“Toda la ciencia, es sabiduría cierta y evidente. Rechazamos todos los conocimientos que sólo son probables y establecemos que no debe darse asentamiento sino a los que son perfectamente conocidos y de los que no cabe dudar.”
En este sentido, Descartes desarrolló un método de razonamiento analítico para evidenciar la certeza de las ciencias: los problemas se dividen en cuantas partes es posible y luego se ordenan en forma lógica. El método cartesiano, que se conoce como "Cógito", hace una separación definitiva entre ente la mente y el cuerpo, entre el pensamiento y la materia, se ha convertido en “una característica esencial del pensamiento científico moderno y ha demostrado su utilidad en el desarrollo de teorías científicas y en la realización de proyectos tecnológicos extremadamente complejos. Gracias al método cartesiano la NASA logró poner un hombre en la luna.”
Para Descartes el universo material es una máquina, la naturaleza funciona de acuerdo a las leyes mecánicas, y el mundo puede explicarse en términos de la disposición y el movimiento de sus partes.
Descartes dio una estructura conceptual a la ciencia del siglo XVII pero su idea de una máquina del mundo regida por leyes matemáticas siguió siendo sólo una visión ilusoria durante toda su vida. Isaac Newton logró realizar el sueño cartesiano.
En sus "Principa", Newton expone detalladamente su sistema matemático y físico de definiciones, proposiciones y pruebas. Contienen también un comentario explícito del método experimental que él veía “como un procedimiento sistemático en el cual la descripción matemática se basa en una evaluación crítica de las pruebas experimentales realizada en cada una de sus etapas.”
El modelo mecanicista del universo de Newton (física clásica) fue la base de la filosofía durante tres siglos ( XVII, a XIX ).
El espacio era absoluto, siempre igual, inmutable y tridimensional de acuerdo a la geometría Euclidiana.
En una dimensión aparte estaba el tiempo que también era absoluto y que no tenía conexión con el mundo material y que fluía lentamente desde el pasado pasando por el presente, hacia el futuro. Sin ser afectado por nada externo a el.
Los elementos del mundo Newtoniano que se movían en este espacio y tiempo absoluto eran partículas materiales. La materia era una partícula sólida, dura y móvil, que no se consume ni se rompe en pedazos, no existiendo ningún poder que sea capaz de dividir lo que Dios ha unido. Además entre las partículas existen fuerzas que dependen de su masa y distancia (gravedad). Tanto las partículas como las fuerzas existentes entre ellas se consideraban creada por Dios y, por consiguiente, no eran sujeto de mayor análisis. Dios en un principio formó la materia en partículas sólidas, duras, impenetrables, móviles, con ciertos tamaños y formas y con otras propiedades tendentes en su mayoría a cumplir la finalidad para la cual fueron formadas. Todo lo que sucede obedece a una causa definida y origina a su vez unos efectos definidos. La base de este riguroso determinismo era la separación existente entre el yo y el mundo, introducida por
Descartes. Se creía que el mundo podía ser descrito objetivamente, es decir sin mencionar jamás al observador humano.
La mecánica Newtoniana se aplicó a la astronomía, al movimiento de los fluidos, a las vibraciones de los cuerpos elásticos y a los fenómenos térmicos y en todos funcionó. Sus leyes fueron consideradas como las Leyes Básicas de la naturaleza, se convirtió en la teoría definitiva que explicaba todos los fenómenos naturales. Laplace en su obra llamada Mecánica Celeste demostró que las leyes Newtonianas relativas al movimiento aseguraban la estabilidad del sistema solar, tratando al universo como una máquina perfecta autorregulada.
Newton fundamentó matemáticamente sus conceptos y dejo para Dios la creación de las partículas materiales, las fuerzas existente entre ellas y las leyes fundamentales del movimiento.
El universo fue puesto en movimiento y así ha continuado desde entonces, gobernado por leyes inmutables, como una máquina. Basado en estos principios se aceptaba que conociendo todos los detalles se podría conocer el futuro. Esta visión mecanicista de la naturaleza está por consiguiente estrechamente relacionado con un riguroso determinismo, sistema filosófico que subordina las determinaciones de la voluntad humana a la voluntad divina.
Mecánica es el estudio del movimiento y de las fuerzas que lo producen. Las ecuaciones del movimiento de Newton constituyen la base de la mecánica clásica.
De esta forma, utilizando el pensamiento analítico, el enfoque mecanicista y el método experimental derivado de las ideas de Descartes y Newton, la ciencia ha tratado de explicar
con precisión todos los fenómenos naturales (y sociales). La imagen mecanicista ha dominado el paradigma científico y ha tenido una influencia decisiva en la evolución de las ciencias.
Este paradigma, emanado de la física de Newton ha influido dramáticamente en las otras “ciencias exactas” y, las ciencias sociales - en busca de credibilidad y de aceptación por el paradigma dominante- han tratando de emular, adoptando y adaptando el “método científico y racionalista”. Por más de doscientos años, los científicos han aceptado esta visión, como la correcta (y única) descripción válida de la naturaleza.
En el siglo XX, sin embargo la física nos ha demostrado con la fuerza de sus argumentos que no existe una certeza científica absoluta y que todos nuestros conceptos y nuestras teorías son limitadas y aproximativas. La evolución del paradigma de la física comienza con la extraordinaria contribución de Albert Einstein quien, por una parte expone la teoría general de la relatividad y por otra se aproxima a la radiación.
Fuentes:
Herramientas Mentales y Digitales para Democratizar y Desmitificar la Información, por Eleonora Badilla-Saxe.
Fundación CIENTEC
Herramientas Mentales y Digitales para Democratizar y Desmitificar la Información, por Eleonora Badilla-Saxe.
Fundación CIENTEC
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