viernes, 26 de diciembre de 2008

Filosofía Perenne

La idea de una filosofía perenne, preferentemente con un denominador común, el factor común más importante - que forme la base de la verdad en los múltiples sistemas de pensamiento religioso, filosófico y científico del mundo -, se remonta a miles de años al menos.

Cicerón, por ejemplo, hablando sobre la existencia del alma tras la muerte, menciona que no solo tiene de su parte la autoridad de toda la antigüedad, sino también las enseñanzas de los Misterios Griegos y de la naturaleza, pero que 'estas cosas datan de antiguo y tienen, además, la aprobación de la religión universal'.

Fue sin embargo el filósofo alemán del s. XVII, Leibniz, quien popularizó la frase latina philosophia perennis. La empleó para describir lo que necesitaba para completar su propio sistema. Este debía ser un análisis ecléctico de la verdad y la falsedad de todas las filosofías, antiguas y modernas, por el cual "se debería retirar el oro de la escoria, el diamante de su mina, la luz de las sombras; y esto sería en efecto, un tipo de filosofía perenne".

Con similar ánimo, Ammonius Saccas, fundador de la escuela teosófica ecléctica de Alejandría en el s. III d.C. e inspirador de Plotino y del movimiento NeoPlatónico, persiguió el propósito de reconciliar las diferentes filosofías religiosas. Leibniz, no obstante, no reivindicó la invención de la frase. Dijo haberla encontrado en los escritos de un teólogo del s. XVI, Augustine Steuch, a quien consideraba como uno de los mejores escritores cristianos de toda época. Steuch describió la filosofía perenne como la verdad absoluta original revelada y hecha asequible al hombre antes de su caída, completamente olvidada en este lapso y solo gradualmente recuperada en forma fragmentada en la historia subsecuente del pensamiento humano. El Cristianismo Ortodoxo, era según su punto de vista, su restauración más pura y la historia de la redención incluye la larga búsqueda de esta sabiduría.

Antes de Steuch, no hay, según mi conocimiento, ninguna mención del termino philosofia perennis aunque se encuentran en escritos anteriores frases similares, expresando esencialmente la misma idea. La más notable de ellas es 'la sabiduría perenne de Dios' - 'theosophia perennis' - en textos latinos. Mas recientemente, hace unos cuarenta años, Aldous Huxley compiló una antología de las tradiciones religiosas y místicas del mundo que describe muchos rasgos comunes a esta 'filosofía de las filosofías'. En su prefacio, la define como sigue: Filosofía Perennis... - la metafísica que reconoce una Realidad divina substancial al mundo de las cosas, de las vidas y de las mentes; la psicología que encuentra en el alma algo similar o incluso idéntico a la realidad divina; la ética que sitúa el propósito final del hombre en el conocimiento del fundamento inmanente y trascendente de todo ser - siendo inmemorial e universal. Los rudimentos de la Filosofía Perenne pueden ser encontrados en el señor tradicional de los pueblos primitivos en cada región del mundo y tiene lugar, en su forma plenamente desarrollada, en cada una de las religiones superiores.

Huxley señaló que no se había remitido a los escritos de los filósofos "profesionales" al compilar su libro, sino a unos pocos de aquellos extraños individuos en la historia, que habían elegido cumplir ciertas condiciones - según sus palabras: "haciéndose ellos mismos, amantes, puros de corazón y pobres (humildes) de espíritu' - condiciones a través de las cuales tuvieron de primera mano, una directa aprehensión de la realidad divina. Si no se fuera un sabio o un santo, pensaba, la mejor cosa y más cercana que se debía hacer era 'estudiar los trabajos de aquellos que lo fueron y que, debido a que habían modificado su modo de ser meramente humano, fueron capaces de ser algo mas que una mera especie humana con mucho conocimiento".

No es tan extraordinario que las enseñanzas centrales de todas las filosofías espirituales principales sean idénticas, aunque las tradiciones estén separadas geográfica y culturalmente y por vastos periodos de tiempo, pues era la misma teosofía o sabiduría divina que fue universalmente divulgada por todos los sabios y maestros, la "misma doctrina secreta, eterna e inagotable" que Krishna impartió eones atrás a Vivasvat (el Sol), y que fue transmitida de época en época y que éste comunicó igualmente a Arjuna, su"devoto y amigo".

La presentación moderna más comprensiva de la 'theosophia perennis', con pruebas de su difusión a través del mundo en cada época, puede ser encontrada en los escritos de H.P. Blavatsky, en particular en su magnus opus, La Doctrina Secreta, subtitulada "La Síntesis de la Ciencia, Religión y Filosofía". Educada ella misma por los estudiosos mas avanzados de la tradición teosófica, escribió: "Las enseñanzas, no obstante fragmentarias e incompletas, contenidas en estos volúmenes, no pertenecen ni a los Hindúes, ni a los Zoroastrianos, ni a los Caldeos, ni a la religión egipcia, ni al Budismo, ni al Islam, Judaísmo o Cristianismo en exclusiva. La Doctrina Secreta es la esencia de todas ellas. Nacidos de ella en sus orígenes, los diversos esquemas religiosos están dispuestos ahora para fundirse en su elemento original, fuera del cual todo misterio y dogma ha crecido, se ha desarrollado y materializado."

