidad se sientan más o menos las bases de cosas como el Alma, el Todo o la Magia o al menos, el punto de partida para llegar a ese tipo de conceptos.

Lo anteriormente expuesto lo recoge la sabiduría hermética, gnosis de la que en parte se nutre el druidismo, en su obra El Kybalion. Allí, se recogen las anteriores ideas expuestas en varios de sus principios básicos:

El principio de mentalismo que dice que: “El Todo es Mente; el universo es mental” que se podría leer junto al principio de generación o de género que expone que “La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos”

El principio de la dualidad, que dice “Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse”

Y por último, el principio del ritmo, en el que se expresa “Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”

Haciendo una lectura conjunta de estos principios, podemos entender la energía sexual como algo fluido, como algo que en su esencia es masculino y femenino, que puede variar de un estado a otro y que tiende a compensarse.

Los paganos buscamos la Ascensión, la Iluminación o lo que los druídicos llamamos Awen, y con ello buscamos que nuestra energía personal esté cada vez más pura y cerca de su esencia, que sea cada vez más ella misma y por tanto sea capaz de sentir su afín, que sería la energía del universo y dice la máxima “Como es arriba, es abajo. Como es abajo, es arriba”: es decir, como es en el cosmos, es en mí y viceversa. Por tanto llegar a esa unión personal con la esencia de uno mismo y a través de esa unión llegar a la fusión con el resto de seres y energías es de alguna manera el concepto de la Awen.

Y esa dualidad, masculino y femenino y el Tercer Camino, piedra angular del conocimiento druídico, como la unión de ambas se basa en eso: ying y yang unidos de nuevo en equilibrio precisamente en ese tercer estado, el Tao que es diferente del ying y diferente del yang pero formado por ambos. Y de alguna manera se vuelve al concepto de Awen.

La energía sexual y de lo que de su manejo debería derivar es precisamente todo lo anterior: masculino y femenino para llegar a ese tercer estado y el sexo se presenta como una oportunidad como ninguna de sentir tu propia energía latir, de sentir la energía de otro ser junto a la tuya y de fundir ambas y fundirlas con las del propio universo. Debería fundamentarse en sentir la energía propia, ser consciente de la de la pareja, y a la inversa, que la pareja sea consciente de su propia energía y de la tuya. Y en base a esa consciencia, a esa nueva cognición y unidas ambas en algo más, llegar a ese tercer estado donde no se sea uno u otro, sino ambos. Se debería poder llegar a esa unión indiferentemente de cuál sea el sexo de los participantes. Es probable que sea más sencillo en una relación heterosexual, porque precisamente los órganos sexuales ya estén "pensados" para esa unión. Pero no parece cierto que sea el único camino para llegar a esa unión o que sea menos intenso si se consigue por otras vías.

En cualquier caso, la mejor forma de amar no es la que acumule más fácilmente energía, la mejor y única forma de amar es la forma sincera: sincera hacia uno mismo, sincera hacia su pareja y sincera en esencia. Todo lo demás, si es un hombre con un hombre o un hombre con una mujer o un hombre sólo o dos hombres y una mujer o cualquier combinación que se pueda plantear, tanto en número o en género, son puramente circunstanciales y por lo tanto anecdóticos. No hay maneras más convenientes de amar o de no amar, porque solo hay una forma de amar.

El destino final quizás sea manejar la energía sexual y la propia sexualidad en lugar de dejarnos arrastrar por ella.

El ideal último, quizás, debería ser el concepto de la androginia, y romper con cualquier rol sexual, navegar en el misterio de la propia sexualidad y romper con estereotipos. Profundizar más en nuestro aspecto masculino y nuestro aspecto femenino nos puede ayudar a acercarnos a ese ser andrógino.

Si hay algo que sea verdad, en cualquier caso, es que las cuestiones sexuales son, como la mayor parte de las creencias druídicas, un catma y no responden a una Verdad Absoluta. Por lo tanto, lo único que debería ser recomendable es guiarse en ellas por el corazón. Eso es al fin lo mismo que buscar el camino espiritual: seguir el corazón. Entender las motivaciones de lo que hacemos, más allá de la propia acción en si.
Por Gaueko Bele

Fuentes:




jueves, 15 de noviembre de 2007

Chamanes y Druidismo.

El Druidismo tiene una clara herencia chamánica. Si se analiza el Druidismo, se pueden ver muchos elementos propios de los chamanes, hasta el punto de que se puede decir que los druidas eran chamanes celtas aunque el trabajo chamánico no es lo único que define a un druida, puesto que además de chamanes, son jueces, poetas, historiadores, médicos, maestros, consejeros, artistas, astrólogos, magos.

Es necesario para entender la relación de ambos saber qué es un chamán. Se identifica como chamanes a personas del mundo que son originarias de lugares que están situados en puntos muy alejados entre sí del planeta. Sin embargo, se engloban a estas personas dentro de un mismo concepto debido a que todos ellos tienen rasgos comunes. Esto es, podemos encontrar a través de cada uno de los cinco continentes a personas que siguen un mismo camino y que tienen unas prácticas comunes y que, por tanto, podemos identificar como practicantes de chamanismo.

