domingo, 30 de septiembre de 2007

Carlos Castaneda y la Toltequidad.


La permanencia de la obra de Carlos Castaneda es irrefutable, más de 32 años en el mercado de los Best sellers, con un tiraje en varios idiomas de 30 millones de ejemplares y que todavía ocupa un lugar importante en la bibliografía contemporánea.
Qué representa entonces la obra del antropólogo brasileño, investigador del "chamanismo indígena", radicado en California y con trabajo de campo en Sonora y Oaxaca? Qué ha pasado con él y con su grupo de "neo-chamanes american line".
Bueno, para comenzar diremos que la obra de Castaneda representa el sorprendente emerger de la milenaria sabiduría Tolteca del subsuelo mexicano, del inframundo en donde vivió agazapada desde el colapso del periodo Clásico Superior aproximadamente en el año 850-900 de la era Cristiana y que pudo muy bien desde ahí resistir la trasgresión que hicieron los Aztecas de su sabiduría y religión, así como el intento de depredación que hicieron los españoles durante los primeros trescientos años de colonia y los últimos doscientos de neocolonialismo a manos de los mediocres criollos.
En efecto, la filosofía, el decantado conocimiento del mundo y de la vida que guió a los legendarios Toltecas a la cumbre de su esplendor, emerge deslumbrante y conmovedor al final del siglo XX, victorioso e inmaculado, listo a servir a los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos en el colapso de la civilización Occidental.
Así es, cuando la filosofía y la religión judeocristiana esta en banca rota, cuando el budismo, el confucionismo, el taoísmo, el hinduismo, sobreviven totalmente desarticulados y modificados por los repetidos cismas internos, cuando el islamismo enfrenta una batalla a muerte con Occidente. El pensamiento intacto y "puro" de los antiguos y legendarios Toltecas emerge silencioso y hace amarras en los milenarios muelles de los pueblos indios, sus herederos directos y en aquellas personas que han recibido la luz de una nueva conciencia. En efecto, la post-modernidad no es más que el regreso a los orígenes y en ese aspecto la sabiduría del Cen Anáhuac por algún designio del poder se "enterró" junto con sus centros de conocimiento para mantenerse intacta y renacer al final del siglo XX.
Tocó en "suerte" a Carlos Castaneda ser designado por el Poder, para ser el anunciador de este hecho. Castaneda no es ni un literato, ni un antropólogo, ni un charlatán, Castaneda simplemente es el iniciador de un nuevo ciclo o linaje de los hombres de conocimiento del México Antiguo y en su obra relata honestamente el encuentro con esta sabiduría totalmente desconocida para Occidente.
Esto nos lleva a la segunda consideración. Qué ha pasado con él, en principio diremos que "murió" el año pasado de un cáncer y que fue dada a conocer la noticia dos meses después de ser incinerado. Los que conocemos la obra y creemos en ella, sabemos que Castaneda no ha muerto y que es un ardid más de un nagual inmaculado. Castaneda es ahora un nagual de tres puntas que tiene bajo su responsabilidad crear un nuevo linaje y parece que no le salen las cosas como él deseara.
"La libertad ilimitada de ser un desconocido", explica su "muerte" para el mundo ordinario. Pero un nagual del México Antiguo no puede morir como un hombre común y corriente. Sí Castaneda efectivamente murió de un cáncer, lamento confesar entonces que estuvimos en manos de un impostor que nos engaño como a chinos, pues un hombre de conocimiento, un nagual no muere de esa manera. Para explicar mejor el punto, cito al propio Castaneda de su libro "La rueda del tiempo", página 200, " Una vez tuve una fístula en la cresta del huso de la cadera, resultado de haberme caído años atrás por un barranco lleno de agujas de cactus.
Me clavé setenta y cinco agujas por todo el cuerpo. Una de ellas no salió completamente, o bien quedaron restos de suciedad o residuos, y años más tarde me salió una fístula.
-No es nada- afirmó mi doctor-. No es más que una bolsa de pus que hay que sajar. Es una operación muy simple. Tardaré sólo unos minutos en realizarla.
Lo consulté con Florinda, y ella me dijo:
-Eres nagual. O te curas a ti mismo o te mueres. Nada de ambigüedades ni doble comportamiento. Si al nagual le tiene que operar un doctor es que ha perdido su poder. ¿Un nagual muerto por una fístula? ¡Qué vergüenza¡".
Más claro ni el agua. Sí Castaneda murió efectivamente de un cáncer, pues resulta que ha sido el mejor escritor de ciencia-ficción de la segunda parte del siglo XX y nos tomó el pelo a más de 30 millones de lectores!
Castaneda no ha muerto como nagual aunque seguramente sí como hombre común, tal vez desde que saltó al abismo allá en la Sierra de Ixtlán en compañía de Pablito. Ahora, con la libertad ilimitada de ser un desconocido, debe estar tratando de cumplir la misión que le encomendó el poder. Esta misión consiste en sacar del lado oculto del nahual el maravilloso conocimiento de los milenarios Toltecas del México Antiguo y ponerlo a disposición de aquellas personas que tengan el poder suficiente para entrar en esta "otra realidad" antes de que comience el final del Quinto Sol.
Esto nos lleva a la tercera consideración de esta entrega. Qué están haciendo las personas del nuevo linaje? En principio diremos que la síntesis de este "conocimiento" se encuentra en la llamada "tensegridad", que son ciertos movimientos energéticos que permiten la reutilización de la energía en el ser humano, para con ella, intentar trascender a otras realidades de la misma existencia...algo muy complicado y casi "aZoterico" (por lo de lo de los azotes), que no viene al caso en esta nota. Pero que es a final de cuentas la búsqueda eterna de todas las civilizaciones del mundo, trascender la muerte y llegar a la luz.
El caso es que para este reto, Castaneda se ha agenciado un puñado de espléndidas y espectaculares mujeres llamadas "las guerreras" y han creado toda una super empresa llamada "Verde Claro", que comercializa todo este rollo y lo he llevado a planos verdaderamente consumistas tipo gringo. El conocimiento de los milenarios Toltecas del México Antiguo, -por ahora- esta en manos de gringos, en ingles y con patente "American people", totalmente desculturizado y casi ajeno a los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos Toltecas, pues actualmente en México la obra de Castaneda y la Toltecáyotl (filosofía de los Toltecas según Miguel León Portilla), es totalmente desconocida y poco valorada, pues a pesar de estos quinientos años, aquí se sigue menospreciando y desvalorizando a los indígenas. Para la mayoría de los mestizos los indios son ignorantes que no podrían poseer ningún poderoso e increíble conocimiento, es más, "son tan tontos los indios" que el Sub comandante Marcos y el ex-obispo Samuel Ruiz los "manejan" como niños retrasados mentales, quitándoles todo mérito y valor propio por ofrendar la vida de ellos y sus familias por la dignificación de sus valores, principios y cultura.
Así están las cosas hasta este momento. Castaneda no ha podido (según nuestra humilde opinión) encontrar la forma para que la Toltequidad como decía Don Juan su Maestro o Toltecáyotl como le llaman los investigadores del México Antiguo, vuelva no sólo a salir a la superficie, sino se convierta en un instrumento virtuoso que permita a las personas que están en la búsqueda de soluciones espirituales al problema ontológico del Ser.
Estamos ante la quiebra del paradigma de la sociedad Occidental. La destrucción del mundo y la degradación de los seres humanos en Occidente están apunto del colapso. África esta totalmente abatida por la miseria, la ignorancia, la explotación y la guerra. Asia esta enfrentando la reconstrucción de sus sociedades en medio de la miseria y el fanatismo religioso, y al mismo tiempo sufre la voraz explotación capitalista de sus pueblos, especialmente los países llamados los tigres del Asia, que están también al borde no sólo del colapso económico sino fundamentalmente social. China es un caso aparte. Y en el cercano Oriente y Norte de África el Islamismo esta llegando a niveles fundamentalistas, peligrosos y a veces perversos con el propio sentido humano de la vida.
Parece que los seres humanos hemos perdido el sentido divino y místico de la existencia. Todo se resume al dinero, el poder de compra, el placer y la comodidad. La vida humana solo sirve para... "nacer, crecer, reproducirse, trabajar, consumir, pagar, ver la televisión y morir".
La maravilla y el terror de estar vivo y consciente. El desafío de la conciencia de la muerte y la necesidad de trascender la vida en el plano espiritual. El asombro de ser además de un ser energético (luminoso), poseer la capacidad creadora de generar la más pura energía del universo. En fin, la maravilla y el prodigio de sentirse SER HUMANO y saberse poseedor de un inconmensurable don. Esto hace que las enseñanzas de Don Juan, el chaman descendiente cultural de los antiguos Toltecas y a su aprendiz Carlos Castaneda, mantengan una vigencia extraordinaria después de 32 años de estar aguardándonos en un estante de libros en Samborn`s.


Cuando murió Jesús de Nazaret en el año 33 de la era, nunca les dijo a sus apóstoles que fundaran una nueva iglesia y desarrollaran una nueva religión. Jesús fue mandado crucificar por el pueblo judío que no lo creyó como la presencia de Dios y sí un impostor. En la actualidad, después de casi dos mil años, los judíos no ven en Cristo al hijo de Dios. Fue en 313 con el Edicto de Milán que Constantino hace del cristianismo una religión de Estado para Roma.
Tras la aparente muerte del nagual Carlos Castaneda, el derrotero de sus enseñanzas se torna incierto. Por una parte existe la empresa Verde Claro que sigue explotando la famosa –tensegridad- en pequeños y selectos grupos a través de costosos talleres realizados básicamente en Estados Unidos y Europa. Hay quien dice que es una respuesta oscura al cierre del linaje de don Juan, pues el "inquilino" necesita que lo "provean" de energía, de modo que se da sus atracones en los famosos seminarios disfrazando sus afilados colmillos de "vampiro energético", como una encantadora aprendiz de la tensegridad.
Sea como fuere, es curioso que el milenario legado de la civilización del Anáhuac, ahora tenga patente y "derechos reservados" de un puñado de empresarios extranjeros. Sin embargo, lo mismo le pasa al maíz que fue inventado por los Viejos Abuelos aproximadamente hace 8 mil años y hoy la empresa trasnacional Dupont lo ha patentado.
Aunque el punto de esta entrega es otro, lo cierto es que los herederos "legales" del linaje de don Juan y Castaneda, ahora es la empresa Verde Claro y ya varios "chamanes de plástico" han recibido a los eficaces abogados de la empresa en cuestión, pues se ha tratado de lucrar engañando a ingenuos aspirantes a guerreros sin tener los derechos legales correspondientes.
Pero volviendo al tema. Ahora están brotando nuevos "don Juanes y don Carlos" que están llevando agua a sus molinos. Algunos serios y otros no tanto. Todos hablan de los toltecas, de los chamanes, de la energía y del camino del guerrero. Pero todos ofrecen alternativas ante el caos humano en el que vivimos.
Don Juan siempre se "sorprendió" de los designios del Poder con respecto a Castaneda. El nuevo nagual tenía como misión dar a la luz pública los conocimientos de la toltequidad, ¿por qué razón?, Todavía no es claro. Castaneda refiere que don Juan los enseñó a actuar como brujos en la clandestinidad, pero no frente a las masas. Así se entiende los experimentos que inició Castaneda en sus primeras accidentadas presentaciones en público.
El colapso de Occidente no sólo es económico, sino fundamentalmente cultural. En efecto, el paradigma de la civilización Occidental sé esta desplomando como las Torres Gemelas, lo que sucede es que por su macro dimensión, aparentemente su caída es en cámara lenta y no se detecta tan fácilmente. Pero los valores en los que se fundamenta la cultura Occidental: libertad, igualdad y fraternidad, son los que ha perdido completamente esta civilización, pues tiene una enorme carencia de ellos, de modo que lo que actualmente vivimos es un: totalitarismo económico, una terrible injusticia social y una despiadada deshumanización.
La gente desesperada busca alternativas, caminos que la liberen de esta barrena de degradación social y espiritual.
Por supuesto que el linaje de don Juan no es el único legado de la Toltecáyotl. El propio don Juan le enseñó a Castaneda, que existían muchos linajes y un día nos dejaron dicho los Viejos Abuelos que –el nopal nuevamente dará tunas florecidas- y que nuevamente se escucharía la vieja palabra de los que nos dieron raíz y rostro, los que un día florecieron su corazón allá en Teotihuacan, donde milagrosamente la Serpiente Emplumada emprendió su vuelo a lo inconmensurable.
Así que se quiera o no aceptar, vivimos la ultima trecena del Quinto Sol. No se necesita ser -"aZoterico"-, para vislumbrar el colapso mundial que estamos viviendo y el cual los poderosos lo están acelerando eficazmente. Sea por su voracidad o estupidez, pero la misma Tierra, "nuestra Madre Querida" esta sufriendo los efectos de la depredación y contaminación, sea la multitud de pueblos pobres que ya no aguantan tanta explotación y embrutecimiento a los que están sometidos. Lo cierto es que no se puede sostener indefinidamente el ritmo de explotación de los seres humanos y depredación del planeta.
Ante esta situación el "conocimiento silencioso", no sólo de los Viejos Abuelos, sino de todos los pueblos antiguos del mudo sé ha activado para enfrentar lo que viene. La misma Madre Querida lo induce en sus más amados hijos, en sus más devotos hijos, en sus más sensibles hijos.
De modo que los múltiples linajes de la Toltecáyotl están brotando, como esas flores del desierto, que pueden aguantar diez años como una semilla bajo el ardiente sol o las bajas temperaturas invernales, esperando por largos años una tormenta para al otro día brotar mágicamente en medio de la nada.
El cambio vendrá por sí mismo.
"Le pregunté si había algo que se pudiera hacer para darle a la gente común y corriente una comprensión más equilibrada de lo que es el fulgor de la conciencia.
- No se puede hacer nada –dijo-. Por lo menos, no hay nada que los videntes puedan hacer. Los videntes aspiran a ser libres, ser testigos sin prejuicios, testigos incapaces de juzgar; de lo contrario tendrían la responsabilidad de implementar un nuevo ciclo mas ajustado. Nadie puede hacer eso. Un nuevo ciclo, si hubiera de surgir, tendría que surgir por sí mismo." - El Fuego Interno. Pág. 83 - .
¿Será entonces que se ha iniciado un nuevo ciclo?


