He aquí un texto del Maestro Sant Kirpal Singh Ji. No adopto todas sus enseñanzas, sin embargo este texto definiendo la Espiritualidad es de lo mas acertado.
Kirpal Singh Ji es un Maestro de "Para Vidya":
"El conocimiento supremo es aquel que trata, tanto en la teoría como en la práctica, de la verdadera naturaleza del Ser Humano y su relación con el Ser Supremo . En efecto, es una ciencia natural, sin hipótesis, y no sujeta a los cambios ni al tiempo. En la antigua India se la llamó “Para Vidya” (Ciencia de la Verdad Realizada o Ciencia del más Allá), y surgieron diferentes denominaciones para interpretar este conocimiento. Fue entonces cuando se introdujo el término “Apra Vidya”, que significa la preparación para alcanzar el conocimiento de Para Vidya. Esta preparación consiste en Llevar una vida ética y moral y en la práctica de la concentración o meditación (de diversas maneras), siendo ambos elementos indispensables para el desarrollo espiritual." Quizás no esté fuera de lugar explicar aquí el significado del término “Espiritualidad,” el cual es confundido frecuentemente con fe ciega en los libros sagrados, con exhibición de milagros, con fenómenos psíquicos o con poderes yóguicos. La espiritualidad es una experiencia interna y su alfabeto comienza donde terminan todas las filosofías y prácticas de yoga. Es la experiencia del alma. Cuando un individuo dice: “Yo soy este cuerpo,” se trata de un sentimiento basado en el intelecto y se le define como ignorancia. Cuando dice: “No soy este cuerpo, soy un alma despierta,” se trata únicamente de un conocimiento o teoría que ha aprendido. Pero cuando por medio del análisis de su propio Ser obtiene una experiencia verdadera de su alma y entra en contacto con el Ser Supremo, a eso se le llama espiritualidad...
"Un aspecto de la fe consiste en aproximarse a Las Enseñanzas y a la práctica confiados como niños. No quiero decir que permanezcamos siendo infantiles, pero sí que la pureza y la sinceridad de la confianza en el Ser Supremo constituyen un importante aspecto de la fe y así entendemos porqué las dudas interfieren en esa fe. Si el bebé dudara de la leche materna y dijera: "Espera un minuto, quiero un análisis de eso antes de beberlo". ¡Entonces sí que se encontraría frente a un verdadero problema!
Por supuesto que no se trata de fe ciega ni de ciega confianza. No deberíamos ser incondicionales, sino tener confianza. ¿Cuántas veces los Maestros nos piden que confiemos en Las Enseñanzas?. Para ser capaces de confiar, uno necesita detener y sobrepasar sus propias dudas, pero no tapándolas. Casualmente la otra noche me preguntaba cómo sería tener una fe libre de dudas. Escuchamos demasiado a menudo que "Si realmente tuviéramos fe, si verdaderamente fuéramos serios, nunca deberíamos dudar". Entonces, como dudamos, nos sentimos avergonzados de ello, lo escondemos, lo queremos suprimir, no se lo podemos contar a nadie porque estaríamos evidenciando que algo anda mal en nosotros. Y esto es incorrecto.
Todos dudamos. De hecho, el Buda utilizó la duda en el Sutra del Loto para despertar el espíritu de búsqueda de sus discípulos y ayudarlos a atravesar el lugar en el cual se encontraban convencidos de que ya habían accedido a un nuevo nivel de fe. La duda constituye el primer paso hacia profundizar nuestra fe, por lo tanto, no deberíamos avergonzarnos de nuestras dudas, sino que más bien deberíamos ser honestos, asumirlas, enfrentarlas, explorarlas, porque una fe más profunda nos aguarda al final de ese proceso. Cuanto más profundas son nuestras dudas, más profunda es la fe que conquistamos una vez que las vencemos.
Por lo tanto, deberíamos esforzarnos por tener una fe "liberadora de dudas". No libre de dudas sino "liberadora de dudas", porque aplicar la fuerza de nuestra fe y práctica para resolver nuestras dudas deriva en una fe más profunda."
- Entonces usted cree que esta bien interpretar la Biblia de la forma que se quiera?
- No, claro que no! Pero la Biblia fue escrita e interpretada por hombres mortales. Y muchas de esas interpretaciones fueron reflejos del tiempo en que vivían.
- Entonces usted se siente completamente libre para cuestionarla? Porque... Lo creo blasfemo.
- Creo que a Dios no le gustan las preguntas. El puede no estar contento con todas las respuestas... Creo que tener fe ciega es tan peligroso como no tener fe.
- Yo nunca cuestione mi fe. Yo... nunca tuve razones para hacerlo.
- A veces, cuestionarla... ayuda a encontrar una fe mas profunda.
Del dialogo entre Mary Griffith
y el reverendo de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana,
en la película:
y el reverendo de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana,
en la película:
...La espiritualidad no se puede comprar ni enseñar, pero se puede captar mediante el contacto con personas espirituales. Más aún, los regalos de la Naturaleza como el aire, el agua, la luz, etc., son gratuitos. La espiritualidad también es un regalo de la Naturaleza y los Maestros competentes la conceden gratuitamente. De igual manera, la espiritualidad no se puede obtener por medio de los libros, este es un hecho que todas las sagradas escrituras sostienen. Estos libros contienen los valiosos registros de las experiencias internas de espiritualidad que otras personas tuvieron. Llenan huecos en la historia y contienen mensajes de los Maestros del pasado que nos ayudan a verificar los hechos que nos revela un Maestro Viviente, confirmando así nuestra fe en esta Ciencia.
Al ser humano lo confunden las diferentes traducciones, interpretaciones y exposiciones, cada una diferente de la otra, que en vez de aliviar su mente, tienden más bien a desorientarlo y a confundirlo. Su egoísmo ha creado también cientos de círculos religiosos, cuya finalidad es separarse de los demás y predicar un conformismo estrecho con los dogmas establecidos en vez de predicar el amor, y procuran el aislamiento en vez de buscar la integración con los demás. Desgarrados en medio de emociones conflictivas, los seres humanos desarrollan odio y pensamientos de guerra.
Para la comprensión de la Ciencia de los Maestros asistimos al Satsang, adonde la mayoría de nuestras dudas son aclaradas. Las respuestas directas del Maestro nos ayudarán a disipar cualquier duda que aún prevalezca. Todas las preguntas reciben la misma atenta consideración y no se incurre en ninguna controversia. Ricos o pobres, elevados o humildes, todos reciben la misma atención de la misma forma en que un médico debe atender a sus enfermos. Un Maestro verdadero puede ver las virtudes y errores de un hombre de manera tan clara como uno ve el contenido de una jarra de cristal, pero no revela nada. Sentados frente al Maestro, son beneficiados incluso aquellos que no comprenden su idioma, igual que cuando estamos en una perfumería y disfrutamos del aroma de las dulces fragancias. El Maestro derrama sus bendiciones a través de su mirada, las cuales pueden ser aprovechadas por aquellos que están hambrientos de ellas. Sus ojos son un maravilloso rocío de amor.
Fuentes:
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