Geográficamente, en origen es de la zona de Siberia de donde procede el fenómeno y es a partir de ahí y con el paso del tiempo desde donde se extiende posteriormente. Es desde el centro de Asia desde donde se despliega y lo hace por dos caminos: por una parte, vía estrecho de Bering, hacia América y por otra parte, hacia el oeste, siguiendo el camino migratorio indoeuropeo y se dirige como dicha migración primero hacia el este y norte de Europa, dando origen entre otros a los Godar teutones para, posteriormente, extenderse por el resto de Europa. De hecho, podemos encontrar prácticas chamánicas tanto en los germanos del norte de Europa, en Noruega como en el sur, en los sacerdotes de la Grecia clásica y los misterios eleusinos.

Muchas veces se habla de chamanismo refiriéndose a los elementos primitivos de las religiones. Sin embargo, los chamanes son algo más. Se puede identificar a los chamanes como mediums, debido a su contacto con los espíritus, como adivinos o augures, como magos o hechiceros, como sanadores o curanderos. En ocasiones son místicos y poetas. Los chamanes son todo esto, sí, pero no sólo esto. Los chamanes podrían ser identificados con hombres medicina. Hay algo que los separa de todas estas prácticas, que los diferencia.

¿Qué es lo que identifica a un chamán? Para entender lo que los diferencia de otros magos, de otros místicos o curanderos, lo que conforma la definición del chamanismo y de estos estados modificados de conciencia es necesario entender la visión chamánica del mundo. La cosmología de los chamanes está formada por varios mundos, y este es un rasgo común a todos los chamanismos, independientemente de la cultura madre del chamán.
La concepción andina, por ejemplo, nos habla de una realidad que se divide en tres mundos: Kay Pacha o mundo del aquí y ahora, Uku Pacha o nivel del ego y Hanan Pacha o mundo espiritual.
Para los Kahuna hawaianos la realidad está formada por cuatro mundos: se trata del ike papakahi, el ike papalua, el ike papakolu y el ike papaha, que representan respectivamente el mundo ordinario, el mundo psíquico, el mundo de los sueños y el mundo existencial.

El chamanismo es la técnica del éxtasis y el chamán es el maestro del éxtasis.
Un chamán es aquél que tiene la capacidad de entrar en un estado de conciencia alterados a voluntad.
Se puede definir el éxtasis como un estado psicológico que se caracteriza por un sentimiento absorbente de admiración, de alegría de arrobamiento y a veces de enajenación.
Desde una perspectiva teológica hace referencia a un estado de unión con Dios o lo divino por medio de la contemplación y el amor vivido íntimamente.
Y exteriormente por la suspensión mayor o menor de la actividad sensorial en relación con el mundo externo.

Esto es lo que define el trabajo del chamán. Si intenta curar, un verdadero chamán no sólo intentará sanar al enfermo en el mundo real, sino que trabajará los todos los mundos a la vez.

Como resumen, se puede hablar siempre de varios mundos que coexisten a la vez y sobre los que el chamán va a trabajar. Para el chamán existe el mundo objetivo, que es la realidad tal y como la conocemos, el nivel bajo de la realidad. Pero para él también existe el mundo subjetivo, donde habitan los espíritus de la naturaleza y donde el chamán puede conversar con ellos, donde todo está interrelacionado, todo es sincrónico. Hay además un mundo simbólico, un mundo de sueños y arquetipos, de Dioses y de Animales de Poder. En este mundo el chamán trabaja con sueños, moldea la realidad. Por último, ven la existencia de un mundo holístico, un mundo de luz, de energía, de unión con lo sagrado.

El chamán es aquél que viaja por estos mundos ha través del estado alterado de conciencia: el chamán ha muerto y renacido.
Esta muerte y resurrección marca el principio del camino chamánico, la iniciación del chamán. El chamán desciende a los Infiernos o asciende a los cielos, contacta con sus guías y llega al entendimiento. Contacta con los otros mundos para, desde ellos, modificar la realidad. Después renace, regresa a la realidad que abandonó.

Es fundamental saber que para el chamán el mundo es lo que crees que es, es decir, cada persona genera su propia realidad. Esto es, cada cuál hace que las cosas sean posibles o imposibles, reales o irreales.
Y para ello realiza su trabajo chamánico. Este trabajo consiste en alcanzar un estado alterado de conciencia, de realizar el viaje a esas otras realidades y afectar al mundo objetivo desde el mundo subjetivo y desde el mundo simbólico. Para ello el chamán entra en trance, alcanza precisamente el éxtasis que lo define. Alcanza el éxtasis con muchos métodos, desde el uso de sonidos repetitivos hasta el uso de sustancias psicotrópicas o sustancias enteógenas.

Aun que no hay que olvidar que en base a esta concepción del universo, a este paradigma, existe una doble lectura para el concepto de trabajo chamánico.
Un significado de este trabajo es un trabajo de poder, donde el chamán entra en trance a través de experiencias extáticas para viajar a través de los mundos con el fin de modificar la realidad. Allí el chamán habla con los espíritus, aprende de ellos, trata con los elementales, contacta con los animales de poder, y con sus guías. Desde allí sana los cuerpos y las almas, cura las enfermedades.
Sin embargo también es un trabajo chamánico el trabajo de amor, de autodescubrimiento, más allá de esas acciones mágicas o sanadoras. El chamán sigue un camino de crecimiento interior, con el fin de alcanzar ese mundo holístico, la ascensión. Para los Toltecas, este camino es el Camino del Guerrero. Este camino de trabajo interior consiste en cuatro pasos: conocimiento, transformación, amor y poder.
El trabajo chamánico nos acerca al Todo.