El antropólogo Carlos Castaneda jamás se propuso ser un “escritor”, así como también jamás se propuso ser “aprendiz de la toltequidad” y mucho menos “guru” de la Nueva Era. Las dos obras mas grandes de su vida fueron circunstanciales, la tercera ajena a él, fue producto de la mercadotecnia.
A finales de los sesentas, Castaneda tenia que hacer una investigación para doctorase. No sabia a ciencia cierta de que la haría, pero un amigo suyo, un antropólogo que estaba por retirarse lo invitó a un viaje por el Suroeste de Estados Unidos y le presentó a sus informantes. Fue en ese viaje que, “por casualidad”, Castaneda se encontró con un anciano indio yaqui, que según su amigo, era la persona que más sabia de plantas alucinógenas.
De esta manera Castaneda entra al misterioso conocimiento de los milenarios toltecas. Más de mil años estuvo escondida la sabiduría y el pensamiento filosófico que un día llevó a los antiguos mexicanos a crear una de las 6 civilizaciones mas antiguas y con origen autónomo del mundo. En efecto, a partir de lo que los especialistas han llamado “el colapso del periodo clásico superior”, que sucedió alrededor del octavo siglo de la era. Cuando sin explicación alguna los hombres y mujeres de conocimiento que vivían en lo que hoy conocemos como “zonas arqueológicas”; ellos, en una generación, las destruyeron hasta sus cimientos y las cubrieron de tierra, para desaparecer literalmente de la faz de la tierra. Sin embargo, al igual que en Egipto o en la India, estas enseñanzas se mantuvieron de manera secreta y fueron trasmitidas de generación en generación, para preservar el conocimiento y la sabiduría humana. En México se nombró la “hermandad blanca” y existen registros históricos hasta la llegada de los españoles, cuando los descendientes de los toltecas, vivían en Cholula, Puebla y Moctezuma los consultó para enfrentar a los invasores. Se sabe que cuando Cortés estaba en Tenochtitlán, Moctezuma mando nuevamente a consultarlos y los mensajeros regresaron con la noticia de que ya no estaban en Cholula. Nunca más se les ha vuelto a ver en el mundo del tonal.
El propio don Juan le relata a Castaneda que a la llegada de los españoles, los hombres y mujeres de conocimiento se refugiaron en el mundo “del nahual”, al que jamás había penetrado el occidental, hasta la experiencia de Castaneda.
A partir de la colonia, los descendientes del conocimiento de los toltecas han vivido de manera clandestina. Han agrupado sus conocimientos en “linajes” y se encuentran diseminados por todo México.
El linaje de don Juan tiene a un personaje muy importante que ellos llamaron “el inquilino”. Dice don Juan que en la colonia, uno de los nahuales de su linaje era sacristán en la Catedral de la Ciudad de Oaxaca, el mejor lugar para esconderse de la inquisición. Sin embargo, un día llego un hombre muy enfermo y le dijo al nahual, que él sabía quién era y a que en verdad se dedicaba, y que sí no le ayudaba lo delataría. Este personaje resultó ser un descendiente de la primera generación de “videntes”, que fracasó en la construcción del conocimiento cientos de años atrás. El “vidente” necesitaba energía para seguir viviendo y les propuso que le cedieran un poco y él les daría a cambio conocimiento. Desde aquellos tiempos a la fecha, el linaje de don Juan a “mantenido al inquilino” a través de “su energía” a cambio de valiosa información para refinar a su linaje en busca de “la totalidad”.
Resulta entonces que Castaneda es el último de los nahuales de este linaje. Don Juan le dice a Castaneda que el “tonal de los tiempos” esta por cambiar y que él tendrá que difundir el conocimiento tolteca de manera masiva y que las milenarias reglas cambiarán en su liderazgo como nahual. Es más, desde un principio el “Poder” a través de “mescalito” lo señala especialmente. Su maestro don Juan, muchas veces se asombra de esta extraña distinción, pues con Castaneda se empiezan a romper tradiciones, como la de los anuales de cuatro puntas.
Castaneda es alentado por don Juan para que “escriba” sus experiencias y en algún momento le sugiere que esa es su misión y que para eso lo ha seleccionado el “Poder”.
Todo parece indicar que Castaneda tendrá que crear un nuevo linaje. El reconoce que don Juan lo enseño a tratar con el mundo clandestino de la brujería, pero que no lo preparó para “las grandes masas y los reflectores”. Sin embargo, su desafió y su tarea estaban precisamente allí.
Recuérdese al tímido y torpe Castaneda en sus conferencias en la Ciudad de México en la década de los ochentas. Castaneda trataba de buscar el medio para difundir “las enseñanzas de don Juan” entre las multitudes. Personalmente me toco presenciar la que intentó dar en la librería del Fondo de Cultura Económica en la avenida Universidad, que estuvo a punto de convertirse en una tragedia, por la aglomeración de sus seguidores.
Castaneda no es un escritor y mucho menos un literato, aunque debemos de reconocer que sus libros están más que bien escritos.
Me permito transcribir a Castaneda:
“... El mismo don Juan me asignó la tarea de escribir sobre las premisas de la brujería. Al poco tiempo de haber empezado mi aprendizaje, me sugirió una vez que escribiera un libro, a fin de aprovechar las cantidades de notas que yo había acumulado sin noción alguna de que hacer con ellas.”
“Argüí que la sugerencia era absurda porque yo no era escritor.”
“-Claro que no eres escritor –dijo-. Para escribir libros tendrás que hacer una imagen mental de tus vaivenes en la brujería, ¿como sí estuvieras reviviéndolos; después tendrás que ensoñarlos: verlos en tus sueños; y luego tendrás que ensoñar el texto del libro que quieras escribir, tendrás que verlo en tus sueños. Para ti, el escribir un libro no pude ser un ejercicio literario sino, más bien, un ejercicio de brujería.”
“-Yo he escrito de este modo acerca de la brujería, tal como don Juan me lo explicó, dentro del contexto de sus enseñanzas.” (VIII-14,15).
De esta manera son calaras dos cosas. La primera es que Castaneda no es un escritor y que sus textos son expresiones muy refinadas de la brujería tolteca. Y segundo, que el conocimiento y la sabiduría depositados en estos textos son un mandato del “Poder”, tienen su razón de ser y que el conocimiento esta allí, desnudo, como un testimonio virginal para el que tenga suficiente “poder personal” y puede introducirse en la milenaria sabiduría tolteca.
En estos momentos no podemos evaluar que ha sucedido con la “tarea” que el “Poder” le encomendó a Castaneda. Se critica mucho a la empresa Verde Claro y el manejo que ha hecho de la tensegridad. Se critica el fanatismo y el sectarismo de estos practicantes. Sin embargo, “este capitulo no ha terminado” y capaz que Castaneda nos mande otro libro que se titule, “Desde el infinito” donde ponga las cosas en su lugar, pues no debemos olvidar que él es un nahual y ellos deciden cuando “se van”.
Pero en contra parte, también cave la posibilidad que Carlos Castaneda haya fracasado en su tarea y que por eso se retiró del mundo del tonal. El problema de nosotros, “los seres comunes”, es que tendemos a fanatizar las cosas y a deshumanizar a los seres humanos con un don determinado, convirtiéndolos en productos de la imaginación colectiva. Es el caso reciente de Gandhi, el Che, la Princesa Diana o el Sub comandante Marcos. Que no les dejamos espacio para su “ser humano” y los idealizamos, hasta alejarlos de nosotros y volverlos “cosas”.
Una de las maravillas de Oaxaca, es que me ha permitido conocer a estos extraordinarios personajes, portadores de la sabiduría milenaria, pero como sencillos y humildes seres humanos en busca de las estrellas y apegados a su cultura y su tradición.
La obra de Carlos Castaneda, incuestionablemente es un pequeño fragmento, un testimonio muy valioso, de la sabiduría de los toltecas y su Toltecáyotl; expresión de la filosofía del México Antiguo y un desafió permanente para cualquier lector con verdadera sensibilidad y deseoso de conocer “la otra realidad”.


Cuando uno admira las formidables ruinas de las culturas del México Antiguo, pienso en Teotihuacan, Monte Alban o el Tajin. Cuando uno se maravilla del increíble esfuerzo por dejar testimonio de su grandeza espiritual en la materia. Inmediatamente piensa uno, ¿cuál fue la filosofía que orientó y dirigió este inconmensurable trabajo? O seguiremos aceptando ciega, mansa y colonizadamente que, hacían esas inmensas pirámides y esas extraordinarias construcciones para "adorar al sol, al agua y al viento, o para tener sus ‘palacios’, ‘fortalezas’ y ‘ciudades’.
Desde la llegada de los conquistadores, toda la cultura de los Viejos Abuelos ha sido brutalmente negada y sobre todo su sabiduría milenaria. Este es el caso de la Toltecáyotl como la llaman los especialistas o Toltequidad como le dice don Juan Matus. Esta es la herencia más importante que tenemos, es nuestra esencia y raíz de todo cuanto somos.
En efecto, si los mexicanos no hemos desaparecido como pueblo estos últimos 500 años de injusticia y negación, ha sido sólo gracias a esta portentosa filosofía de vida. Lo que sucede es que esta sabiduría opera en los campos inconscientes del llamado "conocimiento silencioso" o podríamos decir... "de la cultura popular". La "magia de la cultura en México es la expresión de la Toltecáyotl en nuestros actos, sentimientos y en el inconsciente colectivo". Los mexicanos despreciamos nuestra cultura y la desconocemos, en general, somos "extranjeros incultos en nuestra propia tierra" y paradójicamente es lo que nos sostiene.
Ese es el problema que enfrenta la Toltecáyotl en estos momentos. Por una parte, esta en manos de un puñado de iluminados de la nueva era, con los "derechos reservados" en Estados Unidos y se difunde a través de costosos seminarios. Los nuevos "naguales online" cobran en dólares y hablan ingles para enseñar la famosa tensegridad.
En México un puñado de "aZotericos" [por lo del azote] están ensartados en las enseñanzas de don Juan para: tener un pasaporte al mundo de las drogas, volverse "guerreros" y usar a quien se pone a su alcance, convertirse en "gurus" de incautos o simplemente por una casualidad y novedad superficial y temporal.
La mayoría de estos "guerreros", les encanta jugar y recrear su importancia personal en el supuesto mundo del nahual. Están obsesionados con las aterradoras descripciones que hace Castaneda de ese mundo, reservado para muy pocos, poquísimos!!! En sus mentes fantasiosas, creyéndose guerreros, según ellos, penetran los augustos misterios de la Toltecáyotl y lo único que hacen es tener truculentas diarreas mentales, perder el tiempo y engañarse.
Debemos de recordar que ni en los mejores tiempos del Esplendor Clásico del México Antiguo, la Toltecáyotl era para todos. Los ilusos deben entender que este conocimiento esta reservado a unos cuantos, pues muy pocos seres humanos tienen la capacidad para entregarse a las férreas disciplinas y sacrificios que implica este camino, igual que el de los Sufis o de los monjes tibetanos. Además, como lo dice el propio don Juan, todos los que buscan la enseñanza "esta rejados", no sirven para este asunto. Todos los aprendices tienen que ser enganchados a partir de una trampa, pues alguien en sus cinco sentidos no tomaría este camino. Es por eso que quienes lo buscan... generalmente están "loquitos" o sencillamente son desadaptados sociales.
¿Cuál es entonces el valor de las enseñazas de Don Juan o la Toltecáyotl?. En principio diremos que ha sido un designio del "Poder", que esta milenaria y desconocida filosofía emergiera a la luz publica y se tradujera de cultura oral a cultura escrita [ese es el aporte de Castaneda]. Lo más importante de la obra son los 4 primeros libros donde se exponen las enseñazas para el lado derecho o "barrer la isla del tonal". Con el simple libro de "Viaje a Ixtlán" y sus 17 técnicas, cualquier persona congruente se podría llevar TODA UNA VIDA para poder aplicarlas "impecablemente" en su vida cotidiana, donde esta la verdadera Batalla de Poder. Cambiar la forma de vida y hacerla un ejercicio de estrategia a través de reducir la importancia personal por medio de una vida austera, sobria e impecable, debe ser la meta suprema para una persona que trate de aprender de la milenaria sabiduría. Aprender a ser humildes y entender que nunca seremos "guerreros", pero actuar como si no lo supiéramos y esforzarnos hasta el último instante de vida. Intentar vivir todos los días aplicando las 17 técnicas sin miedo y sin ambición, por la simple necesidad de ser responsables y congruentes.
La Toltecáyotl y especialmente el mundo del nahual no son para todos, pero lo que sí nos legaron ayer y hoy los toltecas, es una forma correcta de vivir.
Cuando en la época en que los centros de conocimiento estaban en su esplendor y los guerreros y los hombres de conocimiento desarrollaban al máximo sus técnicas; los "masehuales", "las alas y la cola del águila", [el pueblo] tenían una doctrina y unos valores que les permitieron vivir mil años de paz total, sin sacrificios humanos, guerras, ni Estados, dirigidos por los Venerables Maestros Toltecas [200 a.-850 d.C.]. Esa forma correcta de vivir, es la herencia que de alguna manera esta viva en las comunidades indígenas y campesinas del país. Esa forma de vida es la que hemos tratado de erradicar desde 1521 a través de la cristianización, la civilización occidental, el progreso, la modernidad, la industrialización, el desarrollo y ahora la globalización. Siempre despreciando lo propio y exaltando lo ajeno.
El mundo del nahual es para muy pocos, en cambio el mundo del tonal es para todos. Amable lector, usted no se ha dado cuenta que los gachupines, criollos y mestizos, durante los últimos 481 años nos la hemos pasado diciendo que los "indios" son tontos, flojos e incapaces. Pero, ¿usted se ha preguntado cómo ha sido posible que hayan sobrevivido a su muerte histórica? Cómo es posible que se les ha tratado de exterminar y destruir culturalmente y ellos, no sólo han sabido sobrevivir al infierno que les hemos dado, sino que se han fortalecido y se han "apropiado" de muchos elementos culturales y si en siglo XVI casi los acabamos hasta dejarlos en un millón, ahora son más de diez. De cara al inicio del siglo XXI son los insurgentes indios mayas de Chiapas y el EZLN, los que nos señalan el camino, no sólo a los mexicanos, sino a los pueblos que quieren acabar con el imperio del Mercado.
Por pura curiosidad, si usted que "conoce" las técnicas de don Juan... ¿ha visto a un indio parlanchín, con una desbordante importancia personal? Seguramente que no, por lo general son personas muy austeras, sobrias, sensibles, calladas, apegadas a la naturaleza, da manera cultural mantienen "la marcha de poder", el no hacer [por eso son ¡indios!], son frugales, llevan a la muerte como compañera y un largo etcétera. En mi juventud, cuando empecé a leer la obra de Castaneda y vivía en Oaxaca, visitando las comunidades indígenas, trabajando con ellas y aprendiendo de ellas, me di cuenta que los indígenas eran practicantes "no racionales" de la toltequidad y que culturalmente actuaban como guerreros.
Entonces entendí de lleno "las enseñazas de Don Juan" y me di cuenta que eran, más que una verdad literaria, eran una realidad cotidiana. Sólo como guerreros los indios han podido sobrevivir al genocidio, la explotación y a la negación. La cultura dominante y los mestizos, hemos sido sus mejores ‘repinches tiranos".
El futuro de México es su pasado. Necesitamos de la Toltecáyotl para poder rehacer este mundo tan caótico. Las enseñanzas de don Juan, la Toltecáyotl y la obra de Castaneda, nos pueden ayudar a retomar antiguos valores, principios y conocimientos para ser "mejores seres humanos", para forjarnos "un rostro propio y un corazón verdadero" como les decían nuestros Viejos Abuelos en el Calmécac o en el Telpochcalli a los estudiantes.
El mundo "aZoterico" del nahual y los alucinógenos, es sólo una puerta falsa, un despeñadero inútil. Tomar las enseñazas de don Juan, lo obra de Castaneda o la Toltecáyotl, como una moda para fantasear puede ser un buen camino para perder el tiempo y auto engañarse. La verdadera magia esta en la vida misma, el gran misterio esta en nuestro ser interior, la verdadera batalla esta en la vida cotidiana, el enemigo a vencer esta adentro de nuestro corazón. Nadie podrá llegar al mundo del nahual, sin antes tener PLENO DOMINIO del mundo del tonal. Quien no se vence a sí mismo, jamás podrá soñar con ser guerrero, ni mucho menos penetrar en los insondables misterios del nahual.


