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viernes, 21 de enero de 2011

La importancia de los Minerales en la Dieta

El primer descubrimiento efectivo de la importancia de los minerales data de 1774, y se constató sobre vegetales. En 1873, el médico alemán Schussler escribió en su "Abrégé de thérapeutique biochimique" la siguiente frase: "Los tejidos enferman porque las células que los constituyen ya no contienen las sustancias que entran en su composición en las proporciones requeridas".
Durante mucho tiempo los científicos creían que el ser humano sólo requería unos pocos elementos minerales, hasta que Bertrand demostró que una pequeña alga, la Aspergillus niger, no podía desarrollarse sin la presencia de manganeso en la concentración de ¡una millonésima de gramo por litro! Este descubrimiento revolucionó todo el saber que se tenía sobre los minerales en relación a los seres vivos.
Ya en 1932 Ménétrier introdujo el concepto de "terreno" y "receptividad de las enfermedades" en las relaciones de éstas con los intercambios orgánicos, en especial con el equilibrio ácido-base y la posibilidad de que los minerales intervengan en dichos procesos, y por consiguiente en el estado de salud. Así nacería la ohgoterapia, es decir el uso de los oligoelementos para fines terapéuticos.
En este artículo vamos a dividir los elementos minerales en tres grupos: los macroelementos, que son los que el organismo necesita en mayor cantidad, los microelementos, que necesita en menor proporción, y finalmente los oligoelementos, que se precisan en pequeñísimas cantidades.

lunes, 27 de octubre de 2008

Unas reflexiones acerca de la relación entre Tecnología y espiritualidad.

INTRODUCCION

Algo extremadamente importante esta ocurriendo en nuestro mundo justamente ahora: el crecimiento exponencial de Internet y la Web, como una nueva herramienta que une los cerebros humanos en tiempo real. El efecto de la red es que cambia nuestra relación con el espacio y el tiempo de una manera fundamental, y por lo tanto no es exagerado decir que estamos atravesando un cambio importante en la civilización.

Vamos a considerar simplemente el efecto de estas conexiones en red en la transferencia de conocimientos, y por lo tanto en la velocidad de la evolución tecnológica y cultural. Antes de la invención de la palabra escrita, no era posible codificar el conocimiento, ni preservarlo a través del tiempo. "Cuando un anciano muere", dice un proverbio africano, "una librería desaparece en llamas".

En los tiempos anteriores a la literatura, el progreso dependía de la capacidad de nuestros cerebros para recordar, y por lo tanto la evolución era muy lenta. Con la escritura, y especialmente con la edición masiva de libros, el conocimiento se hizo independiente de su portador, y también independiente del tiempo. Pero no del espacio, ya que la transmisión del conocimiento todavía dependía de la disponibilidad del objeto físico: el libro. Ahora, con la red de computadoras, y especialmente al caminar hacia una comunicación inalámbrica, la sabiduría se ha liberado también de las restricciones del espacio. Lo que realmente sucede cuando se instala una red, y eso es lo que esta ocurriendo a escala universal con Internet, es que cada innovación, cada nuevo pensamiento, cada solución a un problema está inmediatamente accesible a través de toda la organización. De modo que la evolución científica y cultural va a acelerarse hasta límites sin precedentes. El espacio de tiempo
necesario para duplicar nuestros conocimientos, que antes llevaba cientos o miles de años, lleva ahora tres años, y esta "duplicación" se está acortando aún más, lo que nos lleva a especular que puede llegar un punto en el historia, en un futuro no muy distante, llamado Singularidad, en el que el conocimiento se duplicará instantáneamente, dejando a la humanidad totalmente incapaz de saber lo que está sucediendo. Hemos creado un Juggernaut Tecnológico que está claramente "Fuera de control" (cfr. el libro del mismo título de Kevin Kelly). De modo que, si combinamos la Revolución Digital mencionada con la capacidad de manipular los genes, y con el desarrollo en el campo de la nanotecnología, nos damos cuenta de que ha llegado el momento de pensar en nuestra relación con la tecnología, que aunque una vez estuvo a nuestro servicio, tal vez ahora se ha convertido en nuestro amo. A través de este ensayo, examinaremos en primer lugar algunos de los cambios
sociales y culturales asociados a la noción de Revolución Digital, y después a algunas actitudes espirituales básicas, y cómo nos ayudan los debates de algunas escuelas de pensamiento a entender la tecnología en diversos e interesantes modos. En este contexto, miraremos la tecnología a través de cristales "negativos", viéndola como una práctica degenerada, y luego a través de cristales "positivos". viendo la tecnología como algo que lleva a humanidad a un "plano de conciencia" superior, hacia un nivel más elevado de civilización. Veremos también algunas de las prácticas espirituales emergentes en la misma red. Pero primero, algunos comentarios acerca de la noción de Revolución Digital.

LA REVOLUCION DIGITAL, VIRTUALIZACION Y EL NACIMIENTO DEL CIBERESPACIO

En la sección precedente discutíamos acerca de cómo las redes cambian nuestra relación con el tiempo y el espacio, y el hecho de que los los efectos sociales, políticos y económicos de las redes con de naturaleza fundamental. Liberar nuestra vida social de los límites espaciales significa por ejemplo cambios en la política, que siempre ha tenido connotaciones territoriales; significa grandes cambios en la organización de los asentamientos humanos, que, una vez más, se han basado en las necesidades de estar cerca del flujo de los productos materiales y de las estructuras centralizadas de poder. Ahora proliferan toda clase de "tele" actividades: tele educación, tele compra, tele trabajo. Lo que estas cosas vayan a llegar a ser es motivo de conjeturas, pero es una certeza que están cambiando nuestros modos tradicionales de comportamiento.. Posiblemente, algunos de los cambios acaecidos con la Revolución Industrial van a deshacerse. Ya hoy en día, de acuerdo con recientes estudios en E.E U.U., estamos viendo fenómenos como el crecimiento del tele trabajo (casi la mitad de los nuevos trabajos creados en los últimos 5 años eran tele trabajos), el hecho de que se crean más trabajos en el medio rural que en las áreas urbanas, y el extraordinario crecimiento de los niños escolarizados en casa (casi un millón). Nuestro nivel de tecnología actual nos permite producir más y más productos materiales, con cada vez menos trabajo humano. Finalmente, solo un pequeño porcentaje de la población trabajadora estará empleada en la producción material. Una vez más, este es un cambio mayor en nuestra civilización. En los años treinta, bajo la influencia de los avances organizativos como el Taylorismo, el trabajo manual se automatizó en gran medida y se separó gradualmente de los procesos productivos. Desde los ochenta, un proceso similar está acaeciendo en el campo del trabajo rutinario intelectual. Muchas empresas están pasando por procesos como la reorganización de los procesos laborales atendiendo a las ventajas de la nueva tecnología, y se están eliminando procesos rutinarios. De ahí la eliminación de cargos intermedios y trabajadores de cuello blanco. El efecto de la revolución digital en el modo en que organizaremos y experimentaremos el trabajo será muy importante, e incluso se ha sugerido por algunos analistas, como Jeremy Rifkin, que debemos contemplar seriamente la hipótesis del "final del trabajo".

Parte de esta revolución digital es el proceso de virtualización. Para comprender la naturaleza de este proceso, tenemos que pensar en como los seres humanos transforman el mundo material según sus necesidades. En la era agraria y antes de ella, la naturaleza (materia) era transformada por el trabajo físico y elementos mecánicos (otra vez materia). De modo que la naturaleza era transformada por la materia. Durante la revolución industrial, insertamos un nuevo factor en el proceso de producción: la energía (en forma de combustibles procesados). De modo que la materia era transformada por la materia y por la energía, y esto llevó a un salto cuantitativo en la productividad.

Estamos ahora en el proceso de añadir otro factor a esta ecuación: la información. Hoy en día, el mundo natural está siendo transformado no sólo por el uso de materia y energía, sino por la introducción de la información, lo que lleva a una nueva explosión de la productividad. Podemos decir que la virtualización es la creciente sustitución de la materia por la información. Este proceso tiene profundas consecuencias en nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Entre la humanidad y la naturaleza, entre el ser humano y otros seres humanos, hay ahora una nueva capa de información. Y esta capa de información crece en importancia a medida que el proceso de virtualización se intensifica. En el pasado, podíamos decir: "no puedo tocar eso, luego no es real". Este ha sido el credo de la ciencia, del mundo industrial y del materialismo. Hoy, esta situación está cambiando
hasta el punto de que podemos decir, junto con el asesor de empresa Tom Peters: "Si puedes tocarlo, no es real". En otras palabras: lo informativo, lo no material, se ha hecho más importante, en términos políticos, económicos y sociales, que lo material. Un par de zapatos Reebok contiene más valor no material (imagen, marketing, investigación) que su valor real en términos de átomos disponibles. ¡Nuestra vida social está virtualizada al extremos de que la mayor parte de nosotros pasa más tiempo mirando documentales de naturaleza que paseando por el bosque! Este proceso, que comenzó con el nacimiento de la televisión, se intensificará con los nuevos medios del ciberespacio.