Los chamanes son identificados desde la niñez como tales, generalmente a través de alguna señal como un rayo, a través de sueños o a través de enfermedades de los nervios o como la epilepsia. Estos puede señalar a un futuro chamán, aunque también es posible formarse como tal por propio convencimiento, si bien son considerados menos poderosos. En cualquier caso, no es reconocido como tal hasta que no ha recibido una doble instrucción: una instrucción de orden extático como los trances y otra tradicional donde aprende las técnicas chamánicas, mitología entre otros conocimientos a través de la formación otorgada por los antiguos chamanes
Los druidas igualmente eran buscados en muchas ocasiones desde pequeños y si algún niño presentaba posibilidades de poder ser especial era llevado al bosque para someterle a una serie de pruebas. Si se decidía que el niño era apto, se le llevaba a formarse con los druidas. Esta formación en el conocimiento druídico era larga y ardua y pasaba veinte años hasta que el estudiante era iniciado y se convertía en un druida.

El chamán cree que esta vida es Maya, un sueño y que la realidad es el Otro Mundo, el mundo de Luz y espiritual. El Chamanismo Esencial dice que somos espíritus, que nuestros espíritus han tomado forma en nuestros cuerpos y que hemos bajado desde nuestro hogar en los cielos a este mundo para aprender en diferentes vidas y existencias.
Para los druidas, la vida es un sueño y lo real es el Otro Lado, el otro mundo. Descendemos desde el Castillo de Arianhrod para acercarnos cada vez más al Todo, a la Fuente, aprendiendo reencarnación tras reencarnación.
El druida, al igual que el chamán, está unido a la Naturaleza. Ambos están unidos a su entorno. Lo investigan y estudian con el fin de adquirir conocimiento: buscan las propiedades mágicas y curativas de todo aquello de lo que les rodean.
Tanto uno como otro hablan con los espíritus de las plantas y los árboles. El chaman conversará con el espíritu de las plantas de poder, que le guiarán en el trance chamánico. El druida contactará con el espíritu de los árboles de sabiduría para que le guíen.
El druida, al igual que el chamán, se comunica con los espíritus de los animales. El chamán se hace uno con el espíritu del animal y asimila el espíritu de sus tótem. De hecho, los druidas llegan a transformarse en esos animales, en hacerse uno con esos ellos.
Al igual que los chamanes, un druida es un medium que habla con sus antepasados, recibe información de ellas.

El druida cree también en varios mundos, como el chamán. Tanto los chamanes como los druidas, realizan viajes a través de los mundos mediante estados alterados de conciencia.
El druida, cree en Annwn, lo más alejado de Dios, en Abred o el mundo donde están las cosas corporales y las cosas muertas, Gwynvyd, el mundo de los dioses, de los cielos, el Otro Lado, hasta alcanzar Ceugant, la unión con el todo absoluto.
Como el chamán, el druida modifica su conciencia para conseguir información o realizar trabajos mágicos. Unos y otros lo realizan mediante la ingestión de sustancias tóxicas como la amanita muscaria o a través de cantos, tambores, respiraciones u otros medios.
Pero lo más importante es el trabajo interior. Ambos persiguen a través de estas ingestiones de enteógenos para potenciar el trabajo de autodescubrimiento, un continuo aprendizaje, buscando experiencias que sean únicas. El verdadero sentido del druidismo: la Ascensión, la Iluminación, la Awen, el Espíritu que Fluye.

Los druidas, como todas la religiones paganas, buscan el conocimiento interno, es el precepto de “Conócete a ti mismo” y siguen un camino hermano al camino del guerrero e intentan llega a la Awen.
Para los druidas el camino a la Awen está descrita por un triple camino: la naturaleza, el conocimiento y la verdad. Es a través del conocimiento interno, a través de la verdadera naturaleza del ser, de una concepción real y verdadera de la realidad como llegamos a la Iluminación, a la Awen. Estas tres cosas que son vitales, nos acercan al amor y por tanto a la propia Creación. La verdad para los druidas era realmente importante. De la verdad nacen muchas otras cosas como la honestidad, o la sinceridad. La verdad aplicada a uno mismo y la verdad hacia el mundo. Otra es el conocimiento puesto que para acercarse al amor, a la creación es necesario conocerse a sí mismo, conocer a los que te rodean, conocer tu entorno. Los Druidas estudian la Creación, la intentan conocer. La contaminación del conocimiento, negar la posibilidad de conocimiento a alguien, es algo atroz para un druida. Y la naturaleza es el resultado de nuestra voluntad, de la unión de nuestros actos, nuestros pensamientos y nuestra alma. El actos se realiza como representación terrenal de nuestros pensamientos, que son generados a su vez por nuestra propia esencia, por nuestra propia naturaleza y que interactúa con la verdadera naturaleza de la Creación.

El chamán se inicia a través de un viaje de muerte y resurrección, viaje que también realizan los druidas, puesto que esta muerte y resurrección se puede observar en las iniciaciones druídicas, donde el jovén que se iba a iniciar moría y volvía a nacer. Se dice que el joven futuro druida era purificado con fuego, sustancias psicotrópicas y cantos y al llegar a otro estado de conciencia era conducido junto a un árbol, donde era colgado dentro de un saco hasta el amanecer, donde renacía.