Tal vez lo más extraordinario de la obra de Carlos Castaneda, es que nos enseña lo difícil que es caminar por los intrincados caminos del conocimiento tolteca y la fragilidad humana. Nos enseña que a pesar de penetrar en los intrincados campos del conocimiento humano, que se nos antojan verdaderamente increíbles, los guerreros de la batalla florida del linaje de don Juan, siguen siendo comunes y corrientes seres humanos.Generalmente idealizamos a estos personajes. Los mitificamos y les quitamos, acaso lo más importante, su condición de ser tan solo un ser humano. En efecto, lo más aterrador de los relatos de Castaneda es que el puñado de intrépidos y esforzados guerreros y guerreras que lideraba don Juan, en los momentos finales de su "entrenamiento" seguían siendo personas comunes y corrientes, que vivían en un mundo de compromisos, trabajos y obligaciones.No se puede pensar en entrar al maravilloso mundo del nagual, si antes no se tiene pleno dominio del mundo del tonal. Don Juan al final de la enseñanza le dice a Castaneda que lo había estado engañando siempre con "la importancia" del mundo del nagual, pero que el mundo del tonal era tan importante como el mundo del nagual y que si no se tenía pleno dominio del primero jamás, ni remotamente se podría aspirar a penetrar el misterioso mundo del nagual y que los dos mundos se apuntalaban mutuamente.Si el guerrero de la batalla florida no tiene dominio de sus debilidades, de sus deficiencias, de sus vicios. Si no ha templado su vida con el ejercicio cotidiano de la disciplina, la responsabilidad y la sobriedad. Si su vida cotidiana no es un inmaculado reflejo de su impecabilidad, templanza y aplomo, jamás podrá aspirar a convertirse en un aprendiz de esta milenaria sabiduría. Si no tiene una forma decorosa de ganarse la vida, será sólo un "muerto de hambre" que llena su cabeza con mucha fantasía.En una parte de la obra don Juan le dice a Castaneda que sí un persona del pueblo fuera un guerrero, no se estaría muriendo de hambre en su mugrosa casa. Don Juan, don Genaro y todos sus aprendices, antes que nada, eran personas del mundo cotidiano que tenían una vida, un trabajo y una responsabilidad. Los guerreros no viven en el mundo de la fantasía, viven en la vorágine cotidiana del mundo que esta enfrente y que nos zarandea todos los días. Ahí se encuentran los verdaderos desafíos y las asechanzas del guerrero."La elucidación de don Juan se interrumpió porque tuvo que hacer un viaje corto de negocios. Néstor lo llevo en coche a Oaxaca. Mientras los despedía, recordé que al principio de mi asociación con don Juan, cada vez que mencionaba un viaje de negocios, yo pensaba que era un eufemismo. Al paso del tiempo me di cuenta de que en realidad hacia viajes de negocios. Cada vez que los hacia, se ponía uno de sus muchos trajes inmaculadamente cortados, y parecía cualquier cosa menos el viejo indio que yo conocía." El Fuego Interno Pág. 58Si el nagual en persona trabajaba en el mundo cotidiano, si usaba su energía y su tiempo para "trabajar" y ganarse la vida, eso nos indica que el mundo cotidiano es tan importante como el mundo de los brujos. Es más, no pude existir el segundo sin el primero. Si no se tiene dominio sobre el mundo inmediato, todo lo demás son puros sueños guajiros o escapismo intelectual.
No por leer a Castaneda o saber sus textos de memoria nos convierte forzosamente en "guerreros". Algunas personas usan las enseñanzas de don Juan como un medio para evadirse o embaucar a algunos ingenuos. El hecho de leer la Biblia no nos hace "santos".

“-¿Quiere usted decir que hay diferentes tipos de videntes?
No. Quiero decir que hay muchísimos imbéciles que se convierten en videntes. Los videntes son seres humanos llenos de debilidades, o más bien, seres humanos llenos de debilidades son capaces de volverse videntes. Igual que en el caso de gente atroz que se convierte en científicos.

La característica de los videntes de mala muerte es que están dispuestos a olvidar la maravilla que nos rodea. Se quedan abrumados por el hecho de que ven, creen que su talento es lo que cuenta. Un vidente debe ser un parangón para poder superar la flojedad casi invencible de nuestra condición humana. Lo que hacen los videntes con lo que ven es más importante que el ver en sí. “El Fuego Interno. Pág.61”
El legado más importante de las enseñanzas de don Juan, es que nos abre un inconmensurable mundo de sabiduría humana de nuestros antepasados. La riqueza más grande es el aspecto CULTURAL. No todo el mundo podrá llegar a ser vidente o nagual, ni en los mejores momentos de los antiguos videntes. Pero si es posible aprender una forma correcta de vivir y una eficaz tabla de valores y principios. En ese sentido, las enseñazas de don Juan o la obra de Castaneda son un verdadero aporte a las personas que buscan una nueva forma de vivir e interpretar el mundo, frente al desmoronamiento de la civilización Occidental.
La parte cultural de la sabiduría de la Toltequidad como la llamaba don Juan o Toltecáyotl como la llaman los historiadores, es un valioso instrumento, no sólo para poseer una "tecnología propia para decantar el Espíritu", sino también nos ayuda a revalorar nuestro maltratado y negado pasado indígena, a fortalecer nuestra tan alicaída Identidad Cultural y transformar la sociedad.
La parte suicida del asunto es creerse un guerrero en la imaginación y en la realidad, ser arrollados por la vorágine cotidiana del mundo material inmediato. De hecho, algo así les sucedió a los "primeros videntes", pues descuidaron el mundo del tonal, ensimismados en su sofisticado mundo del nagual y un día llegaron pueblos salvajes y belicosos y los hicieron papilla.



El dominio de la cultura Occidental se inició en el siglo XVI a partir de la invasión que sufrió América, África, Asia y Oceanía. A través de su brutal maquinaria guerrera, los europeos dominaron a todos los pueblos del mundo, incluidos los que surgieron de las llamadas "culturas madres”. De esta manera Mesopotamia, Egipto, China, India, México y la región andina. Fueron avasallados, no sólo en la explotación deshumanizada de sus pueblos y la feroz depredación de sus recursos naturales, si tal vez lo más importante, se intento destruir sus milenarios pensamientos filosóficos, sus religiones, sus formas de vida, para de sus ruinas levantar omnipotente a la cultura occidental Así, después del paso de los ejércitos invasores llegaron las instituciones, las leyes y las autoridades europeas y con ellas, se imponía una nueva concepción del mundo y de la vida, del bienestar y el progreso, de lo sagrado y de lo divino. Las sociedades coloniales en todo el mundo, menospreciaban cualquier valor en las culturas invadidas y exaltaban exageradamente una supuesta superioridad europea.
En estos quinientos años de hegemonía occidental, la sabiduría y el conocimiento de muchos pueblos ha tenido que agazaparse y sobrevivir clandestinamente, otras más se han diluido y casi se creen extintas. La visión occidental del mundo a partir de la ponderación de los valores materiales sobre los espirituales, el deshumanizado culto a la ciencia y la tecnología, la depredación del planeta y la enajenación del ser humano a favor de las sociedades industriales, comerciales y consumistas, han llevado a la quiebra a la cultura occidental y están haciendo peligrar a la vida en el planeta.
Sin embargo, el espíritu humano no ha muerto y su sabiduría vive resguardada en muchos pueblos antiguos del mundo. Este es el caso de la Toltecáyotl, el conocimiento que engendró el milagro de la civilización del México antiguo, que tuvo su momento más luminoso entre 200 a. C. y 850 d. C.
En efecto, las culturas náhuatl, maya, zapoteca y mixteca entre muchas otras, forman parte de una sola civilización, que desde los tiempos lejanos de los Olmecas del período preclásico, pasando por el período clásico y postclásico, han llegado hasta nuestros días en una línea de evolución y que han sobrevivido a su muerte histórica. Pero todas ellas en su diversidad, mantienen una estructura filosófica que las cohesiona y que les ha permitido sobrevivir a los avatares y a la negación a la que han sido sometidas estos últimos quinientos años por el colonialismo.
La Toltecáyotl o Toltequidad, como le llama don Juan Matus, representa un inconmensurable acervo de conocimientos y prácticas, que no sólo tienen que ver con la alimentación, la medicina, las ciencias y las normas morales y éticas de los grupos humanos que las practican consciente o inconscientemente; Sino de conocimientos muy sofisticados y complejos que tienen que ver con la energía y la fuerza espiritual de los seres humanos y las entidades que les rodean.
Las "enseñanzas de don Juan", hoy más que nunca, vienen a descubrirnos un mundo desconocido hasta ahora para la sociedad no india de México. A partir del levantamiento de los indígenas mayas de Chiapas en 1994, la sociedad dominante empezó a descubrir la existencia, no sólo del México Profundo, del que nos habla el Dr. Guillermo Bonfil, sino ha empezado a reconocer que parte de su rostro es indígena. Un rostro negado y denigrado por la colonización. Un rostro desconocido, un rostro propio y nuestro.
Los pueblos indios de México no son tan extraños y ajenos, en tanto seguimos siendo "extranjeros incultos en nuestra propia tierra". Un indígena zapoteco, Javier Castellanos dice "ser indígena no es una elección, es una desgracia" y nosotros agregamos "pero ser no indio, es una verdadera tragedia". La sociedad mexicana de finales del siglo esta viviendo una encrucijada, nos estamos debatiendo en un conflicto cinco centenario de identidad. ¿Quiénes somos en verdad los mexicanos? Indígenas en lo ontológico y espiritual, con rasgos Occidentales u Occidentales con rasgos indígenas, que todos queremos desaparecer.
En este debate individual y social, "las enseñanzas de don Juan " nos presentan la "otra realidad". Nos revelan un pensamiento filosófico complejo y difícil de entender Nos hablan de una antigua concepción de la vida y el mundo que de alguna manera vive en la cotidianeidad de nuestros adentros y que en la visión Occidental se interpreta como "mágica o surrealista" y de manera peyorativa como folklórica.
Este ensayo se escribió en 1991 y de esa fecha a nuestros días, nuestro país ha cambiado mucho. La cuestión indígena esta en el debate nacional y tal parece que hoy más que nunca necesitamos conocer como piensan y perciben el mundo y la vida los llamados indios de México. Las enseñanzas de don Juan aparecen en Estados Unidos a finales de los años sesentas. Una inmensa cantidad de jóvenes norteamericanos toman estos textos como un pasaporte al mundo de las drogas. Las obras de Castaneda, son traducidas a varios idiomas y al parecer se han tirado 30 millones de ejemplares. En México, gracias al éxito mundial, empiezan a ser leídos los libros en los años setentas por los intelectuales con mucho escepticismo y a pesar de los grandes tirajes, la obra de Castaneda es realmente desconocida. Las enseñanzas de don Juan pueden abrirnos nuestra capacidad de percepción para entender no sólo la "otra realidad", sino fundamentalmente a "los otros", a los ignorados indígenas.
Hasta ahora, las enseñanzas de don Juan son asumidas como "esotéricas " o de Chamanismo. Su público en general se nutre de jóvenes en busca de nuevos caminos en medio de1 caos y del fracaso que ofrece la modernidad y el neoliberalismo. Cantidad de personas juegan en individuales fantasías de "convertirse en guerreros o de entrar a pavoroso y misterioso mundo del nahual " y se convierten en "fans" de las guerreras de Castaneda y asisten a costosos seminarios para conocer la Tensegridad, sin embargo, pocos han abordado la Toltequidad desde un punto de vista filosófico y cultural.
Las enseñanzas de don Juan, contienen también un rico y cuantioso acervo de conocimientos filosóficos que están vivos y presentes. No sólo en la cultura popular, sino que encuentran significados sorprendentes en los testimonios físicos de las antiguas culturas de México.
La obra de Castaneda puede también ser un valioso punto de referencia para entender "al otro", al indígena, a la otra parte de nosotros mismos que hemos negado tercamente estos últimos quinientos años. La sabiduría de las enseñanzas que don Juan legó a Castaneda, puede servirnos para conocer e interpretar otras formas de, entender la vida y el mundo, formas muy cercanas que viven en el seno de las comunidades indígenas y campesinas.
Muy pocos pueden acceder al conocimiento de la toltequidad, de esos pocos, muchos menos pueden seguir escrupulosamente sus disciplinadas prácticas y de ellos, sólo los elegidos podrán entrar en contacto con el poder Sin embargo, todos los lectores de las enseñanzas de don Juan, podrán encontrar una filosofía que esta viva en las culturas de México y que les pertenece.
En mi experiencia con las comunidades indígenas y campesinas, he encontrado muchos paralelismos entre las enseñanzas de don Juan y las prácticas comunitarias. Considero que para sobrevivir quinientos años como indígena en un país colonizado, necesariamente se requiere ser un guerrero. Los indígenas y campesinos de México son practicantes culturales de la Toltequidad, porque solamente de esta manera han podido sobrevivir a la injusticia, la explotación y la negación.
La sociedad democrática que todos deseamos construir para el próximo milenio tendrá que acabar con el colonialismo, no podrán seguir existiendo los vencedores y los vencidos, ni un México profundo y un México imaginario en permanente pugna, ni mexicanos indios y mexicanos no indios. Los mexicanos construiremos este país buscando respuestas en nuestros profundos adentros, sobre la base de nuestra propia sabiduría y filosofía, dejaremos por fin de importar soluciones. Somos poseedores de un inconmensurable patrimonio cultural y somos herederos directos de una de las civilizaciones más antiguas del planeta. La Toltecáyotl es el pensamiento filosófico de nuestros "Viejos Abuelos", en la obra de Carlos Castaneda podemos encontrar algunos puntos referenciales sobre esta milenario sabiduría, porque el futuro de México esta en su pasado. Esta podría ser otra forma de acercarse a la obra de Carlos Castaneda.
(Tomado del libro Para leer a Carlos Castaneda)