Medios de comunicación entrelazados y multidireccionales como Internet no son simplemente la continuación de los medios de comunicación de masas, sino que significan un cambio importante, ya que crean un nuevo espacio mental colectivo. Esta es la idea del ciberespacio, que significa que, paralelamente al mundo físico, la humanidad está creando un mundo paralelo "virtual", que coexistirá con el mundo llamado real. Si nuestros antepasados vivieron principalmente en un entorno natural, y la humanidad civilizada en un entorno arquitectónico, nuestros descendientes vivirán sobre todo en un "entorno digital". El ciberespacio es el lugar en el que vivirán una parte importante de su tiempo, y lo que ocurra en el ciberespacio condicionará mucho el resto de sus vidas.

Si consideramos diferentes aspectos de la revolución digital, vemos claramente que estamos atravesando un cambio mayor en la civilización, y que estos cambios tienen importancia metafísica, ya que afectan a la construcción básica de nuestra experiencia. No es sorprendente, por lo tanto, que no podamos confinar nuestro pensamiento a la ciencia, que trata sobre el "como", sino que debamos preocuparnos también del "por qué", el terreno de la espiritualidad y sus escuelas de pensamiento.

LOS DOS PUNTOS DE VISTA DE LA TRADICION SOBRE LA SABIDURIA

¿Cual sería el punto de vista de las escuelas espirituales de pensamiento acerca del desarrollo mencionado arriba? Antes de seguir, permítanme hacer una disgresión acerca de la Tradición de la Sabiduría en si misma. Al principio de este ensayo definimos la espiritualidad como el medio a través del cual la humanidad encuentra sentido a su relación con la totalidad del mundo exterior. Esta definición fue elegida a propósito, para que fuera aceptable también para los agnósticos y ateos, ya que los espiritual tiene el sentido general de la actividad humana dirigida a entender nuestra relación con el universo. En el mundo moderno, ha ocurrido claramente un divorcio entre los que afirman una creencia en un Absoluto o Ser Supremo, y aceptan en términos generales la existencia de objetos y seres no materiales, y los "racionalistas" o campo científico, que no acepta la "no materialidad".

Dentro del campo de los espiritualistas, no hay grandes diferencias en términos de metodología y enfoques. En términos muy generales, podemos distinguir caminos basados en la "fe", y los basados en la experiencia concreta. Unos pocos autores proponen la distinción entre la religión "exotérica", basada en la fe y sin experiencias concretas, y la tradición "esotérica", generalmente oculta dentro de las estructuras exotéricas, en la que están incluidos quienes afirman haber tenido experiencia directa de lo "divino". Algunos autores llaman a este cuerpo de conocimiento "Tradición", "Filosofía Perennis" o "Tradición del conocimiento", y afirman que, tras la enorme diversidad de pensamiento religioso, está este cuerpo de conocimiento espiritual real. Para quienes quieran profundizar en estas materias, aconsejo la extraordinaria lista de lecturas recopilada y comentada por Franklin Jones (Da Free John), titulada "El cesto de la tolerancia", que presenta las obras mayores de la espiritualidad humana desde su punto de vista. Otros autores recomendados son Hegel, Teihard de Chardin, Rene Guenon, Fritjof Schuon, Julius Evola, y, por supuesto, las obras maestras de Ken Wilber. Sus tres últimos libros, "El tercer ojo: la búsqueda de un nuevo paradigma", "Desde el Edén", y especialmente "Sexo, ecología y
espiritualidad: el espíritu de la evolución", son buenas introducciones modernas a este punto de vista. La última, primera parte de una trilogía, probablemente llegará a considerarse el libro filosófico y espiritual más importante de este siglo.

El autor de este ensayo acepta el punto de vista de que existe la Tradición de la Sabiduría, pero según mi propio análisis, hay dos grandes escuelas interpretativas en su interior. Es importante señalar los desacuerdos entre escuelas, ya que tendrá trascendencia en el análisis de sus sentido y en el papel de la tecnología en el desarrollo psicoespiritual de la humanidad. Llamaremos a estas dos lineas de pensamiento interpretaciones "optimista" y "pesimista" de la Tradición de Conocimiento.

La escuela pesimista ve básicamente la historia de la humanidad como un proceso de progresiva degeneración, es decir como una regresión. Autores como Rene Guenon, Julius Evola y otros, creen que hubo una "edad de oro espiritual" en un mítico pasado. La humanidad hubiera estado más desarrollada espiritualmente en aquellos tiempos tempranos que en la civilización actual. Dicen, por ejemplo, que las clases dirigentes eran en un principio espirituales (chamanes, sacerdotes y castas en Egipto, la Iglesia), luego militares y finalmente comerciales. Esta escuela se ve reforzada en sus interpretaciones por muchos textos sagrados que afirman esta pérdida gradual de la conciencia. La tradición hindú, por ejemplo, afirma claramente que estamos ahora en la edad del "Kali Yuga", el último estadío antes de la destrucción del mundo. La noción de "Caída" y otros conceptos aclararían el actual estado de la humanidad.

La escuela Optimista de pensamiento, ejemplificada por los trabajos de Hegel, Teilhard de Chardin y Ken Wilber, hace un acercamiento evolucionista. Están de acuerdo, en general, en que hubo realmente una caída, en el momento de la creación del cosmos y de nuestro universo, cuando la divina conciencia se perdió en materia inconsciente. Pero desde este punto en adelante, ha habido progresos hacia un nivel superior de complejidad y de conciencia.

Esta actitud básica hacia la espiritualidad y la vida, colorea el punto de vista de varias escuelas. Las escuelas pesimistas tienden hacia el Dualismo (una separación fundamental entre lo humano y lo divino), hacia el Gnosticismo (siempre habrá una separación entre el Conocedor y lo Conocido, es decir, el ser individual), y hacia acercamientos negativos hacia el cuerpo. De hecho, la práctica espiritual Pesimista tiende hacia técnicas que enseñan a sus adeptos que "tu no eres tu cuerpo, no eres tu mente, no eres esto o lo de más allá". La práctica espiritual Optimista tiende a acercamientos no duales, misticismo (fusión con lo divino), y técnicas positivas hacia el cuerpo y el propio ser. Sus técnicas suelen enseñar a sus adeptos: "Eres más que tu ego, eres más que tu cuerpo".

Por supuesto, en la vida real, muchas escuelas espirituales tienen elementos de ambas, pero es una herramienta muy instructiva mirar la Tradición desde este punto de vista. La interpretación de la historia humana, y el papel de la tecnología en ella, se verá facilitada.

De modo que el Proyecto Tecnológico Humano (y especialmente la actual "Fase Ciberespacial" puede ser considerada ya sea como un Proyecto Dios Luciferino, es decir, un intento por parte de la humanidad de usurpar a "Dios" y de liberarse a sí mismo de todos los límites impuestos por la naturaleza (interpretación pesimista), y sea al contrario, como una nueva fase en la evolución de la humanidad hacia niveles más altos de conciencia colectiva. Continuaremos nuestra exploración del significado de la tecnología inspirandonos en estos dos puntos de vista, como proyecto Dios o como Gaia Electrónica.

EL PROYECTO DIOS

Metafóricamente hablando, podemos argumentar que la tecnología comenzó realmente cuando Adán mordió la manzana del Arbol de la Ciencia, el momento en que le hombre dijo: "Podemos hacerlo por nosotros mismos y queremos entender el significado de todo". La tecnología empezó con las primeras herramientas, que aumentaron el control sobre la naturaleza más que aumentar nuestra armonía con ella. Esto se ha comprendido muy bien por parte de los aborígenes australianos, que únicamente aceptan tres tecnologías, ya que son conscientes de que más herramientas destruirían su armoniosa relación con su entorno. Pero el resto de nosotros siguió adelante por el camino de la técnica.

Para los espiritualistas hay básicamente dos formas de acercarse al conocimiento, una forma que lleva a la santidad (totalidad), y la otra que lleva a un dominio falso y arrogante sobre la naturaleza que finalmente nos destruirá. La primera, el acercamiento interior, está basado en la idea de que hemos sido creados a imagen de Dios, y de que descubriendo nuestro ser interior nos acercaremos al descubrimiento de nuestros aspectos divinos. Al mismo tiempo, esas escuelas advierten a su seguidores de que esos aspectos son únicamente señales a lo largo del camino, y de que nadie debiera asirse a ellos. Como dice el proverbio sufí: "el cielo es el infierno del hombre sabio", es decir que incluso los placeres del cielo deben ser abandonados para llegar a la iluminación. La práctica espiritual puede darnos aspectos de los poderes de lo divino, y la literatura de la sabiduría está llena de testimonios a ese efecto. Por ejemplo, Richard Thompson, un estudioso hindú, describió los 64 "siddhis" (poderes) que pueden conseguirse a través de la meditación, y describe cómo el programa tecnológico de la humanidad es un intento de emular estos poderes de uno en uno.

Y no se puede negar que la tecnología es un programa mágico. Como dijo Arthur Clarke: "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". Podemos comunicarnos rutinariamente con gente que está a gran distancia, ver y oír lo que sucede a miles de millas de distancia, pasar a través de las paredes con la realidad virtual, etc...

