La literatura reporta que en la medida que la mujer, a los 40 años, empieza a enfocar su atención en cuestiones como su desarrollo personal, ampliar su cultura, búsqueda del bienestar interno, encontrar significado a su vida, y temas relacionados con el alma y la espiritualidad; encuentra caminos que orientan su comportamiento y le reportan mayor satisfacción y desarrollo espiritual.
Las mujeres casi siempre en esta etapa, segunda etapa de la vida, han conseguido el prestigio a través del hombre, al igual que su sentido de poder, sobre todo sí éste ha logrado cierto estatus y poder económico, elementos externos a su esencia y alejados del contacto con su psique.
Al mismo tiempo se encuentra sufriendo la tiranía del deber ser, en pugna con el ser y se empieza a cuestionar el Sentido de su Vida.
Concluyo compartiendo con el lector el hecho de que estoy convencida que "al igual que un pájaro no puede volar con una sola ala", muchas mujeres viven su vida enjauladas en el mundo físico, sujetas al tiempo, en las memorias del pasado y la incertidumbre del futuro y deseo aportar un testimonio que postule que "solo dejando a un lado tiempo, mente, ambiciones, dualidades y juicio, soberbia, etc., estas mujeres lograran una vida existencial haciendo una profunda limpieza interior".
Cuando una persona se le abre caminos su estadio de animo cambia y cuando cambia el estado de animo cambia el corazón. El yo instintivo es curativo y vitalizador y esto se logra a través de la espiritualidad.
Psicología y Espiritualidad: Las distintas terapias psicológicas valoran de diversa forma el papel de la espiritualidad dentro del proceso terapéutico, yendo desde aquellas en donde esto es esencial, como el enfoque transpersonal o el junguiano, hasta aquellas en que no se ha considerado importante como la teoría cognitivo - conductual; aunque ya son cada vez mas los terapeutas que están abriendo su visión y evaluando como relevante la espiritualidad.
"El despertar a la vida espiritual es el resultado último de cualquier
proceso terapéutico integral y completo."
La mujer después de los 40 años: El papel de la mujer después de los 40 años sigue siendo relegado e inhibido su desarrollo integral, ya sea por la sociedad, por su familia, por su esposo, por sus hijos, pero también por sí misma y puede continuar siendo así sí no encuentra internamente su aspecto espiritual.
El poder curativo de las crisis: En la mayoría de los procesos terapéuticos se ha encontrado que la mujer después de los 40 años, presenta crisis y conflictos que pueden ser considerados característicos de esta etapa de la vida como son: un cuestionamiento acerca de cómo ha vivido su vida, qué le ha faltado de lo que quisiera hacer, qué ha hecho incorrectamente que le a provocado insatisfacción, infelicidad o frustración, cómo relacionarse con su esposo, sus hijos, su familia, qué nuevo sentido pueden tener esas áreas, cómo enfrentar el aspecto sexual cuando la belleza se ha ido o empieza a desaparecer, etc.
El servicio hacia los demás: La mayoría de sus necesidades la conllevan a manifestar un fuerte deseo de servicio hacia los demás, tiende a desaparecer los rasgos egoístas, narcisistas o egocéntricas que caracterizan su juventud, y ahora aparece el deseo de ayudar de una forma u otra a los demás y que a la vez es una vía, medio y señal de encontrar ese aspecto espiritual interno.
La espiritualidad: La espiritualidad no es un aspecto medible, cuantificable o que se deba seguir de determinada forma, cada mujer tiene que encontrar un significado particular de cómo vivirla, como manifestarla y así esta se convierte en el medio idóneo por el cual la mujer después de los 40, le da un nuevo sentido a los diversos aspectos de su vida (sus polaridades, sus pérdidas, sus conflictos, etc.) y enfrenta con nuevos bríos los conflictos cotidianos que se le vayan presentando.
Encontrar la propia espiritualidad: La Espiritualidad, práctica que se ejerce está ligada cien por ciento al Amor (a sí misma, a los demás, al trabajo, a la profesión, a Dios, etc.), y más aún, es imposible de desarrollar sí la mujer después de los 40 años carece de él. De tal forma, el papel del terapeuta es ser simplemente un acompañante y no pretender ser un guía, un maestro, un gurú, pues en la medida que pretenda esto, trasmite valores personales que obstaculizan que la mujer encuentre su propia espiritualidad.
" La espiritualidad es un asunto privado
y refleja la relación existente entre el individuo y el cosmos."
Terapia y espiritualidad: Lo anterior, también implica que dentro de la psicoterapia no existen técnicas específicas para fomentar o desarrollar la espiritualidad de la mujer después de los 40 años, la teoría simplemente sirve para conceptualizar los cambios llevados a cabo pero no para provocarlos.
Por Ken Wilber
Sensibilidad: Es factible suponer que los datos encontrados en esta investigación también son validos para los hombres dado que la espiritualidad no puede depende del sexo genérico de la persona, aunque es importante anotar que la mujer posee mejores recursos para desarrollar este aspecto ya que manifiesta mayor sensibilidad, mayor contacto con su yo interno.
Se puede afirmar que la psicoterapia consiste en una gran diversidad de teorías que explican la personalidad y el comportamiento humano, a partir de las cuales se desarrollan métodos y técnicas terapéuticas para ayudar al individuo a disminuir o eliminar su angustia, síntomas y sufrimiento.
De tal forma, es indudablemente que pueden ser diversos los beneficios que una persona puede obtener de algún tipo de psicoterapia, siendo que Valdez realiza una laudable síntesis de estos cambios, propone que el paciente se puede beneficiar en:
Sentimientos de seguridad, que implica: sentimiento de identidad, autoevaluación y autocrítica realista, arraigo, control de impulsos. Espontaneidad, adecuado manejo del miedo y la ansiedad, posesión de un marco de orientación y devoción.
