miércoles, 15 de octubre de 2008

La próxima evolución es el viaje al interior humano.

La espiritualidad posmoderna es para la gente
que puede abandonar la adolescencia.


Entrevista con Robert W. Godwin:
publicada en What Is Enlightenment?


Para comprender como el conocimiento científico realmente se alinea con una comprensión mística tradicional de la relación de Dios con la creación, debemos pensar estereoscópicamente: se debe tomar una perspectiva, el pensamiento científico, y tomar la otra, la sabiduría mística, hasta que ambas se sinteticen a un nivel más alto, explica Robert W. Godwin, autor del libro de reciente aparición "One Cosmos under God". Nos encontramos justo en el inicio del paso al próximo estadio, añade, el de una espiritualidad posmoderna para gente que puede abandonar la adolescencia y convertirse en adulto. Para Godwin hoy hay mucha mayor atención al interior como una nueva frontera, un anhelo de nuevos horizontes y de nuevas experiencias. "Ahora nos movemos hacia adentro. Este es el viaje real y la próxima evolución".


Robert W. Godwin

Curiosamente, en nuestra era de especialistas y expertos en campos de estudio más específicos que nunca, las ideas más originales e innovadoras a menudo proceden de individuos que están explorando terrenos en los que tienen escasa experiencia o experiencia no formal. El autodidacta ocasional ha existido durante mucho tiempo, sin embargo estos nuevos exploradores no carecen de educación. Generalmente tienen títulos académicos, pero son temas ajenos a su esfera profesional los que les motivan a leer apasionadamente, pensar y escribir complejas ideas de una forma notablemente fresca e intuitiva, tanto si hablan de arte o de física como del origen del universo.

Robert Godwin es uno de estos pensadores “intrusos” que en su libro "One Cosmos under God" ha intentado nada menos que revisar la historia entera de la creación tanto desde una perspectiva científica como espiritual, presentando una posible narración cósmica nueva, audaz, poética y sorprendente. Su obra rompe fronteras, emociona y hace reír, y abarca la cosmología, la biología, la física cuántica, la psicología, la antropología, la historia, el misticismo y la teología, entre otros campos.

Godwin, psicólogo clínico, señala que comenzó a interesarse por “todo” antes de cumplir los 30 años. Define su propia mente como sintética en lugar de analítica, por lo que, para darle sentido a lo que estaba aprendiendo, buscó relaciones y patrones entre las verdades que iba recabando en los diversos campos de estudio. En resumidas cuentas, quería “saber”. Llegó a la conclusión de que la única forma de alcanzar verdades espirituales era a través de la experiencia directa y se hizo practicante del yoga integral de Sri Aurobindo. "One Cosmos under God" es el resultado de lo que descubrió como seguidor de las enseñanzas hindúes de este hombre, unificadas con los frutos de su propia curiosidad insaciable.

Como consecuencia de nuestro incondicional interés por la espiritualidad evolucionista, What Is Enlightenment? pretendió indagar más en las ideas de este intelectual intrépido. En la entrevista que viene a continuación, Godwin nos dirige hacia los mayores temas metafísicos y pensamientos místicos. Es desde esta perspectiva, nos dice, desde la que la naturaleza causal, lineal, de la vida en la tierra –la dimensión horizontal- y la dimensión absoluta y trascendente –o vertical- pueden percibirse de una forma integrada. También desde ahí podemos entender las cuatro “singularidades”, aquellas explosiones de novedad evolutiva que comenzaron el universo y radicalmente transformaron la vida en este planeta para siempre. Continuamente, la conversación cambia de dirección y Godwin nos lleva al interior, a los límites más profundos de la psique humana presentándonos sorprendentes relatos sobre el desarrollo psicológico y su relevancia en la evolución de la cultura. Tocando una vertiginosa variedad de temas, desde la educación infantil hasta el sacrificio ritualizado o la capacidad de autoconciencia, une todo magistralmente en una visión de la humanidad a un tiempo infinitamente vasta y cercana.

La verticalidad y la evolución del Cosmos

WIE: - En su libro, "One Cosmos under God", usted crea una notable síntesis de dos tipos de conocimiento –científico y espiritual- dentro de un majestuoso contexto evolutivo para comprender quiénes somos y porqué estamos aquí. ¿Podría comenzar hablándonos del objetivo de su trabajo?

RWG: - Simplemente intento unir la mejor sabiduría espiritual con el mejor conocimiento científico para demostrar que no son incompatibles y que, de hecho, se reflejan el uno al otro. Trato además de acercar la metafísica tradicional a la gente, algo que hacen las religiones.

La idea principal está realmente implícita en la perspectiva religiosa tradicional, que señala que antes de la evolución hubo lo que se denomina la involución de Dios, que podría ser una metáfora del Big Bang. Dios se lanzó a sí mismo a la existencia y casi se pierde a sí mismo en la existencia. La evolución, por tanto, sería el camino de vuelta – la recuperación gradual de diferentes niveles de Dios, cuyo fin es el Yo Soy-. Al final del viaje, se comprende que Dios estuvo todo el tiempo. La cuestión es que Dios jugó a escondidas consigo mismo, se puede decir.

Sin embargo, para comprender como el conocimiento científico realmente se alinea con una comprensión mística tradicional de la relación de Dios con la creación, debemos pensar estereoscópicamente. Se debe tomar una perspectiva, el pensamiento científico, y tomar la otra, la sabiduría mística, hasta que ambas se sinteticen a un nivel más alto. En ese nivel es donde se ve que ambas cosas que parecen separadas en realidad son partes de una sola, dos caras de una misma moneda. Desde ahí podemos saber que la existencia está compuesta de dos dimensiones diferentes.

WIE: - ¿A las que usted llama horizontal y vertical?

RWG: - Sí, pero los términos no son míos. Muchas personas usan esta metáfora. Es difícil definirlas por separado porque cada una cobra sentido en relación con la otra. La horizontalidad nos es concedida en el transcurso de la evolución material, por la selección genética natural, y opera de forma casi determinista del pasado al presente y al futuro, linealmente, por causa-efecto. La verticalidad, por el contrario, opera de manera “perpendicular” al tiempo cronológico. Es de donde decimos que procede Dios y sus revelaciones (que no vienen del pasado sino de Arriba).

La verticalidad es el eje principal del cosmos, el espacio creativo de la evolución post-biológica. Tiene diversas cualidades, como profundidad o interioridad, y tres verdades trascendentales: la Divinidad, la Verdad, la Belleza. Prácticamente cada cosa que nos define como humanos, que nos aporta dignidad o nobleza, procede de la verticalidad (nuestra capacidad para conocer Verdad, para la belleza estética, para la música o la poesía…). Cualquier práctica religiosa implica abrirse a la energía vertical.

La espiritualidad que yo practico, el yoga de Sri Aurobindo, tiene como objetivo acercar la verticalidad a la horizontalidad. No te dejas el mundo atrás: el Verbo se hace carne, que es como decir que la verticalidad se hace horizontal, potencialmente en todos los seres humanos.

WIE: - ¿Cómo entiende usted la relación entre la verticalidad y la horizontalidad en el cosmos?

RWG: - La verticalidad está a la cabeza de todas las cosas, es su potencial, su diseño. Ken Wilber habla de ello y dice que es como las formas potenciales aún no concretadas. El proceso completo de la evolución consiste en la manifestación de las formas puras en este plano horizontal. Evolucionamos hacia ella, la evolución es el proceso de actualización de ese diseño.

Creo que por eso hay tantas religiones y revelaciones diferentes. Sólo recientemente nos hemos adentrado en el terreno vertical del Espíritu, y estamos recuperando mucha de la información diversa que la gente encuentra. Al principio, vemos cosas distintas porque aún no hemos hecho un “mapa” bien definido.

WIE: - En su libro, usted traza la evolución cósmica atendiendo a la relación entre la verticalidad y la horizontalidad. De hecho, argumenta que el Big Bang es la primera de las cuatro “singularidades” principales que nos han llevado hasta donde estamos ahora. ¿Podría explicar que significa para usted la singularidad, y cuáles son las cuatro singularidades?

RWG: - La singularidad es el término usado para denominar al Big Bang. Los físicos definen una singularidad como un diminuto punto del espacio-tiempo de una densidad tal que es infinita. Pero también es una discontinuidad ontológica. La ontología es el estudio del ser, y cuando una singularidad ocurre, el ser cambia radicalmente de carácter. Esa es la razón por la que no hay una sino cuatro singularidades en la existencia: Materia, Vida, Mente y Espíritu. En cada uno de estos niveles de evolución, hay una interiorización más profunda. Esa es la dimensión vertical, la profundización interior del cosmos. El primer bang convierte la nada en algo ordenado. El segundo, hace que de un universo muerto surja uno vivo. Con la tercera singularidad, pasamos de un universo vivo a uno pesante y creativo, reflejo del creador. La cuarta singularidad produce la revelación espiritual “Yo Soy”, que es inesperada.

WIE: - ¿Puede ahondar en las cuatro singularidades?

RWG: - La primera es la existencia en sí, la creación a partir de la nada, el Big Bang. Empecé a escribir este libro para tratar de comprender el Big Bang y de donde venía. A medida que se estudia, te das cuenta de que resulta muy misterioso que el fenómeno haya estado gobernado por hermosas ecuaciones, en las que si se hubiese modificado una sola iota, la vida hubiera sido imposible, no estaríamos aquí. El universo sería radicalmente distinto. Por tanto, el Big Bang no fue una explosión aleatoria sino ordenada por las matemáticas, y que contenía una información altamente refinada, que implica la verticalidad desde los inicios. La aleatoriedad no podría haber creado esto.