Pero fuera aparte de posibles ceremonias practicadas para iniciarse, el mayor ejemplo de trabajo chamánico y resumen de varias de las características chamánicas, donde se puede ver mejor este trabajo de muerte y renacimiento es en la figura mítica de Taliesín.
La leyenda celta nos cuenta que la Awen llega como fruto del caldero de Ceridwen.

En la historia, se dice que Ceridwen y su marido tuvieron tres hijos: Morfran (‘cormorán'); Creirwy (‘huevo de cristal'), la más bella doncella del mundo; y Afagddu (‘total oscuridad'), el menos favorecido de los hombres.
Para compensarle su tremenda fealdad, Ceridwen decide hacerle sabio preparándole un brebaje mágico en su caldero de Inspiración (es decir, la Awen). El brebaje se preparó a lo largo de todo un año y un día, y Ceridwen pone a dos personas a cuidarlo mientras ella sale a recoger hierbas: un ciego llamado Morda (“buen mar” o “gran bien”), y un niño llamado Gwion Bach (“pequeño inocente”).

El última día de preparación, tres gotas del líquido del caldero salpicaron a Gwion, quemándole el dedo. Lo mete en la boca y al instante gana los tres dones de la Awen: la inspiración poética, la profecía, y el poder cambiar de forma a voluntad.
El resto del brebaje se vuelve mortalmente venenoso, y el caldero explota, rompiéndose en dos mitades.
Con su don de la profecía, Gwion sabe que Ceridwen intentará matarle por haber probado lo que estaba destinado a su hijo, así que usa su don de cambiar de forma para huir en forma de liebre. Ceridwen le persigue en forma de galga, así que él se convierte en pez. Ella se convierte, a su vez, en nutria. El se hace pájaro, ella, halcón. El se convierte en un grano más de trigo entre los del suelo del molino, ella, sin embargo, convertida ya en gallina negra, le engulle.

“Una gallina me recibió,
Con robustas garras, (y)la cresta partida.
Descansé nueve noches
En su vientre un niño,
He sido madurado,
He sido una ofrenda ante el protector,
He estado muerto, he estado vivo...
De nuevo me aconsejó la protectora,
Con robustas garras; de lo que me dió
Apenas puede volver a contarse;
Mucho será alabado.”

Después de nueve meses, Gwion vuelve a nacer del vientre de Ceridwen, quien no puede contemplar su asesinato “debido a su gran belleza”, así que le ata dentro de una bolsa de cuero y le lanza al mar en la víspera de Mayo. El primer día de Mayo por la mañana, la bolsa es descubierta en un apostal de pesca, y abierta. La primera persona en contemplar al hermoso bebé dentro de la bolsa dice “Mirad, una frente radiante!”.
Y es así que el niño recibe el nombre de Taliesín, que en galés significa “frente radiante”.

En este caso, Cerridwen presenta la figura de la iniciadora.
Las transformaciones animales de Taliesín nos hablan de los tres elementos de los celtas: tierra, agua y aire: Taliesín se convierte en pez, en pájaro y en mamífero terrestre. Así pues, El nuevo Taliesín, recorre toda la creación, toda la existencia para huir de Cerridwen.
El caldero es considerado un elemento de muerte y resurrección por los celtas. De hecho, el caldero Gundestrup celta muestra una imagen del caldero del Dagda, “El siempre húmedo”, en el que eran sumergidos los muertos y salían revividos. El mismo caldero que le significa a Gwion renacer como Taliesín.

Se dice que el contenido del caldero de Cerridwen era:
“Resplandor radiante ilumina al que elabora el brebaje,
Por encima del caldero de los cinco árboles,
Y el fluir de un río,
Y expandirse el calor,
Y la miel y el trébol,
Y la suprema aguamiel embriagadora,
Como el metal a un jefe guerrero,
El regalo de los Druidas.”

La miel es un símbolo utilizado por muchas culturas como símbolo de las sustancias psicotrópicas. Odín alcanza la sabiduría al beber el licor llamado Kvasir, de un caldero llamado Odhroerir, ‘Inspiración´: la hidromiel de Mímir, cuya cabeza custodiaba las raices de Yggdrasyl, el árbol cósmico, la fuente del conocimiento.

En el Rig Veda hindú, se asimila la figura del Soma como miel. La Ambrosía de los dioses griegos era hecha en parte con miel. Tanto el Soma como la Ambrosía otorgan la inmortalidad y convierten a los hombres en Dioses. De hecho, existe una relación directa de la miel con otras sustancias enteógenas y de la abejas, con las sacerdotisas por ejemplo de los misterios de Eleusis.