A treinta y cuatro años de la aparición del primer libro del antropólogo Carlos Castaneda y después de una docena de textos y la traducción a varios idiomas, así como un tiraje de mas de 30 millones de ejemplares, la fundación de una institución llamada "Verde Claro", la existencia de varios grupos organizados en diversos países de América y Europa, y ante la supuesta muerte del antropólogo-escritor-aprendiz de brujo... qué podemos decir de la trascendencia de su trabajo con los seres humanos comunes?
Creo que es indiscutible, (para los que creemos en la obra) que Castaneda se convirtió en un nahual y logró trascender como guerrero. Así diremos que el desafió de el camino del conocimiento tolteca, Castaneda lo cruzó impecablemente. Pero creemos que no logró cumplir cabalmente la misión que el poder le encomendó antes de "su partida".
Hemos de recordar que cada guerrero recibirá una misión que el poder le encomendara, don Juan es muy claro y le dice a Castaneda, que no importa el resultado de esa misión, que cuando ésta termine, el guerrero se retirará sin pena ni cuidado de sus resultados.
Desde el inicio de "las enseñanzas de don Juan", el poder le señala el camino al aprendiz, él tendrá que "escribir" las enseñazas. Y esto es para nosotros, el mayor logro de Castaneda. Pasar el conocimiento del lenguaje oral al lenguaje escrito. Del mundo de la intuición al mundo de la razón, (por eso al principio nos resulta tan difícil –entender- la obra). Pasar el conocimiento de un linaje secreto de los milenarios toltecas, a poner el conocimiento en manos de cualquier lector que encuentre un libro en una librería o en un biblioteca. Hacer esta "trascripción", no es sencillo ni fácil y representa uno de los logros mas importantes, desde nuestro punto de vista, de Carlos Castaneda, toda vez que un día le dijo Don Juan a Castaneda que el problema es tener "el poder personal" para entender lo que es
Y es aquí en donde entramos en otra consideración sobre la obra. Castaneda "desechó" el contexto cultural de las enseñanzas de don Juan. Para el autor no tenia importancia la historia y la cultura en la surge esta sabiduría. Error que después desembocará en que sus seguidores en todo el mundo, han perdido la "base que humaniza" ese conocimiento. En efecto, la dimensión humana de la Toltequidad o Toltecáyotl es lo que la da sentido y esencia a los formidables conocimientos. De perder esta dimensión, estos conocimientos hacen de sus practicantes, personas aisladas en un mundo fuera de la realidad. Estos afanosos seguidores sucumben a "la entrega" de convertirse en seres únicos y predestinados.
En efecto, al parecer muchos de los actuales seguidores de Castaneda y la llamada "tensegridad", viven aislados y ensimismados en estos maravillosos, aterradores e inconmensurables conocimientos. Sin embargo, el objetivo del conocimiento era que a través de Castaneda, se dieran a la luz pública y la mayoría de la gente los recibiera.
¿Esto significa el fracaso de la Toltecáyotl? Por supuesto que no. Es muy prematuro aventurar juicios sobre el destino de "Verde Claro" y sus seguidores. Por otra parte, debe recordarse que don Juan y su linaje, es uno, dentro de varios que existen, no sólo en México, sino en toda la América indígena, pues estamos convencidos que todos los pueblos originales de este continente pertenecen a una sola civilización, por múltiples que sean las culturas en tiempo y espacio.
En efecto, sorpresa se darían los seguidores de Argentina, por nombrar un país, de descubrir que siempre ha existido gente de "este conocimiento" en sus propios pueblos y que por el colonialismo no los han podido "ver".
Sea como fuere, lo seguro es que existen muchos linajes de la Toltecáyotl en México, Centroamérica y Norteamérica... por lo menos. Y estos linajes pronto seguramente empezaran a surgir, como aquellas semillas de plantas con bellas flores del desierto, que esperan más de diez años una lluvia y al otro día florecen bellísimas para echar semillas de nuevo y volver a "sumergirse" en el tiempo.
Nosotros creemos que la sabiduría de la Toltecáyotl servirá para salvar al caótico mundo en el que vivimos. Se requiere con urgencia, humanizar a las personas, darles de nuevo un rostro propio y un corazón verdadero, humanizar sus deseos y pensamientos... "florecer sus corazones".
La Toltecáyotl ES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, no de unos cuantos, ni de una empresa.
(Visite www.aquioaxaca.com)


Han corrido muchos ríos de tinta en estos 33 años, desde que apareció el primer libro del antropólogo Carlos Castaneda y la obra se ha mantenido como un clásico, pese al propio autor, a Verde Claro y a los fanáticos de la tensegridad.
¿Qué es lo que ha sucedido con el fenómeno Castaneda y qué es lo que ha pasado con la Toltequidad?
Castaneda fue tocado por el Poder, para que difundiera masivamente los ancestrales conocimientos de los Toltecas del México Antiguo.
Se dice que Castaneda murió y la "empresa" Verde Claro, que ha "comercializado" las enseñanzas de "don Carlos", no ha logrado difundir masivamente la tensegridad, que ahora tiene adeptos en varios países, pero que sigue estando en pequeños grupos de practicantes obsesionados.
Es curioso que un legado de conocimiento, tan importante y que estuvo durante siglos de manera secreta entre los indígenas, ahora pertenezca a una "empresa" con "derechos reservados" y que los usufructuadotes sean personas no indígenas, que desvalorizan toda la experiencia cultural que le da origen a "su conocimiento" y que sólo les importa obsesivamente la tensegridad.
Es un error tratar de "usar" a la toltequidad, rechazando la base cultural que le sustenta. La tensegridad ni por mucho es la esencia de la toltequidad, como la llamaba don Juan Matus o la Toltecáyotl, como la conocen los historiadores.
La Toltecáyotl es el fruto florecido del pensamiento Mesoamericano que permitió, no sólo el esplendor del México Antiguo, sino que ha permitido que los mexicanos hayamos podido sobrevivir a los cinco siglos de feroz colonización y negación.
En efecto, la Toltecáyotl es una compleja forma de entender la vida y el mundo, que tiene que ver, no sólo con la "tensegridad". Desgraciadamente el colonialismo ha hecho que los mexicanos despreciemos lo propio y exaltemos lo ajeno. Una vez me comentó José Agustín, que en 1968, llevó el primer libro de Castaneda al Fondo de Cultura Económica y no le hicieron caso para su publicación. Tuvieron que pasar muchos años, para que la obra fuera conocida en todo el mundo, para que con un prologo de Octavio Paz, el Fondo se decidiera a publicarla. En un país colonizado, ¡como es posible que un indio pueda tener algún conocimiento, y poco han cambiado los que dirigen a México, porque recientemente los senadores y diputados, le negaron a las comunidades indígenas la aprobación de una ley que les reconociera sus derechos.
Los únicos "guerreros" que yo conozco, "los de a verdad", son los pueblos indios. Si no fueran practicantes culturales de la Toltecáyotl (no racionales), no habrían podido sobrevivir a su muerte histórica. Un indígena tiene que seguir las técnicas que don Juan le recomienda a Castaneda, no para ser "muuderrno" o estar "in", o ser de la "nueva era"; sino para simple y sencillamente sobrevivir en un mundo donde la injusticia, la explotación y el genocidio es el pan nuestro de todos los días. El ser inaccesible, el ser responsable, el parar el dialogo interno, el hacerse responsable, el llevar a la muerte como compañera, la marcha de poder, el ser frugal y un largo etcétera, nos describen a un indígena común.
Así que es curioso ver como un puñado de "iluminados" han tomado la toltequidad, la han patentado y la venden por todo el mundo. No sólo niegan el valor cultural de su conocimiento, sino que también niegan la maravillosa experiencia que vivió en México su "guru", en la búsqueda de ese conocimiento.
En efecto, mucha gente que practica la tensegridad, desvaloriza la interesante y valiosa obra de Castaneda. Para ellos lo único importante es la tensegridad.
Esto es un gran error, pues al descontextualizar la tensegridad de la Toltecáyotl, la tensegridad se convierte en un instrumento peligroso. Es como hablar de un filoso cuchillo sin mango, el simple hecho de tomarlo con fuerza nos puede herir.
Lo mismo ha pasado con las artes marciales de Oriente. En Occidente se han comercializado y han perdido su contexto cultural filosófico y se han convertido en otra "empresa" más del "mundo libre". Cuantos locos se creen "guerreros ninjas" en las calles de las grandes ciudades. Cuantas veces no ha pasado usted por un local y los escucha fieramente gritar y exhibir sus rutinas guerreras.
El asunto clave esta en poder evaluar, sí lo que esta sucediendo con la tensegridad, es lo que el poder le encomendó a Castaneda. Debemos de recordar que don Juan le enseña a Castaneda, que un hombre de conocimiento recibe una tarea antes de "irse" y Castaneda asume que la difusión del conocimiento fue "su tarea", pero, hoy más que nunca, ante la "muerte" de Castaneda y las manipulaciones que ha hecho Verde Claro, vemos que la práctica de este conocimiento se reduce a círculos cada vez más reducidos y vemos individuos, cada vez más fanatizados y dogmatizados, alejados totalmente del sustento cultural que le vio nacer. Descontextualizar a la tensegridad es deshumanizar el conocimiento. Eso es lo que desgraciadamente vemos que les esta pasando a los ayatolas de la tensegridad. Parece ser que el fundamentalismo ha tocado las puertas entre los fanáticos practicantes.
Nada se ha perdido, porque ahí sigue la obra para quien tenga el suficiente poder personal para vencer la obsesión y el oscurantismo individualista.
Nada se ha perdido, porque don Juan Matus, es uno sólo de los muchos linajes que existen de la Toltecáyotl. El conocimiento de los toltecas sigue vivo, vibrante y vigente. Acechando el momento oportuno de su revelación exaltante.