La segunda singularidad es la Vida, que en sí es inexplicable. Los biólogos de hecho pueden explicarte todo de la vida excepto su porqué. Un día, en este planeta, la materia se enrrolló sobre sí misma y, de pronto, se abrió un nuevo horizonte. Literalmente comenzó un nuevo universo. La tercera singularidad es sorprendente: el desarrollo de la Mente. Esto ha ocurrido relativamente hace poco, y fue el fenómeno que otorgó la humanidad al Homo Sapiens. Esta humanidad parece haber venido de la evolución vertical, no de la horizontal.

De repente, comenzamos a pintar en las cuevas, ritualizamos los enterramientos, decoramos nuestros cuerpos… hay un nuevo tipo de autoconciencia. ¿Cómo puede explicarse este fenómeno? La única manera que yo contemplo es decir que pasamos a una nueva área ontológica, al mundo de la verdad, el amor y la belleza, lo que implica un sentido de verticalidad, de apertura a un espacio mental en el que se reconoce la belleza y la eternidad. Se trata de una forma diferente de ser.

Pero, a pesar de esto, no exiten razones para creer que la mente nos llevará a la cuarta singularidad, que consistió en que, de repente, hace unos tres mil años, con el inicio de los Upanishads, surgió el Yo Soy. No es que yo sea Dios, sino que Dios y yo somos indistinguibles el uno del otro, y la parte más honda de mi ser es Atman, es Brahman. Poco después de esta revelación, alrededor del año 900 a.C. aparecen los profetas judíos y toda la Era Axial: Platón, Jesús, Lao Tse y otros.

Los críticos seculares podrían decir que todo esto es una fantasía, pero lo que a mí me sorprende es la sofisticación metafísica de las grandes tradiciones. Consideremos la increíble sabiduría de la Torah, los cinco primeros libros de la Biblia. Los judíos que la compusieron eran rústicos, ignorantes, gente iletrada. Pero aún hoy sus enseñanzas son aplicadas por los rabinos. ¿De dónde procede esa sabiduría? Debe venir de otra dimensión. No es selección natural sino supernatural. Así opera la verticalidad en los profetas.

La gente que ha descubierto el Yo Soy creo que vivía en otra dimensión que intentaban hacernos llegar. A través de la historia, sus palabras nos han iluminado y nos han dirigido hacia ellos.

WIE: - Una de las cosas que he encontrado más interesantes sobre su trabajo es su afirmación de que el papel de la verticalidad en la historia humana no se limita a la religión.

RWG: - Exacto. Si no llega a existir Churchill en la Segunda Guerra Mundial, ¿quién hubiera dado el paso que él dio? Era lo que yo llamo un místico secular. He oído muchas historias acerca de las palabras que oía y que no sabía de donde procedían. Es un ejemplo, pero si lo piensas hay un pequeño grupo de personas, embajadores de la verticalidad, sin las cuales las cosas habrían sido mucho peor de lo que han sido.

Además, la verticalidad también juega un papel en las instituciones humanas, que comienzan siempre con un propósito (militar, educacional, etc.) pero, con el tiempo, acaban ocupándose sobre todo de su propia auto-preservación, por lo que tienden a la horizontalidad. Cuando eso ocurre, personas que forman parte de ellas suelen instintivamente abandonar la institución para intentar encontrar algo más.

Con las religiones tradicionales también ocurre, pero en ellas el problema radica en que tratan de contener al incontenible Dios y reducirlo a fórmulas y rituales. Esto genera la necesidad de un Mesías, que debe romper los contenidos institucionalizados de los rituales para devolver la cercanía inmediata de Dios a la realidad. Por eso necesitamos constantemente las reformas religiosas.

WIE: - ¿Siente usted que la dimensión vertical juega un papel crucial en la dirección de la humanidad?

RWG: - No sé si es una metáfora o si es literal, pero existe la idea de que la encarnación de un
avatar ocurre en los momentos clave en que la evolución psicohistórica ha llegado a un punto muerto. Ese avatar desciende para abrirse paso en dicha pausa.


La integración de la psique y la evolución de la cultura

WIE: - Usted señala que a menudo hay intervenciones verticales en la historia que impulsan a la humanidad adelante. Esto nos lleva al terreno de la evolución cultural. Estoy segura de que pocos negarían que nuestra cultura ha evolucionado a un nivel material (tecnología, higiene, etc.) pero creo que nuestra noción de nosotros mismos y la forma en que sentimos ha sido siempre la misma. Sin embargo, usted argumenta que la experiencia actual del ser humano ha cambiado dramáticamente en el curso de nuestra historia.

RWG: - Este es un tema controvertido. Yo creo que la humanidad ha cambiado profundamente, aunque por alguna razón resulta políticamente incorrecto pensarlo. La ciencia aún piensa que la inteligencia humana es producto del cerebro pero en realidad es producto de situaciones muy específicas de la especie que nos han llevado a desarrollarla. Si miramos hacia atrás en el tiempo, el cerebro humano creció a una velocidad tan radical que las cabezas de los niños se hicieron demasiado grandes como para atravesar el canal del parto.

Eso llevó a la muerte a las madres, así que la evolución hizo que fuéramos nueve, doce o más meses prematuros. Para que los bebés sobrevivieran en este estado, necesitaban que sus padres lo cuidasen. Y, para ello, fue necesaria la aparición de la oxitocina, que es la hormona que hace que las madres amen a sus bebés. La evolución dio lugar asimismo a la familia porque una madre no puede sobrevivir sola sin ayuda cuando está criando. Tiene que encontrar la manera de atraer a un hombre que la cuide, como hacen otros mamíferos.

Pero como los niños nacen en un estado neurológico incompleto, el cerebro sigue creciéndoles y madurando durante los dos primeros años. Hasta hace poco, unos cuarenta o cincuenta años, no se ha comprendido realmente la manera en que la personalidad se desarrolla gracias a los vínculos y cuidados, que tienen efectos en el cerebro. Cuanto más se entiende lo sensible que es el proceso, comprendemos mejor que si la forma de cuidar a los niños ha cambiado radicalmente, debe haber implicaciones.

Por ejemplo, en la antigua Grecia, se daba el incesto, las niñas eran tratadas de forma bárbara. Si un niño nacía, los padres podían decidir deshacerse de él, simplemente dándoselo a los lobos. Los griegos vivían así en un estado psicológicamente fragmentado, y sus dioses reflejaban dicho estado.

Desde esta perspectiva, cobra sentido el modo en que la religiosidad humana temprana consideraba que los sacrificios humanos podían compensar a estas deidades paganas. Todas las culturas primitivas practicaban estos sacrificios. No existía el concepto del monoteísmo porque la gente no podía entenderlo.

WIE: - Resulta difícil relacionar el sacrificio humano con la experiencia de lo sagrado. ¿Cómo pueden funcionar ambas cosas a la vez?

RWG: - Se deben comprender los efectos de la fracturación de la psicología primitiva. Cuanto más primitiva es una mente, psicológicamente hablando, su existencia resulta menos sintética. Este modelo del inconsciente es diferente del establecido en el modelo de Freud, donde se imagina una línea más o menos horizontal, una frontera, entre la conciencia y la inconciencia. El nuevo modelo de la mente reconoce un grupo de fracturas verticales en la conciencia –y no verticales en el sentido que mencionamos antes.

Cuanto más difícil y traumática es la infancia, más fracturas verticales habrá en la mente. Ciertos aspectos de la experiencia no son integrados en el sentido de quienes somos, y estas partes no son capaces de integrarse, ni siquiera cuando las emociones se experimenten de un modo intrusivo. En las culturas en que la educación infantil produce estos niveles de traumas y fracturas mentales, la gente debe encontrar la forma de apaciguar a todos esos enemigos persecutorios que proyecta. Probablemente el sacrificio sea una manera.

Puede crear un sentido de “sagrado” porque cuando uno se encuentra cerca de la muerte, ocurre algo sagrado. El sacrificio actuaría como la cataplasma sobre la herida, limpiando todos los pecados humanos y eliminando el veneno. Una persona concreta, la sacrificada, soportaría por tanto el peso de todos nuestros pecados. Tras matarla, nos sentimos temporalmente libres de la culpa. Pero hay que repetir el ritual una y otra vez.

WIE: - Realmente no es éste el retrato del pasado que solemos ver en películas o en la televisión, no puedo imaginarme que la mayor parte de la gente que camina por la calle tuviera tendencias homicidas, como usted dice.

RWG: - Analizando el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) que es un manual de diagnósticos para los psicólogos que contiene ejemplos del pasado, se comprueba que ciertos desórdenes de la personalidad que hoy son relativamente raros eran mucho más comunes antes.
La personalidad límite es un ejemplo clásico. Estos individuos interiorizan una relación muy caótica con sus padres muy pronto, por lo que su psique está completamente desciontrolada en la edad adulta. Pueden amarte ahora y odiarte el próximo minuto. Son impulsivos. En la Edad Media, mucha gente era así.

WIE: - Aún nos quejamos de la exposición de los niños a la violencia a través de los medios de comunicación, pero la imagen que usted pinta es muy extrema. Resulta fascinante que sólo recientemente hayamos reconocido la delicadeza del desarrollo de un niño y cuántos cuidados necesitan los niños durante su desarrollo.