En la historia se puede ver una triple iniciación: la bebida del caldero abre la mente del bardo al don de la Awen, la estancia en el vientre de la diosa da al vate sabiduría para entenderlo, la prueba de ser abandonado al mar dentro de la bolsa de cuero capacita al druida para poder conquistar el último miedo: El de la muerte.
Gwion bebe tres gotas: una gota para el cuerpo, una para la mente y otra para el alma. Y de hecho, sufre una triple muerte y un triple renacer, que para los celtas no podía ser de otra manera que no fuera triple, puesto que de esta triple manera cubre todos los aspectos de la creación y del renacimiento.
Al alcanzar la Awen, Gwion, ya convertido en Taliesín, rememora su verdadera existencia y habla de su estancia en el Castillo de Arianhrod y de las diferentes vidas que ha ido teniendo.
Gwion se convierte en el chamán que accede al caldero de la resurrección y bebe de él, bebe de la sabiduría, para renacer de la iluminación fluida de la Awen, para renacer. Una resurrección como Druida, como Bardo, como Vate. Como chamán.
Por Gaueko Bele

Fuentes:




El clan Celta.

Intentar describir, lo que fue un clan céltico, resulta complejo y hasta difícil, y aún más si tenemos en cuenta que esta institución ya no existe en los países de origen céltico. Esta palabra, en realidad, no denota ningún concepto definible. Significa descendencia o descendiente de. Su plural sería “Clanna”. De esta manera si pusiéramos como ejemplo: “Clanna Tuirenn”, vendría a significar, los descendientes de Tuirenn. Este concepto tendría su símil en la palabra galesa “cenedl”, aunque su traducción podría ser bastante vaga. Así pues tenemos que la palabra “clann” de origen gaélico vendría a significar “descendientes de” o incluso “hijos de”. En realidad la organización por clanes de la sociedad celta es algo confusa y ello ha contribuido notablemente a confundir los conceptos en ocasiones, de tribu, clan y familia celta.
Un clan céltico difiere del concepto de clan de otros pueblos aunque entre los celtas hallamos también los clanes denominados totémicos, de los que hablaré escuetamente. Quizás podríamos definirlo como familias o tribus enteras, entendidas como familias célticas, pero en definitiva el núcleo de la tribu.
Buen porcentaje de Tuathas celtas irlandesas se constituyeron a partir de familias, digamos históricas o ancestrales. Pero no siempre el origen de una Tribu o Tuatha fue un único clan. Se tiene constancia de varios clanes dentro de una misma tribu, que incluso podían irse relevando en el caudillaje de ésta. Este modo de relevo, se basaba en un entendimiento profundo que incluso llegaban a enlazar sus clanes mediante casamientos.
Podríamos pues, definir el concepto de clan celta, como una familia compuesta por individuos que descienden de un personaje notable, que con frecuencia conservan el nombre de este. Pero habitualmente, los clanes también tenían sus orígenes en relación con animales totémicos de los que se creía descender. Tribus y clanes celtas veneraban y respetaban a ciertos animales con lo que se establecía una relación totémica de diversa índole. En algunos casos no se cazaban esos animales o se tatuaban dibujos de ellos o se adornaban con trozos de dichos seres, etc. Con ello además de venerarle, se pretendía su asistencia, auxilio o consejo en las diferentes viscitudes de la vida celta. Algunos nombres celtas derivan directamente de animales como : Artogenos (hijo del oso) Brannogenos( hijo del cuervo) o como la tribu de los Beribraces o bebrices, descendientes del castor( bebros,. La de los sefes galaicos, que hace mención a las serpientes.
Tal veneración trascendía hasta en el estilo de lucha celta que remedaba la forma de luchar de ciertos animales. Con posterioridad esas técnicas de pelea dieron lugar a las diferentes formas de combatir de los caballeros medievales, que con demasiada frecuencia, para obviarlo, lucían imágenes de animales en sus escudos heráldicos. Y en Escocia, donde los escudos de cada clan lucían y lucen aún hoy, animales emblemáticos, junto a colores distintivos que se continúan usando, empleados en los tejidos con los que se confeccionan los atuendos típicos de cada clan.
El jefe del clan, era un descendiente en línea directa del fundador, era el padre nominal del clan y ejercía su autoridad sobre los integrantes de ese clan y formaba parte de la nobleza militar de la tribu. Básicamente el clan estaba constituido por la familia de ese jefe y aquellas ramas familiares que descendían del fundador por línea materna. A pesar de esto, no era una estricta estructura social, pues en varias ocasiones se incluían en el clan a toda familia que aceptaba la autoridad y protección del jefe del clan local. Este jefe clánico, era elegido entre los miembros masculinos que poseían la condición de ser descendiente directo del fundador.
En muchas tribus celtas, especialmente galas e irlandesas donde el clan de la madre era distinto al del padre, se distribuían sus obligaciones y derechos. Al clan de la madre le correspondía en derecho la educación de los hijos menores, el cual pasaba al del padre cuando alcanzaban la mayoría de edad céltica. De esta forma, era factible enviar a los hijos al clan materno, donde eran confiados normalmente a los tíos de este, adquiriendo el papel de padres adoptivos o nodrizos, en Irlanda denominado “Aite” con los cuales se vinculaban de una forma afectiva tal, que muchos personajes y héroes célticos llevaban en su nombre la filiación de este padre adoptivo.
Pero aún se llegaba más lejos que la vinculación afectiva, pues las obligaciones jurídicas reciprocas también se mantenían. En Irlanda a esto se la conoció con el nombre de “altram”. Pero esta vinculación dependía en forma de quien fuera el “Aite” o padre adoptivo, pues difería si el encargado de esta función era miembro del clan materno o bien era un miembro de los estratos intelectuales, como druidas o bardos, pues con frecuencia se reunían a los hijos de un clan bajo la custodia de personajes cualificados. Ejemplo de ello fue el propio héroe Cuchulainn entre otros.
Este tipo de adopción druidica derivó en una verdadera institución y una perfecta escuela de aprendizaje. Ya el druida Cathbad instruyó además de al propio Cuchulainn mencionado, a cien alumnos más.
Por otra parte y debido a este “altram”, se daba el caso de que miembros del mismo clan, podían pertenecer a tribus diferentes, separadas por largas distancias e incluso en otros países celtas. Ello más que una desventaja, fue un beneficio a la hora de establecer ciertas alianzas para las guerras.
En determinadas situaciones, también había confusión de derechos, intereses y obligaciones, entre el clan materno y paterno para lo cual se recurría en numerosas ocasiones al consejo de otro sector social, al que se puede denominar casi como clan, el de los druidas.
La existencia de un caudillo o jefe clánico, no implicaba debido a ésta figura social, una estratificación de la sociedad, pues en el sistema de clanes, lo que privaba era el parentesco y sus lazos. Con este sistema de clanes, en las etapas anteriores a las conquistas normandas, la posesión de las Tierras y sus derechos de explotación, no pertenecían al jefe, sino que tal privilegio lo compartían todas las familias que realizaban tareas agrícolas a modo de posesión y explotación colectiva que fue abolida ya con la introducción del sistema feudal, como he apuntado, de las conquistas normandas.