Pero mientras el efecto de la "vía interior" fortalecerá el carácter humano, la tecnología externa debilitará progresivamente a la humanidad. McLuhan advirtió sobre esta interpretación, y dijo además que la tecnología es una extensión de nuestros sentidos. Las máquinas con extensiones de nuestros músculos, las computadoras de nuestros cerebros, y los robots de ambos. Observen como el automóvil, en efecto, "amputa" nuestras piernas, como la calculadora destruye nuestra capacidad de calcular por nosotros mismos, y como los procesadores de texto debilitan nuestra gramática. Cuanto más ampliamos muestra tecnología, y con ella nuestros sentidos hacia el exterior, menos necesitamos nuestros sentidos interiores. Al mismo tiempo, estamos creando una "tecnosfera" (pariente de la biosfera y la sociosfera), que es cada vez más enemiga de nuestros cuerpos y de nuestras mentes. Las investigaciones oceánicas y los viajes espaciales crean condiciones en las que nuestros cuerpos no podrían sobrevivir, y la sobreabundancia de información causa un permanente stress a nuestra mente.

Cientificos de vanguardia, como Marvin Minsky (Inteligencia Artificial), Eric Drexler (nanotecnología) y Hans Moravec (Ciencia Robótica), predicen un mundo en el que ambos, cuerpo y mente, llegarán a ser obsoletos. Un mundo en el que una combinación de tecnologías (que invaden el cuerpo) e ingeniería genética (que puede cambiar incluso la definición de lo que es un ser humano) puede llevarnos a un mundo posthumano. Algunos están considerando este concepto de forma muy seria. Por ejemplo los Extropianos, un grupo de jovenes científicos que creen firmemente en la promesa de la tecnología, están ya ahora trabajando en la posibilidad de duplicar nuestra esperanza de vida (a través de dietas especiales), de resucitar a los muertos (a través de la criogenética), de hacer ordenadores conscientes, o llevar la memoria de los ordenadores a nuestros cerebros, mezclándonos así con las máquinas (ciborgismo). Con su radicalismo, grupos como los Extropianos representan el Inconsciente Tecnológico de la civilización occidental, y nos fuerzan a decidir que es lo que realmente queremos. Si continuamos en el camino actual, crearemos un hombre inmortal que controlará la naturaleza y finalmente dejará la tierra para controlar el universo. Mientras tanto, estamos creando una red mundial de ordenadores (Internet) que pronto estará habitada por inteligencias artificiales, y que alcanzará tal nivel de complejidad, que ya no será controlable por la inteligencia humana. Esta claro que esto lleva a la creación de la Maquina-Dios, un Deus ex Machina (cfr Paul Virillio) que es el competidor directo del Ser Supremo de los Espiritualistas. ¿Quiere esto decir que su análisis de la tecnología como un proyecto Luciferino es correcto? También en este contexto podemos ver la predicción de una Singularidad Tecnológica, es decir, un momento en la historia en que habrá tantas novedades como en todo el tiempo que le ha precedido. Un momento que puede llamarse el "Fin de la Historia" o el "Fin de la Humanidad". Este acontecimiento sería una abominación para los espirituales Pesimistas, que identificarían la llegada de una Maquina Inteligente Todopoderosa con la llegada del Anticristo.

Los Espirituales Pesimistas no están solos en este análisis negativo. Su punto de vista es ampliamente compartido por quienes son actualmente llamados "Neo-Ludditas". Al igual que los seguidores originales del general Ludd, es decir, tejedores ingleses que destruyeron la maquinaria textil a finales del siglo XIX, muchos de los Ecologistas Profundos de hoy en día quisieran detener la evolución tecnológica para ir hacia atrás a una edad dorada en que la humanidad vivía todavía en armonía con la naturaleza. Es interesante notar los paralelismos: ambos, pesimistas y neo-ludditas, colocan su Utopía en el pasado; los espirituales optimistas y los utópicos Tecnológicos la colocan en el futuro.

Por supuesto, hay muchos hechos que pueden llevar a los lectores a aceptar la lectura pesimista del futuro, e interpretar la tecnología como el camino a la destrucción. Sin embargo, hay también algunos hechos que apuntan en otra dirección. La interpretación optimista de la Tradición de Sabiduría señala que la tecnología es un paso más en el desarrollo de la Conciencia de la Humanidad.

GAIA ELECTRICA

En la creación del Cosmos, la conciencia divina "cayó" en la naturaleza, que no podía ser consciente de sí misma. Luego llegó la vida en sus diversas formas, desde la unicelular, pasando por las plantas, animales en sus varios tipos y finalmente el hombre y la mujer, los únicos seres conscientes de sí mismos. A través de la humanidad, la naturaleza y el cosmos pueden ser conscientes de sí mismos. Pero este proceso de incremento de la conciencia es un proceso lento. La humanidad en sí misma ha pasado de la conciencia mágica a la racional; desde el pensamiento tribal al nacional y al planetario. Para que aflore esa conciencia planetaria, se precisan las herramientas adecuadas. Y podemos hacer una lectura de la historia, en la cual la tecnología es la ayuda necesaria para hacer esa conciencia posible. Ciertamente, puede argüirse que existen Seres Realizados que consiguen ese estado de conciencia universal, pero la masa del pueblo necesita ayuda. Puede afirmarse que la conciencia nacional no hubiera sido posible sin la prensa escrita, y que la conciencia planetaria real no es factible sin la creación de una red de comunicación mundial. Utilizando el lenguaje protomarxista, podemos decir que solo ese tipo de infraestructura tecnológica pude crear las condiciones materiales necesarias para que nazca esa conciencia colectiva.

Este proceso de universalización comenzó con la imprenta, se extendió a través de las tecnologías de comunicación como el telégrafo y el teléfono, y con medios como la radio y la televisión. Pero únicamente ahora tenemos un medio que combina las características de los dos tipos: los medios de comunicación de masas y los personales, que extienden los sentidos humanos y llegan a la conciencia, en todos los rincones del mundo. Los medios de comunicación tradicionales eran en un solo sentido, y tan caros que solo podían ser utilizados por los poderes, mientras que hoy en día el Internet omnidireccional puede ser usado como medio de comunicación por cualquier individuo conectado. Internet, por lo tanto, puede ser visto como una herramienta que amplía nuestra información aún más, y, por primera vez, permite a la humanidad materializar la "noosfera", es decir, el espacio mental colectivo donde todos nuestros intercambios culturales tienen lugar. Internet evolucionará finalmente a ser el Cerebro Mundial, que contenga a todos los cerebros conectados. Esta es al menos la interpretación de la Escuela Positiva. A esta escuela pertenecen filósofos como Hegel, y espiritualista como Teilhard de Chardin, y hoy en día Ken Wilber. Su optimismo es compartido por muchos otros habitantes del ciberespacio y ayuda a explicar la extraordinaria cantidad de creatividad y energía cultural optimista que se genera en Internet. Visto en otro contexto, el ciberespacio es un importantísimo proyecto de civilización. Puede ser comparado a la construcción de las catedrales góticas, que fueron construídas para gloria de Dios y que movilizaron a todas las comunidades en la Edad Media. Del mismo modo, el ciberespacio es la creación de un nuevo mundo paralelo. Al lado del mundo físico, la humanidad ha creado un mundo virtual, un "país de la mente", como lo llama John Parry, o ¿tal vez un país del espíritu?. Ya sea una interpretación correcta o no, al menos debiera entenderse que el ciberespacio es visto por muchos como un proyecto utópico social y político, y por lo tanto como generador de energía utópica. (Michel Grosso ve una fusión de los sueños utópicos y de los miedos apocalípticos del fin del milenio, y llama a esta fusión la Tecnocalipsis). En una época en que todos los "ismos" políticos han muerto, y en el que las religiones autoritarias están moribundas o secuestradas por las fuerzas sociales más reaccionarias, el ciberespacio es visto como una casa de libertad, un lugar donde la igualdad puede conseguirse, como una herramienta de organización para la creación de comunidades virtuales utópicas (en este sentido, las comunidades virtuales de Internet pueden verse como un renacimiento del "socialismo utópico" premarxista que insistía en que el cambio podía suceder aquí y ahora creando comunidades de hombres de bien que se comportaran de acuerdo con las nuevas normas sociales). El ciberespacio funciona como pantalla de proyección ideal para las esperanzas utópicas de un mundo mejor. En este contexto, no es sorprendente que el ciberespacio sea también el lugar de actividad de los movimientos espirituales, especialmente los que comparten la interpretación positiva de la evolución de la historia.