RWG: - Hace quizá tan solo cien años que nos dimos cuenta que el niño tiene una vida interior, que no es un objeto. Cuando la educación de los niños cambio significativamente, apareció una nueva clase de psicología, según Lloyd deMause. No acepto del todo esta perspectiva, pero creo que sí es cierto que apareció una generación con otro tipo de psicología con el baby boom de los años cincuenta. Así comenzamos a ser educados de una forma mucho más humana, más que el resto de los niños en otros periodos de la historia.

Puede haber incluso una base genética de estas psico-clases, lo que resulta controvertido. Hace unos meses, un estudio demostró aún está evolucionando. En ciencia se assume que el cerebro dejó de evolucionar cien o ciento cincuenta mil años. Pero ahora se ha descubierto que sigue cambiando y que grupos diversos evolucionan a diferentes proporciones. Cuanto más humana sea la educación del niño y cuanto mejor sea su nutrición, más oportunidades tenemos de actualizar su potencial. Con el paso del tiempo, ¿llegarán estos cerebros a ser más grandes y complejos? Wilber apuntó también esto. A medida que evolucionamos mentalmente, tiene que haber un sustrato neurológico que se desarrolle al mismo tiempo. No es que reduzcamos la evolución a la neurología, sino que ambas cosas irían de la mano.

Las implicaciones son profundas. Por esa razón el mundo no tiene un único calendario: unos vivimos en 2006, pero hay muchas culturas en las que la gente aún está en 1700 e incluso en 1500. La gente vive en diferentes épocas de desarrollo. En algunos sitios las mujeres y los niños siguen considerándose una propiedad, por ejemplo.

Como parte de mi trabajo como psicólogo clínico, he podido evaluar pacientes de muy diferentes culturas, y créame, hay diferencias. Hay diferencias de fondo, diferencias en la forma de educar a los niños, que explicarían, creo, lo que sucede en la edad adulta. Hay ciertas culturas en las que parece como si todas las personas fueran la misma. Te cuenta la misma historia y las mismas experiencias porque no han descubierto la individualidad. El énfasis en el desarrollo individual es muy reciente en nuestra historia y sólo en Occidente. En la mayoría de las culturas, históricamente, lo importante es la identidad del grupo.

WIE: - ¿Cómo diferenciamos grados de fragmentación en la psique relacionados con nuestra experiencia religiosa o espiritual?

RWG: - La persona con la psique fragmentada a menudo está predispuesta a experiencias extremas. Pueden tener experiencias muy irreales porque su psique no está regulada, pero son incapaces de estabilizarla. La gente que está traumatizada, por ejemplo por abusos incestuosos, tienden a la disociación y a la irrealidad llegando incluso a estados alterados del ser que son, en cierta forma, espirituales. Pero hay reinos de lo espiritual que son buenos y otros que son malos. La gente con la psique fragmentada puede acceder con facilidad a otras dimensiones.

Mírelo de esta forma. Toda ciencia es una reducción de la multiplicidad a la unidad. Cualquier gran teoría científica toma un amplio espectro de fenómenos y los organiza en una visión que los unifica. Por tanto tiene sentido que cuanto más unificados estemos como personas, más claramente veamos luz. De esta forma, la experiencia espiritual es unificadora. Cuanto más unitarios somos interiormente, con mayor profundidad podremos ver hacia fuera.

WIE: - ¿Hacia dónde cree que nos dirigimos? ¿Hacia donde nos dirige el individualismo occidental?

RWG: - En primer lugar, debo decir que este tipo de trabajo de profundización, la exploración de la conciencia, cada vez está al alcance de más gente. En el pasado, sólo llegaba a las pocas personas que ingresaban en un monasterio. Con la modernidad, por vez primera, las personas corrientes tienen realmente la posibilidad y los recursos –toda la literatura mística y los recursos cognitivos, psicológicos y emocionales actuales- para buscar la espiritualidad.

Aunque el lado oscuro del individualismo occidental, por supuesto, es el narcisismo, la autoabsorción y la idea de que todo puede ejecutarse horizontalmente. Todo lo que aparece en televisión es un reflejo de la horizontalidad, que elimina la verticalidad. Ahora debemos buscar aquello que llamamos “autenticidad”.

WIE: - Se da una situación espinosa porque la manera tradicional de acceder a la verticalidad es a través de la religión. Pero muy pocos de nuestros posmodernos individualistas miran hacia la tradición. Para avanzar, parece como si necesitáramos algo nuevo.

RWG: - Es un buen apunte. ¿Cómo encuentran los sarcásticos algo que reverenciar y de lo que no se burlen? Ésa es la cuestión. De alguna manera, debemos necontrar algo que espontáneamente reverenciemos. Y no puede ser algo más bajo. Debe ser algo tan grande que nos haga caer de rodillas. Intento reanimar y volver a despertar el sobrecogimiento, y evitar el sarcasmo reconociendo esta aventura de la conciencia que tenemos la suerte de vivir.

Creo en la ruptura de la tradición como en nuestra adolescencia se rompe con la autoridad paterna. Pero no se puede ser un adolescente para siempre y en eso estamos atascados. Ahora debemos encontrar la manera de adentrarnos en una verdadera madurez espiritual, no en la vieja autoritaria adultez ni en la rebelión adolescente del materialismo, el secularismo, el marxismo, etc.
Nos encontramos justo en el inicio del paso al próximo estadio. Andrew Cohen, Ken Wilber y yo mismo –cada uno desde diversos puntos- intentamos crear una espiritualidad posmoderna para gente que puede abandonar la adolescencia y convertirse en adulto. Esto conlleva un nuevo tipo de responsabilidad. Hay un deseo espontáneo de dar. Y cuando se encuentra a un viajero semejante en el camino, es una gran alegría. Intentamos crear más viajeros afines, popularizar los territorios que hemos descubierto.

Me gustaría terminar con una metáfora. Mire el movimiento hacia el exterior de la evolución humana: salió de África hacia Europa, luego cruzó el Atlántico, llegó después a la costa este de los Estados Unidos y, más tarde, lentamente, emigró hacia la frontera, la costa occidental. Entonces la frontera se cierra. No hay nada más que abandonar desde 1890 y en ese momento se inicia realmente el viaje interior a un nivel cultural. Comenzamos a encontrarnos con personajes posmodernos, como James Joyce, Einstein o Picasso. De pronto, hay mucha mayor atención al interior como una nueva frontera que está aquí y ahora. La frontera interior está aquí mismo, lista para ser conquistada, explorada y habitada.

Es apasionante. Ahora nos encontramos en este increíble viaje interior, y nos damos cuenta de que este es el único viaje. Porque, para nosotros, las fronteras exteriores realmente fueron fronteras interiores todo el tiempo. Hay un anhelo de nuevos horizontes y de nuevas experiencias. Pero ahora no tenemos el inconveniente de tener que preocuparnos por el mundo material. Ahora “entramos y subimos. Nos movemos hacia adentro”. Este es el viaje real y la próxima evolución.


Fuentes:

Traducción del inglés: Yaiza Martínez.
Para la Web:


Entrevista realizada por Elizabeth Debold.
Introducción de Carol Ann Raphael.


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martes, 14 de octubre de 2008

Racionalmente Emocional

Si al concernimiento de la evolución espiritual es algo a lo que estamos obligados, tenemos que aprender a comprender las diferencias entre el ego y el yo auténtico a un nivel que difiere del meramente cognitivo. cohen

Estas distinciones no soy muy difíciles de hacer racionalmente, pero la verdadera clave es hacerlas a nivel emocional.

Embebido en los miedos y deseos del ego es una especie de intensidad emocional que fácilmente aplasta nuestra capacidad de discriminación y suele oscurecer nuestra capacidad de raciocinio y objetividad.

El ego está lleno de autoridad. Se cree superior y está apasionado sobre la realidad última y la veracidad de su perspectiva y de su punto de vista –incluso cuando contradice aquello que al mente racional entiende.

Es la intensidad emocional irracional la que hace prácticamente imposible ver y elegir más allá de los miedos y deseos del ego.

El paso evolutivo que debe ser tomado parte desde la condición de intensidad emocional irracional del ego a una en la que, porque hemos despertado al yo verdadero y en cierta medida trascendido el ego, estamos preparados para ser emocionalmente racionales- no necesariamente en la manera en la que sentimos sino en nuestras acciones y respuestas.

Para que se de la evolución espiritual, debemos aunar nuestras más altas convicciones filosóficas e intelectuales con nuestra manera emocional de relacionarnos en la vida.

“La Transmisión de la Conciencia - Reviviendo la tarea de El Maestro Espiritual".

Una entrevista con el Dr. Darío Salas Sommer publicada
en la Revista "What Is Enlightenment?" (USA)



En nuestro entorno cultural, la tradicional relación entre Maestro-discípulo es, para muchos, una reliquia del pasado. Ciertamente que en los tiempos post-modernos se ha luchado mucho para irse liberando de las estructuras de la religión y la autoridad religiosa. En estos momentos de libertad personal sin precedentes, aun entre aquéllos volcados hacia un camino espiritual, puede parecerles hasta difícil de imaginar el estar obligado hacia cualquier otro. Por eso es raro encontrar a alguien, especialmente proveniente del occidente contemporáneo, cuya vida y obra expresan la convicción de que, con el fin de poder realizar plenamente nuestro potencial humano, tenemos que aceptar que otro nos guíe y entrar así en la clásica definición de discipulado.