Los Celtas: Edad de Hierro I, La Tène

Las sepulturas paulatinamente contienen menos riquezas, sobre todo a partir del 400 a. C. y hasta el 250 a. C. aproximadamente, situación que coincide con la etapa de las invasiones celtas relatadas por los autores clásicos.

Así, en el 390 a. C. aproximadamente Roma es saqueada por grupos celtas, en el 280 a. C. invaden Macedonia y hacia el 272 a. C. ocurre lo mismo con Delfos donde son derrotados, por lo que deben retirarse, asentándose algunos en Tracia al igual que en zonas de Asia Menor, donde se establecen los Gálatas, y hacia el norte donde llegan hasta Irlanda e Inglaterra. También se aprecia su presencia como mercenarios en Egipto o Cartago, donde protagonizan la revuelta contra las tropas de Amílcar en el año 238 a. C.

Entre los siglos III y I a. C. se llevan a cabo contactos comerciales más comunes con Italia, en donde se proveen de algunos artículos de lujo como ánforas de vino o vajillas, situación facilitada por el conocimiento y uso de la moneda en las regiones celtas.

Se produce un afianzamiento y desarrollo de los estados y se fundan grandes asentamientos conocidos como oppida, algunos de ellos con grandes dimensiones, cuyo mayor desarrollo tendrá lugar hacia mediados del siglo II a. C..

Asentamietos tipo la Tène: Maiden Castle en Dorset, Pendinas en Wales, y Dunne Angles (Irlanda).

Los oppida eran centros fortificados, comúnmente se asentaban sobre una colina, rodeados de profundos fosos, y erizados de defensas y pesadas puertas. Se encontraban generalmente ubicados cerca de las grandes vías de comunicación o de los yacimientos de materias primas, como minas de hierro, de sal, arenas auríferas, etc., tenía dimensiones variables, aunque podían llegar a ser enormes, como es el caso del oppidum de Manching que tiene una superficie de 380 hectáreas. Este se encuentra en Baviera, y se desarrolló a partir de un pequeño asentamiento durante el siglo II a. C., llegando a ser el mayor centro de la región.

El suelo y las vigas de madera son de 7 km. de largo y se mantenían unidas por una gran cantidad de clavos de hierro. Tenía cuatro caminos de acceso, pavimentados en piedra, uno de ellos con una doble entrada, una para carretas y carros y otra más pequeña para personas.

Las calles interiores del oppidum podían llegar a los 10 metros de ancho, y en su interior había edificios como talleres, almacenes o depósitos, y residencias de la elite cercadas por empalizada. También se han hallado evidencias del trabajo del hierro y del cuero, así como acuñación de moneda.[1] Se encontraba al lado del río Danubio y del río Paar, y cerca de él había un santuario celta dentro del bosque.

En Gran Bretaña durante el siglo VI a. C. se levantaron varias fortificaciones situadas en colinas, paulatinamente al ir centralizándose el poder muchas de estas desaparecieron, pero las que continuaron habitadas se fortificaron más fuertemente, un ejemplo claro es Danebury, en su interior había una zona para apacentar el ganado, viviendas con techos cónicos de pajas y graneros levantados con vigas de madera. Hacia el 100 a. C. se desabitó sin explicación aparente.

Los oppida cumplían diversas funciones, servían de campamento militar, poseyendo normalmente una guarnición estacionada, también podían ser centros religiosos, controlaban los puntos económicos estratégicos y controlaban un extenso territorio. Cada cierto tiempo se celebraba en ellos un gran mercado, donde acudían los habitantes de las tierras vecinas para vender y abastecerse de productos.