SACRALIZANDO EL CIBERESPACIO
Stewart Brand, fundador de la legendaria Whole Earth Review y autor de "The Media Lab", tenía una historia personal de relación con los ordenadores que mostraba una fuerte relación entre las fuerzas pioneras de la tecnología y la contracultura de los sesenta. Ambos movimientos compartían el objetivo de dar "el poder al pueblo" y de "aumentar las posibilidades del individuo". Aunque es cierto que Internet era en un principio un proyecto del Departamento de Defensa de los E.E.U.U., tenemos que admitir que Internet tiene un fuerte parentesco con el movimiento contracultural. Uno de los elementos de este movimiento social era el renacimiento espiritual, debido en parte a la importación de religiones orientales y, probablemente también, al descubrimiento y amplio uso de las drogas que alteran la mente. Las especiales características de Internet, en donde cualquiera puede publicar por un precio módico, asegura que muchas fuerzas espirituales alternativas encuentren su hogar en Internet y lo utilicen para sus fines espirituales. El lazo de unión entre la contracultura, los intereses espirituales y el ciberespacio, pueden verse en la importancia de individuos como John Parry Barlow y Mitch Kapor. Barlow es un licenciado en religión comparativa y es el primer letrista de Grateful Dead;
Kapor, anteriormente gerente de Lotus, es un profesor de Meditación Trascendental y Budista practicante. Ambos son líderes del movimiento para la libertad civil de ciberespacio (a través de su liderazgo en el Fundación Fronteras Electrónicas) y combinan su activismo humanitario y sus preocupaciones espirituales en una esperanzada visión de las posibilidades del ciberespacio. Howard Rheingold, el influyente autor de "Comunidades Virtuales" y durante mucho tiempo editor de Whole Earth Review, es otro ejemplo de la contracultura californiana, que ha madurado ahora en el ciberespacio.

Ciertamente, Internet también es usada por las fuerzas espirituales tradicionales. Los fundamentelistas cristianos, el Judaísmo Hasidim y el Islam están presentes. La Iglesia Católica inicia su entrada y varias escuelas de Budismo son particularmente activas. Éstas últimas tienen una "Cuber Sangha" (comunidad) muy activa, pero muchas escuelas tradicionales usan Internet como una herramienta auxiliar, un simple complemento de sus actividades físicas.

Algunos movimientos espirituales, que comparten la interpretación positiva señalada arriba, están tomando un papel mucho más activo en el ciberespacio. Señaladamente activos son los ciberpaganos. Puede sorprender a algunos observadores que la naturaleza precristiana de la religión pueda encontrar interesante a internet, pero así es en realidad. Los paganos son, por supuesto, un fenómeno urbano, precisamente entre las clases sociales que son los usuarios naturales de Internet. Usan Internet no solo como herramienta de organización, sino como un nuevo espacio que ha de ser sacralizado. Por ejemplo, Mark Pesce, creador del lenguaje VRML, ha creado el Circulo Cero en Internet, que incluye rituales chamanísticos. Todos los objetos en tres dimensiones han de posicionarse dentro de el "Axis Mundi" o "Centro de Mundo" espiritual. Del mismo modo, los monjes tibetanos del instituto Namgyal de Ithaca, en Nueva York, han consagrado al ciberespacio el día 8 de febrero. Desde el punto de vista espiritual, estos rituales son muy importantes porque crean espacios sagrados donde las fuerzas divinas pueden estar presentes. Mark Pesce explica que el ciberespacio llegará a contener muchos espacios "patógenos" perjudiciales para muestro bienestar mental, y que han de crearse espacios "vivogénicos" para contrarrestarlos. Entre los ciberpaganos activos hay algunos experimentos con ciber- rituales y meditación colectiva utilizando internet como punto focal.

Esto ha llevado a un vivo debate en listas de correo como Tchspirit-L acerca del tema "Viaja el Prana por los cables". El debate se centra en el hecho de la transmisión de energía espiritual. Necesita el contacto físico para transmitirse o, al ser una energía inmaterial, puede transmitirse por los "cables". Algunos están convencidos de que el ciberespacio puede ser usado para prácticas espirituales de buena fe, como por ejemplo Alexander Besher, autor del libro de ciencia ficción "RIM", quien aboga a favor de la creación de Espacios Espirituales a través del ciberespacio, apoyándose en la práctica del Feng Shui, el arte Taoísta de crear edificios y espacios "correctos". Hay que hacer notar que podemos presenciar la creación de ciber-religiones específicas. Aunque muchas son iniciativas sin importancia, algunas son serios intentos de crear un nuevo tipo de comunidad espiritual. El libro de Douglas Rushkoff, Ciberia, ha subrayado al fusión de Internet y las comunidades de música psicodélica y House en una especie de cultura juvenil espiritualizada que tiene como objetivo el despertar espiritual a través del uso combinado de tecno-música exática, sustancias alucinógenas y comunicación en un espacio mental colectivo, es decir en el ciberespacio. Terence McKenna y el omnipresente Timothy Leary son muy populares en estos círculos. McKenna en particular, ha escrito algunos libros bien estructurados acerca de la necesidad de una nueva alianza entre tecnología y naturaleza, lo que llama "Revolución Arcaica".

De todo lo dicho podemos concluir que hay una activa vida espiritual en el ciberespacio, y que hay una ciber- espiritualidad específica que se está desarrollando. Mientras todos los medios de comunicación han influenciado las prácticas culturales humanas, incluyendo la religión y la espiritualidad (véase los predicadores televisivos), es sorprendente que Internet cree nuevos tipos de movimientos sociales que toman su identidad en el mismo ciberespacio. Así, mientras que no existe el radio-fascismo ni el tele- feminismo, podemos encontrar sin embargo movimientos como el ciberfeminismo, ciber-marxismo y movimientos específicos ciber-espirituales. Es una confirmación más del hecho de que Internet no es simplemente un medio de comunicación, sino un espacio real, un entorno digital para la vida y la mente.

PARALELISMOS ADICIONALES

¿Puede el cuerpo de la Tradición de Sabiduría ofrecer alguna perspectiva útil incluso a aquellos de nosotros que somos por naturaleza escépticos a cualquier conocimiento "no científico? Creo que hay paralelismos interesantes entre el ciberespacio y los espacios espirituales que pueden hacer interesante una mirada a algunos testimonios en el terreno de lo inmaterial.

Puede decirse que la ciencia siempre ha trabajado en el mundo material, mientras que la espiritualidad ha tratado con los espacios no materiales. Hasta hoy, no había ningún espacio inmaterial que pudiera ser reconocido por la mente científica. Sin embargo, el ciberespacio es precisamente un espacio inmaterial, y por lo tanto, hay muy poca tradición científica que pueda ayudarnos a dar sentido a la dinámica de un espacio de estas características. No ocurre lo mismo con los Textos Sagrados, que describen por ejemplo la Red de Indra (una metáfora para los nodos de Internet) o las Grabaciones Akashicas (el lugar en el que se almacena la sabiduría del mundo y al que se puede viajar usando técnicas de "salir del cuerpo"). Creo efectivamente que la lectura de esos textos puede ser de utilidad en la comprensión de las dinámicas del ciberespacio como la quintaesencia de espacio inmaterial.

Otro aspecto es el mágico. No se puede negar que el ciberespacio tiene aspectos mágicos. Especialmente en entornos de realidad virtual, nuestras mentes son capaces de viajar en mundos que pueden cambiar con nuestros deseos y donde nuestros deseos pueden materializarse. Ya hemos visto como los MUDS, MOOS y MUSHS toman su inspiración en gran medida de las técnicas de magia. No puede ser una casualidad. Puede también decirse que para navegar a un espacio mágico, necesitamos interfaces mágicas. Esta era la premisa del legendario hacker de la novela de Vernon Vinge. Una vez más, mucha literatura espiritual que subraya las técnicas mágicas y teúrgicas puede ser de aplicación en nuestros nuevos mundos virtuales.

Desde el punto de vista de los espiritualistas, el ciberespacio puede también ofrecer oportunidades interesantes. Por ejemplo, el psicólogo transpersonal Charles Tart ha invocado la idea de "fingir" experiencias espirituales a través de la tecnología. Experiencias de abandonar el cuerpo pueden ser fácilmente recreadas en el ciberespacio, usando gafas unidas a un robot, el cual mirará después hacia uno mismo. esta también reuniendo fondos para crear mundos intermedios descritos en los Textos Sagrados, como el Bardo de los Tibetanos, en entornos de realidad virtual. Este proyecto puede ser una importante iniciativa cultural que aumentará nuestra comprensión de las tradiciones espirituales del mundo.

El ciberespacio también representa un importante reto espiritual. La tecnología es una extensión del hombre, y por lo tanto de la naturaleza. Uno de los fines fundamentales de las prácticas espirituales ha sido el de ampliar nuestras identidades, y sobreponernos a nuestros sentimientos de separación de otros seres humanos, de la naturaleza y del cosmos. Las mismas técnicas pueden ser usadas para llegar a una visión más completa de la tecnología. En ese sentido, la unión del hombre con la máquina y la tecnología puede ser visto como una tarea mística de unión con el universo.