Esta indudable convicción proviene del filósofo, Maestro espiritual, y autor, Dr. Darío Salas Sommer. Salas, que ha publicado ocho libros bajo el seudónimo de John Baines, es un impresionante y apasionado abogado de la relación Maestro-estudiante. Ha encendido de nuevo la enseñanza mística conocida como Hermetismo, que en un comienzo emergió en los templos de la antigua Grecia y que se ha ido transmitiendo de generación en generación como enseñanza viva de Maestro a discípulo. Practicada y preservada por milenios en el núcleo oculto de las sociedades secretas, el Hermetismo ha inspirado a muchas de las escuelas de misterios occidentales, incluyendo a los Rosacruces, Francmasones y Teósofos, siendo Salas quien ha dado vida de nuevo a la esencia de esta enseñanza para la época postmoderna.

Figura legendaria en Sur América, su continente nativo, Salas está siendo conocido cada vez más a través del mundo. Director del Instituto Filosófico Hermética, que fundó en 1961, y que tiene sucursales abiertas en tres continentes, con estudiantes internacionales localizados en Norte y Sur América, Europa y Rusia. Siendo inspiración y guía para sus estudiantes, así como también para miles de seguidores en el mundo entero, defiende y mantiene como objetivo perenne la vida eterna – “la elevación moral y espiritual” - afirmando que la única forma a través de la cual, según su creencia, se puede obtener esto, es a través de una verdadera relación entre estudiante y Maestro.

- Preguntas y Respuestas:

(What is Enlightenment = WIE:
Dario Salas Sommer = SALAS:)

WIE: En muchas tradiciones religiosas el Maestro espiritual era considerado esencial para la transformación. Pero hoy día, en una era de ensalzado individualismo, la suya es una voz excepcional defendiendo la tradición clásica de la relación Maestro-estudiante. ¿Puede usted hablarnos sobre lo que representa un Maestro en el camino espiritual y la razón por la que esto continua siendo tan esencial?

SALAS: Hay dos clases de relaciones entre el Maestro y el discípulo. En la primera el Maestro da información al discípulo, utilizando éste la misma para mejorar su vida. Pero hay otra clase de relación en la cual el Maestro da al discípulo parte de su propia conciencia. A través de esa conciencia del Maestro, los estudiantes pueden llegar a iluminarse, por contar entonces dentro de ellos con los parámetros para poder apreciar lo que es real y lo que es falso, y con esto me refiero a niveles de realidad – a una realidad más profunda. Lógicamente que en el mundo hay muchos Maestros, pero trabajan en niveles diferentes. Y pienso que la expresión más alta de la relación Maestro-estudiante toma esta forma de transmisión de la conciencia del Maestro.

En las tradiciones del pasado, las ceremonias de iniciación se llevaban a cabo dentro de los templos, y éstas eran extremadamente serias. Cuando llegaba un candidato a la iniciación, se le preguntaba si sus intenciones eran puras y limpias. Si contestaba afirmativamente, se le entregaban dos vasos con vino, diciéndole: “Uno de estos vasos contiene veneno y el otro no. Si tus intenciones son puras, tu espíritu te guiará para que elijas el vaso correcto, el que no tiene veneno”. Si el candidato dudaba de sus intenciones, quedaba libre para retirarse. De otra forma, tenía que elegir tomar uno de los vasos y beber su contenido. Lógicamente se tenía preparado un antídoto para el caso que bebiera de la copa con veneno. En esa iniciación, el maestro transmitía algo a la persona para que se iniciara un proceso de fermentación dentro del alma de ese estudiante. Y era esa transmisión la que daba al estudiante motivación, entusiasmo y fuerza, iniciándole así en el camino.

WIE: Hoy en día muchos declaran que ya no necesitamos al Maestro y que podemos transformar nuestra conciencia por nosotros mismos.

SALAS: Antes que nada, tenemos que preguntarnos quiénes son los que declaran eso. En el movimiento de la Nueva Era hay demasiada información esotérica al alcance, y debido a ello la gente desarrolla la fantasía de que la transformación espiritual es fácil. Pero la gran dificultad está relacionada con el ego. El ego se defiende a sí mismo. Tiene su propio “programa”. Y dentro de ese programa existe algo así como un archivo, y ese archivo es de autodefensa. Por lo tanto, la opinión de que ya no necesitamos a un Maestro, ¿proviene del espíritu, de la persona, o del programa de esa misma persona? Pienso que del programa, defendiéndose a sí mismo. Es la vanidad, es el orgullo, es la excesiva sensación de importancia personal.

Sólo es posible avanzar en el camino espiritual si perdemos nuestra importancia personal, porque la importancia personal nos ciega. No podemos ver la realidad. No valoramos las opiniones de los demás porque todo lo que hacemos es mirar hacia nuestra propia imagen, y eso es la base del narcisismo. Sólo escuchamos cuando la otra persona está de acuerdo con nosotros. El narcisismo daña la posibilidad de evolución espiritual, porque los narcisistas siempre piensan que ellos tienen la razón. No escuchan los puntos de vista de los demás. El narcisismo fortalece el ego y la humildad, por el contrario, es lo opuesto a la importancia personal narcisista.


....“En el movimiento de la Nueva Era, hay demasiada información esotérica al alcance, debido a lo cual la gente desarrolla la fantasía de que la transformación espiritual es algo fácil”...


WIE: Usted está diciendo, entonces, que efectivamente se requiere un Maestro para poder realizar la transformación espiritual.

SALAS: Sí. ¿Puede una máquina dejar de ser una máquina por ella misma? Es imposible. ¿Cómo puede un computador conectarse y cambiar su propio programa? ¿Cómo puede un computador modificar su propio disco duro? Puede que haya buena intención, lo cual merece un respeto, pero eso no le conduce a uno a nada práctico. Los seres humanos no se pueden ver a sí mismos. Las personas tienen un punto ciego en lo que se refiere a sus propias mentes, y éste es: que no pueden ver sus propios defectos.

Vamos a relacionar esto con la Entropía. Entropía es todo aquello que resulta fácil. Cuando una roca cae, cae por entropía. ¿Puede una roca remontarse por ella misma a lo alto de la montaña? No puede. Y la evolución espiritual es lo mismo que escalar el monte Olimpo. Estoy convencido que es bien difícil para una persona el cambiar por sí misma, a no ser que ocurra una catástrofe en su propia vida que le produzca una catarsis emocional (algo así como estar a punto de morir, viéndose agonizar en su propio lecho, o algo por el estilo). Necesitamos a alguien que, desde el exterior de nosotros mismos, pueda mirar hacia nosotros y nos pueda decir lo que nos está ocurriendo, un guía que haya recorrido antes ese mismo camino y que conoce cuáles son las tentaciones a superar, dónde están nuestros enemigos y qué es lo que tenemos que hacer para evitarlos.

WIE: ¿Cual es la responsabilidad del estudiante en todo este proceso?

SALAS: Quiero primero prevenir a todos aquéllos que piensan que el ser dirigidos por un maestro espiritual significa encontrar la fuente de la sabiduría y ayuda espiritual, sin tener que dar nada a cambio de ello. La espiritualidad no va encaminada a formar parte de los caprichos o antojos momentáneos del estudiante. Si un estudiante tiene diez defectos, tendrá que ser capaz de superar esos defectos para perfeccionarse espiritualmente. Dios no va a perdonar sus defectos a la persona, ni nadie los va a borrar de su vida. Es el estudiante el que tiene que irlos conquistando y superando. Cuando un atleta olímpico quiere correr los cien metros y llegar campeón, no tiene importancia si ese corredor es un creyente o no.

Tampoco tiene importancia si reza o si no reza. Lo que realmente importa es su entrenamiento físico, su fuerza de voluntad, su disciplina, sus emociones y su fuerza interna. Y si consigue tener todo eso, va a probarse a sí mismo que, en cierto sentido, las cosas funcionan conforme a paradigmas científicos, y no conforme a sus caprichos. Y a través del hacer en su propia vida, él va a ser capaz de adquirir una convicción y fe profundas y crear la energía necesaria para evolucionar.

WIE: ¿Puede usted hablarnos sobre algunas de las tentaciones y obstáculos que uno puede encontrar en el camino?

SALAS: Dicen que un Maestro hace su trabajo porque (o debido a que) hay tentaciones en nuestro camino. Si no existiera la tentación las personas no pecarían. Y si no existiera el pecado, el Maestro no tendría trabajo. Si la bondad fuera la única cosa que existiera en el mundo seríamos todos como un rebaño de ovejas, que no evolucionan. Las tentaciones existen por una razón, y ésta es que ellas nos conducen al infierno. Y solo podemos llegar al cielo después de remontarnos y conquistar las tentaciones puestas frente a nosotros.

Deberíamos preguntarnos: ¿Por qué Dios nos hace esto tan difícil? Y la respuesta a eso es que, si no tuviéramos un cuerpo, no estaríamos en pecado; estaríamos en el paraíso, pero no conoceríamos cómo sería la vida en la tierra. No se puede evolucionar cuando se está en el cielo, porque sólo se puede evolucionar cuando se tiene un cuerpo físico. A través del cuerpo físico uno puede crear la energía que necesita para poder evolucionar y hacer crecer el espíritu. El cuerpo está constantemente buscando su propio equilibrio, su propia homeostasis, pero si llegara a alcanzar el equilibrio perfecto, ese cuerpo moriría, ya que en el mismo momento en que lo alcanzara, entraría en un estado de equilibrio estático, y eso sería el equivalente a la muerte. Lo mismo ocurre en el Universo, y esa es la razón por la que existe la eterna lucha entre el bien y el mal, lo cual ilustra bien la perfecta sabiduría de la energía que ha creado el Universo. En referencia a los seres humanos, tenemos que conquistar el mal para poder ser capaces de evolucionar y poder llegar a ser más espirituales. Por lo tanto, el mal absoluto es todo aquello que detiene al ser humano en su evolución; todo aquello que mantiene al ser humano en un estado de hipnosis. Y lo bueno, desde el punto de vista absoluto, es todo aquello que ayuda al ser humano a despertar.