Capacidad de adaptación, que incluye: inteligencia, buena integración intrapsíquica, estilo de vida congruente con sus posibilidades, sentimientos morales o esquemas afectivos en armonía con los esquemas intelectuales, manejo apropiado de las necesidades fisiológicas, capacidad para cumplir los requisitos del grupo, conservando la individualidad y la libertad, capacidad para resolver problemas cotidianos, capacidad para aprender de la experiencia y sentido del humor y capacidad de juego.
En suma, después de un proceso exitoso, la persona siente que en su vida hay muchas satisfacciones; en su vida personal, en su trabajo, en sus relaciones interpersonales, en actividades recreativas, en suma, se siente que está en un continuo proceso de crecimiento en el que encuentra satisfacciones y se siente capaz de ir manejando los problemas que se le presenten.
Esto puede ser logrado por cualquier ser humano, independiente de su edad, sexo, creencia religiosa, estatus económico, etc. Siendo importante anotar que, cada corriente terapéutica enfatiza o resalta ciertos caminos para lograr esto, pero hasta hace poco, un gran porcentaje de terapeutas opinaban que la psicoterapia como tal no busca un horizonte trascendente del crecimiento interior del ser humano (espiritual), pero logra abrir espacios que lo hacen posible.
Por otra parte, también es un hecho que nuestra cultura propulsa un hiperdesarrollo de la mente conceptual, en perjuicio de los demás niveles de nuestro ser, a saber: corporal, emocional y espiritual. Esto conduce a un estado de enajenación general puesto que somos cuerpo, emoción, mente y espíritu, por lo que muchos procesos terapéuticos se quedaban a nivel del entendimiento de la conducta, olvidándose que la salud depende del adecuado desarrollo e integración de los niveles físico, emocional, mental, existencial y espiritual del ser humano.
Así, la creencia en la existencia del alma, y por tanto de la espiritualidad, es inherente a la humanidad. La espiritualidad puede ser mejor entendida, de manera sencilla, como: lo que nos acerca a lo Divino: El contacto directo con el Ser Superior o Dios, es posible sólo a través de nuestro Espíritu, y la Espiritualidad es lo que permite y solidifica dicho contacto.
Nos eleva a estados superiores de conciencia: La Espiritualidad, debido al permanente contacto con lo Divino, es aquella que nos lleva a asumir un elevado y a su vez evolucionado estado de conciencia, lo que trae como consecuencia pensar, razonar, calificar y discriminar las acciones por sobre los Seres Humanos ordinarios.
Hablar de los beneficios de la espiritualidad en el ser humano puede ser considerado como algo subjetivo y personal, sin embargo existen distintos estudios que han comprobado con certeza científica el provecho que puede tener la persona en diversos ámbitos.
Las conclusiones señalan que es necesaria una apertura de los modelos tradicionalistas en donde se incluya este tema en la psicoterapia de mujeres mayores de 25 años, pues es un aspecto importante para el desarrollo integral de dichas mujeres. Sea como fuere, se ha demostrado que la espiritualidad ayuda a integrar al ser humano con la naturaleza, con el cosmos, considerándolo como una unidad biológica, social, psicológica y espiritual.
De forma específica queda demostrado que:
* Ya son cada vez mas los terapeutas de cualquier corriente teórica que están abriendo su consciencia y evaluando como relevante la espiritualidad para la mujer después de los 40 años de edad.
* El desarrollo de la mujer después de los 40, se puede ver obstaculizado si no encuentra internamente su aspecto espiritual.
* La espiritualidad se convierte en el medio idóneo por el cual la mujer después de los 40, resignifica los diversos aspectos de su vida (sus polaridades, sus pérdidas, sus conflictos, etc.).
* La Espiritualidad, práctica que se ejerce está ligada cien por ciento al Amor (a sí misma, a los demás, al trabajo, a la profesión, a Dios, etc.), y más aún, es imposible de desarrollar sí la mujer después de los 40 años carece de él.
* Cada mujer debe encontrar su manera particular y personal de experimentar y manifestar ese aspecto espiritual de su vida.
Fuente:
1 comentario:
KEN WILBER: “La Conciencia No Tiene Fronteras”, “Psicoterapia y Espiritualidad”. Habla de la posibilidad de expandir nuestra conciencia desarrollando las potencialidades ocultas en el fondo del alma practicando las disciplinas místicas. Nietzsche auscultó el alma cristiana y descubrió que el malestar de nuestro tiempo no estaba el individuo sino en la moral occidental enferma y decadente. Y diagnosticó la patología actual de nuestra sociedad: la indeferencia hacia la religión, y exclamó ¡Dios ha muerto! La teología y moral judeo cristiana son cuestionadas en tanto implican juicios valorativos/morales. El profetismo judío y sus falsos valores exigen una nueva reformulación del cristianismo fincada en los valores supremos de la trascendencia humana y la sociedad perfecta a fin de alcanzar la supra humanidad. El impacto del diagnostico de Nietzsche ha sido enorme, no sólo por los contenidos que la psicología profunda "toma" de Nietzsche sino y ante todo porque posiblemente sea uno de las directrices que orientan el pensamiento de la modernidad y post modernidad en busca de una transformación de la conciencia que eventualmente nos llevará a alcanzar la trascendencia humana patente en Cristo.scribd.com/doc/48104400/Nietzsche-y-La-Lucha-Contra-El-Judeo-Cristianismo-Por-El-Cristianismo
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