Para el resto de nosotros, siempre será difícil decidir entre las visiones positiva y negativa de la tecnología. Hay suficientes hechos para inclinar nuestra opinión en cualquiera de los dos sentidos. En este mundo material de contradicciones, de Ying y Yang, esos puntos de vista opuestos siguen siendo una interesante herramienta heurística, y nos muestra la lógica contradictoria del progreso. Con cada nuevo poder y posibilidad que nos brinda, el progreso hace desaparecer alguna otra parte de la humanidad. Tal vez para sobrevivir en el estresante mundo de la alta tecnología, necesitemos cada vez más las técnicas sofisticadas de la psicología y del trabajo corporal que han perdurado como un legado de las prácticas espirituales y del movimiento potencial humano. El nuevo alcance de la tecnología puede necesitar una "Nueva Edad" de resurgimiento de las practicas espirituales. Sin ellas, tal vez no seríamos capaces de sobrevivir.

FUENTES:

Por Michel Bauwens


domingo, 29 de junio de 2008

Albert Hofmann: forever young.

La LSD-25: del laboratorio farmacéutico al chamanismo arcaico

En junio de 1938 Albert Hofmann se encontraba en sus laboratorios de Suiza investigando las propiedades uterotónicas y analépticas de los alcaloides del cornezuelo del centeno. Fue entonces cuando sintetizó por primera vez la dietilamida del ácido d-lisérgico (LSD-25). De hecho, Hofmann no andaba mal encaminado: iba buscando un facilitador para las contracciones del parto y acabó por descubrir una sustancia que facilitó el despertar de occidente a una nueva concepción de la vida, a una visión más espiritual e integrada con nuestro entorno.

De todas formas los primeros ensayos que se realizaron con esta sustancia no ofrecieron indicio alguno de sus efectos psíquicos sobre la mente humana: se la dieron a probar a animales de laboratorio, y estos no pudieron ofrecer ningún relato que permitiese entrever su carácter espiritual. En esos momentos la LSD pasó al cajón de sastre de las sustancias sin uso terapéutico. Pero cinco años más tarde Hofmann tuvo una intuición. Sintió que detrás de esa sustancia que habían abandonado se encontraba algo interesante esperándole. Saltándose todos los protocolos de su compañía farmacéutica sacó la sustancia del olvido y, a escondidas, volvió a trabajar con ella. En esa ocasión Hofmann absorbió accidentalmente una "pequeña" dosis del compuesto, presumiblemente vía cutánea, y al poco rato empezó a experimentar unas visiones que le dejaron alucinado. Acababa de dar a luz a la LSD, y a partir de ese momento Albert no la volvería a abandonar jamás.

Quizás otra persona hubiese reaccionado con espanto o incomprensión ante tal experiencia, dejando nuevamente el invento en el baúl de los trastos, pero Hofmann fue lo suficientemente perspicaz como para darse cuenta de lo que tenía entre manos (cosa que viniendo de un ambiente científico tiene su mérito). El hecho diferencial que hizo decantar la balanza en favor del interés de la nueva sustancia se encuentra en la infancia de Hofmann. Albert, en un paseo por los bosques de su Suiza natal, tuvo espontáneamente una experiencia mística en la que se sintió unido con el resto de la naturaleza: los árboles, la luz y él se fundieron por unos instantes que parecían una eternidad en el núcleo oculto de la existencuia que une lo existente. Esta visión duró un espacio de tiempo indefinido, quizás unos segundos, quizás unos minutos. Pero lo más relevante es que Hofmann descubrió que el nexo que nos une con el resto de la Creación se ocultaba detrás de un velo que habitualmente permanecía invisible a la conciencia ordinaria. La experiencia de la infancia marcó profundamente al futuro químico, y sirva un comentario que luego de ella haría: "¿Cómo podía yo comunicar a alguien lo que había visto y sentido? No hay palabras para ello; la magnificencia del mundo natural/espiritual se había mostrado ante los ojos de mi alma. ¿Como compartir algo tan bello a otras personas que ni siquiera conocían la posibilidad de tal experiencia?"

Hofmann identificó la sustancia que acababa de sintetizar como un vehículo que llevaba a las mismas esferas espirituales en las que había estado en su experiencia de la infancia. A partir de ahí la historia de la LSD se entrelaza con las nuevas perspectivas abiertas en el mundo de la psicoterapia, al contar esta con una herramineta que daba acceso real a la mente inconsciente; también se entrelazó, creando una mezcla casi homogenea, con todo el movimiento hippy de los años sesenta, el redescubrimiento de la Naturaleza y la ecología. La LSD, junto con otras sustancias visionarias, también rescataba el antiguo misticismo olvidado en Occidente, poniendo en tela de juicio la moderna concepción materialista del mundo, y posibilitando la creación de experiencias espirituales a voluntad de la persona.

Y del movimiento hippy, la ecología y la psicoterapia, pasando por la antropología, la experiencia que la LSD desvelaba se entroncó con las plantas que utilizaban los chamanes en el mundo arcaico: los enteógenos. En nexo entre el viejo y el nuevo mundo, entre mundo interior y mundo exterior, quedaba aquí para ser asimilado. De hecho Hofmann también participó en el estudio de los Hongos Sagrados empleados en México durante rituales chamánicos, logrando ahislar y sintetizar por vez primera los principios activos de estas setas: la psilocibina y la psilocina. Y puestos a encontrar más virtudes a este infatigalbe científico y humanista, mecionar que Hofmann participó en la serependítica hipótesis del empleo de los alcaloides del cornezuelo del centeno en los rituales mistéricos de la Grecia clásica (trabajo que elaboró junto a R. Gordon Wasson y C.A.P. Ruck).


Albert Hofmann en Barcelona

Albert Hofmann llegó a la ciudad condal por su propio pie. Y a los 91 años de edad. Para poner un ejemplo de su robustez física y mental, diremos que recientemente había pasado por el quirófano para ser operado de unas molestias que sentía en la rodilla. Pocas personas son admitidas en una sala de operaciones a esta edad, y aún menos al tratarse de un problema que no representa un riesgo vital. Pero Hofmann, ante la amenaza de no poder seguir dando sus paseos cotidianos por los bosques de su Suiza natal, decidió poner remedio al asunto: una operación le devolvió la capacidad de seguir paseando por su propio pié, y sin necesidad de bastón.

El preámbulo a las Jornadas fueron varios paseos por Barcelona, una entrevista radiofónica y una cena que se alargó hasta altas horas de la noche. Hofmann no tuvo ningún inconveniente en despalazarse a pie por el barrio antiguo de la ciudad, conversar amigablemente con los comensales, y dedicar los primeros ejemplares de su últimol libro que acababa de ser traducido al castellano y publicado esa misma semana. Hofmann tiene un sentido del humor fino y vital; le gusta la vida y está presente en cada evento que se presenta delante de sus ojos -llegó incluso a sentenciar que "quien se niega a ser feliz no cumple su existencia"-. Tan sólo se torna grave -aunque no derrotista- ante la amenaza de un colaspo ecológico. En la sobremesa de la cena dibujó una curva exponencial que representaba el ritmo trepidante en que se suceden los acontecimientos en el mundo moderno. Observó que en el mundo antiguo la celeridad de los cambios tenía un ritmo pausado, pero que al entrar en el s.XX, la trepidancia se había desatado. Ahora los cambios se sucedían unos a otros sin dejar espacio para asimilar lo que había aportado la última sacudida; en una visión un poco catastrófica de las cosas, se preguntó si esto no nos llevaría a estrellarnos contra nuestra propia ansia de llegar a no se sabe dónde. Algo va a pasar, dijo absorto mientras miraba el papel.


Jornadas Sobre Sustancias Psiquedélicas

El motivo del viaje a Barcelona de Albert Hofmann era doble; por una parte presentó una ponencia en las II Jornadas sobre sustancias psiquedélicas, organizadas por J.Mª Fericgla, y en las mismas Jornadas se presentó el libro que acababa de traducirse al castellano: Mundo interior & Mundo exterior. La ponencia que presentó fue traducida del alemán al inglés por el mismo a su llegada a Barcelona, y versaba sobre la visión espiritual que debería subyacer a toda aproximación a estas sustancias. Curiosamente cabe mencionar que Hofmann está tomando lecciones de castellano, y que durante las Jornadas asistió a todas las ponencias sin necesidad de traducción simultánea -a pesar de que el hablar es algo que aun queda un poco distante para este aprendiz eterno de lenguas y aspectos de la vida-.

Hofmann es una eminencia escondida en su simplicidad. Aparentemente cabría esperar un personaje con opiniones sofisticadas sobre las desvelaciones aportadas por su "hijo problemático", pero nos encontramos una persona llana, con el espíritu ilusionado de un niño, y un tono de voz animado y certero. Ante especulaciones metafísicas, Hofmann responde con los ojos de quien le basta ver a un pájaro volar o oírle trinar, ver la hierba crecer o contemplar una puesta de sol al atardecer.