La cultura Occidental domina al mundo desde el siglo XVI. Los aproximadamente 9500 años anteriores, Europa no fue más que un extremo marginal del continente Euroasiáticoafricano, poblado de salvajes pueblos belicosos.
Pero desde el "descubrimiento del Nuevo Mundo", que no es más que la formulación de un proyecto de dominación ideológico, político y religioso, sustentado en el poder económico y militar, donde se inaugura un nuevo orden mundial, en el que los mercaderes apoyados por los militares se apoderarán poco a poco del planeta a través de la globalización y modernización, derrotando a las noblezas, los imperios, las religiones, las ideologías, las sociedades y el humanismo.
El imperio del becerro de oro. El dinero como el bien supremo de lo humano. Los capitales financieros viajando a velocidades de la luz a través de las supercarreteras de la información. El imperio del mercado.
Esta forma de entender el mundo y la vida y que ahora llamamos "cultura Occidental", tiene tres culturas en las que se sustenta y toma su esencia. La cultura judeocristiana, la cultura grecolatina y la cultura germánica son la fuente sustentadora, pero especialmente la cultura judía en torno a la concepción de la materia y la riqueza material.
Pues bien, esta cultura a tratado a lo largo de estos 506 años, no sólo de desaparecer literalmente a nuestros pueblos originarios para apropiarse de sus tierras y recursos naturales; sino que siempre le ha negado ferozmente a nuestros Viejos Abuelos, el más mínimo reconocimiento a la sabiduría y el conocimiento que ellos habían adquirido y desarrollado a lo largo de 7500 años de existencia antes de la llegada de los invasores.
Sin embargo, a pesar de los pesares, el conocimiento y la sabiduría del México Antiguo en los finales del segundo milenio, emerge con una asombrosa fuerza telúrica, que derrumba las anquilosadas y burdas piedras de la ignorancia, con las que se quiso ocultar el luminoso conocimiento.
Los Viejos Abuelos, los creadores de la milenaria civilización del Anáhuac, crearon un cuerpo de conocimientos sobre la vida, el ser humano y el universo, tan asombrosos, tan científicos, tan sencillos y profundos que, permiten encontrar el sentido a la existencia de una manera nítida y práctica.
Los Antiguos Mexicanos sabían, desde hace miles de años, que el mundo esta compuesto de cargas energéticas. Que los seres humanos estamos compuestos de un cuerpo físico, que no es más que un conglomerado de átomos y moléculas; y de un cuerpo energético, que se integra en torno al cuerpo físico a un poco más de la distancia de los brazos extendidos, haciendo un especie de "huevo luminoso".
En este "recipiente" esta toda la energía que disponemos los seres humanos, desde que nacemos hasta el momento de la muerte. Sin embargo al pasar el tiempo, el ser humano deja paulatinamente de usar toda su energía y esta se va acumulando en las paredes del huevo luminoso, haciendo una gruesa costra de energía sedimentada. Por ello cada vez disponemos de menor energía y "envejecemos". El cansancio y la falta de energía que se vive en la vejes, no es más que la acumulación y sedimentación de nuestra energía.
Los Antiguos Mexicanos inventaron una técnica para "remover" esta energía y mantener el cuerpo del ser humano en extraordinaria condición. Fundamentalmente para con la energía poder percibir mayores campos energéticos del amplio espectro que existe en el universo.
Como todas las grandes y antiguas civilización, los Toltecas buscaban la eternidad. La evasión a la inexorable muerte, los llevó por caminos indescriptibles e inimaginables, pero al final llegaron a la Luz.
Este conocimiento a la llegada de los españoles se mantuvo en la clandestinidad a lo largo de estos cinco siglos. Los invasores "jamás lo vieron y tocaron". Sin embargo, por algún designio inexplicable del "Poder", este milenario conocimiento, esta maravillosa sabiduría nuevamente se pone al alcance de los seres humanos comunes y corrientes.
El antropólogo Carlos Castaneda le toco en suerte abrir este conocimiento al mundo y hoy nos presenta lo que el llama "Los Pases Mágicos" o La Tensegridad. Una serie de movimientos físicos que agrupados en series, estimulan la energía "encostrada" en el "huevo luminoso" y permite re-usarla en nuestra vida cotidiana.
Esta técnica milenaria no es una disciplina deportiva, a la estética de la danza o relativa a las artes marciales; aunque en conjunto tiene movimientos parecidos a todas. Es en cambio, una serie de movimiento, suaves y violentos, que guiados por el "intento" (fuerza interior más allá de la razón que posibilita guiar a nuestra voluntad), permiten que nuestro cuerpo físico "sacuda" a nuestro cuerpo luminoso y desprenda "las costras" energéticas que sea han ido sedimentando por nuestra equivocada forma de vida.
Sea como fuera, lo cierto es que hoy en día disponemos de esta técnica para restablecer nuestra escasa energía. La Tensegridad no es algo que se aprenda con la razón. Por el contrario, es el cuerpo y en especial, nuestro cuerpo energético quien recibe los beneficios de este conocimiento ancestral.
Actualmente la están practicando un grupo de personas, auspiciadas por El Centro Cultural del ISSSTE, todos los días de 21 a 23 horas y los sábados y domingos de 15 a 17 hrs.
La Tensegridad es muy conocida y practicada en Estados Unidos, Europa y Japón; en México, un país de malinchistas y desconocedores de nuestra ancestral civilización casi no se conoce y menos se practica. La Tensegridad es el camino de conocimiento de los Guerreros Toltecas, de ayer y de hoy.



Recientemente se ha publicado en todo el mundo que el 27 de Abril pasado, murió en California E.U., el antropólogo Carlos Castaneda de un cáncer de hígado. Como al antropólogo y escritor fue muy discreto en su vida y jamás se dejo fotografiar o grabar a pesar de que se han tirado más de 30 millones de ejemplares de sus 10 libros en varios idiomas, manteniendo su vida en el misterio más absoluto, por lo cual se entiende que de esta manera también murió. "La libertad ilimitada de ser un desconocido".
Quienes conocemos la obra de Castaneda creemos que esta "versión oficial" de su muerte, es uno más de los ardides que ha sabido usar el Nagual para pasar inadvertido en medio de una multitud. Lo cierto probablemente, es que Castaneda ha dejado de existir como "Best Seller" y punto.
El Nagual Castaneda murió para el mundo profano aquella tarde en la que salto desde un inmenso acantilado en la Sierra Norte de Oaxaca. Castaneda lo relata al final de sus "Relatos de Poder"(1974).
"Cruzamos el estrecho valle y trepamos a las montañas del lado este. Al pardear la tarde nos detuvimos por fin en una meseta plana y yerma que miraba a un valle alto hacia el sur. La vegetación había cambiado drásticamente. En todo el derredor había montañas redondas y erosionadas. La tierra del valle y las laderas estaba parcelada y cultivada, pero aun así toda la escena me sugería esterilidad.
El sol ya declinaba sobre el horizonte del suroeste. Don Juan y don Genaro nos llamaron al borde norte de la meseta. Desde este punto, el panorama era sublime. Había interminables valles y montañas hacia el norte, y una cordillera de altas sierras hacia el oeste. El sol reflejado en las distantes montañas hacia el norte las hacia parecer anaranjadas, del color de los bancos de nubes hacia occidente. Pese a su belleza, el paisaje era triste y solitario."
"-El crepúsculo es la raja entre los dos mundos -dijo don Juan -. Es la puerta a lo desconocido.
_Ésta es la planicie frente a la puerta.
Señaló entonces el filo norte de la meseta.
-Allí está la puerta. Más allá hay un abismo, y más allá de ese abismo está lo desconocido."
“Ahora nosotros seremos otra vez polvo en el camino –dijo don Genaro-. Tal vez algún día otra vez vuelva a entrar en tus ojos.
Don Juan y don Genaro retrocedieron y parecieron perderse en la oscuridad. Pablito me tomó del antebrazo y nos dijimos adiós Entonces un extraño impulso, una fuerza, me hizo correr con él hacia el filo norte de la meseta. Sentí que su brazo me sostenía cuando saltamos, y luego quedé solo.".
De esta manera, al arrojarse desde un acantilado, se despidió Castaneda de este mundo para iniciar su "Viaje a Ixtlán", su viaje sin retorno al conocimiento. Ha sido un viaje muy largo, en el que ha estado casi solo, rodeado sólo de su grupo y frente a una inmensa responsabilidad. En efecto, el poder ha encomendado la tarea de divulgar los conocimientos más esenciales de la sabiduría de Los Toltecas, los hombres de conocimiento del México Antiguo y tal vez, crear un nuevo linaje de conocimiento.
Después de ese extraordinario e ilógico acto, nada es igual en la vida, pues "nadie" se arroja a un abismo con la certeza de que se desintegrará y se convertirá en energía, que subirá y bajará como una bola de fuego en la montaña. Después de este increíble hecho, Castaneda aparecerá en Los Angeles, California y regresará tiempo después a la Sierra Norte de Oaxaca a preguntarle a Pablito, qué fue lo que sucedió aquella noche en El Cerro de las Cenizas. A partir de ahí, Castaneda inicia su largo y solitario Viaje a Ixtlán, su viaje a lo inconmensurable.
"Lo que Genaro te dijo en su historia es precisamente eso. Genaro dejó su pasión por Ixtlán: su casa, su gente, todas las cosas que le importaban. Y ahora vaga al acaso por aquí y por allá cargado de sus sentimientos; y a veces, como dice, está a punto de llegar a Ixtlán. Todos nosotros tenemos eso en común.".(Viaje a Ixtlán. 1972).
Castaneda fue el discípulo de un Hombre de Conocimiento, un Tolteca heredero de la sabiduría, conocimientos y filosofía (Toltecáyotl) con la que se forjo el milagro deslumbrante de la civilización del México antiguo a lo largo de más de 7 mil 500 años, aunque don Juan Matus sostiene que su conocimiento tiene más de 10 mil años en el Anáhuac. El conocimiento que engendró toda esta maravillosa evolución humana, tan importante como la China o la India, ha sido tercamente negado por los invasores, desde 1521 hasta nuestros días. Los Antiguos Mexicanos para los "especialistas" y público en general, sólo alcanzaron a tener una sanguinaria religión politeísta y a hacer monumentales "centros ceremoniales" para adorar "al sol, al agua y al viento" y no para desarrollar un decantado y sofisticado conjunto de saberes misteriosos acerca de la esencia luminosa del ser humano, conocimientos tal vez más avanzados que los que hoy posee la cultura Occidental.
Los Toltecas de ayer y de hoy, buscan la trascendencia de la existencia a partir de su cuerpo energético, buscan en síntesis, lo que han buscado todos los pueblos sabios del mundo ... la luz!
Las enseñanzas de don Juan fueron un ardid o un medio, para llegar a la esencia del conocimiento. En efecto, todos los 9 libros que Castaneda escribió sobre las enseñanzas de su maestro don Juan Matus son ¡un engaño! En tanto no enseñan lo esencial. Parece cómico pero así es. Los que "estudiamos" cada uno de sus libros durante muchos años, jamás supimos que los constantes "estirones" que se daba don Juan, eran los famosos "Pases Mágicos", y como Castaneda no tenía el poder personal suficiente para entenderlos, menos lo tendríamos sus lectores. De modo que hasta que aparece la "Tensegridad", comprendemos que el ser humano es un huevo luminoso y que posee dentro de ese huevo toda nuestra energía y que requiere "removerla" de espacios donde se ha ido acumulando y neutralizando, para poderla utilizar para intentar el logro supremo de la Toltecáyotl.
Castaneda fue un Nagual de tres puntas y no de cuatro, lo que obligó a don Juan a cambiar de último momento el "arreglo" con su grupo y el propio destino de Castaneda. Efectivamente, Castaneda termina un ciclo e inicia otro nuevo, en la milenaria sabiduría.
La Toltecáyotl deja el mundo subterráneo y clandestino en el que se movió y evolucionó por siglos y aparecen a través de libros al alcance de cualquier persona que tenga un poquito de poder personal. Muchos nos perdimos y hasta nos hicimos viejos en " la onda de don Juan", muy pocos entendieron con su cuerpo que el "conocimiento" no está en las drogas, ni en los libros y en la razón, ni en las técnicas, sino en la energía que esta dentro de uno mismo. Pocos entendieron que la razón y el cuerpo físico y su entorno, son tan sólo un medio (muy valioso) para desarrollar el cuerpo energético y llegar a la luz.
Es difícil hablar de esto, sobre todo cuando no se puede pronunciar lo innombrable y como en mi caso, que no se cuenta con la energía suficiente. En torno a Castaneda están los " azotericos" (los que se azotan) y los "drogos", pero el desafío esta en puerta. Pronto viviremos cambios dramáticos que requerirán guerreros del espíritu para trascender tamaños desafíos.
Castaneda ha cumplido su tiempo humano entre nosotros. Ha "muerto el escritor"...!viva el escritor!. Ahora su nombre cabalga en la épica de este final de siglo y los conocimientos que transmitió y el nuevo ciclo que inició están en el aire. Qué harán sus discípulos con la Tensegridad, aparecerán otras formas del antiguo conocimiento del México Antiguo, regresará la Serpiente Emplumada o todo habrá sido una soberbia tomada de pelo de un impecable impostor?. Sí esto es así, estaremos frente a uno de los escritores más creativos de este siglo que termina, pues no sólo inventar al "personaje" de don Juan, sino entretejer una muy cuidadosa y casi perfecta forma de inventar la vida y el mundo del México antiguo..
Don Juan le enseño a Castaneda a "tener que creer" y a vivir como guerrero. Lo cierto es que Castaneda como don Juan y don Genaro, ahora se han vuelto polvo en el camino.