Aparte de elaborar las enseñanzas fundamentales y mostrar su analogía natural, H.P. Blavatsky explica como la secreta 'sabiduría de las cosas divinas' fue 'revelada' a la humanidad y renovada periódicamente a través de la historia. Haciendo referencia a un hecho histórico con la alegoría de la historia del Jardín del Edén, el mito del fuego prometeico y también la historia hindú del descenso de los manasaputras ('hijos de la mente'), ella describe como, unos 18 millones de años atrás, seres divinos, hombres 'perfeccionados' de ciclos anteriores y nativos de esferas de vida cósmica superiores e invisibles, mezclaron una porción de su consciencia con la humanidad naciente, inflamándoles con la inteligencia racional. En este acto de sacrificio y necesidad evolutiva, indeleblemente imprimieron en 'la substancia-mente plástica' de la vida de la humanidad, verdades importantes de modo que nunca fueran totalmente olvidadas. Aquí tenemos, también la base de la doctrina de Platón de la Anamnesis ('el no olvido'): el aprender es realmente un proceso de 'reminiscencia' - 'recuerdo' o 're-descubrimiento', conocimiento primordial embebido en la porción inmortal del alma.

Desde aquel tiempo antiguo, se ha intentado regularmente restituir la tradición-sabiduría en cada parte del globo, por dos razones: primera, a causa de las fuerzas erosivas que con el tiempo desfiguran cada presentación - a saber, enseñanzas originales, comúnmente orales, que se recuerdan imperfectamente o se olvidan, textos que se pierden, copias y traducciones que se editan, cambios de significado de la palabra y la gente que a menudo mal interpreta o pasa por alto puntos esenciales.

La segunda razón, y la más apremiante, es que la humanidad está evolucionando, con necesidades igualmente evolutivas y cuando el grito del corazón humano colectivo es suficiente, aparece una respuesta de las regiones adecuadas que satisfará las necesidades del ciclo que se está abriendo. Es bien conocido que los Mesías, Avatares, Budas, Profetas y 'los instruidos de Dios' de toda nación llegaron como reformadores y transmisores, no como creadores de nada, sino como el 'ropaje terreno' de su presentación, tejido con los materiales disponibles. También hay que hacer notar que los mensajes son raramente conocidos por sus contemporáneos, ni es completamente comprendido el significado de su mensaje.

Toda innovación atrae oposición, dragones poderosos que rodean el Grial. Nuestra propia era, como cualquier otra, está llena de 'falsos profetas' cuya, a menudo, fascinante mezcla de verdad y error ha despistado a muchos por vías secundarias improductivas e incluso peligrosas. ¿Cómo entonces, nos podemos preguntar, podemos determinar qué es genuinamente del espíritu y qué es paja?.

Sensiblemente suficiente, aunque requiere perseverancia y un estudio discriminativo, podemos aplicar los tests de la perennidad y universalidad: ¿La enseñanza está explícitamente afirmada o supuesta por todos los grandes maestros espirituales del mundo a través de las épocas? Y, lo que es igualmente importante, ¿Lleva en sí el sello del espíritu: su llamada se dirige al lado altruista y desinteresado de nuestra naturaleza?

El universo, físico y metafísico, es todo una realidad y de acuerdo con la simple lógica solo puede haber una verdad, aunque pueda ser limitada, variada y aparentemente divergente en sus expresiones en el lenguaje humano. La influencia fragmentada de las teologías dogmáticas, de los intentos de arrogar la verdad bajo estandartes de todo tipo, incluyendo aquellos de la ciencia y la filosofía, no pueden afectar al bienestar humano mas que negativamente. Quizá sea mejor recordar entonces, que como el amor, la mayoría de nosotros no somos nada mas que 'medio camino' entre la ignorancia y la sabiduría.

Si tenemos indicios de las realidades divinas sobre las cuales buscamos completo conocimiento, o si buscamos solo ser una fuerza activa para el bien en el mundo, pero necesitamos una filosofía que pueda ayudarnos a capear las tormentas de la vida y los momentos de calma, podemos confiar que tal conocimiento existe y que satisface tanto corazón como intelecto. La humanidad no está despojada de la protección compasiva de los dioses y nunca lo ha estado. Ambos, ellos y sus representantes en la tierra, siempre han ofrecido la brújula de la sabiduría amante como la guía más segura para nuestro destino. Siguiendo el curso trazado por estos caminantes avanzados, no solo descubriremos qué es verdadero en la vida y qué no, sino que nos adecuaremos para expresar las invariables características del espíritu.



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