WIE: ¿Puede usted ahora explicarnos cómo se puede aplicar esto en la búsqueda de un camino espiritual?

SALAS: Cada estudiante tiene que elegir por sí mismo entre el bien y el mal. Elegimos erróneamente cuando elegimos a las fuerzas oscuras, que son lo opuesto a nuestro lado luminoso, las cuales disfrutan poniendo obstáculos frente a nosotros. Nos tentarán para que abandonemos el camino espiritual, y debido a ello quizás elijamos el salirnos de éste. Sin embargo, el lado luminoso de la persona elegirá permanecer en ese camino. Y aun así, cuando el estudiante haya llegado a crear una buena cantidad de luz dentro de él mismo, será ese el momento en que las fuerzas oscuras atacarán a esa persona en forma aún más violenta. Y según pase el tiempo, esas personas tendrán que ir enfrentando desafíos y dificultades cada vez más grandes. No físicamente, sino que esto ocurrirá a través de sus pasiones, sus emociones y sus pensamientos. Esas personas van a ser tentadas para que pierdan la fe. El camino entonces se irá haciendo más difícil y los problemas irán siendo mayores. Esto es muy parecido a lo que le ocurre a alguien que está haciendo pesas. Empiezan levantando pesas pequeñas y según pasa el tiempo, necesitan utilizar pesas cada vez más grandes y pesadas. Lo mismo ocurre en el camino espiritual.

WIE: Por lo tanto no importa lo que el maestro ofrezca al estudiante, ya que en último término depende del estudiante el que éste elija buscar la luz.

SALAS: Si, y un Maestro espiritual se enfrenta a esta dificultad, en su intento por guiar a sus estudiantes. Existe una ley cósmica que dice que no se puede hacer evolucionar a alguien, que no se puede presionar a nadie de ninguna forma.

Nuestra personalidad es muy fuerte y no somos seres conscientes. Somos seres mecánicos y nuestra conciencia tiene que desarrollarse. Pero como seres mecánicos, el ego siente que está siendo amenazado de muerte por el Maestro. Por lo tanto, cuando alguien entra en el camino espiritual y encuentra a un Maestro, frecuentemente ese alguien va a enfrentarse con un problema. Las personas llegan hasta el Maestro diciendo “Quiero cambiar. Quiero evolucionar. Quiero ser espiritual. Estoy cansado de mí mismo”. Y el Maestro dice: “Bien, entonces haz esto”. Y el estudiante contesta: “ Si, lo entiendo perfectamente”, y empieza a hacer lo indicado con una gran dosis de entusiasmo. Pero según pasa el tiempo, el mecanismo que defiende al ego comienza a trabajar. Y gradualmente ese estudiante empieza a creer que aquello que el Maestro le dice no es lo más acertado. Y ese estudiante empieza a creer que el Maestro está abusando. Y como resultado de ese mecanismo de defensa del ego, ese estudiante puede llegar a abandonar el camino espiritual. Ese estudiante puede empezar a tener sentimientos y pensamientos agresivos en contra del Maestro. Lo que ocurre entonces más frecuentemente es que dicho estudiante desaparece, se va. Y en ese momento el ego empieza a crear una angustia tremenda, porque esa persona queda dividida en dos partes: una parte que verdaderamente desea continuar en el camino espiritual, y otra parte oscura que siente que el camino espiritual es una amenaza de muerte, y es esto último lo que le cierra ese camino a la persona. Pero el estado espiritual que un discípulo experimenta según va siguiendo este camino, es tan diferente y tan sublime que, una vez que dicho estudiante ha llegado más allá de un cierto límite, ese estudiante ya no volverá a ser el mismo de antes, aun en el caso de abandonar el camino. Aquél que lo ha probado, queda ligado a él eternamente.

WIE: ¿Puede usted describirnos lo que ocurre si el estudiante elige el quedarse en el camino?

SALAS: En último término, toda iniciación representa una batalla entre el bien y el mal; entre la fuerza ciega, bestial y destructiva del discípulo y la conciencia inteligente del guía. Esta es la razón por la que el discípulo debe obedecer a la voluntad del Maestro. Milarepa fue uno de aquellos grandes Maestros que decía que las personas no pueden evolucionar a menos que entreguen su voluntad. Esto se practicaba en la antigüedad, pero no en la actualidad. Pero al mismo tiempo, si un estudiante entrega efectivamente su voluntad, el Maestro entonces se hace responsable de la vida de esa persona. Y, de hecho, esa es la peor posibilidad para un Maestro. Es algo así como si uno mismo decidiera voluntariamente infectarse con el virus del SIDA; nadie haría algo así. Porque ayudando a ese estudiante a cambiar, el maestro está tomando para sí el karma de ese estudiante, es decir, se está cambiando el destino de esa persona. Y no estoy aquí hablando de destino en términos astrológicos, sino del destino que ha sido creado como resultado de todas las acciones que una persona ha ido tomando en su vida. Los actos que una persona ha ido realizando en el pasado son los que definen el destino de esa persona en el momento presente, y esos mismos actos son los que también definen lo que va a ocurrir en el futuro de esa persona.

Es muy fácil predecir el futuro de cualquiera, sin necesidad de una bola de cristal. Lo único que se necesita conocer es el mecanismo principal de esa persona, y con eso se puede predecir qué es lo que le va a ocurrir en un futuro inmediato. Por lo tanto, cuando un maestro espiritual cambia la vida de alguien, se convierte en el responsable de la vida de esa persona: el está cambiando la vida de esa persona, y con eso está alterando la vida misma.

...”Una vez que el estudiante ha llegado más allá de un cierto límite, ese estudiante ya no volverá a ser el mismo de antes, aun en el caso de abandonar el camino. Aquel que lo haya probado, queda ligado a él eternamente”....

WIE: Esa clase de relación Maestro-estudiante que usted describe ha quedado relegada mayormente a nuestro pasado espiritual, al menos en la cultura occidental. ¿Es posible realmente esta clase de relación en nuestro mundo del Siglo XXI?

SALAS: El mundo está atravesando un periodo crucial y tenemos una desesperada necesidad de seres humanos justos, fuertes, sinceros y honestos, que estén imbuidos en ideales de paz, amor, abundancia y bondad para toda la humanidad. Y con el fin de obtener esto, cada ser humano tiene la obligación ineludible de buscar su elevación moral y espiritual y de esa forma, contribuir a la paz en el mundo. Y aquél que anhela esto, deberá contribuir a ello con su amor hacia la humanidad. Pero existe solo un camino para ello y éste consiste en entrar en contacto con un verdadero guía espiritual, el cual guiará de la mano al estudiante a través del escarpado y arduo camino, siendo su pilar de soporte, y sin el cual dicho estudiante posiblemente nunca pueda superar con éxito los obstáculos colocados frente a él.

Este proceso significa el renacimiento del ser humano, una completa regeneración a través del vehículo de la conciencia. Es liberarse del destino, arbitrariedad, ignorancia, vanidad y dolor. Y aquél que haya llevado a cabo esto y sea enteramente consciente de sus deberes humanos, iniciará una cruzada de ayuda impersonal a la humanidad. La meta se basa en cooperación en pos de la paz universal, y en el dar a los demás la oportunidad de adquirir el mismo conocimiento que uno ha recibido. De esta forma se irá formando una gran cadena universal cuyo origen se pierde en la antigüedad y cuya existencia nunca tendrá final, porque no existe poder más sublime que el de aquel individuo que se convierte en el Maestro de su propia alma.



Carta de presentación adjunta a la entrevista:

Querido Dr. Salas:

Me siento muy complacido en poderle enviar la última copia de la revista “What is Enlightenment” en la que va incluida su entrevista a Jessica. Me siento muy honrado de que hayamos podido incluir su voz (su opinión) sobre lo que representa un Maestro espiritual y los desafíos que él mismo debe enfrentar, relacionados con este punto, en nuestra era postmoderna.

El peso y la profundidad de su experiencia y autenticidad resplandecen a través de cada una de sus palabras.

Fue un verdadero placer el poder pasar unas cuantas horas juntos aquí en nuestro centro, en Massachussets y confío en que podamos reunirnos de nuevo en el futuro.

Le deseo lo mejor en su vida y en su magnífica tarea.

Con mis más afectuosos saludos

Andrew Cohen



Fuentes:



Textos de Andrew Cohen



Blog sobre Ken Wilber y Visión Integral.
Escrito por Pablo Nebreda, vocal de la Asociación Integral Española.
Esta web es un trabajo de Estudio renacentista.