En este libro Carlos Castaneda hace un recuento de sus primeras experiencias con Don Juan y con las plantas de poder. El autor conoce a Don Juan a finales de 1960 e inicia su aprendizaje en junio de 1961, para concluirlo, en lo que podríamos llamar su primera etapa, en octubre de 1965. El libro se edita hasta 1968. En esos primeros cuatro años el autor confronta su "realidad" como hombre formado en la cultura occidental, antropólogo e investigador, con la de un viejo brujo yaqui, el cual tiene fama de conocer el secreto de las plantas alucinógenas.
Durante este tiempo el autor es sometido a un proceso de "sensibilización" a través de la ingestión de plantas de poder y nos relata estos estados, que por demás resultan fascinantes, pero que tienen poco valor en términos de aportación de conocimiento. En su segunda obra Castaneda relata que le muestra orgulloso a Don Juan su primer libro, a lo que Don Juan no le da mayor importancia. Deducimos que Don Juan sabía que el verdadero conocimiento estaba depositado en el lado izquierdo de Castaneda y que éste sólo lo recordaría si llegaba a ser un guerrero impecable.
Esta obra tiene poca profundidad ya que, como el propio Castaneda reconoce en Una realidad aparte, al reexaminar las notas de campo que no había empleado en la realización de Las enseñanzas de don Juan, se dio cuenta de que había descartado una gran cantidad de datos valiosos debido a su énfasis en los "estados de realidad no ordinaria".' Don Juan buscaba, con las plantas de poder, "sacudir" a Castaneda para destapar sus niveles de percepción. Don Juan dice a Castaneda él mismo ya no necesitaba fumar debido a que el "Humito" era su aliado y podía llamarlo donde fuera y cuando fuera. En su cuarto libro, Relatos de poder, el autor menciona que después de hacer una revisión detallada de lo aprendido, empezaba a cuestionar la función de las plantas de poder dentro de su aprendizaje. A la pregunta de Castaneda respecto a
Este primer libro llamó mucho la atención Estados Unidos porque en aquel tiempo muchos jóvenes norteamericanos habían tomado el camino de las drogas. Alentados por los relatos de Castaneda, muchos pensaron que la droga era la única vía al conocimiento de otra fantástica realidad dentro de nuestro mundo; pero el mismo Don Juan señala que el costo de ingerir estas drogas es muy alto para el cuerpo; que se puede transitar el camino del conocimiento evitando pagar tan alto y peligroso costo.
En los inicios de su aprendizaje, relatados en Las enseñanzas de don Juan, el joven Castaneda estrellaba su racionalismo, su cultura occidental y su antropología contra lo que para él era el incomprensible y aterrador conocimiento de un indio anciano y enigmático.
El "poder" había seleccionado a Castaneda y Don Juan le preparó una artimaña para "engancharlo" como aprendiz. Esta tarea requiere del brujo un esfuerzo de imaginación e impecabilidad. Según la tradición, debe atraerse al aprendiz ya sea por medios drásticos o despertando su curiosidad o interés. En su caso, Castaneda tenía que hacer una investigación antropológica y Don Juan aparecía ante sus ojos como un excelente informante. Así, en visitas aisladas o durante los veranos, en el transcurso de poco más de cuatro años, el investigador convertido en aprendiz fue conducido de manera impecable, pese a su resistencia racional, en apariencia inquebrantable, hacia los intrincados caminos de la otra realidad. La riqueza literaria de esta obra, que logró despertar la fantasía y el interés de muchos, contrasta con la poca cantidad de conocimiento profundo que Castaneda pudo plasmar en el libro. No por ello desdeñamos su valor intrínseco ni el esfuerzo descomunal de Castaneda para tratar de entender la nueva realidad que se presentaba ante su sacudida razón.
Durante este tiempo Don Juan le habló y le mostró muchas cosas y Castaneda empezó su camino al conocimiento; pero, como ya dijimos, el aprendiz recibe la instrucción en dos áreas, la del tonal (derecha) y la del nagual (izquierda). Por la poca energía que poseía Castaneda en aquella época, las enseñanzas del lado izquierdo simplemente se almacenaron y, para comprender las enseñanzas para el lado derecho, Castaneda aún no disponía de la suficiente flexibilidad.
De esta obra diremos que Castaneda recoge la inquietud de Don Juan por tratar de que el autor se haga responsable del camino que comienza a andar y que lo puede llevar a convertirse en hombre de conocimiento. A la pregunta de Castaneda respecto qué deberá hacer para Regar a ser hombre de conocimiento, Don Juan le responde que deberá desafiar y derrotar a "sus cuatro enemigos naturales". Dice Don Juan que el conocimiento nunca es aquello que uno espera. En cada paso el aprendiz se encuentra en un atolladero, y su miedo crece sin misericordia... Así tropieza con su primer enemigo natural: ¡el miedo!..., al cual debe desafiar para dar el siguiente paso, y el siguiente, y todos los posteriores. Estará lleno de miedo y, sin embargo, no deberá detenerse. Llegará entonces el momento en que se retire su primer enemigo. El hombre principia a sentir seguridad en sí mismo.
Su propósito se hace más fuerte y la tarea de aprender deja de ser una tarea aterradora. En ese momento, el hombre ha derrotado a su primer enemigo natural. … ha adquirido la claridad de mente que elimina al miedo… ese es su segundo enemigo natural: ¡La calidad¡ Esa claridad de mente puede cegarlo porque lo fuerza a no dudar de sí mismo.
Seguridad lo impulsa a hacer cuanto se le antoja, Porque todo lo ve con claridad. Pero la claridad es una ilusión de poder a la que puede rendirse; ; si lo hace, habrá sucumbido a su segundo enemigo natural y no podrá aprender. Debido a su torpeza… Para evitarlo deberá desafiar a su claridad y esperar pacientemente y ser cauteloso antes de un error. Vendrá entonces el momento en que podrá comprender que su claridad sólo es un punto delante de sus ojos.” Así habrá derrotado a su segundo enemigo. Habrá llegado a un punto en donde nada lo podrá dañar… El anhelado poder será suyo por fin. Podrá hacer lo que se le antoje con su poder. Podrá dominar a su aliado y su deseo será la regla… Habrá entonces tropezado con su tercer enemigo natural: ¡el Poder!... En esta etapa el hombre apenas puede advertir que su tercer enemigo lo asecha. De pronto, sin saberlo, habrá sucumbido en su batalla. El Poder lo hará un hombre cruel y caprichoso… Un hombre en tales circunstancias llega a la muerte sin realmente manejar el poder... Debe darse cuenta de que el Poder conquistado no es suyo en verdad… Si logra entender que sin control de él mismo, la claridad y el Poder son terribles enemigos, llegará al punto en que dominará todo. Será entonces el momento y la forma en que deberá usar su poder. Habrá derrotado así a su tercer enemigo natural.
Para entonces el hombre estará al final del de su camino al conocimiento y, casi sin advertirlo, enfrentará a su último enemigo natural: ¡la vejez¡… Habrá perdido el miedo, su claridad ya no será impaciente, todo su poder estará controlado, pero siente un deseo constante de descansar. Si se entrega a su deseo de descansar y olvidar, arrullado por la fatiga, su enemigo lo volverá una vieja y débil criatura. Su claridad, su poder y su conocimiento estarán vencidos.
Si el hombre logra sacudiese la fatiga y cumple su destino hasta que llega el final, podrá considerarse hombre de conocimiento, aun cuando sólo sea por unos breves momentos en los que logra despojarse de su último enemigo, al cual nunca podrá vencer.
Don Juan menciona a Castaneda que en la vida hay muchos caminos que recorrer, pero que un hombre, antes de embarcarse en un camino, debe estar libre de miedo y ambición; entonces, deberá preguntarse si el camino tiene o no tiene corazón. Una vez hecha la pregunta, el hombre conocerá la respuesta. Un camino sin corazón nunca se disfruta; por el contrario, se vuelve contra uno y nos destruye. Un camino con corazón, en cambio, no nos hace batallar para hallarle el gusto. El camino sin corazón, en todo su recorrido, nos da dolor y angustia. En cambio el camino con corazón nos da armonía y bienestar.
Cuando Castaneda tiene su primer encuentro dentro del mundo de la brujería, preso del más terrible miedo decide abandonar el aprendizaje.5' Tenia que ordenar sus ideas. Su concepción occidental del Mundo carecía ya de certeza absoluta. Pensó que en su camino para volverse hombre de conocimiento había sucumbido a su primer enemigo natural.
Con gran maestría Don Juan convence a Castaneda de que está enfrascado en una batalla con una bruja llamada Catalina, quien supuestamente se ha empeñado en matarlo. Castaneda está dispuesto a prestar ayuda a Don Juan, quien le pide enfrentar a Catalina. Los detalles de este enfrentamiento son descritos por Castaneda en Una realidad aparte. Sólo diremos que la impresión de ese enfrentamiento y la "evidencia" de que la bruja Catalina se había vuelto contra él, fueron decisiva para que, como el propio Castaneda reconoce en Una realidad aparte, abandonara el aprendizaje invadido por el más irracional pánico.
(tomado del libro "Para leer a Carlos Castaneda" )



Ésta es una de las metáforas más bellas y poéticas de la obra. Don Juan le enseña a Castaneda que cuando un aprendiz de la Toltequidad inicia el camino hacia el conocimiento (El viaje a Ixtlán), el aprendiz tiene que dejar todo lo que antes conocía y amaba; el viaje a Ixtlán es difícil y solitario, mas no desolador. En este viaje no hay lugares familiares, ni gente conocida; está acechado por fantasmas, seres humanos con angustias y ansiedades comunes; "fantasmas" que llaman y buscan que el aprendiz pierda el camino a lxtlán.
Don Juan dice que sólo como guerreros se puede sobrevivir en el viaje a Ixtlán. Esta técnica del camino del guerrero fue elaborada por los viejos toltecas para poder transitar en todo su recorrido el camino a Ixtlán. Don Juan dice que el arte del guerrero es equilibrar el prodigio de ser hombre con el temor de ser hombre. Para sobrevivir en el viaje a Ixtlán se debe ser claro y estar mortalmente seguro de su impecabilidad.
El libro de Viaje a Ixtlán es el que recomendamos para iniciar la lectura de la obra de Carlos Castaneda. En él el autor logra hacer un primer recuento de sus experiencias. Nos transmite las técnicas básicas para el ahorro de energía y al final nos da una idea del camino hacia el conocimiento. Tal vez éste, junto con Relatos de poder, sean los libros básicos de la primera parte (en la que el autor escribe al lado de la presencia "física" de Don Juan).
De alguna manera Viaje a Ixtlán sienta las bases de lo que serán las enseñanzas de Don Juan, tocándose puntos básicos y objetivos de cómo transitar hacia el conocimiento. Las técnicas que
Don Juan le enseña a Castaneda para ahorrar energía nada tienen que ver con las drogas o el uso de artes fantásticas; por el contrario, hablan de actitudes y formas de actuar en el mundo "real" y cotidiano. En ese mundo el aprendiz entablará su batalla. Muchos lectores urbanos de Castaneda han buscado el conocimiento en las montañas, con chamanes y, en algunos casos, por medio de las drogas. Pero Don Juan es muy claro en eso: dice que en el hacer de nuestro mundo, ahí mismo, encontraremos el camino. A fin de cuentas lo que en principio debemos de trabajar es en sacar toda la basura que llevamos dentro y remover el cúmulo de ideas fijas y preconcebidas con las que nos movemos.
Finalmente diremos que todas las técnicas que Don Juan le enseñó a Castaneda sobre el lado derecho tenía como finalidad que aprendiera a ahorrar energía. Es muy fácil "perderse" en la selva de las técnicas, es decir, tomarlas como fin, cuando tan sólo son medios. Además hay que recordar que Castaneda resultó un aprendiz muy "resistente" en el campo de la razón y Don Juan tuvo que tratar por diferentes medios de "sensibilizarlo" teniendo que recordar que Castaneda seleccionó en su obra lo que pensó era conveniente relatar. Pero siempre reconoció que muchas de las enseñanzas, al principio, no las entendió ni las intuyó. Al principio Castaneda pensaba que Don Juan era un indio viejo y extraño que le decía cosas o le ponía a hacer tareas que para él no tenían mucho sentido, pero que más adelante, cuando tuvo el ahorro suficiente de energía, pudo "entender".
(tomado del libro Para leer a Carlos Castaneda)