En la rueda de preguntas, al finalizar su ponencia, cuando alguien le preguntó sobre la farmacopea médica, y en concreto por el Prozac, Hofmann tuvo la gentileza de reconocer públicamente no tener la más mínima idea de qué le estaban hablando. Al especificarle que se trataba de un antidepresivo, el doctor Hofmann observó que debía ser un medicamento cotidiano utilizado por la medicina convencional, pero en cualquier caso no debía ofrecer ninguna luz interior (insight) a la persona que lo ingiriese. En la cena de la noche anterior, Albert comentó que sería interesante estudiar la utilidad de dosis bajas de LSD (20 mcg) para tratar síntomas depresivos, dada la capacidad estimulante, la vertiente "optimista" y la baja toxicidad de la sustancia. Y para mostrar que no hacía la propuesta en el vacío, comentó que había hecho la prueba en sí mismo, y aunque él no presentase un cuadro depresivo, los efectos que siguieron fueron de una alegre percepción y participación en la corriente de la vida.

Aprovechando la corriente psicoterapéutica que surcaba la sala, no se dejó pasar la oportunidad de preguntar al doctor Hofmann si él era partidario de la utilización médica del cáñamo y de los opiáceos. "Pues claro que sí", respondió decidido Hofmann, "pero usted ya sabe que los mórficos se pueden utilizar en medicina desde hace tiempo — aunque con pocas restricciones desde hace menos tiempo— . El caso de los psiquedélicos es más complicado", continuó observando el sabio doctor, "de hecho, estas herramientas son un caso excepcional en el mundo de la medicina: no tienen permiso para utilizarlas ni los médicos mismos. En mi opinión esta ha sido una decisión política, y no basada en criterios médicos."

En lo referente al uso terapéutico de la marihuana, el comentario fue nuevamente decidido y sin vacilación: "¡Pues claro que lo apoyaria! Muchas investigaciones médicas están mostrando que esta planta tiene múltiples aplicaciones en el campo de la medicina. Pero el cáñamo se encuentra más disponible que los psiquedélicos, y me refiero con ello a su disponibilidad para un uso lúdico además del médico."

Y para cerrar el tema de la LSD, la pregunta del siglo: "Tengo entendido que el viaje en bicicleta que usted hizo desde los laboratorios de la Sandoz hasta su casa, intoxicado por los efectos de la LSD, fue bastante desvelador. El ácido que circula ahora por las calles parece que no es de la misma calidad que el que usted elaboraba en su compañía farmacéutica. ¿Dónde cree que se podría encontrar hoy en día LSD de calidad suficiente como para garantizar la iluminación a aquellos que la busquen?"

Albert Hofmann, ni corto ni perezoso, respondió con ironía a la pregunta: "Como usted sabe la elaboración de la LSD está prohibida por las autoridades internacionales, incluso a nivel de investigación. Pero quizás pueda usted encontrar una rendija en este entramado acido-fóbico. Cuando la producción de LSD fue ilegalizada a nivel internacional, la CIA pidió a Sandoz que les entregase todos los stocks que tenía de este material. Puedo decirle que las cantidades no eran pequeñas, y en caso de que no hayan hecho un uso abusivo de ellas pienso que aun deben contar con una buena cantidad en reserva. Si a usted le interesa usar LSD puro quizás pueda pedírselo a ellos."

Personas interesadas por el fenómeno religioso preguntaron a Albert Hofmann sobre el concepto del Creador. Le pidieron si en alguna de sus experiencias extáticas, inducidas por sustancias o acaecidas espontáneamente, había encontrado algo que se parezca a esto que podemos llamar el Creador.

"Esta es una pregunta muy importante", contestó con franqueza Albert Hofmann. "Yo no concibo este concepto como una fuerza personal, como una entidad antropomórfica. Más bien lo veo como un espíritu Creador, como una fuerza espiritual que es la fuente de la que nace nuestro Ser. Con respecto a mis experiencias místicas, y a si he encontrado a esta fuerza Creadora en ellas, he de decir que sin haber tenido un encuentro directo, sí que tengo la sensación de formar parte de ella. Como ser humano me siento una parte de esta fuerza que fluye en el Universo."
La carrera de Hofmann no tan sólo está unida al nacimiento de la LSD, sino que el químico suizo también descubrió la estructura de los alcaloides visionarios de las setas psiquedélicas. Un chico experto en hongos pidió consejo a Hofmann en la sala de estar. Le dijo que años atrás, cuando comía setas, todo aparecía bello, bajo una nueva luz y lleno de significado. Últimamente, lo que sentía era un proceso de desintegración en el que nada quedaba a salvo. Hofmann aplicó su fórmula mágica a la situación: miró fijamente al elfo, y le dijo con voz firme que se fuera al campo a sentir la brisa y que luego, una vez hubiese tomado contacto con la Naturaleza, probase de nuevo una aproximación natural al asunto.

Hofmann, que puede contarse entre los científicos más eminentes del siglo XX, y que al mismo tiempo no cesa de hablar de la necesidad de aportar a la ciencia el conocimiento espiritual desvelado por la LSD, fue interpelado sobre su visión del papel de la ciencia en nuestra sociedad, sobre si ha aportado más problemas que soluciones, al olvidar la relación de nuestra vida con el mundo Natural. Hofmann salió con una fábula en la que contó que cuando él nació en su pueblo natal de Suiza, no había coches en él. Recordó que la vida, la gente, era mucho más feliz entonces que ahora. Luego salió con una disquisición de que no es la ciencia que embrutece y complica la vida de las personas, sino que es el empleo que se da a los descubrimientos de la ciencia lo que puede embrutecer la vida humana. Es la tecnología -al igual que la religión para la espiritualidad- lo que manipula y tergiversa la experiencia y el conocimiento aportado por estas disciplinas.

Cuando alguien le pidió si se había arrepentido nunca de su descubrimiento, Hofmann contestó certero: "¡Cómo habría de arrepentirme! Andaba buscando un medicamento convencional, y resulta que encontré una medicina para el espíritu."

Al finalizar la presentación de Hofmann, J.M.Fericgla, coordinador del evento, le pidió que expresara su opinión sobre el papel que el futuro guarda para los enteógenos. Albert dijo que esperaba que se aprobara su uso para psicoterapia, así como la formación de centros espirituales, al estilo del templo de Eleusis de la Grecia clásica, en los que personas que conociesen la experiencia introdujesen y preparasen a otras personas para la desvelación del mundo místico que se oculta detrás de nuestros embotados sentidos.


Mundo Interior / Mundo Exterior

Si en su primer libro, Historia de la LSD, Albert hace un repaso a los entrecijos del nacimiento mágico de su medicina, así como la reacción ilusionada a la vez que temerosa de la cultura occidental hacia ella, en este segundo libro, Mundo Interior / Mundo Exterior, Hofmann ofrece su aproximación mística a la relación del ser humano con la Naturaleza.

La primera frase del libro dice así: "El planeta Tierra es una esfera azul que, girando sobre sí misma, se desplaza alrededor del sol moviéndose libremente en el espacio. Cada noche, cuando me acuesto, tengo por costumbre traer esta imagen a mi mente antes de conciliar el sueño."

El ánimo de la ciencia, escribe Hofmann, es observar el mundo natural, aquello que nos rodea. Pero da la casualidad que nosotros, nuestro cuerpo y nuestros sentidos, también pertenecen a este mundo natural. Y en nosotros también se produce la transformación mágica de la información que recibimos a través de los sentidos a la experiencia psíquica. Así pues, siendo nosotros mismos Naturaleza, ¿donde iremos a parar considerándonos algo separado de ella?...


Epílogo

"Cuando yo miro una flor en mi jardín", dijo Hofmann, "no tan sólo veo la belleza de sus colores y de sus formas, sino que también imagino toda la compleja bioquímica de su sistema, la interacción entre la planta y su entorno, desde que sus raíces sorben el alimento de la tierra hasta el aroma que desprende para convocar a los insectos... Y el proceso de la fotosíntesis, o la función fototrópica..."

Con esto, creo yo, Hofmann quiso dar a entender que es necesaria una aproximación científica al mismo tiempo que mística al mundo natural. La ciencia aporta la medida, el dibujo del mecanismo interno de las cosas, pero la visión espiritual recuerda que todos los organismos están en relación con su entorno, no tan sólo a nivel de interacción de la materia, sino en un marco que revela su significado, una participación en el mundo. Un enfoque parcial al fenómeno de la vida es a todas luces insuficiente, y para alcanzar una comprensión un poco holística (global) sobre un fenómeno hemos de abrirnos al mundo y dejar de creer que lo único que es real es lo que analizan las máquinas.



martes, 20 de noviembre de 2007

Árbol de libertad, culto druídico y revolución cultural en Nicolai Frederik Grundtvig

En el contexto europeo de finales del siglo XVIII y principios del XIX, la renovación del movimiento pagano alemán no fue un hecho aislado. En la Francia de la segunda mitad del siglo XVIII, el proceso de descristianización había hecho progresos considerables, alcanzando a amplias franjas del campesinado, de artesanos y de pequeños comerciantes. Este cambio de mentalidad ha sido, de hecho, considerado como un signo precursor de la Revolución de 1789. Desde los primeros años de la era revolucionaria, asistimos al nacimiento de un culto no cristiano de la libertad, que se expresó a través del calendario revolucionario, de las fiestas populares y los templos construídos en un estilo alegórico y abstracto, no pocas veces pedante, que imitaban sin gran originalidad la arquitectura de la Roma antigua. De todas esas innovaciones, la más interesante desde nuestro punto de vista, es el culto del árbol de la libertad, que renovaba el viejo culto europeo del Árbol de Mayo.