- Fabricando conciencia condicional
- La meditación es un entrenamiento para la vida
- Cautivado por Nada
- La pasión por la Iluminación
- El Dios del Futuro
- Una mente inalcanzable
- En las alas del Yo Auténtico
- Interpretando el Impulso Espiritual
- Creando un sentido profundo
- Despertando a la Evolución
- Ir al Cielo con Los Ojos Abiertos
- Como una vela en la oscuridad
- Responsabilidad cósmica
- Redefiniendo a Dios
- Dios está dependiendo de Nosotros
- Un Nuevo Cielo
- Más allá de la mente
- Descansando en el vacío
- Eligiendo libremente ser tú mismo
- Creatividad natural
- Cambiando nuestro núcleo de valores
- Potencial infinito
- El Secreto de la Liberdad
- Un Nosotros más elevado
- Cambiando el Mundo de dentro a fuera
- La mente de Dios
- La libertad no es un sentimiento
- El propósito de la experiencia espiritual
- El Arte y Ciencia de la Comunicación Iluminada
- Un gran panorama
- El borde creativo
- Trascendiendo el narcisismo
- El proceso eres tú
- Siempre ahora
- Un proceso impersonal
- Estate preparado ahora
- Racionalmente emocional
- La esencia del empeño espiritual

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- "Yo soy un maestro tántrico"
Entrevista con Barry Long por Andrew Cohen.
- "La próxima evolución es el viaje al interior humano"
Entrevista con el Dr. Darío Salas Sommer.
- “La Transmisión de la Conciencia - Reviviendo la tarea de El Maestro Espiritual"
- "La próxima evolución es el viaje al interior humano"
Entrevista con Robert W. Godwin


La Evolución de la Iluminación.

"Para cambiar el mundo y para participar en su evolución,
cada individuo tiene que abrir sus propias fronteras.
Y cuando lo haces te das cuenta de que la evolución se está produciendo a través de ti.
La evolución no es algo que está ahí fuera, sino algo que tiene que ver contigo"


Nunca me interesó en especial la evolución. Al principio, después de mi despertar en 1986, enseñaba de la misma forma en que me había enseñado mi maestro. Mi experiencia era la siguiente: que todo era simplemente lo que era. No había que ir a ningún lado y no había que hacer nada. Lo importante de esta enseñanza era que sólo había que darse cuenta de esto. Era el comienzo, el medio y el final de la historia. De hecho, en ese momento estaba tan convencido de esta visión que cuestioné seriamente la autenticidad de cualquier enseñanza sobre la iluminación que implicara el tiempo, el futuro o el devenir y también cuestioné a cualquier maestro que estuviera predicando algo que implicara el tiempo, el futuro, o el convertirse en algo.

Después de algún tiempo, sin embargo, comencé a notar que aunque muchos de mis discípulos se abrían a despertares poderosos, en la mayoría de los casos, se perdían nuevamente en el narcisismo, la avaricia y en la obsesión neurótica de sí mismos; se perdían en impulsos condicionados y limitados. Por eso empecé a poner cada vez más atención en la necesidad de que el ser humano pueda transformarse de verdad. Transformarse con el fin de ser una expresión viviente del vacío y de la pureza en la motivación que uno descubre en la experiencia espiritual. Entonces, gradualmente, a lo largo de un período, empecé a poner un énfasis mayor en cultivar la capacidad de encarnar y manifestar esa belleza, perfección y unidad como expresión de nuestra humanidad más que en el sentir la dicha del puro Ser solamente.

Ese fue entonces el comienzo. Luego, después de algunos años, algo nuevo comenzó a surgir en mis enseñanzas. La primera vez que tomé conciencia de esto fue cuando empecé a dar retiros en la India. Una mañana, mientras hablaba, algo salió de mí en forma explosiva. No supe de dónde surgió. Una pasión desenfrenada brotó de mí en forma espontánea, pidiendo que este milagro, este misterio que trasciende el tiempo, se volviera manifiesto en este mundo a través de nosotros. Sorprendió e inspiró a mucha gente, y me sorprendió y me inspiró a mí también. Eso fue hace más de diez años.

Cada vez más, con el trascurso del tiempo, fue siendo más clara la idea de que esta pasión es realmente una pasión por algo más que la iluminación en el sentido Oriental tradicional, que sería retirarse completamente, salirse de la rueda del devenir, de trascender este mundo en forma absoluta sin dejar rastro alguno. Mi énfasis ha virado radicalmente. El objetivo ahora, aunque suene muy audaz, no es meramente trascender el mundo sino transformar el mundo, convertirse en agente del mismo impulso evolutivo. Por cierto, al abandonar el ego para lograr esto, uno siente literalmente que se llena de energía luminosa y divina y de una pasión para transformar el mundo y el universo entero por una causa que no tiene nada que ver con uno mismo.

Este cambio en mi énfasis, hace muchos años, fue también una de las razones por las que dejé a mi maestro. Cuando me escuchaba decir que había que hacer algo que no fuera salirse de la rueda del devenir y simplemente SER, sentía que estaba corrompiendo y distorsionando su enseñanza. En cierto punto, empecé a concluir que debía haber diferentes clases de iluminación, distintos tipos de despertares que de hecho lograban diferentes resultados.

Eventualmente, comencé a referirme a esta enseñanza como “iluminación evolutiva” o “iluminación evolutiva impersonal”. En esta enseñanza, el énfasis está puesto no sólo en la realización del vacío y del puro Ser sino también en la necesidad de convertirse en un ser humano radical y profundamente transformado que pueda manifestar nuestro elevado potencial evolutivo en el mundo. Nunca me había topado con algo igual antes. Sólo recientemente, al encontrar las enseñanzas de Sri Aurobindo y Teilhard de Chardin durante nuestros estudios para la revista, empecé a escuchar ecos de mi propia pasión, una pasión por la iluminación evolutiva, por despertar a la verdad de quienes somos realmente, y luego atrevernos a sentir la urgencia de hacer manifiesta esta pasión en este mundo con todo nuestro ser.

Lo que quería mencionarte en primer lugar es toda esta cuestión de lo que significa, en última instancia, la iluminación. Creo que es una pregunta importante porque hay muchísimas personas interesadas en temas espirituales en la actualidad. Y creo que, es interesante que la definición tradicional de ‘iluminación’ puede no corresponder a las necesidades de un mundo en evolución en la época en que vivimos.






July 2002. Traducción: María José Iribarne.


Presentando a Andrew Cohen.

Nacido en Nueva York en 1955. Criado como un judío secular, cuenta que su vida cambió de repente tras una experiencia de expansión kósmica a los 17 años. Guiado por el recuerdo de este suceso Cohen abandonó su sueño de ser un batería de Jazz para empezar a intentar entender qué es lo que le havía sucedido. Estudiando artes marciales, Kriya Yoga y el budismo. En 1986 conoció al gurú de Advaita Vedanta H.W.L. Poonja, tras dos semana con él, tuvo lo que llamó una profunda realización espiritual (o despertar) y empezó a enseñar, con el apoyo inicial dePoonja, con el que acabó en discordancia debido a su interpretación de la iluminación y del camino del despertar. Esto lo relata en su autobiografía.

En 1988 fundó EnlightenNext, una red sin ánimo de lucro para la educación y la espiritualidad con el fin de crear una nueva conciencia global. EnlightenNext tiene en la actualidad centros en Nueva York, Boston, Londres, Amsterdam, Frankfurt, Zurich, Paris, Copenhagen, Tel Aviv y Rishikesh, la India.

Poco después de empezar a enseñar empezó a organizar encuentros con otros líderes espirituales para compartir experiencias y dialogar sobre la naturaleza de la realización espiritual. En 1991 fundó la revista What Is Enlightenment? (¿Qué es la iluminación?). Cree que está sobre nuestros hombros el peso de crear el futuro, y sus foros son un encuentro de diálogo para discutir el significado del camino espiritual en el mundo postmoderno . En 2006 y 2007 la web WIE.org ha sido galardonada con el Premio Internacional de las Artes Digitales y las Ciencias en la categoría de Religión y Espiritualidad.

En 2000, Cohen se convierte en un de los miembros fundadores del Instituto Integral de Ken Wilber.

El sentido de la experiencia humana es crear el universo

Dios se ha caído del cielo,
pero empieza a despertarse dentro de cada persona.

El sentido de la experiencia humana es crear el universo, explica en la siguiente entrevista el filósofo estadounidense Andrew Cohen, fundador de la emblemática revista "What is enlightenment?", hoy punto de encuentro de pensadores, científicos y místicos interesados en la experiencia humana y en la conciencia. Cohen, cuya pensamiento recoge elementos de la tradición religiosa cristiana en general, así como del budismo o del new age, añade que después de la ruptura con las tradiciones que se produjo en los años 60, se ha desarrollado una espiritualidad demasiado personal y que lo que tenemos que hacer ahora es crear un contexto más amplio para abrazar el futuro. Considera asimismo que el Dios mítico se ha caído del cielo, pero que está empezando a despertarse a sí mismo dentro de cada persona. El próximo salto en la evolución de la conciencia, señala Cohen, es un salto más allá de la individualidad.


¿Hay cabida para la iluminación en el nuevo siglo? ¿Sigue siendo válido el concepto tradicional de espiritualidad? El papel del ser humano en el universo y su responsabilidad en la creación del futuro… Lo que para algunos son cuestiones que surgen en momentos de reflexión profunda, constituyen el centro de la vida para Andrew Cohen.

Durante las últimas tres décadas este filósofo, o maestro espiritual, estadounidense, se ha dedicado a explorar en los entresijos de la esencia humana buscando respuestas. Después de adentrarse en la mística oriental regresó a occidente para crear su propia vía de conocimiento, un camino adaptado a las exigencias de un mundo en desarrollo acelerado, de una cultura en la que hace mucho que el Dios paternal ha desaparecido.

De ahí su nombre: “espiritualidad o iluminación evolutiva”. La revista que ha fundado, "What is enlightenment?" (¿Qué es la iluminación?), es un auténtico punto de encuentro de pensadores, científicos y místicos interesados en la experiencia humana y en la conciencia. Cohen ya ha organizado dos retiros en Barcelona en los dos últimos años.