Mucho se debate sobre la validez de la obra del antropólogo Carlos Castaneda. Sin embargo, dentro de aquellos que no dudamos de su autenticidad testimonial. Que entendemos la obra como "un mandato" del "Poder", para que salga de la clandestinidad el milenario pensamiento filosófico de los constructores del esplendor del México antiguo, existe diversos enfoques que en ocasiones llegan al antagonismo.
Hay quien toma las enseñanzas de don Juan como una "Biblia" y a Castaneda como su divino profeta.
Existe una empresa que comercializa con patente y toda la cosa la milenaria sabiduría de los toltecas.
Existen algunos gurúes que se han apropiado de la sabiduría y la comercializan directa o indirectamente.
Existe también, mucha más gente que se ha apropiado a su manera de la sabiduría y que la aplican en sus vidas cotidianas según les acomoda, el ser "guerrero" según ellos, les permite usar y abusar del mundo y de sus semejantes. Pero en general, se toma "como un camino" individual para "llegar a la totalidad y recibir el Don del Águila", mucha gente cree que va tras los pasos del nagual Castaneda. La fantasía versa sobre el pavoroso y aterrador mundo del nagual, los seres inorgánicos, la tensegridad, el arte de ensoñar, la maestría del intento y un largo etcétera.
Nosotros creemos que al descontextualizarse esta sabiduría de la cultura que la produjo pierde su base fundamental y la mayor riqueza para aquellos que no somos, ni pretendemos ser "guerreros-brujos-videntes-naguales y hombres o mujeres de conocimiento".
El testimonio de la experiencia de Castaneda como aprendiz de nahual resulta un testimonio extraordinario y demoledor, además de ser literariamente una belleza. El problema es que la gente común, no puede tomar la obra como un "manual para convertirse en nagual". No cualquiera que se lea la obra puede ser aspirante a ingresar en las filas de estos selectos linajes de toltecas.
El otro lado de la moneda es que desde los milenarios tiempos del -Cen Anáhuac-, esta sabiduría le dio a los pueblos un legado de conocimientos, tradiciones, usos y costumbres que, si bien, no eran para convertirse en "naguales" sí pudo llevar a esta civilización a un esplendor de más de mil años [200 a.C.- 850 d.C]. Esta sabiduría social o "cultural" es una poderosa herencia para transformar la vida de los pueblos y liberarlos de la degradación y explotación que están viviendo frente al derrumbe de la civilización Occidental.
En efecto, la herencia cultural de los toltecas sigue viva, vigente y presente, no solo en las comunidades indígenas de México, sino de todo el continente. Ese "algo" que nos une en "lo profundo" a todos los pueblos de América, no es una supuesta "latinidad" que se inventó Napoleón III para tratar de incorporar a Francia las ex-colonias españolas en el siglo XIX. Tampoco es "lo hispano" que, sin negar la presencia colonizadora... solo queda en la superficie de nuestro "Ser" y el ejemplo seria Brasil, que sin haber sido colonizado por los españoles, en la actualidad nos sentimos identificados y hermanados con el pueblo carioca totalmente.
Retomar esta filosofía de la vida, estos valores y principios para enfrentar el mundo que hoy nos ha tocado vivir en el ámbito de pueblo, es una opción más coherente que fantasear en con convertirnos individualmente en "naguales librescos".
Esto no quiere decir que cada individuo no pueda y no deba enfrentar su "Batalla Florida"; por el contrario, el camino del guerrero está presente en otras civilizaciones [no hay nada nuevo bajo el Sol] y es un milenario camino universal que nos conduce al vértice superior del desarrollo y la existencia humana. La reflexión es que en ves de ser el "yo individual" puede ser el "nosotros colectivo", en vez de ser una "escondida" vereda podría llegar a ser una autopista.
Siempre insistiremos que los indígenas se han librado como pueblo de su muerte histórica gracias a que son, guerreros practicantes [no racionales] a través de su cultura, de estos conocimientos milenarios.
El solo "barrer la isla del tonal" con sus 17 técnicas [Viaje a Ixtlán] nos deja una tarea que se antoja titánica, pero posible para el ser humano común y corriente. Sin ponernos a pensar, con ambición fantástica, en "mover el punto de encaje y llegar al cuerpo del ensueño", simple y sencillamente por la lujuria callada de ser un SER HUMANO IMPECABLE, de vivir una vida sobria y apegada a los valores universales del Espíritu.
El campo de batalla del guerrero esta en el mundo cotidiano y en el trato con sus semejantes. A final de cuentas y en pocas palabras, aprender a vivir de manera sobria y disciplinada, sin dilapidar nuestra energía. “Supe sin duda alguna que don Juan tenía razón. Todo lo que se requiere es impecabilidad, eso es energía. Todo comienza con un solo acto que tiene que ser premeditado, preciso y continúo. Si este acto se lleva a cabo por un periodo de tiempo largo uno adquiere un sentido de intento inflexible que puede aplicarse a cualquier cosa. Si se logra ese intento inflexible el camino queda despejado. Una cosa llevará a otra hasta que el guerrero emplea todo su potencial." El Fuego Interno. Pág. 214
"Lo que verdaderamente necesitamos es sobriedad, y nadie puede dárnosla, ni ayudarnos a obtenerla, salvo nosotros mismos. Sin ella, el movimiento del punto de encaje es caótico, como son caóticos nuestros sueños ordinarios. ‘Así que, al fin y al cabo, el procedimiento para llegar al cuerpo del ensueño es la impecabilidad en nuestra vida diaria.’ “El Fuego Interno. Pág. 219. Visite www.aquioaxaca.com


14. LOS PASES MÁGICOS
La sabiduría práctica de los chamanes
del antiguo México:
la TENSEGRIDAD-.
Primera edición en inglés, 1998.
Primera edición en español, 1998.
Titulo original: Magical Passes
271 páginas. Editorial Atlántida. S.A.
Traductor: Dorotea Pläcking de Salcedo.
Impreso en España.
A principios de 1998 aparecerá el último libro de Carlos Castaneda, “Los Pases Mágicos –La sabiduría práctica de los chamanes del antiguo México: La TENSIGRIDAD”, debido a que en Abril muere en California, E.U. Según su apoderada legal, de un cáncer en el hígado y fue dada la noticia a los medios hasta julio, ya que según declaró ante la prensa su abogada, si Castaneda había vivido al margen de los medios, la primicia su muerte no tendrían por que tenerla los diarios y los noticieros. Sea como fuere, aparentemente estamos frente al último libro que escribirá, por lo menos bajo este nombre, el reconocido nagual.
Han pasado exactamente 30 años de la publicación del primer libro (Las enseñanzas de don Juan, una forma yaqui de conocimiento). Castaneda ha sido durante este tiempo, desde lectura “undergroun”, hasta “Best Seler”; pasando por lectura obligada de intelectuales, antropólogos, “azotericos”, iniciados y personas en busca de otra realidad. Lo cierto es que la obra de Castaneda en vez de pasar de moda, se ha ido quedando como una lectura inquietante y amenazadora. Para mantenerse 30 años en el mercado, con increíbles tirares, en varias generaciones y con los más ácidos detractores, suponemos que la obra tiene algún mérito.
Se han hecho muchos juicios de su obra y muchos más de su persona que no tiene caso citar. Sin embargo ningún ensayo que yo conozca, incluyendo este, ha logrado “tocar” lo esencial del “conocimiento silencioso”. En parte porque tiene que ver con una percepción diferente del mundo y de la vida, que hasta el momento le ha costado mucho trabajo asimilar a la cultura occidental.
Castaneda da entender en “Pases Mágicos”, que en los nueve libros anteriores muy poco trató de la esencia práctica del conocimiento de los chamanes del antiguo México. Durante toda la enseñanza Castaneda veía como don Juan hacia movimientos extraños que además le pedía que los practicara y los aprendiera. Castaneda menciona que, sobre todo al principio, estaba seguro de que don Juan estaba loco y era muy “excéntrico”, por lo cual le puso relativamente muy poca atención a esos extraños movimientos que don Juan le enseñó.
En el décimo libro, Castaneda confiesa que la parte más importante del conocimiento de los toltecas, está depositado en esos extraños ejercicios. De esto resulta que como lo había estado repitiendo don Juan, y Castaneda por hay lo anotó en sus libros varias veces. El “conocimiento silencioso” no se aprende a través de la razón, ni por libros; sino a través del cuerpo.

Se parte de que los seres humanos somos cargas energéticas; huevos luminosos como describe don Juan. Estos huevos luminosos tienen una determinada carga energética que no se puede aumentar por una parte. Por otra, el “huevo luminoso” en el ejercicio de su vida, deja de utilizar grandes cantidades de energía que se van “depositando” en lugares no accesibles por lo común en el huevo. Estos “depósitos” de energía tienen que ser activados e incorporados al torrente energético de uso cotidiano, para con ello, proporcionarle energía “fresca” al guerrero, para tener la capacidad de entrar en contacto con la “otra realidad”, con lo inconmensurable.
De modo que lo que le enseñó don Juan a Castaneda fue a ahorrar energía en su vida cotidiana. Esto es, “vivir como guerrero”, este ahorro de energía, junto con la re-funcionalización de la energía acumulada y no usada, son la puerta al conocimiento silencioso,... a la eternidad.
Esos ejercicios que don Juan le enseño sin mayor aspavientos durante muchos años a Castaneda, son reconocidos ahora como “Los Pases Mágicos” y según el autor se los atribuye a los toltecas del México antiguo. Sin embargo, en la dedicatoria de este libro, Castaneda deja un pensamiento críptico:
“ A cada uno de los practicantes de tensegridad que, al unir sus fuerzas en torno de ella, me han puesto en contacto con formulaciones energéticas a las que ni don Juan ni los chamanes de su linaje tuvieron acceso jamás.”
De esta manera resulta que lo que llamaba Don Juan “pases mágicos” o como ahora le llama Castaneda “tensegridad”, es una “variante” más avanzada que la que practicaron por miles de años los toltecas de México. Por lo menos es lo que propone Castaneda.
Racionalmente se escucha coherente. Somos cargas energéticas y el conocimiento no es más que energía; la energía en el huevo luminoso, no se puede crear o transformar, sólo se puede “recanalizar”. Luego entonces, las “enseñanzas de don Juan”, no son otra cosa más, que la re-canalización de la energía del huevo luminoso, para con ello, penetrar a campos de lo inconmensurable y de lo trascendente.
Esta re-canalización se hace a través de la tensegridad, que son una serie de pases mágicos o ejercicios en series determinadas, que pretenden estimular cierta energía que se encuentra acumulada en lugares específicos del huevo luminoso, estas “acumulaciones” se deben a la forma irresponsable en la que vivimos o dicho en otras palabras, en la forma irresponsable en la que usamos y desperdiciamos nuestra energía. Cómo el “huevo luminoso” no puede obtener más energía que la que contiene, es necesario utilizar la que se ha ido quedando acumulada por una forma incorrecta de vivir. Esta re-canalización de la energía desperdiciada se logra a través de unos ejercicios o pases mágicos, que el practicante aprende como rutinas en varias series. Esta “estimulación” de su energía no utilizada, produce a lo largo de mucho tiempo y de una rigurosa práctica, efectos sorprendentes en el huevo luminoso y se traduce en el ánimo y conciencia del practicante.
El texto en cuestión contiene una introducción, una explicación de lo que son los pases mágicos, otra de la tensegridad y finalmente lo que llama “Las seis series de la tensegridad”.
Después divide al libro en cada una de las seis series con los siguientes títulos y subtítulos:
PRIMERA SERIE
-Serie para la preparación del intento-
Primer grupo: Aplastar la energía para el intento.
Segundo grupo: Agitar la energía para el intento.
Tercer grupo: Acumular la energía para el intento.
Cuarto grupo: Respirar la energía del intento.
SEGUNDA SERIE
-Serie para la matriz-
Primer grupo: Pases mágicos pertenecientes a Taisha Abelar.
Segundo grupo: El pase mágico relacionado con Florinda Donner-Grau.
Tercer grupo: Pases mágicos que tienen que ver en particular con Carol Tiggs.
Cuarto grupo: Pases mágicos que pertenecen al Explorador Azul.
TERCERA SERIE
-Serie de los cinco intereses: La serie de Westwood.-
Primer grupo: El centro de decisiones.
Segundo Grupo: La recapitulación.
Tercer grupo: Ensoñar.
Cuarto grupo: El silencio interior.
CUARTA SERIE
-La separación del cuerpo derecho y del cuerpo izquierdo: serie del calor.-
Primer grupo: Remover la energía del cuerpo izquierdo y del cuerpo derecho.
Segundo grupo: Mezclar energía del cuerpo izquierdo y del cuerpo derecho.
Tercer grupo: Mover la energía del cuerpo izquierdo y del cuerpo derecho con la respiración.
Cuarto grupo: La predilección del cuerpo izquierdo y del cuerpo derecho.
QUINTA SERIE
-Serie de la masculinidad-
Primer grupo: Pases mágicos en que las manos se mueven al unísono pero se mantienen separadas.
Segundo grupo: Pases mágicos para focalizar la energía de los tendones.
Tercer grupo: Pases mágicos para robustecer la resistencia.
SEXTA SERIE
-Dispositivos utilizados en combinación con pases mágicos específicos-
Primera categoría.
Segunda categoría.
El libro esta construido de tal manera, que resulta una guía práctica para iniciarse en estos, que llamaremos, “ejercicios energéticos de conciencia”. Con explicaciones más o menos aplicables y apoyadas con fotografías, el lector puede ir penetrando en la práctica cotidiana en los pases mágicos.
Tal vez, lo más importante es la respuesta que irá teniendo el propio cuerpo o huevo luminoso. En efecto, como estas enseñanzas no son racionales sino energéticas, el cuerpo al través del ejercicio y la práctica, “va enseñando a la mente” a hacer mejor los ejercicios, en virtud del estímulo que recibe o dicho de otra manera, del bienestar que experimenta al realizarlo de tal o cual forma el ejercicio.
Esta es pues, la propuesta final que nos entrega el nagual Carlos Castaneda antes de retirarse de este mundo. Su obra contiene aportaciones importantes al mundo de las ideas de nuestros tiempos. Ya sea como la concepción del mundo y de la vida de don Juan y los toltecas del antiguo México o sea la de Carlos Castaneda, suponiendo que toda la obra fuera creada a partir de la imaginación de este “talentoso escritor”. Sin embargo, la obra esta ahí y es innegable en estos 30 años.
Entre las aportaciones más importantes que encontramos en la obra de Castaneda, sería la incorporación de la figura del Chaman u “Hombre de conocimiento indígena”, en el mundo de la ciencia, los intelectuales y los investigadores occidentales. Como lo señala Octavio Paz, en el prólogo del primer libro que editó el Fondo de Cultura Económica en 1974.
“Si los libros de Castaneda son una obra de ficción literaria, lo son de una manera muy extraña: su tema es la derrota de la antropología y la victoria de la magia, si son obras de antropología, su tema no puede ser lo menos; la venganza del “objeto” antropológico (un brujo) sobre el antropólogo hasta convertirlo en un hechicero. Antiantropología.” (Las enseñanzas de don Juan. Página 11) .
Los antropólogos son quienes más niegan algún valor en la obra de Carlos
Castaneda. Nuestro admirado amigo Guillermo Bonfil Batalla, uno de los más brillantes antropólogos que ha tenido México, cuando le pedí que me hiciera el prólogo para la primera edición del ensayo “Para leer a Carlos Castaneda”, se negó rotundamente y literalmente me dijo; “tocayo pídeme cualquier otra cosa, menos hacer un prologo sobre Castaneda”.