Inspirados en un romanticismo de corte céltico y por determinadas corrientes de un deísmo que reivindicaba la religión de la naturaleza, los cultos neodruídicos resurgieron en Gran Bretaña, renovando las tradiciones bardas del medioevo. A partir de 1781, surgieron órdenes druídico-masónicas. Desde 1792, se practicaron en Inglaterra ceremonias presididas por druidas vestidos de blanco que recitaban antiguas plegarias alrededor de círculos de piedra tallada y aras célticas. En 1819, parecidas ceremonias congregan a los bardos franceses, con motivo de la fiesta céltica tradicional del Eisteddfod.

En Suecia, el romanticismo de inspiración germánica encuentra su principal eco en la llamada Liga Gótica, fundada en 1891. Estudiantes e intelectuales afiliados a este círculo, entre los cuales se encontraban los poetas E.J. Geijer y Esaias Tegner, así como el fundador de la gimnasia sueca P.H. Ling, se dan a sí mismos nombres extraídos de la antigua mitología germánica o de las sagas noruegas, y se reúnen alrededor de círculos de piedra para celebrar el "thing". Evocan a los antiguos dioses, se entregan a investigaciones históricas y actualizan la literatura gótica, manifestaciones a través de las cuales pretenden refundar la identidad nacional sueca.

Pero será en Dinamarca donde el renacimiento de la mitología adquirirá una mayor fuerza. Los referentes del pasado permiten forjar una conciencia mitológica, identitaria y política cuyos reflejos todavía se dejan sentir, sobre todo en ambientes de "izquierda". Esta tradición identitaria de la izquierda revolucionaria danesa se inicia con Jens Baggesen, que en 1789 —año de la Revolución en París— hizo un viaje a Alemania. Paseando por los bosques de Teutoburgo, pudo observar cómo, sobre una colina, se conmemoraba a Arminius, el vencedor sobre las legiones del cónsul romano Varo. En las memorias de Baggesen podemos leer: «En ningún sitio me he sentido más libre, más ciudadano del Norte, más hermano de la gran familia de los pueblos a este lado de los Alpes, en la cumbre del bosque donde el Sur se doblegó frente al Norte. He visto el nacimiento de la libertad en Europa en el recuerdo de Arminius, y su marcha hacia el Oeste ha representado para mí un sueño ebrio de felicidad. Con los anglosajones, pasó a Albión, y con los francos a Galia. Y aún brilla en la asamblea francesa».

En los comienzos de su itinerario político, la izquierda identitaria y romántica danesa fijó su mirada en la Revolución francesa y, algunos años más tarde, profundizó en su corpus doctrinal ahondando al mismo tiempo en la antigüedad escandinava. En 1819, encontramos muestras claras de esta pasión en el libro Nordens guder (Dioses nórdicos), de Adam Gottlob Oehlenschläger. En 1808, la primera edición de Nordens Mythologi (Mitología nórdica), de N.F.S. Grundtvig, todavía está impregnada del espíritu romántico. Su reedición de 1832 revela, sin embargo, nos ofrece una nueva orientación, muy interesante, que anuncia ya la antropología contemporánea y una suerte de preestructuralismo. En aquella época, estas primeras manifestaciones de nuestra filosofía contemporánea, fueron calificadas de "fantasiosas" y "subjetivas".

En lugar de huir hacia una deriva lírica, como buena parte de los partidarios del romanticismo, Grundtvig, en su interpretación de la mitología nórdica, desarrollará un proyecto político. El conflicto entre gigantes y Ases no aparece como una lucha entre fuerzas imprevisibles de la naturaleza y como inquietudes de carácter culturalista, sino como combates sucesivos entre dos culturas: Roma frente al Norte, eruditos y elites frente al pueblo, sabiduría libresca frente a palabra viva, senectud frente a juventud.

Esta aproximación a la tradición se traducirá en los frentes políticos que surgirán en la Dinamarca de la época. El nacionalismo y el socialismo se oponían al antiguo régimen que vivía sus últimos estertores. Los campesinos se revelaban contra los grandes propietarios de tierras y contra la elite cultural, política y académica impregnada del mundo latino y alemán. El movimiento nacional danés, surgido del seno del movimiento campesino y autocalificado de "izquierda", supone la asunción de la nueva interpretación de la mitología nórdica. Las bases mitológicas perfiladas por Grundtvig da a la conciencia revolucionaria danesa y al movimiento social una espina dorsal cultural. De dicha fusión emerge una contracultura poliédrica: organizaciones de masas, una producción literaria original, movimientos didácticos creadores de una red de "escuelas populares" de un gran nivel académico y accesibles a todos, parroquias cristianas heterodoxas frente al luteranismo oficial del Estado danés, sociedades deportivas, clubes de tiro cuyo objetivo era armar al pueblo, así como cooperativas en todos los ámbitos de la producción.

Durante los años que van de 1870 a 1880, las referencias directas a la mitología escandinava pierden su influencia en los ambientes populares, socialistas y proletarios. No volverán hasta la década de los veinte, si bien esta vez se consolidarán en los ambientes conservadores. Frente a la variante de la mitología nórdica esgrimida por la Alemania nacional-socialista, las referencias al nordicismo jugarán un importante papel en la resistencia a la ocupación nazi de 1940-1945. Tras la segunda guerra mundial, aquéllas desaparecerán.

El movimiento contestatario estudiantil danés de finales de la década de los sesenta retomó la mitología nórdica tal y como la había desarrollado Grundtvig. De hecho, determinadas ideas de la cultura alternativa de 1968 están marcadas por referencias a la tradición nordicista. Autores como Ejvind Larsen y Ebbe Klovedahl Reich y, más recientemente, Paul Engberg, han jugado un papel importante en dicha influencia. De obligada referencia es la popularización de la música burlesca contra la tecnocracia. En este tipo de canciones, el lobo Fenris de la mitología escandinava se nos muestra como un burgués devorador. En realidad, se trataba de una auténtica agit-prop cuyos orígenes hay que buscarlos en la mitología nórdica. El editor del periódico de izquierda Information editaba un suplemento dirigido a las comunidades rurales titulado Freya, permeado de un evidente romanticismo campesino. En un contexto tal, las "escuelas populares" adquirieron una nueva dimensión, aunque esta vez bajo la impronta del ecologismo: proyectos de construcción de molinos de viento para sustituir las energías propias de la civilización contemporánea industrial y capitalista por la energía eólica, utilización de energías procedentes de la biomasa, enseñanza del yoga y la meditación hindúes, y referencias directas a Grundtvig. En Arrhus, la principal revista contracultural se titulaba Yggdrasill.

Conviene precisar que, para Grundtvig e incluso para sus predecesores, no existiría contradicción entre el cristianismo y la mitología nórdica. Por el contrario, la versión alternativa contemporánea del nordicismo ha desarrollado una crítica radical del cristianismo. Reich y Larsen ven en éste, sobre todo en su variante protestante, la antesala estructural del capitalismo y la destrucción de la naturaleza por la industria. La Reforma es denunciada como "una mezcla de absolutismo y rapacidad" (Reich). En cuanto a Larse, éste escribe: "No somos críticos solamente con Lutero, sino con el cristianismo en su conjunto. Es imposible acabar con los males sociales de nuestra época sin haber eliminado previamente el cristianismo".

Apelando a Herder y a Goethe, el movimiento pacifista danés de principios de la década de los ochenta, se nos presenta como una forma de resistencia popular frente al advenimiento de un terrible Ragnarök nuclear. Con posterioridad, las formas de hiperconciencia desarrolladas por el movimiento pacifista danés, se difundirán por toda Europa, aunque tiñéndose de cristianismo, de cientifismo y del discurso convencional de los programas políticos al uso. Ello no impide, sin embargo, constatar que el filón mitologizante danés —y su deriva alemana— permiten estructurar una verdadera alternativa cultural para una nueva izquierda contestataria capaz de cuestionar seriamente el vigente sistema industrial.

En el neopaganismo y en el movimiento mitologista pueden observarse perfiles nacionales, lo que no impediría en absoluto una revuelta de lo real/carnal contra los artificios del poder, contra las manipulaciones de los poderosos cuyo objetivo es incrementar su capacidad de opresión. El árbol de la libertad en la Francia revolucionaria, el movimiento druídico galo, las fiestas celtas de Eisteddfod, el movimiento neogótico sueco de principios del siglo XIX, la contracultura teorizada por Grundtvig aparecen entre las revoluciones de 1789, en París, y de 1848, en Berlín, Frankfurt y Viena. ¡No por casualidad!

Fuentes:
http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=279

lunes, 5 de noviembre de 2007

Nuevo paganismo: ritos ancestrales en el siglo XXI.

La revitalización de antiguas creencias delata la crisis espiritual del hombre moderno y su desencanto por las religiones instituidas.