- ¿Cómo definiría la espiritualidad evolutiva?

- Hay que entenderlo en el contexto de la evolución del universo desde que surgió hace alrededor de 14.000 millones de años. Según hemos ido aumentando el nivel de conciencia, nuestra comprensión sobre quiénes somos y el significado de estar vivo también ha evolucionando. Recientemente, el ser humano se ha dado cuenta de que el proceso de evolución depende del despertar de cada individuo. Al nivel más profundo, el sentido de la experiencia humana es crear el universo.

- Asegura que hace falta un nuevo contexto moral, ¿a qué se refiere?

- Nunca ha habido tanta gente con un nivel de educación, de bienestar y de libertad tan alto, pero la mayoría experimenta una alienación, es decir una separación de sí mismo. Tenemos que sentir que es nuestra responsabilidad llevar a la humanidad hacia el futuro. Tenemos que experimentar una conexión emocional con el hecho de que somos parte de un proceso más grande y que nuestra obligación es primero el proceso y después nosotros mismos. A menos que una gran minoría se despierte en este sentido no creo que nada cambie. Después de la ruptura con las tradiciones que se produjo en los años 60, se ha desarrollado una espiritualidad demasiado personal. Por ejemplo, el movimiento New Age tiene una comprensión sofisticada del ser, pero su espiritualidad es muy sentimental y narcisista. Lo que tenemos que hacer ahora es crear un contexto más amplio para abrazar el futuro.

- Usted conoce profundamente la filosofía y la mística orientales, pero en cierto modo se ha separado de ellas, ¿por qué?

- Las tradiciones orientales no nos enseñan cómo vivir en el mundo y tampoco tienen conocimientos sobre la evolución. Su saber radica en el desarrollo de la conciencia individual, pero no entienden que el universo es parte de un proceso profundo de evolución temporal. Conciben el tiempo como ciclos recurrentes, dando vueltas infinitamente. Y cuando alguien ve eso quiere se libre, salir de la rueda y es entonces cuando la gente entra en ese estado interno de alejamiento de las experiencias de la vida y de la encarnación.

- ¿Qué ofrece en sus cursos en este sentido?

- Ofrezco un futuro. Quiero dar una visión grande de lo que es nuestra experiencia. Llevo a la gente a antes del comienzo, hace 14.000 millones de años. Para hacerlo hay que ir más allá del pensamiento y lo que se experimenta es el cero, la nada. Este es un estado meditativo. Mucha gente practica la meditación, pero ni siquiera entiende lo que está haciendo. Cuando vuelven a cero todo desaparece, pero la esencia fundamental de sí todavía está ahí. De modo que antes del comienzo ya estábamos. Esta comprensión es la iluminación tradicional de Oriente. Después, lo que ocurre es que la mayoría de la gente va de ahí al ego, es decir al Yo cuya experiencia se ha separado de la vida, al Yo alienado. Esto es más o menos lo que viven muchas personas que siguen una espiritualidad influida por Oriente.

- ¿Y después?

- Ayudo a la gente a entender que el tiempo no se da en ciclos. Hace 14.000 millones de años comenzó el proceso y pasó de la energía a la luz, a la materia y a la vida. Lo más importante de la vida es la conciencia y conciencia es conocimiento, interioridad, subjetividad. El ser humano tiene la capacidad de saber que sabe. Otras formas de vida son conscientes, pero no saben que lo son. El universo nos ha parido hace 100.000 años para tener un modo de conocerse a sí mismo. El Dios mítico se ha caído del cielo al mismo tiempo que la humanidad comienza a darse cuenta de que es los ojos y el corazón del principio que ha creado el universo. Dios es la energía y la inteligencia que ha iniciado el proceso creador y que lo está dirigiendo en este instante.
En el ámbito de lo físico, el impulso creador o evolutivo es energía sexual, la misma energía que ha creado el universo. Subiendo de nivel es la compulsión creativa y más alto aún está el impulso espiritual, evolutivo. Dios desapareció y ahora está empezando a despertarse a sí mismo dentro del individuo.

- ¿Cómo se vive pues la iluminación en nuestro mundo?

- En el sentido oriental, iluminación significa el descubrimiento del cero. El punto cero no es suficiente porque no tiene ninguna conexión con el mundo, con la vida, con los otros. La iluminación evolutiva es el descubrimiento del Yo auténtico que es la mejor parte de nosotros. Es pura pasión energética por el futuro y es intrínsecamente libre, no le duele el pasado ni la historia personal. El Yo auténtico es el big bang, el impulso que crea el universo haciéndose consciente de sí mismo. Es la razón por la que nos interesa la evolución de la conciencia. En el Yo auténtico no hay ego.

- Ha hablado del individuo, pero ¿cómo perfila el futuro colectivo?

Creo que el próximo salto en la evolución de la conciencia de nuestra especie es un salto más allá de la individualidad. Ahora tenemos un ego muy desarrollado en el sentido negativo. Lo positivo es que existe una gran capacidad para la individuación. Necesitamos que individuos muy desarrollados empiecen a experimentar la unidad o la no diferenciación entre los Yo. A esto lo llamo una experiencia de autonomía y de comunión. En la primera, el poder creativo del individuo se libera. La comunión es cuando dos se unen como uno. Normalmente, autonomía y comunión no se pueden dar al mismo tiempo, pero en el estado del que hablo dos o más se funden en uno y al mismo tiempo, en el mismo espacio, experimentan autonomía. Experimentan que son una conciencia y simultaneamente cada uno vive su autonomía. Esto es lo que creo que es el próximo nivel y lo llamo la nueva iluminación, la iluminación evolutiva.


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Angela Boto es licenciada en CC Químicas. Ha sido responsable del portal de salud del diario español El Mundo y en la actualidad colabora con el diario "El País". Ha trabajado también para publicaciones como "Integral", "Mente Sana" y recientemente para "Psychologies". También ha colaborado con la revista “What is Enlightenement?”.


sábado, 11 de octubre de 2008

Prólogo de Ken Wilber al libro de Cohen Andrew "Viva Iluminacion".

Hablando de maestros espirituales, están los juiciosos, afables, consoladores, tranquilizadores, los preocupones; pero están también los forajidos, los terrores vivientes, los Chicos Rudos y las Chicas Insoportables de la realización divina, hombres y mujeres que te plantan cara, te importunan, te aterran, hasta que despiertas radicalmente a lo que en realidad eres.

¿Puedo sugerir algo?: escoge a tus maestros con todo cuidado.
Si quieres que te animen, que te sonrían con suavidad, que te soben el ego, que hagan blandas caricias a tu modo de ser autocontraído, que te den palmaditas en la espalda y te digan dulces palabras de consolación, búscate un Chico Amable o una Chica Buena y tómalos de la mano mientras caminas por la delicada senda de la reducción del estrés y del confort egoico. Pero si lo que quieres es la Iluminación, si quieres despertar, si quieres freírte en el fuego del Infinito apasionado, entonces –te lo prometo– búscate un Chico Rudo y una Chica Insoportable, de esos que, cuando estás delante de ellos, te sientes incómodo, que te asustan hasta el aturdimiento, que en un dos por tres se vuelven contra ti y te ponen en ridículo, que te hacen desear no haber nacido; que te ofrecen no un suave confort, sino un terror abyecto; no un consuelo con sacarina, sino una angustia que te achicharra,... pues entonces, sólo entonces, podrías muy bien encontrar-te en la senda hacia tu propio Rostro Original.

Sospecho que la mayoría preferimos que nuestros maestros sean de la variedad de los Chicos Amables: blandos, reconfortantes, nada amenazadores, una fuente de socorro para el alma deshecha y fatigada, un puerto seguro en medio de la tempestad samsárica. Nada hay de malo en esto, desde luego: la espiritualidad se da en todo tipo de sabores y he conocido algunos Chicos Amables espantosos. Pero si el sabor tiende hacia la Iluminación en vez de hacia el consuelo; si se desvía de las ensoñaciones tranquilizantes hacia un auténtico despertar; si retumba hacia la realización divina y no hacia la fortificación egoica, entonces lo que se requiere es una muerte aborrecible y brutal: la muerte literal del yo separado, una dolorosa, atemorizante y horrorosa disolución... una milagrosa extinción que presenciarás a medida que te expandes hacia la Verdad ilimitada, informe y radical, la cual impregnará cada célula tuya, te empapará hasta el meollo de tu ser y expandirá lo que pensabas que era tu "yo" hasta que alcance galaxias distantes. Pues sólo del otro lado de la muerte se encuentra el Espíritu; sólo del otro lado de la matanza del ego se encuentra el Bien, la Verdad y la Belleza. "Cuando el tiempo llegue, se darán cuenta de que la auténtica gloria se encuentra donde uno cesa de existir", como constantemente nos recordaba el ilustre Sri Ramana Maharshi. Tu verdadera gloria se halla del otro lado de tu muerte, y ¿quién te va a mostrar una cosa así?

No los Chicos Amables ni las Chicas Buenas, porque ellos no desean herir tus sentimientos. No quieren agobiarte. Están aquí para susurrarte al oído dulces naderías y colocar premios de consolación en la mano extendida de la autocontracción, un bálsamo para un ego agotado y destrozado por la guerra, unas técnicas para levantarlo en su constante batalla con el mundo de lo otro. En cierto sentido es muy fácil ser un maestro Chico-Amable: nada de alteraciones y confusiones, nada de pelear contra la resistencia egoica y la agotadora confrontación. Sé bueno con el ego, dale palmaditas en la espalda, que se dedique a contar respiraciones, que musite algunos mantras.