La aparición de estos centros fortificados también conlleva un surgimiento de grandes cambios económicos y sociales dentro del mundo celta. Los grupos guerreros, que hasta entonces habían tenido el poder, pierden importancia a manos de una oligarquía que progresivamente se hace con el gobierno. Al no existir un gobierno centralizado, los pueblos más importantes intentan tomar las riendas de los más débiles, obligándoles a aliarse con ellos para combatir a sus enemigos. Cada tribu dominaba un grupo de oppida, de los que uno de ellos hacía las veces de capital.

En la Galia la ciudad la dirigía un magistrado y un senado que estaba formado solo por nobles, que eran los propietarios de las tierras y el ganado, y contaban con grupos de guerreros que estaban vinculados a la elite por juramentos de fidelidad.

Los artesanos y los campesinos en teoría eran libres, pero en la práctica dependían de un aristócrata, para el que iba dirigido la mayor parte de su trabajo. Estos grupos no podían participar en la política activa de la ciudad.

La unidad básica de la sociedad celta era la familia, se conoce, por lo menos en el caso de la Galia, que el cabeza de familia tenía derecho de vida o muerte sobre su esposa, aunque parece ser que esta acción se utilizó muy poco.

La posición de las mujeres dentro de la sociedad venía determinada por la posición que ocupaba el marido o el padre, pudiendo ser el caso de la princesa de Vix o de la reina Boudicca, que encabezó una sublevación contra los romanos en Inglaterra durante el siglo I, también se conoce la existencia de mujeres druidas y que en múltiples ocasiones acompañaban a sus maridos a la batalla.

Pero estos casos son contados, pues la vida de las mujeres campesinas era, como en todas las épocas, muy dura.

Moneda con la imagen de Vercingetorix

Castro de Alesia, Francia

Muchos guerreros celtas combatían desnudos, y acostumbraban a conservar como trofeo las cabezas de los enemigos muertos en combate, untaban de aceite de cedro las de los adversarios más prestigiosos y las guardaban en baúles para enseñarlas a los extranjeros.

Las primeras monedas celtas aparecen en el siglo IV a. C., pero su función no era la de facilitar los intercambios, pues se utilizaban muy excepcionalmente, para pago de tributos, como dote de bodas, necesidades políticas, etc..., su uso se comienza a generalizar cuando comienza a desaparecer el sistema de trueque.

Entre el 58 y el 50 a. C., Julio Cesar al mando de sus legiones vence a Vercingetorix y conquista la Galia, en la Península Ibérica la caída de Numancia en el 133 a. C. es

el final de la independencia, aunque existirán numerosas rebeliones contra el poder de Roma, Britania, a excepción de Caledonia y el centro del País de Gales, también caen en poder romano. Con todo ello se llega al final del mundo céltico, permaneciendo unos cuantos reductos en Erín (Irlanda) y Albión (Inglaterra).

Los celtas se van integrando en la nueva sociedad romana, produciéndose en muchos casos un proceso de romanización, por otra parte, algunas de las tradiciones se mantienen en Irlanda, pues nunca llega a caer en poder de Roma.

En los últimos momentos las invasiones celtas se extendieron hacia la Península Ibérica, Italia, Grecia y Anatolia.

En el transcurso del siglo I a. C. toda la zona céltica cae en poder de las legiones romanas, sobre todo a partir de la conquista de la Galia por Julio Cesar, que lleva a cabo campañas entre el 58 y el 51 a. C., excepto Irlanda y Escocia, en donde perdura su cultura hasta el comienzo de la Edad Media.

Los Celtas: Edad de Hierro I, Hallstatt.

La primera parte de la Edad del Hierro céltica, datada en torno a los siglos VIII y V a. C., recibe el nombre de una importante necrópolis austriaca, Hallstatt, cuyo asentamiento debió estar asociado a las minas de sal. En ella aparecieron unas dos mil sepulturas que muestran un incremento de la diferenciación social así como la aparición de una nueva clase dirigente, rasgos que se hacen más profundos con el comienzo de los contactos comerciales con las colonias griegas durante el siglo VI a. C. a través del corredor Ródano-Saona.

Estas relaciones originan la aparición de una serie de asentamientos en diversas zonas que están localizadas en el este de Francia, concretamente en el monte Lassois, donde se levanta un importante centro comercial que cuenta con una fortaleza, y en el sureste de Alemania, donde aparecen también fortificaciones en la cumbre de colinas, especialmente Heuneburg, situada a orillas del Danubio, y Hohenasperg, que cuenta con numerosos objetos provenientes de la región mediterránea, entre ellos vasijas de cerámica y bronce para servir y beber vino, costumbre que las elites celtas habrían adoptado de los griegos.

Se trataría de sociedades con una elite que controlaba los medios de producción, las vías de comunicación y la tierra, y por ende, al resto de la sociedad, aunque no se sabe como habrían adquirido esta situación de privilegio, es posible que fuera transmitida por herencia de padres a hijos, también se piensa que podrían ser grupos conquistadores que se habrían logrado imponer a los pueblos en los lugares en donde se habían asentado, o bien que ciertos grupos de guerreros se habrían logrado imponer a los demás progresivamente. Otros investigadores defienden las dos posturas, dependiendo de los casos y del territorio.