La segunda aportación sería el exponer un cuerpo de ideas muy decantadas y complejas sobre el mundo y la vida, que un indio yaqui llamado don Juan nombra toltequidad y que los expertos como Miguel León Portilla reconocen como Toltecáyotl. En efecto, Castaneda nos presenta un sistema de conocimiento que según le enseño su maestro don Juan, como la herencia milenaria del México antiguo. El hablar y aceptar que en el México antiguo existió un sistema muy decantado y complejo de conocimientos, que no sólo explicaban el mundo y la vida (filosofía), sino que les dieron el “poder” para interactuar eficientemente en el mundo concreto en el que vivieron. De esta manera se derrumba el mito para sojuzgar permanentemente a los pueblos indios creado por los colonizadores europeos, de que los indígenas eran salvajes e incapaces de crear una filosofía definida y decantada, que sólo poseían una diabólica religión politeísta. Pero lo que resulta también importante es destruir el mito de que “todo lo antiguo es necesariamente primitivo”. Las propuestas energéticas del mundo y del ser humano que don Juan y su linaje manejan según Castaneda, resultan muy avanzadas para nuestros tiempos.
La toltequidad, la Toltecáyotl o como ahora le llama Castaneda, “la tensegridad”, se nos presenta como un conocimiento muy avanzado de la energía, que occidente todavía no logra descifrar cabalmente. Nos permite superar la idea de que los vestigios arqueológicos de estos audaces investigadores, eran “centros ceremoniales” para rendir culto a los “dioses” asociados con los fenómenos naturales como el viento, el rayo, el agua y que, fueron construidas estas impresionantes obras materiales para, “hacer ciudades, fortificaciones, panteones o palacios de una supuesta nobleza parecida a la europea”, en donde realizaban sangrientas ceremonias rituales a sus dioses tutelares.
La tercera aportación fue que Castaneda en 1968, mucho antes de Guillermo Bonfil (1987) y la rebelión indígena de Chiapas (1994), pone en el escenario a los indígenas. En efecto, los indígenas en México debido a la colonización cinco centenaria representaban el último peldaño en la escala social, eran los ignorantes, los incapaces, los primitivos. Alguna vez me comentó el escritor José Agustín, quien le tradujo en 1982 a Castaneda el libro “El Don del Águila”, que en 1968 él trató infructuosamente de que el Fondo de Cultura Económica, editara el primer libro de Castaneda “Las enseñanzas de don Juan, una forma yaqui de conocimiento”. Es lógico entenderlo, quien en sano juicio en 1968 en México, podría suponer que un indio yaqui podría tener alguna enseñanza para la cultura dominante. El tiempo le dio la razón a José Agustín y en 1974 el Fondo tuvo que editar con 7 años de atraso, el primer libro de Castaneda, ya que se había convertido en un super Best Seler, no sólo en Estados Unidos sino en el mundo entero. Para tal efecto, el Fondo tuvo que incorporarle un prólogo de uno de los más connotados intelectuales mexicanos como lo era Octavio Paz. Con el “aval” de Paz, la obra se empezó a vender como pan caliente en México, pero más, como una moda, que como producto de un despertar de conciencias. Hasta la fecha, a pesar de que los libros de Castaneda tienen ventas superiores a los grandes de la literatura, sigue siendo relativamente un desconocido en México.
Así pues, nos encontramos con al parecer el último libro de Carlos Castaneda, se nos informa “oficialmente” que murió de un cáncer. Nosotros creemos que el tiempo humano del nagual Castaneda probablemente ha terminado. La tarea que tuvo que cumplir en este mundo, después de saltar de un precipicio, allá en lo más alto de la Sierra Norte de Oaxaca, al parecer ha terminado.
Deja un nuevo linaje con sus guerreras extranjeras y una nueva práctica con la tensegridad. Carlos Castaneda en algún momento reconoce que don Juan nunca le enseño a tratar con el mundo profano, a quien ahora (extrañamente) le tratan de trasmitir el antiguo conocimiento de los legendarios toltecas.
La tensegridad o los llamados “pases mágicos”, son una nueva propuesta, de antiquísimos conocimientos toltecas, que nos deja el nagual Castaneda de cara al nuevo milenio. Tomado del libro “Para leer a Carlos Casteneda” Guillermo Marín.
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¿Cómo era la sabiduría y el conocimiento del México antiguo? ¿Desapareció completamente con la conquista y la colonia? ¿El México contemporáneo tiene algunos elementos de esta milenaria filosofía?
Los mexicanos somos herederos de una de las seis civilizaciones más antiguas y de origen autónomo del mundo. Fuera de las civilizaciones que nacieron en Mesopotamia, Egipto, China, India, México y parte de Centroamérica y la llamada Zona Andina, no existió otra civilización más antigua. En el mundo todas las civilizaciones y culturas tomaron préstamos culturales a estas civilizaciones “madre”, comenzando con Europa, que es una cultura reciente y que se apropió de muchos elementos culturales de estas viejas civilizaciones para crear un sincretismo cultural.
Estas seis “civilizaciones madre” produjeron a lo largo de miles de años, un inconmensurable y maravilloso mundo de conocimientos, que buscaban en principio mejorar el nivel de vida (desarrollo material), y al lograr éste, buscar elevar la calidad de vida (desarrollo del Espíritu). Por ello la creatividad, sensibilidad y la inteligencia de estos pueblos produjeron alimento, vestido, medicina, arquitectura, ingeniería, ciencia, religión, filosofía, arte y un prodigioso etcétera que saturó todos los espacios tangibles e intangibles de la existencia humana. Sabiduría y experiencia humana que de manera milenaria se fue enriqueciendo para despertar al ser humano de su estado animal y elevarlo a niveles de conciencia superior, que le permitieran dar respuesta al problema ontológico de la existencia humana que todas las civilizaciones han tratado de resolver: ¿Quién soy de dónde vengo y a dónde voy? El mundo en el que hoy vivimos tiene sus cimientos en el conocimiento y sabiduría milenaria que aportaron estas seis civilizaciones.
¿Cuál fue la filosofía que animó y guió el desarrollo cultural del México antiguo a lo largo de siete mil quinientos años de desarrollo humano, desde la invención de la agricultura a la llegada de los invasores españoles? ¿Por qué si la India o China, que son culturas tan antiguas como la nuestra siguen vivas en lo filosófico, la del Anáhuac se presume extinta por el colonizador?
En el México antiguo existió “La Toltecáyotl”, que era el conjunto de conocimientos más valiosos que a través de generaciones sucesivas y en miles de años produjo el esplendor del llamado Periodo Clásico Superior en todo el Anáhuac .
Estos conocimientos se trasmitieron a través de instituciones de educación como el Calmécac y la llamada “Hermandad Blanca” . Cuando llegaron los españoles destruyeron “todo lo que vieron y tocaron” de la cultura invadida, pero “ciertas cosas secretas” que nunca vieron ni tocaron, y que guardaban celosamente los llamados “Hombres y mujeres de conocimiento” se mantuvieron totalmente intactas. Es más, por el contrario, por esta persecución feroz se perfeccionaron y desarrollaron aún más.
Esos conocimientos profundos de la vida y del mundo siguen vivos y presentes en la vida cotidiana de los mexicanos. Algunos conocimientos permanecen de manera subterránea y selectiva, otros más se mantienen a flor de piel en lo mexicano y en los mexicanos. Otros se encuentran mezclados, unos en el llamado subconsciente colectivo, otros en el conciente, pero todos siguen vivos y conformándonos de manera individual o comunitaria en aquello que Guillermo Bonfil llamó “El México profundo”.
El conocimiento contenido en la obra del antropólogo Carlos Castaneda es una mínima expresión de este vasto e inconmensurable conocimiento. Sus libros nos descubren un mundo de conocimientos vedados por siglos a la comprensión occidental. La obra nos introduce por los intrincados y apasionantes caminos del antiguo conocimiento que hace miles de años desarrollaron nuestros Viejos Abuelos toltecas. A través de las lectura la tecnología para recibir EL DON DEL ÁGUILA o como decían poéticamente los Guerreros de la Muerte Florecida, “hacer florecer el corazón”.
Don Juan Matus (El maestro chamán) usa a Carlos Castaneda como vehículo para difundir masivamente estos conocimientos de la toltequidad . La lectura de LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN nos acercan de manera extraordinaria y reveladora a nuestros origines filosóficos y le dan cabal sentido a toda nuestra herencia ancestral antes de la invasión. No es una exageración decir que nos acercan para la resolución de la salida “del laberinto de la soledad”. Nos atrevemos a afirmar que la obra de Castaneda es un código que nos permite reinterpretar nuestro pasado, nuestra herencia cultural (tangible e intangible). En síntesis, nos proporciona un lenguaje que nos permite comprender la esencia, la profundidad de nuestra cultura; es un puente entre el pasado y el presente.
Al comprender la obra en su conjunto, nos permite a través de este código o lenguaje, dejar de ver nuestro pasado como algo lejano, ajeno, incomprensible, inconexo… muerto. Deja de ser tan sólo “estético, arqueológico, museístico”, para pasar a ser algo vivo, vigente, vibrante, complementario, vital… trascendente.
Castaneda nos presenta en su obra una impresionante biografía de cómo se “enganchó” en la toltequidad. Relata de manera brillante y con una gran calidad literaria su camino al conocimiento, su VIAJE A IXTLAN. Presenta por primera vez a un indígena como un hombre desbordante de conocimiento de una realidad totalmente desconocida, UNA REALIDAD APARTE. A través de sus RELATOS DE PODER podemos vislumbrar tenuemente EL SEGUNDO ANILLO DE PODER e intentar “ver” otra concepción del ser humano, el mundo y la vida.
Castaneda describe a Don Juan como un maestro sabio (nahual), generoso, exigente, impecable, y responsable con su conocimiento. Don Juan Matus se nos revela en la obra de Castaneda como debieron ser aquellos hombres que “aprendían a ser dioses” allá en Teotihuacan, aquellos que llegaron a arder en EL FUEGO INTERNO y liberaron la partícula divina de la tosca materia que la contenía. Y al “entender” su filosofía, mágicamente se descubre un velo de lo obvio y evidente que ha sido todo nuestro proceso cultural que se ha “encubierto” estos cinco siglos de colonización depredadora, y que aun viviéndolo, los mexicanos no lo hemos podido hacer conciente.
Al leer LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN de alguna manera nos ayudan a darle orden y coherencia a todo lo que somos, sentimos y sabemos del mundo y la vida. Nos revela lo que hemos sido, somos y seremos. Las enseñanzas del viejo indígena yaqui, el chamán Juan Matus son un encuentro con nuestro desconocido rostro milenario, son un acercamiento con nuestro desconocido pasado. Es una reconciliación con “la otra parte de nosotros mismos”, que la colonización nos enseñó a negar y rechazar durante estos cinco siglos. La obra de Castaneda es un buen inicio para transitar a la necesaria fusión cultural.
La Toltecáyotl o toltequidad propone un camino hacia “la conciencia total”. Similar al budismo, al islamismo o al cristianismo, pero diferente en tanto que es “propio-nuestro”, nacido y desarrollado en nuestra tierra y con nuestra gente. La Toltecáyotl, toltequidad anualismo o brujería (como la llama Don Juan), requiere que los seres humanos cambien sus ideas de sí mismos y del mundo. Que se conviertan en Guerreros, seres capaces de la máxima disciplina y control sobre sí mismo para llevar una vida de impecabilidad, de fuerza interna, de ecuanimidad y total desapego, sin ninguna importancia personal.
Actuando responsablemente cada acto, con conciencia, sobriedad y aplomo. Manteniendo un sentido de intento inflexible en su camino de guerrero, sin prisas, sin angustias de ganar o perder, sin esperar recompensas… para llegar a EL CONOCIMIENTO SILENCIOSO, sin miedo y sin ambición. Con una lujuria callada por la vida y por todas las cosas bellas y misteriosas de la vida.
Don Juan y sus enseñanzas nos proponen una vieja fórmula que crearon nuestros sabios abuelos hace miles de años y que hoy, ante el estrepitoso fracaso y quiebra del proyecto civilizatorio de occidente, se nos presenta vital en los albores del inicio del tercer milenio.

1 comentario:

Unknown dijo...

Guillermo solo me gustaria dar mi humilde opinion que es muy resumida.
Carlos era un tonto y Don Juan siempre lo dijo; escogio a Carlos por una señal, algo que el mismo no entendia pero el sabe que el Poder tenia un objetivo, que pienso yo, es habernos compartido todo con los lectores. Es una guia de inicio a acumular poder y juntos cambiar el rumbo de nuestro sistema actual que nos llevara a la destruccion. El plan original no fue para Carlos, el poder lo cego y le gusto vivir del alabo y con mujeres blancas. Nunca supero sus complejos ni acumulo poder para ser nahual. Nunca tuvo la talla, solo fue un hablador pero hey! He ahi el capricho del Poder, usarlo para pasarnos las palabras de Don Juan y empujarnos a ser conscientes y a derribar mentiras. El camino del guerrero es lo que importa y no la segunda o tercera atencion talvez. Podemos resolver mucho a travez de palabras de Don Juan. No pretendo ser brujo ni acumular poder para oscurismos, retendo ser impecable y cambiar este mundo junto con todos, ese camino para mi tiene corazon. Carlos para mi fue un mediador, la cosa es entre el lector y Don Juan...

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