Los Chicos Rudos saben más. No están aquí para consolar, sino para destrozar; no están para reconfortar, sino para demoler. Ellos son inflexibles, firmes, brutales, como rayos láser. Se plantan ante tu rostro hasta que reconozcas el Rostro Original, y sencillamente no se retirarán, ni condescenderán; no cejarán hasta que te rindas radical, plena, completa y
resueltamente. Viven como la Compasión –la compasión real, no la compasión idiota–, y la compasión real usa la espada con más frecuencia que el caramelo. Ofenden profundamente al ego (y cuanto mayor sea la ofensa, quiere decir que más grande es el ego). Están vivos como la Verdad, y en todas partes se enfrentan a los egos, y escogen que así sea sin titubeos.

Fritz Perls, el fundador de la teoría de la gestalt, solía decir que nadie va con el terapeuta para mejorar (por más que siempre digan eso), sino que van para perfeccionar sus neurosis. De igual manera, nadie acude con un maestro espiritual para obtener la Iluminación (por más que todos digan que sí); más bien van con el maestro espiritual a aprender juegos egoicos más sutiles y sofisticados (en este caso, el juego de "¡Miren qué espiritual soy!"). Después de todo, ¿qué es lo que de ti, por principio de cuentas, te lleva al maestro espiritual? No es el Espíritu que hay en ti, pues éste ya está iluminado y no tiene necesidad de buscar. No, es el ego que hay en ti lo que te lleva con el maestro: deseas verte en presencia del juego espiritual, quieres verte mañana como un ser realizado. Hablando francamente, deseas que tu ego continúe hasta alcanzar un paraíso espiritual.

Y, ¿qué puede hacer un pobre maestro cuando se topa con tal astucia egoica? Todo el mundo que va con un maestro espiritual llega motivado egoicamente. Y a los maestros les quedan dos opciones frente a esta avalancha de tanto ser separado, esta conferencia de auto-contracciones: pueden tocar al ritmo que les marca el público o volar todo el edificio.

Andrew Cohen es un Chico Rudo. No está aquí para ofrecer confort; está aquí para desgarrarte en mil pedazos... con el fin de que el Infinito pueda reensamblarte, la Libertad pueda sustituir al encarcela-miento, la Plenitud brille más que el miedo. Y esto, sencillamente, no sucederá si lo que deseas es consuelo, oraciones que te alivien, trivialidades que no incomoden: "todo va a marchar bien". Bueno, si lo que deseas es la Iluminación, no todo va a ir bien. Por el contrario, será infierno, y sólo los Chicos Rudos lo son lo bastante como para decírtelo y mostrártelo... Si puedes resistir la rudeza, aguanta el fuego y quémate de arriba abajo como Infinito e irradia como las estrellas.

Todo maestro profundamente iluminado que he conocido ha sido o un Chico Rudo o una Chica Insoportable. Los primeros Chicos Rudos fueron, desde luego, los grandes maestros zen, los cuales al encontrar-se con alguno de esos egos que decían querer la Iluminación, tomaban un palo y pegaban con él entre ojo y ojo al aspirante. Y esto no era más que el principio, era la parte fácil; las cosas se tornaban aún más fastidiosas, pero en el otro extremo de esa brutalidad se hallaba la siempre presente Realización, la espantosa y
estremecedora muerte del yo y la radiante resurrección del Espíritu infinito como tu propia y verdadera naturaleza... si aguantabas el calor.

Los Chicos Rudos se portan contigo lo peor que pueden; respiran fuego, comen carbones ardientes, son capaces de asarte el trasero en un segundo, sin que te dé tiempo de gritar y te fríen el ego antes que te enteres de lo que le pasó; son capaces de deshacer el miedo que te contrae y socarrar tus bien afinadas defensas: si resistes el calor.

Siempre he oído los maestros que son Chicos Afables decir que Andrew Cohen es rudo; pero pienso: "No te sabes ni la mitad del cuento". He oído decir a menudo que Andrew es difícil, ofensivo, quisquilloso; pero pienso: "¡Gracias a Dios!". En realidad, práctica-mente todas las críticas que he escuchado de Andrew son alguna variante de "Es muy rudo, ¿no crees?". Pero sonrío de oreja a oreja, pues si no fuera por los Chicos Rudos y las Chicas Insoportables
de la realización divina, el Espíritu sería un raro visitante en este extraño territorio.

La revista de Andrew, What Is Enlightenment? [¿Qué es la Iluminación?], por ejemplo, es la única que conozco que es profunda, auténtica y escandalosamente Ruda, lo que quiere decir que es la única que hace las preguntas sin tapujos, que mata las vacas sagradas y se enfrenta a la Verdad, cualesquiera que sean las consecuencias. La revista expresa toda la rudeza
necesaria para desbaratar la complacencia egoica, una complacencia enferma y gruesa, coagulante, sofocante, que se ahoga en su propia autosatisfacción. Tienen razón quienes están profundamente ofendidos con Andrew. En efecto, es duro de verdad.

Así que, ¿aguantas el calor, o prefieres palabras más reconfortantes, blandas y mitigantes; más premios de consolación por una Iluminación que seguirá esquivándote? ¿Quieres una palmadita en la espalda o estás listo a que te desuellen y te frían?

¿Puedo hacer una sugerencia? Si resistes el calor, te convencerás de que tu verdadera gloria se encuentra donde cesas de existir, donde la autocontracción se ha desenrollado en la vasta expansión de todo el espacio, donde tu "yo" separado se ha asado y ha sido sustituido por un resplandeciente infinito —una Liberación radical demasiado obvia para verla, demasiado simple para creerla, demasiado cercana para alcanzarla— y tu Ser real, como si no tuviera
importancia, pero con toda seguridad, anunciará su Presencia, al tiempo que con todo sosiego abrazará al universo entero y engullirá galaxias enteras.

En breve, si estás listo para reconocer tu propio Rostro Original, si eres capaz de estar en el medio mismo de un fuego devastador que fundirá tu corazón y lo abrirá a la eternidad, entonces has llegado al lugar justo.

En las páginas que siguen verás que Andrew Cohen es un Chico Rudo que actúa con una resuelta integridad, una integridad que muestra compasión para con tu Ser real y un palo muy grueso para tu ego. Si resistes el calor, entonces entra en la verdadera cocina de tu propia alma, donde no encontrarás otra cosa que el radiante Dios del entero cosmos. Pues es el Espíritu radiante el que está mirando ahora mismo por tus ojos, hablando ahora mismo con tu lengua, leyendo las palabras de esta página, ahora mismo.

Tu Ser real es Espíritu glorioso en éste y en todo momento, y se requiere de un Chico muy, pero muy rudo, para señalártelo y plantar-se ante tu rostro hasta que reconozcas tu propio Rostro Original, que brilla aquí y ahora.


jueves, 9 de octubre de 2008

El padre de la psicología integral formula una teoría de la espiritualidad.

ESPIRITUALIDAD INTEGRAL
El nuevo papel de la religión en el mundo actual.


El padre de la psicología integral formula una teoría de la espiritualidad.

En las dos últimas décadas ha aparecido un marco teórico de referencia radicalmente nuevo, conocido como “enfoque integral”, y que se ha aplicado a campos tan diversos como el mundo de la empresa, la medicina, la
psicología, el derecho, la política, el desarrollo sostenible, el arte y la educación.
Se trata de una aproximación global que ha permitido reorganizar de un modo más comprehensivo, eficaz, operativo e inclusivo las distintas disciplinas a las
que la ha aplicado. ¿Qué sucedería si aplicásemos el enfoque integral al ámbito de la espiritualidad? Éste es, precisamente, el tema del que se ocupa este libro.

Sobre el libro

Ken Wilber ha desarrollado una “teoría integral de Todo” que engloba las verdades de todas las grandes tradiciones psicológicas, científicas, filosóficas y espirituales.

Aplicando su aclamado enfoque integral, Ken Wilber formula una teoría de la
espiritualidad que, sin dejar de reconocer los logros de la modernidad y de la
postmodernidad (es decir, teniendo en cuenta las revoluciones de la ciencia y
de la cultura), incorpora también las enseñanzas esenciales de las grandes
religiones.
Wilber muestra el modo en que la espiritualidad actual combina la iluminación
oriental (que subraya el cultivo de los estados superiores de conciencia) con la
Ilustración occidental (que nos ofrece los descubrimientos realizados por la
psicología evolutiva y la psicología psicodinámica), proporcionándonos así
claves esenciales para el desarrollo de una espiritualidad más integral.

Basándose en este marco de referencia integral, Wilber esboza el papel radicalmente novedoso que la religión puede desempeñar en el mundo actual. La extraordinaria influencia que tienen las religiones sobre la mayoría de la población las coloca en una posición privilegiada para solucionar algunos de los principales conflictos a los que nos enfrentamos. Adoptando una visión más integral, las grandes religiones pueden actuar como catalizadores del desarrollo humano, promoviendo el avance desde lo mágico hasta lo mítico, lo racional, lo pluralista y lo integral y hacia una sociedad global que honra, al tiempo que incluye, todas las estaciones de la vida a lo largo del camino.

"Espiritualidad integral es, en pocas palabras, el texto más amplio y profundo sobre la religión y la espiritualidad con que cuenta nuestro tiempo".
Roger Walsh

Fuentes:



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