Un grupo de personas se congregó en un ancestral templo de Atenas para venerar al dios griego Zeus. Ataviados a la antigua usanza, recitaron himnos que pedían paz para el mundo. Al igual que ellos, otros hombres y mujeres del siglo XXI se dejan seducir por los dioses de los vikingos, se reúnen para celebrar ceremonias del druidismo (celta) o se interesan por las deidades egipcias de la época faraónica.
Son movimientos espirituales modernos, que algunos autores engloban con el nombre de neopaganismo, inspirados en tradiciones anteriores al cristianismo.

Pero, ¿qué lleva al hombre actual a alzar los brazos y suplicar a Zeus que envíe lluvia al planeta? ¿Qué le impulsa a participar en rituales basados en viejas creencias?

Aníbal Chajón, doctor en Sociología y licenciado en Historia, piensa que hay un desencanto por las religiones instituidas. “El cristianismo —afirma— está dejando de responder a las necesidades de la gente. Está perdiendo vigencia en algunos sectores de la población que cree que su estructura precisa cambios”.

El mensaje de las iglesias se hace cada vez menos vivo y visible. Las personas van hacia productos sustitutos. En creencias como el politeísmo helénico es más importante el culto a la naturaleza que la obediencia a los libros sagrados. Los feligreses reunidos en Atenas abogaron entre columnas corintias por un “mundo en paz y una forma de vida ecológica”.

Estos grupos retroceden cientos de años atraídos por las viejas tradiciones paganas, y en busca de según Chajón, “una raíz, algo a lo que asirse”. Este es, de acuerdo a el profesor, un fenómeno que surge como reacción a los males del mundo globalizado. Muchas personas se sienten completamente prescindibles entre millones de seres humanos, y necesitan profundizar su identidad, sentirse parte importante de algo.

¿Cuáles y por qué?

Entre las creencias antiguas que más atracción despiertan está el politeísmo helénico, el druidismo, la religión romana, la de Asatrú (de los dioses vikingos) y las tradiciones precristianas de los países bálticos.

“El nuevo paganismo demuestra que el hombre es capaz de vivir sin una religión instituida y al mismo tiempo continuar la búsqueda espiritual para justificar su existencia”, se lee en una de las páginas de "La bruja de Portobello", del brasileño Paulo Coelho.

Muchos de los seguidores de los movimientos neopaganos creen que este tipo de creencias tiene sus raíces en los dioses de los primeros hombres, por lo que la consideran la primera religión.

Según Armando de la Torre, director de la Escuela Superior de Ciencias Sociales, de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), “no hay tal vuelta a las religiones del paganismo clásico, sino a su folclor”. Así, cuenta que en Inglaterra se celebran anualmente ceremonias druídicas en Stonehenge, que atraen a muchos turistas en el solsticio de verano. También hay rituales en los países escandinavos, sobre todo en el solsticio de invierno. Pero, en su opinión, los únicos politeísmos que arrastran adeptos creyentes son los de las distintas ramas del hinduismo y algunas del budismo mahayana. En África, agrega, todavía persisten creencias animistas del sur del Sahara, pero están en retroceso.

“En defecto de la fe, algunos ensayan rituales antiguos; más por entretenimiento que por otra cosa”, subraya De la Torre. A su juicio, la incredulidad se ha apoderado de vastos segmentos de la población desde el período de la Ilustración (siglo XVII).
Los seguidores de los distintos movimientos se suelen congregar una vez al año. Normalmente, se visten acorde a la época histórica que tratan de revivir y celebran ceremonias inspiradas en esas tradiciones. Por lo general, evitan los aspectos más sangrientos de las mismas, como los sacrificios.

En el reciente rito de Atenas, que reunió a dos centenares de personas, se conmemoró la boda de Zeus con Hera, la diosa del matrimonio. Los sacerdotes, de azul y rojo, liberaron palomas blancas como símbolo de paz.

Contra la Iglesia

En opinión del sacerdote italiano Sergio Checchi, quien lleva casi 50 años en Guatemala, estos fenómenos de neopaganismo “son casi una expresión de desafío, una provocación y un alarde de rechazo” a la Iglesia Católica. No cree que se trate en absoluto del renacimiento de verdaderas religiones sino de una moda seguida por personas que se sienten distanciadas del cristianismo. Estos cultos no implican, a su modo de ver, exigencias morales. Afincado en Guatemala desde 1958, Checchi reconoce que al menos en Europa hay un cansancio de cristianismo, un hartazgo de dos mil años de influjo de la Iglesia y su imposición de principios de moral cristiana.

Por eso, ha habido un proceso encaminado a “liberarse de su protección maternal”. Además, piensa que los errores que ha cometido la Iglesia a lo largo de la historia han provocado la desconfianza y el alejamiento de muchos de sus fieles.

Foros

Algunos, atraídos por estas prácticas, acuden a Internet en busca de información: “¿Me ayudaría alguien en mi iniciación en la wicca?”, pregunta un internauta en Las puertas de Babel, primer foro de debate en español para religiones paganas, shamánicas y animistas. La wicca, conjunto de creencias neopaganas supuestamente transmitidas oralmente desde tiempos inmemoriales, fue establecida por el inglés Gerarld Gardner en la década de 1950 del siglo XX.

Gardner aseguraba que fueron las brujas las que le heredaron la tradición tras años de persecución por parte de las iglesias cristianas. Las principales deidades de la wicca son la diosa o la señora, expresión divinizada de la Tierra y el señor o dios astado, inspirado en el antiguo dios celta de la caza.

Neopaganismo en Guatemala

El cura Checchi cree en el país no hay este tipo de movimientos. “Seguramente no hay neopaganismo, entendido como vuela a los cultos grecorromanos o celtas. No se conoce nada de eso”, afirma. El clima religioso no es, en su opinión, el de Europa. “Aquí no hay laicismo ni resentimiento contra el cristianismo y la Iglesia. No hay blasfemia”, asegura. El sacerdote destaca la “mucha religiosidad” que hay en el país, pero reconoce que también hay “confusión y desorientación” por la gran cantidad de ofertas religiosas. Explica que también se está produciendo una cierta vuelta a cultos o ritos precolonbinos, pero que estas prácticas no se oponen al cristianismo, sino que más bien son un gesto de fidelidad a la cultura maya.

Checchi alude al uso utilitarista de la religión, ya que muchos se acercan (a católicos o evangélicos) con fines prácticos, ya sea para salir de enfermedades, del alcoholismo o de la soledad. Se refiere también a los “centros” de adivinación donde la gente busca “salud, dinero y amor”. A su juicio, el verdadero neopaganismo son las nuevas idolatrías: la del dinero fácil y sucio (la corrupción), la de los fanatismos religiosos; la de las guerras y el armamentismo; la del placer a toda costa (turismo sexual y pornografía infantil).

Maximón, San Simón,
o la pervivencia de la religión maya

Algunos autores consideran que las creencias sincréticas son formas de un nuevo paganismo. Es el caso del vudú, el candomblé y la santería, en las que se mezclan religiones tribales africanas y manifestaciones cristianas.

La figura de San Simón, en Guatemala, es de acusado sincretismo maya-católico. Maximón (max significa habano en maya; por eso se le ve con un gran puro en los labios, y Simón) se convirtió en San Simón con la imposición del catolicismo sobre las anteriores creencias durante los siglos XVI y XVII.

El sociólogo e historiador Aníbal Chajón subraya la distinción entre la actual veneración a San Simón, en San Andrés Itzapa, por ejemplo, y el culto a Maximón, en Santiago Atitlán. Sus ritos y fieles acusan diferencias.

En el templo que alberga la imagen de San Simón, en San Andrés Itzapa (Chimaltenango), los feligreses hacen fila desde temprano para pedirle favores o agradecerle milagros. Entre los que esperan hay indígenas, pero también ladinos. Le encienden velas de colores y le queman puros “amarrados”. Este culto no es incompatible con la religión cristiana que profesan también sus seguidores.

Cientos de placas cubren las paredes del templo con palabras de agradecimiento a San Simón por favores concedidos. En una de ellas, en letras negras grabadas sobre fondo blanco, se lee: “Gratitud a San Simón por haberme hecho el milagro de llegar a Los Ángeles (EEUU) sin problemas. 20-7-93. Escuintla. M.I.S.,”.

La estructura del culto a Maximón en Santiago de Atlitlán es puramente maya. A lo largo de un año la divinidad reside en casa de algún miembro de la cofradía de la Santa Cruz, la principal autoridad indígena de Atitlán. Visitantes de todo el país llegan para pedirle favores y le ofrecen dinero o especies.

La imagen de Maximón, tocado con un sombrero de fieltro, está forrada de muchas capas de ropa. Vestirlo es toda una ceremonia durante la que se fuma y se bebe. Chajón llama la atención sobre el origen de esta manera de atavío. Explica que en el período Clásico (250 a 900 d.c.) los mayas envolvían en capas de tela unos objetos sagrados de uso ceremonial. Son los llamados “excéntricos”, de obsidiana y pedernal, que han sido encontrados en tumbas. Maximón sería, pues, a su juicio, la forma más reciente de estos objetos ancestrales, una clara pervivencia de la antigua religión maya.

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