Muchas veces he dicho que la Percepcion Unitaria es lo más importante de la psicología humana.
Esto puede sonar a “fanatismo absolutista”, pero en realidad no hago más que intentar informar sobre algo que he vivido en mi propia experiencia, y no algo que he leído en libros.
Digo un poco metafóricamente, a pesar que intento no usar metáforas para no crear confusiones sobre algo tan importante, que existen tres bóvedas psicológicas, pero nosotros conocemos solamente una.
Bóveda C:
Llamémosle a esa bóveda psicológica que es nuestra cárcel psicológica y que es todo lo que conocemos; "la Bóveda C". En ese pequeño circulito psicológico cabe el lenguaje, el símbolo, el número, la memoria, la imaginación, la fantasía, el pensamiento, las creencias, las ideologías, la ciencia, la metafísica, la filosofía oriental y la filosofía occidental. Digamos que la Bóveda C es todo lo conocido (es decir: puro pensamiento).
El pensamiento oriental sigue siendo pensamiento y con el pensamiento no podemos ir más allá de él.
Pero es más allá del pensamiento y la palabra, más allá del “YO”, donde existe, en nuestra propia mente, la Percepción Unitaria.
Los templos, las organizaciones llamadas “religiosas”, las jerarquías, y los ritos gratuitos o bien cobrados de las llamadas “iglesias” u organizaciones religiosas , la música, etc., no son más que productos del pensamiento y nada más que parte de la Bóveda C, todo lo que conocemos.
Lo sagrado comienza más allá de lo conocido, una vez que abandonamos todo lo conocido y comienza la vida verdadera y honesta en Percepción Unitaria.
En el evangelio cristiano original, esto se estudiaba con la palabra griega “metanoia”, que quiere decir “ ir más allá de todo lo conocido”, pero que fue muy mal traducida como “arrepentimiento” o “conversión”.
Puede ser muy conmovedor comprender que un 99 % de los seres humanos en todo el planeta, nacen, viven, se reproducen, se educan, trabajan y mueren en el ámbito C de la mente: sólo memoria, pensamiento, imaginación y el “YO”.-
Una vida imaginaria.
Lenguaje del Ambito C:
El lenguaje egocéntrico, el lenguaje hipnótico y el temporal se utilizan en la vida diaria como la conocemos en el Ambito C.
Estos lenguajes comienzan a desaparecer espontáneamente cuando uno vive en el Ambito B, que es la Percepción Unitaria.
Gracias a la Percepción Unitaria, uno se percata que el tiempo es irrelevante, además de ser absoluto y relativo. Además uno descubre la hipnosis generalizada (que es la esencia del pensamiento), en la que vivimos y el creciente egocentrismo divisorio de la humanidad.
Los tres lenguajes mencionados se usan en las técnicas hipnóticas y psicoterapéuticas, que son el producto del pensamiento y de su Percepción Fragmentaria.
La sobrevaloración del pensamiento, que nos hace creer que no existe nada fuera del Ambito C (fuera de lo conocido), ha traído la degeneración de la humanidad, parte de la cual es la creciente división entre los seres humanos en ricos y pobres, naciones, creencias, religiones organizadas, ideologías y diversas filosofías
Bóveda B:
Pero existe otra bóveda psicológica que podemos llamar la "Bóveda B" , la bóveda buena.
Sus leyes y su funcionamiento no son los del Ambito C.
El observador (usted y yo) puede pensar y conversar sobre la Bóveda B pero así no se entra en este ámbito psicológico bueno.
Pensar y hablar sobre la Bóveda B continua siendo el ámbito C.
Este ámbito B es el de la Percepción Unitaria, que defino como percibir todo lo perceptible al mismo tiempo con la mente en completo silencio.
Si el pensamiento y el lenguaje pensado continúan (a pesar de intentar detenerlos por un momento) entonces hay que percibir la palabra y la imagen pensadas como si fueran otro sonido más.
El que escucha en Percepción Unitaria no escucha “algo”. Se escucha todo sonido al mismo tiempo, en silencio mental, sin nombrar los sonidos.
Bóveda A:
Si uno vive en el Ámbito B, ámbito que abarca al ámbito C, no como una técnica que se practica por unos momentos, sino como forma constante de vida, entonces puede ocurrir como contingencia (y no como consecuencia) la Bóveda A, que yo llamo Aquello-lo sagrado-, ya que no se puede describir ni definir. "Aquello" es como la bóveda celeste de la psicología.
Esa bóveda A es la "Conciencia Cósmica", la mente universal que se percibe psicológicamente como armonía, orden, gozo de vivir, un contento por ninguna causa, una gran energía, que se siente concretamente en todo el cuerpo y el amor por todos los seres vivos.
He vivido en ese espacio de lo sagrado, y es, sin duda, algo bendito e inefable.
Cuando traté de describir mi experiencia en la bóveda A a mis amigos de todo el planeta, mis amigos cristianos dijeron que había llegado a mí el Espíritu Santo.
Mis amigos hindúes me dijeron que yo era un Boddhisatva Viriadika.
En India me vieron algunos como un iluminado.
Cuando le dije a Jiddu Krishnamurti en 1979, que Aquello (el Ambito Sagrado) había llegado, me dijo que ya lo sabía y me pidió: “Hable y no espere nada ni ninguna cosa.”
La iluminación tiene como hecho esencial darse cuenta que los seres humanos somos todos UNO.
La iluminación (que no puede buscar ni lograr “el yo”) no lo hace a uno infalible, ni perfecto sin defecto.
El verdadero iluminado no pretende carecer de las debilidades propias de su condición humana.
La iluminación no otorga autoridad alguna.
Fuentes:
Por Rubén Feldman González
Por Rubén Feldman González
No hay comentarios:
Publicar un comentario