Esta clase dominante estaba integrada por una serie de individuos denominados Príncipes, conocidos fundamentalmente por la riqueza de sus enterramientos, en donde solían aparecer cerámicas griegas, bronces etruscos, grandes carros de cuatro ruedas y joyas de oro, siendo entre ellas las más sobresalientes las fíbulas, hebillas de metal provista de un pasador, utilizada en la antigüedad para sujetar los vestidos, y los torques, tipos de collares de metal, bronce u oro, cuyos extremos tomaban la forma de tapones esféricos, y que posteriormente fueron adoptados por el ejército romano como condecoración para los soldados, e incluso en el túmulo de Heuneburg aparecen tejidos de seda procedentes de China.

Antes del siglo VI a. C. solo los príncipes y sus familiares recibían sepultura en estos enterramientos, posteriormente se van instalando sepulturas suplementarias, formando círculos concéntricos alrededor de la tumba inicial.

De este modo, en el túmulo de Magdalenenberg, de 200 m. de diámetro, aparecen 126 tumbas alrededor de la cámara fúnebre del príncipe.

Uno de los túmulos mejor conocidos es el de Hochdorf, en Alemania. En él aparecía un cuerpo de 1.83 de altura sobre un diván de bronce sostenido por figurillas femeninas, a su alrededor estaban colocados los objetos del ajuar, formados por un caldero de bronce adornado con cabezas de león y repleto de hidromiel, ocho cuernos de uro, que se encontraban colgados de la pared y servían de copas, además de otro cuerno más grande realizado en hierro, bronce y oro, y un carro grande con un yugo metálico y las piezas del arnés.

Reconstrucción del enterramiento de Hochdorf

Caldero procedente del ajuar del enterramiento de Hochdorf

También aparecían las armas del difunto, un carcaj con flechas, un puñal, una bolsita de cuero con tres anzuelos, un peine, etc..., todo lo que el príncipe había utilizado en vida. Este enterramiento se ha datado entre el 550 y el 500 a. C., y su edad cuando murió debió de situarse entre los 40 y los 50 años, lo que significa que debía ser bastante mayor, teniendo en cuenta que la edad media rondaría hacia los 30 años.

Localización de yacimientos en torno a Vix

(ampliar mapa)

Otro enterramiento muy conocido es el de la Princesa de Vix, en Francia, donde aparece depositada una mujer de unos 30/35 años cuya muerte se fecha hacia el 480 a. C., se trataría de una princesa que habitaba una fortaleza que dominaba una ruta de comercio en el valle del Sena.

Según los estudios presentaba una malformación en la cadera, artrosis en varias articulaciones y era poco agraciada.

Su enterramiento se encuentra a tres metros de profundidad, está instalada sobre un carro, adornada con lujosas joyas, como torques, tobilleras, un collar de ámbar y diorita y una diadema de oro que rodeaba su cráneo, aunque el objeto más importante encontrado es una crátera de bronce con capacidad para 1100 litros y decorada con figuras de guerreros, caballos y cuadrigas, un monstruo, y una gorgona adornando las asas. Su fabricación es seguro que se estuvo en manos de broncistas griegos, lo que demuestra una fluidez de los contactos comerciales con los griegos durante el siglo V a. C.

Los lugares de habitación de estos príncipes eran residencias fortificadas, normalmente de dimensiones bastante modestas, comúnmente rodeadas de un foso y una muralla. En su interior se distribuían las casas, muy semejantes entre ellas. No había avenidas ni edificios públicos, solo algunos espacios abiertos que servirían como lugares de reunión. En estas residencias vivía el príncipe, su familia, sus guerreros y sus sirvientes, el pueblo habitaba en aldeas, o alquerías, pero posiblemente, cuando existía algún problema se cobijarían junto con su ganado en las residencias principescas.

Los jefes militares controlaban el comercio a larga distancia, por lo que las residencias principescas se encontraban situadas en los lugares estratégicos, con el fin de entrar en contacto con el comercio mediterráneo, en su búsqueda de materiales diversos cerámica, ánforas, copas, vino, etc.

Las fortalezas de Hallstatt se abandonan en el siglo V a. C. sin que se conozcan las razones, trasladándose el centro de poder al norte, hacia Hunsrück-Eifel en Alemania Occidental, Champaña, Renania y Bohemia, lo que se vincula al desarrollo del estilo de La Tène, que comprende la II Edad del Hierro europea, encuadrada entre el siglo V a. C. y la dominación romana.

Crátera procedente de Vix

Aparece una nueva elite de guerreros que han conseguido riquezas y poder debido a las campañas militares, y cuyas sepulturas, al igual que las mujeres de la aristocracia, parecen ser la prolongación del período anterior de los Príncipes, pero cuya diferenciación se debe a un nuevo tipo de estilo artístico que decora los utensilios que forman parte del ajuar, los puñales se reemplazan por largas espadas rectas, y predominan las armas arrojadizas, el pesado carro de cuatro ruedas se sustituye por el carro de guerra de dos, mucho más ligero y veloz, desconocido para los celtas antes de mediados del siglo V a. C..

Ya no se levantan las fortalezas del período anterior, habitan pequeñas poblaciones independientes bajo el mando de un jefe militar, que no tendría mucha diferenciación del resto de los guerreros, y no se ha encontrado ninguna figura análoga al rey o a un poder central.
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Según Platón, el conocimiento es un subconjunto de lo que forma parte a la vez de la verdad y de la creencia.
Integral Philosopher Michel Bauwens "Vision"